1 minute read

Jesús de Medinaceli

(Gran obra de amor y respeto es la que Marco Pérez plasmó en esta imagen)

Cunde el silencio en la tarde. Los banceros lo bajan con sumo cuidado. Ante una nutrida concurrencia, aparece la imagen, grandiosa, solemne. Pasa a mi lado. Al lamento de las horquillas sobre piedra surge una bella danza, en la que baila su larga melena. Me estremezco, unas lágrimas corren por mis mejillas, se mezclan con las gotas de lluvia que comienza a caer, al mismo tiempo que se escuchan unas bellas voces cantando el miserere. Sigue su camino el hijo de Dios, con el reflejo de una gran tristeza en su rostro, que llama a la reflexión.

Advertisement

María Luz Abanades Lorente

This article is from: