AÑO XIV– Nº99 JUNIO 2016 DISTRIBUCIÓN GRATUITA
IGLESIA EVANGÉLICA VALDENSE
EL PESCADOR Reflexión:
‘AQUELLOS QUE ME SIGUEN, YO LES CONOZCO Y LES DOY VIDA . .’ Texto Bíblico: Juan10:27: ‘Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen’. Breves las palabras que escuchamos de esta página de Juan. Jesús mantiene una dura discusión con autoridades religiosas judías, son palabras de gran interés para nosotros y nosotras, que le seguimos, nos conciernen. Acusan a Jesús de subversivo, no toleran que las masas populares le sigan: “Acláranos de una vez tú quién eres, en nombre de quién hablas”. Jesús les responde con firmeza: “Los que me siguen, son libres al seguirme, escuchan mi palabra, me conocen, saben a qué se comprometen, yo les conozco, les prometo una vida eterna, os aseguro, nadie les arrebatará de mi mano”. Jesús conoce la vida de las personas con las que convive, sus dificultades, sabe de sus miserias, de sus deseos de salvación y sabe por qué le siguen. ¿Nosotros/as seguimos a Jesús? ¿Le seguimos de verdad? ¿Puedo yo determinar en qué consiste mi seguimiento a Jesús? En otras palabras, ¿qué significa Cristo para mi vida? Al considerarnos personas cristianas, tendremos nuestras razones para seguir a Jesús, tomadas con mayor o menor libertad personal.
Jesús dice hoy “los que me siguen me escuchan”. Escuchar no resulta tan sencillo, es fácil oír solo lo que queremos escuchar. Esto resulta frecuente en la vida social; también sucede en la vida de la fe. Cuántas palabras de Jesús silenciadas conforme a nuestros intereses, apenas se habla de ellas. Cuántos pasajes del evangelio olvidados . . . Para seguir a alguien, lo más propio es escuchar su llamada. Nadie seguirá los pasos de Jesús con su propia intuición o con sus deseos de vivir su propio ideal. Sin el conocimiento de la Palabra de Jesús, el riesgo es quedarse en la aceptación de creencias, en una práctica de obligaciones religiosas, en obediencia a la disciplina de la Iglesia, olvidando sus llamadas que encontramos en el evangelio, al tomar las decisiones fundamentales de nuestra vida. ¿Podremos decir que seguimos el mensaje de Jesús en lo que más nos puede preocupar: familia, educación, dinero, nuestros prójimos? Seguir a Jesús es vivir tal como Él fue, tal como Él amó, especialmente a los más desvalidos/as en esta vida. No es contradictoria su llamada de seguirle con nuestros compromisos sociales o personales de ayuda a los que sufren, ante las injusticias, la corrupción de esta vida, no son ni llamadas ni seguimientos contradictorios. Hay palabras en esta página de Juan que también hemos de hacer nuestras. Jesús dice “yo les conozco”. ‘Conocer’, en lenguaje bíblico, tiene un significado de relación personal, de intimidad amorosa y recíproca. Jesús compara la relación recíproca que tiene con los suyos/as con la relación íntima