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del narco en Colombia

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PESOS

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Condena histórica por los atentados de 2015

/ anne maRie meRgieR

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Por primera vez en muchos años los sobrevivientes y familiares de las víctimas pudieron respirar con tranquilidad e incluso sonreír: la Corte Penal Especial que juzgó a 20 de los autores de los atentados terroristas del 13 de noviembre de 2015 en París emitió sus sentencias el pasado 29 de junio. Seis de los acusados –sólo uno de ellos presente– fueron condenados a cadena perpetua, la máxima condena prevista por el Código Penal francés desde que se suprimió la pena capital.

Sobrevivientes del peor ataque terrorista sufrido por Francia desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y familiares de los fallecidos se aprietan unos contra otros en largos bancos de madera. No cabe un alfiler en los espacios reservados a los abogados y la prensa. Tiesos en sus jaulas de vidrio antibalas, 11 acusados, brazos cruzados y rostros herméticos, aguardan. Otros tres, que comparecen libres, intentan mantenerse erguidos… sin lograrlo del todo. Un espeso silencio envuelve la inmensa sala de audiencias.

Es el pasado 29 de junio, último día del juicio por los atentados cometidos por tres comandos del Estado Islámico el 13 de noviembre de 2015 afuera del Estadio de Francia, en una sala de conciertos y en terrazas de cafés y restaurantes parisinos, con saldo de 130 muertos y centenares de heridos.

Son laS oCho y media de la noChe.

Jean-Louis Périès, presidente de la Corte Penal Especial que juzga a 20 acusados –seis en ausencia–, implicados en distintos grados en estos crímenes, se apresta a leer el veredicto de la Corte.

la tenSión eS total.

Iniciado el 8 de septiembre de 2021, interrumpido por el covid-19 que afectó a varios acusados, suspendido durante las vacaciones de Navidad, Semana Santa y numerosos días feriados, este juicio único en los anales de la justicia gala se prolongó 10 meses.

Resuena la voz del presidente, con tono solemne: “Al final de 148 días de audiencia, durante los que se escucharon los testimonios de 415 demandantes, los alegatos de 189 abogados que los representan y de 30 abogados de la Corte…”

Périès desgrana los nombres de los acusados y las penas que la Corte dictaminó en su contra. El silencio es cada vez más compacto.

Diecinueve de los 20 inculpados son declarados culpables de pertenecer a “una asociación de malhechores con fines terroristas”, pero sus condenas varían según su grado de responsabilidad en los atentados.

La Corte condena a reclusión perpetua irreductible –pena máxima prevista por el Código Penal francés y muy raramente dictada– a seis acusados, cinco de los cuales, supuestamente muertos en Siria o Irak, fueron juzgados en rebeldía (en ausencia).

El sexto es el franco-belga Salah Abdeslam, único miembro todavía vivo de los comandos terroristas y cuyo hermano mayor, Brahim, activó su cinturón de explosivos en el último café atacado el 13 de noviembre de 2015.

UAA renueva sus galerías con “Folclore guerrerense”, “Naturaleza viva” y “La vista desde mi cielo”

Uaa

La Universidad Autónoma de Aguascalientes renueva su Galería Urbana a fin de continuar promocionando el talento artístico de la comunidad universitaria y la población en general, en esta ocasión, con las exposiciones fotográficas “Folclore Guerrerense”, “Naturaleza Viva” y “La vista desde mi cielo”.

“Folclore Guerrerense” de Aline Valeria Quiroz Calva, es una exposición fotográfica con obras que abrazan con orgullo las principales tradiciones del estado de Guerrero. La muestra surge de la necesidad de cambiar la perspectiva violenta que eclipsa a la cultura y a la grandeza de una entidad y de su gente; así como de la necesidad de crear un aparador itinerante para exportar y difundir sus tradiciones.

En cuanto a la exposición fotográfica “Naturaleza Viva”, bajo la autoría de Román Esqueda, es una invitación a maravillarnos ante la naturaleza que vive en nuestra cotidianidad, pues la naturaleza en su rol materno, es pródiga y se nos obsequia en donde menos la esperamos.

Por otra parte, en la galería fotográfica que lleva por nombre “La vista desde mi cielo”, se podrán apreciar las 11 imágenes que fueron seleccionadas dentro del marco de los concursos de Talentos Universitarios, un proyecto cultural que ofrece la UAA, y cuyo objetivo es promover la participación de los estudiantes de la institución en actividades artísticas. Cabe mencionar que entre las imágenes también se incluyen a los ganadores de los tres primeros lugares, así como las tres menciones honoríficas elegidas por el jurado calificador.

Las exposiciones estarán en exhibición durante el mes de julio hasta septiembre del año en curso en las galerías exteriores de la UAA, ubicadas en Av. Guadalupe González, casi esquina con Av. Aguascalientes; Av. Universidad Norte, casi esquina con Av. Aguascalientes; y en Av. Universidad, casi esquina con Av. Guadalupe González.

/ Rafael CRoda

En lo que va del año, 23 mexicanos vinculados con el narcotráfico han sido detenidos en Colombia, dice Fernando Murillo, director de Investigación Criminal de la policía de ese país. Explica que tras la captura de Otoniel, jefe del Clan del Golfo, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación intensificaron el envío de “emisarios” para establecer nuevas alianzas. Su objetivo: tener el “control directo” de tráfico de drogas y acrecentar así sus ya de por sí exorbitantes ganancias: comercializan anualmente unas 200 toneladas de cocaína colombiana con valor de 5 mil millones de dólares en el mercado estadounidense.

El director de Investigación Judicial e Interpol (Dijin) de la Policía Nacional de Colombia, general Fernando Murillo, está convencido de que cada vez que golpea al Clan del Golfo, la principal organización del narcotráfico en este país, los cárteles mexicanos de la droga acusan el golpe.

“Cuando capturamos a cabecillas del Clan del Golfo, los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación tienen que volver a buscar aliados que les puedan generar las toneladas de droga que requieren y, además, que les garanticen lo que más buscan: que realmente sea una droga de calidad”, dice Murillo.

En entrevista con Proceso, el director de la Dijin sostiene que, en particular, la captura del jefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, Otoniel, el pasado octubre, “afectó el suministro de droga” de los cárteles mexicanos, que tenían una “relación comercial muy cercana” con el que era considerado el principal capo colombiano de la droga.

En respuesta, señala Murillo, los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación intensificaron el envío de “emisarios” a Colombia para establecer nuevas alianzas con los sucesores de Otoniel –Wílmer Antonio Giraldo, Siopas; Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, Chiquito Malo; y José Gonzalo Sánchez, Gonzalito– y con las “disidencias” de las FARC.

“Lo que hemos visto es que los cárteles mexicanos están mandando enviados de confianza, de mucha confianza, que supervisan desde la producción hasta el transporte y la entrega de la droga”, afirma Murillo.

Y sostiene que, con esa modalidad, los grandes capos mexicanos “buscan el control de todos los eslabones de la cadena del narcotráfico” en Colombia, desde los sembradíos de hoja de coca hasta su transformación en cocaína y su salida al exterior a través de rutas marítimas y aéreas. Es sintomático, por ejemplo, que en abril pasado haya sido capturado en la suroccidental Cali el mexicano Brian Holguín Verdugo, El Pitt, a quien informes de inteligencia consideran un operador de confianza del jefe de la facción histórica del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada.

De acuerdo con las investigaciones, El Pitt, requerido en extradición por Estados Unidos, tenía la misión de estrechar relaciones con las “disidencias” de las FARC –como se conoce a las facciones de esa exguerrilla que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016 y siguieron en el negocio del narcotráfico– tras la caída de Otoniel, el jefe del Clan del Golfo.

Murillo señala que resulta más revelador el hecho de que el 19 de mayo pasado hayan sido capturados en aguas internacionales del Pacífico seis ciudadanos mexicanos que transportaban 699 kilos de cocaína en una lancha rápida, cuando ese tipo de cargamentos son transportados por lo general por colombianos.

Los resultados de esa operación, en las que participaron la Dijin, la DEA, el Comando Sur de ese país y la Armada de México, revelan que los cárteles mexicanos buscan también “el control directo” de la salida de la droga de Colombia hacia Centroamérica y México.

El director de la Dijin explica que este año han capturado en Colombia a 23 mexicanos en el marco de investigaciones contra el narcotráfico en las principales ciudades del país (Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena), y varios de esos operativos han sido realizados de manera conjunta con la DEA. –¿Este aumento de capturas nos revela un crecimiento de la actividad de los cárteles mexicanos en Colombia? –se le pregunta al general Murillo. –Nos revela una mayor presencia de estos cárteles buscando la comercialización del producto (la cocaína) con organizaciones del narcotráfico colombiano.

Desde 2018 Colombia ha extraditado a Estados Unidos a ocho mexicanos capturados en este país, todos por cargos de narcotráfico, y nueve más se encuentran en procesos de extradición por requerimientos de cortes estadunidenses, mexicanas y de Corea del Sur.

Mexicanos van por el “control directo” del narco en Colombia

Reaparece la revista zacatecana “Dosfilos”

/ RobeRto Ponce

Para quien conozca los versos y el gusto por el rock anglosajón que caracteriza al poeta José de Jesús Sampedro, no es un secreto a voces que cada ejemplar de la revista “Dosfilos” –fundada por él hace 48 años-- contenga invariablemente textos musicales.

El número más reciente de esta publicación zacatecana corresponde a la entrega 142, y su portada es un hermoso homenaje del artista visual Luis Fernando a la cantautora de folk, country, jazz y folk más importante del Canadá al cambio del siglo: Joni Mitchell, creadora de la canción-himno al festival jipi de “Woodstock”. (https://youtu.be/HKdsRWhyH30)

La “noticia-aviso” del director de “Dosfilos”, en la página 29, anuncia:

“Luego de un muy incierto periodo, ‘Dosfilos’ vuelve a escena. Recuperando apenas el flotante tiempo de la pandemia, una adicional serie de altibajos alrededor de sus páginas materializó una doble traba (física, metafísica) imposible casi de superar casi hasta ahora. El intuitivo lector podrá advertir algunos cuantos indicios reflejados aquí de ello. A quien le sean necesarias entonces, disculpas. En fin, ‘Dosfilos’ vuelva a escena. Imposible saber de bien a bien qué (o qué no) le espera…”.

“Dosfilos” presenta para esta edición tres textos sonoros: --“El sincero heroísmo de Joni Mitchell”, de Dan Chiasson, publicado el 2 de octubre de 2017 en la revista “The New Yorker”, con traducción de Andrea Elisa Sampedro Cárdenas (Zacatecas, 1991). --“Los Beatles en Hamburgo. Muchos días de noches difíciles”, de Alejandro Toledo (autor de “Instantáneas de la beatlemanía y otros apuntes sobre música y cultura”, en Dosfilos Editores). --“Carlos Santana: un vecino distante”, del periodista Víctor Roura.

Ya elogiamos el retrato de Joni Mitchell realizado para la portada de “Dosfilos” por Luis Fernando, pintor que lleva dibujando y coloreando artistas del rock anglosajón a quienes “Dosfilos” les ha dedicado sobrias portadas por montones. Es muy loable que la revista zacatecana la dedique ahora a Joni Mitchell, ya que sin ella no existirían mujeres en el rock como Patti Smith, Björk Joni Mitchell en la portada de la revista.

o P. J. Harvey. La actriz y compositora Jewel escribió para el número especial de “Rolling Stone”, acerca de los 100 Grandes Artistas de Todos los Tiempos, lista donde Joni fue votada al lugar #62:

“Joni Mitchell, más que una estrella, es un ícono, (pero) Joni todavía es desconocida por mucha gente.”

El texto de Dan Chiasson ilustra. Repasa, de la mano con la biografía “Reckless Daughter: A Portrait of Joni Mitchell” (traducido en “Dosfilos” como “Hoja imprudente: un retrato de Joni Mitchell”) y a través de fragmentos de letras de canciones, la vida de Roberta Joan Anderson (nombre verdadero) desde su nacimiento el 7 de noviembre de 1943 en Fort McLeod, hasta la víspera de su cumpleaños 78 (Joni cumplirá 80 este año 2022). Nos revela que de niña padeció polio y era aún virgen cuando estudiaba pintura en la Escuela de Arte y Diseño de Alberta, Canadá. Tuvo una hija a quien dio en adopción y a quien no vería sino hasta muchas décadas después.

Su salto de la música pop al jazz, gracias a Jaco Pastorius y Charles Mingus, fue sensacional. (Colaborador de “The New Yorker” desde 2007, el autor Dan Chiasson enseña inglés en Wellesley College y su más reciente libro de poemas es “The Math Campers”.)

A su vez, Alejandro Toledo viaja en el tiempo hasta el 17 de agosto de 1960 para narrar cuando Los Beatles realizaron en Hamburgo, Alemania, “su primer concierto”. Tres son las fuentes que le sirven de bitácora: “The Love You Make: An Insider’s Story of The Beatles” (1983, en español Los Beatles: una biografía confidencial), de Peter Brown y Steven Gaines; el capítulo inicial en video y DVD de la “Antología”, y la película “Backbeat” (2003), de Iain Softley. (https://youtu. be/4JhKYwHyoYU)

En tercer lugar, la crónica “Carlos Santana: un vecino distante”, de Víctor Roura (subdirector de Información de EU y Canadá en la agencia Notimex y miembro del consejo de “Dosfilos”) se lee con deleite. Se remonta a sus épocas mochileras durante el veto al rock mexicano y nos conduce hasta el estadio de futbol Nou Camp de los “Panzas verdes” en León, Guanajuato, un sábado 5 de noviembre de 1988, para asistir allá a la tocada de Carlos Santana y banda en celebración de dos décadas musicales del de Autlán, Jalisco.

Este concierto es la excusa que guía su ejercicio de crónica histórica, pues Roura pronto va tejiendo con ingenio un vaivén literario sin estricta cronología, por lo cual nos advierte:

“Recuérdese que este texto fue escrito cuando aún el rock, ¡oh tiempos inmemoriales ya idos, ya cursados, ya caducos”, estaba prohibido en la Ciudad de México (…) Recuérdese que estamos a principios de noviembre de 1988, en el inicio del salinato, el sexenio en que son aprobados, por fin, los conciertos roqueros masivos en México.”

De pronto nos envuelve en un retorno a la cuna mítica con cita (aparentemente inconexa, pero que da sentido al relato) del francés Christian Duverger en su libro “El origen de los aztecas” (Grijalbo):

“Cuenta la crónica que luego de años y de un largo ayuno de Mixcóatl, los Cinco descendieron del cielo y pusiéronse en unos árboles donde les proporcionaban de comer las águilas; durante ese tiempo (…), Camaxtli inventó el pulque y se lo dio a probar a los chichimecas, quienes abusaron de él (…)”. O los giros de su entrevista con “el admirado” Ricardo Ochoa, “ex Peace and Love, ex Náhuatl, ex Polvo”, de Kenny y Los Eléctricos, quien abrió a Santana aquella vez, si bien a los leoneses “tampoco supieron qué cosas interpretaron”. Roura hila un tapiz que humaniza la genialidad (¿divinidad?) de Santana, poniendo en su sitio a algunos políticos mexicanos y los fanáticos del rock nuestro; el texto es actual --más luego de que el guitarrista sufriera un desmayo hace dos semanas en el escenario y fuera hospitalizado.

Finalmente, debe mencionarse un escrito sorprendente en “Dosfilos”: “Elogio de Malombra. Aurola negra del amor absoluto”, por los llamados “cinco del grupo surrealista de Bucarest”: Gherasim Luca, Gellu Naum, Paul Paun, Virgil Teodorescu y Dolfi Trost (traducción y notas de Daniel de la Rosa y Gustavo de la Rosa Muruato).

Nos remite a la rara novela gótica “Malombra” (1881), del narrador y poeta italiano Antonio Fogazzaro (1842-1911), y específicamente a la adaptación cinematográfica de Mario Soldati en 1942, producida por Dino de Laurentis, con música de Rosati/Pedrotti, protagonizada por Isa Miranda en el papel de Marina di Malombra --si bien, entre “múltiples versiones, todas ellas deplorables”, remite a un par de cintas homónimas diversas: la muda de 1917 y otra en cuatro partes por la Radio y Televisión Italiana (RAI) de 1974. (https://youtu.be/yRUTAJxdsfo)

El regreso de “Dosfilos” presenta un encarte gráfico del pintor panameño Pascual Borzelli Iglesias y sus mujeres, en blanco y negro. Además, se incluyen poemas de Vanessa Droz y Luis Cortés Bargalló; Evodio Escalante escribe sobre “Julio Ruelas y el modernismo”; Marco Antonio Campos traduce un soneto de Guido Cavalcanti; Carlos Chimal redacta “Del cielo al revés”; Juan Manuel Gómez “Esclavos de las estatuas”, Javier Báez Zacarías “La vida en carne propia”, Edgar Aguilar “Líneas anticoronavirus”, Alain Derbez “Mínimos prolegómenos a los gallos justicieros”, Nelson Guzmán “El ser y la huella del tiempo”, Gonzalo Lizardo “La poesía como política”, y Jesús de León”, “Bajo el mismo techo”.

/ Luciano camPos

Mariano (Humberto Zurita) es un ejecutivo consagrado al trabajo. Con una vida de clase alta, una bella esposa y tres hijas jóvenes que comienzan a abrirse paso en la vida, tiene, de pronto, una epifanía: dedica demasiado tiempo a la oficina, por lo que decide estar más horas en casa.

Su problema es que la convivencia se le dificulta. Sus mujeres ya se acostumbraron a estar sin él y su aparición imprevisible, es como la llegada de un intruso. El bien intencionado cambio de hábitos, con el padre involucrado en los asuntos de los demás, hace que el equilibrio en el hogar se rompa, lo que les representa un molesto reacomodo de prioridades.

El escritor y director Adrián Zurita lanza Un Retrato de Familia (Un Retrato de Familia, 2022) su ópera prima, de estreno demorado por la pandemia, en forma de una suave comedia con humor más enfocado en el público adolescente y adulto, peligrosamente parecida a una propuesta cristiana y de superación, en la que reflexiona sobre lo que es importante en la vida.

Pequeña en producción y carente de complejidades temáticas, la cinta deja

Contraplano, “Un Retrato de Familia”: papá estorba

caer todo el peso del drama en Humberto, solvente y voluntarioso, visiblemente comprometido con el proyecto, y dispuesto a ayudar al realizador que se percibe titubeante detrás de cámara.

La premisa es sencilla: Joaquín (Hugo Stiglitz) ha dedicado su vida a la compañía y ahora quiere dejarle el trabajo a su segundo, Mariano, aunque le cuestiona si está dispuesto a relegar a su familia a cambio de hacer que crezca la empresa, pues ese tipo de ocupaciones es absorbente y demanda sacrificios personales, principalmente de agenda. La sola propuesta hace que Mariano observe con óptica diferente la vida y la de los suyos. Le pasa, se supone, lo que a la mayoría de los hombres de éxito, que se concentran en su prosperidad profesional, al suponer que su familia puede guiarse sola, o con el auxilio exclusivo de la madre, faro y guía de la tribu.

La historia sigue a un hombre tratando de recuperar el tiempo perdido, pero enfrentándose con el desconocimiento de los problemas de sus allegados. Por viejo y desfasado, le resulta difícil encontrar coincidencias con sus hijas, nativas digitales y abstraídas en sus dispositivos móviles, lo que les cancela la posibilidad de disfrutar la vida a través del contacto personal.

Aunque ellas son de buenos sentimientos, no pueden evitar un rechazo cruel, pues se dan cuenta de que están mejor sin él. Papá es un excelente proveedor, pero debe seguir únicamente en ese papel, pues no está preparado para entender la modernidad. Es un estorbo. Y, para colmo, la esposa del ejecutivo anda tontamente de paseo con el apuesto prometido apuesto de su amiga, lo que despierta los celos y la sospecha de infidelidad del afectado marido.

Carente de riesgo y de tensión, la ramificación de pequeñas historias se resuelve convenientemente, sin clímax, con el rompecabezas de la vida familiar debidamente armado y con un esperado crecimiento de todos, que afrontan optimistas el porvenir. Como si la película fuera hecha para TV, con ambientación fresa y recatada, se agradece la aparición breve de Miguel Ríos, echándose un palomazo en la escapada bohemia.

Es evidente que al guionista Zurita le faltó tallereo de su historia, que está plagada de lugares comunes. Los diálogos carecen de inspiración y las situaciones son mayormente previsibles. Está muy lejos de la pluma afilada que lució en Nosotros los Nobles (2013), su trabajo mejor logrado.

De cualquier manera el show de Un Retrato de Familia vale la pena por ver a Humberto Zurita y Hugo Stiglitz, veteranos y dignos, profundos conocedores del oficio histriónico.

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