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ENPORTADA
TERCER MILENIO #411 MARTES 28.MAR.2006 HERALDO DE ARAGON
BIOARTE >¿JUGAND
EL BIOARTE O ARTE TRANSGÉNICO INVAD CON ORGANISMOS VIVOS PARA LA CREA POLÉMICA SOBRE ÉTICA Y MANIPULACI CIENCIA Y EL ARTE EN LA VIDA COTIDIANA LA CONEJA FLUORESCENTE Alba era una coneja como cualquiera: comía zanahorias, brincaba dando pequeños saltos y no cesaba de mover su hocico rosado. Era blanca como la nieve hasta que se apagaba la luz y era iluminada por una lámpara ultravioleta. En ese momento, Alba se convertía en una coneja verde, pero verde fluorescente, que incluso podía brillar en la oscuridad. La coneja había sido manipulada genéticamente y se le había agregado la proteína verde fluorescente de una medusa del noroeste del Pacífico, la Aequorea victoria. La idea había sido del artista brasileño Eduardo Kac, y se supone que es una de las primeras obras del llamado Arte transgénico o Bioarte. Esta unión entre Ciencia y Arte refleja el modo en que las tecnologías están presentes en cada ámbito de la vida cotidiana, desde la manipulación genética durante la concepción hasta los proyectos de conservación criogénica tras la muerte. Pero la idea del Bioarte no es sólo exhibir: también apunta a la reflexión, la discusión e incluso la provocación. Por supuesto, en la polémica hay un delicado límite ético que los artistas transgénicos siempre amenazan con atravesar.
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UN LABORATORIO COMO TALLER En el Bioarte, el laboratorio es el taller, las células y los organismos vivos son las pinturas o el bloque de piedra, y el artista es quien utiliza sus conocimientos de Genética para crear estas “obras” que van desde plantas con códigos de ADN escritos en lenguaje morse a bacterias sintéticas que se envían por e-mail e interactúan con otras orgánicas. No es la primera vez que Arte y Ciencia forman un matrimonio por conveniencia: el Renacimiento no habría existido sin las investigaciones sobre la perspectiva; los avances de la Óptica dieron nuevas alas a la creación impresionista; y los postulados del psicoanálisis fueron el motor impulsor de los surrealistas. Y por no hablar del uso de luces, vídeo, sonidos y maquinarias industriales que son elementales para el arte postmoderno.
“Hombre Ratón”, obra de Eugenio Marchesi en homenaje al ratón de laboratorio; formó parte de la muestra “Mus musculus”. EUGENIO MARCHESI
EXPOSICIÓN Y DEBATE Pero donde el Bioarte rompe fronteras es en “la manipulación de materia viva, de organismos vivos que pueden ser desde seres microcelulares hasta mamíferos o vegetales”, sintetiza Mónica Bello, una de las integrantes del grupo Cápsula. Esta organización impulsó, a mediados del pasado mes de febrero, las jornadas “Días de Bioarte 06”. Tuvieron lugar en Barcelona, donde se presentaron las nuevas tendencias “bioartísticas” y se polemizó sobre el alcance de estas expresiones. “La Ciencia y la Tecnología se convierten en herramientas para crear productos y explotar la Naturaleza en beneficio humano. Pues bien, si se usa para esos fi-