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Efecto mariposa
El efecto mariposa increíblemente vivido a nivel inconsciente del incrédulo humano, pero, conscientemente desconectado del pensamiento arcano, se encuentra presente en nuestra realidad. Contrariamente de lo que pasa con la mariposa, la que trasciende desde gusano a flor, porque muta de su nivel más primario a su evolución, los humanos mutan desde el nivel superior a lo primario, tal como lo propuso Franz Kafka en su obra Metamorfosis.
Distinta es la transformación de la mariposa, que viviendo como larva, vuela. Quiero decir que la larva nunca podría soñar en volar, sin embargo, lo hace, cuando se transforma en lo que la lleva a pasar el límite y, trasciende de ser un insecto rastrero a ser alas de un sueño, emulando la forma y color de flor.
¿Qué es lo que vive la oruga-mariposa para hacerse de esa tan pronunciada metamorfosis? En realidad, en ese proceso de transformación se desdibuja poco a poco cualquier sentido, cambia a medida que lo hacen sus singularidades físicas. Su condición de insecto le impide soñar, sin embargo, el sinsentido tiene fuerza en su naturaleza, que existe como chispa de fe, cree y es posible; esa posibilidad de creer, aparentemente inútil al ojo común, resulta ser la clave para llegar a traspasar los límites físicos de su realidad.
La experimentación científica ha comprobado con cabales razonamien- tos, que una vez hallado el camino, la memoria colectiva lo graba, es por eso, que desde que la primera larva de mariposa logró su transformación, de allí en adelante, larvas de todas las condiciones con intención de aleteo, se hicieron mágicas alas con colores floridos de mariposas.

Dicen que el color no está en la flor, sino en los ojos de la mariposa. Es por esto, que es tan trascendental reflexionar sobre el efecto mariposa, pues, estas diminutas criaturas de efímera existencia y levedad del ser, son magistrales para evidenciar el poder de una chispa de vida y su transformación. No se trata de pensamiento como algunos estudiosos de la Psicología lo propusieron en décadas pasadas, no se trata de raciocinio, creo que es poder de las retinas que alimentan la memoria visual, y luego la capacidad de sentir.
Entiendo que esta propuesta suene loca, es casi una hipérbole del aleteo de mariposa, pero quién puede negar que una mariposa ve, y que siente hasta el punto de hacerse un ser alado. Si mi tesis fuera lo contrario y se basara en pensamiento de mariposa, entonces, creo que me sentiría perdida, mas, lo que vengo a decir es simplemente lo que la neuro-ciencia está descubriendo, y que la física cuántica se encuentra tratando de explicar.
Ahora bien, quiero afirmar, que un leve aleteo de mariposa es capaz de mover el mundo, pero los humanos no sienten. Un aleteo de mariposa lleva la esencia del logro y transformación, lleva la intención de trascender hacia la belleza, y de seguir un camino mágico de luz. Por todo esto, es portadora de un mensaje poderosísimo, esencial para el crecimiento, este es, que no hay trascendencia sin aleteo, no hay aleteo sin sentir y no hay sentir sin ojos, para mirar al externo o al interno, porque mirar hacia dentro, es también imaginar.
Pero, si la reflexión es coherente, en lugar de esperar transformarnos en ese inferior escarabajo, en el cual mutó el personaje creado por Kafka en su obra que hace honor a la metamorfosis, debemos activar el efecto mariposa, para siendo unas simples larvas de humano, trascender a verdaderos, íntegros, resplandecientes seres superiores: inteligentes e iluminados por el bien, para esto, no hace falta más descripciones, sino sentir la necesidad de ser mejores y actuar.
Desde ese sentir, siguiendo el efecto mariposa como mi propio aleteo, traigo esta poesía:
Mariposa imposible Vendríamos con alas y colores, desde el grano de polvo hasta poblar el aire y no diríamos imposible, no refutaríamos nada.
Que lo digan los días encendidos a soplos de mariposas o al ritmo del aleteo, que lo digan, que todo es posible, vuelo o hermosura del bien, aunque parezca susurro de flor.