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Situación y perspectivas para el engorde a corral

Cristian Ormazábal, titular del Feedlot ubicado en Lincoln, explica cómo da el resultado del engorde a corral, los cambios que se están dando en las dietas, valores de insumos y plazos de pago, así como también analiza la posible evolución de la oferta de gordo en los meses próximos.

En febrero entraron a nuestro Feedlot 750 animales, en marzo 1900 y en los primeros 20 días de abril otros 800; cerramos en 4100 animales y tenemos 300 para vender gordos en 20 días y el resto hay que esperar al menos 90 días más. Tenemos la ocupación plena.

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Esto implica más gastos de mantenimiento, maquinaria, personal, más consumo de gasoil, movimiento de tierra, limpieza de corrales, pero con la cantidad de animales que tenemos se justifica, se licúan costos fijos.

En cuanto a la renta del engorde hay que distinguir el resultado de la hotelería del proceso en sí mismo. En nuestro caso, que el 85/90% es hotelería, si me pagan tengo ingresos y funcionamos independientemente del valor del gordo. Para el que lleva hacienda en la foto actual, la rentabilidad es de 15/20 mil pesos. Esa es la foto de hoy, con precio de compra de 420/440 pesos más gastos de comisión, flete y otros, eso implica un incremento del 12/13% más. Y con precios de venta de gordo a 570/580 pesos, con un costo de producción sin IVA de 480 a 510 pesos por kilo, menos gastos, lo que significa una baja del 5%. Estamos hablando de punta a punta 30 pesos. Hablamos de una foto, porque no sabemos el valor de venta ni el futuro precio de la comida y cómo va a incidir el costo financiero

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Tel. (0291) 4888815 info@edgardovittori.com.ar www.edgardovittori.com.ar en una Argentina tan cambiante. Respecto de la provisión de mercadería, la mayoría lo que intentamos hacer es tener acuerdos con productores que venden todo el año y en épocas de cosecha algo se estoquea. Se busca alguna ecuación que se pueda ir ajustando. Hay un productor de

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Situación y perspectivas para el engorde a corral

Córdoba que nos ofrece un camión de maíz con precio pizarra Rosario más 4.000 pesos, y tengo que decir que sí; en otras situaciones se negocia con productores o cooperativas cercanos al precio pizarra menos flete, pero este año hay que asegurarse la mercadería sí o sí.

Hay poca oferta de todo: al haber menos silaje estamos todos pidiendo lo que necesitamos y además se están achicando los plazos de pago. Históricamente se manejaba un plazo de 30 días y en algunos productos se usaban los 45/60 días. Hoy están todos yendo a 30 y en maíz a 10/15 días. Y cuando vendemos es a 7/15/20 días, dependiendo de con quién se trabaje. Los plazos se achicaron, sobre todo en maíz, porque el productor tiene más la cabeza en dólares que en pesos, porque necesita transformar el ingreso en gasoil, maquinaria, insumos o dólares; lo que sea. Los pesos queman en la mano. Hoy crujen los plazos de pago: si no me pagan en tiempo y forma me descalzan financieramente y si no pago a los proveedores, me quedo sin insumos.

El costo de la hotelería es de 30 pesos por animal por día, pero hay valores que van de 25 a 40 pesos.

En nuestro caso cobramos hotelería, comida entregada por día, más plan sanitario inicial y tratamientos puntuales, que también se cobran.

Si se miran los planes sanitarios, suelen variar. En nuestro caso es de casi mil pesos: vacunas, complejos vitamínicos y minerales y caravanas, somos bastante completos. Tiene su recompensa.

También varía el precio de la alimentación de 38.000 a 50.000 pesos la tonelada, tiene que ver con la inclusión de maíz, cuánta materia seca tiene, si tiene más o menos silo, ganancia diaria y si tiene más subpro- ductos húmedos.

Hoy nosotros estamos trabajando con inclusión de maíz al 32% y 8%, cuando hace 4 o 5 años atrás el maíz participaba al 75% en la dieta. Lo que hicimos fue reemplazarlo con subproductos de la industria panificadora, que tiene más energía que el maíz, pero puede generar acidosis si no se usa en la cantidad debida. También usamos subproductos de la molienda seca de maíz, que se puede reemplazar tal cual. El nutricionista es clave para trabajar en los costos y reemplazos en la dieta. Por su puesto que todo esto se mide en laboratorios previamente. También sumamos afrechillo de trigo y gluten feed húmedo y en lugar de trabajar con dietas del 72/73% de materia seca, estamos al 62/64%.

Con estos cambios baja la dieta, pero los animales consumen más; eso

Situación y perspectivas para el engorde a corral implica un trabajo de mucha medición para que el sistema sea eficiente.

Igual este año no hay mucha opción, hay que hacer lo que se pueda con lo que hay en oferta, por los impactos de la seca en la producción de granos.

El afrechillo de trigo hoy vale más que el maíz pizarra Rosario, cerca de 58.000 pesos, porque hay poco trigo y tiene su propio mercado; antes era más barato. Es un subproducto que vale tanto como el trigo.

Un equipo de burlanda puesto en el Feedlot vale 35.000 pesos.

Además encarece mucho el flete: tenemos fletes de 600 kilómetros, un flete de General Rodríguez a Lincoln en una tonelada del subproducto de la panificación, que vale 48.000 pesos, representa el 15% del costo y en la burlanda que vale 25.000 el flete cuesta 7.000 pesos. Mucho depende la distancia del feedlot a los proveedores de insumos.

¿Hasta cuándo entraría hacienda en los corrales? En nuestro caso no tenemos forma de seguir encerrando hasta que no liberemos algunos. Respecto de la oferta, creo que habrá algo más de invernada, aunque ya salió mucho. Quizás quede oferta para mayo y junio, pero menos y a su vez con poco lugar en los engordes.

Respecto de la salida de hacienda de los feedlots, creo que se dará desde fines de junio y sobre todo a partir de inicios de julio. Ese ganado saldrá probablemente con 300/320 kilos, lo que implica que será hacienda liviana. El pico de la oferta durará por dos meses porque la mayor parte de los animales entró desde mediados de febrero a mediados de abril. Luego hay hacienda chica que entró con poco kilaje y que saldría luego de agosto, pero sería mucha menos cantidad.

El pico de la oferta será en los meses de invierno y luego, hasta que no entre hacienda, no habrá gordo liviano en cantidad para la faena.

¿Y qué se puede esperar del mercado? Probablemente no habrá hacienda suplementada ni de campo, eso creemos. Si es sólo hacienda de feedlot, ¿será suficiente para supermercadismo, matarifes y exportadores? Quizás el precio del gordo no baje, o suceda que la misma inflación genere un ajuste de precios mensual o un salto brusco. Además, ¿el precio del gordo va a valer 580 pesos hasta el 1 de julio? Creemos que no, y si sube hasta julio, lo que entró a 420/440 pesos como invernada, generaría -al menos- rentabilidad nominal; hay que ver qué pasa con el impacto de la inflación. Esto suponiendo que no salga nada de los campos, creemos que algo va a haber, pero muy poco, consecuencia de la seca que derivó en tanto encierre en los feedlots. Y además el frigorífico exportador tendrá poca oferta y deberá a recurrir a categorías más livianas. Hay que tener en cuenta que no hay pastos ni silajes y entonces no se podrá recriar, ni estará a disposición la invernada que se requiere para terminar novillos con destino a la exportación.

Dr. Marcos Giménez Zapiola

La domesticación

El bovino de producción lleva milenios de domesticación, proceso selectivo que se basa en la eliminación temprana de los individuos rebeldes, y con ellos, de la genética peligrosa. Por el lado de los humanos, la domesticación exige dejar de cazar al bovino, es decir, de pasar de una relación predador-presa a una de colaboración entre ambas especies.

No hay domesticación sin selección por acatamiento de la conducción humana. A cambio de subordinarse al manejo humano, los bovinos obtienen la protección de la especie dominante. El bovino peligroso, entonces, es una anomalía que se naturaliza por ignorancia de los humanos, y lo mismo cabe decir de los accidentes laborales.

Tres fuentes de riesgo Los accidentes de trabajo con el ganado bovino se deben a tres factores, que a veces se potencian mutuamente: (1) los animales agresivos; (2) animales que se ponen agresivos en determinadas situaciones, y (3) humanos que se exponen a agresiones no saber tratar a los bovinos.

I. Los animales agresivos

1. Los toros de razas lecheras Los toros de razas lecheras son los principales y más peligrosos agresores de sus interlocutores humanos.

Los accidentes de trabajo con bovinos no son “una desgracia” sino la “crónica de un ataque anunciado”. Se analizan tres grandes causales de enfrentamientos de los bovinos con los humanos y las formas más simples de prevenirlas. La naturaleza del bovino Además, la especie bovina es herbívora, de modo que el ataque predatorio a los humanos no forma parte de su paquete genético. No hay vacas asesinas que matan a los humanos para comérselos. Si un bovino ataca y eventualmente mata a un ser humano, es por los errores humanos de paradigma y de manejo, no por el ADN del bovino. A los toros de lidia, por ejemplo, hay que seleccionarlos y educarlos para que hagan algo que contradice su condición de bovinos domesticados.

La mejor explicación, en mi opinión, la da Temple Grandin: son individuos criados fuera de su especie y bajo la tutela humana, que la hora de la pubertad, compiten por desbancar a sus mayores, algo que sucede en muchas especies. Es la lucha entre el toro joven y el toro viejo, sólo que el primero toma al tambero como el padre a suplantar. Los tamberos suelen caer víctimas

Cómo pasar del antagonismo a la colaboración entre los humanos y los bovinos de su falta de atención a las señales de desafío de quienes se sienten sus hijos, pero pesan hasta 10 veces más. Cuando se percatan de que el ataque va en serio, ya es tarde para esquivarlo.

La solución está en la actualización de los protocolos de manejo y en la capacitación del personal. Todo está en no exponerse inadvertidamente al desafío del rebelde de la casa.

2. Los toros astados

Disponer de cuernos es una gran ventaja en la competencia del bovino por la vida, y quienes más la aprovechan son los machos enteros. Cuando el trabajador ganadero está a distancia de lucha del bovino, como ocurre en la manga, el cepo, y a veces el toril, suele pasar por alto el riesgo de una cornada y así exponerse a accidentes graves.

El toro astado, aunque parezca estar en calma, nunca olvida que cuenta con un arma poderosa para vencer al que invade su espacio personal.

La solución más simple, pero trabajosa, es descornar en las primeras semanas de vida, cuando el botón todavía no se fijó al hueso.

3. Los toros en general

De cualquier raza y sin cuernos, los toros son los animales más peligrosos de la manada bovina. Para evitar riesgos no basta ir montado: hay que reducir, y en lo posible eliminar, las posibilidades de contacto físico entre el animal y las personas que trabajan con él.

Los toros tienen una distancia de seguridad superior a la del resto de la manada. Lo mismo sucede con su distancia de lucha, que es mayor a los 5 metros normales en vacas y novillos. Ni hablar si el toro está aislado de su manada, en un corral grande, en un callejón o en el toril. A los toros hay que tratarlos con mayor distancia y respeto que al resto del rodeo.

4. Las vacas y los novillos astados

Son menos peligrosos que los toros, pero al margen de su categoría o tamaño, saben que cuentan con un arma en su lucha por la vida. No hace falta que la usen permanentemente: para el humano, una vez puede ser suficiente.

El animal astado no necesita pelearse por su espacio preferencial en el comedero o bebedero: le basta con una mirada o un movimiento para que sus compañeros mochos le cedan el espacio. Esa señal no es tan obvia para el humano, sobre todo si no está habituado a trabajar con animales astados.

II. Los animales agresivos en ciertas situaciones

1. Toros en servicio

Cómo pasar del antagonismo a la colaboración entre los humanos y los bovinos al humano a ser agredido, un riesgo innecesario. Si está con otros congéneres, antes de la luchar o escapar tiene la opción de juntarse con su manada, que es su zona de seguridad. Una vez en su manada, el comportamiento será colectivo, que es más previsible y menos peligroso para el humano.

Un toro es un animal peligroso, ya lo hemos dicho. Una de las situaciones aparentemente inofensivas que mayor peligro acarrea al humano es invadir su distancia de seguridad cuando está en servicio con sus vacas. Para el toro, un humano que se mete en su territorio es un competidor, y si la reacción humana no es inteligente, pasará sin aviso de mirar fijo a atropellar al invasor. En Inglaterra, donde rige el derecho del público a circular por los campos, uno de los accidentes más comunes con el ganado bovino es el ataque de toros a los caminantes que, sin saberlo, se acercan demasiado a las vacas durante el servicio.

2. Animales aislados

Paradójicamente, trabajar con un solo animal es más peligroso que hacerlo con varios juntos. Cuando el bovino está solo frente a un humano, tiene dos reacciones muy básicas: luchar o huir. La primera de ellas expone

La peligrosidad del animal aislado aumenta cuando se lo acaba de apartar contra su voluntad de su grupo. Una de las formas más simples de hacerse atropellar por un bovino es separarlo y trabajarlo aislado de su manada. Por contraste, para neutralizar al animal agresivo lo mejor es diluirlo en su manada.

3. Las vacas paridas

Las vacas paridas, en especial las que son buenas madres, pueden ser muy peligrosas para el humano que se les acerca, sobre todo cuando se propone apresar al ternero para pesarlo, caravanearlo o aplicarle algún tratamiento. La distancia de seguridad de una vaca mansa aumenta súbitamente cuando ha parido y su ternero es chico. La seguridad laboral puede requerir una persona más para proteger al que va a trabajar con la cría.

Si la vaca ha tenido un mal parto y ha quedado aislada de la manada, sea por estar caída o por costarle caminar, es triplemente peligrosa: por defender su cría, por haber quedado sola y por la furia que le generan los dolores. Una vez que se la ha atendido y recupera su movilidad, puede sorprender al operario con un ataque “de la nada”. Es el viejo caso de la vaca empantanada.

III. Situaciones que incitan a la agresión

1. Falta de distancia

Para que un bovino haga daño a un humano, debe haber contacto, lo que requiere estar a una distancia que le permita atropellarlo (menos de 2 m), patearlo (entre 1 y 2 m, según el tamaño del bovino) o cabecearlo/cornearlo (menos de 1 m, sobre todo en la manga y el toril).

En general, se subestima la necesidad de mantenerse a distancia del bovino, y de ajustar las distancias a la situación de manejo. Y se sobreestima la seguridad de trabajar montado, que no exime de recibir una carga, patada o cabezazo.

Se confunde la propensión a entrar en contacto con el animal con la valentía, el coraje, la guapeza, y muchas otras virtudes humanas que no sirven de mucho cuando se enfrenta a una bestia que pesa 5 o 10 veces más que uno, y encima viene con intención de hacernos daño.

Si algo puede servir para reducir las tasas de accidentes de trabajo con bovinos, es la capacitación permanente en el manejo correcto de la distancia.

2. Disparidad de fuerzas

Cómo pasar del antagonismo a la colaboración entre los humanos y los bovinos que elegir una sola regla para eliminar una de las causas más graves de riesgo, es la siguiente: nunca hay que enfrentar solo a un animal solo. Se puede enfrentar solo a varios animales, y el riesgo será menor. Se puede enfrentar a un animal solo entre varios trabajadores, y el riesgo también será menor. Cuando uno se deja llevar por el amor propio y entra en un lance “mano a mano” con un bovino desobediente, el riesgo (para el humano, su caballo o el vacuno) aumenta exponencialmente. Hay que tener muy claro que se trata de un trabajo, no de una prueba de virilidad frente a un adversario que suele ser más grande que uno.

Cuando presionan a los bovinos, las personas deben estar en paridad de condiciones frente a la reacción animal. No debe haber gente montada y gente de a pie haciendo la misma tarea. Si hay algún animal indócil, lo más probable es que ataque al peatón y no al jinete. Para peor, las distancias de seguridad y de lucha del bovino son mayores frente al peatón, de modo que atraerán el ataque bovino aunque estén más lejos que sus compañeros montados.

3. Aparte forzado de un animal

El bovino se resiste a ser separado sus compañeros de grupo para no perder la protección de la manada, pero si ese animal pertenece a las categorías de riesgo ya analizadas, el peligro se potenciará aunque los trabajadores no sean agresivos. Si hay que sacar individuos de riesgo, es mejor apartarlos en compañía de otros animales, y luego dejar a éstos volver a la manada y atajar al elegido. Siempre será más fácil contener a un animal que extraerlo de su manada.

4. Empujar al ternero con la mano

Si uno puede tocar a ternero, significa que el ternero puede tocarlo a uno. La acción de riesgo más común es empujar al ternero con una mano para que ingrese a la manga: para tocarle la cola al ternero hay que exponerse a la patada. El manejo por contacto de los terneros es un hábito generalizado que subestima la capacidad de daño de la patada del ternero.

5. Tocar al animal antes de inmovilizarlo

El bovino, salvo en casos de amansamiento como el tambo o la cabaña, no soporta ser tocado. Todo contacto físico con un animal que no esté bien sujeto provocará su reacción, y ésta, sea un cabezazo, una patada o el mero forcejeo, será un riesgo para el interlocutor humano. Antes de hacer contacto, es imprescindible haber neutralizado su capacidad de responder a los movimientos de las personas que lo rodean. Una de las formas más simples de aquietar al animal nervioso es taparle la visión.

La regla más importante

Cualquiera sea el trabajo o la situación, si hubiera

En síntesis

Algunos bovinos son, por fallas de selección, de educación (o crianza) y de manejo, mucho más peligrosos que otros. Las soluciones son simples, y requieren pasar del antagonismo a la colaboración entre los humanos y los bovinos.

Fuente: Revista Márgenes Agropecuarios, abril 2023.

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