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Congresistas flojos o avivatos, pág
Puerta cerrada
La propuesta al presidente Iván Duque hecha por el alcalde de Caucasia, Jefferson Sarmiento Ortiz, no es nueva ni en Antioquia, ni en el país. El burgomaestre le propuso al primer mandatario concederle franquicia para intentar un acercamiento con los diferentes grupos armados ilegales que operan en el Bajo Cauca, en busca de bases que permitan acercamientos de paz. Durante los dos gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, también se presentaron solicitudes en el mismo sentido por parte de otros alcaldes y gobernadores sin éxito alguno. Porque la respuesta tanto de ayer como de hoy fue la misma: nadie distinto al presidente de la República puede promover conversaciones de paz con grupos de alzados en armas. ¿Por qué entonces el alcalde de Caucasia insistió en algo que ya se sabía cuál iba a ser la respuesta? Para muchos observadores la intención de Jefferson Sarmiento Ortiz era otra fórmula desesperada para tratar de acallar la muerte continua de inocentes, no solo en Caucasia sino también en Cáceres, Tarazá, El Bagre, Zaragoza y Nechí. Porque indudablemente ahí está el presidente para cumplir la tarea y como si fuera poco tiene a su ministro de defensa, al alto comisionado de paz, al defensor del pueblo y a otros funcionarios de alto turmequé. Pero como los días pasan, y los meses pasan, y los años pasan, y los muertos en vez de disminuir en número no han dejado de crecer en cantidad, el luto, el grito desgarrador reclamando justicia y la impotencia frente a la desesperante pasividad oficial contribuyen a que funcionarios como el alcalde de Caucasia se arriesguen a que en cada intento encuentren la puerta cerrada como en efecto ocurrió. El señor presidente Iván Duque ha venido a Caucasia al menos 4 veces y ha hecho promesas que aún no se perfilan en el horizonte de las realidades. Eso ha ocurrido en Buenaventura, en Pasto, en Arauca, en el Cauca, en Putumayo. Y siempre la solución es la misma: más tropa, más fuego y más muerte.
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LA ESTOCADA.- Definitivamente Duque no quiere ver. Todas las regiones asediadas por la violencia y el abandono siguen sin recibir la inversión social: más escuelas, más hospitales, más vías y tierras para sembrar. La respuesta ha sido siempre la misma: más tropas y más plomo.
Congresistas
Flojos o avivatos
Bogotá.- (Envio Es-
pecial) Una oleada de rabia e indignación envolvió a Colombia al finalizar el año 2021 cuando miembros del senado se retiraron del recinto en momentos en que se discutía la aprobación de una ley que reduce las vacaciones de los miembros del congreso de 4 a 2 meses. La propuesta que tenía que ser sometida a 4 vueltas había sido la primera vez aprobada sin mayor complicación. En esa oportunidad el país no podía creer la supuesta rectitud de los legisladores. Hay un sentimiento generalizado en Colombia al considerarse que tanto los miembros de la Cámara de Representantes como del Congreso de la República no solo no trabajan como cualesquiera de sus demas compatriotas, sino que se dan el lujo de disfrutar de 120 días de ocio cada año añadido a una serie de privilegios que no los tienen ni siquiera legisladores de países desarrollados y sin los apremios que vive Colombia. A la hora de las votaciones, los legisladores se fueron retirando del recinto sigilosamente hasta romper el quorum y dejar sin piso la nueva instancia de discusión. El país se sorprendió y reacciono airado confirmando que la aprobación del proyecto de ley en primera instancia fue parte de otra de las actitudes teatrales de la corporación. El proyecto había sido presentado contra la voluntad de su partido el Centro Democrático, por el senador Gabriel Santos, quien en todo momento fue acompañado en la nueva aventura legislativa por miembros de la oposición como Gustavo Bolívar, Iván Cepeda, María Pizarro, miembros del Partido Verde, Colombia humana, comunes entre otros. Incluso en una consulta popular promovida por Claudia López en 2018, a la sazón senadora de la corporación y Angelica Lozano, se incluyó la aprobación de reducir el sueldo de los congresistas, lo cual no fue aprobado desacatando un mandato del pueblo. Un senador o representante disfruta de un salario mensual que supera los 32 millones de pesos. Disponen de un vehículo oficial blindado, de guardaespaldas, de celular, pasajes aéreos y de varios ayudantes para el mejor aprovechamiento de sus proyectos de ley. Con nadaito de perro los flamantes padres de la patria colombiana fueron acumulando año tras año privilegios tras privilegios. Mientras el pueblo que los eligió asiste cada año al detrimento de sus salarios, a las incomodidades del servicio médico, a las limitaciones para acceder a la educación secundaria y superior y al mayor desempleo. Cuando los miembros del congreso de Colombia reciben el rechazo airado del país como ocurrió en esta oportunidad no puede generalizarse ese sentimiento contra todos sus miembros. En cada uno de los partidos se encuentran uno que otro personaje consciente de la necesidad de reducir los exagerados privilegios. Pero esos personajes aislados como los partidos de oposición que siempre están en minoría no logran el éxito moral que el país espera.
En las próximas elecciones se reflejará el sentir de los colombianos ante los privilegios del Congreso.
Desde Montería
Hambruna en Colombia
Mujeres, educación y curules
Por Maria Alejandra Taborda
Las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz se crearon como uno de los alcances más importantes de los acuerdos de la Habana; son los espacios que ocuparán en la Cámara de Representantes las personas víctimas del conflicto armado. Cinco municipios del sur de Córdoba están llamados a participar, 9 son las listas inscritas en busca de una de las 16 curules, y 9 las mujeres que se encuentran en ellas. Estas curules especiales solo existirán para los períodos legislativos 2022-2026 y 2026-2030. Este es uno de los espacios de participación política mas importante de las mujeres de los últimos tiempos; sin embargo, poco se ha escrito sobre las condiciones en las que realizarán su campaña. En primer lugar, son lideresas que se movilizarán con dificultades de seguridad y algunas están amenazadas. Recordemos que los investigadores Reynell Badillo Sarmiento y Luis Fernando Trejos Rosero afirman que el Caribe pasó de representar el 14 % de los homicidios en Colombia en el 2012 a cerca del 19 % en 2021. La violencia contra las mujeres en política es un fenómeno altamente invisibilizado y normalizado, las cifras lo muestran. La tarea más inmediata de estas mujeres es incentivar la educación de niñas y jóvenes, una mujer sin educación es menos capaz de tomar decisiones propias sobre planificación familiar, tiene más probabilidades de tener problemas de salud y trastornos psicológicos, y sus hijos son más propensos a la desnutrición y analfabetismo, acceden poco a las estrategias de afrontamiento y es mayor la violencia sexual y de género. Para la economía mundial el empoderamiento económico de la mujer es un buen negocio, para la vida plena y feliz de nuestra sociedad, una opción de cambio.

CARICATURA POR EVA

Desde Bogotá Primero la vida
Por Julian de Zubiría
Para Colombia sigue siendo una prioridad proteger la vida y construir la paz. La obligación más importante de un estado es garantizar la vida de los ciudadanos, desafortunadamente el estado colombiano la ha incumplido. En 2021 tuvimos 94 masacres y en menos de un mes de 2022 llevamos 11, se recrudeció la guerra, miles de familias campesinas muy pobres abandonan cada día su terruño y lo poco que tienen para cuidar su vida y la de sus hijos. El de Duque pasará a la historia como el gobierno que desaprovecho la oportunidad de construir la paz estable y duradera que necesitamos los colombianos. El gobierno habla de paz con legalidad, pero esa es su estrategia para cumplir tan solo con algunos aspectos del acuerdo de paz y dejar a un lado la implementación integral. Con esto echo gasolina a la guerra y aumentaron las masacres, los actos terroristas y los desplazamientos. Toda vida es sagrada y es obligación del estado protegerla.