
4 minute read
Los premios Raquel Peláez
CODA 41 C O El pasado curso cerramos el año periodístico con la primera edición de la (por entonces) recién creada entrega de premios Raquel Peláez, en honor a nuestra antigua alumna y redactora de XL Semanal. Estas fotos, no publicadas hasta la fecha, sirven ahora para abrir boca a la segunda edición de estos premios, que pretenden premiar el mérito periodístico de nuestros jóvenes alumnos cronistas. Ya sea en las categorías de mejor artículo, reportaje, ilustración o fotografía, reconocemos la valía de los redactores, dibujantes o fotógrafos de nuestro CJR. Y cerramos esta coda prometiéndoos que no tendréis que esperar un año entero para ver las fotos de la entrega de premios de este curso. ¡Os contaremos todo en el número de septiembre! Los premios Raquel Peláez

Advertisement



CODA 42 D A

La firma invitada: Aunque no vuelva
"Hola, soy Ángela y soy la nueva profesora de inglés", con esta frase y una sonrisa me presenté en el IES Joaquín Rodrigo un buen 1 de septiembre de 2017. Aquel año aún existían los exámenes extraordinarios y aún se hacían en septiembre, así que el centro era hervidero de profesores que iban de aquí para allá con un fajo de folios debajo del brazo dispuestos a dar una última oportunidad a sus alumnos que a su vez se dirigían nerviosos hacia las aulas. Juanchu, el Jefe de Estudios, me señaló a uno de esos profesores y me dijo "Mira, ese es Pablo, también es profe de inglés y sigue con nosotros este año, ya tendrás tiempo de conocerle". En ese momento no podía imaginarme lo bien que nos llevaríamos y la de locuras docentes en las que nos embarcaríamos juntos los dos próximos cursos. Más tarde conocí al resto de compañeros del departamento de Inglés, aquel año estaban Mili, Marta, Fidel, Andrés, Rocío… y de los demás departamentos. Ya desde el primer claustro intuí que el Rodri no era un instituto normal. Se respiraba buen ambiente y amabilidad por todas partes, era como una gran familia. No me equivocaba, muy pronto yo también me sentiría parte de esa gran familia a la que pertenecíamos docentes, alumnado, personal no docente, familias… En ese primer claustro, entre otras cosas, se hablaron de los diferentes proyectos que se hacían en el centro, era increíble, ¡cada minuto que pasaba me gustaba más el instituto! Y, por supuesto no puede resistirme ni por un momento a apuntarme a varios de ellos. ¿Qué es lo que más recuerdo de mi paso por el Rojo? La oportunidad de crecer como docente, de dar la bienvenida a las familias dentro de mi aula con los grupos interactivos, probar el aprendizaje cooperativo y unir a alumnos de sección y programa para juntos crear un proyecto a través del ABP, irnos varias veces de viaje por Europa sin ni siquiera salir de Madrid, convencer a mis alumnas de que participasen en un concurso sobre sostenibilidad en el último momento y que se llevasen un premio, pasar séptimas en el huerto regando, plantando, cosechando calabazas gigantes… Después de dos maravillosos cursos con vosotros, me destinaron a otro centro, luego tuve a mi segundo hijo, luego vino una pandemia, luego me dieron mi destino definitivo en Rivas…Y este año, aunque al final no puedo ser, casi casi vuelvo al Joaquín Rodrigo. Así que, por ahora, aunque no vuelva a ser profe del Rodri, seguiré trabajado con la misma ilusión de siempre e intentando transmitir el espíritu del #joaquinrodriguismo allá a donde vaya. ¡No cambiéis!
La viñeta La columna


Ahora mismo, me encuentro a unas pocas horas de saber cuál es mi nota de la selectividad. Esta nota es muy importante, puesto que ya no solo decidirá de alguna manera cuál es mi futuro, sino porque con ella cierro un círculo muy importante en mi vida: el instituto. Nunca he sido muy fan de las despedidas ya que son de lo más innecesarias, debido a lo dolorosas que pueden llegar a ser. Puede parecer una tontería esto que acabo de decir: ¿Por qué tiene que ser doloroso el hecho de despedirse de esos exámenes, horas de estudio y de estrés? Pero si se ve con perspectiva uno se da cuenta de que el instituto no es solo eso, sino que también son esos profesores que se te quedan en el recuerdo el resto de tu vida, compañeros con los que has compartido tantas experiencias, y amigos que permanecerán en tu corazón para siempre. Ahora es cuando me doy cuenta de eso que dicen de que el instituto es una de las etapas más bonitas de tu vida: esto es algo que hasta hace bien poco habría negado, incluso me habría reído en el momento en el que me lo contaran. Pero ahora veo que tienen toda la razón. Aun así, pese a sentir una cierta inquietud por la universidad, no le tengo miedo a dar ese gran paso por el cual, creo, que se pasa de la adolescencia a la verdadera adultez. Y, por último, quería decir un último adiós al rojo , a ese instituto que al principio tenía tanto miedo, hace ya seis años, pero que ahora sé que echaré tanto de menos en un par de años. Gracias por todo, y hasta siempre.