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Documentos archivísticos italianos

C apí T ulo IV

DOCUMENTOS ARCHIVÍSTICOS ITALIANOS

1. CORRESPONDENCIA SOBRE EL ORIGEN Y LA OBRA DEL CREMONÉS

Una vez establecidos los límites biográfcos —nacimiento en Cremona, establecido hacia 1500 según los estudios (Leydi, 1997, pp. 131-132; Barbisotti, 2000, p. 262), y muerte en Toledo el 13 de junio de 1585 (Garibay, 1586/1594) -, el periodo cremonés de Juanelo Turriano/Giannello Torresani está marcado por unos pocos episodios constatados. Unas escrituras del notario cremonés Giovanni Maria Ariberti —una Carta emptionis y una Carta locationis—, fechadas el 23 de junio de 1520, confrman el verdadero patronímico del fabricante, hijo de «Girardus de Toresanis flius quondam Jannelli», y de este modo la transmisión del nombre «Giannello» de abuelo a nieto En otras dos escrituras de Ariberti, el 23 de abril de 1523 fgura la donación de una parcela con vivienda a «Girardo de Toresanis flius quondam Jannelli»; el 13 de mayo de 1523, su venta por parte de «Ghirardo de Torexanis flius quondam Jannelli», y a partir de otras tres escrituras de Ariberti, se desprende, el 12 de marzo de 1524, que «Girardus de Toresanis flius quondam Jannelli» es deudor del arrendamiento de un molino; el 11 de marzo de 1529, «Gherardus de Toresanis flius quondam Jannelli» promete abonar una cantidad, y el 21 de mayo de 1529, «Girardus de Toresanis flius quondam Janelli» parece haber saldado la deuda de marzo de 1524.

En cuanto a nuestro protagonista, con fecha 14 de marzo de 1530 fgura, en escrituras de Ariberti, la declaración de constitución de la dote matrimonial de «domina Antonia de Segiella flia quondam Bernardini», mujer de «Janelli de Toresanis flij separati Gherardi», y su correspondiente declaración de haber recibido la dote bajo el título «Janellus de Toresanis flius separatus Gherardi». En dos escrituras de Giovanni Pietro Allia del 26 de julio de 1536, el «magister Janellus de Toresanis orologiarius flius quondam Gherardi» se compromete a instruir a un discípulo durante dos años, y el 10 de abril de 1537, a suspender el aprendizaje durante seis meses y reiniciarlo en octubre durante los siguientes nueve meses, y se dispone que el discípulo «ad standum et habitandum cum dicto magistro Janello». En el ámbito profesional, en los Libri Provisionum de la catedral aparecen registradas cuatro órdenes

de pago: 15 liras imperiales al «magistro Janello de Toresanis» como retribución por «adaptandi seu reformandi, oroloia existentes super Turratio» en Cremona (6 de julio de 1529); otras 22 liras imperiales al «suprascripto magistro Janello» abonadas «ad benefcium predicte fabrice» (25 de febrero de 1534); de nuevo 22 liras imperiales y 16 pagas pra el «suprascripti Janelli» como retribución por «faciendi vsidos seu portellos ad baptismum positum in baptisterio» (4 de abril de 1534); la suma de 40 pagas a «Janello de Toresanis» por su trabajo «adaptandi orologium» (22 de septiembre de 1534).

2. LA CORRESPONDENCIA SOBRE LA OBRA Y EL LEGADO EN EL MILANESADO

Hacia 1539, nuestro personaje se traslada a Milán, generándose algunas órdenes de pago: el 1 de abril de 1544, por «star’ presso l’exercito de sua maestà in Piemonti»; el 19 de junio de 1545, por «vna sua andata alla corte di sua maestà»; el 19 de abril y el 12 de agosto de 1547, a cuenta «del’ horologio, che gli commandamo fare»; el 11 de febrero de 1548, por «l’oro de indorare, et l’argento che va al horologio»; el 30 de mayo y el 11 de octubre de 1548, por «l’horrologio fa per la maestà cesarea» y por la «fattura del horologio fatto per soa maestà». El 20 de febrero de 1549, el gobernador Ferrante Gonzaga escribe que un determinado reloj lo «racconcierà maestro Giannello», y el 14 de enero de 1550 recibe como contestación que el «m[aest].ro Giouan[n]ello ha fatto banca rotta, Et che no[n] solam[en].te no[n] ha fnito l’horologio, ma quel tanto ch’è fatto, no[n] vale cosa alcuna». Sin embargo, el 22 de enero de 1550 es elegido «abad» del gremio de los herreros, como se desprende de la escritura de Giovan Antonio Crivelli; de otro documento, perdido, de Dionigi Allegranza, fechado el 23 de mayo de 1550 —copia olim en Trivulziana—, se desprende que el «magister Janellus de Torrianis» tiene un discípulo en su taller de Porta Nuova , «ad adiscendum artem, et exercitium confciendi orologios, et ad laborandum in apotheca dicti domini Ianelli».

El 12 de agosto y el 3 de octubre de 1550, se expiden órdenes de pago para viajes «per conferirse in Augusta, et portar l’horelogio, che gl’hauemo fatto far per la maestà cesarea» y para «ritornare in Milano co’ l’horologio et fnirlo», mientras el 10 de septiembre, el emperador Carlos V ordena a Gonzaga, desde la corte, que haga que Juanelo/Giannello termine el reloj, conminándolo a fnalizarlo en un determinado plazo y amenazándolo, por consiguiente, «da buo[n] senno che se no[n] fnisce lhorloggio in fra detto termine lo fara metter’ in priggione a pan’ et acqua». El contrato de arrendamiento de Porta Romana, que reza «domini Leonelly de Torrianis flius quondam domini Girardi porte Noue parochie Sancti Benedicti», y un auto sobre el domicilio «a domino Leonello de Torrianis flius quondam domini Girardi girardi porte Romane parochie Sancti Nazarij in Brolio» aparecen en escrituras expedidas por Giacomo Antonio Carcani el 10 de noviembre de 1550 y el 13

de febrero de 1551. Dos órdenes de pago, fechadas el 22 de noviembre de 1550, por «fnir’ l’orologio di sua maestà», y el 20 de mayo de 1551, por «portar il relogio a sua maestà», preceden a un título por el cual el emperador le concede, fechado en Innsbruck el 7 de marzo de 1552, la asignación vitalicia anual de 100 escudos de oro, pagaderos en cuotas trimestrales. Esta pensión fue confrmada por el Senado de Milán y por Carlos V mediante otro decreto fechado el 7 de abril de 1552.

El «maestro Gianello» aparece en una carta del 30 de marzo de 1552 enviada por Leone Leoni a Antoine Perrenot de Granvelle, obispo de Arras y presidente del Consejo Real. El 6 de diciembre de 1552, el notario Battista Rozzi registra la venta y el arrendamiento de una propiedad de Battista Mazenta a Turriano/Torresani. El 31 de diciembre de 1552, el emperador ordena al gobernador Gonzaga que se conceda al «magistro Janello Toriano» la pensión de 100 escudos asignada en marzo. Le siguen órdenes de pago con fecha de 28 de febrero y 23 de marzo de 1553 «per soa pensione del anno presente» y «per la detta sua pensione del anno presente che fnira al vltimo xbre prossimo anuenir’». El 22 de agosto de 1553, Francesco Crasso, presidente de los Ingresos Ordinarios, solicita a Gonzaga que «uoglia solecitar’ magistro Janello orologiero, ad andar a la corte, con certo altro offciale, et vn orologio per sua maestà» e indica que «se le diano denari per el viaggio, a conto de la sua pensione ancor’ anticipatamente» dada la urgencia de la convocatoria.

Gonzaga dispone que, puesto que el «magistro Gianello horologgiero à la corte dimandato da sua maestà», «si le dijno i cento scuti per lo viaggio». El 26 de agosto de 1553 ordena «di pagar à maestro Janello orologiaro» los 100 escudos. Otra orden del 21 de enero de 1554 certifca el pago de la «pensione del anno presente che fnira al’ vltimo xbre prossimo auenire». El 13 de febrero de 1554, Carlos V ordena a Crasso que «embiando à mandar à maestre Juannello Turriano nos trayga el relor grande que el hizo», «proueerle de dinero para ello». El 24 de febrero de 1554, Crasso escribe a Gonzaga que «per hauersi di partire maestro Janello frà doi ò tre giorni» y ya que «con esso maestro Janello hauerà d’andar ancora maestro Jacobo da Trezzo che hà fatto la balla di cristallo» para realizar el trabajo, debe recibir 150 escudos. El 27 de febrero de 1554, en relación con «particolare di l’horologgio», Gonzaga aprueba «et l’ordine, et prouisione anchora». El administrador general Marc’Antonio Patanella confrma a Granvelle el 3 de marzo de 1554 que el «maestro Giannello e maestro Jacomo Trezzo» han partido el día anterior.

El sobre del despacho real de Felipe II —perdido—, fechado el 3 de octubre de 1555 y dirigido a Fernando Álvarez de Toledo, tercer duque de Alba, contiene la orden de que se «soddisfatto mastro Genelo di quanto risulterà andar creditore per la pensione di cento scudi annui». Un extenso despacho, de fecha 10 de noviembre de 1555, de Annibale Litolf, embajador en la corte imperial de Guillermo I Gonzaga, duque de Mantua, dirigido al secretario Francesco Catena, corrobora las pretensiones de nuestro protagonista y sus «órdenes» para ir a prestar servicio al emperador, e incluso antes de hacerlo,

prueba muy singular de su carácter irreverente. En un elocuente despacho real del 29 de diciembre de 1555, adjunto a una orden de pago, se indica que el «magistro Janello Torriano» está de permiso en Milán, pero se reclama su presencia en Bruselas con Leoni y «todas la prouisiones que hara hecho assy de cristallo, como delo demas que es necesario para acabar sus obras», debiendo proporcionarle «todo lo que se les deuiere de sus pensiones» y el «dinero necesario» para un viaje cómodo. Mediante la orden del 10 de febrero de 1556 se le asignan 75 escudos para el trayecto; con la orden del 15 de enero de 1556, 100 escudos para el «pagamento integro di tutto l’anno 1555» y mediante la del 17 de enero de 1556, otros 25 escudos para el «pagamento di ottobre nouembre et decembre prossimo passato», es decir, de 1555.

Una escritura registrada el 10 de enero de 1556 por Battista Rozzi muestra que adquiere una propiedad de Battista Mazenta. El 12 de febrero de 1556, el condotiero Giovan Battista Castaldo escribe a Granvelle y se refere a «Lione aretino et mastro Gianello». En una escritura de Battista Rozzi con fecha de 9 de marzo de 1556, nombra apoderado al yerno Orfeo Diana, marido de su hija Bárbara Medea, y viaja a los Países Bajos, dejando las ocupaciones anteriores. El 16 de mayo de 1556, Gonzaga ha de insistir a Annibale Litolf: «Tornate à ricordare à maestro Gianello la risposta de la lettera, che io gli scrissi», o «quel che egli si risolue di fare intorno à quel mio horologio». Leoni se encarga de recordarle su compromiso con Gonzaga, según la carta que le escribió a Ferrante desde Bruselas el 13 de junio de 1556, donde el escultor asegura: «Subito trouato il tanto obligato a vostra eccellenza Janello lo feci capace che ogni altra cosa eccetto quel che usa con lei far douerebbe»; pero tras haberle ofrecido un aplazamiento hasta julio para terminar la obra, el relojero «con un uiso di que maladeti dise o maide, maide, et non uolse accettare il tempo».

El 1 de agosto de 1556, Leoni se lamenta a Gonzaga de que ese «bue in forma humana» lo odia, aunque «la placai quando un tratto quella lo uoleua far por prigione, et morendogli il fgliuolo gli mandai vinticinque scudi che non ui era doue sepelirlo». El 16 de agosto de 1556, Gonzaga ya vislumbra su carácter refractario: «Homo, che vi vorrebbono ben de i ricordi, et de gli sproni, per farlo far cosa di che egli non habbia voglia», y el 9 de noviembre de 1556 ordena que busquen en Bruselas a un joven relojero «che lavorava già a m[aest].ro Janello». Hay algunas menciones ocasionales posteriores, como en la carta que escribió Leoni a Granvelle desde Milán el 29 de junio de 1557, donde reclama al emperador una deuda de 300 escudos por la cual «la maesta del re uoleua che sopra detti dacii assegnati mi fussero come a Gianello si fece»; en la enviada por Leoni a Granvelle el 10 de noviembre de 1558, de nuevo desde Milán, para que «fusse fatto come a Gianello che mi fusse pagato quel ch’io debbo», o en otra del cortesano Francesco De Marchi a Giovanni Battista Pico el 7 de mayo de 1564, enviada desde Bruselas, en la que se cita «lorole de mastro Janele».

La renta sobre los derechos de la que goza nuestro protagonista se conoce a partir de escrituras del notario de cámara Cesare Regaini, como se acredita en los libros de registro de Milán de la pensión anual recibida por los apoderados Orfeo Diana (21 de enero de 1564, 27 de agosto de 1566, 11 de enero de 1567, 22 de marzo de 1567, 21 de febrero de 1568, 5 de noviembre de 1568, 14 de febrero de 1569, 8 de marzo de 1572, 9 de mayo de 1572 y 19 de febrero de 1573), Rinaldo Tettoni (5 de enero de 1576) y Giovan Battista Besozzi, considerado pariente de Ludovico, marido de Emilia Filippa Diana, su nieta, dado que es hija de Bárbara Medea Turriano (18 de agosto de 1581). En cambio, no se ha localizado otra escritura del 14 de octubre de 1568, de Giovan Battista Gorgonzola, que Regaini cita el 5 de noviembre de 1568.

En cinco escrituras de Regaini aparece, además, que el apoderado Orfeo Diana ha recibido la pensión de Juanelo/Giannello (5 de marzo 1565, 5 de septiembre de 1567, 2 de septiembre de 1568, 6 de mayo de 1569 y 11 de mayo de 1570). Seis escrituras de confrmación del pago, también de Regaini, muestran el abono de la pensión sobre los ingresos de la panadería de Porta Romana a Orfeo Diana (28 de noviembre de 1572 y 19 de febrero de 1573), Giovanni Antonio Fasolo (4 de diciembre de 1572) y Rinaldo Tettoni (el 31 marzo de 1574 por el año anterior y, en esa misma fecha, por tres meses del año en curso, y el 3 de enero de 1575, por los seis meses transcurridos del año anterior). En órdenes de Cesare Croci y de Lelio Giudici, ofciales del magistrado de los Ingresos Ordinarios, aparecen incluso las disposiciones de pago de la pensión por parte de quienes fjan los derechos a los apoderados de Juanelo/Giannello, prueba de que está vivo (18 de febrero de 1573, 22 de marzo de 1574, 3 de junio de 1574 y 5 de enero de 1575).

3. LA CORRESPONDENCIA ITALIANA DEL PERIODO EN ESPAÑA

Diez años después de haberse trasladado a España, nuestro protagonista vuelve a aparecer en despachos italianos con motivo de sus obras y trabajos. Paolo Casale, embajador de Guidobaldo II della Rovere, duque de Urbino, y después del príncipe Francesco de Medici, informa a su señor el 19 de junio de 1566 que el joven, que está de visita en Toledo, «si e preso piacere inestimabile in veder quel ediftio che fa mastro Gianello cremonese il quale leua lacqua del Tago». Tras el éxito del montaje del Artifcio, el ingeniero plantea solicitar la patente del descubrimiento. El papa Pío V se la concedió el 19 de enero de 1567 en Roma, durante quince años, en el Estado pontifcio; buscó privilegios por dos vías —Gerolamo Negri, embajador de Mantua, y Cesare Gonzaga— y el 7 de febrero de 1567 la solicitó al príncipe de los Medici, pero fue denegada el 9 de marzo de 1567 y no obtuvo respuesta el 28 de marzo de 1567; a Felipe II, obtenida el 15 de mayo de 1567, como se desprende de su solicitud de itinerancia al Senado de Milán, con fecha 26 de julio de 1568; a la República de Venecia el 28 de junio de 1567, discutido

aquí por los Savi alle Acque el 24 de octubre y por los Provveditori di Commun el 10 de diciembre, y concedida el 7 de febrero de 1568; en Mantua, el 27 de octubre de 1567, obtenida el 10 de junio de 1568. Nuestro protagonista aparecerá a continuación en una carta de Jacopo Nizzola, enviada desde Madrid, a Francisco I de Medici, fechada el 10 de enero de 1572.

Una correspondencia muy interesante es la relacionada con la reforma del calendario juliano, propuesta por el papa Gregorio XIII en 1577 y que concluyó con la aprobación del calendario gregoriano en 1582. Juanelo/Giannello presta apoyo desde Toledo a la delegación papal encargada de reorganizar el equinoccio de primavera, aportando una opinión teórica-astronómica y el modelo de aplicación, considerado indispensable por los comisionados. La intervención está documentada por medio de una correspondencia entre Filippo Sega (Bolonia, 1537-Roma, 1596), obispo de Ripatransone desde 1575, de Piacenza desde 1578 y nuncio apostólico en España en 1577-1581, y Tolomeo Gallio (Cernobbio, 1527-Roma, 1607), cardenal presbítero de San Pancracio desde 1565 y secretario de Estado de la Santa Sede en 1572-1585.

En un despacho de Sega a Gallio, de fecha 4 de julio de 1578, aparecen Felipe II y Pedro Fajardo y Fernández de Córdoba, tercer marqués de los Vélez, que esperan «la opinión del maestro Gianello»; el 24, el rey escribe que ha invitado al «maestro Gianello a Madrid», dirigiéndose a él; lo adorna «de amabilidad» con las expectativas del pontífce y «mayor memoria perpetua» en la empresa, y lo convenció para que entregara «su opinión por escrito». El 2 de agosto, el rey repite que no espera nada más, para dar su aprobación a Gregorio XIII, que «li pareri di queste Vniuersità et di Gianello»; el 23 asegura que no deja «di sollecitare Gianello»; el 16 de octubre certifca «qui si ritroua Gianello col suo discorso»; el 27 de noviembre precisa: «Stiamo aspettando, che maestro Gianello mandi il suo instrumento col discorso», por lo que Gallio se ve en la necesidad de pedirlo otra vez «sopra il particolare del calendario»; es el 5 de diciembre.

Meses después, el 25 de abril de 1579, Sega avisa a Gallio de que ha tomado medidas con el obispo de Parma, Ferdinando Farnese, para «explicar» las tablas y los instrumentos del ««maestro Gianello», por entonces en Madrid. El 30 de mayo, el secretario de Estado recomienda exigir «la cosa del Calendario»; el 13 de junio, el nuncio indica que Juanelo/Giannello ha ido a Toledo, y quedan «di fare tre, o quattro di quegli instrumenti»; el 29 de julio dice que «ammalato maestro Gianello di fusso»; el 12 de agosto, no está en «stato in termine di uenire à Madrid», pese a ser, no obstante —explica el 12 de septiembre—, un «ceruello heteroclito, che non si può muouere se non secondo che li detta il capriccio», pero «senza

il uoto del quale non si risolue sua maestà di scriuere». El 12 de diciembre, confrma que «durante tres meses seguidos ha estado al borde de la muerte», pero se ha recuperado, y el 26, asegura que ha recibido dos cartas de sus instrumentos con explicaciones y una para el pontífce. En el documento, muy singular porque parece ser autógrafo, nuestro protagonista, llegado en «graue, et mal sana età», implora al papa Gregorio XIII «alcuna gratia d’annua pensione, o d’altra semplice rendita».

El 4 de enero de 1580, el nuncio afrma tener «tutto il ricapito in mano» y espera encontrar una «strada per incaminare tutto sicuramente»; el 10, Gallio, a instancias del pontífce, pide «à mandare il parere di maestro Gianello»; de este modo, el 13, Sega decide mandar los «pareri di Salamanca, Alcalà, et de maestro Gianello» y se reserva hacer un seguimiento del delicado «instrumento della Rota». El 3 de febrero, el secretario de Estado Gallio pide con urgencia «gli jnstrumenti di maestro Gianello con tutto il resto», y solo el 22 admite que al menos «sono riceuuti li tre pareri» ; el 21 de marzo, Sega advierte del envío de la «rota di maestro Gianello» y el 23, del «rimanente delle tauole di maestro Gianello», y pide «un poco di auiso del riceuuto». El 13 de junio de 1580, el secretario de Estado envía fnalmente este aviso y para todos esos «jnstrumenti di maestro Gianello molto ben conditionati».

Como complemento, está la patente expedida el 25 de septiembre de 1574 por Octavio I Farnesio, duque de Parma y de Piacenza, para «inue[n]tioni sue et artiftij non usati da cauare Terreni, et acque, et alzarle à quella altezza che sarà di bisogno», otorgada al arquitecto cremonés Bernardino Torriani, pariente e imitador de nuestro protagonista; una carta de la cancillería de Mantua, fechada el 24 de septiembre de 1578 y dirigida a los agentes Ludovico Ferrari y Giulio Trecchi, para recibir noticias suyas desde Cremona, conocido como «parente et alieuo del già ms. Janello»; una carta de Trecchi, fechada el 26 de septiembre de 1578, con información de quien «lo ha conosciuto in Spagna in casa de ms. Janello»; las actas de las reuniones del Registro de Disposiciones y Ordenanzas del Ayuntamiento de Salò en el Veneciano, con fecha de 11 de noviembre de 1578, donde se le solicita un presupuesto para reparar el edifcio del municipio, y con fecha de 13 de noviembre, donde aparece el arquitecto Bernardino para presentarlo. Y, para concluir, la carta del Consejo de Decuriones de Cremona, tras recibir desde Toledo el «ritratto dal uiuo» de ese «ms. Janello Turriano già nostro cittadino gratissimo, miracolo ueramente di questa età et unico honore dell’arte sua», como muestra de agradecimiento a su donador, el gran canciller Danese Filiodoni (24 de noviembre de 1587). No obstante, queda al margen —al no ser italiano— el testamento de Leonardo Turriano, otorgado en Tenerife (1 de junio de 1588).