JOSÉ CABRERA CHACÓN – JESÚS MACEDO GONZALES
horas extra a fin de ascender más rápido en su línea de carrera. Sin embargo, nosotros creemos que las generaciones actuales tienen menos conciencia de sus derechos laborales como lo tenían las generaciones antiguas debido a la flexibilización del mercado laboral. Aun así, consideramos que hay una tarea pendiente en construir jóvenes con conciencia de derechos y deberes. No es gratuito tal vez que la Secretaria Nacional de la Juventud, haya implementado la Defensoría Juvenil, un interesante modelo cuyo impacto es necesario revisar. e.
El último reto Las organizaciones que hemos descrito son en su mayoría, precarias. Su permanencia, muchas veces, depende de un apoyo institucional que es variable. La experiencia de Moquegua, da cuenta de cuán importantes son espacios como la Universidad, ONG y el trabajo coordinado con el gobierno local, como veremos más adelante en el capítulo final. Cuando el espacio es municipal, suele seguir los vaivenes de una política clientelar y, con los cambios de gestión, suelen diluirse los espacios de concertación que parecía congregarlos. Sin embargo, la creación de consejos regionales y provinciales de la juventud, permite afirmar que, en cierta forma, estos espacios están institucionalizando la participación juvenil. El asunto es que no bastan estos espacios institucionalizados, se necesita que los jóvenes también se formen como ciudadanos y desde su experiencia vayan aprendiendo lecciones para abrir camino a nuevas generaciones y realizar la trasferencia en los liderazgos. Además, se necesita que los jóvenes tengan la posibilidad de esperar lo mejor del Estado, muchos de ellos desconfían, por la misma desconfianza que tienen de los políticos. Este es otro desafío, construir un Estado, desde un gobierno local, 116