La escalera

Poema al paso de La Exaltación

¿Quién me presta una escalera para subir al madero...? reza el cantautor, poeta, penitente y nazareno.

Una escalera de ruegos unida a diez mil lamentos, que ayude al Dios hecho hombre y al hombre que se hizo duelo, de un alma rota de madre que respira luto y desvelos.

¿Quién me presta una escalera que alivie el dolor tan negro, llevando un abrazo blanco al Dios de este mundo terreno?

Dejadle abrazar al hijo, en el sufrimiento eterno de madre que el alma siente se la desgarran por dentro. Dejadle que con su abrazo se reconstruyan completos…

Danos fuerza en tu mirada, la que deja sin aliento, la que habla sin sonidos, la que llora un río por dentro y la vez nos da esperanzas de una redención del miedo.

Aquí te ofrezco mi fuerza, Dios de efímero y eterno; ten mi imperfecta escalera, yo con tu perdón me quedo.

Anais García Burgos