92 | www.kaisermagazine.com
vuelo directo urss-españa La campaña 88-89 había abierto la puerta de un mercado prohibido a los clubes españoles hasta el momento y los fichajes no hicieron más que aumentar. La nueva década, la más prolífica, en la que hasta 26 jugadores pasearon el caviar por nuestros campos, la inauguró el Castellón con la llegada de Dobrovolski en la 90-91, que además fue el primer soviético en marcar un gol en nuestra Liga. Un golazo por la escuadra al Valladolid en Castalia. Pero sería el Espanyol quien irrumpiera con fuerza en el mercado de invierno de la 91-92 con cuatro de una tacada: Moj, Galiamin, Kuznetsov y Korneyev. Pese a no hacer ninguno una carrera larga en el club de Sarrià, protagonizaron la épica salvación que llevó a cabo Javier Clemente. En la temporada siguiente llegaría Salenko al Logroñés, que se convertiría en el primer soviético en marcar un hat-trick en España, nada menos que al Athletic Club. La ristra continuó con clásicos noventeros como Popov, Radchenko, Zygmantovich o Lediakhov. Este último aterrizó en la 94-95, al igual que Kasumov, pero esta campaña se recuerda por la llegada de Valeri Karpin, el soviético con más partidos en Primera División: 384. Lo
captó la Real Sociedad y pasó por el Valencia y el Celta antes de volver a recalar en el club donostiarra. Fue indiscutible en sus 11 temporadas en España y además es el máximo goleador con 68 goles. También estuvo a punto de ser el primero en ganar la Liga en la espléndida campaña txuri-urdin de la 02-03. Pero el Kremlin tuvo que esperar hasta la 08-09, cuando Hleb la ganó con el Barça. La buena actuación de los Salenko (que fue pichichi del Mundial 94), Radchenko, Popov, Lediakhov, Karpin y compañía provocó que los clubes apostaran fuertemente por este mercado y hasta día de hoy han sido 41 jugadores los que han disfrutado de minutos en la liga española. Pero no todos fueron buenas apuestas, hubo muchos que pasaron sin pena ni gloria como los Pisarev, Plotnikov, Pogodin, Ulianov o Gurenko. No obstante, gracias a este auge exsoviético disfrutamos del genio y la calidad de Mostovoi, de Cheryshev en El Molinón y de Onopko en El Tartiere, del tanque Jankauskas, de Beschastnykh o Nikiforov. El Racing es el equipo que más fuerte pujó y tuvo a siete: Beschastnykh, Popov, Shustikov, Faizulin, Ulianov, Zygmantovich y Radchenko. Le siguieron la Real Sociedad y el Espanyol con cinco. Pero la madre patria siempre tira y
en la década de los 2000 se redujo considerablemente el número, de 26 a 14. Incluso en la 05-06 ni siquiera hubo representación rusa en la Liga, algo inaudito desde la irrupción de Dassaev. Sin embargo, el Sevilla volvió a apostar pero no le salió demasiado bien con Kerzhakov, a la
“dassaev fue el primero, saleNKo el primer hattricK y hleb el primer gaNador del tÍtulo de
liga”
Real y al Levante le salieron ranas los georgianos Demetradze y Arveladze y al Barça más de lo mismo con Hleb y Chygrynskiy, aunque estos dos últimos se llevaron una Liga cada uno. En esta década en la que estamos llegando a su ecuador, el petróleo (y más concretamente el dinero que genera) ha frenado este éxodo y sólo cuatro valientes han probado fortuna. Demidov, Stankevicius, Iakovenko y Cheryshev II, el primer caso de padres e hijos soviéticos en la Liga. Todos ellos, por el momento, no han dejado huella y parece cada vez más clara que la disolución de la URSS ha llegado a la Liga BBVA. o