Juan diego gonzálvez memoria frankenstein

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JUAN DIEGO GONZÁLVEZ IZQUIERDO PROYECTO: FRANKENSTEIN O EL MODERNO PROMETEO. MARY W. SHELLEY. TÉCNICO SUPERIOR EN ARTES PLÁSTICAS Y DISEÑO EN ILUSTRACIÓN. PROYECTOS DE ILUSTRACIÓN CURSO 2012-2013


•Definición del proyecto y objetivos. Creación de una serie de tres ilustraciones, portada y dos ilustraciones interiores, para una supuesta reedición de la novela romántica Frankenstein o el moderno prometeo de Mary W. Shelley. Se trata por tanto de un proyecto de ilustración editorial, ya que las ilustraciones formarán parte de un proyecto de libro en formato tradicional impreso. En dichas ilustraciones se va a obviar la narratividad y la descripción de determinados pasajes, para utilizar el paisaje como elemento narrativo, dado que el paisaje tiene una gran importancia dentro de la novela y dentro del movimiento romántico, creando ilustraciones de carácter evocador y atmosférico que nos hablen más del tono y el ambiente de la novela que de lo que ocurre en la misma. Objetivos: - Investigar sobre el movimiento romántico para conocer sus características esenciales. - Conocer las características de la pintura de paisaje dentro del Romanticismo. - Creación de una serie de ilustraciones para la novela Frankenstein. - Aplicación de los conocimientos en cuanto a técnicas gráficas para la elaboración de las ilustraciones. •Estudio historico artístico. •El paisaje en el Romanticismo. El Romanticismo fue un movimiento cultural y político que supuso una reacción frente al excesivo clasicismo y racionalismo propio de la Ilustración. El Romanticismo que se desarrolla a finales del s. XVIII y principios del s. XIX, se va a caracterizar por una vuelta al sentimiento y la sensibilidad individual del creador-individuo. Se trata además de un movimiento que busca la libertad y la primacía del Genio creador para configurar un universo propio. El Romanticismo se centra en y valora lo diferente y lo original frente a lo igualitario y universal propio del clasicismo ilustrado, poniendo especial interés en la creatividad y la originalidad del creador frente a la imitación del mundo clásico y en la obra imperfecta, inacabada y abierta, frente a la obra perfecta y armónica. En este movimiento, el sentimiento de lo sublime va a ser una constante y la base según la cual las manifestaciones plásticas se van a convertir en un grito de libertad y originalidad. Lo sublime, fue descrito por Inmanuel Kant en su Crítica al juicio de la razón. Para este autor, lo sublime viene asociado a una naturaleza y un paisaje desbordado, un escenario natural que sobrepasa al hombre en cuanto a tamaño y fuerza, ante lo cual el hombre se siente amenazado en un primer momento, para pasar después a un sentimiento mucho más elevado, ya que sentir lo sublime supone sentir la grandeza de Dios y del Universo a través de esa naturaleza que nos atemoriza.


La pesadilla. Henry Fusseli

''(...)para el romántico [el paisaje] es todo lo contrario: caos y desorden natural, naturaleza salvaje y espontánea, fuerzas desatadas e incontrolables junto a fantásticos paisajes de dimensiones colosales, o escenas apacibles pero de innegable naturalidad y casi nula presencia humana. El pintor y el poeta románticos, estaban más interesados en lo salvaje y en los fieros aspectos de la naturaleza como revelación del asombroso misterio de lo divino''. Lo sublime por tanto, preferirá las tormentas a los días soleados, las cataratas y ríos salvajes a los riachuelos, los mares embravecidos a las lagunas y las montañas y acantilados a los valles y colinas. Es así que el romántico va a usar la naturaleza como un espejo en el que reflejará sus sentimientos y sus estados de animo, es una proyección de su interioridad y en este sentido, el paisaje romántico y la naturaleza será tumultuosa, violenta, tétrica o melancólica en función del sentimiento y el estado de ánimo del individuo. La pintura de paisaje del Romanticismo, se aleja de la concepción clásica sobre la representación de la naturaleza por la cual el hombre dominaba a lo natural; siendo así que en las pinturas neoclásicas el paisaje esta supeditado, entra en un segundo plano, a la acción del hombre. En el Romanticismo la presencia del hombre en las pinturas de paisajes es nula o anecdótica, suponiendo una mera mancha diminuta dentro un paisaje engrandecido.


El arcoiris. David Kaspar Friedrich. A partir de este momento, el paisaje va a entrar en el mundo de la pintura como género en sí mismo, cobrando una gran importancia y siendo muy cultivado por una gran cantidad de artistas del Romanticismo. David Kaspar Friedrich será uno de esos artista que ejemplifique con su pintura ese sentimiento romántico hacia el paisaje. En sus pinturas, el paisaje representa esa facción sublime de la que hablara Kant donde la figura humana aparece contemplado un paisaje engrandecido y en algunas ocasiones temible. Las pinturas de Fiedrich se caracterizan por centrarse en grandes espacios abiertos donde la naturaleza es la protagonista indiscutible, jugando un papel vital dentro de la escena a través de grandes perspectivas y grandes planos, bosques, glaciares y ruinas, que serán otro tema predilecto por el Romanticismo.

Abadía en el Robledal. David K. Friedrich


William Turner, va a ser otro claro exponente de pintor romántico, centrado en la representación del paisaje. En sus obras el paisaje se reduce a una serie de manchas tumultosas (adelantándose a la pintura abstracta). Las manchas de pintura de Turner se centran el fenómenos de la naturaleza como tormentas, brumas y amaneceres, siendo claros ejemplos de ese sentimiento romántico sobre el paisaje como una expresión de la interioridad del artista-individuo. En ellos una vez más, la presencia humana es anecdotica y queda reducida a una simple forma que nos remite a una persona, a un barco o a una locomotora.

Tormenta. William Turner En el trabajo de Thomas Cole, podemos observar ese gusto romántico por lo exótico y lo lejano, además de por una naturaleza temible y violenta, donde los accidentes geográficos y los fenómenos atmosféricos ayudan a configurar un paisaje que transmite esa sensación de lo sublime.


Thomas Cole. El curso del imperio Imágenes para Frankenstein. La novela de Mary W. Shelley y la historia del monstruo de Frankenstein han pasado a formar parte del imaginario colectivo, como una de las obras más conocidas y admiradas. Sin duda, este hecho se debe a todos los trabajos (sobre todo cinematográficos) que han intentado plasmar en imágenes el terrible cuento ideado por Shelley, algunas de las cuales han sido tan potentes y reconocibles que muchos no se imaginan al monstruo si no es como lo interpretó por ejemplo Boris Karloff. Pasamos ahora a enumerar someramente, algunos de los ejemplos de trabajos que han intentado plasmar en imágenes la historia de Frankenstein. En primer lugar hablaremos de Theodor Von Holst, un artista e ilustrador inglés, alumno de Henry Fuseli y fuertemente interesado por hacer una pintura romántica basada en textos de escritores de la talla de Dante, Hoffman o Goethe. Es sin duda un pintor-ilustrador que representa perfectamente ese espíritu romántico necesario para ilustrar una novela como Frankenstein. Holst, realizó las ilustraciones para la primera edición de la novela de Frankenstein en 1831, poniendo de manifiesto que el texto de Shelley despertaba y despierta, la imaginación de los artistas desde el primer momento. Sus trabajos, fuertemente influenciados por la obra de su maestro Fuseli, suponen un acercamiento gráfico al mito de Frankenstein desde una estética cercana al prerrafaelismo.


Theodor Von Holst. Ilustraciones para Frankenstein En la primera década del s.XX se filmó una primera adaptación de la novela de Shelley, el autor del film J. Searle Dawley, se permite una gran cantidad de licencias artísticas a la hora de plasmas los hechos más relevantes de la novela. Sin embargo, su trabajo no deja de sorprender en cuanto al tratamiento plástico de las imágenes y en cuanto a que es la semilla de la que germinarían todas las adaptaciones cinematográficas posteriores.

Cartel para Frankenstein. J. Searle Dawley


En los años treinta, durante el expresionismo europeo, dos autores van a centrar sus trabajos en la figura del monstruo de Frankenstein. El primero de ellos, Lynd Ward creó una serie de ilustraciones para la edición de la novela en 1934. Sus trabajos, realizados en xilografía, son claros ejemplos del expresionismo en cuanto a la deformación, el juego con las sombras y las facciones angulosas y casi geométricas de las figuras e imágenes (propias del medio xilográfico, del art decó y del expresionismo). En sus trabajos Lynd nos ofrece una visión de un monstruo que combina en su cuerpo la fealdad y la belleza atlética. El magnífico uso del claroscuro ha sido usado perfectamente para transmitir en el espectador en una sensación de violencia, misterio y tragedia.

Frankenstein. Lynd Warr El segundo de estos autores es James Whale que en 1931 rodaría la segunda y más famosa adaptación cinematográfica de la novela de Frankenstein. Es este un film, en el que el director se toma, como en el caso de J. Seale Dawley ciertas licencias a la hora de adaptar el texto, aunque es bastante más fiel que la primera adaptación de la novela. La cinta, clásico imperecedero del cine de terror, nos muestra a un mágnífico monstruo interpretado por Boris Karloff que ha pasado a la historia como el Frankenstein por antonomasia. El carácter monstruoso, agigantado, pero también bondadoso que Whale insufla a su monstruo son carácterísticos del film, a demás de un magnífico uso del claroscuro, de la sombra, el paiasaje (escenográfico) y la silueta. Cuatro años más tarde, en 1935 filmaría La novía de Frankenstein, una continuación de la primera película, que cosechó indudables éxitos y que se ha convertido junto a la primera en clásicos.

Frankenstein 1931

La novia de Frankenstein 1935


Por último vamos a mostrar el trabajo de Harry Brockway, un grabador e ilustrador inglés, que realizó una serie de ilustraciones para una edición de Frankenstein del 2008, de manos de la editorial Folio Society´s. Se trata de trabajos realizados magistralmente con xilografía, donde se advierte un concienzudo uso de la línea y la trama para crear atmósferas y juegos de luces y sombras. Destaca también por un estudio muy detallado de los personajes y los gestos, que logran transmitir sensaciones de terror o angustia, no solo por los gestos del rostro, sinó por las manos o por la síntesis formal con la que trabaja la figura humana. Es sin duda un trabajo muy interesante que recuerda formalmente al expresionismo alemán y al trabajo del ya citado Lynd Ward.

Frankenstein. Harry Brockway •Referentes directos. •Como referentes directos para nuestras ilustraciones, nos vamos a centrar en algunas piezas destacadas de autores paisajistas, de artistas y de películas que por su manera de trabajar se acercan bastante al tono que queremos conseguir en nuestro trabajo. En primer lugar, hablar de David Kaspar Friedrich. Es difícil escoger una sóla obra de este autor, ya que su trabajo resume perfectamente la mayoría de los items estéticos que vamos a tratar en las ilustraciones. De sus pinturas de paisaje nos interesa el aire melancólico, a veces temible, de la naturaleza que representa, con el tratamiento de las brumas, las perspectivas abiertas y sobre todo el tratamiento y la forma de representar los árboles, como troncos secos y retorcidos, de ramas tortuosas. Nos interesa además, el hecho de que en sus pinturas, la figura humana tiene una escala diminuta en comparación con el paisaje en el que se encuentra.


El monje. David K. Friedrich De la obra de Reece Jones nos interesa el uso que hace del carboncillo para configurar paisajes muy dramĂĄticos, cargados de extraĂąeza, gracias al juego de luces y sombras que consigue. Junto a Jones, el trabajo de Bruno Cavellec, directamente influido por Friedrich y Turner, nos interesa en cuanto el tratamiento del paisaje, mediante manchas de pintura libres y abstractas, que configuran cielos y espacios tormentosos y amenazantes donde introduce la presencia humana a travĂŠs de siluetas reducidas, que nos dan la escala de unos paisajes engrandecidos, que representan claramente la idea de lo sublime.

Reece Jones

Bruno Cavellec


Citaremos también el trabajo de Timo Salekivi, un pintor que consigue mediante una paleta muy reducida de blancos, grises y negros, crear atmósferas oníricas y malsanas. En su trabajo, y aunque la figura tiene un papel fundamental, es muy interesante y relevante para nuestro proyecto en cuanto al tono siniestro y fantásticos que consigue.

Timo Salekivi Nos hemos fijado también en obras puntuales de artístas como John Atkinson Grimshaw, Carl Blechen, Gustave Doré o Yaroslav Gerzhedovich, que se pueden ver junto a imágenes de otros artistas e ilustradores en el tablón de estilo que hemos confeccionado en la plataforma de imágenes de Pinterest. Las obras de los artistas citiados cumplen los requisitos estéticos que queremos aplicar a las ilustraciones de este proyecto: paisajes atmosféricos, aire lúgubre, melancólico y tenebroso, la figura humana apenas está esbozada cediendo el protagonismo a la naturaleza, etc.

Yaroslav Gerzhedovich

Gustave Doré


Por otro lado, nos ha resultado muy interesante el tono y la estética de las películas expresionistas alemanas, sobre todo El Gabinete del Profesor Caligari y Nosferatu. En ellas, el aire fantástico y la expresividad han sido magistralmente conseguidos a través del uso de la sombra, la silueta y escenarios retorcidos.

El Gabinete del Doctor Caligari. 1920

Nosferatu. 1922

•Definición en la solución de la propuesta. •Aspectos estéticos Las ilustraciones que se van a realizar para la novela de Shelley van a seguir las premisas estéticas que la pintura de paisaje desarrolló durante el Romanticismo, centrándose en la representación del paisaje (que tiene una gran prensencia dentro de la propia novela) como un elemento narrativo más, en lugar de elaborar ilustraciones que se centren en reproducir escenas y pasajes del texto. En las ilustraciones, el paisaje va a ser tratado de forma libre, creando mediante manchas y texturas una atmósfera lúgubre, fantástica y muy evocadora, para transmitir sensaciones de melancolía, soledad, miedo, etc. Los referentes directos anteriormente citados, han sido cruciales a la hora de determinar el tono de nuestras ilustraciones, ya que en ellos podemos ver las características principales que queremos plásmar en las mismas. El uso de uno o dos colores, principalmente las gradaciones de grises y algún color neutro, va a ser otra de las premisas estéticas para nuestro trabajo, pués queremos conseguir con ello un aire sobrio en cuanto al color, centrándonos en la expresividad que se puede conseguir solamente jugando con las variaciones texturales, gráficas y de tono. Dos de las ilustraciones tendrán un formato horizontal, que es más apropiado para representar escenarios abiertos y con perspectivas lejanas, mientras que la tercera ilustración estará realizada en un formato vertical, que se adapta mucho mejor a la representación de árboles y elementos verticales.


•Aspectos técnicos. Las ilustraciones para este proyecto van a ser realizadas en un tamaño A3, dejando un márgen de 1,5 cm a cada lado y van a estar realizadas con una técnica mixta a base de técnicas húmedas (acuarela y tinta) y técnicas secas (carbocillo, lápiz conté, pastel, lápices de color etc). Se ha escogido un tamaño en A3 ya que la elección de un tamaño de hoja menor impediría trabajar cómodamente y conseguir la libertad de mancha y expresividad que se que se pretenden al usar medios al agua como la acuarela o la tinta. •Aspectos comunicativos. Las ilustraciones que se van a realizar están inmersas dentro de un proyecto editorial ficticio para una posible reedición de la novela de Frankenstein. La editorial que va usar nuestros trabajos, Valdemar, es una editorial dedicada desde hace más de 20 años a la edición de literatura fantástica, de Ciencia Ficción y de terror; así como a la publicación de trabajos de investigación y ensayo referentes a temas de la cultura popular, el cine de terror y otros temas relacionados con lo gótico en el cine, pintura y literatura, lo monstruoso, cultura underground, etc. Se trata de una editorial que dirigue sus trabajos a un público adulto, con un claro interés por el cine, lo fantástico y el terror. Es por tanto un público culto y muy focalizado, que busca en los libros de Valdemar una literatura adulta y seria. Aunque esta editorial no ha editado aún, ningún libro ilustrado (el uso que hace esta editorial de la imagen impresa se reduce a la portada de sus libros tomando imágenes de la Historia del Arte) creemos que las ilustraciones que se han realizado para el texto de Shelley encajan perfectamente con una posible edición ilustrada del texto de Shelley por esta editorial. Las ilustraciones por tanto, se dirigen a un público adulto y culto, que sabrá apreciar y leer en las imágenes el componente expresivo y romántico del paisaje. •Bocetos y maquetas. En estos bocetos se puede apreciar la cual será la línea que las ilustraciones finales van a seguir en cuanto a composición, tratamiento de las superficies, luz, etc. Nos hemos decantado por representar escenas de paisaje en donde los elementos que conforman la acción aparecen empequeñecidos y supeditados a un paisaje grandioso y ''atormentado'' que sigue la estela de las pinturas románticas estudiadas como referentes.




•Artes finales.




•Bibliografía. •Sandoval Pereyra, Guadalupe. Características del Romanticismo en Mary Shelley´s Frankenstein de Kenneth Branagh. En Creación y Producción en Diseño y Comunicación. Universidad de Palermo. •Martínez Peñarroja, Leopoldo. El paisaje. Lo sublime como búsqueda de lo sobrenatural, de lo trascendental, de la divindad en la Naturaleza. Universidad de Valencia.


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