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por la seca

en cuestión fue un período corto por el feriado del viernes 24, por ende contó con un volumen muy moderado: algo más de 18 mil bovinos -una merma del 17%, comparado con el registro previo-. A pesar de esto se notó una política comercial por parte de la demanda que fue de mayor a menor, con un interés que se fue desacelerando por lotes con destino de consumo. Estas remesas acapararon el 44% del volumen total, con repartos en montos similares entre machos y hembras. Se nota al mismo tiempo una caída en los ingresos de lotes especiales aportados por los confinamientos profesionales y prevalecen aquellas remesas suplementadas, de buena condición, pero con saltos visibles -si se las compara a aquellos lotes más demandados-. Los novillitos mejoraron en promedio un 2% -el precio promedio fue de $488 el kg en pie-. Las vaquillonas, con una media de $470, saltaron un 4%. Los novillos se quedaron con el 11% del volumen comercializado. El valor promedio fue de $452,50 y el incremento comparado con el de la semana previa fue del orden del 3,2%. Las vacas aglutinaron el 41,5% del volumen total. La media para el universo de estas transacciones fue de $252 -el incremento resultó del 11%-, como consecuencia del gran vuelco de los exportadores a la hora de cerrar negocios por los lotes de conserva.

La segunda semana operativa de esta quincena, que define el primer trimestre del año, recibió en su apertura los ofrecimien- tos más numerosos en la reciente historia del MAG. Ese martes se operó con casi 14 mil vacunos. A esa altura, marzo reflejó una evolución en la oferta interanual del 17%. En gran medida el salto lo explicó aquella inactividad del viernes y las vacas, que se quedaron con el 45% de todo lo comercializado. La caída en las cotizaciones para estos conjuntos fue del 2%. Por lotes de consumo liviano se alcanzaron los techos nominales del año: novillitos livianos a $580 -es necesario destacar que el 28 de febrero se había comercializado un lote de similares características a $570. Si a estos últimos se le aplicase una actualización por inflación de sólo el 6%, aquel lote debió venderse arriba de los $600-. Los valores promedio, tanto del novillo como los del consumo definido, establecieron una clara paridad con los alcanzados durante la semana previa. Así como está saliendo mucha vaca de descarte, la sequía expulsó de los campos de cría mucho ternero de invernada a precios de liquidación -un 10 a 15% por debajo de las cotizaciones que obtienen las remesas livianas especiales que libera el confinamiento con destino a faena-. Hace mucho que no sucedía que los inversores del engorde a corral no corrían tanto por el macho como sucede en la actualidad. Esos corrales están con mucho volumen y hacen promesas, para el corto plazo, de oferta masiva de lotes livianos con una lógica caída en los pesos medios de faena.

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