EDITORIAL POR Luis Eduardo Barón
UN ACTO DE AMOR “Sí, violaron la ley, pero no es un delito. Es un acto de amor, es un acto de compromiso con tu familia”, estas palabras fueron pronunciadas por Jeb Bush, el exgobernador de la Florida y para muchos la “salvación” del Partido Republicano en las elecciones de 2016. Bush hablaba en una entrevista para la cadena Fox, conocida por sus posiciones de derecha y sus ataques a temas como el de la inmigración a este país. Y es que Bush describió lo que es, un acto de amor cuando una madre decide cruzar el desierto, el río, o el mar en busca de una oportunidad mejor para sus hijos. Es un acto de amor dejar todo en su país para mandar dinero a sus familias. Nadie puede decir que esto no es un acto de amor, de sacrifico y de grandeza. Los inmigrantes que cruzan la frontera diariamente no lo hacen porque quieren visitar Disneylandia o ir a la playa, lo hacen en busca de mejores oportunidades para sus familias. ¿Valiente? ¿Oportunista? El único pecado de Jeb Bush es el legado de su hermano, pero Jeb es un hombre que siempre ha mostrado su simpatía por la comunidad hispana, defendió la comunidad inmigrante en el estado y entiende a los hispanos, no solo porque habla español o está casado con mexicana, sino porque aprendió a conocerlos. Bush es la opción de centro que tiene el partido, un hombre sereno, carismático, alejado de controversias. Quizás no es el preferido del Tea Party que tiene en Rand Paul, Ted Cruz o el mismo Marco Rubio a candidatos más afines, pero Bush sería la única carta “viable” de un partido que le dio la espalda a la comunidad inmigrante y a otros grupos de los que se olvidó para convertirse en el partido dividido que tenemos hoy en día. La mejor carta de los republicanos 6 MAYO 2014 LA GUIA
podría ser la mayor oportunidad para los nuestros, eso si la derecha lo permite, esa misma que tiene “congelada” la reforma porque tiene miedo que de llevarla a votación en el Congreso se logren los votos para aprobarla, esa misma que cada vez que se discute el tema usa los mismos argumentos como si se tratara de un libreto que hay que repetir mecánicamente, “Hay que asegurar las fronteras”, “Esto es una amnistía”, “Se tienen que poner en la fila primero” y cosas así que cada dos o cuatro años se usan para frenar cualquier intento de solución a un sistema migratorio fallido que ha permitido que 11 millones de personas vivan en las sombras en este país. El libreto está bien aprendido y en el Congreso, en los estados o en cada pueblo o rincón de esta nación, la estrategia es la misma, en cada foro los argumentos son los mismos, amnistía, asegurar la frontera y el discurso se matiza según la audiencia, “subirán tus impuestos”, “los inmigrantes te quitarán el trabajo”, “la deuda del país subirá con la legalización”, “es cuestión de seguridad nacional”, etc. Cada político, cada estratega, usa el mismo mensaje para asustar a los electores que no se dan cuenta que cada dos o cuatro años es igual y van pasando los días, las semanas y los años sin solución alguna, quizás porque hay intereses oscuros que no quieren que exista una.
ramos seguir sin ellas porque se convirtió en una lucha por saber a qué partido irán los votos de una comunidad. Lo cierto es que mientras un partido le siga dando la espalda a la misma, sabremos por lo menos a dónde no irán. Quizás a Jeb Bush sus palabras le cuesten su precandidatura, pero una persona como él se podría convertir en una alternativa interesante para una contienda electoral que está a meses de comenzar y que como se vislumbra no está nada clara para quienes han sido ciegos a los problemas del país. Un acto de amor de un inmigrante legal o no, es sacrificar su vida por los que ama, como lo han hecho millones de mujeres en este país a las que este mes debemos homenajear en el día más hermoso del año, el Día de la Madre. A todas las madres del mundo, a las que me leen y a las que no, un beso grande y el agradecimiento de aquellos que las admiramos y amamos
Lo más triste es que el miedo que han sembrado ha llevado a la ignorancia y 13 años después hay personas que aún piensan que los terroristas del 11 de septiembre eran inmigrantes indocumentados que entraron por la frontera sur, que los inmigrantes somos culpables de todos los males del país y que la mejor solución es su deportación “voluntaria” haciéndoles la vida imposible. Me entristece que el sufrimiento de millones de personas se haya politizado, que las soluciones estén a la mano y prefiwww.revistalaguia.com