Tiempos de A-Sombro | Edición especial Fred Donaldson

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ANNI SCHUFF ® / EDICIÓN ESPECIAL FRED DONALDSON / BUENOS AIRES, AGOSTO 2016 / DISTRIBUCIÓN GRATUITA

VOLVER A JUGAR


Podemos aprender cómo viajar livianos y libres, con una mente tan vacía, un cuerpo tan flexible y un corazón tan abierto como sea posible. Fred Donaldson

Tiempos de A-Sombro en www.annischuff.com.ar/issuu


© MATTEO (6 AÑOS)

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SUMARIO

EDITORIAL

Volver a jugar: un camino hacia la paz

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Presentación y reseña del libro de Fred Donaldson Ph. D.

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El juego: un lenguaje universal Fred Donaldson

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Entre el miedo y el amor Fred Donaldson

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Prevención y resolución del trauma en los niños

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Sistema de Entrenamiento Continuo Integral® (SECI) Presentación del libro de Anni Schuff

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Prácticas lúdicas y creativas, laboratorio de experimentación

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Jugar como chicos: el antídoto para combatir el estrés, el miedo y el enojo (La Nación, julio de 2016)

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Encuentros de juego con niños

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Programa de actividades de Fred Donaldson en Buenos Aires

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¿Puedes vivir en esta sociedad monstruosa con total honestidad sobre ti mismo? Tendrás que preguntarte: ¿qué es la sociedad? ¿Es la sociedad algo distinto de mí o yo soy la sociedad? ¡Yo soy la sociedad! Yo he creado este espanto. Soy parte de él. La sociedad no es algo ajeno a mí. Entonces, no se trata aquí de reformar el círculo externo. Primero pongo mi casa en orden, mi casa, lo profundo en mí, en orden. ¡Y entonces habrá orden allí afuera! Si yo, tú, todos nosotros lo hacemos, habremos entonces creado una nueva sociedad. Jiddu Krishnamurti


VOLVER A JUGAR: UN CAMINO HACIA LA PAZ

La próxima visita de Fred Donaldson a Buenos Aires, del 22 al 31 de agosto, nos inspiró a publicar un número especial de nuestra revista para dar a conocer su propuesta, acompañar este movimiento desde la profunda sintonía con nuestra mirada, e invitarlos a participar. Fred es un referente internacional en el uso del juego como herramienta de aprendizaje y transformación, que fomenta la confianza, el respeto y la armonía tanto en niños como en adultos, y es además consultor en materia de educación. Nuestra iniciativa de invitarlo surge como un aporte a los procesos de paz y reconciliación tan necesarios en estos momentos que vivimos en la Argentina y globalmente, donde prevalecen el miedo, la violencia, la división y la confrontación. Y también para incluir más opciones que nos orienten en el acompañamiento de los niños y en nuestro rol como adultos responsables de su salud y bienestar. El Sistema de Entrenamiento Continuo Integral® propone la observación y la práctica de la atención y la presencia en la vida diaria, habilitando la expansión de la conciencia en el regreso a lo más simple y primario en nosotros. Es una práctica de transformación que requiere constancia, disciplina y compromiso. Dentro de este marco, el juego nos lleva a recuperar frescura, inocencia, creatividad y alegría, y también a reencontrarnos con esa necesidad básica sensible y afectiva que puede expresarse y satisfacerse en el contacto corporal. El juego es aquí esencialmente entendido como un camino hacia la entrega, para darse a la vida, animarse, confiar, ser y hacer. Ir hasta el límite de nuestros anhelos, como dice Fred. Es mi deseo profundo que en este camino de reconocimiento y transformación la paz alcanzada en cada uno sea semilla para ver nacer una nueva humanidad, donde ese estado sea una forma natural de vida para todos. Anni Schuff

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Próximamente en español

Presentación y reseña del libro de Fred Donaldson Ph.D. 1

NOMINADO A UN PREMIO PULITZER

¿Cuál es el patrón que conecta todas las criaturas vivientes? GREGORY BATESON

“El amor que cada ser humano necesita pa ra desarrollarse plenamente es el patrón que conecta toda la vida. Lo asombroso de esta vida supera toda descripción, pero nuestras comprensiones deben expresarse en palabras. Si fuéramos a hacer una lista de nombres para la variedad de manifestaciones de vida, de la menor entre las menores a la mayor entre las mayores, nuestra lista incluiría no sólo diferencias humanas, de raza, nacionalidad, religión, género, edad, educación, ingresos, sino toda clase de formas de vida desde los microbios hasta las ballenas azules, y todas las formas de energía conocidas desde ondas hasta supernovas.

1. Texto tomado de: O. Fred Donaldson, PH.D. Playing by Heart. The Vision and Practice of Belonging. Ciudad del Cabo, 1993, pp. xi-xxix. (N. de la T. Próximamente, el libro aparecerá por primera vez en español, editado por Anni Schuff® en Buenos Aires. Playing by Heart podría traducirse como “jugando desde el corazón” y también “jugando de memoria”, comprendiendo que sólo hay que recordar cómo es, conectar con una sabiduría innata que está en nuestra memoria célular, donde el juego tiene un sentido que en nada se parece a las formas y comprensiones culturales. The Vision and Practice of Belonging, o “la visión y la práctica de pertenecer”, nos invitaría a abrirnos a una visión más amplia y a reconocer que el amor y la pertenencia son derechos vitales que hemos perdido pero que podemos recuperar mediante un entrenamiento consciente.)

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Sabemos intelectualmente que las palabras ponen un límite entre nosotros y la experiencia. Al nombrar nuestras diferencias, fortalecemos nuestra separación. El problema es que vivimos nuestras vidas como si nuestras ideas debieran separarnos y ponernos en conflicto con el resto de la creación. Como dijo Jean-Paul Sartre, ‘Ya se ha encontrado respuesta a todo excepto a cómo vivir’. Este libro presenta una visión y un plan de acción para vivir con sentimientos de seguridad, pertenencia y compasión. En otras palabras, con la materia prima que permite a las personas que vivan en paz en la tierra. Los niños son un verdadero recurso para la paz. Dentro de la infancia hay una forma de ser ampliamente diferente del camino que han tomado los adultos. Después de haber jugado con ellos por treinta y cuatro años, he experimentado que efectivamente los niños son portadores de una promesa de paz, una promesa que provee una opción alternativa al relacionamiento competitivo que hemos conocido. En nuestro esquema de vida basado en la supervivencia, se considera que la autodefensa es normal y necesaria. Bajo este esquema, la guerra, aunque lamentable, es algo que los individuos, los grupos y los países deben librar periódicamente. John Keegan concluye su escrito sobre la historia de las guerras afirmando que durante los últimos cuatro mil años la guerra se ha convertido en un hábito, y agrega que ‘a menos que desaprendamos los hábitos que nos hemos enseñado, no sobreviviremos’. Playing by Heart no es un libro de pautas sobre cómo jugar. Este libro está escrito para el compañero de juego que llevamos

dentro, aquel que recuerda que no todo está dicho cuando creamos las palabras. Como señala Rene Daumal, ‘La puerta a lo invisible debe ser visible’. Playing by Heart no es un libro sobre una línea de investigación predeterminada ni una indagación en la naturaleza del juego de los niños. No examino el desarrollo moral, social y cognitivo a través del juego. No estoy juntando datos. Este libro es un barco de piratas que viene a secuestrarte, así como a mí me secuestraron los niños. O tal vez como una especie de arca que te transportará para que salgas y juegues con el mundo. Nuestra embarcación no conoce lealtades ni límites. Permítete ser llevado así como viene. Su sendero de aventura es el viaje encantador de la mariposa, no el tren a gran velocidad en dirección de algún objetivo. Navega de las aguas profanas hacia mares sagrados. ‘Esto es juego’ es el mensaje del universo a todos nosotros. Es un mensaje de profunda bondad. Jugar es estar irracionalmente loco, es involucrarse en un metapatrón de pertenencia que conecta todas las formas de vida, atravesando las especies y las barreras culturales. El juego originario (original play) es un regalo de la Creación, es nuestro derecho vital natural. De algún modo, el mundo debe abrirse a jugar. Sin embargo, a veces esto parece un sueño imposible. El desafío que enfrentamos es tanto personal como global: jugar con quien sea que está junto a nosotros, sin negar a nadie, no importa cuan joven o cuan viejo sea, o cuan desagradable o diferente, aceptando a todos como compañeros de juego. Nuestra participación en la energía creativa de la vida es necesaria para alcanzar esto. No será sufi-

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ciente si meramente cambiamos la forma en que hacemos las cosas: debemos desarrollar una nuevo tipo de conciencia. La ‘práctica del juego’ significa estar en contacto con las personas y los problemas que se nos presentan en la vida cotidiana mientras sentimos la maravilla de todo, experimentamos el asombro y exploramos sin perder el misterio. Conservamos en cada momento, incluso bajo el enorme peso de la cultura, la posibilidad de elegir cómo nos relacionamos: si podemos ser compañeros de juego amables y actuar con confianza y sin temor en vez de actuar desde el rencor personal, la decepción o la venganza. La elección de reconciliación es nuestra, y la necesidad de jugar entre nosotros es urgente. Este nuevo sentido del juego fertilizará el espíritu humano, y nos impulsará ya no hacia un infantilismo regresivo sino a través del asombro y la reverencia hacia nuevas direcciones de pensamiento, espíritu y acción. Para volver a experimentar esta unidad mente-cuerpo-espíritu, es necesario que soltemos mucho del equipaje que llevamos como adultos. No podemos volver al juego cargando este peso. Playing by Heart está dividio en tres partes: La Parte 1 describe la naturaleza del juego como una fuerza original, creativa y universal. La Parte 2 documenta la ‘adulteración’ del juego en una variedad de formas culturales falsas. La Parte 3 presenta las invitaciones que nos manda la vida para que salgamos a jugar, describe el arte de jugar y comenta las cualidades inherentes del compañero de juego.

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Juega como si la Vida dependiera de ello, ¡pues así es! “Nuestro error fundamental en la comprensión de lo que colectivamente hemos llamado ‘juego’ está en asumir que es una creación de la cultura, y que es una actividad practicada por ciertas personas –como niños y atletas– y en determinados momentos, como en torneos, vacaciones y recreos. Otra mirada es que de ninguna manera el juego es un cuerpo de actividades infantiles, diversiones culturales o actuaciones personales, sino una relación sagrada con la vida que es cualquier cosa menos un invento popular. En el juego nuestra lealtad trasciende los límites de naciones y culturas y religiones: es a la vida misma. El juego toca aquello que es más profundamente vital dentro de un ser con lo que es más profundamente vital dentro de otro. Comparado con el juego auténtico, sus falsas formas culturales –aun siendo muy satisfactorias– son mera decoración o entretenimiento. Jugar es simplemente la forma correcta de crear la vida. En su sentido más elevado, el juego es la bondad hecha carne. Convertirse en un auténtico jugador es un proceso demandante. Hay tiempos en que parece imposible ser un jugador así en la tierra. El viaje se basa en el reentrenamiento, la práctica sostenida y el compromiso en la búsqueda de un misterio, que es a veces fuente de inmensa alegría y a veces un camino lleno de dudas.”


El juego: un lenguaje universal Por Fred Donaldson Ph.D. El aprendizaje sucede por la forma en que vivimos y no porque alguien nos enseñe.

Patrones universales Como científico, comencé a investigar y buscar patrones en el juego con los niños. Y enseguida aparecieron tres: • los niños pueden invitarte a jugar usando sus ojos; • hay etapas y patrones en relación con su manera de tocar, el toque no es aleatorio en el juego; • no hay competencia en su juego (no hay culpa, venganza ni agresión). Sólo adoptando la postura del gateo, sin decir una palabra, y poniéndome a jugar, todos los niños muestran el mismo patrón. Los niños en general, los niños de la calle, los niños autistas, los esquizofrénicos, los pandilleros, todos juegan exactamente de la misma manera. ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo saben? No podía entender cómo esto era posible. Y, luego, pensé: si todos estos niños comprenden lo mismo, ¿sería entonces posible que lo que ellos comprenden abarque aún más que ellos? Si esto fuera así, necesito jugar con animales y averiguar

si ellos saben lo mismo. Pero no conocía nada acerca de los animales, no eran algo especial en mi vida. Empecé visitando una reserva de lobos. Jugué con ellos durante diez años, y descubrí que lo hacen igual que los niños. Estaba impresionado de ver cómo el patrón se iba ampliando. Después jugué con delfines salvajes en Australia. Y eran los mismos patrones. Cuando volví a los Estados Unidos, fui a las montañas en Montana buscando con quiénes jugar, pero no personas: jugué con ciervos, alces, bisontes, osos. Todos ellos también lo hacen de la misma manera: la misma forma de usar sus ojos, las mismas etapas en el toque, el mismo comportamiento no competitivo. Y ahí fue que se me ocurrió que lo que los niños me estaban enseñando no es el juego cultural, es decir, no es el juego que los adultos enseñan a los niños para reproducir la cultura. Es lo que yo llamé Original Play, o Juego Originario, porque es un regalo de la creación. Imaginemos entonces que la Vida nos dio un don que nos habilita a tocar de una manera que es uniforme

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y universal en todas sus expresiones. Y ese toque comunica amor, confianza y un sentido de pertenencia. Todas las categorías de la vida desaparecen, y no me refiero sólo las humanas sino las de la especie. Lo que sucede entonces es que cuando alguien me ve jugando con un león, desde afuera parece que Fred y el león están jugando, pero desde adentro eso no es real. Desde adentro, el juego es entre dos caras de la Creación: a una la llamamos “león” y a la otra “Fred”, pero son sólo nombres. Así los niños se hicieron mentores de un arte físico que toma ideas, como la paz, y las convierte en realidades prácticas cotidianas.

Juego es cuando no sabemos que somos diferentes entre nosotros. NIÑO DE 5 AÑOS

El niño entero Al reflexionar sobre la frase: “Hace falta una comunidad entera para criar un niño”, entiendo según mi experiencia y aprendizaje con los niños que puedo dar vuelta la frase, así: “Hace falta un niño entero para criar una comunidad”. Un niño entero es aquel que puede relacionarse con el mundo (sea en el colegio, en la familia, en casa, en la calle, en una comunidad) de tal manera que se sienta amado y seguro. Necesitamos que cada niño en el planeta sienta que los adultos están irracionalmente locos por ellos. Si realmente queremos un cambio, si estamos hablando de un nuevo tipo de ser humano, ¡los adultos no pueden hacerlo! Seguimos viviendo los mismos valores y el mismo comportamiento competitivo que vivían nuestros padres. Lo que los niños me enseñan es que esto es una manera completamente diferente, no sólo de pensar sino de actuar.

Los niños enseñarán con su presencia exactamente las lecciones que necesitamos aprender. Hay un nuevo rol que debemos asumir los adultos, que no es el rol del adulto que enseña. Dejemos que un niño de cuatro años nos enseñe. ¿Qué puede enseñar sobre el amor y la confianza? Bueno, ¡dejemos que lo hagan! Tenemos la oportunidad de reconocer que no sabemos nada: los niños nos enseñarán todo lo que haya que saber. Y estaremos vacíos, como una hoja en blanco. Vamos a confiar que ellos tienen algo valioso.

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Entre el miedo y el amor Por Fred Donaldson Ph.D. On and on the rain will fall... like tears from a star... like tears from a star... On and on the rain will say, how fragile we are... how fragile we are. “FRAGILE”, STING

Aprendemos desde niños que ante un enfrentamiento tenemos sólo tres opciones: ser agresivos y pelear, huir o convertirnos en víctimas. Éstas no son muy buenas opciones. Original Play crea, ante una crisis, un rango infinito de opciones posibles. Es saliendo del conflicto donde encontrarás opciones que nunca te vendrán dentro del conflicto. Ese rango de opciones es un me canismo y proceso cotidiano en Original Play. Trabajo con pandillas en la ciudad de Nueva York, en Los Ángeles y en Singapur. Al principio, estos jóvenes, tanto varones como mujeres, piensan: “Yo no quiero jugar. Jugar es para niños.” Pero después hablamos sobre lo que es la fuerza y les empiezo a mostrar y a hacerles sentir físicamente la diferencia entre un toque competitivo y un toque amoroso, percibir qué sucede en su propio cuerpo en uno y otro caso, registrar las tensiones y otras sensaciones que surgen. En una ocasión, me pidieron que fuera a la oficina de una psicopedagoga en una escuela de Los Ángeles. Me contó que ha-

bía ocho pandilleros de trece años en la escuela, y que nunca iban a clase. No me importa lo que hagas, me dijo, ¡sólo ven y haz algo! Me llevó a la oficina donde estaban sentados los chicos, entré y puse en el piso fotos mías jugando con lobos. Los chicos se acercaron, curiosos. —¡Ese eres tú jugando con los perros! —No son perros, son lobos —les respondí. —Noooo, ¡los lobos te comen! Me quedé entonces esperando que me hicieran una pregunta muy específica, y uno de ellos dijo: —¿Cómo haces eso? “¡Lo tengo!”, pensé, entusiasmado, y lo invité a acompañarme afuera al jardín, junto con los demás chicos. Me arrodillé sobre el pasto y comencé a gatear hacia ellos. Uno por uno, se me acercaron y me saltaron encima. Después de ese día, durante diez semanas fui cada viernes a jugar con ellos por tres horas. En la segunda semana, la psicopedagoga me llamó y me dijo que quería hablarme sobre José. Me dijo que José dejó

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de ir a su oficina y estaba preocupada de que hubiera vuelto a las calles. Así que lo llamó. —José ¿dónde estás? —le preguntó. —¡Estoy en clase! —respondió José. —¿Qué estás haciendo ahí? ¡No has estado ahí por nueve meses! —retrucó ella. —Bueno —continuó José—, escuché lo que dijo Fred sobre los lobos, y jugando con él me di cuenta de que no necesitaba competir con mis maestros. Así que ahora se quedó en clase. Yo nunca le dije que volviera a clase. No iba a tomar eso de mí. Dos semanas más tarde estábamos jugando y me preguntó: —Fred, ¿por qué estamos haciendo esto? ¿Qué quieres de mí? ¿Quieres que me retire de la pandilla? ¿Quieres que deje mi pistola? ¿Entiendes mi vida…? —Por supuesto que no entiendo tu vida —respondí—, y no te estoy pidiendo que bajes tu arma ni que dejes la pandilla. —¿Qué, entonces? ¿Qué quieres? —Bueno, cuando caminas por tu barrio y algo te asusta, ¿qué haces?— Llevó una mano hacia la parte de atrás de su cuerpo, luego la levantó e hizo un gesto de disparar. —Bueno, ¿y qué haces después? —le pregunté. Y, otra vez, el mismo gesto. —¿Y después…? —pregunté varias veces más, y él respondió siempre igual. —Bueno, suponte que cuando disparas le disparas a un niño de cuatro años —le dije. Su reacción fue una encojida de hombros. No significa nada para él. —Ok, José —le dije—, te diré por qué hacemos esto. Esto es para que estés más seguro en la calle. —Bueno, ¿cómo? —preguntó algo impaciente. —Bueno, tú sabes lo que haces cuando

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caminas por la calle y sientes miedo —le dije. Y volvió a hacer ese movimiento reflejo, llevando su mano hacia atrás. —Ahora no vas a hacer eso —continué—. Mírame, esto es lo que harás. Allí, parado frente a él y firme en mis caderas, flexioné apenas mis rodillas como para bajar unos cinco milímetros, un movimiento casi imperceptible. Todo mi cuerpo se relajó y cedió en altura, se soltó. Le propuse reemplazar un reflejo por otro: en vez de llevar su mano hacia atrás, relajarse y bajar unos milímetros. —Ah, ok, lo entendí —me dijo muy suelto, luego de observarme atentamente. Cuando nos encontramos un par de semanas más tarde, estaba eufórico. —¡Fred, lo hice, lo hice! —exclamó. —¡¿Qué?! ¡¿Qué hiciste?! —le pregunté. —La dejé —dijo, mientras hizo un gesto de soltar el arma. Trece años. Esa es la edad de José. Todos en su familia llevan una pistola. Todos en la calle llevan una pistola. Y él la dejó. No porque yo le dije que la dejara, sino porque sintió la diferencia entre la fuerza de la agresión y la del corazón. Se sintió más fuerte en su corazón que sosteniendo su arma. En la décima semana, cuando llegué al colegio, me encontré con que la psicopedagoga estaba llorando. —¿Qué pasa? —le pregunté. —José ya no está aquí, se fue —me dijo. Y luego me contó que la semana anterior la madre de José, que era madre soltera, se había vuelto a casar. Su nuevo marido le dio a elegir entre él y José. Y ella eligió al marido. Entonces José tuvo que ir a un hogar adoptivo. Si uno era parte de la vida de José antes del orfanato, no podía ser


podía agarrar un arma, pero sabía que no tiene que levantar un arma. Tiene una opción incluso en el mundo violento en el que vive. De esto es de lo que trata Original Play. Se trata de poder elegir, en cualquier mundo en el que vivamos, tomar una decisión sin importar lo difícil que pueda ser. Y es la decisión de amar en vez de temer. Esta opción que tenemos es muy poderosa y absolutamente maravillosa.

© HERNÁN G. ROJAS

parte de su vida después del orfanato. Así es que un día estaba en el colegio y al día siguiente había desaparecido. La psicopedagoga no tenía idea de dónde estaba. Y por supuesto que yo tampoco. —Fred, ¿por qué haces esto? —dijo ella en su enojo y frustración—. Sabes lo que el sistema hace a estos chicos... Le dije que sabía todo sobre eso. Pero también sabía ahora que José era conciente de que tenía una opción. Todavía

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Prevención y resolución del trauma en los niños El trauma es quizás la causa de sufrimiento humano más evitada, menospreciada, negada, incomprendida y sin tratar. PETER LEVINE

Levine ha trabajado en el campo del estrés y el trauma durante cuarenta años. A partir de su experiencia en biofísica médica, psicofisiología y psicología, con teorías innovadoras que provienen de la observación del comportamiento instintivo de los animales salvajes en sus ámbitos naturales, desarrolló el sistema de trabajo sobre trauma llamado Experiencia Somática®. El aporte de Peter Levine reside en trabajar el trauma no desde un abordaje psicológico emocional, es decir, haciendo foco en el suceso externo que ha causado el impacto, sino directamente en las memorias que quedan grabadas fisiológicamente en nuestro cuerpo, allí donde reside el trauma: en el sistema nervioso mismo. Propone así un acompañamiento para que el cuerpo de la persona herida encuentre su propio camino de autorregulación en la descarga de la tensión acumulada y retenida. Es un proceso lento y gradual hacia la recuperación, la resiliencia1, el equilibrio y la integridad de la energía vital en las personas.

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El trauma sucede cuando cualquier experiencia nos abruma de manera completamente imprevista; nos deja alterados y desconectados de nuestro cuerpo. Todo mecanismo posible de respuesta activa se debilita y nos sentimos completamente indefensos y sin esperanza. El trauma es la antítesis del empoderamiento. Se produce cuando la persona siente carecer de capacidad de defensa o salida ante situaciones abrumadoras, no reconoce recursos en sí mismo o no sabe cómo usarlos. La vulnerabilidad ante la posible traumatización difiere de persona a persona. Esto depende de distintos factores, entre ellos la edad, la presencia de impactos traumáticos anteriores, la capacidad de resiliencia, la ausencia de un contacto social amoroso y contenedor. La lesión que produce un impacto traumático no puede evaluarse externamente, ya que es el resultado de una íntima relación entre el hecho y la persona que lo vive.

1. La resiliencia puede explicarse como plasticidad fisiológica, psíquica y emocional. Es la capacidad de recomponerse y recuperar el estado de equilibrio ante situaciones desestabilizadoras, reconociendo y utilizando los propios recursos. Una persona resiliente no sólo se sobrepone a la adversidad, sino que sale fortalecida de ella. Reconoce en cada experiencia una posibilidad de aprendizaje, lo que significa también la ampliación de sus recursos para hacer frente a nuevas situaciones.


El mundo adulto no ha aprendido por lo general a reconocer el impacto traumático en los niños y, no sólo eso, sino que muchas veces lo juzga y lo condena. Es así que los niños guardan y esconden sus sensaciones, por miedo, vergüenza o culpa, y cargan estas lesiones hacia la adultez, reviviendo repetidamente aquellas vivencias originales ante estímulos que en apariencia reproducen ese peligro. Esto es así sin importar los años que hayan transcurrido. Incluso, ya la ciencia afirma que esas lesiones emocionales no resueltas se transmiten genéticamente, viajando a través de las generaciones. Esto significa que muchas de las sensaciones traumáticas que vivenciamos pueden no ser nuestras, sino somatizaciones heredadas. En la raíz de una reacción traumática se encuentra nuestra herencia como seres humanos de doscientos ochenta millones de años, una herencia que reside en las estructuras más antiguas y profundas del cerebro conocido como cerebro reptil. Dado que no hay tiempo para pensar cuando nos enfrentamos a una amenaza, nuestras respuestas inmediatas son instintivas.2 Por lo tanto, la función primaria de nuestro cerebro es la supervivencia. Ante la sensación de peligro, el cuerpo activa una serie de reacciones físico-químicas con este fin, entre las que se encuentran las palpitaciones, palidez, cambios en la respiración y

2. Nuestros cerebros (instintivo, emocional, mental) captan y procesan la información de diferente manera y a distinta velocidad. Recibimos el impacto de un estímulo mucho antes de que la mente llegue a registrarlo, procesarlo o comprenderlo. En otras palabras, nuestra respuesta a ese estímulo ya está condicionada por una información previa y en general inconsciente.

salivación, en los ojos y las secreciones hormonales, alteración en las fibras musculares, colapso total o parcial del sistema nervioso, entre otras. Son todas manifestaciones que nos preparan para una de tres reacciones posibles: luchar, huir o congelarnos. Compartimos este sistema de defensa con los animales, pero ellos sí pueden autoregularse y sobreponerse sin secuelas emocionales, ya que no tienen mecanismos que inhiben ese proceso, como sucede con los seres humanos. Es fundamental comprender que la sensación de peligro es personal y no puede ser interpretada ni evaluada en su magnitud por otro. En un niño, una mirada puede vivirse como amenaza, puede sentirse atrapado en un inofensivo juego (aunque no exista un peligro “real”), o es posible que una palabra o gesto de alguno de sus padres signifique una sentencia para toda su vida. El trauma en los niños y el acompañamiento de los adultos En el libro El trauma visto por los niños 3, que Levine escribe junto con Maggie Kline, se hace especial hincapié en la prevención del trauma en los niños y en la necesidad de una disposición y responsabilidad especial por parte de los adultos (padres, educadores, profesionales de la salud) a la hora acompañarlos en su crecimiento, atentos a sus reacciones frente a situaciones potencialmente traumáticas, y observando a diario si presentan alguna manifestación o comportamiento retraído o

3. Barcelona: Eleftheria, 2016. (Título original: Trauma Through a Child’s Eyes: Awakening the Ordinary Miracle of Healing. 2006)

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diferente de lo habitual. En este sentido, los autores advierten que la primera tarea del adulto es prestarle atención a su propio estado emocional, dado que solamente en la presencia tranquila, competente y reconfortante del adulto el niño encontrará el espacio para resolver sus tensiones. Todos hemos vivido en la niñez situaciones que han dejado impactos traumáticos, sin que nuestros mayores percibieran las secuelas que han quedado en nosotros, por desestimar la posible gravedad suponiendo que “no pasó nada” ante la aparente integridad física, o creyendo que el niño exagera en su reacción. De hecho, el trauma de desarrollo o trauma infantil es mucho más común de lo que se cree. Resulta de crecer en un contexto de inestabilidad, violencia, peligro, maltrato, imprevisibilidad, abandono y/o negligencia permanentes. Los bebés prenatales, los recién nacidos y los niños muy pequeños son los que corren mayor riesgo de sufrir estrés y trauma debido al desarrollo incipiente de sus sistemas nervioso, motor y perceptual. Cuanto más pequeño es el niño, menos recursos tiene para protegerse. Por ejemplo, un niño de cinco años es incapaz de escaparse o luchar contra un perro violento, mientras que los bebés son incluso incapaces de abrigarse ante la sensación de frío. Por estas razones, en la prevención del trauma es de suma importancia la protección de los adultos respetuosos que perciben y satisfacen las necesidades de los niños en cuanto a seguridad, calor, tranquilidad y amor. El juego: un camino hacia la paz Uno de los recursos posibles para reconocer y trabajar el trauma en los niños es el

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juego. Ellos tienen la capacidad de representar sus emociones no verbalizadas si pueden ponerlas afuera de ellos mismos (en un personaje imaginario o superhéroe, por ejemplo) o cuando sienten que sus emociones son aceptadas y compartidas por un adulto. Es decir que si un adulto reconoce naturalmente que él mismo siente miedo, enojo, soledad, tristeza, el niño se permite sentir y expresar emociones similares. Mediante el contacto corporal, la fantasía y una contención amorosa donde el niño se sienta seguro, es posible acompañarlo a descargar las tensiones acumuladas y a descubrir además las causas de origen. Esto amplía la capacidad preventiva en los padres para cuidarlos ante posibles sucesos “externos” o ajenos, y también observar el modo en que se relacionan afectivamente con sus hijos. Muchas veces son los mismos padres o educadores, sin saberlo, la causa de lesiones traumáticas en sus niños. Más aún, los niños reflejan en los adultos cercanos sus propias lesiones traumáticas no miradas. Nuestros pequeños son dependientes de nosotros en cuanto a seguridad y protección durante mucho más tiempo que las crías de otras especies. Los niños necesitan la seguridad de un cuidador para recuperarse. Los traumas de desarrollo se dan a una edad donde los niños no pueden comprender ni significar adecuadamente las situaciones que les toca vivir, aunque sean naturales. El niño no tiene condiciones para comprender los sucesos del mundo adulto, por lo que proyecta en una situación significados que quedan asociados a esa sensación y a los sentimientos que produce. Más adelante, ya adulto, repite con sus vínculos significativos, y ante situaciones que activan los viejos sentimientos


los adultos, aunque lo procesan de manera diferente, mediante los lenguajes que más conocen: el cuerpo, la fantasía, el juego, el arte. Esta nueva paz conquistada se reproduce además por irradiación en todos los ámbitos de relación. © MATTEO (6 AÑOS)

y sensaciones, mecanismos de carencia y necesidad que no supo ni pudo expresar en su momento. El otro, por su propia historia, aparece como espejo creando contextos que lo invitan –por no decir obligan– a revisar lo que trae. El poder procesarlo e integrarlo lo fortalece y lo habilita a hacerse responsable de su propia historia y destino. Así puede mirar verdaderamente al otro sin proyectarle lo propio. Todas las personas cargamos con secuelas de este tipo, aunque hay grados de intensidad en las experiencias vividas y también en la posibilidad de adaptarse creativamente y sobreponerse, según las características de cada uno. Estas y otras cargas pueden liberarse del cuerpo de manera tal que la persona ya no quede condicionada por ellas, y sea capaz de resignificar los sucesos presentes y pasados y sus impactos, incluso cuando sean de gran intensidad. Los niños también pueden hacerlo, con el acompañamiento de

Aprender el lenguaje de los niños Ejemplos prácticos y recursos Hay propuestas muy simples que se pueden usar con niños para que encuentren un cauce de expresión de sus sentimientos y necesidades básicas, mientras también desarrollan recursos para aprender a satisfacerlas. La contención y el contacto afectivo son fundamentales para los niños en todo momento. A veces es sólo desde la plena presencia de un adulto que está atento a ellos, o la posibilidad de permanecer en entornos que le transmitan seguridad y pertenencia. Caro Scotti1, especializada en artes visuales y escénicas y coordinadora de actividades lúdicas y creativas con niños y adultos, comparte algunos ejemplos.

1. Caro Scotti conduce los Talleres de Prácticas Lúdicas y Creativas dentro del programa del Entrenamiento Continuo Integral® con Anni Schuff, codirige el Taller de Arte y Escenografía para niños y adultos junto a Marianela Fasce (Facebook/Taller de Arte y Escenografía) y facilita otras actividades expresivas y creativas con niños.

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Pili, una niña de siete años se cayó en el taller de plástica. Lloraba angustiada, le dolía la pierna y el raspón. Con temor por lo ocurrido, apretaba fuerte lo ojos.ʙ Entonces se me ocurrió decirle que me abrace fuerte, tan fuerte como le dolía. Al principio le costó, pero le dije que estaba bien, que no me hacía mal. Cuando logró apretarme con fuerza, abrió lo ojos y con un gran suspiro se calmó y volvió a sonreir.ʙ Entonces le pregunté: “Estabas contenta de llegar al taller, y en el entusiasmo corriste y te caíste?” Y Pili me contestó que sí.

© TALLER DE ARTE Y ESCENOGRAFÍA

Joaquín, también de siete años, siempre se lamentaba de que todo lo de él era lo más feo. En los talleres, tenemos siempre el cuidado de cómo presentar el juego para que no se sientan diferencias entre los niños. Así y todo, él siempre sentía que para él era lo peor. Un día le tocó ser protagonista con su propuesta y a partir de ahí dejó de decir que lo de él era lo más feo. Estaba chocho: ‘¡Qué bien que me quedó!’, decía. Tal vez sólo necesitaba un lugar propio, por un instante solamente para él. Después me enteré por la mamá de que tenía además de Joaquín una nena de dos años, que demandaba mucha atención. El niño puede interpretar la falta de atención hacia él como desvalor e incluso desamor. Además, eso que sentía se expresaba corporalmente como mucha ansiedad, necesidad de moverse y pararse a cada rato. Un día me senté a su lado y le pedí que me diera la mano. Le dije que cada vez que sintiera ganas de pararse me la apretara. Lo hizo varias veces así, hasta que dejó de hacerlo y se tranquilizó. Además, la propuesta lo invitaba a estar atento a su necesidad de pararse y no que se produjera impulsivamente. De nada serviría decirle al niño “quedate quieto”, porque lo que su cuerpo o actitud están expresando tiene que ver con otra cosa, algo que lo desborda y necesita sacar para afuera de alguna manera.

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las fuentes, conceptos y herramientas, el hombre y el cosmos, resonancia y principios universales, la naturaleza del ser humano, la fisiología del sistema nervioso, la mente, su lenguaje y niveles de funcionamiento. También, la fuerza de los hábitos, la atención dividida, identificación, patrones de pensamiento y comportamiento instalados, la herencia sistémica, son algunas de las temáticas que se desarrollan, donde los contenidos se exponen de manera clara y sencilla. Sigue un anexo con explicaciones de conceptos clave desde esta mirada y un segundo anexo con la reseña biográfica de referentes de distintos ámbitos que han influenciado y marcado el proceso de Anni Schuff en su propio trabajo personal y, desde allí, en la práctica que propone. Sistema de Entrenamiento Continuo Integral® (SECI), Una práctica de transformación. Buenos Aires: Anni Schuff®, 2016. 96 pp. Ilustrado. Lanzamiento: agosto de 2016 Concebido como material de estudio y prác tica, el libro es el resultado de un largo y profundo proceso de experimentación y asimilación de la autora, que hoy le permite plasmar esta sistematización conceptual a partir de su propia síntesis. Está basada en los hechos y en el reconocimiento de los alcances de asumir el compromiso sostenido de esta práctica. Es un camino para transitar en conciencia en la vida y las relaciones cotidianas. El libro cuenta con tres partes: el desarrollo troncal de presentación del Sistema,

Los sucesos difíciles que hemos vivido no son posibles de modificar. Pero sí podemos tomar responsabilidad sobre lo que quedó en nosotros de esos hechos, sean memorias corporales o emocionales, y transformarlo. Dejamos así de ser víctimas de nuestra historia y tomamos las riendas de nuestro propio destino.

SARA ESTÍMULOS AUDITIVOS

ESTÍMULOS VISUALES

RECEPTORES TÁCTILES

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Prácticas lúdicas y creativas Laboratorio de experimentación La práctica lúdica y creativa es un espacio dentro del programa del Sistema de Entrenamiento Continuo Integral®. Su sentido es despertar el potencial creativo individual y colectivamente, a la vez que revelar en forma espontánea los patrones de comportamiento, participación y relación interpersonal. El juego y el ejercicio de estimular la imaginación generan una variedad de experiencias que pueden transformarse y transformarnos –interna y externamente– al incluir nuevas opciones, formas o conceptos que se manifiestan durante las prácticas. En este sentido, este entrenamiento también promueve la apertura a soluciones originales en todos los ámbitos de la vida, y el reconocimiento del propio proceso creativo y sus alcances. El juego nos transforma al invitarnos a desplegar nuestra naturaleza y a explorar, nos pone en acción, nos abre a experimentar. Es una danza que nos va llevando hacia nosotros mismos en un diálogo permanente con el otro y con el entorno. Aquí la propuesta de juego es de expresión y conciencia corporal, de entrenamiento de la atención y la presencia. Es recuperar el juego del niño en su primera etapa de vida, el juego primal, cuando no especula ni compite, sólo experimenta y se relaciona afectivamente. De hecho, es desde allí que el niño construye su sentido de identidad. Y es allí donde queremos regresar, a lo esencial. El juego es una posibilidad de descubrimiento que todos tenemos. Es una forma

de entrar en contacto con el cuerpo y con lo que allí hay como información. Éste es el sentido de una práctica como ésta. A los adultos, alejados muchas veces de nosotros mismos por la rutina, nos lleva a un contacto esencial mágico o sagrado. Nos provee de mucha calma y bienestar al estar presentes y atentos a nuestros sentidos y cerca de nuestras sensaciones. Como la práctica habilita en cada uno de nosotros un nivel de contacto más profundo, podemos permitirnos jugar roles que no tomaríamos normalmente, probar nuestros límites. Además, como en este juego no hay riesgo, también entrenamos la confianza en nosotros mismos y en nuestros pares, mientras compartimos esa experiencia. Jugar así nos renueva.

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© SISTEMA DE ENTRENAMIENTO CONTINUO INTEGRAL

En esta entrega, nos permitimos sentir algo que no guarda relación con lo pensado o transitado hasta ahora. Eso nuevo se hace disponible a través de la vivencia.

demás. Abre puertas a la transformación, el respeto, la integración y la paz, a la valorización de lo sencillo y a reconocer que todo puede ser más simple.

¿Cómo [un movimiento] puede ser creativo y volverse creativo? Porque se aparta de pensamientos anteriores que ya habían fijado una dirección. Este reconocer mira, sin la carga de todo lo previo, a algo desconocido que se despliega ante él sin tener una intención determinada.

¿Acaso la vida no es un juego?

BERT HELLINGER

Es así como este juego es creativo, porque habilita espacios nuevos en nosotros, y también porque es una fuente de recursos que después nos llevamos a la vida para reproducir en nuevos contextos de manera creativa. Es, en realidad, cultivar una actitud y un estado de conciencia desde donde es posible expresarse y relacionarse de manera genuina, en formas que nos reconcilian con nosotros mismos y con los

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Ponerse en juego. Ponerse al juego. Ponerse a la experiencia y en acción. La vida misma propone un juego a cada instante, y nos invita a participar creativamente. Son oportunidades de descubrir de qué somos capaces para construir la vida que queremos para nosotros y para nuestra sociedad. Cuando ponemos el cuerpo a la experiencia, se ponen más partes nuestras en juego, y aparecen los impulsos, las sensaciones, emociones, pensamientos, incomodidades... El juego se transforma así en un terreno de reconocimiento y aprendizaje, y en un viaje a un estado de presencia pleno, abierto a las sensaciones de gracia y de disfrute, de contacto sin palabras ni significados. Se vuelve puente a otro estado posible en nosotros.


El juego en el Sistema de Entrenamiento En las Prácticas Lúdicas y Creativas dentro del marco del Entrenamiento empiezan a notarse los movimientos tanto grupal como individualmente. Los grupos en sí van conformando su propia característica y a algunos les cuesta más que a otros entregarse a esta actividad. Los adultos en general hemos perdido el contacto con el juego, sobre todo con el juego por el juego mismo, en paridad, para expresar, compartir, reír y disfrutar. En ciertas personas es particularmente incómodo o difícil por sus propias historias. En el transcurso de las prácticas se van aflojando y se entregan más a la actividad, permitiéndose también disfrutarla con los demás. En algunos es más visible el cambio, cuando se llevan esta herramienta a sus casas y se dan el espacio para integrarlas a su vida, o cuando llegan a reconectar más rápidamente un lugar interno que les permite integrar esta propuesta. Una mujer, por ejemplo, fue cambiando su postura y expresión después de unos meses de práctica, y una nueva confianza y alegría se reflejan ya en su actitud. Otro de los participantes empezó a tocar un instrumento que había dejado de lado hace muchos años, y su cotidiano se hizo más alegre, con más disfrute, al conectar en un momento del día con esa actividad. También se lo ve diferente en las prácticas: está más abierto, se divierte y ya no se lo ve introvertido o con temor a abrirse a algo desconocido. Claro que esta actividad se integra con otras prácticas que se hacen en los grupos de trabajo, que van de la mano y abren nuevas posibilidades. En la base todo se remonta a la infancia, cuando construimos nuestro sentido de identidad, nuestros sistemas de creencias y nuestra forma de ver y relacionarnos con el mundo. Por eso el juego es tan poderoso: nos lleva directo al espacio infantil, donde es todavía una expresión tan genuina y natural. Conectar con el juego es conectar con el niño, y con la posibilidad de sanar. Los niños son la puerta a lo invisible. Encontrarnos con el propio niño nos lleva a lugares que son invisibles para nosotros, pero que están. Y nos esperan.

El espacio de Prácticas Lúdicas y Creativas está a cargo de Caro Scotti (ver nota al pie p. 17). Anni Schuff es terapeuta sistémica y creadora del Sistema de Entrenamiento Continuo Integral®. Dirige grupos de entrenamiento para la implementación de su sistema y promueve el desarrollo de actividades sociales, educativas y culturales que incorporen el sentido del trabajo propuesto. Es docente de la Formación en Constelaciones Familiares en el Centro Latinoamericano de Constelaciones Familiares (CLCF) y organizadora y tutora en la Formación en Constelaciones Familiares y Sistémicas en su sede, en la Ciudad de Buenos Aires. Está formada y certificada en Antigimnasia® con Thérèse Bertherat, y es profesional de Biomecánica Aplicada al Movimiento (BAM) desde 2014. Tiene la Maestría en Terapia del Trauma Social, certificada por ACST International (Anngwyn St. Just), y está en formación en Experiencia Somática® (terapia somática del trauma) de la Foundation for Human Enrichement (Peter Levine).

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Jugar como chicos: el antídoto para combatir el estrés, el miedo y el enojo En diálogo con LA NACION, el californiano Fred Donaldson propone recuperar los espacios lúdicos en la vida diaria; dice que el aburrimiento no existe y sugiere tener días de “no-tecnología”; presentará su método, Original Play, en agosto en Buenos Aires

Algunas palabras, según las perspectiva de quien las mire o utilice, adquieren significados muy distintos aunque el contexto o la realidad que tengan enfrente sean exactamente los mismos. Pero cuando se trata del verbo “jugar”, en el mundo de Fred Donaldson la ambigüedad pierde fuerza y se diluye enseguida. Para este californiano, de casi 30 años de experiencia en el tema, hablar del juego como un espacio exclusivo de los chicos y como un mero recuerdo de la infancia de los grandes (que evocan cuando ofician de padres, hermanos o tíos), no tiene cabida. Y así lo deja traslucir, casi a modo de cruzada, apenas expone los beneficios que trae recuperarlo en el día a día, más allá de la edad y los problemas que aparezcan en el camino. ¿Cómo y con qué frecuencia es recomendable fomentar el juego en los niños? Como Original Play beneficia el desarrollo cognitivo y también social de los niños, fomento la práctica diaria del juego. Esto es válido tanto para las familias como para las escuelas. Aquí no hay competencia. Eso significa que no hay ganadores ni perdedores, no hay culpables ni errores, y no hay venganza. Los períodos de juego no tienen que ser prolongados, pero deben ser seguros para todos los participantes. Dentro de la propuesta y a la hora de impulsar la creatividad, ¿se puede considerar al aburrimiento como un aliado?

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No imagino el aburrimiento en los niños, y tampoco en los adultos. Siempre hay un mundo más para explorar. Lo que supongo es que los niños aburridos son el reflejo de adultos que están aburridos o que aburren. El aburrimiento es con frecuencia un tema de adicción a la excitación. Actualmente es muy común que los chicos sientan que es responsabilidad de los adultos entretenerlos. Cuando esto sucede, los niños pierden su sentido de autoestima y creatividad. ¿Qué lugar ocupa aquí la tecnología, cuyo uso resulta tan difícil de limitar? En primer lugar, es importante comprender que Original Play es un proceso de dar y


recibir amor, no una actividad o juego cultural, y tampoco un entretenimiento. Una forma de atraer a los niños es que los adultos dejen de lado sus juguetes tecnológicos y enfoquen su atención en dar y recibir amor con los niños. Los niños no crean la tecnología que les dan los adultos. Las familias pueden tener días de no-tecnología en los que nadie en la familia puede usar dispositivos tecnológicos, y deben compartir, conversar y estar en contacto corporal durante todo el día. ¿En qué medida es importante que los adultos también recuperen el poder de jugar? ¿Qué provecho puede sacarle a ésto en su vida diaria? Los principios del método (confianza, quietud, contacto, pertenencia y amor) pueden efectivamente aplicarse a nuestro mundo adulto. En el mundo empresarial, de la educación y el cuidado de la salud, por ejemplo, la competencia cuesta caro. Cuanto

más un empleado compite en su trabajo, más usa su energía para defensa propia. Y cuanto más energía se use para eso, menos le quedará disponible para la creatividad. Así que la pregunta es si como director ejecutivo quieres pagar a tus empleados para que sean creativos o para que estén estresados. Como dice el biólogo Lipton: «La sencilla verdad es que cuando estás asustado, te atontás más». De hecho, una respuesta de defensa propia permanente inhibe la creación de energía vital. Como padre, abuelo y maestro descubrí que es muy importante crear vínculos de confianza, compasión y creatividad en mi familia y también en el aula.

Encuentros de juego con niños Dentro del marco de las actividades de Fred Donaldson durante su visita en Buenos Aires, realizará algunos encuentros de juego con niños: en Los Luceros, un centro educativo comunitario en Benavídez, y en Fundación Más Humanidad, de la Familia Conin (Cooperadora para la Nutrición Infantil), en Tigre. Fundación Más Humanidad, de Familia Conin, trabaja en la recuperación y prevención de la desnutrición en niños de cero a cinco años. Los ejes de su metodología de trabajo con este fin son la educación, la asistencia y la investigación (www.conin.org.ar). En el Centro Los Luceros funciona un jardín de infantes por la mañana, con niños desde el año y medio hasta los cuatro años de edad. Por las tardes van niños que asisten a escuelas cercanas y viven en el barrio. Hacen su tarea, juegan y participan de talleres de trabajo manual y musical. Cenan temprano y se van a sus casas. Facebook/ Los Luceros Asociación Civil. Teléfono: (03327) 472506. Mendoza 2260, Benavídez, Partido de Tigre.

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Fred Donaldson Ph. D. Referente internacional en el uso del juego como herramienta de aprendizaje y transformación

22 a 31 de agosto en Buenos Aires ORGANIZA ANNI SCHUFF®

Conferencia abierta al público: “Volver a jugar: un camino hacia la paz” Miércoles 24 de agosto, 19:00 a 21:00 (acreditación 18:15) Facultad de Derecho UBA, Salón Auditorium / Av. Figueroa Alcorta 2263, Buenos Aires AC TIVIDAD GRATUITA / CUPOS LIMITADOS

Seminarios (con práctica): “Volver a jugar: un camino para recuperar la magia de explorar, confiar y compartir” Seminario Jornada Jueves 25 de agosto, 8:30 a 15:30 (acreditación 8:00) Gimnasio Colegio Armenio de Vte. López / Arenales 1500, Florida, Pcia. de Buenos Aires

Seminario Media Jornada Viernes 26 de agosto, 16:00 a 20:30 (acreditación 15:30) Sede Anni Schuff® / Malabia 1117, Buenos Aires

Seminario Intensivo (dos jornadas) Sábado 27 y domingo 28 de agosto, 10:00 a 17:00 (acreditación 9:30) Gimnasio Colegio Armenio de Vte. López / Arenales 1500, Florida, Pcia. de Buenos Aires AC TIVIDADES ARANCELADAS / CUPOS LIMITADOS

Los seminarios están dirigidos a docentes y profesionales vinculados al cuidado y la protección de la infancia, y a personas interesadas en la propuesta para su propio desenvolvimiento o para acompañar a otros.

www.annischuff.com.ar/eventos | eventos@annischuff.com.ar

Anni Schuff® Malabia 1117, Buenos Aires, Argentina (+54 11) 4772 9489 | info@annischuff.com.ar www.annischuff.com.ar | www.facebook.com


INSCRIPCIÓN ABIERTA

Formación en Órdenes del Amor y Constelaciones Familiares Inicio de nuevo ciclo de formación: agosto 2016 Entender las dinámicas de la propia familia y profundizar el desarrollo personal, sumar la mirada en nuestro contexto laboral, formarse como facilitadores.

Nivel 1: Transmisor de los Órdenes del Amor (9 módulos) Contextualización de la filosofía de Bert Hellinger. Órdenes del Amor entre padres e hijos, en la pareja y en la familia. Perceción, lenguaje corporal y sentimientos. Comunicación, Dinámica de grupo y Órdenes de la Ayuda. Módulos de desarrollo personal. Nivel 2: Facilitador en Constelaciones Familiares (13 módulos) Constelaciones Familiares y Soluciones Sistémicas. Actitud terapéutica y entrevista sistémica. Consulta individual. Enfermedades físicas y psíquicas. Módulos de desarrollo personal. Métodos y contextos para el trabajo con los Órdenes del Amor y las Constelaciones Familiares. Desarrollo de recursos personales (liderazgo, competencias). Rol de facilitador de Constelaciones Familiares. Nivel 3: Especializaciones (módulos variables) En áreas de: Psicología Clínica, Pedagogía, Ayuda Familiar y Social, Cultura, Medicina, Asesoría Empresaria y Organizacional, Jurídica.

MÁS IFORMACIÓN Y PLAN DE ESTUDIOS

| www.annischuff.com.ar/formacion | formacion@annischuff.com.ar

INFORMES E INSCRIPCIÓN

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Sal y juega, vé hasta el límite de tus anhelos. Juega con todo lo que la vida tiene para ofrecer: lo bello y lo terrible. Sé feroz en tu juego. Ningún campo de juego es final. Ven, dame tu mano y juega más allá de lo que te limita. Fred Donaldson


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