D. Francisco Quereda Rubio Director de Navegación Aérea c/Juan Ignacio Luca de Tena, 14 28027 Madrid
Jorge Ontiveros Supervisor Madrid ACC/APP
Madrid, 5 de septiembre de 2006 Estimado director: Me dirijo a ti con objeto de plantearte la necesidad de retrasar la implantación del nuevo TMA de Madrid tal y como está concebido y planeado, así como para proponer una implantación escalonada del mismo a lo largo de unos 6 meses a partir de una fecha cercana a la inicialmente prevista, el próximo 28 de septiembre de 2006.
Introducción A lo largo del presente escrito, se exponen los argumentos que me han convencido durante estos meses de preparativos y formación teórica y práctica de la necesidad de retrasar la implantación del nuevo TMA de Madrid, destaco algunos aspectos que a mi juicio están erróneamente solventados en el propio diseño del mismo, y llamo la atención sobre cuestiones que parecen haberse pasado por alto, como son las relacionadas con la SEGURIDAD ATM y con el FACTOR HUMANO, los dos grandes huérfanos de esta tortuosa y larga gestación y de su prematuro parto, si se me permite el símil, ya que el plan que se nos ha presentado no parece ser otra cosa si, como se vislumbra, todo él gira a enorme velocidad en torno a una fecha límite puesta por alguien que parece desconocer los complejos procesos por los que debe pasar el entramado de actividades que es necesario desarrollar en nuestro campo antes de que se pueda conocer ese mágico dato. Digamos, en fin, que la implantación del nuevo TMA de Madrid y la puesta en marcha de las operaciones simultáneas en las cuatro pistas del Aeropuerto de Madrid-Barajas son buenos ejemplos del conocido aforismo “empezar la casa por el tejado”. Supongo, que tu primera reacción ante este planteamiento será de rechazo y no lo censuro. Soy consciente de que se ha invertido gran cantidad recursos en sistemas, infraestructura y entrenamiento tanto para el Aeropuerto de Madrid-Barajas, torres de control incluidas, como para Madrid ACC/APP, eso sin mencionar las presiones de todo tipo con las que también hay que lidiar para “dar a luz” de una vez a un hijo que ha estado mucho tiempo amenazando con llegar y que por fin lo tenemos aquí, eso sí, prematuro a pesar de todo y con numerosas taras que obligarán a continuas atenciones terapéuticas durante los próximos años si no se actúa a tiempo con responsabilidad.
1