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La carne cultivada en laboratorio podría ser peor para el clima que la carne convencional

Investigadores de la Universidad de Davis California consideran que es probable que la producción tradicional de carne tenga menos huella ambiental que la producción de carne en un laboratorio. Realizaron evaluaciones del ciclo de vida de la carne cultivada en laboratorio y las compararon con el potencial de calentamiento de la carne convencional.

Los resultados han demostrado que el impacto ambiental de la carne de laboratorio podría ser de 4 a 25 veces mayor que la carne vacuna convencional. El estudio se centró en la energía utilizada para hacer crecer las células animales.

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Los investigadores señalan que hasta ahora, las evaluaciones de la huella ambiental de la carne de laboratorio se han hecho considerando una producción a pequeña escala y no reflejan con precisión las prácticas que se utilizarían para producir estos productos a gran escala.

El estudio dice que, si bien es difícil evaluar el impacto futuro de esta industria, puede haber una importante escala de cambios económicos cuando se plantea la producción industrial de este tipo de carne.

Los defensores de la carne de laboratorio la promueven como una solución ambiental que aborda muchos de los impactos ambientales asociados con la producción tradicional de carne. Tras el examen de este sistema de alta ingeniería, la producción de ACBM parece requerir muchos recursos cuando se examina desde la perspectiva de la producción al por mayor.

Conclusión del estudio preliminar sobre el posible impacto ambiental de la producción de carne “de laboratorio” basada en células animales.

La evaluación crítica del impacto ambiental de las tecnologías emergentes es un concepto relativamente nuevo, pero de gran importancia cuando se proponen cambios en los sistemas de producción a nivel social (Bergerson et al., 2020). Los sistemas de producción agrícola y alimentaria son fundamentales para alimentar a una población mundial en crecimiento y el desarrollo de tecnologías que mejoren la producción de alimentos es importante para el progreso de la sociedad. La evaluación de estas tecnologías potencialmente disruptivas desde una perspectiva sistémica es esencial para quienes pretenden transformar nuestro sistema alimentario. Idealmente, las evaluaciones a nivel de sistemas de las nuevas tecnologías alimentarias propuestas permitirán a los responsables políticos tomar decisiones informadas sobre la asignación de capital público.

Los defensores del ACBM (carne producida en laboratorio a partir de células animales) lo han aclamado como una solución medioambiental que aborda muchos de los impactos medioambientales asociados a la producción tradicional de carne. Al examinar este sistema de alta ingeniería, la producción de ACBM parece ser intensiva en recursos cuando se examina desde la perspectiva de la cuna a la puerta de producción para los escenarios y supuestos utilizados en nuestros análisis. Los estudios existentes de ACBM son insuficientes para evaluar el impacto ambiental de esta tecnología alimentaria emergente. El principal problema de estos estudios preexistentes es que sus modelos tecnológicos no reflejan con exactitud las prácticas actuales o a corto plazo que se utilizarán para elaborar estos productos. Nuestra evaluación medioambiental se basa en los sistemas de procesos más detallados disponibles que representan el estado actual de la técnica en este sector emergente de la tecnología alimentaria. En general, nuestro modelo contradice estos estudios previos al sugerir que es probable que el impacto ambiental de la carne cultivada sea mayor que el de los sistemas convencionales de carne vacuna, en lugar de más respetuoso con el medio ambiente.

Se trata de una conclusión importante, dado que se han destinado específicamente dólares de inversión a este sector con la tesis de que este producto será más respetuoso con el medio ambiente que la carne vacuna. A la vista de esta evaluación, invertir en la ampliación de esta tecnología detalladas de las tecnologías emergentes para orientar a los organismos gubernamentales y al sector privado antes de asignar cuantiosos fondos de investigación a iniciativas que presuponen beneficios ambientales transformadores en ausencia de un análisis riguroso. En resumen, comprender el impacto ambiental mínimo de las ACBM a corto plazo es muy importante para los gobiernos y las empresas que buscan asignar capital que pueda generar beneficios tanto económicos como ambientales (Zimberoff, 2022). Reconocemos que nuestros resultados probablemente estén mostrando el impacto medioambiental mínimo debido a la naturaleza preliminar de nuestro entudio. Esta investiganción pretende ser lo más transparente posible para que las partes interesadas puedan comprender nuestra lógica y por qué hemos llegado a estas conclusiones. También esperamos que nuestro estudio

La carne cultivada en laboratorio podría ser 25 veces peor … antes de resolver cuestiones clave como el desarrollo de un método ecológico de eliminación de endotoxinas o la adaptación de líneas celulares resistentes a las endotoxinas iría en contra de los objetivos medioambientales que ha propugnado este sector. Tal vez centrarse en impulsar estos avances científicos precompetitivos podría conducir a un mejor resultado para todos. Por ejemplo, resolver el problema de las endotoxinas también beneficiaría sustancialmente a las industrias biomédica y biofarmacéutica y a sus consumidores al reducir sustancialmente el costo de producción. Otro ejemplo sería el desarrollo de una innovación tecnológica que permitiera utilizar un medio de crecimiento celular animal barato producido a partir de subproductos agrícolas. En resumen, nuestra evaluación ambiental pone de relieve la necesidad de realizar evaluaciones ambientales críticas y proporcione pruebas de la necesidad de un examen medioambiental crítico adicional de las nuevas tecnologías alimentarias y agrícolas.

Fuente: Environmental impacts of cultured meat: A cradle-to-gate life cycle assessment Derrick Risner1, Yoonbin Kim1, Cuong Nguyen2, Justin B. Siegel 3,4,5,6, Edward S. Spang1,6

1Department of Food Science and Technology, University of California, Davis, CA 95616, USA. 2Division of Agriculture and Natural Resources, University of California, Holtville, CA 92250, USA. 3Genome Center, University of California, Davis, CA 95616, USA. 4Departments of Chemistry, Biochemistry and Molecular Medicine, University of California, Davis, CA 95616, USA. 5 Innovation Institute for Food and Health, University of California, Davis, CA 95616, USA. 6USDA, AI Institute for Next Generation Food Systems (AIFS), University of California, Davis, CA 95616, USA. *Correspondence: esspang@ucdavis.edu

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