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minero

Por Jorge Eliecer Rivera Franco*

Por razones no previstas, tuve que vivir el paro minero del Bajo Cauca en su inició y conocer de primera mano la movilización de los mineros y sus implicaciones, como la reacción de los diversos niveles del gobierno, esto me lleva a compartir con los lectores las siguientes reflexiones:

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El Estado es en gran parte responsable de esta situación al expedir un código minero que de un plumazo dejo por fuera – ilegalizóa subsectores de la actividad minera: Artesanales, barequeros – ancestrales-, que se han convertido en carne de cañon de intereses ajenos a la minería responsable y seria, llamada “ilegal”. Los funcionarios obran bajo la cultura de la jerarquía y el poder, con poca capacidad para escuchar y con la premisa de tener la razón siempre. El Estado sigue con la idea de que la organización es una personería jurídica y no una cultura que debe cultivarse, apoyarse, cuidarse , para contar con interlocutores serios, responsables, informados y con argumentos de peso para demostrar sus razones y defender sus auténticos intereses. Los “ciudadanos” reclaman sus derechos pero no cumplen con sus deberes y sus organizaciones poco o nada se preocupan por capacitar y formar a sus miembros para que en circunstancias extremas cuenten con la capacidad de negociar sin tener que utilizar las vías de hecho y en algunos casos la violencia. Convirtiendo en víctimas a gentes pobres que la pasan muy mal con los bloqueos y cierres de negocios y fuentes de empleo formal e informal. La situación en el Bajo Cauca y el Nordeste An- tioqueño, nos confirma que el sistema educativo no está cumpliendo su misión y que en el caso de la universidad poco o nada contribuye a encontrar soluciones a los problemas de su entorno, sus currículos no son pertinentes. La propuesta del distrito agro minero puede ser un buen rumbo para que mineros y Estado encuentren la salida para vivir en paz y prosperidad, aprovechando los dones de la naturaleza y el conocimiento que debe generar la educación y la cultura. Finalmente no pretendamos llamar perro a la vaca y vaca al perro, primero aclaremos los conceptos y luego construyamos con argumentos el futuro para nuestros hijos y nietos. Lo ancestral está claramente definido en el diccionario de la real academia de la lengua y poco o nada tiene que ver con los discursos que se escuchan en algunos escenarios de la movilización minera. *Sociologo, director Movimiento Ser Ciudadano.

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