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José Samuel Rodrigo Garrón Claure

AQUELLOS RECUERDOS ELECTORALES

José Samuel Rodrigo Garrón Claure ∗

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Después de las elecciones entre 1965 y 1966 donde ganaron el General René Barrientos Ortuño y el doctor Luis Adolfo Siles Salinas del Frente de la Revolución Boliviana (FRB), se sucedieron algunos acontecimientos importantes en nuestra Historia, tales como:

La Junta Militar de Gobierno, el levantamiento de los mineros en Huanuni, la construcción de los caminos 1 y 4 al Chapare, la inauguración de la televisión boliviana, promulgación de la Constitución Política del Estado de 1967, la invasión guerrillera cubana en Ñancahuazú, más tarde la réplica en Teoponte, la construcción de aéreo puertos con sus terminales, el surgimiento del periódico a color tamaño “tabloide” con “Hoy”, la difusión de la Coca Cola, el desarrollo de la Banca Internacional en Bolivia con el First National City Bank, las constructoras lideradas por la “Empresa Bartos”, el Pacto Militar-Campesino el progreso de las competencias automovilísticas que culminaban en el Premio Nacional de Carreras de Automóviles, la construcción de los “Stadium” departamentales, el progreso de los ferrocarriles en el Oriente con las líneas, tanto de Santa Cruz de la Sierra a Puerto Suárez-Arana, en la frontera con Brasil, como a Yacuiba y Pocitos en la frontera con Argentina, aquellas construcciones de edificios y obras como la represa hidráulica de Cochabamba desarrolladas en ese corto período de tres truncados por el accidente en Arque que cobró la vida del presidente de nuestra República y Aviador Militar de Guerra de la escuela de pilotos “Boquerón”. A partir de ese momento, llegó una etapa sucesiva de cambios de turno presidenciales con cierre del congreso nacional, por varias gestiones, promoviendo un ahorro a las arcas del estado nacional que repercutieron en otras obras. El buen desarrollo de nuestro país fue notorio porque no había gastos parlamentarios ni asambleístas.

Después del accidente de aviación del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) en el centro minero de Viloco, donde el experimentado piloto Teddy Scott en un lugar denominado “La Cancha” acabó con su vida en la nave y la delegación de deportistas del primer equipo del Club The Strongest de La Paz. Este lapso de tiempo que cursó calendarios hasta el año 1970 atrajo la época de bonanza económica que encabezó el coronel Hugo Banzer Suárez hasta el año 1977.

Cabalmente, ese año, el presidente de los Estados Unidos congregó en una gran reunión en su ciudad capital Washington D. C. en septiembre, reuniendo a todos los presidentes americanos para que llamen a elecciones nacionales en sus respectivos países, “constitucionalicen” sus gobiernos, así, se evite que el pueblo norteamericano pague impuestos mayores para ayudar a los demás países sudamericanos. Al primero en hacerlo fue Bolivia y el último Chile. Esta presión económico-política del “presidente Maní”, productor de este y también de oleaginosas en el Norte, no pudo resistir América Latina y se dieron levantamientos paulatinos en varias capitales de nuestros países con demandas sindicales que fueron la carátula de dicha

∗ Licenciado en Derecho, docente universitario, miembro del Instituto Boliviano de Estudios Tributarios, Centro Interamericano de Administración Tributaria, Academia de Historia Militar y de la Academia de Genealogía de Bolivia. Trabajó en el Servicio de Impuestos y la Aduana Boliviana. Correo electrónico: ROGACLA@yahoo.com

voluntad de “La Casa Blanca”. Es que el pueblo Norte Americano se cansó de pagar progresivamente incrementos de sus impuestos y por eso eligió a Carter y este creó la “Fundación Carter para la Democracia” que existe hasta hoy. Era común oír a estadounidenses decir que no aceptaban pagar cada vez incrementos impositivos para ayudar a que no se propague el socialismo desde Cuba que no les interesaba como isla caribeña.

En las vísperas electorales en la ciudad de La Paz, Bolivia, el gobierno militar, con un fuerte apoyo de los civiles lograron organizar un grupo de profesionales con estudios en el exterior de nuestro país, se llamó Comité de Unidad Nacional (CUN), pero el desastre no tardó en llegarles por que se dividieron entre los mismos profesionales, unos al sector de Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), otro grupo del CUN se parcializó con la Unidad Democrática y Popular (UDP) y otro grupo se puso fiel y leal al General de Brigada DEM Juan Pereda Asbun del Frente Nacionalista del Pueblo (FNP), las papeletas más comunes fueron la verde, rosada y anaranjada, las otras eran intentos de tipo político.

Es interesante la prensa de esa época del año 1978 cuyas primeras planas muestran la manera en la que se enfocaba el cambio de Gobierno, antes de la elección se dio cuenta de una huelga de mujeres de las minas en la ciudad de La Paz de la cual aprovecharon políticos, jesuitas y sindicalistas para distraer a la prensa nacional, ocultando el trasfondo de la presión norteamericana que pudo amenazar con un bloqueo de la economía de Bolivia.

Emergió la figura de “Domitila Chungara”, un personaje como bien narra el libro titulado “si me permiten hablar”, parecido a “María Barzola” en aquellos años de la Revolución Nacional de 1952, o de “Bartolina Sisa” en 1789 en la Revolución por la Independencia de los impuestos reales o de “María Josefa Gandarillas” de la Coronilla o de la heroína “Juana Azurduy de Padilla”, “Simona Manzaneda” o “Maria Juaresti Eguino de Diez de Medina”.

En esas elecciones nacionales de 1978 recuerdo muy bien que me inscribí en la mesa electoral de Sopocachi quien ubicó su escritorio casi al final de la calle Belisario Salinas, a media cuadra de la Avenida Ecuador, acudí al registro en horas de la noche al salir del trabajo, hubo una larga fila de personas en el intento, todo el vecindario se registró y obtuvo su cédula electoral para sufragar en una escuela ubicada en la esquina de la calle Juan Sánchez-Lima y avenida Ecuador.

Esperé como todos el día del sufragio, día que al final llegó , mi número de mesa fue el 0095 y mi registro fue el 85, certificando el Señor Raúl Solares, acudí a las urnas cerca al medio día, en la mesa electoral mi voto lo certificó el Licenciado José A. Antognelli, la cédula electoral estaba sobre cartulina blanca e impresa en tinta negra, con el escudo boliviano en las parte superior en cabecera y en la parte posterior se describía el artículo 132 de nuestra antigua Ley electoral que dice: “Todo ciudadano hasta 3 meses después de la elección, está obligado a presentar el certificado de sufragio para desempeñar cargos públicos, efectuar trámites administrativos y/o judiciales, así como realizar operaciones bancarias”. El remate decía: “Ciudadano, votar es tu obligación y tu derecho”. El registro se realizó con la cédula de identificación.

Al subir las gradas de dicha escuela que funcionaba como recinto electoral se veía una gran afluencia de ciudadanos, los caballeros asistían con terno y corbata muy formales a un acto tan solemne como formal que era el sufragio electoral, las damas se veían elegantes con un vestido de la ocasión.

En el lugar del sufragio, aún la forma de votar, era mediante papeletas individuales de cada partido político, donde estaba la foto del candidato, el color asignado de la boleta y la sigla con su nombre y apellido. De todos y cada uno, no había aún la papeleta multicolor ni multisigno con de medios de seguridad en la tinta y el tipo de papel. No habían puestos de ventas el día de la elección y no era una “fiesta electoral”, solamente corrían los periódicos con los canillitas.

Transcurrido el día se dieron las noticias de que “el delfín” del oficialismo era ganador de varias mesas, los resultados esperados con ansiedad se demoraron, una que otra información inicial en el canal 7 de televisión boliviana en blanco y negro más las radiodifusoras daban cuenta de un triunfo del general Juan Pereda Asbun y se comenzó a sospechar de una indebida manipulación de ánforas recogidas de las mesas electorales, lo que motivó que cambiaron en forma recurrente las cajas con los votos emitidos en diferentes centros electorales.

Por entonces, los partidos políticos hacían imprimir con sus recursos las papeletas, las imprentas entregaban el material a sus respectivos clientes en papel sábana y los delegados de estos llevaban temprano la cantidad de boletas necesarias según estimaban la cantidad de sus seguidores a los recintos de votaciones, si faltaban pedían a su candidato más papeletas, la corte electoral no negociaba como hoy el material de la elección ni hubo apoyo de dinero a cada grupo político evitando los negociados.

Ingresé al lugar del sufragio y observé una gran cantidad de papeletas de todo color y clase que me recordó una elección a la que acompañé a mi madre siendo niño en San Jorge el año 1958, la cantidad de boletas de todos los colores.

La población no se dio cuenta que se había planificado un golpe de estado, en cuanto se comenzó la denuncia de fraude electoral persiguiendo a todos los funcionarios de la Corte Electoral que se pusieron pies en polvorosa y ocultaron mientras camiones del Ejército tomaron los ministerios con soldados de diferentes regimientos.

La televisión alemana en uno de sus noticiosos transmitió por el cine, en “Deuche welle”, lo siguiente: “Elecciones en Bolivia, la única papeleta es la de color verde de la Unión Nacionalista del Pueblo (UNP)”, mostrando la fotografía del candidato oficial que dio el golpe de estado al general Hugo Banzer Suárez aun presidente.

La televisión boliviana la noche del golpe de estado electoral de 1978 transmitió en directo desde palacio de Gobierno un “mensaje a la nación” del presidente de nuestra república, quien con lágrimas en los ojos se despidió del Gobierno que tuvo en 7 años, una sucesión militar hubo reemplazado la elección nacional que fue una mala elección, fue un fracaso de intento democrático, así vieron todos, falta de práctica y experiencia electoral, la prensa no dio cuenta del fraude y fingió el hecho soslayando tanto como la imposición norteamericana. El general Juan Pereda Asbun gobernó pocos meses más tiempo en el que inauguró los juegos deportivos de ODESUR en La Paz frente a 45.000 espectadores en el stadium de Miraflores que no podía salir de la sorpresa. Así fue ese proceso electoral inicial, con fraude.

Recepción: 16 de marzo de 2022 Aprobación: 9 de abril de 2022 Publicación: abril 2022

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