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Matilde Fernández-Cid

9. LA COMUNICACIÓN: PIEDRA ANGULAR EN EL ÁMBITO ORGANIZATIVO. APORTACIONES DESDE LA SOCIOLOGÍA CLÍNICA

Fernando de Yzaguirre

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Matilde Fernández-Cid

Resumen

España-Colombia

Plantea esta aportación un giro en el enfoque analítico e interventor en el ámbito de las organizaciones (no sólo, pero sobre todo empresariales) en una actualidad definida por acontecimientos emergentes y/o problemas sociales de dimensión no prevista. Es una aportación derivada de la observación empírica, ‘sobre el terreno’, de hechos sociales que se resisten a ser interpretados de forma unidireccional y que con frecuencia provocan síntomas inquietantes. Como punto de partida, la necesidad de alcanzar un diagnóstico, identificador de elementos significativos que ayuden a entender una realidad que no se deja enfocar desde ópticas acotadoras. Pero esos mismos elementos sólo pueden ser explicados en su mutua vinculación y considerados en un contexto -social, político, económico- de carácter más abarcador, que interconecte micro y macro. La comunicación, en sentido amplio y comprometido -que comprende pero no se limita al concepto de ‘información’-, atraviesa transversalmente todo ese recorrido.

La tarea se plantea en las Organizaciones (sobre todo empresariales) en un paradójico momento en el que el discurso managerial proclama la idónea vinculación de objetivos como la búsqueda de la “excelencia”, el “desarrollo personal” o el “reconocimiento narcisista” con la búsqueda de máximo beneficio para las empresas, de ajustes de producción y de exigencias multiplicadas de adaptación (Yzaguirre, 2015; Aubert & Gaulejac, 2017). Introducimos la forma de trabajar propuesta desde la ‘Sociología Clínica’, considerando diversos focos de aproximación a una realidad compleja, entrando en los distintos escenarios donde esa realidad se produce, atendiendo múltiples datos, testimonios, evidencias, pero también esos silencios, conflictos, balbuceos que la acompañan.

Como muestra, dos ejemplos de aplicación reciente: a) intervención para la innova-

ción organizacional y nuevas estrategias colaborativas de renovación en un contexto escolar (Escuela pública en Colombia), b) Radio-Foro, metodología para intervención virtual en las organizaciones en contexto de no presencialidad.

Palabras clave: Organización, Sociología clínica, Comunicación

Abstract

This contribution raises a shift in the analytical and interventional approach in the field of organizations (not only, but especially business) in a current situation defined by emerging events and / or social problems of an unforeseen dimension. It is a contribution derived from the empirical observation, ‘on the ground’, of social facts that resist being interpreted in a unidirectional way and that frequently cause disturbing symptoms. As a starting point, the need to reach a diagnosis, which identifies significant elements that help to understand a reality that cannot be approached from narrow points of view. But these same elements can only be explained in their mutual connection and considered in a context - social, political, economic - of a more encompassing nature, which interconnects micro and macro. Communication, in a broad and committed sense -which includes but is not limited to the concept of ‘information’, traverses this entire journey.

The task arises in Organizations (especially business) in a paradoxical moment in which the managerial discourse proclaims the ideal linkage of objectives such as the search for “excellence”, “personal devlopment” or “narcissistic recognition” with the search of maximum benefit for the companies, of production adjustments and of multiplied demands of adaptation (Yzaguirre, 2015; Aubert & Gaulejac, 2017). We introduce the way of working proposed from the ‘Clinical Sociology’, considering various approaches to a complex reality, entering the different scenarios where that

reality occurs, attending to multiple data, testimonies, evidence, but also its silences, conflicts and babbling.

As a sample, two examples of recent application: a) intervention for organizational innovation and new renewal collaborative strategies in a school context (public school in Colombia), b) Radio-Forum, methodology for virtual intervention in organizations in a context of non-presence.

Key words: Organization, Clinical Sociology, Communication

Introducción

En un contexto en el que resulta incuestionable la apelación al ‘individuo’ (como sujeto único, irrepetible, con propia identidad), el ‘ciudadano’ (portador de derechos, participante del espacio público-político), la ‘persona’ (rasgos más acotados pero imprescindibles para reconocer y perfilar la radical distinción de lo humano), rara vez sin embargo se subraya con suficiente radicalidad y sus determinaciones sociales -ámbitos micro y macro- en todas esas definiciones.

Entre los ámbitos ‘macro’ (la sociedad, la población en general… también sus instituciones) y ‘micro’ (ámbitos íntimo y privado, interrelaciones próximas y más o menos cotidianas, vivencias) también con frecuencia se prescinde en el análisis del radical poder del mundo organizativo que, en espacio intermedio-intermediador, determina en buena medida sus límites y las posibilidades reales.

La propuesta que nos convoca (cuyo título hace referencia -hoy obligada- al formato ‘digital’, pero también exige interrogarse de nuevo sobre la ‘administración’ de las organizaciones) nos invita a reflexionar sobre las formas en que a) concebimos la empresa (apela al diagnóstico, la definición de lo que hay), b) planteamos objetivos, demandas, motivos de intervención (algunos novedosos, otros empeñados en conservar lo que funciona bien pero en un mundo cambiante), c) organizamos la forma de intervenir para hacer no sólo viables sino coparticipados, compartidos, compatibles, esos proyectos.

Marco referencial: sociología clínica y organizaciones (empresariales)

Nos recuerda Robert Sévigny (L’analyse clinique dans les sciences humaines, 1993) el significado etimológico de la palabra “clínica”: observar directamente cerca de la cama del paciente (en origen asociado a ocupaciones médicas). Podemos añadir, ya en su vinculación a nuestra posición: no sólo

‘al lado de’, sino ‘con’ los sujetos protagonistas de nuestro trabajo, y no sólo en el proceso diagnóstico y analítico sino también en el momento de plantear propuestas de intervención.

La “Sociología Clínica” como tal es una propuesta bastante reciente en el tiempo, aunque, como sus fundadores reconocen son antiguas sus fuentes y su orientación. E. Enriquez: “no es un ‘descubrimiento’ de estos últimos años. Se constituyó lentamente… la “sociología clínica comprensiva e interpretativa debía ser completada con una sociología y psicosociología de intervención” Enriquez (1998)

Vincent de Gaulejac, máximo exponente de esta perspectiva sociológica nombra (2015) la filiación a “una sociología comprensiva (Max Weber), tomando en cuenta la subjetividad…” pero también a la sociología de Durkheim (estudio de los fenómenos psíquicos sociológicos, conciencia/ representaciones colectiva… en sus primeras expresiones) o M. Mauss1 , también a M.Horkheimer, G.Devereux, N.Elias, A.Touraine o K.Lewin.

“La singularidad de nuestra orientación radica principalmente… ponerse a la escucha de la vivencia, a considerar que la exploración de la subjetividad, consciente e inconsciente, es necesaria para el conocimiento de los fenómenos sociales, que el investigador está involucrado en sus objetos de investigación y que la sociología tiene por objeto la exploración de la dimensión existencial de las relaciones sociales” FALTA CITA.

La sociología clínica se institucionaliza en Francia en la década de los ochenta del siglo veinte. En 1988, en Ginebra, algunas personas, por iniciativa de Robert Sévigny, Gilles Houle, Eugène Enriquez y Vincent de Gaulejac constituyen un grupo de trabajo dentro de la Asociación Internacional de sociólogos de habla francesa. Se irá desarrollando una red internacional: Bélgica, Grecia, Italia; México, Brasil, Uruguay, Chile… En los años noventa se establecen contactos en Argentina. La filiación entre la sociología clínica y los trabajos de Pichon Rivière es notable, en particular en cuanto a la necesidad de vincular la perspectiva psicoanalítica con las problemáticas socioculturales. En los años noventa la sociología clínica se va imponiendo poco a poco como una nueva orientación dentro del campo de las ciencias sociales.

Tiene precedentes que lo ligan con corrientes españolas y americanas. Encontramos al médico y sociólogo de la Escuela de Chicago Louis Wirth, quien escribió un artículo fundacional en el primer tercio del siglo XX proponiendo la nueva perspectiva. Por su parte, otro médico, andaluz, fue el primero que puso en relación sociología y clínica, a finales del siglo diecinueve (Yzaguirre y Fernández-Cid, 2017).

Por último, recalcar la existencia de numerosos trabajos recientes que

muestran la vitalidad de esta perspectiva, por ejemplo: Yzaguirre & Fernández-Cid, 2017; Gaulejac & Yzaguirre, 2018; Vandevelde-Rougale & Fugier, 2019; Araújo & Yzaguirre, 2021; Yzaguirre, 2021.

El investigador social: sujeto en proceso

Existen estrechos vínculos entre, por un lado, las posiciones teóricas y metodológicas y, por otro lado, las implicaciones afectivas, ideológicas, económicas e institucionales del investigador. Estos enlaces son por lo general implícitos e inconscientes para la mayoría de los investigadores, también para otros actores intervinientes; es importante tener esto presente para entender al sujeto que trata de emerger, en la duda, frente a múltiples contradicciones, como podemos observar en el ámbito organizacional (Yzaguirre, 2015; Aubert & Gaulejac, 2017). El acompañamiento de ese proceso de subjetivación es una de las tareas del sociólogo clínico.

Los conflictos, en sí mismos, son la expresión de las contradicciones del mundo social y de las complejidades del psiquismo; la dificultad para afrontar esos conflictos plantea problemas, sean manifiestos o latentes. Los métodos clínicos están construidos para permitir que el sujeto analice esos conflictos, invente respuestas y encuentre mediaciones frente a esas contradicciones. Se trata pues de “acercarse lo más posible a la vivencia de los actores” para realizar este análisis y poner en marcha los cambios posibles, elaborando respuestas con ellos.

Lo esencial no radica tanto en la culminación del proceso como en las contribuciones del sujeto en las distintas etapas del recorrido. “La sociología clínica tiene por objeto desenredar los nudos complejos entre los determinismos sociales y los determinismos psíquicos en las conductas de los individuos y los grupos, así como las representaciones que ellos se hacen de sus conductas. Se inscribe en corazón de esas tensiones entre objetividad y subjetividad, entre estructura y acción, entre el individuo producto socio-histórico y el individuo creador de historia, entre la reproducción y el cambio, entre las dinámicas inconscientes y las dinámicas sociales” (Gaulejac, 2015)

El enfoque necesario: una mirada holística

En su presentación de “La perspectiva de la Sociología Clínica”, F. de Yzaguirre y C.A. Castillo afirman que “la sociología no tiene un objeto propio; es más bien un enfoque, una manera de abordar los problemas sociales…” (2013). Presta atención a los procesos socio-psíquicos, aunque desde la sociología existe una primacía de lo social sobre lo psíquico, o de las relaciones sociales sobre el individuo; esto significa que las relaciones sociales preexisten con respecto a los individuos que se encuentran involucrados en ellas.

La crisis, y las reacciones en contra, generan y/o agudizan un profundo malestar social que se tramita en cascada por

las redes de socialización. Esto incide en un malestar psíquico, muchas veces inespecífico, que deriva del apuntalamiento de tales condicionantes sociales en las configuraciones psíquicas pre-existentes (también socialmente construidas) y que se expresa en una amplia gama de reacciones y síntomas de los individuos sociales implicados.

Tales vivencias traumáticas de orden social, que trasladan el antagonismo social al interior del individuo, no sólo producen heridas narcisistas junto a una “corrosión del carácter” (Sennett, 2000), sino que generan “patologías en las que predominan los sentimientos de angustia, indefensión, inseguridad y que pueden llegar en algunos casos a la claudicación del sujeto” (Lucila Edelman, sobre historia política y salud mental en ‘cono sur’) y a una importante desafección social.

Yzaguirre y Castillo (2013) señalan ese “sujeto que trata de emerger, en la duda, frente a múltiples contradicciones” tiene también condicionantes que tienen que ver con distintas figuras de lo que significa ser sujeto. Recordemos que la palabra “sujeto” quiere decir dos cosas contradictorias. Por una parte, “ser maestro de su destino”, es decir, ser sujeto de sus acciones; de otra, “estar sujeto”. De manera más precisa, el sujeto no se reduce al individuo… Los conceptos de actor o agente se encuentran aún alejados del sujeto. El agente se caracteriza únicamente por su función, tareas y competencias. El actor es un agente humanizado, socializado, que se acerca al sujeto, pero juega un rol en un escenario dado que no es el suyo. El sujeto tiene muchas dimensiones… En la perspectiva clínica, el sujeto se manifiesta como sujeto de enunciación (habla) y de intención (quiere) inscrito en un contexto espacio-temporal y social; es un proyecto que pretende una singularidad significante. El sujeto aspira al sentido; descifra o fabrica el sentido para decirse sujeto… El sujeto nos conduce a una perspectiva clínica y a las dinámicas de la intersubjetividad. Entre muchos otros, cabe una referencia a un autor que en el último tercio del siglo XX nutrió el movimiento de recuperación del sujeto. Hablamos de la concientización liberadora de Paulo Freire, dirigida a los oprimidos, pero también a los opresores, desde una pedagogía que permitará al oprimido “conquistarse... como sujeto de su propio destino histórico” (Freire, 2005: 11). A partir de ahí, y de esa visión del sujeto y su emancipación (Gaulejac & Yzaguirre, 2018), nos encontramos con bases comunes de una ciencia orientada al cambio; “... profundizando la toma de conciencia de la situación, los hombres se apropian de ella como realidad histórica y, como tal, capaz de ser transformada por ellos” (Freire, 2005: 99).

Una propuesta controvertida: el organidrama

Como apuntan Fernando Gastal de Castro y Patricia Guerrero (2013), el Organidrama es un dispositivo -que se diferencia de alguno de sus precursores como el ‘psicodrama’ o el ‘teatro forum’- tiene como

función trabajar sobre los lazos que existen entre, por una parte, los conflictos vividos por diferentes actores de la Organización y, por otra parte, las lógicas organizacionales y estructurales de esos conflictos. Permite explorar la relación entre los conflictos psíquicos y los conflictos sociales (sobre todo en situaciones de trabajo).

El “juego dramático” del ‘organidrama’ facilita la articulación de lo psíquico y lo social porque tiene lugar en un espacio que no es ni interno ni externo a la organización; el hecho de interpretar una escena y trabajarla juntos sitúa a los participantes entre la realidad y el juego. Permite construir un espacio transicional2 (Winnicott, 1971), que a la vez une y mantiene la separación entre las realidades interior y exterior.

La puesta en escena, en tanto que ‘área intermediaria de la experiencia’ permite la exteriorización de sentimientos y afectos diversos, como la cólera, el miedo o el desamparo… (que se explican) en contextos sociales. La sociología clínica, por su apertura a la palabra de los actores, por el abanico amplio y constantemente renovado de sus objetos y sus referencias, por su acogida de la intervención y de quienes trabajan in situ, ocupa un lugar singular en las ciencias sociales, aun en tiempos de crisis y en un mundo dominado por la racionalidad instrumental.

Alguna experiencia a debate:

A) renovación organizativa en contexto escolar

Durante los años 2018 y 2019 se realizó un trabajo, participado por los diversos agentes implicados en la Organización, para orientar el cambio en un colegio público en Barranquilla, Colombia (Yzaguirre, 2021). Nos sirve esta experiencia como primer ‘botón de muestra’ de reciente intervención con la perspectiva de la ‘sociología clínica’. Fiel a una apertura focal apuntada más arriba (consideración de ámbitos y determinaciones micro y macro) se inició la tarea planteando pasos aproximativos desde la situación general de Colombia (contexto abarcador: posición geográfica, situación económica, poblacional, social…), pasando por su sistema educativo (educación como derecho de ciudadanía, Planes de Desarrollo Nacional, tratamiento de la calidad y formación de docentes…) para llegar a la concreta entidad donde se planteó y llevó a cabo la intervención: la Institución Educativa Distrital Ciudadela 20 de Julio (colegio ‘INEDIC’).

INEDIC forma parte de la red de 154 colegios públicos en la ciudad de Barranquilla (Colombia, Región Caribe) que, con 1.206.000 habitantes, es una de las mayores del país. Este colegio imparte la amplia etapa de educación gratuita, con una comunidad de más de mil seiscientos estudiantes, dominantemente procedentes de estratos socioeconómicos bajos. La política educativa en Colombia cuenta, entre sus herramientas de gestión estratégica, con el ’Proyecto Educativo Institucional’ (PEI), previsto desde la Ley General de Educación de 1994 (despliegue en el

Decreto 1860), busca la participación de las diversas comunidades implicadas en la educación para la definición de su planificación y su desarrollo. Esa planificación no se reduce a la redacción consensuada de un documento: sus contenidos son susceptibles de revisión y actualización.

Ahora bien, como tantas veces ocurre, se ha detectado cierto contraste entre lo previsto en la normativa y su plasmación real. Como apunta alguno de sus analistas, los docentes no fueron previamente motivados y preparados para afrontar los PEI, lo que generó confusión y desánimo, cuando no rechazo (Calvo, 1996): “En respuesta a esta situación, el Ministerio elaboró guías y ofreció apoyo con seminarios y textos… Pero estas medidas resultan insuficientes y se generó una dinámica de relleno instrumental de guías por parte de encargados o directivos” que no lograron la participación esperada en la comunidad educativa. Esta situación refleja una debilidad de origen en el plan estratégico de gestión de los colegios públicos colombianos, que todavía hoy evidencia sus efectos.

En 2018 se inicia la intervención, desde la consultora de Sociología Clínica ‘Sociocaribe’, dirigida a apoyar la revisión, actualización y desarrollo del PEI, al que se incorporó un Plan de Mejoramiento Institucional. La consultora Sociocaribe fue creada a partir de la introducción -diversos programas formativos- de la perspectiva de la Sociología Clínica en la Universidad del Atlántico -Facultad de Ciencias Humanas- por el profesor doctor Fernando de Yzaguirre. Desde el origen de la intervención se plantea la implicación y movilización de todos los agentes intervinientes -profesores, estudiantes, familias- incluyendo los cargos directivos con responsabilidad gestora del centro. Era necesario revisar y definir el proyecto de Colegio y sus señas de identidad. En relación a métodos empleados, los propios de la Sociología Clínica -Grupos de Implicación e Investigación (GII), revisión de trayectorias personales y producción de ‘historicidad’, búsqueda participada de alternativas de intervención- fueron combinados con algunas técnicas tradicionales de la investigación social -encuestas, reuniones de trabajo, explotación de datos secundarios…

Aunque no es lugar para relatar todo el proceso de trabajo, subrayamos que la co-construcción de conocimiento tiene un valor central, tanto en definición de identidad como en la planificación estratégica de las organizaciones; por este motivo las prácticas participativas se plantean como herramienta privilegiada (tanto para el inicial diagnóstico de situación como para el planteamiento de alternativas de intervención). Tras el proceso, en el que la intervención y el seguimiento de la consultaría ‘Sociocaribe’ es constante, se pueden destacar algunos resultados, como la mejora de la motivación del profesorado, la renovación del PEI, la constitución de cinco Áreas de Mejora (profesores, padres, espacios institucionales, estudiantes, organización y planificación)

que pasan a formar parte de la gestión estratégica del Colegio, la creación de un Comité de Calidad, el despliegue de un sentimiento de pertenencia y el reconocimiento de una historia colectiva. (Yzaguirre, 2021).

Estos elementos refuerzan el valor de las organizaciones humanistas, construidas por y para personas, que pueden ser caracterizadas como “organizaciones con sentido”. En ellas se hace necesario potenciar el talento que reside en los profesionales de la institución, cuya motivación y compromiso dependen de factores intangibles relacionados con el sentido que encuentran en su trabajo (Yzaguirre, 2015).

B) Proyecto ‘Radio Foro’

Una aportación propia de la Sociología Clínica, derivada en este caso del análisis de experiencias como el ‘teatro-foro’ o el ‘teatro del oprimido’, es el ‘Organidrama’, cuyo trabajo no es terapéutico sino analítico-interpretativo, en búsqueda de producción de sentido y alternativas de intervención: representación-análisis sobre los papeles socialmente (organizativamente) asumidos, cómo se interpretan, de qué forma se viven, cuáles son las claves de su reproducción… también de su posible intervención, cuestionamiento, modificación. Las propuestas de aplicación del Organidrama se realizan en contextos problemáticos en los que se pretende indagar y, en su caso, intervenir: con la participación de los diversos agentes implicados en el conflicto, con sus marcos interpretativos, sus propuestas escénicas, en un juego de roles intercambiados, cuestionados, modificados.

Pues bien, en un contexto de pandemia (covid-19), de fuertes medidas de limitación de movilidad y sociabilidad, donde incluso se potencia la actividad laboral online, también la investigación-intervención está obligada a proponer nuevos formatos adaptativos. Porque lo que sí se evidencia es el aumento de problemas psicosociales: ansiedad, miedos, conflictos, violencias. La misma OPS (Organización Panamericana de la Salud) recomienda en ese contexto: “identifique los medios adecuados para brindar servicios psicosociales... aprovechando las modalidades virtuales”; también la ‘Guía para el abordaje no presencial de las consecuencias psicosociales ante el Covid-19’ de la UCM (Universidad Complutense de Madrid, 2020) afirma: “la atención psicosocial a distancia se ha convertido en un recurso esencial en nuestros días. Se distingue por favorecer el acceso y la equidad...”

Considerando el contexto y las recomendaciones apuntados, el proyecto ‘Radio-foro’ surge precisamente por la asunción de una búsqueda de metodologías adaptativas para hacer acompañamiento-intervención a distancia. La metodología de intervención socioclínica de Radio-foro nació en el verano de 2020, en el contexto de un programa de formación e intervención realizado en la Universidad del Atlántico (Colombia), en un semillero de investigación (propuesto y liderado por Fernando

de Yzaguirre, profesor en dicha Universidad) mostrando desde su origen su gran facilitación y eficacia. Tras su exitosa puesta en funcionamiento, se presentó en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad Católica de Santiago de Chile, y recientemente (abril de 2021) recibió interesantes recomendaciones de un laboratorio de expertos del programa “Regards-Croisés” (iniciativa de 4 asociaciones francesas de investigación, formación y práctica de intervención psicosocial-socioclínica para trabajar de forma conjunta ante el confinamiento), bajo la dirección de los profesores René Badache (Francia) y Fernando de Yzaguirre (Colombia-España).

René Badache trabajó directamente con Augusto Boal y, junto a Vincent de Gaulejac, viene desarrollando desde lo teórico y lo aplicado, el teatro de intervención socioclínico, el cual incluye entre sus herramientas más utilizadas el teatro-foro, que tiene como origen el trabajo del director de teatro brasileño Augusto Boal, quien se inspiró en Paulo Freirde, otro autor citado en este trabajo (Badache & Gaulejac, 2021).

Radio-foro es una adaptación del teatro-foro, del que conserva los elementos originarios: identificación de una situación problemática, elaboración de un guion orientativo para representar dicha situación, representación (ante un público) por actores que asumen los papeles de la situación, facilitador que invita al público a representar variantes de la escena original y, finalmente, análisis dialogado de lo ocurrido en escena. La variación principal es que no hay presencialidad (comunicación a distancia, a través de computador, celular o radio). Durante la organización del Seminario Virtual Internacional de Intervención Psicosocial, celebrado en los meses de julio y agosto de 2020, se dieron los primeros pasos en la conformación de esta novedosa propuesta… y el 3 de septiembre de ese mismo año se presentó por primera vez públicamente una escena Radio-foro, en un Seminario dedicado a Sociología Clínica coordinado por Vincent de Gaulejac (Francia) y Patricia Guerrero (Chile).

En la primera fase del protocolo de ejecución del programa se trabaja la conformación de grupo entre los participantes y se les invita a proponer asuntos (el ‘problema’ a tratar) para trabajarlos de forma compartida. Se invita a presentar vivencias, experiencias en primera persona, que tengan relación con esos asuntos o temáticas… y son esas vivencias y experiencias lo que conformarán la materia prima en la realización del radio-foro. En aquella primera experiencia las temáticas elegidas por los grupos fueron: la universidad: problemas de acceso a internet y docencia virtual ante el confinamiento por Covid-19; emprendimiento laboral para después de la pandemia; miedo al coronavirus y a salir a la calle; salud mental y cultura ciudadana. Como ejemplo extraído de aquella práctica, se representó una escena que muestra las dificultades de un profesor de Universidad públi-

ca para comunicarse con sus alumnos, lo que se contrasta en la representación con lo que sucede en la Universidad privada, poniendo en evidencia no sólo la brecha digital, sino también la brecha social que separa la situación del estudiantado en unos y otros modelos universitarios.

No podemos tampoco aquí hacer un amplio despliegue de la experiencia, pero subrayamos su utilidad como instrumento de liberación de la palabra que reivindica la Sociología Clínica: a partir de un trabajo desde la subjetividad busca articular las dimensiones ‘micro’ y ‘macro’, poniendo en relación estructura social y acción social.

A Modo de conclusión (Inconclusa): Apuntes para una continuidad

“Un Seminario es un laboratorio común”, nos apunta Michel de Certeau (Certeau, 2006). El objeto central de nuestro análisis y los espacios recorridos -en busca de procesos de construcción de categorías, de conformación de sentidos- nos ha obligado a abrir el abanico, el campo y las perspectivas analíticas, como primer requisito de partida. Esta apertura no es -sólo- una opción teórico-metodológica sino que se presenta, a lo largo de nuestro trabajo, en un proceso de aproximación-implicación, como una exigencia difícilmente soslayable

Convocamos perspectivas y aportaciones múltiples: de la mirada estructural al apunte interaccionista, considerando advertencias constructivistas e invitando a hablar -por ejemplo- a analistas de la etiquetación, del cognitivismo o del psicoanálisis. Apelamos a la necesaria convergencia de orientaciones ‘micro’ y ‘macro’ en un objeto de estudio que agrupa a colectivos diversos y actualiza en prácticas cotidianas procesos y conductas, que reproduce esquemas de poder, pero también -en obvia conexión- sistemas simbólicos de representación. Y que se muestra especialmente implicado en la explicación situacional, en la apuesta por una intervención en contexto. Las organizaciones navegan en un mar de interacciones, en entornos crecientemente complejos, cuya comprensión requiere de la suma de diferentes teorías y perspectivas, y, además, de propuestas orientadas al cambio. De ahí, la llamada de atención hacia el sujeto y la interacción social (Álvaro, 2018).

Hemos apuntado -con breves y gruesos brochazos- un par de ejemplos de recientes prácticas de intervención o acompañamiento, para el cambio, desde la óptica de la ‘Sociología Clínica’, que exige un recorrido cuyo marco central es el organizativo y en el que la comunicación participativa se constituye en herramienta privilegiada. Consideramos que puede resultar aporte de interés en un momento que combina incertidumbre, cambios y situaciones emergentes (con frecuencia no previstas), pero también voces que quieren ser escuchadas (de nuevo emergentes, de nuevo con frecuencia no previstas), nuevas miradas y propuestas alternativas, reclamos de otros modelos y referentes… que

demandan, con formatos manifiestos y latentes, proximidad, adaptación, diálogo empático, atento a diversos timbres y matices

Notas:

Hecho social total: que implica los distintos niveles de la realidad social: del macro, o nivel social, al micro, o nivel individual, pasando por los intermedios, como el grupo y la organización. La acción social, desde el punto de vista clínico, implica todos esos niveles Robert Sévigny (L’analyse clinique dans les sciences humaines, 1993)

2 ‘Aire transitionnelle’: aire intermédiaire d’expérience dont la non mise en place fait de l’absance de la mère un vide, une rupture dans la continuité de l’enfant, véritable agony… (Winnicott et le concept de transitionnalité, en red)

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Acerca de los autores:

Fernando de Yzaguirre Resumen: Doctor en Sociología, especialidad Psicología Social (U.C.M., España). Máster en Intervención Socioclínica en las Organizaciones (Université Paris-VII). Profesor en la Universidad del Atlántico (Colombia), profesor invitado en Máster de Psicología de las Organizaciones (Univ. Magdalena, Colombia) y en Máster en Estudios de Género (UNED, España). Representante del Comité de Sociología Clínica de la International Sociological Association (ISA) y de la Red Internacional de Sociología Clínica (RISC). Distinguished Service Award del Comité RC46 de Sociología Clínica (ISA). Premio de Ensayo en Ciencias Sociales de la Asociación Castellano Manchega de Sociología. Mención de Honor del Colegio INEDIC (Barranquilla,Colombia) Contacto: fernandodeyzaguirre@mail.uniatlantico.edu.co

Matilde Fernández-Cid Resumen: Doctora en Sociología (Tesis doctoral sobre representaciones sociales de la discapacidad intelectual, 2005), U.C.M. (Universidad Complutense de Madrid) Profesora en la U.C.M., adscrita a Facultad de Económicas y Empresariales, con docencia también en las Facultades de ‘Comercio y Turismo’, ‘Ciencias de la Información’ (Máster en Comunicación Social) y ‘Medicina’ (Máster en Salud, Integración y Discapacidad). Coordinadora del Máster Oficial en ‘Consumo y Comercio’, U.C.M. Ámbitos de docencia e investigación: Consumo, discapacidad, personas mayores y Sociología de la vejez, exclusión y políticas de atención, Medios de comunicación, representaciones sociales. Contacto: choska@ccee.ucm.es

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