—¡Bueno, yo ya estoy lista! ¿Cuándo viene ese vídeo tan real? —protestó—. De momento, lo único real es que me aburro esperando. —Tranquila que lo estoy cargando y enseguida lo activo. Un momentito —pidió Óscar con voz inocente mientras acercaba un ventilador que teníamos para cuando hacía mucho calor y lo ponía frente a ella.
Yo ya empezaba a vislumbrar cuál era la idea de mi hermano, pero de momento parecía inofensiva. —¡Vamos allá! Ahora empezarás a ver las imágenes y a escuchar el sonido —dijo Óscar pulsando el play en la pantalla del ordenador. Todos podíamos ver que Eugenia se esforzaba por permanecer tranquila, pero con el vídeo ya en
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