1 minute read

Todo es posible

Next Article
Notas del Aburrá

Notas del Aburrá

Después de las pasadas elecciones, cerca de medio país aprobó las propuestas de Gustavo Petro. La otra mitad se reservó el derecho de la duda. Unos creen que es posible reducir las distancias entre pobres y ricos de Colombia; otros se resisten porque creen que sufrirán menoscabo en sus patrimonios. En el caso de la tierra ¿cuál sería ese menoscabo?. El Estado pretende comprar tierras cuyos dueños actuales las tienen ociosas y sin uso aparente; éstas, en manos de los nuevos dueños se dedicarán a sembrar en ellas maíz, yuca, ñame, hortalizas, papa y trigo, entre otras. Y todo porque no es justo que medio pueblo se muera de hambre porque hay que comprarlos muy caros procedentes del exterior. Los actuales dueños de las tierras compraron, permutaron o despojaron de ella a los antiguos titulares; hoy por hoy hay propietarios de 5, 10, 15 y hasta 20 mil hectáreas en manos de una sola persona. Quien piense que esta situación refleja inequidad, puede ser tildado hasta de comunista. Situaciones como esta contribuyeron a invadir las ciudades y a formar los famosos cordones de miseria. Llegaron a la ciudad enfermos unos, hambrientos otros, sin trabajo, y a enfrentar en medio de la pobreza un futuro incierto. Y así nacieron las ventas callejeras, los mototaxistas, los habitantes de la calle y los primeros delitos de raponeo y atracos. Cada vez más a más de la mitad de los habitantes de nuestras ciudades los asfixia la pobreza y los ahoga la miseria. ¿Será capaz Colombia de recomponer este desorden? Todo es posible. Que el Estado compre la tierra, que la reparta a los labriegos. Triple ganancia: habrá más comida, la tierra quedará mejor repartida y el bienestar se sentirá en todos los rincones.

LA ESTOCADA.- Dicen que el gobernador de Córdoba Orlando Benitez Mora ni suena ni truena en materia de obras y gestiones. ¿Por qué será?

Advertisement

This article is from: