Devocional
ESPERAD EN DIOS EN TODO
TIEMPO
“En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi salvación… Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de Él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”. Salmo 62:1, 8. Rev. Alberto Ortega
LA CARACTERÍSTICA DOMINANTE de este Salmo es la absoluta confianza en el Señor, a pesar de la hostilidad y la persecución. El salmista se siente plenamente seguro bajo la protección de Dios (vv. 2-3, 6-8). Por eso interpela decididamente a sus adversarios (vv. 4-5), se reconforta a sí mismo (vv. 6-7) y exhorta a todos los fieles a que compartan sus mismos sentimientos (v. 9). La reflexión sapiencial de los versículos 10-11 y el designio divino del versículo 12, le sirven para confirmar su enseñanza. En el diccionario el verbo “esperar” significa: permanecer donde se cree que acudirá alguien o algo, que sucederá algo. También significa: detenerse en el obrar. Esta definición hermosa e inspiradora establece con toda claridad que lo que determina nuestra espera frente a cualquier situación adversa, difícil, incómoda e insoportable, es la fe en Dios. El corazón debe envolverse y permanecer confiado en que Dios acudirá y cambiará toda situación. Dios siempre acude al lugar donde la fe lo requiere o reclama la intervención divina. Esperar en Dios es en sí mismo una poderosa declaración de fe en sus recursos divinos. Esperar incluye una segunda condición: detenerse en el obrar. Esta segunda condición, “permanecer quietos”, es la más difícil de cumplir para el ser humano. Usualmente, nos desesperamos ante lo que acontece en nuestro alrededor, y nuestra
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MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL
América • Europa • Oceanía • África • Asia
tendencia innata consiste en actuar bajo la presión de lo que nos rodea. Tenemos dos formas de actuar frente a cualquier situación: movernos por reacción o por dirección. Querer resolver las cosas por medio de la reacción siempre es perjudicial, porque la reacción no mide las consecuencias de la decisión. Solo intenta apaciguar lo que se siente, se fundamenta en un sentimiento y no en un razonamiento. En resumen, se trata de actuar sin reflexionar. Puede darse que por medio de la reacción nos sintamos aliviados y momentáneamente satisfechos; sin embargo, tarde o temprano, tendremos que enfrentar todas las consecuencias de dicha reacción. Todo esto nos lleva a entender que mo-