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Viviendo un mundo extraño

Cuando ya habíamos comentado aquí, en esta columna, acerca del inminente acuerdo de compraventa por Banco Nacional de México tendremos que decirles hoy con infinita tristeza que se cayó el trato, el posible negocio de compraventa de la institución financiera.

Sí, la gran oportunidad que tuvimos de recuperar el algún día mayor banco mexicano ha desaparecido.

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CITIGROUP anunció que suspende el proceso de venta y hará una oferta pública en 2025 no dejando claro, incluso, si se hará a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) o de la New York Stock Exchange (NYSE) o incluso hasta en NASDAQ.

A través de este espacio comentamos en pasadas colaboraciones el mal negocio que estaba siendo para el grupo bancario neoyorkino la venta de su filial mexicana que durante los 22 años que lo tuvieron perdieron mucho valor empresarial. Aquí comentamos que pagaron por el banco el equivalente en dólares de hoy por 20,000 millones de dólares y hoy recibirían 7,000.

Claro que durante los 22 años hubo dividendos pagados a la casa matriz estadounidense, pero ni de lejos constituyen estos desembolsos patrimoniales los argumentos suficientes como para decir que los norteamericanos tuvieron alguna utilidad en el negocio. Más bien pareciera ser que tuvieron una pérdida importante y ello ocasionaría que, al no haber utilidad fiscal, la operación de compraventa no generará impuesto sobre la renta a cargo del vendedor.

RECURSOS

Eso obviamente le cayó muy mal al gobierno federal que ya estaba pensando disponer de recursos provenientes de ese cobro de impuestos sobre supuestas utilidades que en realidad no se dieron; al estilo del régimen ya “los tenía comprometidos”. De la mano con esto y con una muy desgraciada coincidencia de tiempos (dicen que en política las coincidencias no existen) López Obrador incautó tres tramos de vías férreas en la región que hay entre Cosoleacaque y Coatzacoalcos y sobre la que estaba negociando una indemnización conforme a mercado para, de un manotazo, arrebatársela a Ferromex (propiedad de Germán Larrea que encabezaba el grupo comprador de Banamex) mediante la ocupación de las instalaciones por parte de la Marina Armada de México y la aparente negociación cambió absolutamente de giro. Fue como negociar con el matón dentro de tu casa.

López Obrador necesitaba esos tramos para su faraónica obra del canal interoceánico ferroviario que intenta hacer en el Istmo de Tehuantepec entre Coatzacoalcos y Salina Cruz Oaxaca. Se nota que tiene mucha prisa y que la observancia de la ley no es de sus prioridades en sus acciones de gobierno. Habla inclusive de “golpes de estado” cuando la justicia mexicana no acata sus deseos dictatoriales como legítimos.

INVERSIÓN

En fin, fue una semana MUY mala para México. Estamos en la boca de todo el mundo en un momento decisivo puesto que ahora pudiéramos convertirnos en el gran país receptor de la inversión extranjera (la nueva China que es ya la segunda economía del mundo) que generará empleos de calidad para que los mexicanos podamos vivir mejor.

La conclusión es que en México son más importantes los caprichos personales del gobernante que el respeto a las leyes y eso asusta a los inversionistas globales. Son atentados al estado de derecho y si bien la Suprema Corte de Justicia arreglará el entuerto judicial, que mal está eso de andarle siempre remendándole la plana al presidente.

Hasta aquí mi colaboración de esta semana; pareciera que de nuevo los gobiernos “nacionalistas” nos quieren aislar de las corrientes globalizadoras; Como lo intentó Trump en los Estados Unidos en su momento.

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