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JAiMe lArA ArzA

Corpografías, Exposición colectiva de egreso de alumnos de la Universidad de las Artes

JAIME LARA ARZA

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…lo importante en el arte no es el oficio, la destreza o la técnica, sino la constitución creativa en libertad. Arte es sobre todo creación, creación de individuos libres. Aquello que es sólo oficio, mera manualidad, no es lo propio del artista… Jorge Juanes

Corpografías, es una exposición que se traduce en la graduación para aquellos alumnos que cursaron la licenciatura en Artes Visuales, de la Universidad de las Artes, UA, perteneciente al Instituto Cultural de Aguascalientes, México.

A propósito de su exposición se lee en el texto de sala, escrito por ellos mismos, que: “Corpografías se apropia del concepto del cuerpo vivido, físico y metafísico, replegado y desplegado en la existencia, como un contenedor y productor de experiencias del ser y el hacer de la multiplicidad, Como productores visuales, pensamos en el cuerpo como motivo para esta exposición, para dar sentido a nuestras vivencias dentro y fuera de nuestras corporalidades, produciendo diversas obras que interpretan el cuerpo como una construcción social, una metáfora y una ficción, para nombrarlo y vivirlo a través de la imagen y la palabra, generando vínculos a partir de la vivencias comunes que nos interpelan, evocan y convocan, resultado de las exploraciones del cuerpo humano en las artes visuales, pero sobre todo como experiencia en el espacio y el tiempo”.

Por lo que podemos comprender que las y los jóvenes que hoy exponen en esta muestra, exploran y proponen mundos nuevos abiertos al conocimiento y a la sensibilidad.

De hecho, mediante una variedad de obras realizadas en distintos géneros y formatos de la plástica, irrumpen con fuerza en el territorio de la experiencia artística la cual les nombra en voz alta, anunciando el fin de un ciclo académico que traza nuevos por transitar, en la compartencia del ejercicio de su profesión que se asoma al derecho que posee la sociedad a acceder al arte y la cultura, en el que su presencia se asume como imprescindible para la vida.

En esta muestra, los jóvenes más que formas o métodos de hacer, comparten interpretaciones y conceptos sobre sí mismos y del entorno en el que se vive. Parten de un origen que cimenta su desarrollo en procesos de pensamiento y reflexión que les permiten ensayar canales de expresión críticos y creativos.

Las obras que se exhiben en esta galería, son búsquedas que hurgan en los territorios de la individualidad, la fantasía, de la vida social, de modos de ver el mundo, en la comprensión de que la práctica del arte requiere de una actitud investigativa, anticanónica, que no radica simplemente en la adquisición de destrezas, en una serie de recetas estereotipadas o en el repaso o revisiones aisladas de manifestaciones artísticas.

Esos procesos inician con la problematización de una circunstancia o de una idea, que les lleva a encontrar nuevos significados a situaciones diversas, que van desde la creación de la obra de arte hasta la resolución de problemas de vida cotidiana, que potencian un pensamiento flexible, libre y expansivo.

Lo anterior es también un proceso de construcción y deconstrucción donde la interacción, la experiencia personal y colectiva producen nuevos conocimientos, nuevas formas de hacer y de relacionarse con los demás de manera horizontal.

Me permito explicar que existe la consciencia sobre la necesidad de avanzar en el desarrollo de esas capacidades, que si se da, independientemente, de las habilidades técnicas y el conocimiento de los lenguajes artísticos, de la cultura visual y la imagen, provoquen el gusto por la investigación y la experimentación para construir conocimiento, discursos propios ubicados en su contexto, en el ejercicio de un quehacer profesional inserto, de la misma manera, en una perspectiva global y universal, formación que habrá de verse como propedéutica y para toda la vida.

Debe tenerse presente que, entre los objetivos de la educación, y la artística en particular, se encuentran el cultivo y el desarrollo progresivo de las facultades creativas de los discentes, en los que convergen las esferas intelectual, emocional, física, social y estética. Para que esto adquiera sentido y trascendencia, debemos identificar a qué tipo de sociedad aspiramos.

Por ello imaginamos una sociedad que se construya mediante el entendimiento, con respeto a la diversidad, la equidad entre las personas y los grupos, cimentada en valores universales cuyos actores conservan y acrecienten su patrimonio en su dimensión social, histórica y cultural. Esto invita a revisar continuamente a las instituciones educativas su propio modelo educativo, para no caer en la uniformidad, en la formación de individuos alienados y generadores solo de fuerza de trabajo, a favor de otros, que perfilen a las personas como agentes de cambio en correspondencia con las necesidades sociales, materiales y espirituales de su medio.

En ese contexto la educación artística se perfila como una experiencia liberadora y una herramienta de conocimiento y expresión, que permite hacer palpables y visibles esas aspiraciones con el uso de lenguajes variados donde los creadores se involucran emocionalmente consigo mismo, y sus producciones artísticas, con la sociedad y el bien común. Por lo que, en un sentido autónomo, crítico y liberador, se trata de ejercer un arte que transparente las relaciones con los demás, que con su propuesta participe de la reconstrucción del tejido social. Una producción artística, imbuida por el ideario de las universidades públicas del siglo XXI, las cuales recurren a un perfil humanista frente a los retos globalizantes, que por fuerza y sin lugar a dudas, habrán de responder positivamente mediante modelos y escenarios educativos, verdaderamente equitativos e inclusivos.

En esa dirección y para ilustrarlo mejor, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, propone que la educación puede estructurarse bajo las premisas de “aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de las tres anteriores”.

Estas dimensiones serán aún más visibles cuando los egresados participen como agentes activos en el desarrollo social, cultural y artístico de la entidad, y en otros ámbitos geográficos, mediante la aplicación del cúmulo de experiencias vividas, descubiertas y construidas durante su proceso de formación profesional.

Así, por ejemplo, esta formación es valorada ante la perspectiva de sucesivos aprendizajes, que acompañarán a estos jóvenes a lo largo de la vida en los campos laboral y personal, que aquí arranca, proyectando hacia un amplio horizonte, como se ha dicho, sus obras artísticas o propuestas culturales que aspirarán a influir y ser valoradas positivamente en casa, en el contexto de la región, del país y por qué no del internacional.

El camino es pensar el arte de nuestros días como investigación que demanda la creación de un método, que se acompaña de la transversalidad e interdisciplinariedad para comprenderlo y recrearlo, transitando por los contextos sociales, antropológicos, históricos, filosóficos, económicos, en suma, de las humanidades y las ciencias en general y de los avances de última generación de la tecnología, incorporando a ello también la riqueza del patrimonio natural y cultural que se posee.

Así se enfatiza que, la misión y el esfuerzo radica en no formar solamente profesionales del arte “eficientes” para el mercado laboral sino personas con un alto sentido crítico, responsables de sí mismas. Una comunidad que diseñe métodos, herramientas de investigación, que ejerza autonomía y libertad, conformada por seres colaborativos centrados en las necesidades humanas, socialmente responsables.

Así, a lo largo de estos años de formación, lo trascendente es el haber participado en la gestación entre alumnos y profesores, de espacios de reflexión e investigación que aguardan dar continuidad por largo tiempo en una suerte de laboratorio, para dar cauce abierto al quehacer artístico, en el que, además, se reciban y transmitan críticas creativas y se prescinda del protagonismo tan alentado en las escuelas de arte en el orbe, bajo la ilusoria consigna del “derecho a elegir libremente”.

En fin, por qué no, se reitera, que les permita a estos egresados, conocer, explorar y cuestionar problemáticas, dar respuestas, cruzar esa línea divisoria entre universidad y el contexto social.

Por consiguiente y como resultado, se contribuye con esta exposición, a la presencia social de la institución, como una alternativa educativa universitaria de calidad en la formación superior en artes, que va a la par de otras universidades hermanas del país, que no solo tienen décadas en la escena educativa, sino siglos, ya que la UA, solo cuenta con poco más de dos lustros de existencia.

Con estas intuiciones la UA, comparte la responsabilidad de educar, por, y en el arte, que es una tarea en la actualidad que ofrece un terreno donde las orientaciones acríticas y mercantilistas, ceden su lugar a una visión del mundo que enfatiza el humanismo y la consciencia ecológica, donde el compromiso de su cuerpo docente, juega un papel fundamental en un proceso educativo que persigue un modelo pedagógico que vira esencialmente hacia la práctica de la libertad.

En consecuencia, que el arte así, sea en manos de esta generación que emerge de licenciados en Artes Visuales, una comunidad que descubra nuevos horizontes que enriquezcan esencialmente nuestro vivir diario.

Coda:

Participan en esta exposición: Daniel Díaz Ponce/ Fernanda Paola Díaz Ramírez/ Sandra Araceli Flores Guadalajara/ Laura Lorena Flores Tavizón/ Pamela Hernández García/ Eder Selmas Jackson García/ Vanessa Luévano Peña/ José Raúl Medina Rosales/ Valeria Jaqueline Morales Velazco/ Karol Nicolle Romo García/ Ámbar Betsabé Teliz Luna/ Dafne Guadalupe Aguirre Gutiérrez/ Víctor Francisco Guzmán Frausto/ Andrea Gabriela Luna Balín/ Berenice Rodríguez Pérez/ Alán Raúl Ramírez Sánchez/ Rodrigo Sodi Torres/ Jesús Alejandro Villalobos Olmos.

Galería de la Universidad de las Artes https:// www.facebook.com/UniversidaddelasArtesAgs Julio de 2022

ASÍ ES ESTO El derecho de crudear

RUBÉN DÍAZ LÓPEZ

Despiertas, no quieres abrir los ojos. La poca luz que entra por las cortinas lastima. El dolor de cabeza no te deja volver a cobrar el sueño. Piensas en el celular, y está justo a tu lado, respiras aliviado. Gateas hasta tu pantalón y la cartera (tarjetas incluidas) sana y salva. La resaca comienza a hacer estragos, viene a tu mente el Piporro en la divertidísima Una cruda mal curada: “con tequila y con cerveza le tupí con alegría y al quitarme la tristeza ya no vi si amanecía, y que empiezo sude y sude con temblores de una pieza ¿qué pasó por dónde anduve? que no me hallo la cabeza”. Después de un check list, todo está en orden, la cruda moral disminuye (casi desaparece) pero la física se incrementa. ¿Pero qué tal ayer? No es solo lo que te dicen todos cuando te ven, es aquella canción de El Tri, que cantabas en la secundaria (cuando no se te hacía tan fofas las rolas de Alex Lora) “estuvo duro el tiroteo, te delata la mirada” e inmediatamente refieres también a Tex Tex y su Ni una más “Pero llega el viernes y todo se me vuelve a olvidar saliendo del trabajo mis amigos me empiezan a invitar quien dice que hace daño tomarse una fría cerveza”. ¿Qué pasó ayer? Es la pregunta que te haces, es también el nombre con que identificas a la saga de películas que, a pesar de ser facilonas y hollywoodenses, te divierten por la gran cantidad de lugares comunes que reconoces en las aventuras que el director Todd Phillips ha emprendido en las tres cintas.

Ayer sábado: recorriste varias cantinas de Calvillo, con Héctor de Lira, ex alumno del CIDE quien estudia un MPP en la Universidad de Chicago y está de vacaciones, había que festejar: comenzamos con una clásica ídem de don Chuy Bombas; luego una cerveza con un caballito de tequila en el Toro Negro; otro tequila pero mezclado con agua y Squirt (¡nunca con fresca!) en el Flaco Bar; una rica cheve con mariscos y pepinos en Chelerisa y cerramos plantándonos en la Ultramarina que al parecer cambió de administración y creo quiso capitalizarse con nosotros L (pero qué le vamos a hacer, son las cosas de la parranda).

Hoy domingo: tienes que decidir ¿menudo o birria? Aunque en la clase de anatomía te enseñaron que ambas son perjudiciales en la resaca (por lo irritantes) lo cierto es que cualquiera, acompañado de una “cheve bien helodia” son suficientes para levantar a un muerto. Nunca he entendido cómo hay lugares donde venden esta clase de alimentos, sin cerveza, es algo casi como inhumano. La opción es por el menudo, tal vez por la necesidad de líquido y tu deshidratación

En la segunda chela cambias de tercio y te tomas un vampiro, comienzas a cavilar sobre lo bonito que es el domingo, es más, si tuvieras que teorizar a la cruda la clasificarías dentro del derecho humano al ocio. La idea de descanso, de holgazanería, tiene múltiples derivados, algunos asociados con la cultura, otros con el deporte, la normatividad laboral la relaciona definitivamente con la necesidad para todo trabajador de descansar, dar el tiempo suficiente para que cualquier persona pueda disponer de su tiempo como mejor le plazca.

El descanso del domingo, lo asocias con ese neologismo tan popular que a su vez se relaciona con amigos, cheves, destilados, menudo, birria, mariscos y toda la parafernalia: crudear. “Soy una persona que bebe. Quienes beben, necesitan seguir bebiendo” dice el alcohólico, sínico e interesante Tyron Lanister en el capítulo 5 de la temporada 5 de The Game of Thrones; y sin embargo, tú, en el último tercio pasas al agua, la cruda, esa auténtica muerte chiquita, fenece en la noche de domingo en vísperas del triste amanecer llamado lunes.

rubendiazlopez@hotmail.com

/ ricardo olín

La infancia y juventud de Julio Daniel Frías estuvieron llenas de adversidades. Creció en Ciudad Juárez en una familia sin padre, inmerso en la violencia y las drogas; a la postre migró a El Paso, donde se empleó como albañil. Pese a ello nunca abandonó el futbol, su pasión, que comenzó a practicar en las canchas llaneras de su barrio natal. Y el 26 de julio 2008, a los 29 años, debutó en Primera División con los Indios de Ciudad Juárez. Su experiencia ahí duró tres años y lo convirtió en leyenda.

Julio Daniel Maleno Frías Adame fue un futbolista que vistió, entre otros, los colores de Indios de Ciudad Juárez, club en el que debutó en Primera División cuando tenía 29 años. Antes de llegar al máximo circuito, el ya no tan joven jugador tuvo que superar la violencia, pandillerismo y las drogas en su Ciudad Juárez, de la que incluso tuvo que migrar.

Maleno, nacido el 29 de marzo de 1979 en aquella ciudad, sólo jugó tres años en Primera División. Eso le bastó para convertirse en un ídolo juarense. Desde su nacimiento lo acompañó su sobrenombre. Su familia comenzó a llamarlo Madaleno por su cabello, parecido al del personaje televisivo que ostentaba aquel mote y al que daba vida el comediante Francisco Fuentes.

Con el tiempo y por cuestiones prácticas, la familia, vecinos y amigos acortaron el sobrenombre y comenzaron a llamarlo simplemente Maleno y así se le conoció desde entonces.

El beisbol corría por la sangre de su familia; algunos de sus integrantes lo practicaron de manera amateur; otros, como su tío Arnulfo La Güera Adame y su propio hermano Rafael Díaz Adame, llegaron a la Liga Mexicana de Beisbol.

La Güera Adame jugó con los Charros de Jalisco, los Algodoneros de Unión Laguna, los Pericos de Puebla, los Saraperos de Saltillo, los Rieleros de Aguascalientes y los Dorados de Chihuahua; Rafael Díaz vistió las franelas de los Saraperos de Saltillo, Rieleros de Aguascalientes y Toros de Tijuana.

Maleno se negó a seguir esa tradición y a poner el destino en sus manos… y optó por sus pies. Cuenta a Proceso que cuando su papá abandonó a la familia él tenía siete años, por lo que prefiere no mencionarlo. De su madre, Margarita Adame, habla con naturalidad y orgullo. Ella, dice, se fue a trabajar a California, Estados Unidos, como recolectora de cosecha. “Trabajó en el field. Se iba tres semanas y después regresaba a Ciudad Juárez”, dice Julio Daniel.

Susana, su hermana mayor, se hizo cargo de él y de su hermana menor, Yadira. Consciente del sacrificio de su familia, Maleno intentó sumarse a la causa. Tenía sólo 14 años y buscó trabajo en una maquiladora de arneses. Y como el requisito era tener mínimo 16 años y presentar copia del acta de nacimiento para comprobarlo, “que le muevo un numerito a la original y cuando saqué las copias ya tenía lo que pedían”, relata.

Esa decisión fue un punto de inflexión en su vida. Además de meterse a trabajar, continuó jugando futbol en el barrio, de lunes a viernes; los fines de semana acudía a la Unidad Deportiva Altavista con un equipo al que nombraron el Altavista. Maleno decidió dejar la escuela; sólo le faltaron dos materias para acreditar por completo la secundaria.

Fue en esa etapa cuando se fue de mojado a Estados Unidos por primera vez.

Relata: “Cuando tenía 13 años mi mamá me llevó al otro lado porque quería que estudiara allá. Los polleros que nos ayudaban a cruzar el río Bravo usaban las cámaras de las llantas de camiones, las inflaban y ponían unas tablas. La pasada estaba más fácil en aquellos años, no había tanta restricción como hoy”.

Pero no aguantó estar allá y se regresó a Ciudad Juárez, cruzando el Puente Internacional Paso del Norte. Y es que a pesar de que su familia y el futbol formaban su cotidiana, también estaba inmerso en la violencia y las drogas que circulaban con normalidad en aquellos tiempos en Ciudad Juárez. Y Maleno entró al pandillerismo y al consumo de narcóticos.

“Maleno” Frías: de migrante y pandillero a goleador

Un entorno violento

De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, en 2020 su barrio de Altavista estaba entre las 25 colonias con mayor inseguridad e incidencia delictiva de Ciudad Juárez.

Cuenta Maleno: “En aquellos tiempos era imposible no involucrarte en una pandilla, porque en la colonia salíamos a jugar futbol y ahí comenzábamos a friccionarnos con chavos de otros barrios y cada quien quería cuidar su territorio. Tenía 14 años cuando me metí en eso. Trabajaba, pero en la tarde y la noche me la pasaba de vago”.

En cuanto a la droga, recuerda que en esa época era muy fácil conseguirla en Ciudad Juárez. “Todo mundo se movía con eso porque se ganaba buen dinero”. Se enganchó con la cocaína, la cual probó por primera vez a los 15 años; la dejó a los 19.

Una de las personas más importantes en su vida, tanto en lo personal como en lo profesional, fue su tío Enrique Mendoza quien lo llevó a jugar a su equipo llanero de categoría libre. Maleno tenía 15 años. Al principio jugó como portero, pero su tío lo fue probando en diferentes posiciones hasta descubrir que sus habilidades eran las de delantero.

A pesar de las pandillas, la violencia y la droga, el joven se olvidaba de todo cuando se trataba de futbol, el balón se convirtió en una manera de sobrevivir.

Tenía 18 años cuando nació el primero de sus cuatro hijos. Entonces decidió dejar atrás la vida de pandillero y, junto con su esposa, cruzó el Bravo para llegar a El Paso, Texas, donde trabajó como albañil.

El futbol parecía alejarse de su vida, pero todo cambió el año 2000, cuando los Soles de Ciudad Juárez llegaron a la Tercera División de México. Los jugadores y cuerpo técnico conocían la capacidad goleadora del Maleno y lo buscaron.

Y él aceptó de inmediato la invitación y regresó a casa. Se comprometió a dejar de consumir cocaína, lo que le costó mucho trabajo, según admite: “Siempre sufrí mucho para estar en forma, será por lo mismo de que mi cuerpo ya estaba todo contaminado”.

Sus goles y su actuación en las canchas llamaron la atención de los Astros de Ciudad Juárez, escuadra que militó en la Primera División A. Y él continuó marcando goles hasta que otro equipo de la misma categoría, los Tigrillos de la UANL, filial de Tigres, lo fichó.

En 2001 se dio un intercambio de franquicias: Saltillo Soccer, que era administrado por Rayados de Monterrey, se convierte en Tigres de Saltillo para ser gestionado por los felinos, mientras que Tigres de Ciudad Juárez se transforma en Cobras de Ciudad Juárez, escuadra que coordinaría Monterrey. Maleno fue enviado a este último equipo.

A pesar de que tuvo la posibilidad que quedarse en casa, Julio padeció varicocele, lesión que le impidió mostrar sus capacidades como goleador. Seis meses después de defender los colores de Cobras fue despedido. Y aunque buscó acomodarse en algún otro equipo de Segunda División no lo consiguió, por lo que en 2003 decidió ir de nueva cuenta a El Paso, aunque en aquella oportunidad se fue con visa de turista.

Allá jugó tres años con El Paso Patriots, club que militó en la extinta Premier Development League, la cuarta división del futbol estadunidense. No todo era futbol para el joven goleador. El torneo sólo duraba seis meses y él recibía 200 dólares por partido. Tenía que trabajar como albañil para seguir llevando dinero a casa.

Programa Sismo: entrega el INAH un templo en riesgo

/ GabriEla HErnándEz

Los habitantes de Cuauhtinchan en Puebla han ido acumulando conocimientos de su rico patrimonio monumental --como lo señalan en un escrito a Proceso--, pues en él han trabajado los arquitectos Flores Marini y Sergio Zaldívar, las restauradoras Alicia Ortega y Mireya Gatica, y los historiadores Jorge Alberto Manrique, Guillermo Tovar y Efraín Castro. Por ello, ante la visita de las máximas autoridades para dar por concluida la primera etapa de reconstrucción de su templo --reabierto al culto--, denuncian que se trata de un simulacro, advierten de un peligro latente, y las acusan de ignorar sus peticiones de información.

Con “bombos y platillos”, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, y Diego Prieto, director General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entregaron el 5 de julio a los pobladores de esta localidad una obra inconclusa, con el argumento que constituye una “primera etapa” de la intervención del exconvento de San Juan Bautista, joya arquitectónica del siglo XVI dañada por los sismos de 2017.

Desde el pódium montado a unos pasos del presbiterio, Frausto se congratuló de que, a partir de ese día, el templo del conjunto franciscano reabría sus puertas a la comunidad, pues los trabajos realizados permiten que vuelva a ser un espacio “seguro”.

Sin embargo, los pobladores de Cuauhtinchan, quienes por décadas han participado de manera activa en la restauración, conservación y vigilancia de su patrimonio cultural, no piensas así: “Es una simulación, una farsa, quieren publicitar resultados donde no los hay”, alegan.

En principio, advierten que el templo entregado no puede considerarse seguro porque aún presenta daños que son un “riesgo latente”. Les preocupa que el INAH los deje para una próxima etapa de la cual no hay fecha, ni presupuesto. Y más porque la empresa encargada de los trabajos que se dieron por finalizados en ese acto, inició en mayo de 2020, casi tres años después del sismo, sin proyecto, ni contrato, ni presupuesto asignado.

Y acusan ante Proceso que, gracias a una laxa supervisión del INAH, el contratista dejó sin ejecutar obras que eran prioritarias para la consolidación del inmueble, y en cambio realizó otras que no eran parte de los daños causados por el sismo. Aparte de todo, hasta ese día del evento, el INAH no había pagado a la empresa los trabajos hechos.

“Es decir, vinieron a entregar algo que saben que hemos cuestionado, que no se hizo buena parte de lo que era más necesario, y además, ni siquiera lo que entregan, han pagado”, reclamó uno de los entrevistados.

En un recorrido por el templo --que data de 1593-- muestran que la torre norte, aún apuntalada por escasos y delgados polines, se sostiene sólo en dos de sus piernas, las cuales registran daños por los cuales podría colapsar hacia el lado de la bóveda del inmueble, que ya fue intervenida.

Un sismo de más de 6 grados Ritcher (de esos que no avisan), explica uno de los pobladores, podría provocar el desplome de esa torre y no sólo se dañarían las “mejoras” ya entregadas, sino que podría costar la vida a personas que circulen en ese espacio, ahora abierto para turistas y actos religiosos.

Aparte, al interior del edificio, que tiene una altura de casi 20 metros, los intradós (superficie curva interior de un arco o bóveda por su cara cóncava) de tres secciones centrales --de las seis que componen la techumbre del templo-- siguen sin ser intervenidos. Sólo se trabajó la bóveda del coro y el tramo siguiente, mientras el interior del ábside fue restaurado hace años.

“En tres bóvedas hay restos de aplanados que se encuentran desprendidos del ladrillo y podrían caer --agregan--, es un riesgo que abrieran el templo así”.

La Secretaría de Cultura entrega inmuebles afectados por sismo en el Istmo de Tehuantepec | Foto Gobierno de México

El acto

Para que luciera el evento del 5 de julio, en el que participaron autoridades de los tres órdenes de gobierno, de la sociedad civil y representantes eclesiásticos y de la vida cultural de Puebla, se retiró la protección que pocos días después del temblor se colocó al retablo principal, considerado el testero más antiguo de América: data de 1534 y se atribuye al pintor Nicolás Tejeda de Guzmán.

De acuerdo a especialistas, al no estar concluidos los trabajos de restauración al interior, la pieza debe volver a recubrirse, pero hasta esta semana eso no ocurría.

En su discurso, Frausto destacó la vinculación que mantuvo el INAH con la comunidad de Cuauhtinchan durante la ejecución de los trabajos; sin embargo, los habitantes niegan que haya sido así: señalan que en febrero enviaron un escrito a la Secretaría de Cultura (SC) y al INAH, en donde cuestionaron los trabajos realizados como parte del Programa Sismo. En respuesta, fueron regañados, ninguneados y excluidos.

En el acto, fueron presentadas dos personas como representantes de la comunidad. No obstante, afirman, son pobladores que no se involucran en los temas del patrimonio.

Los trabajos entregados se anunciaron como una primera etapa, aunque los inconformes reclaman que “nunca” se les dijo que la restauración se haría en partes.

En entrevista, Frausto declaró que se habían invertido 11.5 millones de pesos en esos avances, y se aplicarían otros 4 millones más para concluir la última etapa a finales de 2023.

“No vamos a irnos de aquí hasta concluir la restauración plena”, ofreció.

En el Fondo Nacional de Desastres (Fonden), este exconvento se registró con un presupuesto de 11.5 millones en total, cantidad que incluía los bienes muebles.

Proceso abordó a David Vázquez, dueño de Espacios Arquitecto, la empresa a la que, en público, se agradeció la restauración puesta a disposición de la comunidad: --La secretaria dice que el gobierno invirtió 11.5 millones. ¿Cuánto de eso ya le pagaron? --Nada --respondió.

Una semana después del evento, ya no había andamios ni gente trabajando en el inmueble. Y desde el domingo 10 se reanudaron las misas.

cartas

La comunidad de Cuauhtinchan --fundada en 1175-- es ampliamente conocedora de su patrimonio porque por muchos años han trabajado en este lugar especialistas en historia, arquitectura y restauración, quienes establecieron contacto con los habitantes; varios de ellos fueron instruidos en materiales, técnicas y procedimientos.

En uno de dos escritos entregados a Proceso, señalan que aquí han trabajado arquitectos como Carlos Flores Marini, Javier Villalobos, Sergio Zaldívar y Carlos Obregón Formoso; las restauradoras Alicia Ortega, Mireya Gatica y Marina Straulino, e historiadores como Jorge Alberto Manrique, Guillermo Tovar de Teresa, Efraín Castro y todo el equipo de Luis Reyes García y Keiko Yoneda.

La primera carta que enviaron a la SC y al INAH está fechada el 2 febrero, y la segunda estaba en revisión cuando fueron sorprendidos por la noticia de que Frausto y Prieto estarían en Cuauhtinchan.

A través de estos escritos, la comunidad pone en evidencia prácticas que ya han denunciado trabajadores del INAH, como la arquitecta Rutilia Amigón Amigón (Proceso #2382). Este caso exhibe por igual los problemas que se generan cuando se inicia sin proyecto, sin presupuesto y sin contrato, y que las intervenciones sean costeadas por los contratistas, lo cual origina condiciones desfavorables para que el INAH realice la supervisión y reclame vicios ocultos o trabajos no solicitados. Y cómo, después, se complica cubrir los adeudos, porque la Ley de Obra Pública no permite contratar obra inconclusa o ya concluida.

En la primera carta, los pobladores reconocen que, interesados porque iniciara la restauración, en 2020 contactaron al arquitecto David Vázquez para pedirle que elaborara un proyecto y lo presentara al INAH. El empresario se comprometió a trabajar de la mano con la comunidad.

Luego, Vázquez argumentó que no podía presentarles un proyecto que aún no estaba autorizado por el instituto, “pero que, arriesgando recursos propios, iniciaría con los trabajos, en espera de poder ingresar su proyecto a un programa de financiamiento federal”. Así, las obras arrancaron con la supervisión del INAH, y pasaron dos años sin que les presentaran el proyecto ofrecido. con visitas de especialistas, quienes con gran preocupación han expresado que la intervención es demasiado agresiva ya que están eliminando aplanados y argamasas históricas importantes que forman parte de los muros exteriores del templo.”

Una especialista consultada indica que la empresa ejecutó “rejunteos” excesivos, incluso en zonas que apenas en 2011 habían sido intervenidas, como el ábside, y usando un material de tono naranja que “compite con los materiales originales”.

En el segundo escrito, aparte de exponer los daños que presenta la torre norte que está sin atender, cuestionan que la sur, que después del sismo presentaba unas grietas en forma de “V”, se reparó sin mostrar los procedimientos empleados.

Al interior del templo, donde sí había un proyecto autorizado de restauración de bienes muebles y un contrato, no se ha terminado el trabajo en las bóvedas. Agregan que en la parte del coro que se trabajó, han detectado humedades.

Los pobladores señalan que cuando acudieron a exponer estas “preocupaciones técnicas”, no fueron atendidos por el director del Centro INAH Puebla, Manuel Villarruel, ni por el supervisor encargado de la obra, Marcos Torres de la Luz, y que incluso les negaron la participación en reuniones posteriores.

“Para nuestra comunidad el templo, el exconvento y la Parroquia son muy importantes y la experiencia del sismo 2017 ha sido francamente negativa, poco clara y deja sospecha de corrupción”, añaden en la carta:

“…el INAH ha jugado un papel irrelevante, contribuyendo a la tensión de las relaciones y pretendiendo que la comunidad acepte unos trabajos mal hechos, mal empleados y que se pretende se paguen como si se tratase de trabajos profesionales.”

Hacen referencia a que estos diferendos generaron un distanciamiento con la asociación civil Amigos de Cuauhtinchan, presidida por Cecilia Tapia Margaona, con la cual han trabajado por más de 30 años.

En el segundo escrito, los pobladores reclaman al instituto que en lugar de responder a sus dudas, los citó a una reunión en la cual les exigió dar una disculpa al empresario y les recordó que los funcionarios y constructores tenían maestrías, doctorados y experiencia. En respuesta a su solicitud para conocer el proyecto, les mostraron “rápidamente” más 80 planos en una pantalla de computadora:

“El proyecto que queremos conocer es la explicación de los problemas que hay y lo que se va a hacer, hasta dónde se va a llegar, con qué materiales y técnicas, que es algo que siempre hemos recibido y que nos ha formado y fortalecido.

“Nos confunde y sorprende la posición actual del INAH y su errónea pretensión de hacernos a un lado, como si lo fundamental de la restauración fuesen el edificio y los objetos y no la comunidad que hace uso del mismo, que lo mantiene vivo y que está sumamente preocupada porque se conserve y restaure de la mejor manera posible”. Cerca de cumplirse cinco años de los sismos, un trabajador del INAH entregó a este semanario un correo enviado el 14 de junio de 2022, en el cual se apremia a los peritos para entregar obras, aunque sea de manera parcial:

“…se les solicita de la manera más atenta su apoyo para realizar un cronograma sobre la entrega de Templos, ya sea parcial o total; es decir, cuando tengan la oportunidad de realizar la entrega en algún templo, se notifique a esta área para coordinar con la agenda del Mtro. Villarruel y realizar lo conducente a la difusión del evento.”

Estribo

¿Y la Guardia Nacional? Guardada en algún estacionamiento y en pésimas condiciones

DIRECTOR FRANCISCO M. AGUIRRE ARIAS LUNES 25 DE JULIO DE 2022

IMÁGENES DE AGUASCALIENTES 18 Festival de Música de Cámara

CARLOS REYES SAHAGÚN

CRONISTA DEL MUNICIPIO DE AGUASCALIENTES

Terminó ayer el 18 Festival de Música de Cámara, organizado por el Instituto Cultural de Aguascalientes, que inició la mañana del miércoles anterior.

A lo largo de estos días un grupo de jóvenes músicos procedentes de buena parte del país, se reunieron en las instalaciones de la Universidad de las Artes, para recibir clases por parte de un conjunto de maestros convocados por el director artístico del festival, el maestro Rafael Machado.

Participaron en esta edición un total de 22 grupos con las más diversas formaciones, piano, maderas, metales, cuerdas, percusiones… 64 alumnos, 5 jóvenes compositores y 4 oyentes que procedieron de Aguascalientes, Yucatán, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Ciudad de México, Coahuila, Veracruz, Estado de México y Tamaulipas. Aparte hubo participantes de Ecuador y El Salvador.

La imagen muestra a Hanna Andrea García Jiménez, Karla Santillán Muñoz, Carlos Álvarez Pichardo y Octavio Lozano Quijano, integrantes del cuarteto de flautas transversas De L’air, de la ciudad de México, que se hizo acreedor al premio Manuel M. Ponce (diploma y $50,000.00), otorgado por el conjunto de maestros residentes, que atendieron a los participantes en el festival, “por el desempeño en clases y concierto, nivel técnico, musical, imagen y proyección del grupo”.

Además, el maestro Marvin Camacho, de Costa Rica, quien actuó como profesor de composición, ofreció, en nombre de la universidad de aquel país, apoyos a tres jóvenes compositores para hacer una temporada de estudio. Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a carlos.cronista.

aguascalientes@gmail.com.

El también egresado de la UAA tiene a su cargo los clubes deportivos de Karate Do que ofrece la Institución.

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Pavel Marines Luna dio a conocer que, en el mes de marzo del año en curso, recibió una invitación por parte de la Federación Nacional de Artes Marciales Japonesas para participar en el torneo clasificatorio hacia la competencia mundial. Posteriormente, se dirigió a la ciudad de Fort Lauderdale en Miami donde se llevaría a cabo el torneo mundial de Karate Do.

El galardonado detalló que The World Union of Karate-Do Federations es una federación que incluye alrededor de 80 países y en esta ocasión, se presentaron un total de 54 delegaciones; subrayó que del continente americano participaron únicamente Estados Unidos y México.

Asimismo, explicó que en el Karate Do existen dos modalidades de competencia, la primera que demuestra la técnica de manera individual sin un adversario y la modalidad de combate, en la cual se presenta la aplicación vigorosa de las técnicas bajo puntuación y con la cual logró el título de Campeón del Mundo en la categoría varonil de 36 a 40 años de menos de 75 kgs.

Desde el año 2006, el también egresado de la UAA tiene a su cargo los clubes deportivos de Karate Do que ofrece la Institución, donde ha fomentado la enseñanza de esta arte marcial entre los estudiantes, quienes además han logrado destacar en competencias como la Universiada Nacional del Consejo Nacional del Deporte de la Educación (CONDDE). Aunado a ello, el docente expresó que su método de enseñanza está influenciado por su profesor el Shihan Toshiro Sasaki Fujino, quien fuera representante del Karate Do Goju Ryu para Latinoamérica y difusor de este estilo de arte marcial creado en Okinawa por el gran maestro Chōjun Miyagi.

En este sentido, Marines Luna destacó que es importante promover el desarrollo personal a través del deporte pues adicionalmente se comparten los valores más virtuosos de la humanidad como el respeto, la disciplina, humildad, perseverancia y la honestidad, de tal forma que, a su vez, se beneficie a los estudiantes.

El profesor comentó que espera que su reciente logro sea un ejemplo de perseverancia para sus alumnos y para la población en general, por lo que exhortó a la comunidad universitaria a integrarse a los clubes deportivos de la UAA y en especial a esta arte marcial, que además de fomentar valores y enseñar el arte de la defensa personal, es un estilo de vida que busca recuperar los principios humanos.

La Purísima...GriLLa 2

Entrenador de la UAA es campeón del mundo en torneo de karate do

Pavel Marines Luna

Rubén

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MaRio

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Luis EnRiquE

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Rubén

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