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Al romper el día
Desde hace varios años, nuestro planeta se ha visto involucrado en uno de los mayores problemas de su existencia: el calentamiento
global.
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Este causa un aumento en las
temperaturas que deriva en el deshielo de los glaciares y la destrucción de numerosos
hábitats; en la extinción de millones de especies.
La desaparición de diversos seres vivos y de sus entornos causaría el fin del mundo, el fin de todo. Si ya estamos informados sobre el tema
y se conoce la gravedad del problema, ¿por qué no se han observado apenas mejoras desde que se le comenzó a dar importancia?
En algún momento de nuestras vidas todos hemos escuchado aquello de que "hay que dejar de lado las energías no renovables y optar por las renovables". ¿Cuál es la verdadera importancia que hay que darle a este tipo de energías?
Es cierto que si únicamente nos abasteciéramos de estas energías podríamos controlar en cierta parte el calentamiento global debido a que una de sus mayores causas es la emisión de dióxido de
carbono producida por las energías no renovables. A pesar de ello existe un gran inconveniente, y es que actualmente no podemos extraer toda la energía de ellas. Si esto fuese posible habrían sido sustituidas todas las otras energías por la producida por las energías renovables. Aunque no puedan proporcionarnos la energía que necesitamos hoy en día, ¿podrían hacerlo en un futuro?
Vivimos en un mundo innovador
en el que la tecnología y la electricidad son parte de nuestra vida diaria. Nos dirigimos hacia un mundo en el que, poco a poco, acabaremos creando un planeta en el que la electricidad sea más importante que el propio pan.
Desgraciadamente las energías no renovables, aparte de contaminar y contribuir al calentamiento global se agotan; no son ilimitadas por lo que no podemos depender de ellas siempre. Llegará un momento en el que este tipo de energías no podrán abastecernos. Cuando se dé el caso
en el que todos los vehículos funcionen solamente por medio de electricidad, la red eléctrica no podrá administrarnos toda esa energía necesaria.
Por esta razón es necesario
centrarse en cómo reducir el uso
de las energías no renovables, en lugar de en cómo conseguir el abastecimiento completo de energía por parte de las renovables. Está claro que estas podrán ser una solución a largo plazo, pero desgraciadamente no es actual; y quizá cuando lo sea ya sea demasiado tarde.
El calentamiento global empeora por momentos, y al igual que las energías no renovables, el tiempo también tiene un límite.
Por lo tanto, considero que a las energías renovables no hay que darles tanta importancia como se dice que tienen. Habría que centrarse en la investigación de otras posibles soluciones al calentamiento global, como por ejemplo la energía nuclear.
Con esto no quiero decir que haya que dejar de utilizarlas; al contrario: la energía hidráulica y la eólica entre otras siguen siendo no contaminantes para el medio ambiente.
Se trata de centrarnos en ellas
como ayuda para conseguir el objetivo de no producir gases contaminantes, no como solución para un completo abastecimiento de energía.

Cartel del encuentro en Madrid del primer proyecto Erasmus del centro, que versaba sobre energía renovables.