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Recrudecen atentados Plan Pistola, pág
Julio del 2022
Plan pistola Recrudecieron los atentados
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Montería.- En cumplimiento del “plan pistola”, decretado por el Clan del Golfo, como retaliación a la captura y extradición de su máximo líder alias Otoniel, hasta finales del mes de julio han sido asesinados 26 agentes de policía, especialmente en los departamentos de Antioquia, Córdoba, Bolívar y Sucre, de los cuales 19 estando en cumplimiento de su servicio y 9 estando de descanso, informó el General Jorge Luis Vargas Valencia, director general de la Policía Nacional. En lo que va corrido del mes de julio, este grupo armado organizado ha asesinado a 13 policías, principalmente en los departa-
El luto y el dolor se apoderaron del pais y de las familias de policias asesinados.
mentos de Antioquia y Córdoba. El director de la institución exhortó a la ciudadanía a “rechazar estas acciones y a rodear a quienes en medio de situaciones como el llamado “plan pistola” del clan del golfo, patrullan las calles para velar por la seguridad de los colombianos, expresando su solidaridad con las familias de los agentes de la policía asesinados”, dijo Vargas Valencia. Las cifras de los policías asesinados incluyen a los patrulleros Sergio Yepes Páez y Luisa Fernanda Zuleta muertos en un atentado en Yarumal, dos patrulleros en San Félix (Bello) y Diego Felipe Ruiz Rincón, en Sampués (Sucre). En el Bajo Cauca, se han presentado varios hostigamientos en estaciones de policía en El Bagre, Zaragoza y Cáceres. Frente al comando de policía de Caucasia, se

Fiesta transcultural
MONTERÍA.- Cientos de fanáticos de la cultura japonesa, coreana, del anime, videojuegos, películas y series de streaming, superhéroes de productoras como Marvel, DC y otras, se dieron cita en la primera versión del evento Animecor en el cual encontraron un espacio para compartir con personas de todas las edades y lucir atuendos en honor a sus personajes favoritos.
Vía Caucasia-Medellín Se concluye el año entrante
Trayecto recién inaugurado por el presidente Duque, siguen tramos pendientes por terminar.
Caucasia.- (Por Da-
nilo Rodríguez) En el Bajo Cauca y en el Nordeste de Antioquia, existe mucha expectativa por conocer el estado en que se encuentra la construcción de la vía que conecta a Remedios con el Alto de Dolores, que servirá para la nueva vía que construye Vías del Nus, que va desde Bello a Altos de Dolores con un recorrido de 157 kilómetros, donde comienza la concesión Magdalena 2, que tiene un brazo hacia Remedios y otro hacia Puerto Berrio. Esta vía tiene un avance del 38% aproximadamente y tienen presupuestado entregarla en el segundo semestre de 2023. Como se recuerda, en Zaragoza comienza la ejecución de la vía hasta Remedios por parte de Autopistas del Nordeste la cual registra una ejecución del 91% aproximadamente y solo faltan seis tramos incompletos de Zaragoza a Remedios. Zaragoza-Caucasia, ya está terminada y en buen estado. Se recuerda que recientemente fue inaugurada por el presidente Iván Duque Márquez, lo que originó una polémica en la comunidad por inaugurar una vía sin terminar.
ha cerrado el paso para vehículos y motos como medida de prevención, para evitar ataques con granadas y explosivos. Se recuerda que en el ataque con explosivos ocurrido en Cañasgordas, murieron el patrullero Sergio Vergara Atehortua y un civil y resultaron heridos cuatro patrulleros, entre los que se encuentra Hugo Alonso Uribe Giraldo natural de Caucasia, quien se encuentra aún hospitalizado en Medellín. Se llevó a cabo una velatón en memoria de los 19 patrulleros que han sido asesinados en Antioquia este año. Extraoficialmente se conoció que el Clan del Golfo está pagando entre 5 y 20 millones pesos por la muerte de cada uniformado. Recuerda la época aciaga de Pablo Escobar, ideólogo del plan pistola.

Córdoba, Bajo Cauca y Urabá
Ecos del conflicto armado
La verdad sobre la terrible época de sangre vivida por Colombia entre 2002 y 2010, comienza a abrirse paso por el territorio nacional.
Montería.- (Por Do-
mingo Cogollo) La Comisión de la Verdad regionalizó la investigación sobre el conflicto armado en esta sección del país, tomando como base al sur de Córdoba, Bajo Cauca y Urabá antioqueño, donde las dinámicas han sido similares a través de los años. La revelación fue hecha en la socialización del Informe Final de la Comisión de la Verdad, realizada el 22 de julio en Montería, la cual fue presidida por las comisionadas Martha Ruiz y Alejandra Miller. También contó con el apoyo de Tania Rodríguez.Al evento asistieron, además, delegaciones de esas subregiones que han sido golpeadas por la violencia desde hace más de 50 años. Donde primero estuvieron los grupos guerrilleros y luego los paramilitares que, a su vez, trajeron el narcotráfico a estas regiones. En Córdoba los ciudadanos fueron escuchados en entrevistas individuales y colectivas, en las que estuvieron personas de todas las condiciones sociales. El análisis de la Comisión en Córdoba fue hecho en conjunto con el Bajo Cauca y el Urabá antioqueño. La comisionada Martha Ruiz Naranjo dijo que las dinámicas de esas regiones no se pueden separar puesto que la presencia de grupos armados al margen de la ley, en esas zonas, han tenido mucha relación, ya que existen paramilitares y guerrillas. Recordó el inicio de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu) que surgieron en los 80 y fueron impulsadas por Fidel Castaño Gil y financiadas por ganaderos y empresarios de la región. La comisionada expresó que establecieron que el proyecto de las Convivir tuvo mucho que ver con la expansión de las Accu por el Caribe colombiano y a todo territorio nacional. Otro hecho que resaltó, fue el de las desmovilizaciones incompletas. Fue así como se hizo un rastreo sobre lo ocurrido con el Ejército Popular de Liberación (EPL) y los intentos de desarme de ese grupo que hizo Castaño Gil en su momento. No obstante, luego los paramilitares reciclaron al sector que quedó en armas y los vincularon a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Esos mismos grupos hacen parte hoy en día del Clan del Golfo. Asimismo, trajo a colación que, desde hace 40 años, se conocen decenas de estudios y documentos que dicen: “ojo con el sur de Córdoba, ojo con el Urabá antioqueño, que allí se está reciclando… Y, sin embargo, los problemas estructurales no se han resuelto. En esas zonas sigue el mismo abandono, reiteró. “Si ustedes van hoy al Sur de Córdoba -recalcó- se dan cuenta que están reclutando a los muchachos los mismos grupos… También la dinámica del narcotráfico que es persistente. Y ese es un punto central para esta región”. La Comisión dice que el narcotráfico no es solo criminal: el narcotráfico está en la política, está en la economía, en la cultura de la gente. Ese es un problema que hay que afrontar como país e internacionalmente. Destacó como una ventaja el hecho de que existen voces de excombatientes tanto de guerrilla como de paramilitares que han dicho que están dispuestos a contar la verdad. Incluso empresarios y ganaderos como Benito Osorio Villadiego, ya habló ante la Jurisdicción especial para la Paz (JEP). Por último, calificó al conflicto como extenso e intenso que causó daño a más de diez millones de personas. Hubo 450 mil homicidios, 80 por ciento de ellos civiles. Más de 120 mil desaparecidos, donde 9 de cada 10 eran civiles en el país. Ha sido una guerra donde el campesinado ha llevado la peor parte, los pueblos étnicos, representados por los indígenas y los afros. También ha habido afectaciones en los sectores urbanos de varias ciudades.

gecelca Indígenas Embera-katios estuvieron presente en la socialización del Informe Final de la Comisión de la Verdad.

Julio del 2022
Odisea cerca del archipiélago San Blas, Panamá A punto de perecer 16 músicos cordobeses
Capurganá, Chocó.- (Por Domingo Cogollo)
Entre el 14 y el 15 de abril de 1912 se hundió el barco El Titanic en el océano Atlántico. Y también un 15, pero de julio de 2022, naufragó en el mar Caribe, la pequeña lancha en que viajaban a Panamá, los músicos de la Banda 13 de Enero de Canalete, Córdoba. Lo ocurrido con El Titanic, fue entre la medianoche y la madrugada. Mientras que lo sucedido a la Banda de Canalete fue en la noche, casi llegando a las 12:00. Del Titanic murieron los ocho músicos. De la Banda de Canalete se salvaron de milagro. Eran 16 músicos y justo el 16 de julio, Día de la Virgen del Carmen tenían una presentación en Miramar, a 40 minutos de Colón, Panamá. El recorrido entre Necoclí, Antioquia y Miramar, debían hacerlo en diez horas. Miramar es un corregimiento del distrito Santa Isabel en la provincia de Colón. Tiene unos 300 habitantes aproximadamente. Está ubicado a orillas del mar Caribe en zona cercana al Canal de Panamá. Los músicos habían partido a las 9:00 de la mañana el 15 de julio del puerto de Necoclí, donde se realizó el punto de encuentro. Iban en una chalupa de dos motores y cuatro tripulantes. En total eran 20 los ocupantes de la nave. Llegaron a Capurganá cerca del mediodía. Pero nunca pensaron que el viaje podía convertirse en una odisea y en uno de los más largos que han hecho, y que les produjo un gran susto. La duración fue de 27 horas. En Capurganá, isla colombiana que pertenece al departamento de El Chocó, se demoraron como dos horas sellando los pasaportes para poder ingresar a la vecina República. Luego reanudaron el recorrido y llegaron a Puerto Obaldía, Panamá. Allí, de nuevo tuvieron que refrendar los pasaportes para que les permitieran permanecer en el país. En esa población la demora también fue de otras dos horas o más. Después a las 4:00 p.m. reanudaron la travesía. Pero a pesar del retraso en las poblaciones anotadas, y de la brisa del mar, se dedicaban a contar chistes, anécdotas y a mamar gallo los unos a otros. Eso siempre lo hacen los músicos, porque por lo general viven llenos de emoción. “Los músicos tenemos ‘buena Biblia’, o sea que siempre estamos alegres, contentos y agradamos a la gente”, expresó sonriente Hernán Contreras Mestra, director de la Banda 13 de Enero de Canalete, ganadora de varios Festivales del Porro en San Pelayo y otras partes del país. Sin embargo, llegadas las 6:00 de la tarde del viernes, seguían ‘tirando timón’ y cortando agua por la inmensidad del mar Caribe. El miedo empezaba a apoderarse de estos hombres de origen campesino, dedicados a tocar instrumentos de viento y divertir a la ciudadanía. Los miembros de la Banda, preocupados, les preguntaban a los tripulantes con desespero, cuánto tiempo falta para llegar a Miramar. “Estamos como a tres o cuatro horas”, respondían ellos. Los integrantes de la agrupación musical calculaban que estarían llegando a su destino final a las 10:00 u 11.00 p.m. Horas difíciles para viajar por las turbulentas aguas del océano Atlántico, por tratarse de la noche. Los artistas, de esta música popular sinuana, extrañaron que los motoristas viajaran en la noche. Pero a la vez pensaron que quizás tenían un compromiso de otro viaje en la localidad de Miramar, y necesitaban regresar temprano al día siguiente. La angustia y la zozobra se apoderaba cada vez más de los viajeros. Y eso empezaba a reflejarse en los rostros de los músicos, puesto que había entrado la noche. Y la noche en el mar es peligrosa, y además, produce mucho miedo. Los tripulantes aprovechaban para aprovisionar de combustible la embarcación en uno de los pueblos indígenas ubicados a orillas del mar. Luego, continuaban su rumbo por las aguas marítimas panameñas. A las 7:30 de la noche todo estaba oscuro, no se veía ni la planta de la mano. No obstante, seguían adelante. A los lados solo se observaban las tenues luces de las islas del archipiélago San Blas. “Son 365 islas, una por cada día del año”, comenta Contreras Mestra. A las 9:00 de la noche, cuando cumplían las doce horas de recorrido, fue troya. Llegó lo inesperado y todo se convirtió en pánico. Sintieron grandes vientos, y eran tan fuertes, que una ola cubrió la embarcación. “En ese momento estábamos a un kilómetro de una isla donde se veían las luces”, relató el segundo director de la Banda, Fabio Bruno Bello. En vista de esa situación, la tripulación, sin perder tiempo, se dirige hacia la isla, pero tiene la mala suerte que se apaga uno de los dos motores. En ese instante la nave queda sin fuerza. El temor fue mayor y la respiración de los músicos se cortaba cada vez más. Como si fuera poco, instantes después, la embarcación se encarama en un cayo de arrecifes. La pequeña lancha queda varada y empieza a llenarse de agua. Parecía que no era el día de estos humildes hombres. Parecía como si les hubiera caído una maldición encima. Sin pensarlo dos veces, y corriendo grandes ries-


Al partir del puerto no imaginaban lo que se vendría después.
A punto de perecer 16 músicos cordobeses
gos, como pudieron se lanzaron al agua. A algunos le llegó el líquido a la cintura, a otros por los pechos y a los que peor les fue, le llegaba al cuello. Estaban en las manos de Dios. Fueron momentos de angustia. El pánico y el latido del corazón de los náufragos se agitaba cada vez más. Estaban tan preocupados, que pensaron en la muerte. Creyeron que perecerían arrastrados por las olas y ahogados como ocurrió con los músicos de la orquesta de El Titánic. En medio del desespero, una de las cosas que más recordaban era a sus familias que habían dejado en Córdoba. Y por las que habían decidido viajar a Panamá para tocar y ganarse unos pesos para el sustento de sus seres queridos. Pensaban en sus hijos, en las esposas, en los padres, y los más jóvenes en las novias. Una vez, bajó la tormenta, ellos se calmaron un poco y empezaron a gritar y a pedir ayuda. Decían en coro: “uno, dos, tres” y enseguida exclamaban: “¡auxilio! ¡auxilio! ¡auxilio!” Pero sus voces se perdían en la inmensidad del mar. Nadie se percataba ni se movía para prestarles ayuda. Aprovechaban las luces de los pocos celulares que les habían quedado en buen estado, para alumbrar y dar señales de que estaban en peligro. Sin embargo, todo era en vano. Ninguna persona llegaba a socorrerlos. El desespero volvía a cundir. De pronto, al maestro Contreras Mestra se le ocurrió que, tocando los instrumentos, podían llamar la atención de alguien. Como pudieron sacaron los equipos mojados de la nave y dio la orden a Ronaldo, el primer trompetista, para que hiciera sonar el instrumento. Pero era tanto el nerviosismo, que los sonidos no le salían. De inmediato, impartió la orden a Luis, el segundo trompetista, para que hiciera lo mismo que el anterior. Éste sí comenzó a sonar el instrumento con todas sus fuerzas. También el bombero, de nombre Darío, sonó fuerte el instrumento. A raíz del sonido de esos elementos de viento, llegaron dos indígenas guna o cuna, en una chalupa al lugar. Los aborígenes los auxiliaron y en tres viajes los llevaron rápido a la pequeña isla Tortuga de unos 40 metros cuadrados. La que los músicos habían avistado antes. Allí pernoctaron hasta el sábado 16 de julio. Dice el aforismo popular que después de la tempestad, viene la calma. Por eso, tras el impasse registrado y descansar en la isla, los músicos fueron recogidos a las 9:00 de la mañana por otra lancha que los llevó hasta Miramar, donde llegaron a las 12:00 del día. Allí cumplieron su compromiso de tocar y divertir a los habitantes desde las 9:00 de la noche hasta las 3:00 de la madrugada. Fue tanta la diversión, que hasta los nativos ‘salvadores’, llegaron a la fiesta, bailaron y se emborracharon. Era la primera vez que una Banda de Músicos, llegaba a esa población panameña. Por ese motivo, los pobladores de la localidad gozaron hasta decir ya no más, y los músicos (casi todos jóvenes) se emplearon a fondo y expusieron todo el repertorio aprendido en las tierras del Sinú. Todos los músicos entonaron con maestría, mucha emoción y sapiencia, los porros ‘María Varilla’, ‘Río Sinú’, ‘Soy Pelayero’, ‘El Pájaro’ y no podía faltar ‘El Tortugo’ que La 13 de Enero interpreta, como todas las demás piezas musicales, en forma magistral. Además, este porro era un homenaje a la isla Tortuga. La agrupación musical regresó, vía marítima, sana y salva la medianoche del lunes 18 de julio, al municipio de Necoclí, y de ahí se dirigieron extenuados y con ansiedad, a sus respectivas viviendas en Córdoba. Las ganas de descansar y estar con sus familias eran inmensas. Como inmensas son las ganas de seguir tocando sus instrumentos y divertir a la gente para ganarse sus pesos y tener una mejor vida. No regresaron en avión, porque en Colón había problemas

En esta ocasión la fiesta tenía un significado adicional, más allá del trabajo, celebrar la vida y la suerte de haber sobrevivido a la negra noche marítima.
Supersalud levanta medida de vigilancia especial al hospital César Uribe Piedrahita, de Caucasia (Antioquia)


