Piedras Vivas - Pentateuco - Gen 12-33 (muestra)

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PIEDRAS VIVAS

Una serie de estudios bíblicos por John MacArthur

. Pentateuco .

El padre de Israel

Piedras vivas: Pentateuco

Génesis 12–33: El padre de Israel

Publicado por B&H Español • © 2025 Lifeway Recursos®

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ISBN 9798384507000 Ítem 005849274

Título del tema: DEVOCIONALES / ESTUDIO BÍBLICO / ENSEÑANZA

/ DIOS

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas se han tomado de la Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. ReinaValera 1960® es una marca registrada de Sociedades Bíblicas Unidas, y se puede usar solamente bajo licencia.

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LIFEWAY RECURSOS EQUIPO EDITORIAL

Giancarlo Montemayor Vicepresidente, Lifeway Global

Carlos Astorga Director editorial

Jeslys Castro Coordinadora editorial

Denisse Manchego Asistente editorial

Xiomara Pedrahita Revisión de contenido

Andrea Nulchis Diseño gráfico

Grupo Scribere Traducción, edición y adaptación del diseño en español

Contenido

Introducción .............................................................................................. 7

1. Dios llama a Abram ...................................................................... 11 Génesis 12:1-20

2. La relación entre Abram y Lot ................................................. 25 Génesis 13:1–14:17

3. La promesa a Abram ................................................................... 37 Génesis 15:1-21

4. Agar e Ismael ................................................................................. 51 Génesis 16:1-16

5. El pacto y la obediencia ............................................................. 63 Génesis 17:1–18:15

6. La fe de Abraham ......................................................................... 77 Génesis 18:16-33

7. La destrucción de Sodoma y Gomorra................................... 91 Génesis 19:1-38

8. El nacimiento de Isaac .............................................................. 107 Génesis 21:1-21

9. La fe de Abraham confirmada ................................................. 121 Génesis 22:1-19

10. Jacob y Esaú ................................................................................ 133 Génesis 25:19-34; 27:1-40

11. La lucha con Dios ....................................................................... 147 Génesis 28:10-22; 32:1–33:17

12. Revisión de principios fundamentales ................................. 161

Cómo utilizar este manual de estudio

Utilice esta guía visual para entender mejor el orden de este manual de estudio y descubrir la forma en la que está diseñado para facilitar su aprendizaje y ayudarlo a aplicar efectivamente cada principio bíblico.

Número de sesión

Cada sesión está claramente indicada.

Se sugiere estudiar una sesión por semana.

Dios llama a Abram

Génesis 12:1-20

Pasaje bíblico de estudio

Cada sesión se enfoca en el estudio de un pasaje determinado, el cual se indica en la página de inicio.

Canaán en la época de Abraham

Mapas

Cada texto contiene uno o más mapas que aportan significativamente al estudio exhaustivo de la Escritura.

Contexto

Antes de sumergirse en el estudio es importante comprender su contexto.

Esta sección proporciona el trasfondo que le ayudará a ubicar mejor los tiempos así como los eventos bíblicos del pasaje de estudio.

Puntos claves del texto

Se trata de las palabras o frases que se destacan dentro del pasaje bíblico que se está estudiando. En cada punto se especifica el versículo al que corresponden.

Espacio para tomar nota

Se ha designado esta área donde usted podrá registrar sus pensamientos, ideas, conocimientos nuevos y todo lo que proceda de su estudio de la Escritura.

Analice el texto

Las preguntas de esta sección están diseñadas para cimentar sus conocimientos a través del análisis profundo del pasaje estudiado.

incluso en

dependiendo

la palabra de Dios. Abram llegó a Canaán se vio rodeado de gente hostil. Luego Dios le dijo que sus descendientes heredarían toda esa tierra. A pesar de que las circunstancias hacían que esto pareciera imposible, Abram le creyó Dios confió en Su palabra. Era de edad de setenta cinco años no tenía hijos, y aun así creyó que Dios le iba a dar muchos descendientes. Caminar en la fe requiere que aceptemos la Palabra de Dios al pie de la letra, incluso cuando parece imposible que Sus promesas puedan hacerse realidad. En esto, Abram Sarai nos brindan un gran ejemplo. A menudo Dios no revelará el siguiente paso hasta que obedezcamos el paso actual. Abram solo comprendió que tendría hijos y que esos hijos se convertirían en una nación grande. No sabía dónde iban a vivir ni cómo se lograrían todo esto. Lo único que sabía era que Dios quería que se fuera de Harán y se trasladara a Canaán. Una vez que llegó a Canaán, Dios le contó la siguiente parte de Su plan: dar a sus descendientes toda la tierra de Canaán como su hogar. La verdad es que el plan de Dios para los descendientes de Abram iba mucho más allá de poseer la tierra prometida convertirse en una nación grande. El plan principal de Dios era enviar Su Mesías, Su Hijo Jesús, través de los descendientes de Abram, quien no conocía ninguno de estos detalles, pero Dios esperaba que obedeciera de todas formas. Dios espera que Sus hijos vivamos de la misma manera. No siempre nos revela la totalidad de Sus planes para nuestras vidas y las vidas de aquellos quienes influimos. En cambio, nos dice lo que necesitamos saber para obedecerle un paso la vez. Para descubrir el siguiente paso en Su plan, primero debemos obedecer el paso actual. El miedo es el enemigo del pueblo de Dios. El miedo es lo que llevó Abram cometer un error garrafal en Egipto. El miedo lo llevará a cometer el mismo error más adelante. Él tuvo miedo de lo desconocido en Egipto, pesar de que había confiado en Dios respecto lo desconocido de Canaán. Si hubiera recordado la fidelidad de Dios y Su promesa de que llegaría ser una nación grande, Abram podría haber vencido su miedo y continuado viviendo por fe. A Satanás le encanta utilizar el miedo para apartar al pueblo de Dios de la obediencia. Cuando esto sucede, el pueblo se ve tentado a tomar el asunto en sus propias manos. Abram lo hizo cuando ideó lo que pensó que era un plan inteligente para evitar ser asesinado, y los resultados fueron malos de amplio alcance. Hoy en día, el maligno utiliza el miedo, del futuro, del pasado del presente, para engañarnos de la misma manera, de modo que nuestras decisiones también den resultados negativos y de amplio alcance. Cuando nos invade la ansiedad, es bueno recordar todo lo que Dios ya ha hecho por nosotros centrarnos en Sus promesas. La Palabra de Dios echa fuera los temores provocados por el

Explore el significado

Esta sección ampliará su comprensión de la Escritura y le ayudará a consolidar una perspectiva bíblica de los temas estudiados.

Reflexione sobre el texto

Mediante estas preguntas se pretende llevarlo a una reflexión exhaustiva del texto bíblico aplicado a su propia vida y a la posterior puesta en práctica del aprendizaje en su vida cotidiana.

Respuesta personal

9. ¿Qué paso de obediencia le está pidiendo Dios hoy? ¿Qué le va a costar?

¿Por qué Abram no podía quedarse donde estaba?

6. ¿Por qué Dios a menudo revela Su voluntad un paso a la vez? ¿Por qué no nos da un esquema claro de todo lo que ha planeado?

7. ¿De qué manera guio Dios a Abram en Génesis 12? ¿Cómo guía a Su pueblo hoy?

8. ¿De qué manera usa Satanás el temor para alejar a las personas de Dios?

10. ¿Qué temores está enfrentando? ¿Qué circunstancias o situaciones «desconocidas» le impiden confiar en Dios? ¿Qué pasajes de la Escritura pueden ayudarle a volver a confiar en la fidelidad de Dios?

Respuesta personal

Un espacio para meditar en los cambios que el estudio bíblico producirá en su vida y las acciones a tomar para que la transformación sea eficaz y bendecida.

22 PIEDRAS VIVAS

Introducción

Los hombres que en la Biblia se conocen como «los patriarcas» (Abraham, Isaac y Jacob) vivieron en la época del Antiguo Testamento antes del cautiverio de Israel en Egipto. Fueron los «padres» del pueblo judío porque sus descendientes se convirtieron en la nación de Israel. Estos hombres y sus esposas fueron también grandes santos de la fe, aquella fe que tiene su cumplimiento en la persona y obra de Jesucristo.

Fueron personas reales, hechos de la misma carne que usted y yo, con fortalezas y debilidades similares. Dios llamó a cada uno de ellos a un caminar único en la fe donde se enfrentarían a circunstancias y desafíos singulares. Esto es lo que los une: la vida de cada uno de estos patriarcas estuvo caracterizada por la fe en Dios.

En estos doce estudios examinaremos los acontecimientos bíblicos descritos en Génesis 12–33. Veremos el llamado de Abraham a vivir en Canaán, la actitud de fe de Sara en la promesa de que Dios le daría un hijo (incluso a la edad de noventa años), la lucha de Jacob con Dios, y mucho más. A través de todo ello, también aprenderemos algunas de las preciosas verdades sobre el carácter de Dios y veremos Su gran fidelidad para cumplir sus promesas. En resumen, aprenderemos lo que significa caminar por fe.

Título

El título español «Génesis» proviene de la Septuaginta (la traducción griega de la Biblia) y significa origen. El libro de Génesis da inicio al Pentateuco (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento) y a la Biblia entera. La influencia de Génesis en la Escritura se manifiesta en que se cita más de treinta y cinco veces en el Nuevo Testamento y cientos de referencias aparecen en ambos Testamentos. La historia de la salvación, que comienza en Génesis 3, no se completa hasta Apocalipsis 21–22, donde de una manera gloriosa se describe el reino eterno de los creyentes redimidos.

Autor y fecha

Si bien 1) el autor no se identifica a sí mismo en Génesis, y 2) Génesis termina casi tres siglos antes de que Moisés naciera, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento le atribuyen a Moisés la autoría de esta composición (ver, por ej., Éxodo 17:14; Números 33:2; Esdras 6:18; Nehemías 13:1; Mateo 8:4; Marcos 12:26; Lucas 16:29; Juan 5:46). Moisés es el autor que más se adecua dada la educación que había recibido (ver Hechos 7:22), y no se han encontrado razones convincentes para cuestionar su autoría. Génesis fue escrito después de Éxodo (c. 1445 a. C.), pero antes de la muerte de Moisés (c. 1405 a. C.).

Trasfondo y contexto

El contexto inicial de Génesis es la eternidad previa a la creación. Dios, en Su voluntad y con Su palabra divina, dio existencia a toda la creación, le dio forma y sopló aliento de vida en un montón de tierra que modeló a Su imagen para convertirlo en Adán. Dios hizo de la humanidad el punto máximo de Su creación, es decir, Sus compañeros que disfrutarían de la comunión con Él y darían gloria a Su nombre.

El trasfondo histórico para los primeros acontecimientos de Génesis es con claridad la Mesopotamia. Si bien es difícil señalar con precisión el momento histórico en que se escribió este libro, Israel oyó hablar de Génesis en algún momento antes de cruzar el Río Jordán y de entrar a la tierra prometida (c. 1405 a. C.).

Génesis tiene tres contextos geográficos secuenciales distintos: 1) Mesopotamia (capítulos 1–11); 2) la tierra prometida (capítulos 12–36), y 3) Egipto (capítulos 37–50). Los marcos temporales entre estos tres segmentos son: 1) la creación hasta alrededor del 2090 a. C.; 2) 2090-1897 a. C., y 3) 1897-1804 a. C. El libro de Génesis abarca más tiempo que los restantes libros de la Biblia juntos.

Temática histórica y teológica

En este libro que trata sobre los orígenes, Dios se dio a conocer a sí mismo y le reveló a Israel una cosmovisión que contrastaba, a veces de forma muy marcada, con la cosmovisión de los pueblos vecinos de Israel. El autor no intentó defender la existencia de Dios ni presentar un análisis sistemático de Su persona y obras. Por el contrario, el Dios de Israel se distinguía claramente de los supuestos dioses de los pueblos vecinos. Asimismo, se revelan fundamentos teológicos, que incluyen a Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, el hombre, el pecado, la redención, el pacto, la promesa, Satanás y los ángeles, el reino, la revelación, Israel, el juicio y la bendición.

Génesis 1–11 (historia primigenia) revela los orígenes del universo (el principio del tiempo y el espacio) y muchas de las primeras vivencias humanas, como el matrimonio, la familia, la caída, el pecado, la redención, el juicio y las naciones. Génesis 12–50 (historia patriarcal) le explica a Israel su nacimiento como familia cuyos ancestros pueden ser rastreados hasta Heber (de ahí que se los llame «hebreos»; ver Génesis 10:24-25) y aún más lejos hasta Sem, el hijo de Noé (de ahí que se los llame «semitas»; ver Génesis 10:21). El pueblo de Dios logró comprender no solo su ascendencia y la historia familiar, sino también los orígenes de sus instituciones, costumbres, lenguas y culturas diferentes, sobre todo las experiencias humanas básicas como el pecado y la muerte.

Dado que se preparaban para entrar en Canaán y despojar a los cananeos de sus casas y propiedades, Dios les reveló el trasfondo de sus enemigos. Además, necesitaban comprender el fundamento real de la guerra que estaban a punto de declarar a la luz de la inmoralidad de matar, conforme a los otros libros que Moisés estaba escribiendo (Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Por último, la nación judía entendería una porción seleccionada de la historia mundial precedente y el trasfondo inaugural de Israel como base sobre la que vivirían en su nuevo comienzo bajo el liderazgo de Josué en la tierra que se le había prometido a Abraham, su primer ancestro patriarcal.

Génesis 12:1-3 se centró sobre todo en las promesas de Dios a Abraham. Esto redujo su visión de todos los pueblos del mundo en Génesis 1–11 a una pequeña nación, Israel, a través de la cual Dios cumpliría de forma progresiva Su plan redentor. Esto subrayaba la misión de Israel de ser «luz de las naciones» (Isaías 42:6). Dios prometió tierra, descendencia (linaje) y bendición. Esta triple promesa se convirtió, a su vez, en la base del pacto con Abraham (ver Génesis 15:1-20). El resto de la Escritura confirma el cumplimiento de estas promesas.

En una escala mayor, Génesis 1–11 presenta un mensaje singular sobre el carácter y las obras de Dios. En la secuencia de relatos que componen estos capítulos de la Escritura, emerge un patrón que revela la gracia abundante de Dios al responder a la desobediencia voluntaria de la humanidad. Sin excepción, en cada relato, Dios aumentó la manifestación de Su gracia; pero también, sin excepción, los seres humanos respondieron con una mayor rebelión en cuanto al pecado. En palabras bíblicas, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia de Dios (ver Romanos 5:20).

Un último tema de importancia tanto teológica como histórica que distingue a Génesis de otros libros de la Escritura es que este primer libro de la Biblia se corresponde de forma estrecha con el último libro. En

el libro de Apocalipsis, el paraíso que se perdió en Génesis será recuperado. El apóstol Juan presentó con claridad los sucesos registrados en su libro como futuras resoluciones a los problemas que comenzaron como resultado de la maldición en Génesis 3. Él se centra en los efectos de la caída en la destrucción de la creación y en la manera en que Dios libra a Su creación del efecto de la maldición. En palabras del propio Juan: «Y no habrá más maldición» (Apocalipsis 22:3). No es de extrañar que, en el último capítulo de la Palabra de Dios, los creyentes se encuentren de nuevo en el huerto de Edén, el paraíso eterno de Dios, comiendo del árbol de la vida (ver Apocalipsis 22:1-14) y vestidos con ropas lavadas en la sangre del Cordero (ver 22:14).

Desafíos de interpretación

Comprender los mensajes individuales de Génesis que conforman el plan y el propósito más amplio del libro supone un gran desafío, porque tanto los relatos por separado como el mensaje general del libro ofrecen importantes lecciones para la fe y las obras. El libro de Génesis presenta la creación por designio divino, ex nihilo; es decir, «de la nada». Tres acontecimientos traumáticos de proporciones épicas (la caída, el diluvio universal y la dispersión de las naciones) se presentan como contexto histórico para entender la historia del mundo. A partir de Abraham, la trama se centra en la redención y la bendición de Dios.

Las costumbres de Génesis suelen diferir mucho de las de la época actual. Por lo tanto, deben interpretarse en el contexto del Antiguo Cercano Oriente. Además, cada costumbre debe entenderse en el contexto inmediato del pasaje antes de intentar explicarla según las costumbres registradas en fuentes extrabíblicas o incluso en otras partes de la Escritura.

Canaán en la época de Abraham

[Egipto]

Ubicación exacta incierta

Escala en millas ?

El Mar Grande (Mediterráneo)

MONTE CARMELO MONTEDEGILBOA

Siquem

Dan Cedes MONTEMONTEHERMÓN

Mar de Cineret

Río Yarmuk

Astarot

Damasco

Harán

Egipto

Río Jordán

Gezer Bet-el Salem

Bet-semes

Hebrón Mamre Siclag?

Beerseba Sodoma

Cades-barnea ?

VALLE DE SIDIM

Neguev

Río Arnón

deArroyo Zered

Arroyo de Jaboc

Dios llama a Abram Génesis

12:1-20

Contexto

Iniciaremos nuestro estudio con un hombre llamado Abram. En este punto, conocemos muy poco sobre él. Lo que sí sabemos es que tiene setenta y cinco años, vive con su padre en un lugar llamado Harán y tiene un sobrino de nombre Lot. Sin embargo, en los próximos estudios, descubriremos que el destino de este hombre es convertirse en el padre del pueblo judío y en un eslabón importante en el linaje de Jesús mismo.

La Biblia presenta a Abram (cuyo nombre se cambiará por el de Abraham) y nos cuenta que el Señor ya le había hablado en el pasado. Dios le había dicho que dejara la casa paterna y viajara «a la tierra que te mostraré» (Génesis 12:1). Es evidente que Abram no sabía a dónde se dirigía ni qué encontraría al llegar. Por lo tanto, no es de extrañar, desde una perspectiva humana, que vacilara en dejar a su familia y su tierra natal; de hecho, resulta asombroso que tuviera la fe para obedecer. Sin embargo, esta es la principal característica del hombre que conocemos como Abraham: era un hombre de fe.

En la época de Abram, muchos pueblos diversos ya se habían asentado en cierta medida en la zona que conocemos como Oriente Medio. Sin embargo, todavía no existía el pueblo conocido como los israelitas o judíos. El propio Abram sería el primero en ser llamado hebreo (que significa descendiente de Heber). Tampoco había una autoridad central o una nación dominante que gobernara la región. Sí había, no obstante, muchas ciudades fortificadas dispersas por la zona desde Harán en el norte hasta por lo menos el extremo sur del Mar Muerto, que es probablemente donde se encontraban Sodoma y Gomorra. El pueblo conocido como los filisteos, que un día tendría un papel importante en la vida de David, ya había comenzado a asentarse en la zona que hoy conocemos como la Franja de Gaza.

Viajar por esta región no era como recorrer actualmente en automóvil, donde uno conduce por autopistas, come en restaurantes y se aloja en hoteles confortables. Todo lo contrario, podía ser muy riesgoso, ya que uno estaba expuesto a los peligros naturales y al ataque de bandidos. Por eso, la gente viajaba en grupo (los mercaderes usaban grandes caravanas para transportar mercancías de un lugar a otro), y esas procesiones a menudo incluían guardias armados que los protegían contra cualquier ataque. En las regiones del sur, el agua y los alimentos no eran fáciles de conseguir, por lo que un grupo de viajeros necesitaba saber adónde se dirigían, cómo llegarían y qué provisiones necesitarían en el camino. A pesar de todo esto, Dios le ordenó a Abram que comenzara a caminar sin su parentela, sin un destino y sin más garantía que Su propia promesa.

[Nota: Consulte el mapa de la Introducción y téngalo como referencia a lo largo de este estudio].

Acercamiento

La historia de Abram comienza con el relato de cuando él deja su antiguo hogar y se traslada a un nuevo lugar que Dios le iba a mostrar. ¿Recuerda alguna ocasión en su vida en la que tuvo que hacer un gran cambio? ¿Cómo le afectó a usted y a su familia?

Puntos claves del texto

Lea Génesis 12:1-20 y observe las palabras y las frases claves que se indican a continuación.

El llamado de Dios. Un día el Señor le habla a Abram, probablemente en una visión o sueño, y le ordena que deje su casa y su familia.

12:1 Jehová había dicho. Como se ha señalado con anterioridad, Dios había llamado a Abram en una ocasión previa y le había dicho que abandonara la casa de su padre y se dirigiera hacia el sur. Al parecer, Abram había obedecido a Dios en parte y se había trasladado de Ur (cuya ubicación es incierta) a Harán, junto con toda la familia de su padre. Cabe señalar que no sabemos nada de Abram hasta que empezó a obedecer. Si hubiera seguido ignorando el llamado de Dios, quizás nunca habríamos oído hablar de él, y no se habría convertido en el padre de la nación elegida por Dios. Sin embargo, su vida se caracteriza por obedecer el llamado de Dios, como vemos que lo empieza a hacer aquí.

Abram. Dios no cambió su nombre por el de «Abraham» hasta después de que fuera circuncidado. El Señor no describió Su plan completo desde el principio, sino que le dijo a Abram cuál sería el resultado final, que se convertiría en una nación grande, y luego le dijo cuál era el siguiente paso. Dios reveló Su plan para el siguiente paso solo cuando Abram obedeció el primer paso.

Vete de tu tierra. El primer paso de Abram fue salir de Harán, donde es posible que haya vivido mucho tiempo, y dirigirse al sur. Lo repito, Dios no le dijo cuál era el destino. La orden fue simplemente: «¡Vete!».

a la tierra que te mostraré. Sin duda, esto era una gran petición para Abram. A excepción de su esposa, Sarai, y su sobrino, Lot, Abram debía dejar atrás a su familia y amigos y dirigirse a una tierra donde no conocía a nadie. En el camino, se encontraría con diferentes culturas y varios peligros, sin saber su destino final. No obstante, descubriremos que eso era precisamente lo que Dios quería que experimentara, porque Abram estaba destinado a convertirse en una imagen del pueblo de Dios. Este hombre deambuló por la tierra sin hacer de este mundo su hogar porque tenía su corazón puesto en un reino eterno que Dios mismo estaba construyendo (ver Hebreos 11).

12:2 Y haré de ti una nación grande. Aquí encontramos la primera vez que Dios le promete a Abram convertirlo en una nación grande. Su destino era ser el padre de los israelitas y, a través de él, vendría el Mesías, Jesús el Cristo, cuya muerte y resurrección un día salvarían a toda la raza humana. Sin embargo, Abram ya tenía setenta y cinco años cuando Dios le hizo esta promesa ¡y no tenía hijos! Este aspecto de la promesa de Dios fue el más difícil para Abram y fue la

mayor prueba que tuvo que enfrentar, en especial cuando Dios le ordenó sacrificar a su único hijo. No obstante, desde el principio, Abram obedeció a Dios y creyó en Sus promesas, aunque parecieran ridículamente imposibles.

12:3 serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Como veremos en estudios futuros, las profecías de bendición de Dios comenzaron a hacerse realidad durante la vida de Abram. Sin embargo, el mayor cumplimiento se realizó cuando Dios mismo entró en el mundo a través de los descendientes de Abram en la persona de Jesucristo.

La obediencia de Abram. Abram obedece el llamado de Dios, después de un aparente retraso, y deja su hogar en Harán.

12:4 Y se fue Abram. Como hemos visto, parece que a Abram le costó un tiempo obedecer el llamado de Dios de dejar Harán, pero lo terminó haciendo. Dios con frecuencia le demostró Su paciencia y gracia, y Abram demostró su propio deseo de complacerlo obedeciendo Sus órdenes. Sin embargo, Abram seguía siendo un ser humano, y hubo momentos en los que estuvo muy lejos de la perfección.

Lot fue con él. Lot era sobrino de Abram y, en el futuro, le causaría serios problemas. De hecho, su presencia con Abram tuvo un impacto en la gente que vivía en Sodoma y Gomorra.

era Abram de edad de setenta y cinco años. Es cierto que la gente vivía mucho más en la época de Abram que en la época actual, ¡pero setenta y cinco era de todas formas una edad avanzada! No era poca cosa pedirle a un hombre de setenta y tantos años que empacara y se fuera de su tierra natal, donde había vivido la mayor parte de su vida. Imagínese lo difícil que debe haber sido para Abram embarcarse en una emocionante aventura a una edad tan avanzada.

12:5 Sarai su mujer. En el futuro, Dios cambiaría su nombre por el de Sara.

las personas que habían adquirido en Harán. Es probable que esto se refiera a sirvientes domésticos y no a esclavos. Descubriremos que Abram y Lot eran ricos y que sus familias eran bastante grandes. Mientras estudiamos la vida de Abram, es importante que comprendamos que su séquito incluía un gran número de personas y grandes rebaños de ganado.

La llegada a Canaán. Abram llega a Canaán cerca del año 2090 a. C. Varios grupos de personas (conocidos como los cananeos) ya ocupan la tierra.

La obediencia de Abram. ocupan

y a tierra de Canaán llegaron. La «tierra de Canaán» indica que los descendientes de Canaán (hijo de Cam) habían ocupado una gran parte de la

tierra que Dios planeaba darles a los descendientes de Abram (ver en el mapa de este estudio la ruta que siguió Abram hasta Canaán). Moisés escribió el libro de Génesis cuando el pueblo de Israel, los descendientes de Abram, se preparaba para entrar en la tierra prometida. La región estaba habitada por pueblos con los que los israelitas tuvieron que luchar para tomar posesión de la tierra, y muchos de estos pueblos descendían de Cam (ver Génesis 9:20-25).

12:6 Siquem. Siquem se encuentra más o menos a medio camino de la tierra de Canaán, en la zona conocida como el Creciente Fértil.

el cananeo estaba entonces en la tierra. Póngase en el lugar de Abram. Dios lo ha llamado a ir a un lugar indefinido, con la idea de que le va a dar muchos descendientes y va a hacer de su familia una nación grande; pero cuando llega, se encuentra con que la tierra ya está habitada por pueblos que probablemente le serán hostiles. La mayoría de las personas se habrían arrepentido y se habrían preguntado si cometieron algún error. Sin embargo, Abram dio un paso de fe, y Dios fue fiel y lo honró por ello.

Dios alienta la fe de Abram. Abram obedeció la orden de Dios de dejar Harán. Ahora el Señor se le aparece para alentar su fe, y para decirle algo nuevo.

12:7 Y apareció Jehová a Abram. En este punto, Dios reforzó la fe de Abram reiterando su promesa y añadiendo nueva información. En el futuro, el Señor se le aparecería a Abram con frecuencia para reiterarle Su promesa y revelarle nuevos detalles, pero solo después de que Abram obedeciera lo que se le había dicho que hiciera. En este caso, Abram finalmente había obedecido la orden de Dios de ir a Canaán, por lo que Dios alentó su fe.

A tu descendencia daré esta tierra. Esta información es nueva. Antes de esto, Dios solo le había dicho a Abram que se convertiría en una nación grande, pero aquí Dios le dijo a Abram que sus descendientes heredarían toda la tierra de Canaán. Dios estaba animando a Abram a confiar en Su palabra, a pesar de las apariencias y las circunstancias. Aunque la tierra ya estaba ocupada y habitada, Dios insistió en que un día daría toda la tierra a los descendientes de Abram. A pesar de que las circunstancias hacían que esa promesa pareciera imposible, Abram siguió confiando en la promesa de Dios.

edificó allí un altar a Jehová. Este acto demuestra que Abram eligió creer en Dios, aunque Su promesa parecía imposible. Dondequiera que Abram iba, edificaba altares al Señor y proclamaba Su nombre a las personas que lo rodeaban.

12:8 Luego se pasó de allí. La vida de Abram se caracterizó por ir constantemente de un lugar a otro. Nunca se asentó de forma permanente en un solo lugar y pasó el resto de sus días viviendo en tiendas en lugar de en una casa

Dios

fija. (Es probable que, cuando estaban en Harán, él y su familia vivieran en casas y no en tiendas).

invocó el nombre de Jehová. La palabra hebrea traducida como «invocó» significa gritar o proclamar . Abram adoró a Dios de forma pública, proclamando Su carácter a la gente que lo rodeaba. Recuerde que con Abram viajaban muchas personas como parte de su familia, y muchos viajaban con la familia de Lot también. Al proclamar a Dios de forma pública, Abram ya estaba empezando a cumplir su papel de bendición a las naciones.

El hambre. Abram ha estado deambulando por la tierra de Canaán, viviendo en una tienda y pastoreando sus rebaños. Entonces aparecen los problemas…

12:10 Hubo entonces hambre en la tierra. El hambre y la tierra de Egipto ocuparon un lugar destacado en la historia de Israel, hasta el momento de su éxodo de Egipto. Dios usa las circunstancias de nuestras vidas, tanto las buenas como las malas, las bendiciones y las pruebas, para guiarnos en Su voluntad. El hambre que aquí se menciona llevó a Abram a un tiempo de prueba en Egipto, así como algún día llevaría a los descendientes de Abram a un tiempo de bendición en Egipto (ver Génesis 47:27).

El miedo. Abram comienza a tener miedo de lo que le sucedería en Egipto y se convence a sí mismo de que debe temer lo peor. Esta falta de confianza acabará teniendo consecuencias a largo plazo para él, para su familia y para todo el mundo.

12:11 eres mujer de hermoso aspecto. Sarai tenía sesenta y cinco años cuando Abram (de setenta y cinco) se fue de Harán. No está claro cuánto tiempo había pasado, pero ella por lo menos estaba cerca de los setenta años.

12:12 cuando te vean. Aquí vemos a Abram luchando con la falta de fe en las promesas de Dios. Se había convencido, por miedo, de que iban a suceder cosas malas, aunque nunca sucedieron. El miedo lleva al pueblo de Dios a la duda, no a la fe. El Señor mismo nos ordena con frecuencia en la Biblia que seamos «valientes» y no temamos.

me matarán a mí. Abram estaba hecho de la misma carne que nosotros, lo cual es una noticia alentadora. En esta ocasión, se apartó de su gran fe en las promesas de Dios. Si se hubiera aferrado a ellas, se habría dado cuenta de que los egipcios no podían matarlo, ya que su destino era convertirse en una nación grande, aunque todavía no tuviera hijos. Su propia lógica debería haberle dado la tranquilidad de que tenía que vivir al menos lo suficiente para tener descendencia, pero el miedo cegó tanto su lógica como su fe.

12:13 di que eres mi hermana. Esto era cierto en parte, pues Sarai era, en realidad, media hermana de Abram; compartían el mismo padre, pero tenían diferentes madres. Aun así, una verdad a medias sigue siendo una mentira, y esto hizo que Abram y su esposa se metieran en problemas, ¡más de una vez! Lo que es peor, Abram estaba alentando a su esposa, y quizás al resto de su familia, a pecar.

12:15 fue llevada la mujer a casa de Faraón. Esta declaración está cargada de significado porque implica que Abram no hizo nada para evitarlo, sino que permitió que otro hombre se llevara a su mujer con la intención de hacerla parte de su harén. El miedo había hecho que Abram se alejara tanto de ser un hombre de fe que hasta llegó a entregar a su propia esposa.

hizo bien a Abram por causa de ella. Ahora descubrimos que Abram incluso estaba obteniendo ganancias de la situación, como un proxeneta con su prostituta. Este es un punto bajo en el caminar de Abram con Dios.

siervos, criadas. El faraón le dio a Abram muchos regalos, incluyendo siervos y criadas. Es muy posible que Agar fuera una de estas criadas. Ella traería más problemas a Abram en el futuro.

Dios interviene. La falta de fe de Abram pone en peligro los planes de Dios para la venida del Mesías; pero Él no permitirá que las acciones del hombre interfieran con Sus planes.

12:17 Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai. El significado de la acción de Abram es mucho más profundo que mentir sobre su esposa. Dios tenía la intención de enviar a su Redentor a través del linaje de Abram, y más adelante, dejaría claro que quería que Su pueblo elegido (y Su Elegido) viniera a través de la descendencia de Abram y Sarai. Sin embargo, vemos que Abram ofreció su esposa a otro hombre, con la posibilidad real de que Sarai tuviera un hijo de ese hombre. Por esta razón, y porque Sarai era la que estaba en verdadero peligro desde una perspectiva humana, Dios intervino y evitó que se convirtiera en una de las esposas del faraón.

12:18 ¿Qué es esto que has hecho conmigo? La falta de fe de Abram también puso en peligro al faraón y a toda su familia. Es un principio del pecado que el pecado de un hombre a menudo pone en peligro a muchos otros. Lo que es peor, el faraón no había hecho nada para amenazar a Abram; en realidad, había sido generoso haciéndole regalos. Todo el problema surgió porque Abram tuvo miedo y no confió en la protección de Dios. Por desgracia, todo este triste episodio se repetirá cuando Abraham conozca a Abimelec, otro rey (ver Génesis 20). de pone los

Los viajes de Abram

Analice el texto

1. Si usted hubiera estado en el lugar de Abram, ¿cómo habría respondido a la orden de Dios de dejar su casa y su familia?

2. ¿Qué costos le supuso a Abram obedecer el llamado de Dios?

3. ¿Lo ha llamado Dios a hacer un cambio radical en su vida? ¿Qué costos le supuso? ¿Cuáles fueron los resultados?

4. ¿Por qué le mintió Abram al faraón? ¿Cómo cree que se sintió Sarai?

¿Cómo habría respondido usted si hubiera estado en el lugar del faraón?

Explore el significado

Dios llama a Su pueblo a caminar en fe. Dios reveló una pequeña parte de Su plan a Abram, y luego le pidió que respondiera alejándose de todo lo que consideraba su hogar y su familia. De hecho, le pidió a Abram que fuera hacia una tierra extraña sin saber con exactitud a dónde iba o qué encontraría cuando llegara allí.

Esto es lo que significa caminar en fe: adentrarse en lo desconocido, incluso en circunstancias adversas, dependiendo solo de la palabra de Dios. Abram llegó a Canaán y se vio rodeado de gente hostil. Luego Dios le dijo que sus descendientes heredarían toda esa tierra. A pesar de que las circunstancias hacían que esto pareciera imposible, Abram le creyó a Dios y confió en Su palabra. Era de edad de setenta y cinco años y no tenía hijos, y aun así creyó que Dios le iba a dar muchos descendientes.

Caminar en la fe requiere que aceptemos la Palabra de Dios al pie de la letra, incluso cuando parece imposible que Sus promesas puedan hacerse realidad. En esto, Abram y Sarai nos brindan un gran ejemplo.

A menudo Dios no revelará el siguiente paso hasta que obedezcamos el paso actual. Abram solo comprendió que tendría hijos y que esos hijos se convertirían en una nación grande. No sabía dónde iban a vivir ni cómo se lograrían todo esto. Lo único que sabía era que Dios quería que se fuera de Harán y se trasladara a Canaán. Una vez que llegó a Canaán, Dios le contó la siguiente parte de Su plan: dar a sus descendientes toda la tierra de Canaán como su hogar.

La verdad es que el plan de Dios para los descendientes de Abram iba mucho más allá de poseer la tierra prometida y convertirse en una nación grande. El plan principal de Dios era enviar a Su Mesías, Su Hijo Jesús, a través de los descendientes de Abram, quien no conocía ninguno de estos detalles, pero Dios esperaba que obedeciera de todas formas.

Dios espera que Sus hijos vivamos de la misma manera. No siempre nos revela la totalidad de Sus planes para nuestras vidas y las vidas de aquellos a quienes influimos. En cambio, nos dice lo que necesitamos saber para obedecerle un paso a la vez. Para descubrir el siguiente paso en Su plan, primero debemos obedecer el paso actual.

El miedo es el enemigo del pueblo de Dios. El miedo es lo que llevó a Abram a cometer un error garrafal en Egipto. El miedo lo llevará a cometer el mismo error más adelante. Él tuvo miedo de lo desconocido en Egipto, a pesar de que había confiado en Dios respecto a lo desconocido de Canaán. Si hubiera recordado la fidelidad de Dios y Su promesa de que llegaría a ser una nación grande, Abram podría haber vencido su miedo y continuado viviendo por fe.

A Satanás le encanta utilizar el miedo para apartar al pueblo de Dios de la obediencia. Cuando esto sucede, el pueblo se ve tentado a tomar el asunto en sus propias manos. Abram lo hizo cuando ideó lo que pensó que era un plan inteligente para evitar ser asesinado, y los resultados fueron malos y de amplio alcance. Hoy en día, el maligno utiliza el miedo, del futuro, del pasado y del presente, para engañarnos de la misma manera, de modo que nuestras decisiones también den resultados negativos y de amplio alcance. Cuando nos invade la ansiedad, es bueno recordar todo lo que Dios ya ha hecho por nosotros y centrarnos en Sus promesas. La Palabra de Dios echa fuera los temores provocados por el diablo.

Reflexione sobre el texto

5. ¿Por qué Dios le ordenó a Abram que se fuera de Harán? ¿Por qué le pidió que dejara la casa de su padre? ¿Por qué Abram no podía quedarse donde estaba?

6. ¿Por qué Dios a menudo revela Su voluntad un paso a la vez? ¿Por qué no nos da un esquema claro de todo lo que ha planeado?

7. ¿De qué manera guio Dios a Abram en Génesis 12? ¿Cómo guía a Su pueblo hoy?

8. ¿De qué manera usa Satanás el temor para alejar a las personas de Dios?

Respuesta personal

9. ¿Qué paso de obediencia le está pidiendo Dios hoy? ¿Qué le va a costar?

10. ¿Qué temores está enfrentando? ¿Qué circunstancias o situaciones «desconocidas» le impiden confiar en Dios? ¿Qué pasajes de la Escritura pueden ayudarle a volver a confiar en la fidelidad de Dios?

Notas:

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