Tendencias de Futuro 23

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TENDENCIAS EN POLÍTICAS PÚBLICAS

La primacía mundial en un mundo dividido PAG. 10

TENDENCIAS EN LA ECONOMÍA

TENDENCIAS EN LA EMPRESA

TENDENCIAS EN LA SOCIEDAD

Energía, eje de la economía mundial

El futuro de las pequeñas empresas

El desarrollo urbano, ¿metástasis o crecimiento sostenible?

PAG. 14

PAG. 19

PAG. 22

Filantropía

de riesgo: la nueva forma de gestionar las donaciones De un tiempo a esta parte se han dado a conocer grandes donaciones de empresarios estadounidenses a fundaciones sin ánimo de lucro. Las masivas inversiones en este tipo de instituciones han sido consecuencia de una nueva forma de realizar labores sociales, la venture philanthropy, que al español se traduce como filantropía de riesgo. PAG. 04


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I SUMARIO

Su 23

Votantes irracionales

La delicada relación Rusia-UE

LA TENDENCIA

PAG. 1

PAGS. 4 I 7

PÁGINA EDITORIAL

Filantropía de riesgo: la nueva forma de gestionar las donaciones

El valor de la cultura MERCADO DE LAS IDEAS

Evaluación de la eficiencia del sector público –

Subvenciones a empresas –

Llegan los edificios ecológicos

A mayor libertad económica, mayor prosperidad –

Relaciones Américocanadienses PAGS. 2 I 3

Libre mercado educativo PAG. 9

La primacía mundial en un mundo dividido

TENDENCIAS EN LA ECONOMÍA

La conveniencia del euro para Lituania PAG. 12

PAGS. 10 I 11

Nivel óptimo de gasto público PAG. 13

Energía, eje de la economía mundial

EL PRISMA LIBERAL

¿De qué libertad estamos hablando? PAG. 16

PAGS. 14 I 15

TENDENCIAS EN POLÍTICAS PÚBLICAS

¿Funcionan los programas de asistencia social? PAG. 8

TENDENCIAS EN LA SOCIEDAD

Las flaquezas del comercio justo PAG. 20

La ciencia de la felicidad PAG. 21

TENDENCIAS EN LA EMPRESA

Quién dirige mejor PAG. 17

Mecanismos de detección del fraude corporativo

El futuro de las pequeñas empresas

PAG. 18

PAG. 19

TENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

El desarrollo urbano, ¿metástasis o crecimiento sostenible? PAGS. 22 I 23

CON VISIÓN

¿Qué quieren los americanos de a pie? ¿Y qué quieren sus políticos? PAG. 24


EDITORIAL

I 01

Ante la proximidad de las elecciones generales españolas y las futuras elecciones en varios países como Estados Unidos o Rusia, resulta muy oportuno leer el informe The Myth of the Irrational Voter. Why Democracies Choose Bad Policies, que analiza cómo los votantes deciden votar por un candidato u otro. Elaborado por el CATO Institute, think tank liberal con sede en Washington, en el informe

Votantes irracionales

se afirma que, con frecuencia, las democracias adoptan y mantienen políticas dañinas debido sobre todo a los votantes. De acuerdo con algunos expertos en ciencias políticas, que los votantes no sepan a qué o a quién están votando no es un problema. No lo es porque los errores del público se compensan: mientras haya una mayoría que escoja al político adecuado, no importa si otro grupo escoge al contrario. Sin embargo Bryan Caplan, autor del informe del CATO, cree que los errores del votante no se anulan, sino que se agravan. Caplan califica a los votantes de “irracionales”, puesto que a pesar de su falta de conocimiento, no se comportan como humildes agnósticos, sino que con aceptan con confianza una larga lista de errores. Los fallos más repetidos se refieren sobre todo al terreno económico, donde pocos votantes creen en la “mano invisible” del mercado y en su habilidad de armonizar los intereses públicos y privados. Para conseguir que el votante sea menos irracional, parece obvio que la solución pasa por tener una sociedad más informada y más participativa en los asuntos públicos. Ciudadanos bien informados, que apelan más a la razón que al sentimiento, son los que pueden ayudar a que las políticas públicas estén acorde con el pensamiento ciudadano. En ese proceso informativo, los think tanks juegan un papel fundamental: fomentar los debates de ideas parece un buen método para acabar con la irracionalidad de los votantes. I

Institución Futuro es un think tank (catalizador de ideas y acción) promovido por la sociedad civil, para estudiar el desarrollo económico y social de las regiones españolas, inspirar políticas públicas y sugerir iniciativas a los ciudadanos. La Institución toma a Navarra como región prototipo y propicia la difusión de sus hallazgos a las demás regiones. La misión de este "centro de inteligencia compartida" es investigar y proponer el mejor futuro posible mediante propuestas innovadoras e integrales. El éxito del mañana requiere saber escoger las mejores ideas hoy, y un estímulo emprendedor que consiga hacerlas operativas en el tiempo. Este "laboratorio de ideas" es profesio-

nal, independiente, sin ánimo de lucro, de espíritu liberal y con vocación europea. Editor Julio Pomés Redactora-Jefe Ana Yerro Redacción Rosalyn Armende, Ángel Arrese, Ignacio Ferrero, Pablo Pardo, Anna Pelegrí Administración Judith Fernández Diseño Aldrich

Maquetación Página, S.L. Impresión ONA Industria Gráfica, S.A. Depósito legal NA-1383/2003 ISSN 1696-2311 © Institución Futuro Plaza del Palacio de Gorráiz, 4 31620 Gorráiz Navarra (España) T 948 337900 F 948 337904 info@ifuturo.org I www.ifuturo.org

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I MERCADO DE LAS IDEAS

ADMINISTRACIÓN

Evaluación de la eficiencia del sector público Evaluar de forma empírica la eficiencia y la utilidad de las actividades del sector público en países industrializados no es una labor sencilla. Para hacerlo, se suele calcular el impacto del gasto de los gobiernos en el bienestar de los ciudadanos mediante indicadores económicos y sociales. Hasta ahora las conclusiones han apuntado a una misma dirección: en la mayoría de los países, el gasto público podría ser más eficiente y menor que en la actualidad. El Fraser Institute ha realizado un estudio para evaluar la actuación de los gobiernos de 23 países industrializados.

Agrupando a los países según el tamaño de sus gobiernos (grande, mediano o pequeño), el think tank canadiense concluye que “los países con un modelo de estado pequeño (donde el gasto del gobierno es menos del 40 por ciento del PIB) obtienen mejores resultados que los países con un modelo de estado grande (con gasto público mayor al 50 por ciento del PIB) e incluso que países con gasto entre el 40 y el 50 por ciento. En concreto, el sector público de países con gobiernos pequeños superan al resto en un 5,9 por ciento. El informe destaca que “los países con gobiernos pequeños son un 40

Mit23 ECONOMÍA

Subvenciones a empresas Es habitual que los gobiernos subvencionen a ciertas empresas. Ahora bien, ¿hasta qué punto es bueno para la economía la actuación intervencionista del gobierno? El gobierno estadounidense invirtió 92 billones de dólares en ayudas directas e indirectas a empresas y corporaciones del sector privado. Estados Unidos subvenciona a algunas de las mayores compañías de América, como Boeing, Seros, IBM, Motorota o General Electric, entre otras. Dichas ayudas deberían reducirse drásticamente. Así lo cree el CATO Institute, y así lo ha plasmado en The Corporate Welfare State. How the Federal Government Subsidizes U.S. Businesses. El informe incluye en el cómputo total del gasto más tipos de ayudas que las normalmente contabilizadas, y con esos datos concluye que “a veces las subvenciones ayudan a empresas rentables que no necesitan ayuda. Y a veces, los pro-

gramas de ayudas sacan adelante a industrias que no están teniendo éxito en el mercado y que deberían hundirse”. Los defensores de estas subvenciones justifican su existencia porque son, según ellos, el único remedio a algún tipo de fallo de mercado. “Por ejemplo, las subvenciones pretenden beneficiar a grupos desaventajados que no pueden recibir fondos privados para establecer una nueva empresas. Los defensores también argumentan que las ayudas son un modo de mantener la competitividad de ciertas industrias críticas. Stephen Slivinski, autor del estudio, defiende su tesis del exceso de subvenciones arguyendo que “la función del mercado de capital privado es dirigir las inversiones a las compañías e industrias que ofrecen el mayor potencia de beneficio. Los mercados de capital son los que seleccionan a las empresas ganadoras de las perdedoras”. I

TENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

por ciento más eficientes en sus acciones que los sectores públicos de países con gobiernos grandes”. Según un índice de eficiencia del sector público, que compara el rendimiento de las actuaciones públicas con el gasto público empleado para tal fin, se encuentran grandes diferencias entre países. Japón, Luxemburgo y Australia son los países que mejor puntuación reciben, lo que indica que la proporción entre las acciones públicas llevadas a cabo y el dinero invertido en ellas es la correcta. Por el contrario, Islandia, Francia y Suecia se encuentran al final del ranking. I

VIVIENDA

Llegan los edificios ecológicos Cada vez la sociedad demanda con más insistencia que las empresas pongan en práctica políticas de Responsabilidad Social Corporativa. La RSC incluye muchos aspectos, pero el más exigente sigue siendo el medioambiental. Una de las formas de conseguir ser líder en sostenibilidad es la creación de edificios ecológicos. Según un informe de McGraw-Hill Construction, la mayoría de los empresarios norteamericanos estarán en 2009 concienciados de la gestión ecológica de sus sedes corporativas. El estudio se ha llevado a cabo mediante entrevistas a 190 presidentes ejecutivos o directores financieros de las empresas estadounidenses más importantes, cuyos beneficios anuales son superiores a 250 millones de dólares. Según Brad Haeberle, director de marketing de Siemens Building Technologies, compañía que ha colaborado en la investigación, “los líderes empresariales están muy concienciados con las prácticas medioambientales. Saben que sus nuevas instalaciones han de ser respetuosas con el medio ambiente porque tendrán un gran impacto en el futuro”. Haeberle añade que “los directivos creen que los edificios verdes favorecen a sus empresas no sólo por los beneficios económicos, sino también por la diferenciación de mercado y las ventajas competitivas”. La eficiencia energética de los edificios es una cuestión tan relevante que la Clinton Foundation, creada por el ex presidente estadounidense Bill Clinton, ha anunciado la puesta en marcha del programa Energy Efficiency Building Retrofit. El proyecto, que se aplicará en ciudades como Londres, Nueva York, Berlín, México…, hasta un total de 16, pretende reducir el consumo energético de los edificios y prevenir las emisiones contaminantes. Para ello, la fundación ya ha establecido colaboraciones con los ayuntamientos de las ciudades, con las compañías que prestan servicios energéticos y con varias instituciones financieras. I


MERCADO DE LAS IDEAS

I 03

INTERNACIONAL

ECONOMÍA

La delicada relación Rusia-UE

A mayor libertad económica, mayor prosperidad

Desde hace tiempo la relación de Rusia con el resto de sus vecinos europeos ha sido tema de debate. Para la UE en su conjunto no resulta fácil encontrar una postura común sobre el país vecino. El asunto más espinoso es el energético. El Centre for European Reform opina que la actitud de ambos ha de ser menos ambiciosa y más constructiva, lo que en el terreno político se ha acuñado “reciprocidad”. Según el think tank belga, el único camino para salir de los problemas energéticos es cooperar: Rusia debería acceder a que compañías europeas inviertan en su sector energético, “lo que podría impedir posibles escaseces futuras”. A cambio, el país obtendría seguridad en la demanda europea, “no sólo a través de contratos de oferta a largo plazo con empresas, como ya se hizo en el pasado, sino permitiéndole tener acceso directo a los consumidores de gas”. El think tank considera que no hay motivo para ser pesimistas: “A veces Rusia intimida a sus vecinos, pero no es imperialista y no está intentando extender una ideología contra el Oeste en el mundo. Es más, Rusia se ve a sí misma como un país occidental civilizado que quiere formar parte de clubs internacionales como WTO, el G8 y la OCDE”. I

“La libertad económica está fuertemente relacionada con un buen desempeño económico”. Ésta es la principal conclusión del Índice de Libertad Económica, que por décimo tercer año consecutivo realizan The Heritage Foundation y The Wall Street Journal. El índice evalúa 157 países en relación con diez factores específicos de libertad económica: libertad comercial, de comercio internacional, fiscal, frente al gasto gubernamental, monetaria, de inversión, financiera, de propiedad, frente a la corrupción y laboral. Así, Hong Kong ha tenido el nivel más alto de libertad económica, Singapur ha sido el segundo y Australia el tercer país. Además, doce de las 20

EDUCACIÓN

El valor de la cultura El think tank británico Demos ha elaborado un informe sobre la importancia de los museos, las bibliotecas y los archivos para el enriquecimiento de la sociedad. Dada la popularidad de estas entidades en el Reino Unido, John Holden y Samuel Jones, autores de Knowledge and Inspiration: the democratic face of culture, subrayan el servicio de valor público que prestan. “Ayudan a mantener el concepto de ciudadanía y de sociedad civil, promueven la educación y el aprendizaje y estimulan la creatividad”. No sólo eso; además,

conducen a la renovación y contribuyen al bienestar social”. Pero la cultura también tiene un valor económico tangible. El Ministerio de Cultura español presentaba hace unos meses el estudio Valor económico de la cultura española, que muestra cómo las actividades culturales realizadas en España en 2004 supusieron un 3,07 por ciento del PIB nacional. Por su parte, las actividades relacionadas con la propiedad intelectual aportaron un 3,85 por ciento del PIB. Teniendo en cuenta que el sector de la energía aportó un 2,56 por ciento, y el de la agricultura, ganadería y pesca, un 3,77 por ciento, resulta más sencillo valorar la importancia económica de la cultura. I

economías más libres son europeas, lideradas por Reino unido, Irlanda, Luxemburgo y Suiza. España se encuentra en el puesto 27, con 70,87 puntos sobre 100. El informe prueba una vez más el fuerte impacto de la libertad económica en el nivel de prosperidad: “Los niveles más altos de libertad económica están claramente relacionados con un mayor producto bruto interno per cápita y además las tasas más elevadas de crecimiento del PIB parecen crear un círculo virtuoso, iniciando mejoras en la libertad económica”. Asimismo, los índices de desempleo son mayores para los países con libertades económicas bajas, y ocurre lo mismo con las tasas de inflación. I

INTERNACIONAL

Relaciones Américo-canadienses Las divergencias entre Estados Unidos y Canadá en áreas de seguridad y defensa comenzaron a finales de las años 90. Entonces, la falta de cooperación a altos niveles políticos hizo que las disputas sobre comercio aumentaran y que las relaciones de defensa se enfriaran. El cambio de gobierno en Canadá de 2006, que ahora lidera el conservador Stephen Harper, y la mayoría obtenida por los demócratas en el congreso norteamericano, ha motivado al Fraser Institute a elaborar un informe que refleja los cambios que están teniendo lugar y aporta recomendaciones para revivir la relación. El think tank considera que Canadá debería buscar más armonización en áreas como la energía. Además, Canadá debería abandonar las negociaciones ad hoc sobre el control de sus fronteras y su política de defensa para conseguir firmar dos tratados con la administración Bush. Uno de ellos debería referirse a la seguridad de las fronteras, lo que incluiría criterios unificados para el flujo de personas que entran y salen de Norteamérica. El tratado permitiría, además, aumentar la movilidad laboral. Por su parte, el tratado sobre defensa debería incluir las estructuras aéreas, de tierra y marítimas. I

Nº023 I 2007


04

I LA TENDENCIA

Filantropía de riesgo: la nueva forma de gestionar las donaciones

E

stados Unidos es el país donde, sin lugar a dudas, las donaciones benéficas son más cuantiosas. La nueva ‘edad de oro’ de la filantropía alcanzó su punto álgido en 2006, cuando el inversor norteamericano Warren Buffet donó 30.000 millones de dólares a la Fundación Bill y Melinda Gates y otros 7.000 millones a otras fundaciones benéficas. Bill Gates, por su parte, anunció que paulatinamente dejaría su puesto al frente de Microsoft para dedicarse más a su fundación. Estos dos hombres, los más ricos del mundo, representan sólo la punta del iceberg. La revista Chronicle of Philanthropy elabora cada año una lista de los mayores filántropos de Estados Unidos. Entre ellos figuran nombres como el de David Rockefeller, heredero del famoso imperio Rockefeller, y Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York y fundador de la compañía de información financiera Bloomberg L.P. En 2006, 21 ciudadanos estadounidenses donaron más de 100 millones de dólares, cifra que contrasta con los 11 millones alcanzados en 2005. En España el panorama es bien distinto del entorno cultural anglosajón. Según Ricard Valls Riera, direc-

De un tiempo a esta parte se han dado a conocer grandes donaciones de empresarios estadounidenses a fundaciones sin ánimo de lucro. Las masivas inversiones en este tipo de instituciones han sido consecuencia de una nueva forma de realizar labores sociales, la venture philanthropy, que al español se traduce como filantropía de riesgo. tor de Projecció Mecenatge Social, esta actividad puede llegar a desarrollarse muchísimo, “pero se encuentra en una situación poco definida y confusa”. El experto reconoce que las ocho personas españolas incluidas en la lista Forbes poseen su propia fundación. También la tienen parte de las 150.000 personas con más de un millón de euros en bienes inmuebles. Sin embargo, destaca la “exuberancia de fundaciones sin capital ni patrimonio”, que suponen el 95 por ciento de las más de 8.500 fundaciones en España.

TENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

Admitiendo que en algunos países la cultura filantrópica está mucho más arraigada que en otros, ¿qué viene a aportar la filantropía de riesgo? Lo novedoso no es la cantidad de ayudas que se asignan, sino el modo de ejecutarlas. ¿Qué es la filantropía de riesgo y cómo se distingue de la tradicional? Lisa Hehenberger y Johanna Mair escribían en Venture Philanthropy: Invest in Social Change, informe publicado por la escuela de negocios IESE, que la filantropía de riesgo “es la aplicación del modelo de capital riesgo/capital privado al sector de la filantropía. Se distingue de la filantropía tradicional en que los inversores o donantes están involucrados de una forma mucho más activa en las organizaciones a las que apoyan. Se utilizan métodos que no pasan únicamente por las subvenciones; y se da importancia a conseguir resultados sociales demostrables”. Los procesos que se emplean son los propios de una inversión empresarial: búsqueda de nichos de actividad, empleo de criterios de eficiencia y, en definitiva, utilización de resultados mensurables. Antes, las aportaciones que los donantes se materializaban en meras aportaciones económicas. “Uno de


LA TENDENCIA

“En España, la filantropía se encuentra en una situación poco definida y confusa”

“En España están proliferando las guías, indicadores y observatorios sobre RSC, pero en la práctica estos no se ven reflejados plenamente en un cambio en la cultura empresarial”

los problemas habituales, sin embargo, ha sido que el dinero de las subvenciones que otorgan las fundaciones a menudo se agota antes de que estos nuevos programas llegan a alcanzar la autosuficiencia, creando un ciclo algo frustrante en el que los directivos de proyectos sin ánimo de lucro tienen que emplear luego una inapropiada cantidad de energía en la búsqueda de financiación”. Además, si hasta entonces las fundaciones imponían unos criterios para conceder ayudas y esperaban la recepción de solicitudes, ahora los filántropos salen en busca de organizaciones que puedan beneficiarse de su labor. Según Hehenberger y Mair, las principales características de este tipo de filantropía consiste en “proporcionar competitividad además de apoyo financiero, centrarse en el desarrollo organizacional; desarrollar relaciones más próximas y duraderas, evaluar el rendimiento e impacto y definir estrategias de salida claramente desarrolladas”. La principal ventaja de este modelo es que “va mucho más allá del mero incremento de la eficacia del capital invertido”.

Los tres pilares en los que se basa, según All in the Same Boat: An Introduction to Engaged Philanthropy, son el capital financiero (los filántropos suelen proveer amplias becas a un número seleccionado de ONGs), el capital intelectual (puesto que los filántropos también “donan” su ayuda en la gestión y estrategia de las instituciones) y el capital social (dado que los filántropos ayudan a ampliar la red de contactos de las asociaciones). ORIGEN

Aunque es difícil poner fecha a su nacimiento, varios especialistas coinciden en señalar que el artículo Virtous Capital: What Foundations Can Learn from Venture Capital, publicado en 1997 en la Harvard Business Review, marcó un antes y un después en este tipo de acciones. Según Christine Letts, William Dyer y Allen Grossman, autores del estudio, a pesar de las donaciones recibidas, las organizaciones sin ánimo de lucro no tenían la capacidad de desarrollar infraestructuras eficientes. El artículo planteaba que las fundaciones podrían adoptar algunas estrategias ya puestas en práctica por el capital-riesgo, como

I 05

las ya mencionadas: mayor implicación, mejor gestión del riesgo y mejores formas de evaluar los resultados. Esta nueva forma de ayudar a los demás surge de las debilidades de los modelos tradicionales. Las fundaciones parecían estar demasiado centradas en el corto plazo y no se acababan de involucrar en las asociaciones a las que aportaban dinero. Cuestiones tan relevantes como la selección y formación del personal o el establecimiento de sistemas de evaluación de resultados se habían dejado de lado. ¿Pero realmente funciona la filantropía de riesgo? Esa pregunta se la hacían en Knowledge@Wharton y la quisieron contestar con el informe Does venture philanthropy work? Éste indica que existen dudas sobre si su implantación resulta tan novedosa como quiere hacerse ver. Los críticos argumentan que la filantropía de riesgo ofrece sólo un nombre bonito y que afecta a las buenas prácticas que algunas fundaciones y ONGs vienen empleando desde hace muchos años. Mark Kramer, fundador del Center for Effective Philanthropy de Cambridge, cree que “los tres elementos principales de la filantropía de riesgo –generar capacidad operativa, estrechar la relación entre donantes y receptores y conseguir expectativas claras en cuanto a resultados– no son nuevos en absoluto. Muchos dirían que estos elementos han estado durante décadas entre los rasgos distintivos de las organizaciones filantrópicas eficaces”. También hay quienes creen que pueden surgir problemas de compatibilidades entre dos esferas, que quizá no estén demasiado acostumbrados a colaborar. Además, “las estrategias de salida no siempre quedan claras”; algunos expertos desconfían de una excesiva comercialización del sector social; y el crecimiento puede resultar difícil sobre todo para aquellas entidades sin ánimo de lucro que se centran en comunidades específicas con necesidades muy concretas. RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA

El concepto de venture philantrophy está muy ligado al de ResponsabiliNº023 I 2007


06

I LA TENDENCIA

dad Social Corporativa (RSC): contribución que las empresas hacen a aspectos ecológicos, económicos y sociales en un intento de mejorar su posición competitiva y su valor añadido. Tal y como se indicaba en el número 21 de la revista Tendencias de Futuro, “en España están proliferando las guías, indicadores y observatorios sobre esta materia, pero en la práctica estos no se ven reflejados plenamente en un cambio en la cultura empresarial”. Hay quienes discrepan. Según el estudio “Estado real de la implantación de la responsabilidad corporativa en la empresa española”, publicado en 2007 por la consultora Begoña Beneytez, en colaboración con la Escuela de Negocios (EOI) y el Instituto de Análisis de Intangibles, a pesar de que la implantación de la RSC en las empresas se encuentra aún en fase inicial, se ha desarrollado favorablemente en los últimos tres años. Dicho informe se elaboró encuestando a 65 empresas españolas, 20 de ellas pertenecientes al IBEX 35. Por su parte, un estudio de la Fundación Ecología y Desarrollo y la Fundación Alternativa evalúa la implantación de la Responsabilidad Social Empresarial. Sus autores, Víctor Visuales y Juan Manuel Eguiagaray, se preguntan “si tanta actividad ex-

terna no tendrá como efecto la pérdida de credibilidad de las iniciativas adoptadas y la banalización del significado mismo de responsabilidad social empresarial”. En esta misma línea de opinión se posicionaba el semanario The Economist a principios de 2005 con el artículo The good company: “En la mayoría de empresas, la RSC no se implementa de manera profunda […] es un mero maquillaje para las compañías”. Los defensores de esta tendencia argumentan que la RSC aporta grandes ventajas a las empresas. Además de mejorar la imagen y reputación de la firma, puede asegurar la satisfacción de los clientes y de los propios empleados. Además, según un estudio elaborado por al compañía de relaciones públicas Webeer Shandwick y el Instituto de Investigación KRC Research, el 80 por ciento de los directivos encuestados en 11 países considera que las empresas que llevan a cabo una política de responsabilidad social empresarial se recuperan más rápidamente de las crisis. De hecho, existen gran cantidad de manuales para la aplicación de la responsabilidad social en la empresa. Uno de los más recientes, “La Responsabilidad Corporativa. Propuesta para una Nueva Economía de la Em-

presa”, editado por la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (Racef). El texto propone medidas concretas no sólo a las empresas, sino también sugerencias en materia de políticas públicas. Entre las más destacadas, sugiere a las autoridades académicas la creación de una asignatura obligatoria en la carrera de Economía, así como el establecimiento de un Observatorio de la Responsabilidad Corporativa y la creación de un consejo asesor de la RSC, dependiente de la Presidencia del Gobierno. En el campo de las empresas, los autores insisten en la inclusión de la RSC en el mando de la empresa y proponen crear una triple cuenta de resultados, que incluya el balance económico, el ambiental y el social. DESPILFARRO

Sin embargo, hay quienes consideran que la RSC es un “despilfarro”. Así lo muestra el estudio Business Leadership in Society, del Boston Collage Center for Corporate Citizenship, sobre liderazgo empresarial estadounidense. A su juicio, “los consejeros delgados se sienten más cerca de las tesis críticas de Milton Friedman que de los compromisos sociales”. Un artículo del diario Expansión (12-022007) explica a este respecto cómo

Inversores Los inversores también tienen algo que decir acerca de las empresas con prácticas responsables. Cada vez más, uno de los criterios a la hora de seleccionar una inversión u otra es el de si la compañía implementa medidas para minimizar el impacto en el medio ambiente, gestiona adecuadamente los riesgos laborales o defiende los derechos humanos. De hecho, han surgido varios índices que incluyen a empresas socialmente responsables. Como indicaba Expansión en el artículo “Cómo ganar con la

inversión socialmente responsable”, “han surgido varios índices que incluyen empresas socialmente responsables. Entre las últimas iniciativas figura la de Bolsas y Mercados Españoles (BME), que junto a la compañía proveedora de índices FTSE, preparan el indicador FTSE4Good Ibex, que estará compuesto por empresas cotizadas españolas tanto de mediana como de gran capitalización”. A la pregunta de si estos índices son rentables, el artículo destaca que el citado índice acumulaba desde

TENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

principio de año hasta finales de septiembre de 2007 una revalorización del 6 por ciento, mientras que hasta esa misma fecha el Ibex había subido un 3 por ciento. Ahora bien, que este tipo de inversiones sea rentable no parece acabar de convencer a los inversiones. De hecho, en 2005 el patrimonio de los fondos socialmente responsables españoles subió un 2,3%, hasta alcanzar los 1.031 millones de euros, pero el número de partícipes descendió un 6,7%. Aunque la cifra pue-

da parecer cuantiosa, si se compara con los casi 8.000 millones de euros gestionados en Reino Unido o con los 2,2 billones de dólares invertidos con criterios solidarios en Estados Unidos, la cifra es pequeña. Varios expertos consideran que las inversiones socialmente responsables no acaban de despegar en España porque los inversores institucionales no las han apoyado en exceso. El miedo a la falta de credibilidad y solvencia es infundado, a tenor de los datos de rentabilidad.


LA TENDENCIA

Evolución de la ISR* gestionada en España Volumen de patrimonio, en millones de euros

*Inversión Socialmente Responsable Fuente: El Mundo / CNMV

Las Claves 1. Con la filantropía de riesgo los inversores o donantes están involucrados de una forma mucho más activa en las organizaciones a las que apoyan

I

2. Con el método tradicional, el dinero de las subvenciones que otorgan las fundaciones a menudo se agota antes de que estos nuevos programas llegan a alcanzar la autosuficiencia

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3. Los tres pilares de la filantropía de riesgo son el capital financiero, el capital intelectual y el capital social

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4. Hay quienes creen que pueden surgir problemas de compatibilidades entre las dos esferas

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5. A pesar de que la implantación de la RSC en las empresas se encuentra aún en fase inicial, se ha desarrollado favorablemente en los últimos tres años

I

6. Cada vez más, uno de los criterios a la hora de seleccionar una inversión y otra es el de si la compañía implementa medidas socialmente responsables

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I 07

“Friedman, padre del liberalismo moderno, sostenía que el único objetivo de los líderes de las empresas cotizadas debía ser el de maximizar el valor de las acciones, y que el uso de los recursos empresariales con fines altruistas era simplemente ‘socialismo’”. Ahora bien, según Bradley Googins, director del Boston Collage Center for Corporate Citizenship, “los ejecutivos se dan cuenta de que la escuela Friedman –el liberalismo en estado puro- no funciona en el siglo XXI, sobre todo con unos accionistas cada vez más críticos”. El citado artículo de Expansión también recoge las declaraciones de Kriss Deglmeier, directora del Centro para la Innovación Social de la Universidad de Stanford, quien opina que “su modo de ver las cosas [el de los empresarios] está en fase de transición. Por un lado, la aceptación y la búsqueda de respuestas a realidades sociales, como el cambio climático, añade valor en términos de negocio. Por otra parte, el mundo es distinto y es casi un imperativo empresarial responder a las demandas de la sociedad”. La polémica sobre si la RSC es realmente efectiva no tiene visos de acabar. Si las empresas no atienden ciertos intereses sociales, ¿se les debe obligar o se ha de dejar que maximicen el valor de las acciones de sus propietarios, aunque ello suponga minimizar los criterios sociales? I

Los mayores filántropos estadounidenses en 2006 Puesto

Donante

Fuente de su riqueza

Total donado

Años en la lista

1

Warren E. Buffett

Inversiones

$43.5-billones

2

2

Herbert M. and Marion O. Sandler

Finanzas, inversiones

$1.3-billones

1

3

Bernard A. and Barbro Osher

Finanzas, inversiones

$723.2-millones

2

4

Leon Levy

Finanzas

$550-millones (legado)

3

5

Jim Joseph

Bienes inmuebles

$500-millones (legado)

1

6

Hector Guy and Doris Di Stefano

Fortuna familiar

$264-millones (legado)

1

7

David Rockefeller

Fortuna familiar

$252-millones

2

8

Mary Joan Palevsky

Inversiones

$212.8-millones (legado)

1

9

T. Boone Pickens

Inversiones, petróleo

$171.5-millones

3

Michael R. Bloomberg

Medios de comunicación

$165-millones

4

10

Fuente: http://www.philanthropy.com/stats/donors/

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08

I TENDENCIAS EN POLÍTICAS PÚBLICAS

¿Funcionan los programas de asistencia social? Ayudar a los ciudadanos más desfavorecidos es una de las funciones que se presupone todo Estado ha de tener. Pero, ¿qué ocurre cuando en vez de aliviar la pobreza, las ayudas fomentan su estancamiento? Los programas de asistencia social no está funcionando bien en el Reino Unido. Así lo cree el Centre for Policy Studies (CPS), que ha publicado un informe sobre este asunto. “Billones de libras se emplean anualmente para apoyar a personas necesitadas, pero en vez de aliviar la pobreza, ese dinero está ayudando a mantenerla”. Según el think tank británico, tras más de 50 años con este sistema, éste se encuentra demasiado centralizado, lo que se traduce en más familias dependientes de algún tipo de ayuda. El principal problema detectado por el CPS es que el sistema británico está construido sobre un modelo de provisión universal demasiado centralizado. “Existe poco campo para el pluralismo o la innovación, y tampoco hay presión para buscar un modo de aliviar la pobreza”. Tanto laboristas como conservadores han intentado algún tipo de reforma, pero ninguna de ellas ha supuesto recortes significativos en los niveles de pobreza. ¿Cómo, entonces, se podría mejorar el sistema? El informe señala el único tipo de reforma que aún no se ha intentado en el Reino Unido: la doctri-

TENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

“Billones de libras se emplean anualmente para apoyar a personas necesitadas, pero en vez de aliviar la pobreza, ese dinero está ayudando a mantenerla”. “Bill Clinton fue en 1996 el promotor de la doctrina del workfare en Estados Unidos. Otorgó a cada estado potestad para implementarla según las necesidades concretas de cada territorio”

na del workfare, en contraposición con la welfare. Si ésta última se basa en la responsabilidad de la sociedad hacia las personas menos favorecidas, el workfare implica que los marginados han de participar y hacerse meritorios de las ayudas. Así, la obtención de las ayudas está condicionada a que los individuos, por ejemplo, hagan trabajos para la comunidad, busquen de forma activa empleo o dediquen parte de su tiempo a actividades de formación. Bill Clinton fue en 1996 el promotor de la doctrina del workfare en Estados Unidos. Otorgó a cada estado potestad para implementarla según las necesidades concretas de cada territorio y esa es, según el CPS, la clave de su existo. “El rígido programa federal que cada estado debía poner en práctica fue reemplazado por uno que otorgó a cada estado la potestad de crear sus propios programas, reglas y objetivos”. Aunque muchos auguraron que la medida sólo conseguiría aumentar la pobreza, la reforma permitió a los gobiernos de cada estado reducir la pobreza infantil en 1,6 millones. El informe insiste en que hasta ahora, en vez de entender la pobreza y las desigualdades como problemas locales que requieren acciones locales para solventarlas, estos problemas se han abordado desde una perspectiva distante. El informe se antepone, además, a posibles críticas: “quizá algunos teman que al otorgar el poder a autoridades locales se reduzcan las ayudas disponibles” y afirma que el sistema permite diferenciar quién merece y quién no merece ser ayudado. El think tank pone como ejemplo al estado de Florida. Allí, los receptores de ayudas son evaluados individualmente para medir sus posibilidades de encontrar un empleo. Además, si los más necesitados no cumplen sus actividades, se enfrentan a advertencias y, en último caso, a sanciones financieras. Lo sorprendente es que “en vez de objetar acerca de este nivel de responsabilidad, a muchos receptores les gusta el sistema”. Con el nuevo modelo, los condados dejaron de percibir una suma constante para ayudas; tuvieron que ‘ganarse’ las ayudas, que variaban según el número de personas que hubieran encontrado empleo o cuántas participaban en trabajos para la comunidad. Así, el régimen introdujo el concepto de competencia, algo insólito hasta entonces. Sobre la posible implantación de este sistema en el Reino Unido, el think tank cree que no sería problematico. “Las autoridades regionales ya están a cargo de la distribución de ayudas; simplemente, aún no tiene poder de decisión sobre quién tiene derecho a recibirlas”. De este modo, otorgar a estas comunidades locales el control de sus propias políticas de asistencia social no requeriría mayores cambios estructurales. Con estas premisas, el CPS se pregunta por qué se está retrasando el proporcionar servicios a los que realmente lo necesitan. I


TENDENCIAS EN POLÍTICAS PÚBLICAS

Libre mercado educativo La calidad del sistema educativo es un tema recurrente. De todos es sabido que el futuro económico de cualquier país depende de la instrucción que se otorgue a sus jóvenes. Muchos expertos abogan por mercados educativos libres, donde las familias tienen mayor poder de decisión sobre la educación “Milton Friedman, premio Nobel de Economía, fue uno de los grandes defensores del modelo de cheque escolar” “Crear un ‘mercado educativo libre’ significa que los padres pueden elegir qué aprenderán sus hijos, dónde y durante cuánto tiempo”

Las políticas liberales se mencionan a menudo como solución al problema de la educación. Crear un ‘mercado educativo libre’ significa que los padres pueden elegir qué aprenderán sus hijos, dónde y durante cuánto tiempo. En ese sistema, los educadores poseen el control completo sobre el currículo, sobre los métodos de enseñanza, los precios que cobran y las horas que trabajan. Así, los consumidores son los que financian las escuelas y los centros no reciben ayudas del Estado. Lo contrario a un sistema de libre mercado supone que los estudiantes son asignados de manera casi automática al centro educativo. En este caso, independientemente de cómo funcionen las escuelas, no existe libre elección. De forma similar, aunque las familias sean libres para escoger la escuela que deseen, si las diferencias entre ellas son mínimas, la libertad del consumidor también se ve mermada. CHEQUE ESCOLAR

Una forma de poner en práctica este sistema es a través del ‘cheque escolar’. Milton Friedman, premio Nobel de Economía, fue uno de los grandes defensores de este modelo. Éste consiste en que el Estado asegura la gratuidad de la enseñanza obligatoria financiando a los estudiantes, no a los centros educativos. Cada estudiante recibe del Gobierno un bono por el valor del coste medio del puesto escolar en la enseñanza pública. Las familias tienen entonces la libertad económica suficiente para elegir el centro de enseñanza que más se adecue a sus gustos, ya sea público o privado. Según muchos expertos, si la educación se organiza en base a criterios de libre mercado, estas escuelas son más eficientes, obtienen mejores resultados académicos y responden ágilmente a las demandas de las familias. También se arguye que las industrias que se han beneficiado de alumnos procedentes de este sistema han aumentado su calidad y eficiencia y han estimulado la innovación. Asumiendo que esas premisas son correctas, ¿resulta fácil poner en práctica la educación de libre mercado? En Europa, Holanda y Suecia lo han hecho a nivel nacional, la primera en 1917 y la segunda en 1992. Algunos Estados de EE.UU. también lo han implementado, así como Canadá. En

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España, algunas comunidades autónomas lo ha implantado para niños de entre 0 y 3 años. Ahora bien, según The Cato Education Market Index, estudio del think tank estadounidense CATO, ningún Estado norteamericano tiene nada que se le parezca a este modelo. Es más, “pocas de las reformas sobre la elección de escuela, que a menudo se describen como ‘de libre mercado’, plasman mercados reales”. El índice mide cuatro aspectos. El primero se refiere a los incentivos del productor, es decir, la libertad de la escuela para entrar en el mercado. En un sistema de libre mercado, no habría barreras de entrada y estaría libre de regulaciones. Además, es deseable que existan incentivos para la eficiencia, la innovación y la expansión. El segundo aspecto es la libertad del productor para actuar de acuerdo con sus principios. La parcelación en distritos es una de las principales pegas que el CATO encuentra en este factor. Un tercer aspecto son los incentivos del consumidor o, lo que es lo mismo, la inclinación de las familiar de asegurar que sus hijos estén bien formados. De acuerdo con Milton Friedman, las familias son más cuidadosas cuando gastan su dinero en ellas mismas, menos preocupadas cuando emplean el dinero de otros en ellas mismas, y las que menos preocupadas cuando gastan el dinero de otros en terceras personas. Si esta idea se extrapola al sistema educativo, no resulta descabellado pensar que “las escuelas financiadas por los propios estudiantes tienden a ser más responsables en el currículo que ofrecen y más eficientes académicamente”. Asimismo, los consumidores que pagan esos servicios con su propio dinero prestan más atención al servicio recibido que si lo reciben gratis. Por último, el índice estudia la libertad del consumidor de elegir el centro que más se acerca a su perfil. En Estados Unidos la educación es responsabilidad de cada Estado, por ello el índice elaborado por el CATO evalúa a cada región de manera individual. Los resultados indican que “actualmente, ningún estado tiene un sistema que se parezca a una educación de libre mercado. Además, ninguna de las políticas educativas parece que vaya a mejorar el sistema”. Así, “la industria de la educación estadounidense está dominada por monopolios de escuelas estatales que, debido a su ventaja por la financiación pública, han reducido el sector privado a un nicho minúsculo”. En Europa, el programa educativo sueco es más libre que el holandés, aunque este dato no significa que Suecia tenga, en conjunto, un sistema de libre mercado. “Ambos países obtienen resultados bajos en nuestro índice por las regulaciones impuestas a las escuelas participantes”. I Nº023 I 2007


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I TENDENCIAS EN POLÍTICAS PÚBLICAS

La primacía mundial en un mundo dividido Conforme avanza el siglo XXI, cada vez está más claro que el reparto del poder económico en el mundo va a sufrir una fuerte transformación, sobre todo como consecuencia del empuje de potencias como China, India, Rusia, y de otras zonas del planeta. Pero este cambio en la relación de poder no sólo tiene un significado económico, sino que es más profundo, ya que plantea la creación de dos grandes ejes de influencia, uno conformado por países democráticos y otro dominado por regímenes autocráticos Este nuevo perfil del orden internacional, que probablemente se consolide en poco más de una década, es objeto de análisis en el informe “Divided World: The struggle for primacy in 2020”, del Center for European Reform. Se calcula que en 2020 China puede alcanzar a Estados Unidos como la economía mayor del planeta, al menos en términos de paridad del poder de compra. Para entonces, India sería con claridad la tercera economía del planeta –doblando casi a la japonesa-, y los 27 estados miembros de la Unión Europea estarían por detrás de las dos grandes economías dominantes (sólo la incorporación de Turquía podría equilibrar al trío China, USA, UE). Otras economías emergentes como la rusa, brasileña, o las de algunos países asiáticos, también habrán pasado a tener un protagonismo mayor. En ese nuevo escenario económico, adquieren especial relevancia fenómenos que ya hoy son motivo de gran atención, pero que se agudizarán en los próximos años, como la competencia intensa por el acceso a las principales fuentes de energía, a otros recursos y materias primas básicas, y todo ello en el marco de una urgente necesidad por compatibilizar el crecimiento económico con la minimización de su impacto en el cambio climático. Con toda probabilidad, el refuerzo de relaciones interestatales en torno a la solución de estos problemas, como sucede en la actualidad con los lazos que mantienen países como China, Brasil o India con regímenes autocráticos (países del Asia Central, Irán, Sudán, Venezuela), va a plantear nuevos retos al mantenimiento de un orden internacional estable. Y en esa búsqueda del equilibrio del orden internacional, en un contexto de fuertes tensiones derivadas de la globalización, es de esperar que se produzca una gran pugna entre las distintas visiones del mundo que tratan de implantar esas grandes potencias, nuevas y antiguas. DEL ORDEN BIPOLAR AL EQUILIBRIO MULTIPOLAR

El nuevo orden internacional que cabe esperar, si se proyectan las tendencias actuales en el futuro, ya no estará caracterizado por un equilibrio bipolar, como el que se vivió en la segunda mitad del siglo XX, siTENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

“Se calcula que en 2020 China puede alcanzar a Estados Unidos como la economía mayor del planeta, al menos en términos de paridad del poder de compra” “El nuevo orden internacional que cabe esperar ya no estará caracterizado por un equilibrio bipolar, como el que se vivió en la segunda mitad del siglo XX, sino por tensiones de poder de naturaleza multipolar”

no por tensiones de poder de naturaleza multipolar. En concreto, cuatro formas de entender y gestionar la economía y las relaciones internacionales han de convivir y luchar por mantener y acrecentar su influencia global. Estas modalidades de gobierno surgen de la confluencia de cuatro factores: la apuesta por la democracia, el ejercicio de la autocracia, el respecto a la legalidad internacional, y la utilización del poder en sus distintas manifestaciones. El primer polo de influencia, dominante hasta la actualidad, lo representa la visión de Estados Unidos, que considera que en el mundo sólo puede existir un orden seguro si las grandes potencias son democráticas, ya que los países que respetan los deseos de los ciudadanos y los dictados de las leyes nacionales son más proclives a mantener la paz y la armonía internacional. En este sentido, la visión estadounidense del equilibrio de poder tiene dos dimensiones: el mantenimiento de la posición estadounidense como gran superpotencia global, y de su liderazgo para promover y si es necesario forzar la existencia de esas fuerzas democráticas en las principales zonas del planeta. Para ello, en Estados Unidos hay una presión política creciente para ejercer ese liderazgo, si es necesario al margen de la legalidad internacional, con el lenguaje del poder y la fuerza. Eso no supone rechazar el orden internacional establecido, sino más bien reconocer que cuando la ley y la justicia no coinciden, o la legalidad y la necesidad de seguridad mundial no marchan en la misma dirección, son las primeras las que deben cambiar, o en último extremo, ser ignoradas. Un segundo polo de influencia estaría conformado por grandes potencias, como China y Rusia, que se aferran al orden internacional legalmente establecido –por ejemplo el representado por el funcionamiento de organismos como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas-, pero que al mismo tiempo mantienen internamente sistemas políticos y legales autocráticos, con graves carencias desde el punto de vista del funcionamiento democrático de sus instituciones. Son potencias a las que les interesa mantener el status quo internacional, la estabilidad, para poder desarrollar sin problemas, internamente, políticas encaminadas a mejorar su situación económica y mantener sus regímenes políticos. Por ello, favorecen la defensa de la soberanía de los estados, sobre todo en sus zonas de influencia, sin entrar a valorar el tipo de régimen de poder que existe en cada caso. Con este objetivo, los líderes de este enfoque de influencia, como China y Rusia, han puesto en marcha nuevas instituciones regionales, como la Commonwealth of Independent Status o la Shangai CoOperation Organization, para intensificar la cooperación económica con países de sus zonas de influencia, y al mismo tiempo extender su visión de respeto de las soberanías nacionales.


TENDENCIAS EN POLÍTICAS PÚBLICAS

El tercer polo de influencia, sobre el que es más difícil realizar una previsión, está compuesto por lo que se podría denominar el mundo de la fe, representado sobre todo por la región de Oriente Medio y otras potencias islámicas. En este caso, lo definitorio no es la democracia ni el respeto de la legalidad internacional, sino más bien la mezcla de regímenes autocráticos y la apelación al uso del poder y la fuerza para mantener su sistema y expandirlo en sus áreas de influencia. La principal duda sobre la evolución de este tercer centro de poder es que está formado por países, zonas del planeta y regímenes muy dispares. De hecho, el islamismo está claramente dividido en dos grandes orientaciones, una más moderada, centrada en la legitimación de cada uno de los regímenes nacionales –unos más cercanos y otros más alejados de las democracias liberales occidentales-, y otra más radical, fundamentalista, centrada en la expansión de su fe y combativa con lo que representa Occidente. En la actualidad, este polo de influencia y poder es el que genera mayor inestabilidad en el orden internacional, y además se ha convertido en el campo de confrontación de las visiones del mundo que plantean los otros grandes superpoderes. No es previsible que esta situación cambie, y conforme nos acerquemos a 2020, la creciente implicación de potencias como China y Rusia en los problemas de la zona puede crear un verdadero mosaico de microzonas de influencia “protegidas”, a su manera, por esos grandes poderes, además del estadounidense.

“Un caso paradigmático será con toda probabilidad el de la India, la mayor democracia del mundo, que continuará promoviendo su desarrollo autónomo, al margen de las grandes disputas ideológicas internacionales” “La Unión Europea tendrá también un papel esencial en el mantenimiento de la concordia entre distintas fuerzas en conflicto”

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Por último, la cuarta potencia en liza será la Unión Europea, o la “Euroesfera”, cuyo nivel de influencia dependerá en gran medida de la capacidad que tenga Europa de actuar con una sola voz, en lugar de actuar como un microcosmos de pequeños y grandes estados cuyas posturas y actuaciones varían en torno a los principales problemas del orden internacional. A través de la Unión Europea los países del continente han promovido y defendido dos grandes ideas: la democracia y la legalidad internacional. En este sentido, la Unión se ha adherido por lo general a la idea de un mundo de repúblicas soberanas que viven en paz gracias al mutuo refuerzo de la democracia y la legalidad, una visión que contrasta muy a menudo con las situaciones de conflicto que se viven fuera del Continente, en las que habitualmente hay que elegir entre esos dos valores. Así, la apuesta de la Unión Europea por el sistema de las Naciones Unidas le ha puesto en el pasado –y le seguirá poniendo en el futuro- en situaciones incómodas al tratar de defender al mismo tiempo el avance de la democracia en el mundo, y el respeto a la legalidad internacional (como se ha podido observar en el caso de Irak). Esta situación creará oportunidades para las otras grandes potencias –China, Rusia, Estados Unidos-, que con facilidad dividirán e influirán en las posiciones de los distintos países europeos. Junto a estos grandes focos de influencia global, para el 2020 también se habrán configurado otras grandes potencias que tratarán de mantener un mayor grado de autonomía respecto a ese juego de fuerzas. Un caso paradigmático será con toda probabilidad el de la India, la mayor democracia del mundo, que continuará promoviendo su desarrollo autónomo, al margen de las grandes disputas ideológicas internacionales. Como consecuencia de las tendencias comentadas, es una realidad que en las dos próximas décadas el balance de poder (económico, político, cultural) cada vez más se moverá desde el norte y el occidente, hacia el sur y el oriente. En esa nueva situación, ya no habrá probablemente un solo orden internacional, sino más bien un mundo “cuatripolar”, divido en torno a los ejes comentados: democracia frente a autocracia, y confianza en el poder y la fuerza frente a confianza en la legalidad internacional. Será un mundo y un orden tremendamente competitivo, con fuertes tensiones ideológicas, pero también con factores balsámicos muy importantes, como el creciente intercambio comercial y de inversiones entre todas las zonas. Y la Unión Europea tendrá también un papel esencial en el mantenimiento de la concordia entre distintas fuerzas en conflicto, gracias a su apuesta por el multilateralismo y a su capacidad para mediar entre culturas y orientaciones políticas diversas. I Nº023 I 2007


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I TENDENCIAS EN LA ECONOMÍA

La conveniencia del euro para Lituania Lituania esperaba ser admitida en el euro en 2007. Sin embargo, a mediados de 2006 se anunció que no entraría en el club del euro por no cumplir con el criterio de inflación exigido por la Unión Europea Se quedó a sólo seis centésimas: en 2005 su inflación fue de 2,7 por ciento, cuando el límite máximo era del 2,633 por ciento. Además, la república báltica tampoco pudo asegurar que su nivel de inflación fuera a ser sostenible, puesto que las previsiones económicas de la Unión apuntaban que el nivel de precios de Lituania subiría hasta el 3,5 por ciento. ¿Qué hacer para que el país esté preparado económicamente? El Lithuanian Free Market Institute (LFMI) ha analizado en Euro Needs to be Launched but not at any Cost qué políticas debería poner en práctica el gobierno lituano para poder acceder al euro sin que por ello haya que realizar sacrificios económicos. El think tank cree que el objetivo principal debe ser el crecimiento, la sostenibilidad y la competitividad de la economía lituana en el largo plazo, lo que en algunos aspectos quizá resulte contradictorio con las políticas necesarias para poder acceder a la eurozona. Vytautas Kuokstis, analista del LFMI, afirma que “es incuestionable que la introducción del euro por sí misma presenta grandes ventajas, como un comercio más libre con los países de la eurozona y una mayor confianza de los inversores en Lituania. Sin embargo, tanto el lanzamiento del euro como las medidas necesarias para su posible adopción pueden tener efectos positivos y negativos”. El informe destaca que uno de los principales miedos de los ciudadanos es que los precios aumenten con la llegada de la moneda única. “El mejor instrumento que puede evitar el aumento de precios y proteger los intereses de los consumidores es permitir la competencia natural entre empresas”. Siguiendo esta propuesta, en un mercado competitivo, quien subiera los precios se vería expuesto a una posible pérdida de clientes. Para apoyar esta idea, el LFMI subraya que, según datos de Eurostat, el nivel de inflación en los países de la eurozona subió entre un 0,12 y un 0,29 por ciento tras la entrada de la moneda única. “La principal razón por la que los precios aumentaron de manera casi insignificante fue la libre competencia entre empresas. Por eso es vital no imponer restricciones”. IMPUESTOS

El investigador lituano está de acuerdo con la propuesta de su gobierno de no aumentar de manera abrupta los impuestos sobre el tabaco, puesto que causaría un desequilibrio en el mercado doméstico y en las actividades de contrabando. Ahora bien, Vytautas Kuokstis TENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

“Tanto el lanzamiento del euro como las medidas necesarias para su posible adopción pueden tienen efectos positivos y negativos” “El estudio cuestiona la teoría de que una reducción drástica del IRPF pueda llegar a recalentar la economía”

considera que los mismos efectos podría tener una subida de los impuestos sobre la gasolina y recalca que “la necesidad de aumentar estos impuestos ahora sólo para conseguir la entrada en el euro es cuestionable”. Añade, además, que esta medida podría provocar una reacción adversa en los ciudadanos. El control de precios ha sido otra medida mencionada en Lituania como necesaria para reducir los indicadores de inflación, pero sería una medida muy cortoplacista. De hecho, uno de los principios básicos del LFMI es la no intervención de los precios, porque “si los precios se fijan a la baja de forma artificial, los efectos nocivos en ese sector no se hacen esperar”. Entre esos perjuicios se mencionan la eliminación de incentivos para posibles nuevos inversores y la reducción de la calidad. Así, “sería una acción loable liberalizar los regímenes regulatorios de los sectores económicos que ahora se encuentran intervenidos”. El think tank lituano defiende una política fiscal estricta y la eliminación del déficit presupuestario para relajar las presiones inflacionistas. “El objetivo debería ser la eliminación del déficit del Estado y no el tratar de equilibrar el presupuesto de todo el sector del gobierno”. El estudio cuestiona la teoría de que una reducción drástica del IRPF pueda llegar a recalentar la economía. “Un rápido descenso del IRPF proporcionaría a las empresas una cierta ‘zona de seguridad’ que les permitiría adaptarse al cambiante mercado laboral. Además, la decisión de reducir el IRPF no tienen en cuenta que el dinero recaudado por los impuestos también estimula la demanda interna y aumenta los niveles de inflación”. El estudio propone un cambio en el modelo de asignación de salarios públicos como medida que favorecería a la economía en su conjunto, y no sólo para la inminente llegada del euro. En una economía no centralizada (planificada) de libre mercado, la Administración sólo puede limitar el crecimiento de los salarios del sector público. Sin embargo, de acuerdo con el LFMI, restringir los sueldos en este sector no solucionaría el problema. “Es necesario alterar los principios para que los mejores empleados públicos puedan recibir mejores salarios, y los peores, una retribución menor”. Por último, Vytautas Kuokstis menciona la eliminación de los subsidios al consumo energético como medida para reducir la inflación. “El impacto del precio de la energía en Lituania en la inflación es mayor que en otros países, debido sobre todo el ineficiente consumo energético. Las actuales compensaciones desincentivan el ahorro energético de los ciudadanos”. El investigador destaca que todas las propuestas presentadas por el think tank lituano son beneficiosas no sólo para reducir la inflación y, así, poder entrar en el euro “sino que ayudarían a aumentar la competitividad y el grado de bienestar en Lituania”. I


TENDENCIAS EN LA ECONOMÍA

Nivel óptimo de gasto público ¿Cuánto ha de gastar un gobierno para que su gestión resulte eficiente? Mientras algunos expertos creen que a mayor gasto, más beneficios para la población, otros economistas liberales opinan que sólo reduciendo costes se obtiene lo mejor para los ciudadanos El informe Living with Leviathan. Public Spending, Taxes and Economic Performance, del Institute of Economic Affairs (IEA), es partidario de la segunda opción. El texto hace un llamamiento a los políticos y les pide que se separen del ruido y las presiones del día a día político y que actúen según los argumentos de las políticas económicas que promueven el bienestar de la población. La idea de reducir el gasto público va asociada a la reducción del tamaño del gobierno y al recorte de las funciones del mismo. “Si el gobierno británico tuviera el mismo nivel de eficiencia que muchos países de la OCDE, podría proveer de los mismos servicios por entre 40 y 80 billones de libras menos de lo que cuesta en la actualidad”. Así, la correlación entre el nivel de “derroche” y el tamaño del gobierno significa que es improbable que se consiga un alto nivel de eficiencia a menos que la escala del gobierno se reduzca. Pero ¿existe realmente un tamaño ideal del sector público? David B. Smith, autor del informe, considera que sí, y que se encuentra por debajo del 30-35 por ciento del PIB. Con esos niveles de gasto, el gobierno podría proveer con servicios de defensa, policía y un sistema de prestaciones sociales básico. “Si los gobiernos que más gastan redujeran sus niveles a aquellos de los gobiernos más eficientes, podrían ahorrar más de un tercio de los gastos públicos. Ahora bien, no es posible recortar gastos sin reducir el tamaño del gobierno”.

“Es improbable que se consiga un alto nivel de eficiencia del gasto público a menos que la escala del gobierno se reduzca” “El tamaño ideal del sector público se encuentra por debajo del 30-35 por ciento del PIB”

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El sistema tributario británico es calificado como “mal diseñado”. El investigador destaca las grandes diferencias en los niveles de impuestos y de gasto público en diferentes regiones de Inglaterra. El noroeste de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen niveles similares a los de los antiguos países comunistas. Por el contrario, el este y sureste de Inglaterra tiene niveles de gasto del 30 por ciento. “Sin embargo, los altos niveles de gasto público de ciertas regiones no se ven reflejados en altos niveles de impuestos en esas zonas”. Este hecho se traduce en grandes injusticias regionales: se realizan transferencias de fondos de unas regiones a otras o, lo que es lo mismo, las regiones que más gastan han de depender de los altos impuestos cobrados en otras áreas, sin que por ello tengan un mayor crecimiento económico. El estudio concluye que, en un escenario ideal, los políticos intentarían educar a la población sobre las implicaciones negativas que en el largo plazo tiene el excesivo gasto público en sus estándares de vida. “Este enfoque es, evidentemente, el opuesto al adoptado por muchos de los políticos mundiales. Estos parecen preocupados por tener al mayor número de ciudadanos posible dependientes de empleos o subsidios público, lo que significa maximizar la proporción del electorado dependiente del Estado”. Además, el texto aboga por medir el estado de bienestar de los ciudadanos a partir de lo que ellos creen que es mejor para ellos, en vez de por lo que los políticos creen. “Eso daría a la población más posibilidades de elección”. I

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El estudio se centra en el caso del Reino Unido. David Smith afirma que el gasto público óptimo se encuentra entre 17 y 30 por ciento por debajo del nivel actual en Inglaterra. Si el gasto se hubiera mantenido a un nivel más moderado a partir de los años 60, ahora el PIB sería mucho más alto, aproximadamente un 95 por ciento más alto que en la actualidad. “Todos los sectores de la sociedad, incluidos los muy pobres, se habrían beneficiado, debido en gran medida a la economía mucho más dinámica que se hubiera creado”. De hecho, en los últimos 90 años la proporción del gasto de los diferentes gobiernos británicos ha aumentado del 10 al 50 por ciento. “Esta tendencia se ha seguido en la mayoría de los países desarrollados, aunque los niveles de gasto público son mucho mayores en la Unión Europea que en Estados Unidos, Australia, Japón o Suiza”. Nº023 I 2007


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I TENDENCIAS EN LA ECONOMÍA

Energía, eje de la economía mundial La energía se ha convertido en uno de los ejes de la política y economía mundial. En especial en el mundo desarrollado. Eso ha quedado de manifiesto en la reciente cumbre del G8 en Alemania, marcada por un duro enfrentamiento entre Europa y Estados Unidos con motivo de las limitaciones a las emisiones de CO2 y de las demandas de Washington a la UE para que diversifique su abastecimiento energético “Al margen de las serias diferencias en la política energética de EE.UU. y de la UE, la realidad es que ambos gigantes económicos sufren los mismos problemas energéticos” “Para el Cato Institute, el esfuerzo de EE.UU. por controlar las fuentes de petróleo del mundo es erróneo”

Al margen de las serias diferencias en la política energética de EE.UU. y de la UE, la realidad es que ambos gigantes económicos sufren los mismos problemas energéticos: dependencia en el abastecimiento de países inestables, falta de inversión e incertidumbres en la transición del actual modelo energético basado en los combustibles fósiles a otro que descanse esencialmente en las energías renovables y, por más que esto sea controvertido, en la nuclear. Una serie de recientes estudios de think tanks de EE.UU. y la UE ha puesto de manifiesto estas similitudes. El petróleo se ha convertido en un recurso escaso y, por consiguiente, es importante controlarlo. Uno de los argumentos que se esgrimieron en círculos políticos y, sobre todo, académicos de EE.UU. para justificar la invasión de Irak fue la necesidad de controlar las reservas de crudo de ese país, lo que daría a Washington una enorme capacidad de influencia sobre China, un país que importa crecientes cantidades de petróleo de la región. El resultado de esa política sigue siendo objeto de debate. Porque, si bien es cierto que EE.UU. ha asumido el control efectivo de las reservas de Irak, a cambio ha provo-

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cado una fuerte alianza de China con Irán, un aumento drástico del riesgo político en la región y, en definitiva, un precio más caro del petróleo. Y todo ello sin que la producción de petróleo de Irak haya aumentado respecto a la época en la que Sadam Husein dirigía el país. Para el Cato Institute—el think tank ‘libertario’ más importante de EE.UU.—el esfuerzo de EE.UU. por controlar las fuentes de petróleo del mundo es erróneo por dos razones. La más importante porque, al contrario que numerosos centros de investigación, el Cato cree que no existe peligro de extinción de las reservas mundiales de crudo. En su informe Energy Alarmism. The Myhts that make Americans worry about oil, Eugene Gholz y Daryl Press afirman que las hipótesis que prevén una caída de la producción de petróleo “se basan en evidencias pobres y en modelos cuestionables sobre la respuesta del mercado de petróleo a las situaciones de escasez”. La tesis de Gholz y Press —que son expertos en defensa, no en energía, de las Universidades de Texas y Darmouth College, respectivamente— se basa en que el avance tecnológico permitirá acceder a nuevas bolsas de petróleo que ahora no están siendo explotadas. Finalmente, con respecto al factor político, adoptan la tesis habitual de los libertarios en EE.UU.: la política de defensa no debe estructurarse en función de objetivos económicos, ya que así no sólo no se solucionan los problemas, sino todo lo contrario. De hecho, los dos investigadores afirman que la idea de que la competencia entre EE.UU. y China por el acceso a los recursos petroleros amenaza con crear una crisis política “puede crear una profecía autocumplida” de un conflicto entre ambos países. En otras palabras: si Washington y Pekín siguen obsesionándose por lo que hace el otro, pueden acabar


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creando una crisis artificial, pero con implicaciones mundiales. Finalmente, Gholz y Press son, al igual que muchos libertarios, aislacionistas: ambos opinan que la masiva presencia militar estadounidense en el Golfo Pérsico, lejos de asegurar el control de la región y de sus yacimientos de crudo, “exacerba en realidad los problemas, en vez de ayudar a resolverlos”. Estos dos liberales creen que, con su política exterior orientada a garantizar el flujo de petróleo a Occidente, Estados Unidos está en realidad agravando la actual crisis energética. En cualquier caso, más allá del debate político, hay hechos incontestables. Según un estudio de la consultora New Energy Finance, especializada en energías ‘limpias’, la inversión empresarial en energía renovable, biofuel y sistemas de control de emisiones de CO2, ha pasado de 28.000 millones de dólares en 2004 a 71.000 en 2006. Es esta cuestión la que analiza otro informe, esta vez de signo político diametralmente opuesto al de Cato. The renewable path to energy security es fruto de la colaboración del Worldwatch Institute, el think tank más ecologista de Washington, y el Center for American Progress, un centro de estudios fundado por John Podesta, el ex jefe de gabinete de Bill Clinton, lo que deja clara su filiación ideológica. Previsiblemente, la visión de este trabajo es justo la contraria que la del Cato: sólo el desarrollo de las energías locales y renovables de EE.UU. podrá garantizar su seguridad nacional. Según esa tesis, sólo es cuestión de tiempo que se logre ese objetivo, ya que esa es la dirección adoptada por el propio mercado. “En 2005, la inversión mundial en energía renovables —excluidos grandes proyectos hidroeléctricos— fue estimada en 38.000 millones de dólares, lo que equivale a casi el 20 por ciento de toda la inversión en el sector eléctrico en todo el mundo”, explica el estudio, que recuerda que tras Internet este sector se ha convertido en el más importante de los fondos de capital-riesgo que invierten en empresas de nueva creación. El estudio del Worldwatch y del Center for American Progress ve una serie de ventajas en la expansión de las energías renovables. Algunas son relativas a la seguridad nacional —reducción de la dependencia energética de EE.UU. del Golfo Pérsico—, aunque la mayoría son económicas. Éstas van desde reducir las importaciones de petróleo, lo que significaría un déficit por cuenta corriente menor —hecho de importancia significativa dado que ese es el mayor desequilibrio económico de EE.UU.—, hasta la creación de empleo que conllevaría el desarrollo de nuevos sectores industriales, y la revitalización de áreas agrícolas en declive por la expansión de los cultivos de cereales para producir etanol. ¿Es ésta la solución? Es difícil saberlo. Los hechos, a día de hoy, son que las nuevas energía siguen

“Según el Worldwatch Institute, sólo el desarrollo de las energías locales y renovables de EE.UU. podrá garantizar su seguridad nacional” “Europa está en una tremenda situación de vulnerabilidad con respecto a Rusia. Y a eso se suma el hecho de que la UE sufre una falta casi crónica de inversión en el sector eléctrico”

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siendo más caras que las tradicionales. Esto incluye a la energía eólica cuando se la compara con el carbón —que en EE.UU. es la principal fuente de electricidad— y, sobre todo, al etanol en relación al petróleo, tal y como puso de manifiesto un amplio estudio publicado por la revista Scientific American el pasado enero, titulado Is the etanol for the long haul? No es menos cierto, sin embargo, que la tecnología está avanzando a una rapidez inimaginable en este sector, y que, de continuar a su ritmo actual, es muy probable que en unos pocos años estas fuentes energéticas sean verdaderamente competitivas. De hecho, el coste de producción de un kilovatio por medio de energía eólica ha caído un 94 por ciento desde 1970. Aunque su política energética es diferente, la UE afronta retos muy parecidos a los de EE.UU. Como explica Anne Houtman, coautora junto con otros seis expertos del estudio The new EU energy policy: Balancing the internal market and external security of supply, la estrategia europea en materia energética se basa en tres pilares: “Lisboa (competencia), que afecta al mercado interior y a la investigación; Kyoto (desarrollo sostenible y la necesidad de romper con las energía fósiles); y Moscú (seguridad de demanda). En otras palabras: una serie de problemas similar a la de EE.UU., aunque en este caso hay dos problemas adicionales. Uno, la integración de los mercados nacionales. Otro, que, aunque los europeos no queramos verlo, nos enfrentamos a un problema de seguridad en el suministro aún mayor que el de EE.UU. Porque, como declaró Kurt Volker, el ‘número dos’ del Departamento de Estado para asuntos europeos: “La UE compra un tercio de su gas natural de Rusia, un país que tiene un sistema centralizado de distribución de esa fuente energética”. Así pues, la cuestión de la seguridad en el abastecimiento de energía de la UE es algo fundamental. Europa está en una tremenda situación de vulnerabilidad con respecto a Rusia. Y a eso se suma el hecho de que la UE sufre una falta casi crónica de inversión en el sector eléctrico, lo que amenaza con crear crisis como la de California, en 1999. Ésas son las principales conclusiones de las jornadas sobre seguridad energética europea celebradas a finales del año pasado por los think tanks Instituto Internacional de Estadios Estratégicos (IISS), Center for European Policy Studies (CEPS) y Geneva Center for the Democratic Control of the Armed Forces, y cuyas ponencias y debates han quedado reflejados en el documento European Energy Security. What should it mean? What to do? Falta de inversión, problemas en el desarrollo de nuevas energías y, sobre todo, riesgo político. La UE y EE.UU. no se ponen de acuerdo en sus políticas energéticas. Pero, como estos cuatro estudios sugieren, sus problemas en esta área son muy similares. I Nº023 I 2007


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I EL PRISMA LIBERAL IGNACIO FERRERO

De qué libertad estamos hablando De vez en cuando surgen temas en la opinión pública que provocan un ardiente debate a escala nacional. Esta vez el motivo es la aprobación por parte del Gobierno de la nueva asignatura obligatoria llamada Educación para la Ciudadanía. No pretendo añadir un nuevo episodio a esta ya larga disputa, ni dar razones a favor o en contra, sino más bien ahondar en lo que se está ventilando de fondo.

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l argumento más profundo, que no siempre adoba las discusiones servidas, es si el Estado tiene derecho o no de articular un instrumento con la virtualidad de adoctrinar a los jóvenes de nuestro país. Desde luego la legitimidad no puede proceder de que sea una materia aprobada en los países de nuestro entorno comunitario. Los ejemplos se imitan cuando son buenos para el interesado, no por el miedo a quedarse atrás en una loca emulación. Antes tenemos que dilucidar si esta asignatura, tal y como está concebida por la autoridad docente, supone una intromisión ilegítima en un ámbito reservado para los padres. El tema reviste suma importancia ya que, una vez señalado y aceptado el camino de la invasión, no hay modo de impedir que esa senda sea recorrida una y otra vez. Es evidente la obligación del Estado de proveer a los ciudadanos los medios para adquirir una educación

mínima. Pero ni esto implica la exclusiva titularidad estatal de los centros educativos, ni autoriza al sector público a imponer a la juventud unos valores y creencias que responden a una filosofía concreta y particular. Los textos aprobados para esta asignatura destilan ideas laicistas cuando tratan de la relación entre la vida pública y las creencias personales; relativistas a la hora de proponer valores de referencia; positivistas en el planteamiento legislativo, como si el contenido de las leyes dependiera solamente del acuerdo de la mayoría; una concepción muy determinada y sesgada de la sexualidad y la afectividad, etc. Estos temas son de extraordinaria relevancia y sin duda han de ser abordados en la educación, pero no corresponde al Estado sino a los padres, en el ejercicio del derecho inalienable de educar a sus hijos en sus creencias y valores. Derecho que no puede ser sustraído por el Estado, ni por nadie. Entonces, ¿a qué obedece esta indebida intromisión? Desde mi punto de vista es bien sencillo: a una concepción equivocada de la libertad, resultado de un planteamiento relativista y laicista. El relativismo afirma que no hay verdades definitivas ni absolutas, sino que todo depende del modo de ver la vida en cada momento y circunstancia. Las convicciones que nos guían deben estar sujetas al uso, ser cambiantes, adaptables a las diversas situaciones y al criterio de la mayoría. Aferrarse a ideas fijas, con pretensiones de validez universal, supone levantar fronteras infranqueables a la libertad, coartando su espacio de acción. Al eliminar los anclajes firmes puedo navegar por los mares de las costumbres y los valores a mi antojo, sin restricciones, ir adonde quiera y volver por don-

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de desee, haciendo uso de una libertad que se presenta casi infinita. Pero todo anverso tiene su reverso, y la democracia relativista oculta el grave peligro que supone para la sociedad exponer al ser humano a la marea de lo políticamente correcto, de lo que dicte la mayoría. Lo que se presume un navegar libre se troca en un estar a merced de las olas, que irán moviéndonos a su capricho de una latitud a otra. La mayoría va dando cuerpo a esas inmensas masas de agua que anulan nuestros timones, erigiéndose en auténticos rectores de nuestras vidas. Estas opiniones mayoritarias no surgen por generación espontánea, sino que son armadas y difundidas en los canales de poder de toda sociedad: la política y los medios de comunicación. Así, las mayorías son fácilmente manipulables por las ideologías que propagan los poderosos, y sus errores acaban afectando a bienes y derechos fundamentales -la historia lo ha mostrado repetidamente. En nombre de la libertad ensalzamos un gobierno mayoritario, que sin el referente de un marco jurídico y moral estable e innegociable -los Derechos Humanos y la Constitución- degenera fácilmente en dictadura, destruyendo la libertad al hacerla esclava de las opiniones dominantes. Los liberales, amantes de la auténtica libertad, renegamos de la libertad sin referentes, en favor de la rica capacidad del ser humano para dirigirse voluntaria y responsablemente a unos fines que previamente ha conocido y estimado como valiosos, y no le han sido impuestos por la autoridad de turno, por muy tolerante y democrática que se muestre. Déjennos educar y ser educados en la libertad guiada por la luz de la verdad, y no por el criterio de lo políticamente correcto. I


TENDENCIAS EN LA EMPRESA

Quién dirige mejor Parece lógico pensar que las prácticas de dirección están muy ligadas a la productividad de las empresas. Dependiendo de cómo se gestione la compañía, ésta puede obtener resultados muy dispares. Al parecer, las firmas de Estados Unidos son las mejor gestionadas “La supremacía de Estados Unidos en lo que a prácticas de gestión se refiere se debe a su mercado libre, sus pocas regulaciones y sus políticas de promoción en las empresas basadas en los méritos” “Las multinacionales, en particular las establecidas en EE.UU., actúan mejor, y las que peor gestión poseen son las empresas familiares”

Así lo confirma un reciente estudio del Centre for Economic Performance, que analiza la relación entre el modo en que se dirige la empresa y su productividad. Según se expone en Management Practice & Productivity: Why they matter, esa relación existe en todos los países y culturas analizados. De hecho, “un aumento de un punto en la mejora de la gestión se traduce en el mismo aumento de producción que si aumentara la fuerza de trabajo en un 25 por ciento o que si el capital invertido se incrementara un 65 por ciento”. Al analizar 4.000 empresas de Estados Unidos, Europa y Asia, el informe pone de manifiesto diferencias significativas. Estados Unidos cuenta con las mejores prácticas de dirección del mundo, “aunque su situación no es del todo dominante”. Norteamérica posee una buena dirección de recursos humanos, pero en lo que al trabajo ‘de campo’ se refiere, Alemania, Japón y Suecia son los países líderes. Rafaella Sadum, una de las autoras del informe, revela algunas de las claves estadounidenses: “La supremacía de Estados Unidos en lo que a prácticas de gestión se refiere se debe a elementos muy sencillos: mercado libre, pocas regulaciones y políticas de promoción en las empresas basadas en los méritos”. Por el contrario, India, Grecia y China cuentan con los peores gestores de empresas. Analizando las empresas no según su procedencia, sino su tamaño, el informe concluye que

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las empresas multinacionales, en particular las establecidas en EE.UU., actúan mejor. Por el contrario, los dueños (o familiares de los dueños) de una empresa que trabajan en ella como directivos obtienen peores calificaciones. Nick Bloom, coautor del estudio, reconoce que “las empresas familiares que entregan la presidencia al hijo mayor de los dueños son el claro ejemplo de compañía mal gestionada”. De estos datos se concluye que “escoger a directivos según sus capacidades profesionales y promocionarlos según sus méritos proporciona empresas mejor gestionadas”. Aún más: la presencia de multinacionales en una región sirve para transferir las mejores prácticas a las firmas locales, bien mediante la integración de empleados y conocimiento, o bien a través de sus interacciones comerciales. La acción de los Gobiernos no puede subestimarse a la hora de valorar la labor de una compañía. Hay varias políticas públicas que tienen un gran efecto en la adopción de buenas prácticas por parte de las empresas. Las dos más significativas son la creación de libre competencia y la existencia de un mercado de trabajo local flexible. El estudio revela que “cuantos más competidores tiene una empresa, mejor se dirige. Este hecho podría estar influido por dos aspectos: las buenas prácticas se extiende rápidamente en ambientes competitivos y, por el contrario, las malas prácticas se eliminan por selección natural, dado que las peores empresas se eliminan del mercado”. Respecto a los mercados de trabajo flexibles, el informe reconoce que, a menor rigidez en el empleo, mejores resultados de las empresas. En este sentido, la mejora continua de los estándares educacionales resulta fundamental para conseguir tanto empleados como gestores cualificados. I

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I TENDENCIAS EN LA EMPRESA

Mecanismos de detección del fraude corporativo A finales del siglo XX se sucedieron en Estados Unidos una serie de fraudes corporativos de gran repercusión en el resto del mundo. Los casos de Enron, HealthSouth y World Com dieron la voz de alarma. Un reciente estudio analiza los mecanismos de detección del fraude en las empresas “Los detectores de fraude más habituales son los propios empleados, seguidos de los medios de comunicación y de los reguladores no financieros del mercado” “Sólo el 35,3 por ciento de los fraudes fue destapado por personas o instituciones contratadas para tal fin”

Quién no recuerda el tristemente famoso escándalo de la compañía energética Enron. Las graves irregularidades contables de la empresa hicieron que el mundo de la empresa se desprestigiara sobremanera. El proceso que llevó a destapar el fraude resultó sorprendente, dado que no fueron las autoridades competentes quienes identificaron los fiascos. ¿Quién dio entonces la voz de alarma? Los medios de comunicación. Una edición local del Wall Street Journal le dio las claves a la revista Fortune para escribir un artículo sobre la posible sobre-evaluación a Enron, lo que destapó el escándalo. Éste es sólo un ejemplo de los muchos expuestos en el informe Who blows the whistle on corporate fraud?, del Centre for Economic Policy Research. En él se analizan 230 casos de presuntos fraudes acontecidos entre 1996 y 2004 en compañías con activos superiores a 750 millones de dólares. Su principal conclusión es que no existe un mecanismo único de detección del fraude, sino que depende de una gran variedad de actores, a veces los más improbables. Los detectores de fraude más habituales son los propios empleados, seguidos de los medios de comunicación y de los reguladores no financieros del mercado. Hete aquí la gran paradoja que detecta el informe: “los empleados que menores incentivos poseen para dar la voz de alarma son los más activos, mientras que aquellos con más incentivos, como los shortsellers, resultan los menos activos”. Estos hechos nada tienen que ver con el propuesto enfoque de mer-

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cado, “que no designa de antemano a alguien encargado de detectar el fraude, sino que establece un sistema de recompensas para quien lo hace”. En la actualidad, la motivación de quienes destapan los escándalos no suele ser económica porque “no son recompensados en términos económicos ni en sus carreras”. De hecho, es muy probable que las empresas auditoras pierdan su trabajo si revelan alguna irregularidad. Sobre los propios empleados, estos tienen tanto miedo que la mitad no se identifica cuando denuncia alguna irregularidad. El 82 por ciento de los que sí dan su nombre y apellidos reconoce que “o fueron despedidos, o renunciaron a su empleo bajo coacción, o sus funciones se alteraron significativamente”. Resulta sorprendente que, de todos los casos estudiados, sólo el 35,3 por ciento de los fraudes fuera destapado por personas o instituciones contratadas para tal fin. La interpretación que el CEPR hace de este dato es que “la información sobre fraude es tan difusa que resulta muy costoso nombrar a un investigador oficial”. El fraude suele ser descubierto por personas que lo encuentran en el transcurso normal de su trabajo y que tienen algún incentivo positivo para destaparlo. El análisis de la materia apunta una forma alternativa y barata de extender la legislación qui tam (demanda legal iniciada por un ciudadano denunciando un desvío o utilización incorrecta de fondos públicos) al fraude corporativo. “Este sistema, ya puesto en marcha en la asistencia sanitaria, ha demostrado ser muy eficiente”. Sobre el efecto que la nueva legislación estadounidense, aprobada a partir de los grandes escándalos corporativos de finales del siglo XX, los autores consideran que no ha tenido un impacto considerable. “Tras la introducción de SOX [Sarbanes-Oxley Act] el número de actores profesionales que han destapado escándalos ha aumentado, pero sólo el tiempo determinará si esto ha sido un cambio temporal o si, por el contrario, es un cambio permanente”. I


TENDENCIAS EN LA EMPRESA

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El futuro de las pequeñas empresas En la próxima década, las pequeñas empresas sufrirán grandes cambios. Por ejemplo, para 2017 se prevé que los nuevos emprendedores no sean hombres de mediana edad, sino mujeres e inmigrantes. Además, la tecnología modificará, aún más si cabe, la forma de hacer negocios Esta es sólo una de las muchas predicciones del Intuit Future of Small Business Report, que analiza a gran escala la prospectiva, influencia y perfil de las pequeñas empresas. El estudio ha sido elaborado por el Institute for the Future, centro fundado en 1968 por antiguos investigadores de la RAND Corporation. El proyecto está compuesto de tres fases y analiza los cambios en los empresarios y las tecnologías que modificarán el sector de las Pymes. La última fase del estudio, todavía sin publicar, analizará el modo en que las empresas afectarán a la sociedad y a la economía. Este tipo de estudio es pionero en Estados Unidos, tal y como explica Brad Smith, vicepresidente de Intuit: “hasta ahora, el retrato de las pequeñas empresas americanas había consistido en varios fragmentos de estadísticas y previsiones. Al juntar las piezas hemos demostrado cuánto va a cambiar este sector en el futuro”. Así pues, el informe obtiene varias conclusiones contundentes sobre los nuevos empresarios de Estados Unidos. En diez años, los empresarios ya no vendrán predominantemente del espectro de la mediana edad, sino de los extremos: personas a punto de jubilarse y gente muy joven serán las generaciones más emprendedoras de la historia. Sobre los jóvenes, el estudio destaca que “desean ser independientes a toda costa desde el comienzo de sus carreras y no quieren trabajar para otros”. Además, la mayoría de sus negocios estarán orientados a las nuevas tecnologías. Según el Center for Women’s Business Research, 1.600 mujeres establecen cada día un negocio en Estados Unidos. Es más, la propiedad de los negocios por parte de mujeres está aumentando en un 17 por ciento al año. En este sentido, las que más presencia van a tener en el mundo empresarial son las mujeres con una sólida experiencia profesional, madres trabajadoras con negocios propios e inmigrantes que emplean sus antecedentes y experiencias para poner en marcha negocios especializados. En concreto, la inmigración establecerá pequeñas empresas para eliminar las barreras de entrada en los negocios. Los contactos con sus países de origen serán de gran valor para conectar mercados y crear nuevos mercados para sus productos y servicios. En diez años, la formación en iniciativas empresariales comenzará a una edad mucho más tempra-

“En diez años, la formación en iniciativas empresariales comenzará a una edad mucho más temprana” “La propia definición de empresario se transformará para incluir a profesionales de todos los ámbitos”

na. Puede ser incluso posible que en la educación primaria se ofrezca la asignatura de empresa. “A nivel universitario, el énfasis se pondrá no sólo en la creación y dirección de grandes empresas, sino también en pequeños negocios”. Según Smith, estos cursos ayudarán a transformar la propia definición de empresario para incluir a profesionales de todos los ámbitos. TECNOLOGÍA

El desarrollo de las nuevas tecnologías revolucionará todavía más la propia naturaleza de la gestión de los negocios. Para empezar, en un mundo conectado digitalmente los dueños de pequeños negocios podrán trabajar cuando ellos quieran y como mejor les convenga. Además, “una nueva ola de herramientas analíticas aumentará su productividad y disminuirá las cargas de los negocios, por ejemplo posibilitando que los empresarios puedan delegar en sus subordinados y, al mismo tiempo, puedan seguir conectados y supervisar el trabajo”. En segundo lugar, la evolución de Internet irá más allá de la llamada Web 2.0 y permitirá que la relación entre empresas sea más estrecha, debido también a las redes sociales virtuales. Asimismo, mejorará la relación con clientes, socios y proveedores que no se encuentren en la misma región. De igual modo, “los mundos virtuales serán formas de llegar a clientes y experimentar con nuevas ideas de productos y modelos de negocio”. Por último, las estrategias de marketing cambiarán de ‘push’ a ‘pull’, con especial énfasis en proveer a los posibles clientes con la información relevante, en el contexto y el tiempo adecuados. A este respecto, la presencia online de las empresas será el factor más importante a la hora de adquirir nuevos clientes. Estos encontrarán la información que necesitan para decidirse en determinadas compras, en vez de simplemente aceptar lo que se les ofrece. “El ritmo del cambio tecnológico seguirá acelerándose, lo que en la próxima década generará gran cantidad de oportunidades de negocio”, destaca Steve King, coautor del estudio. I Nº023 I 2007


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Las flaquezas del comercio justo El comercio justo se presenta como una forma de beneficiar económicamente a los más pobres de los países en vías de desarrollo, promoviendo los valores morales de justicia, ética e igualdad. Sin embargo, en términos absolutamente económicos, este tipo de comercio apenas logra contribuir en el bienestar de los productores, convirtiéndolo en una actividad engañosa de cara a los consumidores, sostiene un estudio del Institute of Economic Affairs de Londres El principio fundamental sobre el que se basa el comercio justo son los precios fijos de sus productos, independientemente de la oferta y la demanda. Estos son siempre más caros que sus equivalentes distribuidos por el resto del sector alimentario. Los promotores del comercio justo reivindican incluso una regulación de los mercados, principalmente, del café. El objetivo es ofrecer mejores condiciones a los productores excluidos del comercio mundial, proporcionándoles acceso al mercado, pagándoles un mejor precio, con contratos duraderos y unas condiciones laborales justas, tal y como promueve la Fairtrade Labelling Organisation (FLO), encargada de certificar la actividad de los productores y distribuidores del comercio justo. De esta manera, la etiqueta resultante de “producto ético” se utiliza como una forma de marketing para alentar a los consumidores occidentales a pagar un poco más, quienes a su vez están dispuestos a aceptar la diferencia de precio para ayudar así a los pobres, según Philip Booth y Linda Whetstone, autores del estudio “Half a cheer for fair trade“. “No hay nada en el comercio justo que lo haga más eficiente o más ético que otras formas de caridad. Al contrario, hay actividades o asociaciones, mucho más transparentes que el comercio justo, que llegan hasta personas más necesitadas que los productores de café”, escriben. Para ambos expertos, “entre comprar un paquete de café de comercio justo o un paquete normal y abonar la diferencia de precio a una organización humanitaria, no hay ninguna diferencia”. Más allá de la relatividad de su verdadero valor moral, el comercio justo presenta varias contradicciones. Si bien está destinado a ayudar económicamente a los desfavorecidos, convertirse en un productor de comercio justo vale dinero. Para un pequeño grupo de menos de 100 productores o empleados, el certificado de la FLO es de 2.200 euros, a los que se suman 1.260 euros para cada renovación anual. Habida cuenta de que, por ejemplo, un keniano gaTENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

“Más allá de la relatividad de su verdadero valor moral, el comercio justo presenta varias contradicciones” “La liberalización del mercado es el único modelo existente que ha sido capaz de sacar a millones de personas de la pobreza”

na una media de 275 euros anuales, “reunir el monto necesario para la FLO resulta un auténtico reto”, según el estudio. Asimismo, los organismos de comercio justo cobran una tasa del 1,8 por ciento a los distribuidores para poder utilizar su etiqueta, un coste que pasa directamente al consumidor. Esta factura representa la principal fuente de ingresos de las fundaciones de comercio justo destinados a menudo a la publicidad de sus actividades, deplora el documento. En 2005, la Fairtrade Foundation británica destinó el 50 por ciento de sus ingresos a proyectos educativos. Pero básicamente se trató de promover escuelas de Comercio Justo, la “Quincena del Comercio Justo”... “Resulta cuanto menos inusual que una fundación caritativa cuyo objetivo es ayudar a los pobres de los países subdesarrollados utilice una proporción tan alta de sus ingresos a incrementar su propio tamaño. Sería sorprendente para los consumidores si estuvieran al corriente de esto”, defienden los autores. Por otro lado, el comercio justo trabaja de forma casi en exclusiva con cooperativas y productores que no recurren a la mano de obra infantil, modelos perjudiciales en muchos aspectos, según el estudio. En primer lugar, las cooperativas son modelos ineficientes en cuanto a organización y eliminan además los incentivos laborales. Igualmente, “el trabajo infantil es esencial para el bienestar económico de las familias pobres del Tercer Mundo. Su abolición y restricción en algunas partes del mundo ha tenido efectos catastróficos”, afirman Booth y Wethstone. Ambos consideran que todos estos aspectos sólo pueden llevar a la conclusión de que el comercio justo no cumple con sus propios principios y valores y de que, por lo tanto, la liberalización del mercado es el único modelo existente que ha sido capaz de sacar a millones de personas de la pobreza. En los años 90, el nivel de ingresos creció a un ritmo tres veces superior en los países en vías de desarrollo que levantaron barreras comerciales respecto a los que no lo hicieron. Además, según algunos expertos, “los beneficios potenciales de un mundo de libre comercio podrían superar con creces los 80.000 millones de dólares que representó la ayuda externa al Tercer Mundo en 2005”. “El deseo de ayudar a los demás es una idea maravillosa y una parte importante de la sociedad civil”, pero si realmente se quiere contribuir a erradicar la pobreza, la apuesta no debe ser el comercio justo sino el libre comercio, concluyen Booth y Wethstone. I


TENDENCIAS EN LA SOCIEDAD

La ciencia de la felicidad En las últimas décadas, la llamada ciencia de la felicidad ha irrumpido con fuerza en Estados Unidos diseñando un panorama desalentador para los estadounidenses El sistema liberal, con su modelo de gobierno limitado y la liberalización del mercado, convierte a los ciudadanos en seres menos felices que sus pares de Europa, gobernada tradicionalmente por políticas socialdemócratas y administraciones que intervienen en todos los niveles para velar por el bienestar de sus ciudadanos. Sin embargo, distintas investigaciones han demostrado que los científicos de la felicidad se equivocan: “Un amplio margen de libertad económica y un alto nivel de ingresos son dos de los principales factores que contribuyen al bienestar subjetivo”, escribe el analista estadounidense Will Wilkinson en la publicación Policy Analysis. En palabras de Richard Layard, de la London School of Economics, “existe una paradoja en el corazón de nuestras vidas. A medida que las sociedades occidentales se han ido enriqueciendo, su gente no ha pasado a ser más feliz”. Esta idea resume la tesis general de la literatura sobre la felicidad, que justifica esta contradicción en la propagación del modelo político-económico liberal y abraza por lo tanto la ideología de izquierdas. Para esta corriente, existen tres premisas: la economía de mercado aporta infelicidad a los estadounidenses, los valores económicos de referencia como el producto interior bruto no resultan importantes para la felicidad y deberían ser reemplazados por otras medidas sobre el bienestar humano, y una política de impuestos más elevados es aconsejable para distribuir de forma equitativa las dosis de felicidad. ¿En qué se basan estas afirmaciones? Por lo general, los estudiosos redactan sus conclusiones a partir de sondeos, o lo que es lo mismo, en datos completamente empíricos, partiendo de la presunción de que se ha sabido definir lo que representa la felicidad. La realidad es que la investigación sobre la felicidad choca con sus propios limites, según Wilkinson. Los científicos pueden medir el grado de felicidad de los ciudadanos de varias formas: desde cuestionarios en los que se relacionan los sentimientos de los encuestados con su tipo de trabajo, el dinero que ganan y el tipo de familia que tienen, hasta exámenes cerebrales sobre el nivel de segregación de sustancias como la dopamina o la serotonina, indicadoras de las sensaciones positivas y negativas de un individuo.

“Si bien el nivel de vida ha ido mejorando en las sociedades occidentales, los sondeos siguen mostrando una línea recta en los gráficos de evolución de la felicidad” “Según varios estudios, los estadounidenses se sitúan entre los más felices del planeta, por delante incluso de países como Francia y Alemania, con una tradición histórica de gobiernos intervencionistas y de economías protegidas”

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Sin embargo, el primer problema que presentan estos métodos es que el concepto de “felicidad” varía en función tanto de los individuos como de las culturas en las que crecen y se desarrollan. “Es una ilusión creer que la palabra felicidad significa lo mismo para un británico que para un chino o para un otro ciudadano europeo”, asegura la lingüista australiana Anna Wierzbica. Además, la gente puede sentir lo mismo pero expresarlo de distinta forma y a la inversa, a la vez que confunde a menudo sus propios sentimientos. Por este motivo “no se puede pensar que los seres humanos son jueces fiables de sus propios estados afectivos”, según el filósofo Dan Haybron. Finalmente, no hay que olvidar que la capacidad de adaptación de las personas lleva a perder el sentido de novedad e impide apreciar de forma permanente lo que se tiene o se ha logrado. Por ejemplo, una promoción laboral suscita de inmediato un estado de felicidad, pero, pasado el tiempo, el cerebro se habitúa y lo procesa como algo normal. Esto explica por qué, si bien el nivel de vida ha ido mejorando en las sociedades occidentales, los sondeos siguen mostrando una línea recta en los gráficos de evolución de la felicidad. Todos estos motivos demuestran la escasa fiabilidad de la ciencia de la felicidad, que se empeña en ver elementos perniciosos en el sistema liberal estadounidense, asevera Wilkinson, para quien la sociedad norteamericana se encuentra entre las más felices del mundo. Según varios estudios, los estadounidenses se sitúan entre los más felices del planeta, por delante incluso de países como Francia y Alemania, con una tradición histórica de gobiernos intervencionistas y de economías protegidas. “No existe ningún signo consistente que demuestre que las políticas sociales tienen un efecto positivo en el bienestar de la gente”, señala el investigador Piet Ouweneel. En Estados Unidos, la desigualdad económica no se traduce en absoluto en un menor nivel de felicidad entre los pobres o los votantes de la izquierda, contrariamente a lo que pasa en Europa. Para Wilkinson, la férrea creencia de los estadounidenses de que pueden cambiar sus vidas gracias a la libertad económica es lo que les lleva a ser más felices que los europeos. Las personas “otorgan una gran importancia al nivel de oportunidades y de libertad para emprender nuevos proyectos que les ofrece la sociedad en la que viven”. El sueño americano se convierte pues, según este analista, en el paradigma de la felicidad. I Nº023 I 2007


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El desarrollo urbano, ¿metástasis o crecimiento sostenible? En las últimas décadas la mancha urbana ha acaparado una superficie creciente del planeta en un fenómeno provocado por una mezcla de factores demográficos, económicos y de evolución del estilo de vida En gran medida ha sido una expansión espontánea que responde a patrones de diversos tipos, en los que apenas ha existido coordinación entre las autoridades locales, regionales y estatales. La degradación de centros urbanos tradicionales, el abandono de terrenos desindustrializados y el florecimiento de colonias residenciales en la periferia han coexistido en muy diversos puntos del planeta, acarreando consecuencias económicas desde el punto de vista de los retos en infraestructuras y segregación de la población y sobrecarga ecológica, entre otros. Pero un mejor entendimiento de por qué y cómo crecen las ciudades se antoja ahora imprescindible para aprovechar la esta revitalización urbanística con fines económicos. Políticos y legisladores han de esforzarse por hacer de la política urbana algo más que un medio para recuperar barrios degradados. Las ciudades no son ahora las mismas que hace 50 años. En primer lugar, el papel de los centros urbanos es importante, ya que el 75 por ciento de la población mundial vive en ellos. En el último medio siglo no han dejado de crecer, por causas además no directamente relacionadas con la presión demográfica. De hecho, la superficie de ciudades europeas se ha expandido un 78 por ciento desde mediados de los 50, mientras que la población sólo ha crecido el 33 por ciento. En EE.UU. las grandes urbes han mantenido su poder de atracción de la población y en la década de los 90 las 100 principales ciudades americanas han crecido un 9 por ciento en habitantes, frente al 6 por ciento de la década precedente, según se cita en el informe “Seis maneras de que las

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“Con un desarrollo urbano más compacto frente a la suburbialización se pueden conseguir ahorros del 20% al 45% en suelo, del 15% al 25% en carreteras locales y del 7% al 15% en suministro de agua y recogida de basuras”

ciudades puedan alcanzar su potencial económico” de Bruce Katz para The Brookings Institution. Sin embargo, los problemas urbanos a ambos lados del Atlántico tienen una perspectiva completamente diferente. En EE.UU., en la última década se ha vuelto al concepto de ciudad “compacta”. “Los informes urbanísticos muestran que un segmento creciente de la población prefiere comunidades que sean abarcables y habitables. Los ciudadanos mayores buscan cada vez más lugares con acceso fácil a los servicios médicos, compras y otras necesidades de la vida diaria. Las parejas de mediana edad son otra vez receptivas a los barrios céntricos, oferta cultural y trayectos más cortos hacia el trabajo. Los jóvenes en particular son proclives a estilos de vida popularizados por series como Sexo en Nueva York o Friends”, cita el informe. Las ventajas de la ciudad compacta desde el punto de vista económico son muchas. El declive del empleo industrial en EE.UU., con un retroceso del 3 por ciento entre 1970 y 2000, se ha visto contrarrestado por un crecimiento del 214 por ciento en el sector servicios. Es más, los empleos relacionados con las tecnologías de la información crecerán tres veces más que el conjunto hasta 2010, algo que claramente favorece a las ciudades, ya que más de la mitad de las 3.800 universidades estadounidenses están en zonas urbanas. DENSIDAD DE POBLACIÓN Y PRODUCTIVIDAD

Además, los estudios demuestran que el incremento de la densidad de población favorece el aumento de la productividad. “Finalmente, la evidencia demuestra que la fórmula urbana no sólo es sabia desde el punto de vista competitivo, sino que fiscalmente es más sólida. Hemos sabido durante décadas que el crecimiento compacto es más eficiente en costes no sólo porque rebaja el coste de proporcionar los servicios públicos básicos, sino por que elimina la demanda de nuevas infraestructuras prohibitivas”, expone Bruce Katz. Sin embargo, el reciente renacimiento del centro de las ciudades americanas no oculta el hecho de que


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éstas han crecido de un modo extensivo en las últimas décadas. De hecho hoy, cinco de cada diez americanos vive en los llamados suburbios o urbanizaciones residenciales, mientras que esta proporción era en 1960 de tres de cada diez. Esta especie de metástasis de las ciudades preocupa especialmente en Europa, donde el fenómeno se siente con especial intensidad, y ha sido objeto de un extenso estudio de la Agencia Europea del Medio Ambiente y la Comisión, bajo el título “La expansión urbana desordenada en Europa”. En él se considera que “la extensión urbana amenaza la propia cultura europea, puesto que genera impactos medioambientales, sociales y económicos tanto para las ciudades como para las zonas rurales europeas. Más aún, compromete gravemente los esfuerzos para contrarrestar el cambio climático”, dado que devoran recursos energéticos, espacio y suelo, además de que tiene efectos directos sobre la calidad de vida de los habitantes de las ciudades. URBANIZACIÓN DE LA COSTA EN EL SUR DE EUROPA

El fenómeno ha sido particularmente acusado en el sur y centro de Europa y se teme que pueda seguir reproduciéndose en los nuevos estados miembros, debido al mayor dinamismo económico, mejor acceso al mercado único y las inversiones procedentes de los fondos estructurales y de cohesión. El ejemplo más claro citado en el informe es el de las zonas costeras españolas, donde las áreas artificiales han llegado a cubrir el 50 del suelo disponible. “Durante el periodo 1999-2000 la urbanización de la costa ha crecido un 30 por ciento más que la de las zonas de interior y las mayores tasas de crecimiento se han registrado en las zonas costeras de Portugal, Irlanda y España”. El informe detecta que la expansión urbanística no ha estado directamente relacionada con el incremento de población ni con la tipología urbana preexistente, ciudades más o menos compactas. “La evidencia sugiere que donde domina el desarrollo descentralizado y no planificado, la metástasis se reproducirá de una forma mecánica. Por el contrario, si el crecimiento alrededor de la ciudad está coordinado por una sólida política urbanística, se pueden esperar formas más compactas de desarrollo urbano”. La expansión de la mancha urbanística también ha estado favorecida por el bajo precio de los terrenos rústicos, el crecimiento económico o los profundos cambios en la distribución espacial de la población y el empleo generados por la globalización y la tecnología, además de los fondos estructurales y de cohesión, que permiten afrontar costosas sistemas de transporte. La Comisión valora la proliferación de los ensanches urbanos como un fenómeno netamente negativo al que se plantea poner coto, ya que contri-

“La proliferación de los ensanches urbanos contribuye a la segregación continuada de clases sociales en diferentes zonas de la ciudad, el declive del comercio local e infraestructuras sociales, merma de espacios naturales y, sobre todo, un gran aumento del consumo de recursos de todo tipo”

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buye a la segregación continuada de clases sociales en diferentes zonas de la ciudad, el declive del comercio local e infraestructuras sociales, merma de espacios naturales y, sobre todo, un gran aumento del consumo de recursos de todo tipo. “Generalmente, el ahorro de un desarrollo más compacto de las ciudades frente a la suburbilialización inducida por el mercado pueden ser tan altos como del 20 al 45 por ciento en suelo, del 15 al 25 por ciento en la construcción de carreteras locales y del 7 al 15 por ciento en la provisión de agua y recogida de basuras”. Por la importancia de estos objetivos, el Ejecutivo comunitario es partidario de una política coordinada entre los distintos niveles de competencia en la UE, desde el local hasta el supranacional. “Los científicos, responsables de planificación y legisladores son cada vez más conscientes de que las decisiones adecuadas sobre el desarrollo urbanístico no pueden adoptarse sólo a escala local. Esto es especialmente importante en el contexto europeo, donde las áreas urbanas están comenzando a conectarse entre sí, para lograr objetivos comunes, como la agenda de Lisboa para el crecimiento y la competitividad”. También el Institute For Public Policy Research (IPPR) británico ha hecho recomendaciones similares en un informe sobre el papel de la planificación urbanística. “Se necesitan medidas para mejorar la capacidad a nivel local. El Gobierno debe aplicar estas primero y buscar fórmulas de trabajo conjunto dentro de las autoridades locales”, indica Max Nathan. SEIS FÓRMULAS

De una forma muy similar a la de la Comisión Europea y al IPPR, The Brookings Institución pide una reformulación de la política urbanística federal, “que debiera tener como objetivo supremo ayudar a las ciudades y otras zonas urbanas a materializar su potencial económico”. Esto incluye una reequilibrio entre las competencias de las ciudades y el Estado federal, que hasta ahora no ha dado una dimensión urbana a políticas que afectan a este ámbito como son las medidas sobre el mercado hipotecario, infraestructuras e incluso leyes medioambientales. Por eso se pide una actuación a lo largo de seis líneas en la que se apoye a los sectores económicos más innovadores, fundamentalmente urbanos, se planifiquen las infraestructuras que dan valor a las ciudades, se fomente la educación para engrosar la clase media y, al mismo tiempo, se adopten incentivos económicos para mejorar el nivel de vida de los trabajadores menos favorecidos. Fomentar los barrios en que se mezclen todas esas clases sociales y difundir en ellos información sobre las oportunidades urbanas completaría el círculo, según The Brookings Institution. I Nº023 I 2007


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I CON VISIÓN PABLO PARDO

¿Qué quieren los americanos de a pie? ¿Y qué quieren sus políticos?

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Qué es lo que quieren los americanos? Para el público europeo ésa es verdaderamente una de las cuestiones más básicas y misteriosas de las relaciones internacionales. Los estadounidenses son dibujados en los medios de comunicación simultáneamente como intervencionistas y aislacionistas, partidarios del libre comercio y proteccionistas, religiosos y seculares, conservadores y liberales en cuestiones sociales. Así que, antes de preguntarnos qué es y dónde está Estados Unidos en el mundo tal vez deberíamos responder a la pregunta ¿qué quiere ser y dónde quiere estar Estados Unidos en el mundo? Ésa es la idea que subyace a una serie de artículos escritos en los últimos dos años por el analista Ruy Teixeira del Center for American Progress, un think tank al que se identifica en Washington con la candidatura electoral de Hillary Clinton. La base de sus análisis es en casi todos los casos las encuestas que realiza periódicamente el capítulo de Chicago del Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations), tal vez la institución más importante de análisis de la política exterior de Estados Unidos, a medio camino entre un think tank, un foro de debate y un grupo de presión que, en general, promueve políticas que en EEUU se considerarían centristas, es decir, en la línea de Goegre Bush ‘padre’, Colin Powell o Madeleine Albright. Los artículos han sido publicados por el think tank demócrata The Century Foundation. En un reciente artículo, Teixeira se hacía la que tal vez sea la pregunta más importante para Europa: ¿es Estados Unidos un país internacionalista o aislacionista? Para ello tomaba la respuesta que los estadou-

nidenses han dado desde finales de los años cuarenta a la pregunta: “¿Qué cree usted que será mejor para el futuro de este país: tomar una parte activa en los asuntos mundiales o mantenerse la margen de ellos?” Y las conclusiones a las que llega son rotundas: hace seis décadas, el 69 por ciento de los estadounidenses estaba a favor de que su país jugara un papel activo en le mundo; en 2006, el porcentaje de los que opinaban lo mismo era, exactamente, del 69 por ciento. En otras palabras: los estadounidenses no son aislacionistas. Una percepción que refuerza el hecho de que, según los datos de Teixeira, el 60 por ciento de los ciudadanos opinen que “Estados Unidos debe estar dispuestos a tomar decisiones con la ONU incluso aunque ello implique que EEUU deba en ocasiones adoptar políticas diferentes de las que serían deseables”. Otras encuestas revelan un internacionalismo aún mayor: el 71 por ciento de los estadounidenses apoyan el Tribunal penal Internacional (del que su país no forma parte), el 70 por ciento está a favor del Tratado de Kyoto (que no ha sido ratificado por EEUU), y un espectacular 86 por ciento apoya el tratado de Prohibición de Pruebas Atómicas, que tampoco ha sido ratificado por Washington. Previsiblemente, en todos estos sondeos, los republicanos se muestran más nacionalistas y aislacionistas que sus rivales demócratas, pero no mucho más. Un ejemplo: sólo un 62 por ciento de los correligionarios del partido de George W. Bush creen que Estados Unidos no es lo suficientemente poderoso como para poder “hacer lo que quiera en asuntos internacionales”. Entre los demócratas, el porcentaje llega al 81 por ciento.

TENDENCIAS DE FUTURO I NEWSLETTER DEL THINK TANK INSTITUCIÓN FUTURO

Ahora bien, si ésa es la actitud de la opinión pública estadounidense, ¿por qué Washington se mueve tan a menudo en dirección opuesta al resto del mundo desarrollado en áreas como la política exterior y de defensa o el calentamiento de la atmósfera? Teixeira plantea una respuesta “que dista de ser definitiva” a esa pregunta al recurrir a un análisis realizado por Lawrence Jacobs, de la Universidad de Minnesota, y Benjamin Page, de la Northwestern. Según un estudio de ambos investigadores, el desencuentro entre la clase política estadounidense y sus votantes no se percibe en la sociedad estadounidense, entre otras cosas porque la opinión pública cree que el Congreso vota de acuerdo a sus puntos de vista, y el Congreso cree que está replicando los puntos de vista de sus electores. Jacobs, Page y Teixeiera no aclaran las razones de esta incomunicación entre un cuerpo electo -el Congreso estadounidensey los ciudadanos, aunque es fácil atribuir el desencuentro a la proliferación de los grupos de presión y a la desmovilización política de amplias capas de la sociedad de Estados Unidos, un país en el que la participación electoral es del 50 por ciento en las elecciones presidenciales y de sólo el 40 por ciento en las legislativas. No cabe duda de que las razones tienen que ser más complejas, porque de otro modo no se explica el éxito que las opciones más aislacionistas suelen tener en la política estadounidense. Pero, en cualquier caso, si el análisis de Teixiera es correcto, queda claro que, paradójicamente, la clase política estadounidense es mucho más populista, aislacionista y agresiva que la opinión pública de ese país. I




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