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Cárcel de Ambato necesita ser reubicada

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REVISTA JUDICIAL

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Cuando la cárcel se construyó era una zona rural, pero ahora es urbana, además, la infraestructura ya ron burlar las seguridades del reclusorio y escapar.

Más de 50 años tiene la infraestructura donde funciona la cárcel de Ambato, en la avenida El Cóndor, a lado del mercado América y cerca del Mayorista.

En aquel entonces, la edificación se construyó en una zona rural, factible para mantener el aislamiento necesario de los presos con la ciudadanía.

Al paso del tiempo, el exponencial crecimiento de la urbe hizo que hoy, junto a la cárcel, esté ubicada una terminal de transporte intercantonal, a escasos metros el mercado América, y en sus alrededores, entidades educativas, condominios habitacionales, fábricas, espacios deportivos, el mercado Mayorista, un centro comercial, esto, sin contar con las vías que circundan el reclusorio, una de ellas la avenida Bolivariana, que conecta Ambato con Pelileo.

El personal militar y policial de la parte externa de la cárcel evitó que estos huyan, pero dejó una preocupación entre moradores del sector, quienes dicen estar atemorizados y cansados de este tipo de situaciones.

EL DATO de la Policía. “Yo corro a poner candados y a rogar que no se trepen y se meta aquí algún preso para esconderse, yo vivo con mi hija y mis dos nietos, cómo no voy a tener pánico”, mencionó.

Desde la SNAI se informó que, con corte al 3 de febrero de 2023, se registran 874 personas privadas de libertad que se encuentran internas en la cárcel de Ambato.

“Aquí no se puede ni dormir en paz. En la semana no falta que llegue una ambulancia o pase algo. Se escucha lo que se gritan, se pelean. Nosotros estamos asustados de que cualquier rato salgan y se metan a las casas o disparen”, dijo un morador de la avenida El Cóndor.

Reubicación

Para Fidel Viteri, coronel de Policía (sp) y exdirector de la cárcel de Ambato es fundamental construir otro centro penitenciario que brinde las seguridades del caso.

SNAI se pronuncia

° Mientras que, desde la SNAI, sobre el tema de considerar la reubicación de la cárcel de Ambato, respondió mediante un comunicado: “Me permito indicar que al Centro de Privación de Libertad Tungurahua N°1 y a las oficinas de Planta Central del SNAI, hasta el momento no ha llegado ningún trámite de solicitud de traslado del Centro. Sin embargo, es necesario indicar que, de llegar un pedido al respecto, se debe realizar un análisis de factibilidad y una mesa de reunión con las autoridades de la provincia”. funciona.

“Es una cárcel de mínima seguridad que no cumple con los requisitos necesarios, empezando por la estancia de personas con sentencias altas, con perfiles de violencia que degeneran el ambiente interno”, aseveró.

Para el exdirector, son tres ejes fundamentales que deben considerarse a la hora de hablar de verdaderos protocolos de seguridad, que la infraestructura como tal, hoy por hoy no brinda.

Preocupación latente

Un intento de fuga se registró el martes 14 de febrero. 18 presos, parte de una organización delictiva, quisie-

Visión del experto

Pero el malestar de este vecino no es el único, una ciudadana mencionó que tienen miedo hasta de las personas que llegan de visita. “Es que deberían venir a ver cómo se complica todo, los días de visita, no hay donde circular, no se puede ni pasar con el carro porque cierran el paso”, aseguró la mujer.

Al mismo tiempo, la moradora aseguró estar “aterrada” con los intentos de fuga o cuando suenan las sirenas

° Jorge Álvarez, mayor del Ejército (sp) y especialista en seguridad integral, carcelaria y terrorismo, aseguró que este es un tema de corresponsabilidad.

“Definitivamente algunas cárceles del país ya están en zonas urbanizadas, Ambato es una de ellas y el riesgo es latente para quienes habitan en los alrededores, pero ese no es el peor de los problemas”, dijo.

Álvarez insiste en que hay quienes se han corrompido o han sido amenazados para participar en actos ilícitos planeados desde el interior de las cáceles.

“A veces estas personas son las que esconden la droga, los objetos prohibidos, y las que avisan cómo está la seguridad para poder hacer de las suyas, son distractores y campaneros, esto significa que el exterior está viciado y no representa seguridad alguna, exponiendo a todos”, dijo.

“Ya hubo una primera propuesta de construir un centro carcelario hace 10 años. La negativa de la ciudadanía ambateña hizo que se considere otro lugar y por eso, a pesar de que Ambato es el centro de la Zona 3, se levantó la cárcel en Latacunga”, aseguró el exfuncionario.

Viteri sostuvo que recién en su gestión en 2022, el predio donde funciona actualmente la cárcel fue legalizado. Según mencionó, ni el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), ni el Municipio de Ambato, figuraban como propietarios de ese espacio.

“Eso no estaba legalizado y durante mi administración entre enero y diciembre de 2022, logramos conseguir las escrituras”, contó.

Para Viteri, mantener la cárcel en el sitio en el que funciona actualmente representa un riesgo para quienes residen en los alrededores y transitan por ahí.

Pero eso no es todo, ya que el hacinamiento es otro de los problemas. “La sobrepoblación es una situación dramática, la cárcel de Ambato tiene ca pacidad para 400 a 500 personas, pero actualmente hay cerca de 900 internos”, manifestó Viteri.

Tome Nota

La cárcel de Ambato tendría más de 50 años.

El exdirector aseguró que puso en conocimiento de la SNAI este particular, pero la crisis carcelaria en aquel entonces fue tomada como una prioridad, ante cualquier otro tema.

Finalmente, Viteri considera como un riesgo latente para la ciudadanía la presencia de la cárcel en esta zona urbana, donde actualmente

“El primer círculo de seguridad es el interno en lo que corresponde a los pabellones, el segundo es el acceso desde la parte externa hacia el interior, es decir par edes altas, seguridad electrónica, cámaras de seguridad”, explicó. A esto, según Viteri, se suma el tercer círculo de seguridad que determina “una distancia de aproximadamente 500 metros para el acceso a las puertas del centro carcelario, lo que actualmente es imposible”, insistió.

Pues a menos de 50 metros todo el reclusorio está habitado, por lo que han tenido que improvisar un cerco de seguridad invadiendo con vallas metálicas parte de la avenida El Cóndor, lo que también representa un problema al tráfico y a la seguridad vial en el sitio. (MAG)

CHRISTIAN PÉREZ

Del caos al orden

Laentropía es el grado de desorden y de caos que existe en la naturaleza, siendo el segundo principio de la termodinámica. Así, el orden se desintegra en caos y el caos constituye el orden, pues el caos surge de los sistemas ordenados, y para transitar entre ellos se necesita de la intervención de ciertos sujetos que operen a favor o en contra. Este principio se aplica en la naturaleza, la economía y la política.

Nuestro país está actualmente viviendo un estado de profundo caos social, político y económico, siendo la aspiración común que se alcance el orden. Para esto, se necesita de la intervención de los sujetos sociales y políticos que interaccionan simultáneamente.

Así, de un lado, un gobierno que ha perdido autoridad por la falta de eficiencia en sus decisiones que ha ocasionado la falta de seguridad, empleo, salud y una pronunciada corrupción en sus círculos cercanos; sin una respuesta adecuada para atender las demandas sociales y más bien ha optado por silencios cómplices que no han apoyado a la lucha contra la corrupción.

De otro lado, una Asamblea Nacional y una élite política rancia que, acostumbrados a gozar de los beneficios del poder, no han generado un contrapeso adecuado y han sido cómplices de la ausencia de gobierno; quienes hoy intenta reaccionar cuando su zona de confort ha sido limitada, pero para seguir protegiendo sus intereses.

También, ciertos medios de comunicación obedientes al poder que, con beneficio de inventario, filtran la información, callando frente a situaciones que generan un mal gobierno, mientras se hacen eco de noticias irrelevantes que adornan su gestión.

Por último, organizaciones sociales que, con justo derecho y después de ser invisibilizadas, exigen acciones políticas contundentes cuyo desenlace es el cambio de gobierno para dar paso a una reconciliación nacional que permita generar situaciones de gobernabilidad.

En definitiva, las fuerzas están en movimiento, pero la pregunta sería prever si esto será para ahondar el caos existente o para dar paso al orden que genere gobernabilidad y la paz social que desean los habitantes de este país.

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