
1 minute read
sacudió a Caucasia
paramilitares y de la guerrilla golpeó duramente a la región frente a los reclamos de mineros medianos y pequeños.
“Sigue el paro ya que todavía no se llega a un acuerdo con el gobierno. El gobierno ha escuchado la propuesta de los mineros, pero no ha aceptado. El gobierno dio la orden de quemar la maquinaria amarilla del Bajo Cauca, la herramienta de trabajo de nosotros. Le pedimos suspender ese decreto 2235 que ordena quemar la maquinaria mientras se entra a negociar las peticiones de nosotros de legalización y formaliza- ción. El gobierno ha dicho que eso es inamovible” afirmó Fabio Builes, un minero de mediana producción para quien la explotación del metal precioso ha sido su alfa y omega a lo largo de más de 50 años. Builes, cuyo apellido no tiene nada que ver con el monseñor Builes de mediados de siglo pasado que mandaba desde el púlpito a matar liberales en los tiempos en que advino la violencia que tanta sangre ha derramado en el suelo de la patria, ha vivido todos los altibajos que suscitó la minería del oro en cada bonanza. Ponderado y serio, no oculta su preocupación por los acuerdos que no ve materializarse por el gobierno actual, empecinado además, en recuperar las aguas de algunas quebradas y riachuelos y de minimizar el uso del peligroso mercurio. La presencia de altos funcionarios del estado como ministros y vicemi-
Advertisement