N° 33 Junio 2025
Franqueo a pagar
N° 33 Junio 2025
Franqueo a pagar
Redactor responsable: Oscar Geymonat, Iglesia Valdense en Montevideo - 8 de octubre 3039 - 24879406 / 098644838 - secretaria.ievm@vera.com.uy | Impreso en Tintas del Yi
Le llamó la atención que se levantara temprano. Mi padre me lo contó como cuarenta años después. La tía Reneé era más noctámbula que madrugadora. Para dejar las sábanas antes de las siete, aun en verano, necesitaba un motivo especial. Lo tenía.
Aquellos canarios, cardenales y otros que mi pobreza ornitológica me impide recordar, saltaban del tejido de la jaula a una especie de trapecio central, bajaban al bebedero, picoteaban la ración y volvían a saltar en una especie de noria que yo no podía mirar más de tres minutos sin sucumbir a un estado de ansiedad que me desesperaba. No volaban. Cantaban, pero me impresionaban esos ojos que no paraban de moverse como si no encontraran reposo, en actitud alerta, a la defensiva. Hoy pienso que instintivamente buscaban algún huequito para salir.
La tía los saludaba todas las mañanas y decía que le respondían cariñosamente. Lo dudo. Ella seguro que lo dudó mucho tiempo. Hasta aquel día en que se levantó temprano porque tenía la plena seguridad. Mi padre me dijo que abrió primero la puertita de la jaula por la que ponía la ración y el agua y después la grande, cerca del techo por donde un día los pobres habían entrado sin querer. Todavía golpeó el tejido para que salieran de una vez con la urgencia de quien quiere dejar atrás una vieja deuda.
“Ahora sí”, me contó mi padre cuarenta años después que había dicho la tía Reneé antes de poner la yerba al mate. Él no supo nunca el tamaño de
su alivio ni yo puedo imaginarlo. Pero dijo “ahora sí” y seguro que para los pájaros y para ella, empezó un nuevo tiempo.
Me gusta imaginar que entonces empezaron a cantar para el vecindario; que aumentó el auditorio y mejoró la acústica, que la tía Renée podía escucharlos sin tenerlos prisioneros, que les seguía poniendo ración, ahora un poco más lejos. Ellos habían aprendido a cultivar el recelo pero conservaban “la memoria del burro que no olvida ande come”. El canto era ahora un regalo y la comida sólo una deuda de amor.
La cárcel de sus cantores, también la tenía presa y me gusta imaginar que al fin la tía Reneé lo había entendido. El egoísmo que buscaba privatizar aquel canto y volverlo suyo, tenía un alto costo para el único beneficio de decir:
“son míos”. Lo imagino. Entonces nadie me lo dijo, cuarenta años después tampoco y ahora, cuando pasaron otros quince por lo menos, me pongo a pensarlo vaya uno a saber por qué.
Tengo por las jaulas un rechazo visceral. Si me interesara buscar la razón capaz que ameritaba una consulta psicológica. Por el momento tengo otras urgencias. Pero cómo ganó la tía Reneé un pedazo de libertad sólo por reconocer la ajena aquella mañana que se levantó temprano, me viene picando debajo de la gorra.
Cuando en verano empieza a amanecer, tengo la impresión de que los trinos me cantan esa partecita del Sermón del Monte: “hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes, porque en eso se resume la ley y los profetas”. Y me parece clarísimo.
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“y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”
Hechos 2:4
“¿… cómo pues les oímos hablar a cada uno en nuestra lengua, en la que hemos nacido?”
Hechos 2:8
En el principio es el soplo
Toda palabra dicha es inspirada. Etimológicamente no hay dudas. En la mecánica biológica tampoco. Nace de un soplo de aire, neuma, en griego. En castellano el término se traduce como “viento” o “espíritu”, pero en su forma original sigue vivo en el habla cotidiana. En la gomería colocan neumáticos a los autos y neumáticos son muchos de sus frenos. El invierno nos familiariza con términos como neumonía o neumotórax. Neumatología suele oírse decir en alguna charla filosófica.
Siempre hay un espíritu, un soplo, que da cuerpo a las palabras que se dicen. La pregunta que ante tantas palabras surge con motivos y sin permiso es: ¿qué espíritu las mueve? ¿qué hay detrás de lo dicho? ¿cuáles son las razones, o sinrazones, que las sustentan? ¿cuáles los propósitos que persiguen? Ya no es sólo el soplo que sale de los pulmones y mueve las cuerdas vocales sino el que brota del corazón y del entendimiento que carga de sentido a lo que serían sonidos solamente.
El silencio es un lujo. Cada vez más a menudo, la superpoblación de palabras las vuelve estorbo antes que instrumento, ruido antes que comunicación.
Hay palabras machaconas que ganan por cansancio, hay palabras que se imponen por omnipresencia, las hay que convencen y las hay que amedrentan, acarician, golpean, pasan desapercibidas, hibernan y a veces despiertan diciendo lo que no habían sospechado que dirían. Hay palabras aún en el silencio.
La pregunta de siempre es qué espíritu hace que hablen.
Con mayúscula
En Jerusalén, aquella primera vez que la comunidad cristiana cele-
braba la antigua fiesta de Pentecostés sin la presencia física de Jesús, hubo palabras, muchas, movidas por un espíritu al que Lucas distingue con el artículo determinativo: es “el”, no “un” y fortaleciendo la singularidad de nombre propio hoy escribimos con mayúscula.
Fue el esperado soplo que, con la obediencia asentada en la confianza, aquella comunidad encerrada, quizás con miedo, dolorida por la pérdida; estaba esperando de acuerdo al mandato de Jesús: “quédense en Jerusalén hasta que sean investido de poder desde lo alto” (Lucas 24:49).
Y esa palabra no fue ruido que confunde, sonido que no significa ni martillo que se impone. Supo escuchar, encontró oídos capaces de entenderla. Fue el milagro de la comprensión por encima de las diferencias. No fue la globalización que uniformiza, sino la consideración que comprende. No fue la imposición del pensamiento único y la lengua dominante, sino la valoración de la que podía resultar ajena pero llega a ser tan cercana.
Pentecostés no celebra el triunfo imperialista del mensaje cristiano destinado a imponerse, sino la confirmación del llamado a ponerse en el lugar del otro y en su lengua hablar “de las maravillas de Dios”.
A lo largo de la historia el Evangelio ha sido peligrosamente asociado a una forma de organización social, “occidental y cristiana”, a los valores por ella defendidos, a costumbres, lenguajes y liturgias que de ninguna manera pueden contenerlo. Más bien podemos decir que es un futuro anunciado siempre llegando. Cuestiona permanentemente y renueva el llamado a la búsqueda de un mundo mejor.
“Hablando la gente se entiende” dice una suerte de proverbio popular que oí desde siempre y aprendí a poner entre comillas de
sospecha. Hay formas y formas de hablar, hay espíritus y Espíritu que mueven las palabras. Estamos acostumbrados a asistir a conversaciones a todo nivel que nunca llegan a entendimientos por más que la comprobación no afecte la férrea firmeza del dicho popular que peca de una pretensión universalista de la que está lejos.
“Por algo el Señor nos dio dos oídos y una sola boca” me decía la abuela Adela ni bien amagaba a yo a responder lo que todavía no había escuchado. Dos por tres cometo el mismo error, pero no me olvido de su afirmación.
Qué palabras y qué espíritu
Discursos de odio hubo siempre, lo que no los vuelve mejores por supuesto. Quizás la novedad desde un buen tiempo a esta parte sea el concebirlos como una categoría de la retórica, darle un nombre, ponerle una etiqueta, otorgarle cabida como una forma de expresión en el ámbito privado y público que de a poco, o no tan de a poco, va ganando adhesiones y lo que es peor todavía, legitimidad. Discursos de odio dichos urbi et orbi desde los lugares más encumbrados del mundo, manifestaciones de desprecio absoluto, insultos degradantes como fundamento para la destrucción, el aniquilamiento y el genocidio.
Son palabras inspiradas. Hay un espíritu que les da para que hablen. Pero ¿cuál es? Es un espíritu sordo generador de palabras que demonizan, fabrican enemigos a la medida de sus más mezquinos intereses, dan vida a palabras que se imponen por las malas, y por las peores también. Palabras que fabrican relatos de una historia que siempre está a su favor, que se autorizan a desautorizar toda otra mirada y catalogarla como traición a la verdad, que se autodenominan predestinadas por oscuras fuerzas de un más allá que está apenas más acá de ellas mismas.
¿Qué espíritu moverá las palabras de la población ucraniana masacrada por una guerra que no eligieron, de la que pagan todas las consecuencias y no entran en el reparto de beneficios? No me dejan oírlas ¿Serán capaces de oír las de quienes como dueños del mundo se reparten lo que está arriba en los cielos, abajo en la tierra y en las aguas debajo de la tierra?
¿Cuándo oiremos las palabras de los habitantes de Gaza, mientras quede alguno, atrapada entre la violencia criminal de grupos terroristas y la imposición de jefes de estado que les niegan hasta la mínima entrada de ayuda humanitaria?
Estoy seguro que la gran mayoría sueña con comer todos los días, ir a la escuela y plantar papas como cualquier hijo de vecino.
¿Cuánto oiremos la del pueblo de Israel que pide el cese de la guerra? No les ha devuelto ningún familiar secuestrado aquel 7 de octubre de 2023.
Es un soplo aplastado; como el de los pueblos nativos de la Patagonia acusados de pisar un suelo demasiado rico para sus pies y corridos a fuego de incendios, el de los del norte que piden su tierra y su lengua y lamentablemente tantos; hasta la amordazada palabra de la creación agredida.
La Palabra que es dada por el Espíritu tiene oídos para entender y por eso palabra que sabe decir.
En cualquier punto del Uruguay oímos hablar castellano con otros acentos y otras palabras; en la calle, comercios, centros de estudios, ómnibus, lugares de trabajo, en las iglesias. No nos sorprende. Incorporamos otras comidas. La multiculturalidad latinoamericana se nos ha vuelto familiar.
Pero, ¿sabemos cómo viven? ¿los tratamos con amor y respeto? ¿los consideramos hermanos?
Algunas iglesias han sentido esta responsabilidad por amor al prójimo y han formado una institución para brindar alguna atención a esta población en colaboración con el Estado y la sociedad.
En 1990 el Servicio Ecuménico de Reintegración (SER) que implementaba programas de reinserción social y atención a presos políticos liberados y uruguayos retornados del exilio, dio por cumplida esa etapa y se transformó en el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (SEDHU), una fundación sin fines de lucro formada por Arzobispado de Montevideo de la Iglesia Católica Romana, Cáritas
Uruguaya, la Iglesia Evangélica Valdense, la Iglesia Anglicana en el Uruguay, la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, la Iglesia Metodista del Uruguay, la Asociación Cristiana de Jóvenes.
Su misión es ayudar a que las personas refugiadas y migrantes logren acceder a derechos de quienes son residentes. Se les ofrece orientación legal, social y asistencia humanitaria.
Desde 2001 SEDHU es Agencia Socia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Realidad que crece
Sobre todo a partir de 2016 ha habido un aumento exponencial de solicitudes de refugio en Uruguay. Ese proceso continúa. Crecen para la Comisión de Refugiados (CORE), con representación de SEDHU, las solicitudes de refugio de personas de Cuba, Venezuela, República Dominicana, Colombia, Senegal entre otros.
Hoy se tienen contabilizadas 1236
como refugiadas en Uruguay, pero hay más y muchas más solicitando información y atención para acceder a la salud, a la educación, a prestaciones sociales.
La principal fuente de financiamiento de SEDHU es ACNUR. Su estabilidad económica depende en gran medida del financiamiento de ese solo socio. Se trabaja permanentemente en la búsqueda de nuevos acuerdos estables con otros. Se logró uno con Otto Per Mille (OPM) de Italia, facilitado por la Iglesia Valdense para el Proyecto IntegrARTE (ver ESTE periódico valdense enero 2025) y con UMCOR (United Methodist Committee on Relief).
Si bien tienen menor magnitud que el de ACNUR, son muy importantes para aumentar el alcance de nuestro servicio y diversificar las fuentes de financiamiento.
Ayudas que disminuyen
que tendríamos recortes presupuestarios que afectarían sensiblemente la posibilidad de desarrollar nuestro normal funcionamiento.
La política migratoria de las nuevas autoridades en Estados Unidos implica el recorte de ayuda financiera a ACNUR de quien era sostenedor en un 70 % de su presupuesto.
El Consejo de Administración de SEDHU debió tomar medidas para seguir dando el servicio a los desplazados y permitir la continuidad institucional. Hoy estamos en conversaciones con ACNUR, nuevas enmiendas, seguro de paro para algunos funcionarios, seguir participando de la CORE, buscar medios de financiación, y cuando se pueda retomar la atención directa a los refugiados y migrantes con atención que busque el acceso a sus derechos en nuestro país. Es una situación nunca experimentada y muy desafiante que apela a la creatividad para buscar soluciones con esperanza.
Quien hoy, frente a lo que está aconteciendo en Gaza, decida callar, es cómplice. Se ha ido mucho más allá de una legítima respuesta de Israel en la búsqueda de volver a casa a los rehenes en poder de Hamas. Pero ante los ojos de todos lo que está aconteciendo en Gaza es un sistemático e irracional plan de destrucción, casas, hospitales, fuentes de energía, refugios de prófugos, para volver aquello un lugar inhabitable. Se está sistemáticamente procediendo a diezmar al pueblo palestino; más de 50.000 muertos, en gran parte civiles. Casi 20.000 niños han pedido la vida.
Esta voluntad de limpieza étnica está confirmada con un hecho: impedir el ingreso de las ayudas humanitarias a la población que está privada de comida, de agua de medicinas. Reducir al hambre a un pueblo es un acto de crueldad inaudita.
Para esconder este crimen, también el derecho de información es negado. Del 7 de octubre a hoy fueron asesinados 232 periodistas.
Netanyahu debe agradecer a Hamas (que es su mejor enemigo-aliado) por haberle ofrecido la oportunidad de desencadenar una acción que de otra manera hubiera sido imposible. Con su ataque criminal del 7 de octubre de 2023, Hamas ha comprometido definitivamente la causa palestina permitiendo al gobierno de Israel reforzar e intensificar la guerra. Nadie ha querido de verdad afrontar la cuestión palestina, favoreciendo así la proliferación del extremismo (y de su utilización nacido de intereses geopolíticos), que se enraíza cuando existe solo desesperación y ninguna esperanza. Pocos han creído y luchado del lado palestino para dar a este martirizado
La situación cambió en 2025. Al comienzo del año, ACNUR regional nos comunicó desde Buenos Aires pueblo su Estado respetando su dignidad. Sobre el gobierno israelí y sobre aquella parte de población que lo apoya, cae la responsabilidad de lo que está aconteciendo. Criticar la criminal acción del gobierno israelí no es antisemitismo (excusa puesta para callar las críticas), sino simple defensa de valores fundamentales de la dignidad humana. Se critica a un gobierno, no a un pueblo. Son muchos israelíes contrarios a esta guerra. Es el propio Netanyahu quien ha favorecido el renacer del antisemitismo.
La muerte, el sufrimiento provocarán una andanada de odio que llevará a nefastas consecuencias por mucho tiempo. Quien ha visto asesinar a sus seres queridos sin justificación cultivará sólo rencor, odio o deseo de venganza.
Espantoso en todo tiempo ha sido
*Representante de la Iglesia Valdense en el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana el silencio de Europa y sus gobiernos, entre éstos el italiano sobre lo que está aconteciendo. Apenas débiles palabras de desaprobación. La sangre de aquellos niños y de todos los civiles inocentes, mancha las manos de los “bienpensantes demócratas” que hablan de paz mientras cierran los ojos frente a un desastre humanitario científicamente programado por el gobierno de Israel y sostenido directa o indirectamente por sus cómplices internacionales.
Torre Péllice, comité val Pellice para la defensa de los valores de la Resistencia y la Constitución Republicana. Publicado por Riforma 30 de mayo de 2025.
ESTE Periódico Valdense
ESTE junio en Montevideo
Cultos:
Domingos, hora 11. Domingo 15, con celebración de Santa Cena.
En Libertad, sábado 28, hora 15.
En Maldonado, viernes 20, hora 19.
Consistorio:
Lunes 23, hora 18.
Liga Femenina:
Sesión mensual, jueves 12, hora 15.
Coro:
Ensayos regulares los martes, hora 17.30.
Un encuentro tuvieron el sábado 24 y el domingo 25 día en el que llevaron adelante parte de la liturgia y la música en el culto comunitario.
Como parte de la actividad del sábado participaron de una tarea voluntaria de reciclaje de plástico en el barrio de Sayago.
Mayo es el habitual mes en el que las Ligas Femeninas convocan a una ofrenda especial para sostener este fondo que brinda una ayuda económica y de acompañamiento a familias con enfermos de cáncer. Este año, en Montevideo será junio, el llamado es el mismo y el tiempo de ofrendar son todos los meses del año.
El domingo 15, la actividad anunciada en la portada de esta edición, será uno de los aportes, también se reciben ofrendas particulares que pueden ser hechas a través de la iglesia o directamente al fondo en la siguiente cuenta bancar.
Caja de Ahorro BROU
$ 001521941-00016
U$ 001521941-00025
La Tesorera del Fondo, administrado por la Federación Femenina Evangélica Valdense es Sucy Rivoir Félix de Paysandú.
A final del culto, las huellas digitales quedaron como testimonio de que estamos y somos parte de la iglesia.
Para el 21 de junio se programa un encuentro de jóvenes en nuestro templo promovido por la Red CLAI (Consejo Latinoamericano de Iglesias).
Secretaría
Atención: Fernando Moreira, lunes y viernes de 14 a 18.
Teléfono 2487 9406 | Celular 098 604 153
Correo electrónico: secretaria.ievm@vera.com.uy
Cuentas bancarias de la iglesia en BROU
Caja de ahorro en pesos: 001575169 – 00001
Caja de ahorro en dólares: 001575169 – 00002
Ofrendas por débito automático: llamar a secretaría
Facebook: Iglesia Evangélica Valdense de Montevideo Comisión local de comunicaciones: comunicaciones.ievm@gmail.com
Mientras sube, de a poco pero sube gracias a las ofrendas de ustedes en busca de brindar a nuestro bloque parroquial una accesibilidad más inclusiva, la comisión de obras continúa con los trabajos previos de planificación y sobre todo trámites de permisos municipales y otros que son imprescindibles.
El año continúa y confiamos en que no termine sin que hayamos empezado. Sumando cada uno y entre todos por supuesto como siempre.
ESTE por el Este
En junio la gira pastoral por Lascano, Chuy, posiblemente La Paloma, está planificada para el fin de semana del 6, 7 y 8.
El viernes 6 por la tarde en el templo tendremos un encuentro de lectura y estudio bíblico, el sábado 7 el encuentro de escuela bíblica en Lascano, el 8 el culto a las 10 de la mañana en el templo y posiblemente la visita en La Paloma. Está la planificación en marcha y la información se irá dando a medida que estén definidas las actividades.
El domingo 8 estamos invitados por el grupo de educación cristiana a comer una suculenta cazuela. Los tickets están a la venta. Es una actividad destinada a conseguir fondos para el viaje que se viene programando al departamento de Colonia para setiembre. Además es un trabajo comunitario que nos fortalece a todos.
El sábado 21 será la segunda visita del mes, por el día con el propósito fundamentalmente de acompañar a la Escuela Bíblica.
Culto en red: Los domingos el Presbiterio Este Uruguayo comparte un culto a través de las redes sociales y el canal de YouToube: @ESTEperiodicovaldense al cual es posible suscribirse gratuitamente.
ESTE dice: Podcast semanal, los miércoles, también por Youtube.
Columna semanal del pastor Oscar Geymonat en lCW 159 Nueva Radio Regional de Lascano.
Escanea el código QR y accede a los contenidos del canal de Youtube de ESTE periódico valdense.
“Es el trabajo final de grado de la Licenciatura en Comunicación”, dice Isabel. Ella, y las dos compañeras con quienes lo realizó en la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República, están en los trámites previos a la defensa.
La evaluación académica no es cuestión nuestra, la dejamos para el jurado. Nos interesó la experiencia práctica y algunas conclusiones que nos ayudan a conocernos. De eso conversamos.
“Hacemos la orientación educativa y comunitaria”, nos cuenta. “Tenemos varias modalidades de trabajo, siempre en grupos. Nosotras elegimos en este caso trabajar con un coro integrado por personas mayores. Si bien no hay límite de edad y de hecho hay jóvenes que se integran, lo que vimos es que por diversas razones esa franja etaria tiene mayor movilidad. Entran, salen, vuelven. En cambio las personas mayores permanecen. Es el coro Corazón de María que funciona en la Academia que lleva el mismo nombre en el barrio La Comercial.” “Era un colegio que hoy no funciona como tal y cuenta con una infraestructura edilicia excelente para actividades como éstas”.
Muchas de nuestras comunidades valdenses tienen coros, algunos desde hace muchísimos años. El decano es el de Cosmopolita, en el departamento de Colonia que
festejó cien años hace ya unos cuantos. El más joven que se ha presentado en las últimas Fiestas de Canto es el de Fray Bentos. En todos hay lógicamente una búsqueda de cultivar el canto polifónico como expresión artística y testimonial y se busca hacerlo de la mejor manera. Pero también hay, y no es para nada despreciable, relaciones de grupo que se afianzan hasta crear una verdadera comunidad coral. Nos interesó, cuando conocimos este trabajo, comparar esa experiencia nuestra con otras en otro contexto y por eso esta conversación.
“No estudiamos ni juzgamos el aspecto musical”, dice Isabel, “ni siquiera podríamos hacerlo, lo nuestro es ver de qué manera esa actividad nuclea a la gente, genera vínculos, contribuye incluso en su salud. Se nota la alegría, la energía con la que llevan adelante otras actividades como paseos, meriendas compartidas, vinculan la actuación del coro con otras visitas y encuentros festivos. Eso les da tremendo sentido de grupo. Trabajan en lo musical por supuesto, pero se nota un énfasis en lo comunitario, en reunirse, encontrarse, ver cómo está fulano, o mengano, qué le pasó… Por eso el título contar y cantar. Apuntamos a contar lo que hay detrás del canto”.
Sé de Rafael Gibelli lo que saben ustedes, su nombre. De un amigo mío y no sé si de él, recibí varios escritos. Discrepé con muchos, acordé con algunos, aprendí de todos. Éste me pareció que no podía no compartirlo. No es carta de lector ni está pensado para nuestro periódico, pero anda en cosas que andábamos pensando y lo dice con la breve contundencia de un coral de Bach.
Todo epinicio cultural es parte de la decadencia que viene detrás de él. La modernidad en occidente, por ejemplo, fue hito de la humanidad, y asimismo, el punto de inflexión de una sociedad que hoy muestra sus fisuras antes de certificar al edificio occidental como mera ruina arqueológica.
Somos naturalmente seres gregarios, la soledad suele ser una mala compañía de la que propuestas como ésta buscan saludablemente despegarse.
“En la conversación o en las dinámicas disparadoras fueron surgiendo aspectos de la vida particular de las personas, situaciones de soledad motivadas por la falta de familiares, porque están lejos, porque el tiempo no alcanza para los
encuentros o por muchas razones. Encuentran en el coro, en la academia con un montón de actividades y talleres sobre todo orientadas a lo artístico, esa compañía que les da vida. Con la profesora incluso hay una relación que no es la de docente alumno solamente, sino de amistad”.
Son espacios necesarios. Mostrarlo es una de las contribuciones que se pueden hacer desde este ámbito de la comunicación. Me parece muy valioso. ”Incluso”, nos dice Isabel, “se sorprenden cuando les contamos todo lo que hacen, como si tomaran conciencia al decirlo de la importancia del espacio que viven”.
Contar y cantar no es sólo contar lo que se canta, es lo que se vive.
Hay cosas que no conviene al hombre conocer. Porque cuando accede a conocerlas y, bien luego, a pretenderlas, comienza su declive y su perdición. El paraíso perdido tras el episodio de la manzana -metáfora sin pares prueba de esto que digo.
El olvido de lo sagrado -de dios o los dioses-, sinónimo de la pérdida de la fe en el misterio fascinante de la creación del mundo, ha sido fulminante para nosotros. En esta época, el diablo ya no precisa andar ocultándose tras los choclos; anda a ojos vistas, desnudo y desafiante, a las risas convidando con la maldición de su fruta prohibida; la vanidad mata.
Rafael Gibelli
Carlos Delmonte
No sé cuanto hace que esta página fue escrita. Dice hoy. En Uruguay la laicidad es un tema siempre presente que aflora de a ratos. En unos bien nutridos biblioratos de Carlitos que reviso de a poco aparece más de una que vale la pena volver a leer.
Los términos laicidad y laicismo se usan como si fueran intercambiables y entonces; un comportamiento laico corre el riesgo de ser interpretado como laicista.
Así la iglesia ha visto en la laicidad, la secularización, una amenaza de una realidad externa a ella, un peligro del que debía defenderse.
Por su parte los laicos vieron en la realidad iglesia, religión, Dios, una amenaza para su identidad, sintiendo la laicidad como una liberación de una realidad opresiva y opresora. No se veía a la laicidad como la conquista de una condición de autenticidad.
El laicismo amenaza a la laicidad, como el clericalismo amenaza a la iglesia
Una cultura clerical no puede tener otro interlocutor que una cultura anti-clerical, laicista y a su sombra no crece una laicidad madura. Al error de ver en la forma clerical de la iglesia un modo de asegurar su poder, corresponde el error de ver la realización de la autonomía de la libertad en la eliminación del clericalismo.
La laicidad entonces, debe verse como una vocación; primero para los creyentes. Jesús es un laico, un modesto artesano, no pertenece a la casta sacerdotal, no elige la perfección ascética como Juan el Bautista. Creyente que estudia las Sagradas Escrituras y las comenta en una forma completamente original. Pertenece al ambiente de los artesanos como sus discípulos.
Se podría decir, no es un hombre político, ni literato, ni artista, es un maestro hebreo, desarrolla una actividad de carácter religioso, habla de Dios y de los valores del Espíritu. Es verdad, pero su posición no es la del que busca una perfección religiosa, sino del que busca
cómo ser fiel a Dios en un mundo cargado de contradicciones, cómo vivir una vida que tenga sentido, inspirada por el amor de Dios.
La comunidad que se reúne después de su muerte y resurrección, no se organiza en forma clerical-religiosa. Combinando formas asociativas del mundo judaico y helenístico, realiza una forma de vida familiar asociativa y se la nombra con un término político, no religioso, ekklesía, asamblea de ciudadanos convocada para votar democráticamente y tomar decisiones respecto a la vida común.
Teniendo conciencia de su laicidad, la iglesia primitiva no usó esquemas sacerdotales, no inventó rituales ni construyó santuarios. Los apóstoles se sienten profetas del juicio y de la gracia, testigos de la obra de Dios y de la resurrección de Jesús, la única liturgia válida es ofrecer la vida al servicio de Dios. Los creyentes se organizan en ese servicio pero no en formas de mediación sacra entre Dios y su pueblo. La laicidad es la condición básica para traducir en la práctica una vocación. Laica es la vida humana, porque así es el hombre frente a la vocación divina. Por eso el mundo protestante no conoce órdenes religiosas. Eso es así para la Reforma, como también para gente como Calvino, jurista que enseña la Sagrada Escritura, nunca fue ordenado. Kiérkegaard, filósofo de la fe, Cromwell, hombre político, Juan Sebastian Bach, músico, Alberto Schweitzer, pastor que cumple su trabajo en la vida laica, humanista,, médico. Bonhoeffer profesor de teología militante en la resistencia anti-nazi.
La fe produce la laicidad auténtica
Aunque parezca una paradoja es la fe la que produce la laicidad auténtica, libre, responsable. Mien-
tras es la religión la que produce el clericalismo, porque tiene necesidad de la sacralidad y a la sacralidad la maneja el sacerdote, el gurú de la salvación.
La laicidad, es decir la laicización de la sociedad es tarea de los creyentes y los laicos. El Estado debe asumir su laicidad, que el estado y la iglesia busquen un humanismo auténtico. Luchar contra la instrumentalización del estado por parte de la iglesia, no comprometerlo en la construcción de una sociedad cristiana. Luchar contra una asimilación de una iglesia complaciente y a-crítica en un estado que manda y ordena la sociedad civil.
Construir una nación laica en una cultura laica, que sabe asumir sus responsabilidades, que tiene su independencia y construye sus valores en medio de una tradición cristiana, sin ser prisionera de una tradición religiosa. Empeño de una iglesia reformada, que renuncia a su imperialismo religioso, que busca resistir y denuncia sin temor los excesos del poder económico, que señala caminos de creación y recreción de la dignidad humana. Y que no ve todo eso como un sueño imposible, sino como metas concretas a realizar, con propuestas claras pensando que lo que se lleve se puede llevar a cabo.
En pasado y en presente la conjugación verbal es la misma. Vivimos y vivimos; ayer y ahora.
El primer texto de Apocalipsis que eligió el pastor Álvaro Michelin Salomon para despedir a Elisabeth Lindemberg en Colonia Valdense, fue un absoluto acierto. “Dichosos de aquí en adelante quienes mueren unidos al Señor, descansan, pues sus obras con ellos siguen.”
En ella vivió el testimonio de su madre que en la década 1950 le leyó, a modo de bendición, el Salmo 121 con un pie en el barco que la traía de Alemania para casarse en Uruguay con el pastor Carlos Delmonte. “El Señor te protege en todos tus caminos, ahora y siempre”. Es sobrecogedor imaginar la escena merecidamente guardada como tesoro familiar.
Los trabajos de Elisabeth siguen con quienes recuerdan su dedicación en la educación cristiana con niños, en Colonia Valdense, en Montevideo, en los campamentos de Palmares de la Coronilla, en Ombúes de Lavalle, y los tantos que llegaron de más lejos. Siguen en quienes recuerdan con gratitud su compromiso en muchos ámbitos de la iglesia, con mujeres, en campamentos, en la traducción y en la generación de pensamiento teológico en la Iglesia Valdense y en el ámbito ecuménico, en su labor docente con los idiomas, una verdadera pasión.
Enseñó francés, inglés, alemán y nos dio algunas clases de idioma español que recordamos con cierta cuidada vergüenza. Lo hizo con una sinceridad arrolladora.
Descansa, con ella sus obras siguen. Damos gracias a Dios porque las vivimos, y las vivimos.
Pedro Gaudiano*
Fue publicado por Tierra Adentro en 2024 y tuve el privilegio de coordinarlo. Reúne los trabajos ganadores del concurso internacional de ensayos académicos “Sesquicentenario de La educación del pueblo, de José Pedro Varela (1874 - 2024)”, organizado por la Fundación Omar Ibargoyen Paiva (FOIP) para conmemorar los 150 años del texto que marcó la historia de la reforma educativa en el Uruguay.
Fue declarado de interés institucional por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y de interés nacional por Presidencia de la República. El
Cartas sobre la mesa
Apreciado Jorge:
jurado estuvo integrado por Agapo Palomeque, Susana Monreal y Leonardo Guzmán.
Los autores ganadores fueron: Silvana Espiga (1er. premio); Alfredo Alpini (2° premio); Marcela Guerrero (1ª. mención); Gabriela Pena Schneiter, María Pía Ginestra Pena y Roberto Diego Pena Schneiter (2ª. mención) y Camilo Martínez Rodríguez (3ª. mención).
El capítulo inicial, “A modo de introducción”, fue escrito por el Prof. Agapo Palomeque, experto en la vida y obra de Varela.
Mi lectura de tu carta de mayo tuvo dos momentos. Uno apacible, casi hasta el final y uno inquietante, cuando leí tu última frase.
“Quedan para discutir las Escrituras”, dices, “si se trata de la voz de Dios o la de los hombres.”
¿Es la Biblia Palabra de Dios? No digo voz, sino Palabra. Juan comienza su versión del Evangelio diciendo que “en el principio ya existía la Palabra”. “Aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.” “Por medio de él Dios hizo todas las cosas…”.
Remarca la identificación de Cristo con Dios, la Palabra creadora del relato inicial de la Biblia, Génesis 1, al cual tiene bien presente sin nombrarlo. Cristo es la Palabra humanizada.
Los textos bíblicos son el testimonio de un pueblo que da cuenta de la acción de Dios en su historia. Son inspirados por Dios, escritos por seres humanos, leídos e interpretados por otros que somos parte de una historia permanentemente haciéndose.
El desafío es encontrar la Palabra detrás de la letra. “No he venido a suprimir la ley y los profetas”, dice Jesús en el Sermón del Monte, “sino a darles su verdadero sentido”. Luchó contra una lectura carente de espíritu que transforma la escritura en letra muerta.
La tentación nos persigue. Detrás de la defensa de esa Palabra, muchas veces se oculta el deseo de ser sus dueños.
¿Qué dice un lector crítico, entrenado, que más de una vez ha frecuentado la Biblia como obra literaria?
Un abrazo
Oscar Geymonat
Es de destacar el capítulo “José P. Varela y los aportes educativos protestantes en el Uruguay: resignificación histórica” a cargo de la Lic. Marcela Guerrero, quien presenta la figura de “Cecilia Güelfi, mujer, maestra, evangélica y vareliana”.
Hay interpretaciones erróneas, errores en el pensamiento y creencias populares que, de tanto repetirse, para muchos se convierten en “verdades” absolutas e incuestionables. Pensemos en esta afirmación: “La educación pública en el Uruguay es laica, gratuita y obligatoria gracias a José Pedro Varela”. Es probable que la mayoría de
Estimado Oscar:
¡Qué desafío tu carta! He leído que los libros del Antiguo Testamento pertenecen a escritores de muy diferentes épocas, movidos por variedad de propósitos e inspirados por ideales religiosos, sociales y también políticos.
Algunos rebosan historia, otros, sabiduría, poesía, memoria; y me asombran por la imaginación desbordante. Es la voz de los hombres. Fueron reunidos para consagrar una doctrina, y por eso es Biblia y no Historia o Epopeya o Anales. Una ciencia espiritual, liturgia histórica, himno nacional que quiere ser cósmico.
Si el del Antiguo Testamento es un Dios siniestro, jefe de un pueblo siempre alzado en armas, el del Nuevo es el de la esperanza, Maestro y no guerrero. Jesús pone el amor en lugar del temor, y eso resume milenios de evolución humana. Irradia esperanza y trasmite lo sagrado, una intuición sublime, la fe, la superación.
Jesús transforma la tradición profética iluminándola con metáforas y parábolas; justifica la revelación con el sacrificio de su vida, hace milagros con el fin de enseñar el camino a los hombres, y la resurrección cobra el valor de una muestra última de inteligencia y bondad.
Se ha dicho que lo sagrado o santo es, como lo bello, imposible de explicar con palabras: sólo las que dice Dios pueden volver comprensible el misterio.
En mi humilde opinión, creo que es posible oírlas, pero muy por dentro. Es allí, creo, donde habla.
Con un abrazo Jorge Liberati
los uruguayos estén convencidos de que es verdadera, sin embargo… ¡no lo es!
La obligatoriedad de la educación primaria pública se proyectó en 1790 en el Cabildo de Santo Domingo Soriano; se aplicó y reglamentó en 1794 e incluso figura en el proyecto de Constitución artiguista de 1813 y luego fue refrendada en diversas oportunidades. La gratuidad de la enseñanza en la escuela pública rige en nuestro territorio a partir del decreto del 16 de mayo de 1827, casi 18 años antes de que Varela naciera.
Y la “escuela laica” que originalmente propuso Varela en La educación del pueblo era una escuela “unsectarian pero no godless”. Ambos términos figuran así, subrayados, en el texto manuscrito de Varela que ilustra la tapa del libro. “Unsectarian” significa “no sectaria”, es decir, “no católica” o “no dogmática”, como afirmaba Varela; y “godless” significa “sin Dios”. El mismo Varela aclaró que la escuela laica “no pertenece exclusivamente a ninguna secta y, por la misma razón, no es atea, ya que el ateísmo es también una doctrina religiosa, por más absurda que pueda considerarse”. De hecho, La educación del pueblo, en buena parte, es la traducción del libro Popular Education del pastor metodista Ira Mayhew (ver Juan Villegas, Influjo de Ira Mayhew en La educación del pueblo de José Pedro Varela, Hegil Impresos, 1989).
*Profesor de Alta Dedicación de la Universidad Católica del Uruguay. Vicepresidente de la Fundación Omar Ibargoyen Paiva
Presentación viernes 27 de junio a las 19 en el Colegio y Liceo Evangélico Bethesda - Carlos María de Pena 4316. Disertarán: Dr. Juan Gabito Zóboli, ex presidente CODICEN-ANEP; Dr. Pedro Gaudiano, Lic.
meque.
Lo nuestro es andarlo; Historia temática de la Iglesia Evangélica Valdense en el Río de la Plata siglo XX
“Este libro no es para publicitar las obras de la Iglesia Valdense”, dice Carlos Delmonte en el prólogo. Y continúa: “Tal vez por insistir en la gratuidad de la fe, muchas de las obras de la Iglesia pasaron inadvertidas para una sociedad acostumbrada a dar publicidad a todo lo que hace. Por eso en ese sentido, este libro procura llenar ese vacío.
En la introducción, quienes estuvieron a cargo de la compilación, advierten que “somos conscientes de que esta ‘historia temática’ es parcial. Ni lejanamente abriga alguna pretensión totalizadora.”
De esta manera presentan el contenido: “Darío Dalmas ensaya una mirada sobre los procesos de adaptación y cambios sociales desde el arribo de los valdenses al Río de la Plata hasta la finalización del siglo XX. Javier Pioli aborda un período muy particular de Uruguay y el involucramiento valdense en las discusiones y prácticas de los “efervescentes años 60”. Fabricia Malan, Margarita Delmonte, Noemí Geymonat, Claudia Tron, Álvaro Michelín Salomón, Hugo
Gonnet, Paula Malan y Oscar Geymonat analizan áreas de trabajo mediante las cuales la Iglesia Valdense ha desarrollado su trabajo: música, diaconía, educación, campamentos, jóvenes, periodismo. Obviamente no son las únicas.
El trabajo de Darío Barolin trasciende el siglo XX y la geografía rioplatense para retomar un tema fundamental: dinero y misión, a partir de la conversión de Valdo.
En el cierre Marcelo Nicolau aporta una perspectiva sobre los ministerios, los liderazgos y los modelos de iglesia que atisba en el horizonte de este siglo XXI.”
En memoria de Paolo Ricca Encuentro online promovido por la Academia de Estudios Luteranos en Italia
De reojo | Por Zylas Mozkaz
Cuando oyó su nombre se paró con el automatismo generado en 85 años de respuesta.
- “David”, había dicho la funcionaria de identificación civil, “su cédula está pronta, pase por el escritorio a retirarla.”
Sin maestra ni pizarrón aprendimos a incorporar el nombre a nuestra persona. Ya no decimos: “me llamo Juan, Pedro, Esculapio o Encarnación”, decimos más bien que somos el nombre que nos dieron.
Esa mañana sin embargo le reservaba una sorpresa en la que nunca pensó. El escáner de las huellas digitales le decía que él, que había tramitado la cédula hacía un cuarto de hora y desde entonces permanecía sentado a ojos vista de todo quien quisiera verlo, no era él. La impertérrita respuesta una y otra vez de ese adminículo que parecía tener la sartén por el mango, y el mango también, era siempre la misma: “no se encuentran coincidencias”.
Quienes estábamos en la sala encontrábamos cientos. Lo que nos costaría mucho sería localizar las deferencias. Yo podía esgrimir todas las razones, pero no me daban la razón.
El pastor valdense Paolo Ricca, quien falleció en agosto de 2024, sigue siendo uno de los teólogos europeos protestantes más importantes del siglo XX y este cuarto de siglo XXI.
Con alcance mundial, el 4 de junio a las 18.30 hora de Italia, se realizará este encuentro en el cual tendrán la palabra Serio Rostagno, profesor emérito de la Facultad de Teología Valdense en Roma; PaoloTrianni, profesor del Pontificio Ateneo San Anselmo y el director de la editorial Claudiana Manuel Kromer.
Quienes quieran participar del encuentro pueden solicitar a nuestra redacción el envío del enlace.
Una, dos, tres veces: “no se encuentran coincidencias”. Cargados de inservible buena voluntad se apersonaron testigos: “nosotros lo vimos. Quien pretende retirar la cédula es el mismo Señor que hace quince minutos
puso ese mismo dedo sobre esa misma pantalla que hoy sustituye al incómodo entintado de otro tiempo.”
Ante aquello que parecía ser una muestra de dictadura tecnológica, los testimonios no atestiguaban nada. Me sonaba en los oídos la voz de Zitarrosa: “usted ya no es nada, ya no es usted”.
Ni él ni nosotros éramos nada si el ojito electrónico no era capaz de pensar que una no coincidencia, que podía ser una mínima basurita en la yema del dedo, anulaba las miles que todos veíamos.
Me acordé de aquel memorioso Ireneo Funes. Borges sospechaba “que no era muy capaz de pensar.” Yo tuve la seguridad de que la Inteligencia Artificial no piensa. “Pensar es olvidar diferencias”, dice Borges,” es generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos.” En el del maravilloso aparatito sobre el que David ponía el dedo, también.
“Yo soy el que soy”. Me dio el tiempo esa mañana dedicada a la espera, para pensar en la enigmática respuesta de Dios a Moisés desde la zarza ardiente. Siempre pienso que remarca la permanencia de Dios en una realidad que cambia. Pero pienso también que yo soy el que soy aunque vaya cambiando, tenga una basurita de más en el dedo o algún pelo de menos en la cabeza. La vida no tiene la inmovilidad de la foto, tal vez se parezca más a las sacudidas del viento. Somos en medio de ellas.
Prodigioso invento el escáner, pero para saber quién es quién, lo miro de reojo, por si las moscas.
Salud en familia
Trasmitiendo juntos el amor de Cristo a través del Servicio a la comunidad