iento y luz
a s el prism e a li ib B La ompone que desc o Jesucrist la luz de uchos en sus m s. os colore y hermos
Boletín de las Iglesias Evangélicas Valdenses del Presbiterio Sur Argentino Año IV - Nº 40- setiembre de 2014
El que siembra la semilla es como el que predica el mensaje
John Stot
PEQUEÑAS HISTORIAS
Misión
en tiempo de desinterés
Delante de Dios y de Cristo Jesús, que vendrá glorioso como Rey a juzgar a los vivos y a los muertos, te encargo mucho que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea oportuno y aun cuando no lo sea. Convence, reprende y anima, enseñando con toda paciencia. Porque va a llegar el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza; más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que sólo les enseñen lo que ellos quieran oír. Darán la espalda a la verdad y harán caso a toda clase de cuentos. Pero tú conserva siempre el buen juicio, soporta los sufrimientos, dedícate a anunciar el evangelio, cumple bien con tu trabajo. 2ª Timoteo 4:1-5
PREDICACIÓN SIN PALABRAS Cierto creyente dejo de visitar la iglesia en que se congregaba. Después de algunas semanas, el pastor decidió visitarlo. Era una tarde fría; el pastor encontró al hombre solo, en su chimenea, sentado frente a una estufa de leños. Adivinando el proposito de la visita, el hombre le dió la bienvenida, lo invitó a sentarse en un gran sillón cerca del fuego y espero callado. El pastor se puso cómodo y también permaneció callado. En un gran silencio observó el juego de las llamas alrededor de los troncos. Después de algunos momentos tomó las pinzas para las brasas, levantó un carbón encendido y lo colocó a un costado. Luego se sentó en su sillón y continuó en silencio. El dueño de casa observó todo con fascinación. Después de cierto tiempo, el carbón apartado dejó de quemarse hasta apagarse totalmente. Ni una palabra se había dicho desde el saludo inicial. Justo antes de que el pastor partiera, levanto el carbón solitario, frío y lo volvió a colocar en el medio del fuego; inmediatamente comenzó a resplandecer como el resto de los carbones alrededor. Cuando el pastor llegó a la puerta para irse, escucho del dueño de casa decir: "Muchas gracias por su visita y especialmente por su fogoso mensaje. Estaré de vuelta en la iglesia el próximo domingo.”