Desarrollar poder y democracia en el trabajo con los trabajadores migrantes

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DESARROLLAR PODER

Y

FEMINISTA, DIRIGIDO POR TRABAJADORAS, DIGITAL: LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR FILIPINAS TRANSFORMAN

CONCLUSIÓN: ORGANIZAR A LOS TRABAJADORES MIGRANTES

INTRODUCCIÓN: TRABAJADORES MIGRANTES, DERECHOS DEMOCRÁTICOS Y

FUTURO DEL TRABAJO

Los trabajadores migrantes son indispensables para el funcionamiento de la economía mundial actual.

Desempeñan una función esencial a la hora de mantener las sociedades operativas: repartiendo comida, proporcionando cuidados, construyendo edificios y contribuyendo a la prestación de servicios esenciales. En un mundo que se enfrenta a cambios demográficos, al envejecimiento de la población, a una escasez de mano de obra y a crecientes desigualdades, la demanda de mano de obra migrante no deja de aumentar. Según la OIT, en todo el mundo hay más de 167 millones de trabajadores y trabajadoras migrantes, lo que representa cerca del 5% de la población activa mundial1.

Los trabajadores migrantes se concentran sobre todo en algunos de los sectores más esenciales pero infravalorados y vulnerables, como, por ejemplo, el trabajo doméstico, la construcción, la agricultura, la manufactura, los cuidados, el transporte y la hostelería2

Sin embargo, pese a que su trabajo sustenta a naciones enteras, es frecuente que se pasen por alto sus derechos o, cada vez más, que les sean deliberadamente denegados. Los trabajadores migrantes se ven expuestos a una enorme precariedad laboral, a condiciones de trabajo

abusivas, a discriminación y a la exclusión de los mecanismos de protección laboral y social. Esta vulnerabilidad se ve agravada por el hecho de estar indocumentados, por las barreras lingüísticas, los visados vinculados al empleador, el racismo, la xenofobia y unos marcos jurídicos débiles3.

Las trabajadoras migrantes, especialmente las que realizan trabajos domésticos o de cuidados, se enfrentan a dificultades entrecruzadas, como, por ejemplo, discriminación de género, aislamiento y un mayor riesgo de violencia y acoso4.

El presente informe aboga por que se garanticen los derechos de los trabajadores y las trabajadoras migrantes a la libertad sindical y a la negociación colectiva, unos derechos fundamentales reconocidos en los Convenios de la OIT y en el derecho internacional sobre derechos humanos, pero que siguen estando fuera del alcance de millones de migrantes5. La capacidad de establecer y afiliarse a sindicatos y a negociar colectivamente no es solo una herramienta de protección, sino también una vía hacia la igualdad, la integración y el empoderamiento.

Permitir que los trabajadores migrantes se organicen beneficia a todo el mundo: eleva las normas laborales para todos los trabajadores al evitar una carrera a la baja en términos de salarios y condiciones, promueve la cohesión en el lugar de trabajo, reduce la explotación y fomenta unas democracias y unos mercados de trabajo más justos y estables. Para los

1 Organización Internacional del Trabajo, Estimaciones mundiales de la OIT sobre los trabajadores migrantes internacionales: Migrantes internacionales en la fuerza de trabajo. Cuarta edición, 2024 (en inglés)

2 Estimaciones mundiales de la OIT sobre los trabajadores migrantes internacionales, 2024 (en inglés)

3 Confederación Sindical Internacional, Documento normativo de la CSI: Un nuevo contrato social para los trabajadores y las trabajadoras migrantes, 2023

4 Estimaciones mundiales de la OIT sobre los trabajadores migrantes internacionales, 2024 (en inglés)

5 Organización Internacional del Trabajo, Derechos de los trabajadores migrantes a la libertad de asociación y libertad sindical y a la negociación colectiva, 2023

empleadores esto significa menos rotación de personal, mejor comunicación y prácticas empresariales más sostenibles6. Para la sociedad, supone un refuerzo de la cohesión social, la integración y la participación democrática.

Garantizar estos derechos exige la actuación de todas las partes. Los gobiernos deben crear unos entornos jurídicos propicios que defiendan los derechos de todos los trabajadores, independientemente de su situación, y deben adaptar las políticas migratorias y laborales a la legislación y las normas internacionales. Los empleadores deben respetar y hacer efectivo el derecho de los trabajadores migrantes a organizarse y negociar colectivamente, no solo de palabra, sino a través de actitudes inclusivas en el lugar de trabajo, de una contratación justa y de prácticas responsables en las cadenas de suministro.

Al constituir el mayor movimiento democrático del mundo, los sindicatos son fundamentales

JUNTOS,

para desarrollar la democracia en el lugar de trabajo y defender los derechos de todos los trabajadores. A través de la campaña “Por la Democracia”7, la CSI afirma que los derechos democráticos empiezan en el trabajo. La verdadera crisis es la explotación, no la inmigración. Cuando se suprimen los derechos sindicales, el espacio cívico se reduce y el Estado de derecho se debilita; y esas condiciones son caldo de cultivo para la explotación. Defender los derechos de sindicación de los trabajadores migrantes resulta esencial no solo para su dignidad y protección, sino para lograr unas sociedades más fuertes, más justas y más democráticas.

El presente informe pretende dotar a sindicatos, responsables políticos y aliados con las pruebas y herramientas necesarias para eliminar los obstáculos a la organización y garantizar que los trabajadores migrantes puedan ejercer sus derechos de manera libre y plena.

MÁS FUERTES: POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS DERECHOS SINDICALES DE LOS TRABAJADORES

MIGRANTES

PARA LOS PROPIOS

TRABAJADORES MIGRANTES

Garantizar a los trabajadores migrantes el derecho a la libertad de asociación resulta esencial para afianzar su dignidad, seguridad e igualdad. Los trabajadores migrantes se encuentran a menudo expuestos a mayores riesgos de explotación debido a la inseguridad de su situación migratoria, a los escasos conocimientos que tienen sobre sus derechos y a las barreras lingüísticas o

culturales. Los sindicatos son vitales para que los trabajadores tengan acceso a información precisa, a derechos y protecciones, y para que puedan exigir colectivamente unos salarios justos, unas condiciones de trabajo seguras, unos horarios razonables, y salud y seguridad en el trabajo, entre otros derechos.

Además, a través de la afiliación sindical, los trabajadores migrantes pueden tener acceso a asistencia jurídica y a la fuerza colectiva para hacer frente a la discriminación, al acoso, al robo de salarios o al despido improcedente.

Los sindicatos proporcionan un apoyo crucial a la hora de navegar por los complejos sistemas jurídicos y de hacer frente a los abusos.

Y lo que es más importante, la capacidad de organizarse brinda a los trabajadores migrantes una voz colectiva y refuerza sus relaciones con compañeros y vecinos no migrantes, en sus lugares de trabajo, industrias, comunidades y en la vida pública. Garantiza que no sean meros objetos de política, sino participantes activos en la determinación de sus condiciones de trabajo y de vida. La afiliación sindical garantiza una experiencia tangible de democracia en acción y favorece su integración más amplia en la comunidad y en el mercado laboral, fomentando la inclusión y un propósito compartido.

PARA EL CONJUNTO DE LOS TRABAJADORES

Cuando se excluye a los trabajadores migrantes de la sindicalización, no solo se les perjudica a ellos, sino a todos los trabajadores. Los empleadores pueden aprovecharse de esta exclusión para reducir los salarios y socavar las normas laborales y los convenios colectivos, desencadenando una “carrera a la baja”. Incluir a los trabajadores migrantes en los sindicatos contribuye a elevar las normas en todos los ámbitos mediante la aplicación efectiva de los salarios mínimos, de las condiciones de trabajo y de derechos que benefician a todo el mundo.

Los sindicatos que incluyen a los trabajadores migrantes están mejor equipados para reforzar la solidaridad en el lugar de trabajo, promover el entendimiento y defender los derechos de todos los trabajadores, independientemente de su origen. Por el contrario, la división y la competencia entre trabajadores nacionales y trabajadores migrantes alimentan el resentimiento, socavan la negociación colectiva y debilitan el poder general de los trabajadores.

La organización inclusiva reduce las tensiones al abordar las reivindicaciones de forma transparente y equitativa. Fomenta la unidad en la diversidad, reconociendo que todos los trabajadores, independientemente de su nacionalidad, merecen dignidad, seguridad y respeto.

PARA LOS EMPLEADORES

Algunos empleadores pueden percibir la organización sindical de los trabajadores migrantes como una amenaza, pero en realidad es justo lo contrario: los trabajadores organizados son trabajadores empoderados y comprometidos. Cuando se permite a los trabajadores migrantes organizarse y expresar sus preocupaciones colectivamente, se fomenta la confianza, el respeto y la colaboración. La representación sindical da voz a los trabajadores migrantes, lo que contribuye a mejorar su estado de ánimo y a reducir su aislamiento. Esto, a su vez, reduce la rotación de personal, puesto que los trabajadores que se sienten escuchados y protegidos tienen más probabilidades de mantener su puesto de trabajo8, reduciendo los costes de contratación y formación. Una mano de obra estable y experimentada contribuye directamente a una mayor productividad, un trabajo en equipo más robusto y un mejor rendimiento9.

Al apoyar el derecho de los trabajadores migrantes a organizarse, los empleadores demuestran su compromiso con las normas internacionales del trabajo. Las empresas que respetan estos derechos se ven menos expuestas a problemas legales, a daños a su reputación y a interrupciones en sus cadenas de suministro. Una reputación sólida en materia de prácticas laborales éticas consolida las relaciones con los socios de las cadenas de suministro globales, los compradores, los clientes y los inversores que dan prioridad a la responsabilidad social.

Los sindicatos también proporcionan un mecanismo de diálogo estructurado en el que pueden participar trabajadores y empleadores. Ayudan a identificar y resolver problemas –como condiciones inseguras, conflictos salariales e irregularidades contractuales–antes de que estos se agraven. Con un compromiso sindical sólido, los empleadores pueden abordar los problemas lo antes posible, mantener el desarrollo de las operaciones y forjar una actitud general resolutiva.

Por último, el trabajo organizado puede ayudar a los trabajadores a adquirir nuevas competencias, abordar los retos específicos del sector y abogar por políticas que beneficien tanto a los empleadores como a los trabajadores, como, por ejemplo, mejores infraestructuras, cursos de formación y políticas y sistemas de migración justos, basados en los derechos.

PARA LA SOCIEDAD

Las sociedades que protegen los derechos de los trabajadores migrantes contribuyen a una mayor cohesión social. Cuando se integra a los inmigrantes como miembros de pleno derecho de la población activa, con igualdad de derechos y responsabilidades, existen más probabilidades de que participen activamente en la vida cívica y que contribuyan al desarrollo de sus comunidades. Esta inclusión ayuda a reducir la xenofobia, la marginación y la división.

Permitir que los trabajadores migrantes se sindicalicen es también una forma eficaz de abordar las prácticas laborales informales y abusivas10. Cuando se excluye a los inmigrantes de los sistemas de protección laboral formal, estos suelen verse obligados a realizar trabajos

no regulados, inseguros y mal remunerados que distorsionan los mercados laborales, los sistemas fiscales y el acceso a la protección social. Garantizar su inclusión consolida el empleo formal y la integridad del mercado laboral.

Cuando los sindicatos, reforzados por la inclusión de los trabajadores migrantes, presionan por la igualdad de trato, la formalización del trabajo, la creación de empleos decentes y el acceso a la seguridad social para todos los trabajadores, lo que consiguen realmente además es beneficiar al conjunto de la sociedad. Por ejemplo, el hecho de que los trabajadores migrantes puedan operar en el sector de la economía formal y contribuir a los sistemas de protección social permite ampliar la base de financiación de dichos sistemas y agrandar la reserva de contribuyentes y beneficiarios, lo que posibilita una mayor distribución del riesgo. Las contribuciones de los inmigrantes a los sistemas de protección social y a los servicios públicos a través de las cotizaciones a la seguridad social y los impuestos11 también reduce la presión sobre las finanzas públicas y mejora la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas de protección social en países afectados por el envejecimiento demográfico12.

Además, disponer de un sistema de protección sólido para todos los trabajadores, incluidos los inmigrantes, favorece un crecimiento económico sostenible e inclusivo. Las prácticas laborales justas mejoran la productividad13, reducen la rotación de personal14 y contribuyen a crear comunidades estables y prósperas.

En este sentido, garantizar la libertad de asociación de los trabajadores migrantes no solo es lo correcto para ellos, sino que también beneficia a la sociedad en su conjunto.

10 Serrano, M. & Xhafa, E., From ‘precarious informal employment’ to ‘protected employment’: the ‘positive transitioning effect’ of trade unions, 2016 (en inglés) y Organización Internacional del Trabajo, Organizar en sindicatos a los trabajadores de la economía informal: Una guía para los sindicatos, 2019

11 Tax Payments by Undocumented Immigrants – ITEP (en inglés)

12 Nota informativa de la CSI sobre políticas económicas y sociales: Asegurar a los migrantes acceso a la protección social, Confederación Sindical Internaciona, 2021

13 Bryson, A. & Forth, J., The added value of trade unions: a review of existing evidence, 2017 (en inglés)

14 Khan, M.T. & Khan, N.A., Role of labor unions beneficial for employer, 2011 (en inglés)

OBSTÁCULOS A LA ORGANIZACIÓN SINDICAL DE LOS TRABAJADORES

MIGRANTES

Pese a la falta de datos exhaustivos, la información disponible muestra que las tasas de afiliación sindical de los trabajadores migrantes son inferiores a los de los trabajadores no migrantes. Por ejemplo, un estudio realizado en 14 países europeos concluye que la tasa de afiliación sindical entre los trabajadores migrantes es aproximadamente 1,3 veces inferior a la de los trabajadores no migrantes15. Sin embargo, en otro estudio europeo se concluye que, por término medio, los trabajadores migrantes manifiestan actitudes más positivas hacia los sindicatos y confían más en ellos que sus homólogos no migrantes16.

Algunas de las tasas de afiliación sindical más bajas son consecuencia de la segregación del mercado laboral, es decir, de una representación excesiva de los trabajadores migrantes en sectores con una presencia sindical tradicionalmente baja, como es la agricultura, el trabajo doméstico y determinadas industrias de servicios17. No obstante, existen obstáculos adicionales relacionados con el estatus migratorio de las personas.

A pesar de que la libertad de asociación y la negociación colectiva son derechos fundamentales de los trabajadores, y a pesar del creciente papel que desempeñan los trabajadores migrantes en la sustentación de muchas

economías, organizarlos en sindicatos sigue constituyendo un reto importante para el movimiento sindical. Los trabajadores migrantes se enfrentan con frecuencia a una combinación de obstáculos jurídicos, institucionales y prácticos que limitan su capacidad para afiliarse a sindicatos, para participar en acciones colectivas y para acceder a la representación18 Estos retos son sistémicos, se solapan entre sí y son especialmente acusados para los migrantes que trabajan en sectores informales, temporales o mal remunerados. Las mujeres se enfrentan a obstáculos adicionales debido a las normas de género y a la segregación ocupacional.

Según una encuesta realizada por la CSI en 2022 en la que participaron 52 centrales sindicales de 44 países, las restricciones legislativas fueron el obstáculo más mencionado a la hora de organizar a los trabajadores migrantes, seguido de una falta de concienciación entre los ellos, el miedo a las represalias, las barreras lingüísticas, las dificultades para llegar físicamente a los trabajadores migrantes y la escasez de recursos de los sindicatos19.

Estas respuestas reflejan una realidad en la que los derechos de los trabajadores migrantes a la libertad de asociación y a la negociación colectiva se ven a menudo denegados en la práctica, incluso cuando están nominalmente protegidos por la ley. Según el Índice Global de los Derechos 2025 de la CSI, en tres de cada cuatro países se niega a los trabajadores el derecho a la libertad sindical y a organizarse20

15 Gorodzeisky, A. y Richards, A. (2013). “Trade unions and migrant workers in Western Europe”. European Journal of Industrial Relations, 19 (3): 239–54. Sobre la tasa de sindicalización inferior entre los trabajadores inmigrantes, véase también: Cools, A., Finseraas, H. y Rasmussen, M. B., The Immigrant-Native Gap in Union Membership: A Question of Time, Sorting, or Culture?, 2021 (en inglés)

16 Gorodzeisky, A., & Richards, A. (2020). Do Immigrants Trust Trade Unions? A Study of 18 European Countries. British Journal of Industrial Relations, 58(1), 3-26.

17 Organización Internacional del Trabajo, Derechos de los trabajadores migrantes a la libertad de asociación y libertad sindical y a la negociación colectiva, 2023

18 Derechos de los trabajadores migrantes a la libertad de asociación y libertad sindical y a la negociación colectiva, Organización Internacional del Trabajo, 2023

19 Los resultados de la encuestan figuran en un archivo de la CSI (no publicado)

20 Índice Global de los Derechos - Confederación Sindical Internacional, 2025

OBSTÁCULOS

La exclusión jurídica sigue siendo un obstáculo generalizado. En muchos países, la legislación nacional prohíbe a determinadas categorías de trabajadores migrantes establecer sindicatos o afiliarse a ellos. Estas exclusiones suelen aplicarse a los trabajadores indocumentados, a aquellos en posesión de un visado precario o de corta duración y a los que trabajan en sectores como el trabajo doméstico, la agricultura o las zonas francas industriales. Incluso cuando los trabajadores migrantes están efectivamente autorizados a afiliarse a sindicatos, se les puede prohibir ocupar cargos directivos o participar en la negociación colectiva, limitando así su capacidad para representar sus propios intereses. Estos obstáculos jurídicos se ven a menudo agravados por restricciones más amplias que afectan a todos los trabajadores, como, por ejemplo, unos requisitos engorrosos para el registro de sindicatos, o leyes que restringen la capacidad de los sindicatos para actuar de forma independiente u organizarse a diferentes niveles.

Las políticas migratorias también generan factores disuasorios estructurales para la sindicalización. En muchos contextos, la situación jurídica de un trabajador está directamente ligada a su empleador a través de sistemas de patrocinio o de visados vinculados al empleador. Esta dependencia confiere a los empleadores un poder desproporcionado sobre los trabajadores migrantes, los cuales pueden temer ser objeto de represalias, perder su empleo, ser detenidos o incluso deportados por intentar organizarse o participar en actividades sindicales. Estos temores están bien fundados. La encuesta de la CSI de 2022 revela que el 14% de los encuestados citaron el miedo a las represalias como uno de los principales obstáculos para organizar a los trabajadores migrantes. El Índice Global de los Derechos de la CSI ha documentado un aumento de las amenazas a los sindicalistas en todo el mundo, en particular, un aumento del acoso, la intimidación, las detenciones arbitrarias y los asesinatos, poniendo de relieve los riesgos cada vez mayores a los que se enfrentan las personas que defienden los derechos de los trabajadores21

El acceso a la justicia supone otro obstáculo importante. Los trabajadores migrantes que se ven afectados por violaciones de sus derechos, incluida la represión sindical, no suelen disponer de acceso a reparaciones efectivas. Rara vez se dispone de asistencia jurídica, los procedimientos son complejos y las barreras lingüísticas pueden dificultar enormemente la navegación por el sistema judicial. En muchos casos, los migrantes desconocen sus derechos o desconfían de las instituciones formales a raíz de experiencias pasadas de discriminación o exclusión. Todo ello, unido a la amenaza de detención o deportación, disuade aún más a estos trabajadores de denunciar injusticias, organizarse o emprender acciones colectivas.

Prohibición Concienciación
Represalias Recursos Idioma

Incluso cuando existen derechos legales, las barreras prácticas suelen dificultar la organización. Los trabajadores migrantes están a menudo empleados en entornos aislados o informales, como domicilios particulares, granjas rurales o instalaciones en el extranjero, donde el acceso a sindicatos está restringido o no existe. A las trabajadoras del hogar internas, por ejemplo, a veces no se les permite salir del domicilio, lo que limita las posibilidades de entrar en contacto con otros trabajadores y representantes sindicales. Los horarios irregulares, las largas jornadas y la falta de días de descanso también dificultan la participación en las reuniones sindicales y las actividades de organización.

Los problemas de comunicación también son notables. Las barreras lingüísticas, la escasa información relevante desde el punto de vista cultural y el escaso conocimiento de los derechos laborales contribuyen a la desconexión entre los trabajadores migrantes y los sindicatos. Los sindicatos necesitan a menudo recursos adicionales y nuevas estrategias para poder entrar en contacto con los trabajadores migrantes, sobre todo cuando las iniciativas de organización se tienen que llevar a cabo en varios idiomas o gestionando varias nacionalidades. Según la encuesta de 2022 de la CSI, el 12% de los encuestados mencionó la falta de recursos de los sindicatos como obstáculo fundamental, mientras que un 14% destacó el idioma como obstáculo específico22.

La discriminación social y cultural complica aún más la labor de organización. Los

inmigrantes pueden ser objeto de racismo, xenofobia o discriminación de género en el lugar de trabajo. El aislamiento cultural puede mermar su autoestima y su predisposición a participar en iniciativas colectivas. Las trabajadoras migrantes se enfrentan a obstáculos adicionales relacionados con las responsabilidades de cuidado de personas, las restricciones por parte de los empleadores y la exposición a la violencia de género, todo lo cual limita su capacidad para organizarse.

Por último, el hecho de que los marcos de diálogo social sean débiles o excluyentes impide a menudo que los problemas de los trabajadores migrantes puedan abordarse en el plano político. Incluso en países que disponen de instituciones o diálogos nacionales tripartitos sobre cuestiones laborales, la representación de los trabajadores migrantes suele ser inexistente. Del mismo modo, los marcos regionales y los acuerdos bilaterales de migración laboral tienden a excluir las disposiciones que apoyan la libertad de asociación y la negociación colectiva para los inmigrantes, generando importantes brechas en términos de protección y aplicación.

El conjunto de estos obstáculos jurídicos y prácticos es la razón por la que las tasas de afiliación sindical siguen siendo persistentemente bajas entre los trabajadores migrantes, y pone asimismo de relieve la necesidad de iniciativas concretas y sostenidas para eliminar estos obstáculos y establecer las condiciones propicias que los trabajadores migrantes necesitan para ejercer sus derechos de forma libre y segura.

ESTUDIOS DE CASOS: SINDICATOS QUE ORGANIZAN A TRABAJADORES

MIGRANTES

A pesar de los retos descritos en la sección anterior, los sindicatos de diferentes países y sectores están empleando una amplia gama de fórmulas para llegar a los trabajadores migrantes, apoyarlos y empoderarlos. Muchas de estas iniciativas empiezan por generar confianza a través de una organización basada en la comunidad, en colaboración con asociaciones dirigidas por inmigrantes, organizaciones de la sociedad civil y redes religiosas o culturales. Otros reclutan en las propias comunidades de inmigrantes a organizadores que puedan sortear las diferencias lingüísticas y culturales y actuar como intermediarios de confianza.

El empoderamiento jurídico también ha sido una piedra angular de la estrategia sindical. Brindar asistencia y representación jurídica –por ejemplo, en casos de robo de salarios– ha demostrado ser un punto de partida eficaz para fomentar la participación y la implicación. Al mismo tiempo, los sindicatos han abogado por reformas políticas para eliminar los obstáculos jurídicos que impiden a los trabajadores migrantes organizarse o acceder a la justicia.

La educación y la formación siguen siendo aspectos fundamentales. Muchos sindicatos ofrecen talleres para darles a conocer sus derechos y cursos de formación sobre liderazgo y desarrollo de competencias, a menudo adaptados

a las necesidades y horarios específicos de los trabajadores migrantes. Al mismo tiempo, los sindicatos están adoptando medidas para garantizar la inclusión estructural mediante la creación de comités de trabajadores migrantes, la asignación de puestos de liderazgo y la adaptación de los servicios sindicales para que resulten accesibles desde el punto de vista lingüístico y cultural.

También hay nuevos retos que han propiciado la innovación. Se están implementando herramientas digitales, aplicaciones móviles y campañas en redes sociales para conectar con los trabajadores que se encuentran en sectores de difícil acceso, como el trabajo doméstico y la economía de plataformas, donde los métodos tradicionales suelen ser insuficientes.

Los siguientes estudios de casos ponen de relieve ejemplos prácticos de cómo los sindicatos de todo el mundo están afrontando este reto; y demuestran que, con las estrategias adecuadas, la organización de los trabajadores migrantes no solo es posible, sino que es poderosa, transformadora y esencial para un futuro del trabajo justo e inclusivo.

COREA DEL SUR: ESTABLECIMIENTO DE UN SINDICATO DIRIGIDO POR INMIGRANTES PESE A TODOS LOS CONTRATIEMPOS

En 2025, la Korean Confederation of Trade Unions (KCTU) y el Seoul-Gyeonggi Migrants Trade Union (MTU) celebraron el 20º aniversario del MTU, un ejemplo admirable de autoorganización por parte de trabajadores

migrantes para exigir derechos, reconocimiento y dignidad. Este movimiento comenzó a principios de la década de 2000, cuando los trabajadores migrantes en condiciones precarias se movilizaron junto con el Equality Trade Union de la KCTU para luchar contra las deportaciones forzosas y para presionar a favor de la regularización.

En aquella época, las políticas laborales neoliberales de Corea del Sur habían intensificado la desigualdad y la inestabilidad de la mano de obra. Los trabajadores temporales y precarios, entre ellos muchos inmigrantes, empezaron a afiliarse a sindicatos para exigir medidas de protección. La formación del Equality Trade Union como sindicato local adscrito a la KCTU reunió a estos grupos maginados y les proporcionó una plataforma para hacer campaña por la igualdad de derechos. En 2003, cuando se intensificaron las medidas represivas del gobierno contra los trabajadores indocumentados, la comunidad inmigrantes, con el apoyo de la KCTU, convocó protestas masivas y una sentada de 380 días en la catedral de Myeongdong, en Seúl.

Aunque el gobierno se negó en un primer momento a reconocer al MTU, alegando que los trabajadores indocumentados no tenían derecho a la libertad de asociación, una sentencia del Tribunal Supremo de 2015 revocó esta decisión. La sentencia afirmaba que, en virtud de la legislación laboral coreana, todos los trabajadores, independientemente de su situación migratoria, tienen derecho a formar sindicatos y a afiliarse a ellos. Tras la sentencia, el MTU fue legalmente reconocido, marcando un hito en la historia de los derechos laborales de Corea.

Desde su reconocimiento, el MTU y la KCTU han ampliado el alcance de sus actividades a los trabajadores migrantes a través de materiales educativos multilingües, eventos

comunitarios, actividades de organización a nivel de complejos industriales donde los migrantes trabajan en microempresas, y cursos de formación sobre liderazgo. Estas iniciativas se han traducido en protecciones jurídicas más sólidas, una mayor concienciación sobre los problemas de los trabajadores migrantes y una mayor inclusión en los debates nacionales sobre cuestiones laborales.

PERÚ: INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA INCLUSIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LAS ESTRUCTURAS SINDICALES

En respuesta a la evolución del panorama migratorio de Perú, la Central Autónoma de Trabajadores del Perú (CATP) emprendió una importante transformación institucional en 2024 al modificar sus estatutos para establecer una Secretaría de Migración y Ciudadanos Extranjeros. Esta medida marcó un punto de inflexión en el enfoque de la central sindical respecto a la inclusión, y dejó patente su compromiso con la integración de los trabajadores migrantes en todos los aspectos de la vida sindical.

La Secretaría se estableció con objeto de desarrollar la capacidad de los sindicatos para abordar las necesidades de los trabajadores migrantes, generar conciencia entre los trabajadores locales sobre los derechos de los trabajadores migrantes, y abogar por reformas estructurales que eliminen los obstáculos jurídicos al empleo formal. En colaboración con la OIT, la CATP elaboró un amplio Plan Intersindical de Migración Laboral y Movilidad Humana, en el que se identifican los principales retos y se presenta un marco para la defensa y la organización sindicales.

La Organización de Conductores Profesionales y Autónomos (OSCPA), afiliada a la CATP, es un ejemplo de organización de base encabezada

por inmigrantes. Fundada y dirigida principalmente por transportistas migrantes, la OSCPA ha movilizado a los trabajadores de los sectores de la economía informal y la economía de plataformas para exigir protección frente a los contratos injustos, la ausencia de seguros y la exclusión administrativa. Al vincular la afiliación sindical con el empoderamiento jurídico, la OSCPA apoya a los trabajadores migrantes a la hora de reivindicar sus derechos, en particular en el sector de la economía informal.

La CATP y la OSCPA siguen impartiendo formación en materia de derechos, apoyando a los trabajadores en los procesos judiciales y participando activamente en el diálogo nacional sobre migración y política de empleo. Su experiencia demuestra que los cambios institucionales, impulsados por el liderazgo de los inmigrantes, pueden transformar las estrategias sindicales y garantizar que todos los trabajadores estén representados y protegidos.

ITALIA: TOMA

DE CONTACTO CON TRABAJADORES MARGINADOS, A TRAVÉS DEL SINDACATO DI STRADA

En Italia, la Confederazione Generale Italiana del Lavoro (CGIL) ha desarrollado una estrategia específica para implicar a los trabajadores migrantes empleados en algunos de los sectores más precarios del país, como la agricultura, la construcción, la logística y el trabajo doméstico. A través de su iniciativa Sindacato di Strada (Sindicato en la Carretera), la CGIL lleva la organización sindical directamente a los trabajadores empleados en explotaciones agrícolas, obras de construcción y asentamientos informales, ofreciéndoles asistencia jurídica, oportunidades de afiliación y apoyo directo para la defensa de sus intereses.

Consciente de que los trabajadores migrantes suelen estar físicamente aislados y mal

informados sobre sus derechos, y que se muestran reacios a la hora de recurrir a las oficinas sindicales tradicionales, la estrategia de divulgación móvil de la CGIL ha demostrado su eficacia a la hora de generar confianza y compromiso. Los organizadores utilizan materiales multilingües, se asocian con líderes comunitarios y ofrecen orientación jurídica inmediata sobre cuestiones como incumplimientos de contrato, problemas relacionados con el estatus migratorio y condiciones de trabajo peligrosas.

En 2024, la CGIL contaba con casi 490.000 afiliados inmigrantes, lo que representa el 18% del número total de afiliados23. Se han afiliado inmigrantes tanto de países de la UE como de fuera de esta, lo que deja patente el éxito de unas estrategias de organización inclusivas y accesibles. La labor de la CGIL no solo amplía el alcance del sindicato, sino que refuerza su poder de negociación al garantizar la inclusión de todos los segmentos de la mano de obra.

GHANA: ABORDAR EL RETO DE LA INFORMALIDAD

En Ghana, donde muchos trabajadores migrantes trabajan en el sector de la economía informal, el Trade Union Congress (TUC) ha adoptado medidas concretas para abordar tanto la visibilidad como la inclusión. Reconociendo los obstáculos estructurales a los que se enfrentan estos trabajadores –como es la inseguridad jurídica, las represalias de los empleadores y la dificultad para entrar en contacto con ellos a través de las estructuras sindicales tradicionales–, el TUC estableció la Union of Informal Workers Association (UNIWA), una plataforma que permite a los trabajadores migrantes participar en actividades sindicales y plantear sus preocupaciones específicas.

A pesar de estos esfuerzos, los retos persisten. Los sindicatos activos en sectores con gran

densidad de inmigrantes se enfrentan a graves limitaciones financieras. Muchos migrantes se encuentran en situación irregular o temporal, lo que frena su participación, mientras que otros son invisibles por el hecho de trabajar en entornos aislados o porque temen las represalias del empleador.

Para contrarrestar estos problemas, TUC Ghana ha emprendido varias iniciativas:

• Talleres de desarrollo de capacidades para asociaciones de inmigrantes, como el evento conjunto llevado a cabo en 2024 con la CSI-África, en el que se promovieron los derechos de los migrantes de áfrica Occidental a través de una movilización política y de la implicación de responsables políticos.

• Evaluaciones de las necesidades sectoriales específicas y cursos de formación sobre seguimiento para sindicatos de la construcción, el transporte, la agricultura y la educación, impartidas en el marco del Programa Integrado sobre Contratación Equitativa (FAIR III) de la OIT.

• Actividades de divulgación comunitaria utilizando la plataforma Asesoría de Contratación para Migrantes de la CSI, sobre todo en los sectores pesquero y marítimo, para concienciar y promover una contratación justa.

• Iniciativas en curso para integrar y afiliar a las asociaciones de migrantes ajenas al marco del TUC mediante actividades de apoyo y movilización conjunta.

Al adoptar estas medidas, el TUC Ghana está sentando las bases para la inclusión y la renovación sindical a largo plazo, sobre todo en sectores históricamente infrarrepresentados en el movimiento sindical.

KENYA:

SOLIDARIDAD SINDICAL A TRAVÉS DE FRONTERAS Y SECTORES

En Kenya, la Central Organization of Trade Unions (COTU-K) ha ampliado su campo de acción para incluir tanto a los inmigrantes que trabajan en el país como a los trabajadores kenianos emigrantes en el extranjero. Kenya, país que acoge a más de 1 millón de inmigrantes24, cuenta asimismo con una importante diáspora de más de 4 millones de ciudadanos25, muchos de los cuales trabajan en condiciones precarias en el Golfo.

Los trabajadores inmigrantes en Kenya trabajan de manera informal en sectores como la agricultura, el trabajo doméstico y la construcción. Reconociendo su vulnerabilidad, la COTU-K y sus organizaciones afiliadas están implementando iniciativas específicas para organizar y apoyar a estos trabajadores. Las actividades incluyen:

• Campañas de sensibilización sobre derechos laborales, migración segura y contratación ética, con el apoyo de la CSI y la OIT.

• Divulgación en las comunidades y compromiso directo con grupos de trabajadores migrantes, en particular de Uganda y Tanzania, en los sectores de la hostelería y el trabajo doméstico.

• Establecimiento de redes de trabajadores migrantes en varios condados de Kenya con elevados índices de migración, y vinculación de las mismas con sus homólogos en los países de destino, con objeto de amplificar las voces de los migrantes e integrarlos en las estructuras sindicales nacionales.

Una iniciativa histórica fue la creación en 2023 del Centro de Recursos para Migrantes en la sede de la COTU-K en Nairobi, puesto en

marcha con el apoyo de la OIT y UK Aid. Este Centro funciona como:

• Un centro de información, apoyo psicosocial y servicios previos a la partida y posteriores al retorno.

• Un espacio participativo donde los migrantes pueden compartir experiencias y denunciar abusos.

• Una plataforma de diálogo que permite a los migrantes contribuir a las reformas de políticas a través de estructuras de redes.

La COTU-K también ha ampliado la solidaridad internacional mediante la firma de memorandos de entendimiento con federaciones sindicales del Líbano (FENASOL) y Kuwait (KTUF) con objeto de mejorar la protección de las trabajadoras del hogar migrantes kenianas. Estas asociaciones reflejan una creciente tendencia de colaboración sindical transfronteriza centrada en los derechos de los migrantes, y refuerzan la importancia de la solidaridad y las estrategias compartidas más allá de las fronteras nacionales.

Al tender puentes entre las estructuras de apoyo locales y las actividades de defensa a escala mundial, la COTU-K constituye un ejemplo de enfoque dual de la organización de los trabajadores migrantes: abordar la explotación en el país y defender al mismo tiempo los derechos de los trabajadores kenianos en el extranjero.

FEMINISTA, DIRIGIDO POR TRABAJADORAS, DIGITAL: LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR FILIPINAS TRANSFORMAN ASÍ EL SINDICALISMO TRANSNACIONAL

El trabajo doméstico presenta algunos de los obstáculos a la sindicalización más arraigados, en particular para los migrantes. Los lugares

de trabajo aislados, las jornadas laborales excesivas y el estatus migratorio vinculado al empleador hacen que muchas trabajadoras del hogar migrantes se encuentren excluidas de las protecciones que brinda la legislación laboral y de la representación sindical. Sin embargo, a través de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH), las trabajadoras del hogar migrantes se han convertido en las principales organizadoras de un movimiento mundial.

Fundada en 2013, la FITH es la única federación internacional dirigida por trabajadoras del hogar. Actualmente representa a más de 670.000 trabajadoras del hogar a través de más de 88 organizaciones afiliadas en más de 68 países26. Las trabajadoras del hogar migrantes constituyen una parte esencial de este movimiento.

La FITH ha encabezado iniciativas de organización en algunos de los entornos más restrictivos del mundo para las trabajadoras del hogar. En el Golfo, donde los obstáculos jurídicos y el sistema de kafala restringen gravemente la organización sindical, la federación ha organizado grupos de base de trabajadoras del hogar migrantes en Jordania, Kuwait, Qatar, Bahréin y el Líbano. En Malasia y Taiwán ayudó a crear (y sigue brindando apoyo a) organizaciones afiliadas dirigidas por migrantes, como PERTIMIG (trabajadoras del hogar indonesias) y AMMPO (trabajadoras del hogar filipinas), desarrollando sistemas de apoyo, dirigiendo campañas y presionando por la introducción de reformas legislativas. La FITH y sus organizaciones afiliadas hacen campaña contra las comisiones de contratación y a favor de días libres regulares y de la aplicación de las leyes sobre salario mínimo, influyendo en las políticas tanto de los países de origen como de destino.

En muchos países de destino, como Hong Kong, Malasia, Taiwán, Macao, Jordania,

Bahréin, Qatar y Kuwait, las trabajadoras del hogar filipinas han establecido sindicatos y asociaciones dirigidos por las trabajadoras para entrar en contacto con trabajadoras aisladas, desarrollar comunidades, responder colectivamente a los abusos y ofrecer ayuda mutua e información sobre los derechos. Reconociendo la necesidad de coordinación y representación a escala transnacional, estos grupos –con el apoyo de la FITH y la central sindical nacional de Filipinas SENTRO (Central de Trabajadores Unidos y Progresistas)– se unieron en 2022 para formar PIN@Y Care Workers Transnational. Con sede en Filipinas, PIN@Y cuenta actualmente con miembros como United Domestic Workers of the Philippines (UNITED) Filipinas, AMMPO Malasia, Progressive Labor Union of Domestic Workers (PLU) Hong Kong, PLU Macao, Domestic Caretaker Union (DCU) Taiwán, Sandigan Kuwait Domestic Workers Association (SKDWA) Kuwait, Sandigan Bahrain Domestic Workers Association (SBDWA) Bahréin, y Federation of Filipino Association in Amman (FEFAA), Jordania.

PIN@Y imparte a las organizaciones afiliadas cursos de formación a medida sobre derechos laborales, organización colectiva y aptitudes de liderazgo. Convoca asambleas transfronterizas e iniciativas de divulgación tanto en los países de destino como en los de origen, con objeto de ampliar la sindicalización entre las trabajadoras del hogar y los cuidadores filipinos. Un componente importante de la estrategia de PIN@Y es la movilización digital: a través de grupos de Facebook y WhatsApp, las organizaciones afiliadas comparten información jurídica, herramientas de presión, materiales traducidos y alertas sobre empleadores

abusivos. Estos espacios en línea ofrecen asimismo apoyo emocional y ayudan a acabar con el aislamiento de los trabajadores que viven y trabajan en domicilios privados.

En Filipinas, PIN@Y representa a sus miembros en los espacios políticos nacionales, en particular el Departamento de Trabajadores Migrantes y el Consejo Consultivo Tripartito de Ultramar en Tierra. Plantea casos individuales urgentes y hace campaña a favor de reformas de mayor alcance, como la aplicación del salario mínimo, la regulación de las agencias de contratación y el acceso a la protección social. PIN@Y supervisa asimismo iniciativas piloto de migración, como, por ejemplo, el programa que envía a cuidadores filipinos a Corea del Sur en el marco del Sistema de Permisos de Empleo.

El modelo de organización transnacional de PIN@Y constituye un buen ejemplo de cómo los movimientos liderados por trabajadores migrantes pueden expandir su influencia más allá de las fronteras, eliminando las diferencias entre los países de origen y de destino, amplificando la voz de los trabajadores y estableciendo vías para la justicia y la representación. Constituye un poderoso complemento a los esfuerzos organizativos globales de la FITH, cuyo apoyo ha sido crucial para conseguir que estas redes prosperen a pesar de las condiciones restrictivas.

Juntos, la FITH y PIN@Y demuestran el potencial de los modelos de organización feministas, dirigidos por los trabajadores y conectados digitalmente para empoderar a algunos de los trabajadores más marginados de la economía mundial.

CONCLUSIÓN: ORGANIZAR A LOS TRABAJADORES MIGRANTES POR LOS DERECHOS, LA JUSTICIA Y LA DEMOCRACIA

Los trabajadores migrantes son esenciales para el funcionamiento de las economías y las sociedades de todo el mundo. Desde la sanidad y la construcción hasta la agricultura, el transporte y el trabajo doméstico, los migrantes contribuyen a la productividad, al bienestar y a la resiliencia de las comunidades más allá de las fronteras. Pero a pesar de su papel indispensable, a menudo se les trata como prescindibles, son invisibles, están desprotegidos o incluso se les considera peligrosos, se les excluye de la protecciones jurídicas y se les niega la posibilidad de tener voz en el trabajo.

El presente informe pone de relieve los obstáculos estructurales a los que se enfrentan los trabajadores migrantes a la hora de organizarse y de acceder a sus derechos fundamentales a la libertad sindical y la negociación colectiva. También documenta las estrategias innovadoras que utilizan los sindicatos para superar estos obstáculos a través de la solidaridad, la persistencia y la inclusión. Estas iniciativas ponen de manifiesto una verdad fundamental: organizar a los trabajadores migrantes no es solo una cuestión de justicia para ellos, sino también una cuestión de desarrollo de la fuerza colectiva, de mejora de las normas para todos los trabajadores y de avances en materia de derechos democrático en el trabajo y en la sociedad.

Cuando los trabajadores migrantes pueden formar sindicatos y afiliarse a ellos, están mejor protegidos, mejor informados y más empoderados. Su participación consolida el movimiento sindical, reduce la explotación y contribuye a un desarrollo inclusivo y sostenible. Al proteger la libertad de los trabajadores migrantes para organizarse, no solo mejoramos sus vidas, sino que también fortalecemos la democracia en el trabajo, reforzamos los derechos humanos y contribuimos a construir un futuro del trabajo que sea justo para todos. Defender los derechos de los trabajadores migrantes es una responsabilidad compartida que requiere el compromiso y la acción de gobiernos, empleadores y sindicatos por igual.

REIVINDICACIONES DE LA CSI A

LOS GOBIERNOS:

• Garantizar los derechos de los trabajadores migrantes a la libertad sindical y a la negociación colectiva en la legislación nacional, independientemente de su situación migratoria o laboral y del sector al que pertenezcan.

• Eliminar los obstáculos jurídicos y administrativos que impiden a los trabajadores migrantes formar sindicatos o afiliarse a ellos, ocupar cargos directivos o participar en la negociación colectiva.

• Adaptar las políticas sobre trabajo y migración a las normas internacionales del trabajo, en particular a los Convenios 87 y 98 de la OIT.

• Acabar con los sistemas de patrocinio y los regímenes de visados vinculados al empleador, que restringen la libertad de los trabajadores migrantes y aumentan su dependencia y vulnerabilidad.

• Garantizar el acceso a la justicia, a la asistencia jurídica y a reparaciones efectivas para todos los trabajadores migrantes, en particular los indocumentados.

• Promover la inclusión de los trabajadores migrantes en el diálogo social y en los procesos de formulación de políticas, y garantizar que estén representados en los marcos de gobernanza laboral.

• Desarrollar y aplicar políticas de migración basadas en los derechos, a través del diálogo social y en consonancia con otros ámbitos conexos, como el empleo y la política industrial y social, con objeto de garantizar la igualdad y la prosperidad compartida.

REIVINDICACIONES DE LA CSI A LOS EMPLEADORES:

• Respetar y defender los derechos de los trabajadores migrantes a organizarse y a negociar colectivamente como parte de sus responsabilidades básicas en materia de derechos humanos y debida diligencia.

• Garantizar unas prácticas inclusivas en el lugar de trabajo que eliminen la discriminación, respalden la comunicación multilingüe y permitan a los trabajadores migrantes participar en actividades sindicales sin temor a represalias.

• Entablar un diálogo de buena fe con los sindicatos para mejorar las condiciones de trabajo y resolver los conflictos de forma constructiva.

• Supervisar y mejorar las prácticas de contratación para evitar la explotación, y asociarse únicamente con agencias de contratación que respeten efectivamente unas normas de contratación justas.

• Ejercer su influencia en las cadenas de suministro para exigir el cumplimiento de las normas internacionales del trabajo y garantizar que todos los proveedores respeten los derechos sindicales de todos los trabajadores, incluidos los migrantes.

• Apoyar iniciativas de colaboración que refuercen el poder de organización de los trabajadores migrantes, como, por ejemplo, programas educativos, formación conjunta con los sindicatos y convenios colectivos inclusivos.

ANEXO: OPCIONES DE ACCIÓN ESTRATÉGICA PARA LOS SINDICATOS

Los sindicatos siempre defienden que un trabajador es un trabajador, independientemente de su estatus migratorio. Sin embargo, para garantizar que las iniciativas de organización incluyan a los trabajadores migrantes, a menudo es preciso adoptar medidas específicas. Así lo demuestran los diversos enfoques que emplean los sindicatos para entrar en contacto, apoyar y empoderar a los trabajadores migrantes (consultar la sección 4 del informe).

Cuando los sindicatos adaptan sus estructuras y actividades con el fin de ser más inclusivos con los trabajadores migrantes, amplían a su vez el número de afiliados y su influencia, refuerzan la negociación colectiva, diversifican el liderazgo sindical para representar mejor a los trabajadores y mejoran la capacidad de los sindicatos para responder a los retos a los que se enfrentan hoy en día los trabajadores.

A continuación figura una lista de medidas que los sindicatos pueden adoptar para incluir mejor a los trabajadores migrantes en el movimiento sindical:

▶ Conocer las comunidades de inmigrantes: localizar nacionalidades, cifras, concentraciones sectoriales, género, idiomas, edades y necesidades específicas.

• Identificar y consultar a los actores de la sociedad civil que prestan servicios a las comunidades de inmigrantes.

• Consultar a los sindicatos de los países de origen (la CSI puede ayudar).

• Organizar reuniones o actividades culturales con las comunidades de inmigrantes.

▶ Conocer la legislación y las políticas: recabar información sobre la legislación relevante y solicitar información a expertos jurídicos o agentes de la sociedad civil que trabajen en el ámbito de la migración.

▶ Identificar posibles puntos focales u organizadores en las propias comunidades de inmigrantes.

▶ Proporcionar formación y herramientas a los puntos focales u organizadores de inmigrantes.

▶ Establecer estructuras formales o informales en el seno del sindicato para que los trabajadores migrantes puedan debatir y plantear sus preocupaciones concretas a sus compañeros de trabajo y a los dirigentes sindicales.

• Ampliar los servicios existentes para incluir a los trabajadores migrantes.

• Establecer mecanismos de remisión a los servicios existentes (públicos, ONG u OIG).

• Proporcionar información sobre servicios sociales o asistenciales, apoyo jurídico, en particular procedimientos de remisión o acompañamiento e interpretación.

• Ofrecer servicios de interpretación y traducción.

• Proporcionar información sobre derechos laborales y sobre cómo protegerse.

• Proporcionar espacios seguros para reunirse, organizar eventos y actividades.

• Organizar cursos de formación y sesiones informativas en función de sus necesidades específicas.

• Colaborar con los sindicatos de los países de origen para desarrollar conjuntamente y prestar servicios.

▶ Abogar ante el gobierno, los empleadores y las agencias de contratación para que adopten medidas que protejan y garanticen los derechos de los trabajadores migrantes.

▶ Organizar campañas relativas a cuestiones colectivas que afecten directamente a los trabajadores migrantes

▶ Desarrollar alianzas sindicales transfronterizas para coordinar los corredores migratorios: compartiendo información, denunciando a los reclutadores abusivos y haciendo campaña conjunta en favor de reformas jurídicas y políticas.

CSI Confederación Sindical Internacional

info@ituc-csi.org

www.ituc-csi.org

Teléfono: +32 (0)2 224 0211

Boulevard du Jardin Botanique, 20, 1000 Bruselas - Bélgica

Editor responsable legal: Luc Triangle, secretario general

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