
1 minute read
Corrido a Tonalá
E B7
Cerca de Guadalajara-a-a-a-a-a, hay un pueblo, muy bonito-o-o-o, E sí lo quiere-e-e-es conoce-e-e-e-e-er, se llama Tonalá, Jalisco-o-o-o. B7 Tonala-a-a-á pueblo querido-o-o-o-o-o, lugar por donde el sol sale-e-e-e, E aunque ere-e-e-es muy pequeñito-o-o-o-o-o, tu arte es lo que vale-e-e-e.
Advertisement
E7 A B7 E
Ahí se-e-e-e trabaja el barro-o-o-o, vidrio soplado y lato-o-o-ón, B7 E E7 se toma-a-a-a tequila en jarro-o-o-o, con salecita y limo-o-o-ón, A B7 E al mira-a-a-ar tu artesanía-a-a-a-a-a y también sus tradicione-e-e-es, B7 E se contagia-a-a-a de alegría-a-a-a, todos nuestros corazone-e-e-es.
E7 A B7
Ay, ay, ay, a-a-a-a-a-ay mi Tonalá querido-o-o-o-o-o, sí me encuentro-o-o-o lejos de ti-i-i-i, E por Dios que jamás te olvido-o-o-o-o-o.
E
Sus hombres son artesano-o-o-os, B7 sus mujeres no son ingrata-a-a-as, en el día-a-a-a quieren flore-e-e-s, E y por las noche-e-e-es serenata-a-a-as.
E7 A
Tonalá siempre te quiero-o-o-o, B7 E este cantar te dedico-o-o-o, B7 en homenaje a tu arte-e-e-e, E de Tonalá, Jalisco-o-o-o
E7
A B7
Ay, ay, ay, a-a-a-a-a-ay mi Tonalá querido-o-o-o-o-o, sí me encuentro-o-o-o lejos de ti-i-i-i, E B7-E por Dios que jamás te olvido-o-o-o-o-o
En la cúspide del cerro de Tonalá, desde el siglo XVIII la hermandad de los guadalupanos, cada 12 de diciembre acuden a celebrar las apariciones de La Virgen Morena en el Tepeyac que desde 1895, fue coronada canónicamente en México.
El ya obispo de la Diócesis de Campeche Jaime de Anesagasti y Llamas en diciembre de 1909, en su despedida de la que fue su feligresía durante 17 años en Tonalá y antes de dirigirse allá sembró la inquietud de erigir un templo dedicado a la Virgen de Guadalupe mencionando … “¡Conquéternura,enaquelcerro,lesrecomiendoedifiquenuntemplo,opequeñacapillaal menos, alaSantísimaVirgenMaríadeGuadalupeylacolocasenenuntrono!

En 1910 inician los trabajos de cimentación que se interrumpieron por el conflicto social y bélico denominado Revolución Mexicana, y fueron continuados hasta el año de 1970, con la venia del párroco Carlos González Becerra y posteriormente del cura Rafael González González y el 31 de mayo de 1974, el séptimo arzobispo de Guadalajara, José Salazar López, consagro el recinto sacro a la Virgen María en su advocación de Guadalupe.

Hoy el cerro de la Reina, la ermita, la plaza de la bandera, los monumentos, los monolitos y toda la historia que tiene el sitio es un referente internacional de nuestra tierra.