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Las lluvias mejoran las perspectivas productivas, pero no se puede tirar manteca al techo

El análisis del mercado del ganado para faena hay que dividirlo entre consumo y exportación.

En lo que refiere a la mercadería que tiene como destino los mercados internacionales, tenemos por un lado la comercialización de vacas, cuyos valores se vienen recuperando gracias a que las lluvias, que se dieron en una gran parte de la zona productiva y que esperamos continúen, redujeron las urgencias de los criadores y les permitieron frenar la salida de animales hacia la faena.

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El negocio de la vaca va muy de la mano de lo que pase con el clima. Recordemos que en febrero, además de tener una ola de calor tremenda, hubo una ola de frío polar con fuertes heladas a mediados de mes, que también dañaron a la escasa oferta forrajera y al estado de la hacienda.

En cuanto a la venta de novi- llos, hay que tener en cuenta que unos días atrás finalizó la faena kosher y eso generó una caída leve en los valores. Pasamos de vender entre 860 y 880 pesos la carne en gancho, a cotizaciones entre 850 y 870 pesos.

Veremos en los próximos días cómo se acomoda la oferta y los valores, teniendo en cuenta que las lluvias permitirían cierta retención y reducirán las exigencias de ventas de parte de los productores. Otro tema a tener en cuenta en este caso es que gran parte de la oferta de novillos para la exportación está en poder de los grandes frigoríficos que operan con el mer-

El consignatario Carlos José Colombo (h) analiza el impacto del clima en la producción y en la comercialización de ganado para exportación, consumo e invernada. Cuyo

Las lluvias mejoran las perspectivas productivas … cado internacional, lo que impacta de forma negativa en el mercado, ya que se redujo su necesidad de compra. Eso afecta la definición de los precios.

Por otro lado, a fin de abril se retomará la faena kosher y eso podría darle impulso nuevamente a los valores del novillo.

Con respecto al consumo interno, se estima que el novillo va a faltar, aunque los feedlots dicen que están a tope porque debido a la seca salió mucha hacienda. El que tenía espaldas para bancar los costos del engorde, usó a los corrales como herramienta productiva para terminar su ganado. Muchos productores del NOA y NEA, que sufrieron la seca de forma tremenda, recurrieron a esa alternativa.

Uno de los importantes efectos de la seca es el adelantamiento de todos los procesos productivos y en consecuencia comerciales. El ternero se desteta y se vende antes y, al no haber campo donde llevarlos, se anticipa también el engorde.

Todo lo planeado para que se venda como invernada a fines de marzo-abril, se anticipó a febrero y por eso cayeron los precios. A mediados de febrero tuvimos la helada y luego otra vez seca y calor. Los precios pasaron de los 530/550 pesos por kilo de ternero de invernada, a los 450 pesos. En pocos días el calor bajó 100 pesos los precios, es decir 20/25 por ciento. Ahora se ve una leve recuperación, sobre todo en las zonas donde llovió y por eso hay más interés de la demanda, aunque no se pagan los precios que se lograban en febrero.

Ese anticipo de la invernada va a generar más oferta de los feedlots entre mayo y agosto. Vamos a pasar un invierno con buen abastecimiento de hacienda liviana de calidad, y con buena terminación. Este año tendremos ganado gordo liviano en cantidad y calidad.

Con respecto a la posible evolución de precios de estas categorías, hay que destacar que se dio en el verano un salto importante. Se hizo una ajuste significativo, ya que pasamos de vender en las primeras semanas de enero en 320/330 pesos, y hoy se paga 520/540 pesos; son 200 pesos más por kilo vivo que representan gran parte de lo que no se ajustó el año pasado.

Ahora con la baja de la invernada y la mejora que tuvo el gordo, al menos no se pierde plata en el engorde de hacienda. Recordemos que en 2022 los feedlots perdieron mucho dinero y se descapitalizaron.

No podría decir que vaya a tener nuevas subas: se está notando cierto faltante de estas categorías, pero su mejora dependerá de la capacidad de respuesta del consumo interno.

Las lluvias permitieron por otra parte la reaparición de la recría. El costo de alimentación en los corrales

Las lluvias mejoran las perspectivas productivas … sigue siendo elevado, más allá de que la ecuación mejoró y por eso muchos apuntan a la compra de animales con más estructura para ganar kilos “baratos” en el campo, antes de llevarlos al Feedlot.

Esa estrategia se frenó con la sequía, pero con el cambio climático de los últimos días volvió a reactivarse. El cambio de actitud es notable. En nuestro caso dimos dos remates con pocos días de diferencia, en los cuales el precio de la invernada mejoró 50 pesos, gracias a las lluvias que hubo en el medio.

No podemos dejar de señalar que llovió, pero tarde, en el arranque del otoño y eso da tranquilidad, pero sabemos que en el campo no llueve pasto y por lo tanto dependeremos también de cuándo se produzcan las heladas, que ojalá no sean tempranas y nos acompañen más días templados.

Con este cambio de clima se puede esperar que el recriador gane terreno, aunque para el engorde la falta de maíz será un gran problema del que no se tomó dimensión aún. Este va a ser un factor determinante en poco tiempo más. El costo del engorde va a aumentar y por lo tanto lo que se ve es también una actitud de cautela en muchos productores.

Hay que considerar que se perdió el 50% de la cosecha de trigo y algo similar sucederá con la gruesa, es algo inédito, y se perdió mucho en la zona central del país, que es la más productiva, lo que va a repercutir en las inversiones del sector, entre ellas las ganaderas. Por ese motivo muchos tendrán menos poder de compra: creo que éste será un año de más cautela, por lo que lo que recomiendo es ir con cuidado, no arriesgar por demás; se viene un año complicado debido al arrastre negativo del 2022, la seca que recién se cortó pocos días atrás y por lo tanto la recuperación será lenta y progresiva.

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