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Enero sangriento, pág
Enero sangriento
Bogotá.- Cuando se creía que el 2022 al concluir el mes de enero, podría arrojar un saldo positivo respecto a la intensa ola de violencia vivida durante todos los meses del 2021, los colombianos confirmaron que la realidad sigue superando los buenos deseos y la anhelada esperanza de paz. En esta nueva ola de sangre, según estadísticas del Instituto de estudios para el desarrollo y la paz, Indepaz, 14 líderes sociales y 3 excombatientes de las Farc que se habían desmovilizado, entregado sus armas y suscrito el acuerdo de paz, fueron asesinados en este comienzo del primer mes de 2022. La ola de sangre se reportó en los cuatro puntos cardinales de la república. Pero en esta ocasión el recrudecimiento se evidenció muy especialmente en el departamento de Arauca, al oriente del país y en el Cauca, al occidente, en medio de sus martirizados vecinos, Nariño y Chocó. Y como siempre nadie vio nada, nadie escucho nada pero al cabo de pocas horas o días después aparecieron los cuerpos de las víctimas mientras Colombia entera volvió a sobrecogerse ante el dolor y la tragedia y a exigir justicia por enésima vez. Por su parte, el presidente Iván Duque, al que sus opositores acusaron de ser un guerrerista y no un hombre en busca de la paz, volvió a responderle al país con la realización de nuevos consejos de seguridad, de anunciar recompensas por la captura de delincuentes y el anuncio de más tropas a los sitios de conflicto. Esa receta se ha vuelto amarga para los colombianos porque no ha dado los resultados que esperaba el gobierno y por el contrario las muertes siguen multiplicándose mientras numerosos organismos de paz nacionales e internacionales también se unieron al reclamo del país, de la paz y la
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tranquilidad. Colombia esta cansada de reclamar la paz.

Ignacio Guevara Martínez
Un periodismo incansable
Despues de los rigores de la pandemia, este periodista pereirano que anduvo por el viejo Caldas, el Valle del Cauca, Cauca y Santander, antes de sentar cabeza en Antioquia develó su nueva faceta profesional, la de escritor de libros.
Medellín.- (Por Toto
Corde) Dicen que Ignacio Guevara, quien está superando el séptimo piso de su edad y le caben muchos años más para emprender la nueva y apasionante aventura de escribir libros que relatan historias inéditas, retazos de experiencias vividas y enseñanzas aprendidas a lo largo de una vinculación con diferentes medios de comunicación hablado, escrito y audiovisual. Basto que la severa pandemia que azotó el mundo al reducirse la amenaza emergiera cual Moises lo hizo con sus tablas de la ley bajando el Sinai. Ignacio reapareció con un primer libro reencauchado y actualizado, “La Magdalena baña al petróleo”, unido a “Cuentos y relatos de un cargaladrillo” y “Un ciudadano común”. Como si fuera poco para el día del periodista este 9 de febrero estaba anunciado el lanzamiento de otras dos obras. Por ejemplo en “El Ciudadano Común”, el autor intenta reafirmar que la lucha por la vida debe ser una tarea constante. “Pobre del hombre que, en la lucha por la vida, todo lo atemoriza, que se siente incomprendido, hostigado, fatigado. Que se deja obnubilar por adversidades o fracasos. Debe ser siempre lo contrario; de la vida, debemos esperar que nos circunde de obstáculos, para que el camino triunfal denote flores con espinas en el batallar hacia el éxito”. En cambio en “Cuentos y relatos de un cargaladrillo”, Ignacio Guevara Martínez reemplaza las verdades generales del periodismo por su propia y personal verdad como escritor. Con sus cuentos nos invita a vivir otras vidas, otros mundos y otras máscaras. El confinamiento a causa de la presencia del Covid-19 sorprendió a nuestro personaje en una finca de San Jerónimo pasando un fin de semana con familiares y amigos. Cuando las autoridades dieron orden de paralizar el tráfico vehicular y de cumplir todas las restricciones vividas, la pluma de Guevara no se detenía. “Graciano, el reportero todero” tocaba la puerta y entró en la escena mental del periodista cuya vida incluye una mochila de recuerdos compartidos. Esta cuarta producción incluye un fugaz recorrido de reporteros nacionales e internacionales que de una u otra manera sobresalieron gracias a su dedicación y esfuerzo. Guevara menciona a colegas de Europa y de América, incluyendo a varios de Colombia. En “El Cipa: Gesta de profesionales” adelanta un recorrido por la historia del Cipa, agremiación periodística de Antioquia por donde han pasado los más destacados comunicadores no solo de esta provincia sino del resto del país; recuerda su fundación, sus gestores, sus reglamentos y sus realizaciones que

Ignacio Guevara.

han sido muchas. Todo apunta a que la prolífica producción de Ignacio Guevara prosiga otro tiempo más ya que por su cabeza bullen más elementos para sustentar nuevos títulos. En síntesis, sus obras de hoy enaltecen al periodismo de provincia y enorgullecen a muchos medios en los cuales por una u otra razón dejo sus huellas. Ignacio Guevara ha sido colaborador permanente de TIERRA CALIENTE, desde Antioquia, cumpliendo con una tarea informativa y comercial destacada.