CE número 19

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ELGOBIERNO rspnñoL INFORMA: ¡SIALOSOVNIS!

UNANUEVA FORMADEVIDA: !.A§COLONIAS ESPACIALES

OVhII§ (}UE EMERGEI§ DELFONDO DE T.^ATIEREA

¿oulENEs COBTARON LACORRIENTE ENNUEVAYOHK?

REVI§TA CATOHCENAL

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OVN I f otografiado en la Gran Canaria, el 22 de iunio de '1976.

Una publ¡cación catorcenal de Ed¡torial Posada, S. A.

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CONTACTOS EXTRATERRESTRES. Revista publ¡cada por Editorial Posada, S. A. José Ma. R¡co No. 204, Col. del Valle, México 12, D. F, Teléfono 524-20-18. Publicación catorcenal. Registros en trámite. Miembro de la Cámara Nacional de la lndustria Ed¡torial. lmpresa en Offset Mult¡color, S. A., Calzada de la Viga No. 1332, México 8, D. F. Prohibida la reproducción total o parc¡al del conteñido de esta revista.

No se devuelve mater¡al escrito o gráfico no sol¡citado. Precio del ejemplar $8.00 M. N. lmpreso en México/ Printed in Mexico. n E0ilIlEI0§ 17 de Agosto,1977 ilInffi[n[[$[ffi Vol. ll. No. 19 SUMARIO Editorial Cartas En Contacto Una historia imborrable de la ufología española por John Símhon Las ciudades quedan en tinieblas. por Rudolph G. Aicardi Visitantes y Visitados por A. Rosenblueth No somos los prinreros. algu¡en dejó sus huellas anbs 4 5 6 Archivo Secreto 10 16 21 26 31 32 40 36 Estudiante contactado por extraterrestres por Santiago García Jr. Las colonias espac¡ales por Miriam Ruvinskis La civilización suicida por Pablo Latapi Ortega Libros44 por Mercedes Méndez Azcárate- 22 OVNIS que emergen por Joseph Belvedere del centro de la Tierra 3
I rHuil C

CIFEAC DE MEXICO Y CONTACTO§ EXTRATEMRE§THES PRESENTAN

REVELACIONES DE LOS ..CONTACTOS "

CONFEBENCIA DEL LIC. CARLOS ORT}Z DE tA HUERTA

Los últimos resultados de las investigaciones que lleva a cabo el principal especialista mexicano en este tema. Conozca la verdad sobre las personas que dicen estar en comunicación con seres extraterrestres.

TEATHO OTETIA

Ejército Nacional y Thiers

Ex-glorieta de los Hongos (Polanco)

Dos Funciones: Lunes 25 dejulio Admisión $ 60.00

7.30P.M.y $40.00

9.45 P.M. $ 25.00

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An,., de que el Apolo Xl descendiera sobre la superfície lunar, la mera idea resultaba una simple fantasía o un cuento de hadas. Lo mismo acontece actualmente, aunque en menor escala, cuando se habla de las colonias espaciales, alrededor de las cuales se ha creado todo un universo de ficción.

Es innegable que el tema ha irrumpido con fuerza. En las novelas de ciencia ficción se describen nuevos tipos de vida que surgen en planetas desconocidos y lejanos, donde el hombre necesitará residir después de una terrible guerra atómica, de una destrucción implacable del planeta Tíerra; en los films y series televisivas las h¡storias de este tipo también se han convertido en verdaderos hits.

Sin embargo, las páginas de ciencia ficción van cobrando vida. Así como las fantasías de Julio Verne traspasaron un día el cristal difuso y neblihoso de la imaginacíón, lo mismo está suced¡endo con las colonias espaciales, sólo que estas últimas, bien podrían surgir en un plazo relativamente corto.

Y tal vez esta sea la respuesta a los insorteables problemas que día a día aparecen en el planeta Tierra: las colonias espaciales. Tal parece que aqu í se encuentra la clave de puntos tan agudos como la sobrepoblación y la contaminación.

,,O'NEILL, UN TIPO CON IMAG¡NACION"

Después de acuciosos estudios se ha llegado a la conclusión que hacia el año 2,000, el hombre en la Tierra contará con un espacio ínfimo para desplazarse debido a

LAS COLONIAS

E§PACIAtE§

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Raúl

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X v Silvia Son ciudadanos de "lsla Uno", un §¡t¡o con§tru¡do nar no existen eontaminación, por citar con frecuencia neta T¡erra v reqre§an nuevamente a su no es una e§ un ll y que a funcionar en

la gran explosión demográfica que existirá. Ní siquiera las más rigurosas medicJas anticonceptivas podrán ser soluciones adecuadas para lograr un acertado control de la natalídacl; por otra parte, tenemos a un lado, como una capa amenazante que nos va consumiendo, el problerna de la contaminación. No hay por qué volver la cara atrás a los acentuados probemas del hom[:re del siglo XX.

iPodrá sobrevivir la especie hurnana a este caos desbordante?

ta respuesta es predecible, pero nadie. absolutamente nadie, puede determinar categórieamente lo que pasará, aunque Eran número de científicos están trabajando arduamente para alejar al ser humano de su pnopia destrucción.

Gerard O'Neill, un f ísico nortpameriüano, partió precisamente-de la situación que vive en estos día§ el hombre contemporáneo, para llevar a cabo lo que tal vez podría solueionar una serie de factores altamente negativos para el hombre del siglo XX. 0'Neill lleva ocho años en sus trabajos de investigación, que consisten en un sistema que planea conservar vida en el espacio.

Y todas sus teorías se resumen precisamente en el modelo de las eolonias espaciales, En su libro Alta Frantera, O'Neill expone en forma clara y detallada los sistemas que imperarán en el mundo de mañana, fuera de nuestro planeta" Hasta ahora, sus ideas han tenido alcances insospechados, ya que el gohrierno estadunidense estudia con detenimiento todo lo que él ha planteado y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) está ha-

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ciendo análisis intensivos para poder financiar su gran idea. Pero, en cambio, también ha surgido un grupo de escépticos que de lo menos que califican a O'Neill es de "un tipo con gran imaginación".

El proyecto del f ísico propone en principio una colonia integrada por diez mi I personas, entre hombres y mujeres, que serán seleccionadas por sus aptitudes, destreza, funcionamiento, adaptación pslcológica y juventud. Pero todo esto sólo ha servido para argumentar más los ataques que hacen los detractores de O'Neill: "Su proyecto se trata de una organizaciónelitista..."

Pero a O'Neill no le afectan en lo más mínimo tales opiniones, y cada vez toman más solidez sus teorías. Con su proyecto intenta que el hombre mantenga un fuerte espíritu de exploración que, desafortunadamente, se ha perdido en nuestros días.

Al tratar de alejarse del planeta Tierra, buscando nuevas metas, el hombre tal vez encuentre horizontes más vastos que le permitan liberarse de esa amarga f rustración en que lo ha sumido la vida moderna. Es por esto que, tras el anuncio del f ísico de que planeaba las colonias espaciales, otra serie de científ icos se han interesado en el tópico y formado grupos serios. de estudio para analizar el trasla-

do y desplazamiento a otros mundos. También, como consecuencia de las proposiciones de O'Neill, la Universidad de Stanford creó un curso sol¡re el estudio de las colonias espaciales e invitó al mismo f ísico a que lo impartiera, en compañía del doctor Richard Johnson, jefe de vuelos experimentales de vida científica del Centro de Reservas de la NASA, en Mountain View, California.

i977:

SE lNlClA LA VIDA EN "ISLA UNO"

Existe otro proyecto que ha quedado estrechamente vinculado al del doctor O'Neill y que f ue propuesto por la propia NASA. Nos referimos al del transbordador espacial Space Shuttle, que tendrá como f in el ir y venir de la Tierra hacia e I lugar en que se instalen las colonlas, y el cual será capaz de' trasladar gente y materiales diversos. Este proyecto ya está muy avanzado y hacia 1979 podremos observar una nueva realidad que los escritores de ciencia ficción se encargaron de darnos a conocer desde mucho tiempo atrás.

Pero, en tales colonias espaciales, ¿cómo transcurrirá nuestra vida diaria? i Respiraremos normalmente? ¿Oué será de nuestro planeta Tierra? Todas las preguntas

tlen:'-'a respuesta. O'Nei ll dese: que a c. rT.eJ-a /s/a (como él llame a a pr .¡-e'e colonia espacial), o /-s- la Lt ',: :^lpiece a funcionar er 1971 . ctno tardará 20 años e¡ const.u'si, as obras deberían inr ciarse',,a.

¿Y acasc ra NASA otorgará su autor;zacró. para llevar a cabo la lsla Utc?

N o ccc. ''a contestarse por aho. ra con un sí o un no, pero el mayor irco-',,enlente del proyectc consiste en sus costos, que resu Ltan dernasiaco a ltos. Se han efectuado rnrc.cs estudios al respec- to y se legó a la conclusión de que la obra ,.,a dría mad de cien brllones de dólares, lo que duplica- ría la invers,ón que se realizó en el proyecto Acolo que conquistó la Lu na.

Resulta dificil, considerando la situación actual de la Tierra, que una cantidad semelante pueda ser invertida en e1 orograma, pero al parecer esto no significa un gran obstáculo, ya que la idea crece vertiginosamente y hay tantos interesados en que prosiga hasta sus últimas consecuencias, que mañana mismo podrían estarse erigiendo las primeras fases de las colonias espaciales. Y a partir de ellas, podrían irse extendiendo las jslas.

Actualmente, se ha pensado que los primeros seres que habiten /s/a Uno deben ser los propios trabajadores que la construyan, junto con sus familiares. Después de haber firmado un contrato, podrán perrnanecer en la colonja por espacio de cinco años, y si lo desean. regresar a su lugar de origen o bien quedarse. El viejo rh.ito de que al salir de la Tierra se'perderá definitivamente la comunicación con el planeta, ha quedado descartado. La comu nicación será constante, el homLire no tendrá por qué permanecer aislado, perdi, do o flotante, sino que llevará una vida fácilmente adaptable a sus necesidades, en cualquier punto elegido.

Para la construcción de lila l.Jna se usará material lunar, la isla estará ubicada en un punto medio entre la Tierra y la Luna, y para ser más presisos, en el Punto L-5 (referencia con la que tamb ién se conoce el proyecto). Respecto al material lunar, se pensó usarlo

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'iá- + *'i# En muchos aspectos, "lsla Uno" será similar a nuestro planeta: tendrá un paisaje maravilloso y se podrán encontrar montañas, bosques y rios.

porque facilita notablemente la operación, por la diferencia de gravedad que existe entre la Luna y la Tierra. Resulta mucho rnás fácil, cómodo y sencillo trasladar piedra lunar. además de que es menos ca ro.

LA ENERGIA, LOS SATELITES Y LAS MICROONDAS

El traslado se efectuará por medio del Space Shuttleo transbordador, que hará viajes redondos durante un año, ininterrumpidamente, y el total del equipo que se necesitará llevar será de mil toneladas.

Otro de los enormes beneficios que traerá consigo este t¡po de colonias será el de proveer al planeta Tierra de energía; de esta manera, habrá un considerable ahorro de los recursos naturales terrestres, que cada día disminuyen más. Para poder trasladar dicha energ ía a nuestro planeta se construirá una serie de satélites, los cuales, a través de microondas, enviarán la energía atravesando las capas de la atmósfera.

Algunos científicos abrigan el temor de que esta transmisión pueda afectar genéticamente al ser humano, mas tal posibilidad es un pánico infundado, pero no se podrá comprobar sino hasta que se haya realizado el experimento de la energ ía.

Por otra parte, las ciudades que tienen un bajo desarrollo industrial resultarían favorecidas con las colonias espaciales, pues su energía y su nivel se elevarían notablemente. Se cree que la Tierra es transparente a las microondas y los científicos anhelan despejar antes de 1977.

i Y cómo sería la lsla Uno? Una esfera enorme con una gravedad semejante a la Tierra, por lo que su ritmo de rotación seró de 1.9 veces por minuto.

En muchos aspectos será similar a nuestro planeta: si se quiere gozar de un paisaje maravilloso, a distancias sorprendentemente cortas se podrán encontrar montañas, bosques, ríos. . . La gente podrá disfrutar de paseos al igual que en la Tierra, y con una ventaja superior: el aire, definitivamente, no estará contaminado.

Las comunidades serán autosuficientes en toda la extensión de la palabra, y producirán tanto sus propios productos como la alimentación diaria que resultará más econémica que en la Tierra.

Y en esta sociedad tan armónica, iestaremos exentos de peligros? No, pues existe el de las reacciones cósmicas, pero se ha pensado ya en la solución: en el interior del anillo se colocará una serie de espejos que además servirán de protectores contra los rayos. Con dichos espejos, también se captará la luz y podrá manejarse el día o la noche a elección. Tal vez así se logrará igualar el horario, que tendrá elementos en común con el nuestro.

Según el propio doctor O'Neill, la vida tenderá a ser muy apacible y tranquila; las personas podrán practicar los deportes que acostumbran, habrá clentíficos e intelectuales y las mujeres participarán de todas las actividades. Los vehículos que existan serán movidos por la energía solar, así que seguramente se usarán bicicletas o móviles semejantes para desplazarse en distancias cortas.

En cuanto a la agricirltura, ésta tendrá la constante de la luz y no .habrá problemas de que una cosecha se pierda por mal tiempo, por lo que los alimentos resulta-

rán sumamente baratos. Dicha luz será recogida por los espejos, que estarán programados por turnos y con un sistema de rotación que cubra a las colonias que necesiten de mayor abastecimiento.

LA CREACION DE UN NUEVO UNIVERSO

El proyecto de las colonias espaciales ya está en marcha; O'Neill opina que de ninguna manera podría resultar negativo en el sentido de que fuesen usadas como islas bélicas. El lo considera como una opción que tiene el hombre de alcanzar una nueva forma de vida, de crear una nueva oportunidad de convivir fuera de una atmósfera destructiva, como sucede actualmente en la Tierra.

También, plantea la posibilidad de lograr un contacto más inmediato con inteligencias extraterrestres, al existir una pluralidad de puntos f ísicos f uera de este planeta.

Muy pronto, con una velocidad imperceptible que puede irse metiendo de manera inadvertida en nuestra piel, tendremos oportunidad, como seres terrestres, de poder escoger el traslado a una determinada zona del espacio y modelar con nuestras propias manos, como si se tratara de arcilla dúctil, un nuevo Universo. ,

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La fuerza de la gravedad de "lsla Uno" será semejante a la de la Tierra, por lo que su ritmo de rotación será de 1.9 veces por minuto.
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CUILITI(;ION §UICIDA

En todo el Cosmos no ex¡stía un planeta que buscase su prop¡a des-

eso, dec¡dieron ¡nterven¡r.

Desde sus orígenes, la ciencia ficción ha especulado sobre la posibilidad de gue en un futuro, más o menos próximo, el planeta Tierra denparezca a conseeuencia de las guerras atómicas. Esto, obviamente, se debe a que los escritores han vivido inmersos en un medio donde el peligro de la extinción es, a momentos, inminente.

Siguiendo esta línea apocalíptica, Pablo Latapí Ortega, un ioven autor mexicano conocido ya por nuestros lectores, imagina la historia futura de un puñado de hombres que fue salvado de la destruccíón por los extraterrestres.

Aquelta mañana, después de 482 años de vivir en Xilios, Lutkik empezaba a tornarse melancólico. A lo largo de tantos años nunca había sentido siquiera necesidad de recordar su planeta natal. Lutkik era, al igual que todos, un hombre que logró salvarse de la destrucción, y hoy que se sentía nostálgico tuvo un enorme deseo

de ir a la salaode proyecciones y poner en la pantalla algunas películas terrícolas en las que podrfa ver lo que un día fue su hogar. La Tierra había estallado hacfa,454 años, es decir, 28 después de la partída de Lutkik.

La lista de títulos de los reportajes de la Tierra resultaba muy sugestiva: Junio 20 de 1969:

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"Llega el Hombre a la Luna"; Agosto 8 de 1974: "Renuncia Nixon a la Presidencia de los Estados Unidos"; Marzo 14 de 1983: "Fatal Terremoto Destruye Nueva York con un Saldo de Tres Millones de Muertos"; Febrero 16 de 1986: "Un OVN I Secuestra a más de Cuatrocientas Personas en Pleno Centro de la Ciudad". Este último era el título que Lutkik buscaba. Era la primera vez, en 482 años, que sentía necesidad de recordar aquel momento.

Después de colocar la película en el proyector, se acomodó en un enorme sillón y oprimió el interruptor. Las imágenes empezaron a aparecer en la pantalla; simultáneamente, una voz relataba los sucesos : "Esta mañana, mientras nuestro reportero filmaba las manchas verdes que han aparecido en el cielo debido a la contaminación, sucedió un hecho extraordinario; un enorme platillo volador descendió lentamente sobre el parque central, haciendo que un grupo de aproximadamente cuatrocientos curiosos que se habían reunido a observar el fenómeno, fueran levantados por un enorme rayo de luz que los transportó hasta el interior del platillo. Por la filmación hemos podido observar que el profesor Lutkik Timashev, notable f ísico nuclear, se encuentra entre los secuestrados. El hecho ha consternado a todo el mundo, ya que se trata de un fenómeno sin precedentes. La Organización de Naciones Unidas teme por la desaparición y ha. . . "

La voz del narrador se hacÍa monótona y pesada. Lutkik observaba con una cierta emoción cómo la nave Kan-l aparecía sobre el cielo de la ciudad y descendía a una velocidad lenta. Un grupo de gente se aglutinaba sobre el pasto verde del parque; entre ellos se reconoció Lutkik con una cara de asombro, que dif ícilmente podía concebir ahora. El rayo transportador los levantaba a todos y los hacía entrar en la nave, la cual pocos minutos después reemprendió el vuelo, perdiéndose entre las nubes.

La película había terminado v Lutkik se quedó a oscuras. El resto de la historia lo conocía per-

en que habrían de vivir los terrícolas era ¡mpres¡onante, rodeada de grandes árboles artificiales y con un c¡elo teñ¡do de un azul espléndido. ' Por las limpias ' calles se veía pasear a algunos an¡males ya ext¡ntos en la Tierra: había zorros, venados, caballosyconejos..."

fectamente: al entrar en la nave, él y todo el grupo fueron recibidos por Kan-l y los demás tr¡pulantes del vehículo, quienes después de calmarlos un poco les explicaron el motivo del llamado secuestro. Kan-1, al igual que sus compañeros, pertenecía a un planeta denominado Xilios. Este planeta era el "Corrector de la Vía Láctea" ante la Comunidad Universal, y siempre les habían preocupado las actitudes de los humanos que buscaban perennemente su propia destrucción. Al principio no se habían alarmado demasiado; los humanos se mataban entre ellos, era verdad, pero por lo rudimentario de sus armas el número de muertos no era importante y no representaban un peligro para el resto del Universo.

La guerra de 1914 los había empezado a preocupar, pero cuando en realidad sintieron la necesidad de intervenir en la Tierra fue en 1939, año en que todos empezaron a pelear contra todos, y 1945, cuando los hombres utilizaron por prirrera vez las bombas atómicas como armas de guerra. Los habitantes de Xilios nunca creyeron a los humanos capaces de llegar a matarse con armas nucleares, y como esto representaba un peligro gigantesco para el resto de la Vía Láctea, se vieron en la necesidad de organizar la misión rescate.

Los primeros pasos de la misión rescate se iniciaron con el lanzamiento de pequeñas naves que lle-

gaban a la Tierra para transportar uno o dos humanos; éstos servirían de muestra para estud¡ar a la raza humana en general y conocer sus necesidades para poder vivir conformes y en paz. Al mismo tiempo que se eregía una ciudad especial para los terrícolas, fue constru¡da la gran nave de Kan-|, que se encargaría de transportar al mayor número posible de terrícolas hacia Xilios. Los terrícolas servirían de muestra en el Universo para que pudiera observarse cómo habían sido los habitantes del planeta antes de su autodestrucción. Con la explicación de Kan-|, Lutkik, al igual que el resto de los secuestrados, había quedado maravillado y tenía enormes deseos de conocer Xilios y el lugar que los xilianos habían construido para que los terrícolas vivieran. Cuando Lutkik y sus compañeros llegaron a Xilios, fueron objeto de minuciosos exámenes médicos. La parte rnás ínteresante de su arribo sucedió al momento en que un grupo de médicos inmunizaron a los terrícolas contra una de las enfermedades más comunes de la Tierra, la llamada muerte natural.

La ciudad en que habrían de vivir los terrícolas era impresionante, rodeada de grandes árboles artificiales y con un cielo teñido de un azul espléndido. Por las limpias calles se veía pasear a algunos animales ya ext¡ntos en la Tierra; había zorros, venados, caballos y conejos; los cielos eran surcados por hermosas aves que habían sido capturadas en las selvas amazónicas del Brasil. Había también un zoológico en el que estaban íncluidas todas las especies animales de la Tierra, desde unas pequeñas moscas verdes hasta dos gigantescos monstruos del lago Loch Ness, de Escocia. Todos los animales vivían en absoluta paz y sus enormes jaulas eran copia fiel de sus lugares de origen.

Cuando Lutkík llegó a Xilios se preguntó lo que podría hacer en un mundo tan armónicamente perfecto, y la respuesta se la dio Kan-l al explicarle que todas aquellas cosas que en la Tierra no había podido lograr por determinados motivos eran realizables en Xilios. Lo único que necesitaba hacer era

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"La ciudad

programar a la computadora para informarse sobre cómo llevar a cabo cualquier actividad. Eñ la Tierra, Lutkik se había quejado siempre de falta de tiempo para hacer un viaje a París, y ahora podía programar a la computadora, la cual le entregó un par de boletos aéreos; Lutkik se dirigió a una especie de aeropuerto, en donde fue transportado en avión a un lugar idéntico a París. Aunque no sab ía qué ocurría en realidad, Lutkik se encontraba recorriendo un lugar como París. Visitó los Campos Elíseos, la plaza de la Concordia y la de la Bastilla, viajó en Metro, se emborrachó en el barrio latino y conoció a una parisina que le mostró lugares insólitos. Al regresar a su ciudad en Xilios, Lutkik descubrió que un enorme marcador señalaba el tiempo en años, meses y días que habían transcurrido desde su arribo a Xilios. Cuando Lutkik regresó de París, marcaba dos años con un mes y un día. Lutkik nunca se había vuelto a preocupar del marcador hasta el día en que buscó recuerdos en la sala de proyecciones; el marcador señalaba 482 años con tres meses y doce d ías. Después de recordar y observar cómo hab ía sido su llegada a Xilios, Lutkík volvió a revisar el catálogo de las películas. La última en la lista estaba fechada el 3 de agosto del año 2,014, el título era simplemente: El Fin.

Lutkik volvió a sentarse en la sala de proyeccíones y empezó a ver en la pantalla cómodos países de la Tierra empezaban a crearse problemas. Uno de ellos se quejaba de falta de respeto a los derechos humanos, y el otro protestaba por haber sufrido ataques y agresiones a todas las escalas. Nunca llegaron a un acuerdo Y uno de ellos empezó a arroiar sobre el otro poderosas bombas de neutrones que destruían a los hombres sin afectar las construcciones. El otro pais respondió con bombas atómicas que demolían grandes ciudades. Todo el mundo reaccionó y empezaron los países a lanzarse bombas atómicas entre ellos, hasta que estalló una de tal manera, que la reacción en cadena que provocó no pudo ser controlada y destruyó toda la Tierra. La destrucción fue total, no quedó piedra

sobre piedra, y ahora el planeta entero se veía como una enorme esfera muerta que emitía radiaciones mortales. Ninguna nave espacial osó acercarse, y en realidad faltó muy poco para que la Tierra saliera de su órbita solar y se hubiese convertido en un peligro para el resto del Cosmos.

Después de recordar que había sido rescatado de su planeta, Lutkik se sintió avergonzado de habe¡ pertenecido a la raza humana, la única en el Universo que había buscado su autodestrucción y que

lo había conseguido. Lutkik estaba seguro que los terrícolas que ahora vivían en Xilios eran completamente dist¡ntos a los que murieron en su lugar de origen, pero eraR, desde cualq!¡er punto de vista, criticables y enjuiciables por haber pertenecido a una civilización suicida.

La sala de proyecciones y archivos de la Tierra siempre había estado abandonada hasta aquella mañana, en que después 'de 482 años, Lutkik había empezado a sentirse melancólico. -

-

.,ERAUXCUXILA TUBEQUE VICEZEQUIEL?

iOué era aquella "nube densa. ." en torno a la cual resplandecía un remolino de fuego y en la que según la Biblia viaió el proféta? He aquf la exposición de una sobrecogedora hipótesis a la luz de la ciencia moderna.

UN LIBRO OUE HARAHISTORIA

A LAVENIA EN PUE§TOS ITE PER¡ODICOS Y TIBHERIAS

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