iento y luz
Este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir, se había perdido y lo hemos encontrado
Boletín de las Iglesias Evangélicas Valdenses del Presbiterio Sur Argentino Año IV - Nº 52 - octubre de 2015
PEQUEÑAS HISTORIAS
Doña Pepa
que dan vida...
El 13 de octubre de 1976 su hija María Lourdes -de 29 años- fue secuestrada junto con su marido. Pepa fue una de las catorce mujeres que se reunieron el sábado 30 de abril de 1977 a las cuatro y media de la tarde en la Plaza de Mayo para reclamar por sus hijos desaparecidos. Habían acordado encontrarse alrededor de las cuatro de la tarde. Pepa, ansiosa como era, fue la primera en llegar, dos horas antes de lo convenido. Las animaba la secreta esperanza de ser recibidas por algún alto funcionario de la Casa Rosada. Pero eso no sucedió. Eran 14, esas mujeres que en el escenario de muerte y espanto que siguió al golpe militar del 24 de marzo de 1976 se animaron a enfrentar el poder de la dictadura para reclamar por la suerte de sus hijos. Sólo querían saber si estaban detenidos. Si lo estaban, dónde y por qué. Y si no lo estaban, por qué no aparecían. El jueves siguiente se encontraron otra vez en la Plaza. La idea era permanecer allí, de pie, no más de media hora.
¿Con qué puedo comparar el Reino de Dios? Es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para hacer fermentar toda la masa. Lucas 13:20-21
El destino quiso esta vez que las rondas se iniciaran por imposición de la policía. Fue uno de ellos, que custodiaba la plaza, el que las obligó a circular porque había Estado de sitio y estaban prohibidos los grupos de tres o más personas. "¡Circulen!", fue la orden, seca, tajante. Y las madres "circularon" desde entonces cada Jueves. Doña Pepa falleció el 31 de agoto de este año a los 94 años.