
La ventana de celosías del IES Luis Cobiella Cuevas, Santa Cruz de La Palma, miércoles 26 de junio de 2024. Revista nº 3
La ventana de celosías del IES Luis Cobiella Cuevas, Santa Cruz de La Palma, miércoles 26 de junio de 2024. Revista nº 3
Débiles, Alba
”Gincana Matemáticas medioambientales en Canarias”, Departamento de Matemáticas
Entrevista a Jorge Hernández, presidente del AMPA
El ajedrez, Hienghene Relloso Matos
Nuestro instituto vuelve a ser premiado en el “Concurso Odisea”
”Un regalo de vida”, Eje de Salud y Educación Emocional
¡Vivamos cada día”, Jacqueline Castillo Cabrera, 2º C de la ESO
El IES Luis Cobiella Cuevas es el ganador del Primer Premio Zinkers de Repsol Cana-
Entrevista: “Dani Montes: revolucionando el Futbol Base con Pasión
“Un regalo de la vida”, Eje de Promoción de la Salud y la Educación Emocional
Jorge Eulogio Hernández Rodríguez, nuestro presidente del AMPA”, entrevista de Daniela de Las Casas Pérez, 3ºA de la ESO
Mi primera entrevista: Luis Castañeda, escritor”, por Valeria Benítez Hernández, 3º A de la ESO.
Gincana Matemáticas medioambientales en Canarias”, Departamento de Matemáticas
”Si
¡Vivamos cada día”, Jacqueline Castillo
Opinión.
- Editorial: Ya somos Erasmus Plus, páginas 4 y 5.
- Artículos de opinión:
”Si tuviera una mascota...", Fátima Cabrera Guerra, 2º B de la ESO, página 6. “Vivamos cada día”, Jacqueline Castillo Cabrera, 2º C de la ESO, página 7.
- Eje de Promoción de la Salud y la Educación emocional, página 8.
- Noticias del instituto “Gincana Matemáticas medioambientales en Canarias”, Departamento de Matemáticas, páginas 9, 10 y 11.
El IES Luis Cobiella Cuevas es el ganador de Canarias en el apartado de Secundaria Premio Zinkers de Repsol, Departamento de Tecnología, página 12.
- Noticias breves.
Nuestro instituto vuelve a ser premiado en el “Concurso Odisea”, página 13. Celebración del Día de Canarias, página 14.
-Entrevistas.
“Jorge Eulogio Hernández Rodríguez, nuestro presidente del AMPA”, entrevista de Daniela de Las Casas Pérez, 3ºA de la ESO, páginas15 y 16.
“Mi primera entrevista: Luis Castañeda, escritor”, por Valeria Benítez Hernández, 3º A de la ESO, páginas 17 y 18.
“Dani Montes: revolucionando el Futbol Base con Pasión y Visión”, por Diego Afonso Guzmán, 3º A de la ESO, página 19.
- Creación literaria
Débiles, Alba Sánchez Martín, 3º A de la ESO, de la página 20 a la 32.
Sexo sentido, Wolfga, pagina 33.
El ajedrez, Hienghene Relloso Matos, 2º B de la ESO, página 34
Ya somos Erasmus +
Fue Antonio Machado quien creía que esa “España de charanga y pandereta” tendría como última solución Europa”, lo que marcaba una clara frontera de separación con autores de la Generación del 98 como Unamuno, quien abogaba por “españolizar Europa”.
Que sirva esta introducción literaria, filosófica y política para elogiar el hecho de que el I.E.S. Luis Cobiella Cuevas de Santa Cruz de La Palma entra a formar parte del Erasmus +, como ya lo consiguió en su momento el IES José María Pérez Pulido de Los Llanos de Aridane. Ha sido una ardua labor por parte del Departamento de Inglés, especialmente de Daniel Peleteiro, jefe de Departamento, Beatriz Martín Santos (será la jefa en el curso 2024/25 y está ahora mismo en Salamanca preparándose) y, por supuesto, la incansable, honrada y entrañable Silvia Figueroa, NUESTRA directora. Nuestra, en mayúsculas, porque la Familia del Femenino quiere mostrarle nuestra solidaridad, nuestro apoyo y nuestro agradecimiento…¡Más que nunca! Un Claustro que tiene en ella a “nuestra patrona”, que diría nuestro alumno colombiano Miguel Ángel Mora. Es un bonito logro para todo nuestra comunidad educativa y todo un reto, pues del Erasmus + serán partícipes discentes, docentes e incluso personal no docente. Asistiremos a intercambios de nuevas experiencias, inesperados encuentros y toda una amalgama de conocimientos, formas diferentes de trabajar o de enfocar el aprendizaje; en definitiva: aventura y encuentro de motivación en lo nuevo, ilusiones y retos que mejorarán nuestra vida académica y nuestro desarrollo personal.
Serán unas vivencias inolvidables en Alemania, Irlanda, Noruega, Italia, Francia, etc. Estancias de dos o tres meses en hogares de familias de esos países, asistencia a clases en buenos centros educativos y oportunidad de empaparse de la cultura e idiosincrasia de países con idiomas diferentes al nuestro.
Por otro lado, se le dará al centro, una mayor protagonismo a nivel internacional; exportando, a su vez, la excelencia que siempre ha caracterizado al IES Luis Cobiella Cuevas a lo largo de más de cincuenta años, siendo centro académico de referencia no solamente en la Isla de La Palma, sino en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y en Canarias.
Como bien dijo Daniel Peleteiro en los micrófonos de COPE La Palma, prueba de la importancia que para la Capital tiene este logro: “empezamos a trazar una estrategia de internacionalización, de la que el instituto carecía y se ha conseguido la acreditación del programa, una especie de carné que nos permite realizar proyectos anuales hasta el 2027. De las 250 plazas ofertadas para toda España, nuestro centro fue uno de los elegidos… Va a empezar poquito a poco. En principio tendremos unas veinte movilidades, veinte estudiantes que conocerán otros países y vivirán nuevas experiencias y aprendizajes ...En un futuro, incluso se podrá acoger a profesorado de otros países que enriquezcan nuestro sistema educativo, apoyando en las clases no solo de Inglés, de Francés o de Alemán, sino de otras materias...Hay que aprovechar esos fondos europeos que nos lleven a una educación de calidad”.
En “El mañana efímero” afirmaba Antonio Machado:
“En vano ayer engendrará un mañana vacío y por ventura pasajero. Será un joven lechuzo y tarambana, un sayón con hechuras de bolero, a la moda de Francia realista un poco al uso de París pagano y al estilo de España especialista en el vicio al alcance de la mano…”
Como se comentó al principio, el autor andaluz insistía en la necesidad de “europeizar España”, enviando al extranjero a jóvenes estudiosos para familiarizarse con las nuevas ideas vanguardistas: “pero no basta con enviar maestros; es preciso también enviar investigadores del alma campesina, hombres que vayan no sólo a enseñar sino a aprender”. Debemos seguir el camino que nos mostró con las buenas provisiones y guías del Erasmus Plus.
”Si
tuviera una mascota...", Fátima Cabrera Guerra, 2º B de la ESO
Hoy en día, tener mascotas es muy popular entre las familias y es lo que todo niño desea en algún momento. Un perro o gato es lo que muchas personas piden por Navidades o por su celebración de cumpleaños, pero no saben el esfuerzo que hay detrás.
Las mascotas son seres vivos que necesitan comer, beber, caminar, jugar y hacer sus necesidades. Una vez que les privamos de sus necesidades básicas, dejan de tener una vida saludable. Los perros son muy bonitos: todos nos morimos de ternura cuando nos aparece la imagen de un Golden Retriever en Instagram o cuando vemos a un Pomeranian gordito por la calle. Ellos son capaces de hacernos sentir miles de emociones y experiencias increíbles y son una gran compañía en casa. Sin duda, aportan una gran ayuda para aquellas personas que viven solas o que están atravesando momentos difíciles. Es muy fácil decir el primer día:
- ¡Sí claro, yo lo cuido y me encargo de todo!"
Sin embargo, después, cuando han pasado unos meses; ya nadie saca al perro de paseo y nadie lo limpia ni peina.
Las mascotas son seres vivos que viven en cautividad y por lo cual, son una gran responsabilidad. Debemos comprometernos plenamente en cuidarlos y arriesgarlo todo por ellos. Cuando planeamos tener una mascota, debemos de tener en cuenta las limitaciones a la hora de pasear, viajar u otros planes que surjan…
Muchas personas dicen:
- ¡Ay qué guay que tienes una mascota, ojalá yo también...!
Pero cuando tienes una mascota y más concretamente un perro, hay que cuidarlo y amarlo tal y como es. Todos los perros tienen diferentes etapas de comportamiento y de actitudes: a veces son cariñosos, traviesos, rabiosos... aunque son como nosotros. Al fin y al cabo, ellos son quienes esperan toda una mañana hasta que llegues a casa para saludarte.
¡Vivamos
¡Bienvenidos al espectáculo de la vida, en el que cada día es un acto improvisado y nosotros, simples mortales, los actores principales! Permítanme compartir con ustedes un monólogo que es tan cómico como dramático, tan exagerado como realista...
Imaginen por un momento un mundo donde los problemas son como mosquitos en una noche de verano: molestos, persistentes y completamente imposibles de ignorar. Uno podría pensar que con tanta tecnología avanzada, el mundo sería un lugar más fácil de habitar; pero no, estamos atrapados en una telaraña de conexiones digitales y redes sociales que hacen que el mundo real parezca una caricatura de sí mismo.
¿Y qué decir de nuestras relaciones interpersonales?
Son como montañas rusas emocionales, llenas de subidas vertiginosas y bajadas emocionantes. A veces, nos sentimos como malabaristas en un circo, tratando desesperadamente de mantener todas nuestras relaciones en el aire mientras evitamos caer en la red de la soledad.
¡Pero no todo está perdido, porque como decía mi abuela: "en la vida, todo se resuelve con una buena taza de café y una sonrisa"! Y sí, puede que suene cliché, pero a veces las respuestas más simples son las más efectivas.
Entonces, aquí estamos, navegando por el océano de la existencia, con nuestros sueños como velas y nuestras esperanzas como brújula. A veces nos sentimos como mariposas atrapadas en una tormenta, pero también somos como guerreros valientes luchando en una batalla épica.
En resumen, la vida es una comedia llena de momentos dramáticos, en los cuales los problemas son tan grandes como elefantes rosados en una habitación pequeña; sin embargo, es también un viaje lleno de color y emoción, en los que los corazones rotos pueden sanar y los sueños pueden hacerse realidad.
¡Así que, amigos míos, vivamos cada día como si fuera nuestro último acto en este gran escenario llamado vida!
El miércoles 5 de junio de 2024 se ha celebrado el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, un día para homenajear a los donantes y sus familias, además de sensibilizar a la sociedad en favor de la donación de órganos.
Desde el Eje de Promoción de la Salud y la Educación Emocional, nuestro alumnado de 2º de Bachillerato ha participado en la "Charla Promocional de La Donación", donde se ha abordado la promoción del Manifiesto de Voluntades Anticipadas, como vía para que queden reflejados en el historial médico, los deseos del usuario de la salud, y consolidar sus voluntades de cara a su familia, en situaciones que se precisen.
Todo el alumnado se ha mostrado interesado en los temas que se han tratado y esta ha sido nuestro pequeño granito de arena para crear conciencia de la necesidad que hay hoy en día de concienciar sobre la importancia de donar órganos para ayudar a vivir.
“Gincana Matemáticas medioambientales en Canarias”, Departamento de Matemáticas
El miércoles 29 de mayo, en el marco de la conmemoración del Día de Canarias y del Medio Ambiente, se celebró una nueva edición de la gincana matemática del IES Luis Cobiella Cuevas (¡y ya son doce!) con el nombre “Matemáticas medioambientales en Canarias”.
El alumnado de 3º y 4º ESO y 1º Bachillerato compitió por equipos realizando de manera rotativa nueve pruebas, cada una de las cuales constaba de dos partes diferenciadas, la primera de habilidad y la segunda de carácter matemático, relacionadas con los distintos bloques de contenido de la materia y ambientadas en diversos aspectos del medio ambiente y el patrimonio natural y tecnológico de las Islas Canarias.
Así, en la prueba de Álgebra, “ODS algebraicos”, el alumnado tenía que responder un rosco de Pasapalabra relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para conseguir los problemas de sistemas de ecuaciones en los que debían encontrar el número correspondiente a cada ODS.
En la prueba del bloque de Análisis, “Senderismo en gráficas”, el alumnado debía conseguir las preguntas formando una fila de diez alumnos sentados que tenían que pasarse un balón con las piernas sin que se cayera al suelo, para posteriormente contestarlas interpretando la información de las gráficas de diferentes senderos de cada una de las ocho islas.
La prueba de Geometría, “El volumen de los contenedores”, consistía en calcular el volumen de diferentes tipos de contenedores con distintas formas geométricas. Para conseguir las medidas de dichos contenedores debían pasar un frisbee por un aro situado a cierta distancia.
En la prueba sobre Pensamiento Computacional, “El algoritmo de riego”, el alumnado debía completar un circuito por parejas que tenían unidas la pierna izquierda de uno con la derecha del otro. Así conseguían las preguntas que debían responder interpretando un algoritmo para el riego automatizado de diferentes tipos de cultivos.
Para conseguir las preguntas de la prueba de Probabilidad, “Puntos limpios y Probabilidad”, el alumnado debía completar un circuito haciendo una carrera de sacos. Luego debían responder las cuestiones planteadas sobre los puntos limpios que hay en las Islas Canarias aplicando la Regla de Laplace.
En la prueba de Estadística, “Las estadísticas de las energías renovables en Canarias”, el alumnado debía derribar bolos con una pelota desde cierta distancia para conseguir las preguntas que tenían que resolver interpretando la información de gráficos estadísticos sobre la utilización de diferentes tipos de energías renovables en las islas.
Por su parte, la prueba “El Electrón” consistía en la búsqueda de información numérica sobre la primera central hidroeléctrica de Canarias, “El Electrón”, que permitió que Santa Cruz de La Palma fuera la sexta ciudad del mundo en tener alumbrado público, y que forma parte fundamental del patrimonio de La Palma. En este caso, la prueba de habilidad estaba relacionada con un deporte tradicional: la bola canaria. Se delimitó en el terrero un círculo en el cual el alumnado debía introducir una de las bolas desde cierta distancia.
En la prueba de Lógica, “Parques Nacionales en Canarias”, el alumnado debía encestar tiros libres para conseguir las pistas que permitían averiguar diferentes datos sobre los cuatro Parques Nacionales con que cuentan las Islas Canarias (superficie, fecha en que fueron declarados Parque Nacional y número de visitantes en 2022).
Finalmente, para conseguir las preguntas de la prueba de Aritmética, “La aritmética del reciclaje”, el alumnado debía completar un circuito por parejas colocadas de espaldas y con los brazos unidos. A continuación, debían resolver problemas aritméticos sobre los datos del reciclaje de diferentes tipos de residuos en Canarias.
Tras una reñida competición, 4º ESO A se alzó con el triunfo con 130 puntos, seguido por 1º Bachillerato B, con 115’5, y 1º Bachillerato A, con 111’5.
Desde el Departamento de Matemáticas valoramos muy positivamente la implicación de todos los grupos participantes, que vinieron vestidos con el color asignado para facilitar la diferenciación de las clases, y se organizaron de manera que cada uno pudiera aportar sus habilidades en la resolución de las diferentes pruebas, trabajando en equipo. Era fácil saber cuándo un grupo había completado una prueba por los gritos de alegría que sonaban por toda la cancha, como en un estadio de fútbol cuando el equipo local marca gol. Por último, queremos agradecer la colaboración prestada antes, durante y después de la gincana. Sin tantas manos sería imposible poder realizarla.
Agradecemos de manera especial al Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma el préstamo al centro de varios cenadores que proporcionaron una más que bienvenida sombra. Asimismo, queremos agradecer tanto al alumnado participante en la gincana que colaboró en las horas previas en la preparación de la cancha, como al profesorado que se implicó en diversas cuestiones: elaboración de carteles, propuesta de pruebas de habilidad, solicitud de los cenadores, colocación y recogida de los materiales precisos para realizar la gincana (cenadores, mesas, taburetes, carteles…), reportaje fotográfico, explicación y control de las pruebas…
Finalmente, nuestro agradecimiento para el alumnado de 2º Bachillerato que, con las clases ya finalizadas, vino al centro para ayudar a preparar la cancha y luego colaboró con la explicación y control de las pruebas de habilidad; así como para los exalumnos del centro que, concluidas las clases de sus respectivas carreras universitarias, pasaron una mañana de sus vacaciones en el centro dedicada a una gincana que ellos disfrutaron en su momento como alumnos y en la que ahora han querido participar como colaboradores.
¡Nos vemos en la próxima edición!
“El IES Luis Cobiella Cuevas es el ganador de Canarias en el apartado de Secundaria Premio Zinkers de Repsol ”
2º A de la ESO 2º B de la ESO
El IES Luis Cobiella Cuevas es el ganador del Primer Premio Zinkers de Repsol Canarias. ¡Enorme trabajo el de nuestros talentosos alumnos de Segundo de la ESO y del profesor de Tecnología Sergio Mejías!
Han participado en la creación de un programa de radio para concienciar sobre temas relacionados con la transición ecológica y la sostenibilidad.
Nuestros estudiantes se han convertido en verdaderos expertos en estos temas, compartiendo sus ideas innovadoras para mejorar el futuro de nuestro planeta. No solamente se premia al esfuerzo y a la creatividad de nuestros alumnos, sino también el compromiso de nuestro instituto con la educación ambiental y la formación de ciudadanos responsables y conscientes de su entorno.
El veinte de junio fuimos invitados a la Gala Zinkers en Madrid, lugar donde se anunció el ganador nacional. Fue un verdadero orgullo el hecho de representar a la Comunidad Autónoma de Canarias en este evento. Allí estaba nuestro compañero Sergio Mejías, con su incombustible jefe de Departamento: el siempre entrañable Rosendo.
Los centros educativos ganadores de Canarias han sido el Colegio Virgen del Mar, de Santa María del Mar, en la categoría de Primaria, y el Instituto Público Luis Cobiella Cuevas de Santa Cruz de la Palma, en Secundaria. Nuestro centro recibió un premio de 2.500 € para el desarrollo de un proyecto de innovación en nuestro centro y realizar una actividad relacionada con la transición energética con los alumnos ganadores.
Sergio Mejías Pérez, ha presentado y ganado en la categoría de Secundaria con un proyecto en el que han participado el 33% de los alumnos de 2º de la ESO. Cabe destacar el programa de radio "Energía y Sostenibilidad: Un viaje hacia un futuro verde en La Palma” centrado en las temáticas de modelo energético, huella ambiental, energía, movilidad sostenible y cambio climático.
Los estudiantes han demostrado todo lo que han aprendido sobre estas temáticas a través de la plataforma educativa digital Zinkers, referente en contenidos sobre energía, cambio climático, desarrollo sostenible y Agenda 2030.
Para la valoración de las candidaturas recibidas en esta 3ª edición de los Premios Zinkers, un comité de expertos en educación, pedagogía y sostenibilidad ha analizado los proyectos y manifiestos realizados por los alumnos de los centros, donde figuran compromisos, aprendizajes y acciones futuras para contribuir a un planeta más sostenible generando un impacto global positivo.
Nuestro instituto vuelve a ser premiado en el “Concurso Odisea”
Este curso, El IES Luis Cobiella Cuevas de Santa Cruz de La Palma obtuvo el tercer puesto a nivel regional, bajo la dirección de la profesora Amaia Labarga Hermenegildo. Fueron reconocidos por el trabajo: Irina Hosinsky Batista, Lucía Lorenzo González y Sergio Santana Fernández.
El tema de este curso 2023/24 era la “Alimentación en Grecia y Roma”. Felicidades a todos los institutos participantes de las islas y enhorabuena a los dos equipos palmeros premiados: IES Eusebio Barreto Lorenzo, equipo "El cerebro de Atenea" e IES Luis Cobiella Cuevas, equipo "Χαλεπός εστίν ο βίος".
Se siguen cosechando éxitos del legado que dejó el profesor Francisco Camacho, a quien también felicitamos y hacemos partícipe de este galardón.
Fotografía de Lapalmaahora.com
Éxito y milagro concedido a Checa, un curso más, por la maravillosa organización de la visita al Siam Park con cientos de estudiantes del IES Luis Cobiella Cuevas
El esperado viaje al Siam Park, que cada año despierta el interés de gran parte del alumnado de nuestro centro se hizo realidad. Alumnado, con edades que oscilan entre 12 y 17 años, se desplazó en barco hasta el Puerto de Los Cristianos, en una travesía apacible y sin sobresaltos. Se contó con la inestimable colaboración y participación del personal docente y no docente del instituto. El famoso parque acuático hizo disfrutar a jóvenes y adultos de una jornada inolvidable, entre toboganes de agua, piscinas interminables, playas artificiales y una exuberante vegetación.
El compañero Nacho, de Geografía e Historia, ha publicado el cuento El bosque sobre las olas
“Jorge Eulogio Hernández Rodríguez, nuestro presidente del AMPA”, entrevista de Daniela de Las Casas Pérez, 3ºA de la ESO
Este pasado jueves 6 de junio, en una extraña gris mañana para estas fechas, he tenido la oportunidad de realizarle una entrevista a nuestro querido presidente del AMPA, Jorge, el cual ayuda a que nuestro instituto mejore día a día gracias a su gran empeño por aumentar la calidad del centro. La entrevista se centra, como verán a continuación, en un problema que se ha estado sufriendo este curso con el Aula Enclave. Jorge nos explica lo que está sucediendo y cómo se está afrontando este problema. ¡Buenos días, don Jorge! ¿Cuánto tiempo lleva dedicándose a ser presidente del AMPA? ¿Le gustaría seguir ejerciendo esta labor el próximo curso?
La junta directiva, en la que estoy, comenzó hace cuatro cursos, con este. Cuando entré les propuse que lo hacía para hacer cosas; si no, no entraba, ya que es una cuestión más de utilidad que de gusto. Me quedan dos cursos más y no me importaría seguir siendo el presidente del AMPA, si acaso tiene una utilidad para conseguir alguno de los objetivos que nos marcamos; pero quiero aclarar que no es por motivo de ego ni de gusto, sino para poder decir “terminamos un proyecto”. Entonces es posible de que en los dos cursos que calculo yo que me quedan por aquí, podamos conseguir algo para tener ese carácter utilitario de estar ahí, en el AMPA.
Se ha comentado por el centro que han surgido algunos problemas con respecto al Aula Enclave, ¿qué es lo que está sucediendo?
Lo que está sucediendo es que desde la Consejería de Educación no se concibe que el alumnado del Aula Enclave tenga los mismos derechos que el resto del alumnado. ¡Esto es muy fuerte, pero es así! Lo que ha ocurrido es que en el curso pasado se han jubilado una maestra y un maestro del taller, poniendo en su lugar a cuidadores. Los llaman adjuntos de taller pero realmente no tienen el perfil ni la formación, prácticamente puede ser cualquiera. Esto es un despropósito grande, es como si a cualquier curso de la ESO se les jubila algún profesor de Matemáticas o Lengua y les ponen un cuidador al alumnado. Lo está haciendo la consejería como una falta de respeto para el alumnado de las Aulas Enclave y las familias.
¿Cree que sea un problema grave o fácil de llevar?
Para las familias está siendo muy difícil de llevar, en cambio el alumnado no se da cuenta del todo porque no se lo queremos transmitir; aunque sí se percatan ya que la formación que están recibiendo es menor. Hay que decir que las aulas en clave son unas unidades de formación distintas a la ESO ordinaria, con un currículum específico que se trata de hacer un tránsito a la vida adulta, donde el alumnado que está dentro de esa unidad de formación adquiera una educación que les permita incorporarse a la vida laboral. Entonces, si les forman, tienen más posibilidades de hacer ese tránsito, y si no les dan formación les están restando oportunidades, y eso es lo que les están haciendo. Además en este despropósito que están haciendo también se ve perjudicado el centro ya que baja en calidad.
Se ha tomado algún tipo de medidas para abordar este problema?
Nosotros no hemos dejado de trabajar. Yo me metí en el AMPA con el compromiso de que iba a trabajar por y para el centro, para mejorarlo en lo que hiciera falta. La lucha en la que nos habíamos metido al principio había sido para la mejora de las infraestructuras como las canchas que tenemos, ¡qué dan pena! Empezamos con ese trabajo hace cuatro cursos, logramos que por fin hubiera una asignación presupuestaria de cincuenta mil euros para redactar un proyecto. Cuando llega esta nueva consejería desaparece este dinero, eso ha ocasionado un retraso, un tirar a la basura y un desprecio de nuestro trabajo que desde la comunidad educativa del IES Luis Cobiella Cuevas había estado haciendo.
Hay algo que me gusta destacar: nosotros desde el AMPA hemos trabajado codo a codo con el equipo directivo. Nosotros entendemos que el AMPA tiene que ser un apoyo al equipo directivo del centro. Luego nos metimos en la lucha de las Aulas Enclave. En el curso antepasado nos enteramos justo antes de que se jubilaran los profesores del taller, que los sustituirían por cuidadores de la empresa privada, que no dependen del centro, es decir, son como personas extrañas al centro. Desde ahí empezamos con esa otra lucha con la consejería de educación, mientras gobernaba el anterior equipo de gobierno de la consejería, se logró que esos maestros se sustituyeran por dos personas de pedagogía terapéutica, cosa que es muchísimo menos mala que dos cuidadores. El problema viene que cuando empieza este curso, también empieza otra consejería nueva la cual prometió no meter la pata y lo hizo, no solo eso sino que también insisten y persisten en no ponernos los medios que nos corresponden aludiendo una norma que dice que tenemos lo que nos toca y no es así, porque la ley los contradice.
¿Quién puede solucionar este problema? Usted, como presidente del AMPA, ¿puede hacer algo al respecto?
Los que podemos hacer algo somos la comunidad educativa, por mucho cargo que yo tenga, no puedo hacer nada si no tengo la comunidad educativa detrás. Hace falta la concienciación de la comunidad, por eso comunicarse es tan importante y usar los medios de comunicación que, como dicen, son el cuarto poder porque si existen, transmiten la realidad y la gente lee y se informa, ven qué injusticias se están cometiendo, pues entonces podemos concitar fuerzas para poder tomar medidas, pero yo, como presidente del AMPA, no tengo absolutamente ningún poder, el poder que tengo es el de promover o buscar acuerdos. Por eso es tan importante que las personas luchemos y trabajemos día a día por un mundo mejor.
¿Qué opina sobre lo que está pasando?
La primera palabra que se me viene a la cabeza es crueldad, es una crueldad muy injusta. No se atreverían de hacerlo con la ESO ordinaria, van por el eslabón más débil. Creo que lo que están haciendo es una atrocidad y además están incumpliendo la ley, si la ley de educación se cumpliera igual que se cumplen por ejemplo las leyes de tráfico, no tendríamos este problema ya que se estaría cumpliendo. Ahora mismo estamos terminando de elaborar un documento para presentarlo en la Consejería de Educación y a ver si así se da cuenta. Ya no solo dentro de la federación del AMPA, sino que hemos convocado más gente. Vamos a ir con una propuesta con toda la sociedad que hemos podido sumar de toda Canarias. Lo que pasa es que estamos ante una consejería que no empatiza y nos está “castigando” por ser los que hemos salido en los medios de comunicación “dándole leña a la Consejería”. Personalmente yo no me lo creo y sé que hay otras soluciones y formas de hacer las cosas. La consejería se está portando muy mal con el IES Luis Cobiella Cuevas y está haciendo cosas sin tener en cuenta las familias, la conciliación familiar.
¿Te gustaría transmitir algún mensaje a las personas afectadas por este conflicto?
La gente afectada por este conflicto es la comunidad educativa. La inclusión de un Aula Enclave de calidad en este centro no es solo para el alumnado que pertenece a estas aulas, es algo que nos beneficia a todos, lo que pasa es que no se ha hecho la pedagogía que deberíamos haber realizado para que la gente lo aprecie. Un centro educativo, para que sea eficiente de verdad, tiene que ser una representación de la sociedad donde vivimos. El mensaje que me gustaría transmitir respecto a esto es que no vivimos en burbujas, es decir, vivimos en una sociedad diversa en la que tenemos que ser conscientes de que hay que convivir. Cualquier persona puede tener alguna discapacidad y eso no se elige. Las personas se tienen que implicar este mensaje. La pregunta que nos deberíamos de hacer todos es: “¿cuánto te has implicado en tu vida social? Porque no podemos ir solo yo a lo mío y tú a lo tuyo, tenemos que ir a lo nuestro, tener ese concepto de la vida de decir “tengo que apoyar”, “tengo que ayudar”, “tengo que enterarme”, “tengo que leer, hablar, comunicarme o intercambiar opiniones” porque si no vivimos en una burbuja donde nos creemos todo y vivimos creyéndonos mentiras lo cual no nos favorece.
Mientras comienzan a caer algunas gotas de lluvia en esta gris y extraña mañana para la época en la que estamos, Jorge nos propone que sería ideal convocar algún día de la semana a la puerta del instituto a todas las familias y alumnos, y decir que esa jornada no vamos a clase y sí a la Oficina Insular de Educación con pancartas hasta que pongan las cosas que merecemos tener, nuestro derecho a una educación de calidad, pudiendo así solucionar por fin los problemas en el menor tiempo posible. En conclusión, Jorge es una persona trabajadora, honrada y “cumplidora” que ha estado ejerciendo esta labor de presidente del AMPA, aguantando agotadoras situaciones como la que nos ocupa. Nos dice que la educación es lo que nos transforma; no es un gasto, sino una inversión, y es el mejor gasto de dinero que se puede hacer en una sociedad. Si tenemos eso en la cabeza, todo irá más rápido.
“Mi primera entrevista: Luis Castañeda, escritor”, por Valeria Benítez Hernández, 3ºA de la ESO
Luis Castañeda, Arucas, Gran Canaria, 1965. Periodista de formación, cursó Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció en distintos medios a lo largo del país, como Diario de Ávila, El ideal gallego oe n la revista Malpaís. En la isla de La Palma fundó y dirigió el semanario El Time y la revista La Palma Magazine. Obtuvo el premio regional de periodismo convocado con motivo del 500 aniversario de la fundación de la ciudad de Santa Cruz de La Palma. En 2020 resultó vencedor del Premio Literario Amazon Storyteller con la novela Cuando venga El Rey, concursando con más de 5.500 novelas procedentes de 55 países. Cuando venga El Rey, una obra de ambientación histórica, es su primera novela publicada. Con su segundo proyecto, Las chicas de las estrellas, un thriller policíaco con el volcán de Cumbre Vieja como telón de fondo, ha venido cosechando gran aceptación entre el público lector.
En cuanto a sus primeras experiencias literarias escritas, fue la de empezar a escribir pequeñas historias para una revista del instituto en el que estudió, Alonso Pérez Díaz. En esa época su familia apenas tenía dinero, y menos para comprar libros, por lo que frecuentemente visitaba una biblioteca pública. Sus primeras lecturas tocaron palos muy distintos: aventuras, misterio, ficción… y autores como Julio Verne. Hasta que se fue interesando por ejemplares sobre historias reales. Algunas de ellas se hallaban en su casa con pequeños reportajes que habían salido en prensa internacional traducida. Y, poco a poco, fue armando y llenando su pasión por contar historias, no dirigidas a la literatura de ficción, sino a lo que él, ya en esa edad, sabía lo que quería estudiar: periodismo. Por otro lado, Luis ha publicado un total de dos novelas y siempre han estado separadas en dos grandes mundos. La primera, Cuando Venga el Rey, es literatura de ficción y sigue los patrones de un realismo mágico. Parte de un hecho real que fue todo lo que se preparó en la capital de la isla, en 1906, cuando se anunció la visita del rey de España en ese entonces, Alfonso XIII. Sin embargo, la novela es pura invención con un estilo narrativo en el que todo es una exageración y metáfora, empezando por el subtítulo de la novela: Amor y muerte en una isla a la deriva. No obstante, su segunda novela, Las Chicas de Las Estrellas, es todo lo contrario: se trata de una narración totalmente escrita por un periodista, que es casi un reportaje, también ficciona, ya que trata de un o varios perturbados encargados de secuestrar a mujeres y momificarlas siguiendo ritos de los antiguos aborígenes. Pero todo esto con un estilo muy real y directo, sin metáforas, con diálogos y muchos datos. Fue escrita en la época de la erupción volcánica y surgió de un reto personal del autor.
Actualmente, está escribiendo un thriller con un misterio histórico que explota en el presente e implica a los personajes actuales. Dice que escribir una novela te exige mucho trabajo constante durante mucho tiempo, algo que siente que nunca le ha acompañado. Pone de ejemplo que escribir una, es como tener una piscina en tu jardín y tener que salir con un vaso de agua para ir llenándola, por lo que tienes que ir todos los días, vaso a vaso. Y esto fue todo un reto para él ya que llevaba muchos años como periodista escribiendo para periódicos y este cambio fue verdaderamente complicado. Algunos autores que le han influenciado a lo largo de su carrera han sido: por un lado, los enfocados a la ficción con escritores del “boom” latino americano como García Márquez, Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, creadores de lo que se llamó “realismo mágico”; y por otro lado, podemos hablar de la literatura realista o sucia con autores norteamericanos que componían un nuevo grupo llamado “el nuevo periodismo”, sobre 1960, como Thomas Wolfe, ellos recogían información real durante mucho tiempo y la introducían en sus libros, esto le apasionaba al poder saber que la historia era un hecho real. Como escritor canario ha encontrado “muchos y pocos” retos, especialmente por vivir en La Palma. Ya que piensa que no es lo mismo ser palmero a ser de una isla capitalina porque en ellas hay más lectores, autores, más instituciones, asociaciones de escritores y te arropan más. Aquí, el mayor de los retos es darte a conocer y tener visibilidad, puesto que, en la escritura, si ninguna persona te conoce no eres nadie. Afortunadamente, vivimos en el siglo XXI y existen plataformas como el Internet para difundir información.
Luis le da mucha importancia a Amazon ya que le ha abierto muchas puertas porque te permite publicar desde cualquier lugar un libro, y en cuestión de horas, ya te están leyendo desde cualquier parte del mundo, ya estás viendo ganancias, ya estás viendo quién te ha comprado y desde qué sitio, también recibes comentarios de los lectores y es muy interesante y distinto a como se hacía antes de esta revolución tecnológica. Piensa que si hubiera nacido en otra época no hubiera tenido tantas oportunidades como ahora. Ya que se tenía que luchar demasiado, sobre todo con las editoriales, debido a todos los problemas que han pasado con las editoriales decidió hacer él mismo su libro y maquetarlo, y que llevaba haciéndolo toda su vida para terceros, y así publicarlo en esta plataforma. Esta decisión le cambió la vida tras ganar el Premio Literario Amazon Storyteller con su primera novela, concursando con más de 5.500 novelas procedentes de 55 países. En conclusión, para él no ha sido un reto vivir en La Palma y ser escritor ya que ha sabido aprovechar las nuevas tecnologías, sin embargo, hay que tener mucha suerte.
Fuera de la escritura ha tenido otros hobbies tocando multitud de deportes como el ping pong, fútbol, baloncesto… ¡hasta llegó a ser campeón regional de ajedrez! Poco a poco, el ajedrez se fue metiendo en su vida hasta que llegó un momento en el que se dio cuenta que seguir subiendo de nivel y mejorar le quitaba demasiado tiempo, y decidió apartar este deporte. Sin embargo, en la actualidad, apenas tiene hobbies fuera de este ámbito, ya que cuenta con muy poco tiempo para realizar otro de sus pasatiempos descubiertos no hace muchos años: la escritura de ficción.
Luis Castañeda piensa que no es nadie para aconsejar a un aspirante a escritor, pero si estuviera cara a cara consigo mismo de joven se diría que fuese más osado, que se arriesgara más a probar cosas y que no tuviera miedos puesto que nunca se llegó a cuestionar el hecho de publicar un libro. También, que leyera mucho, y de diferentes géneros, ya que considera que ha leído poco y que sacara tiempo de donde fuera para hacerlo. Pero puntualiza que muchos escritores dicen que es condición necesaria leer muchos libros, no obstante él no está tan de acuerdo siempre y cuando tú hayas sentido, razonado y experimentado la vida. La lectura hace de sí mucho cuando ya eres escritor y te ayudas de otros grandes autores para poder responderte diversas preguntas. En conclusión, para un escritor de futuro le recomienda leer enfocándose en el “¿cómo?” y no en el “¿qué?” porque es mejor vivirlo uno mismo. Me ha parecido un regalo poder compartir esta entrevista con una persona tan importante para la escritura en La Palma. Debo añadir que mis tatarabuelos de Arucas y sus abuelos fueron las mismas personas, con lo que nos une un parentesco lejano. Muchas gracias Luis por tu predisposición, explicaciones y tu ilusión.
“Dani Montes: revolucionando el Futbol Base con Pasión y Visión”, por Diego Afonso Guzmán, 3º A de la ESO
Hoy nos encontramos en el Estadio Silvestre Carrillo, nos acompaña Dani Montes, un malagueño de 40 años, Guardia Civil de profesión y actualmente entrenador del equipo Infantil A del CD Mensajero. Su dedicación y amor por el fútbol lo han convertido en un referente en la formación de jóvenes talentos. Dani se ha destacado por su enfoque innovador en el entrenamiento, lo que ha llevado a su equipo a alcanzar el título de campeón de Liga.
Dani Montes: “Ser entrenador es como ser un guía: inspiras, enseñas y desarrollas a cada jugador, ayudándolos a alcanzar su máximo potencial tanto dentro como fuera del campo”
Dani, ¿puedes contarnos un poco sobre tu trayectoria en el mundo del fútbol y cómo llegaste a ser entrenador?
Mi trayectoria en el fútbol comienza desde muy pequeño, siempre con una pelota a mi alrededor. A los 12 o 13 años, di mis primeros pasos en el ámbito federado en un equipo de Málaga. Tras mi etapa juvenil, llegó el momento de tomar una decisión crucial: seguir persiguiendo mi pasión por el fútbol o unirme a la Guardia Civil, otra de mis grandes aspiraciones. Opté por esta última opción, ingresando en la academia de Madrid durante dos años. Posteriormente, regresé a Málaga por un año de destino, pero la vida me brindó una nueva oportunidad para seguir jugando al fútbol cuando fui destinado a La Palma. Así, pasé otros 17 años disfrutando de este deporte. Aunque mi trabajo y mi devoción por el Club U.D. Norte, donde permanecí durante 12 años, limitaron mi participación en categorías superiores. En cuanto a la decisión de convertirme en entrenador, fue cuando mi hijo comenzó a jugar al fútbol Observé que los monitores no transmitían los fundamentos que consideraba esenciales, y ese fue el impulso que me hizo embarcar en esta nueva faceta de mi carrera deportiva.
Hemos notado que tus métodos de entrenamiento son bastante innovadores. ¿Podrías hablarnos más sobre ellos?
Me alegra que lo menciones. Mis métodos combinan experiencia personal y ejercicios que he adaptado a las necesidades del equipo. Aunque parecen innovadores, muchos se basan en prácticas que yo mismo he experimentado. Uso las redes sociales para inspirarme y adaptar los entrenamientos según el rival y las condiciones del equipo.
¿Cómo manejas la motivación y el trabajo en equipo entre los jugadores?
La motivación y el trabajo en equipo son cruciales. Desde el primer día, trabajo para que los jugadores se vean como amigos que colaboran por el bien del equipo. La motivación varía según el estado de ánimo del equipo, pero siempre trato de tocarles la fibra sensible para que den lo mejor de sí mismos en cada partido.
¿Cuáles son tus aspiraciones para el futuro, tanto para ti como para el equipo?
Mis aspiraciones son seguir desarrollando al equipo y mantener la mentalidad de jugar buen fútbol. A corto plazo, estamos enfocados en el torneo TEIDE CUP, que será una prueba importante para nuestro nivel. Personalmente, me gustaría seguir entrenando equipos que aún tienen capacidad de aprendizaje, aunque no descarto aceptar propuestas interesantes en el futuro.
Dani Montes refleja la pasión y dedicación que tiene por el fútbol, tanto como jugador y ahora como entrenador. Su enfoque innovador y su gran capacidad para motivar y formar a jóvenes jugadores han hecho que su equipo logre resultados inesperados. Con su mirada puesta en el futuro, Dani continúa trabajando para formar no solo futbolistas, sino también personas con valores y disciplina. ¡Gracias Dani!
Este relato está dedicado a todas las que hoy no están, a las que han sufrido cualquier tipo de violencia, comentarios y actos machistas o acoso sexual; a las que lo han sufrido y lo han callado y a las que han tenido el valor de hablar, a las que han denunciado y han ignorado, a las que han tenido que ver a su amiga destrozada… Y a ti, hombre o mujer que lea esto, porque el amor no son golpes ni gritos; son actos de cariño, respeto y empatía. Porque un “sí” estando borracha o drogada no es motivo para aprovecharse de ti. Porque “no” es “no”. Porque no tenemos por qué aguantar miradas, silbidos o comentarios de hombres por la calle. Porque no tenemos por qué ver “fotopollas” si no las hemos pedido. Y porque tenemos que empezar a educar a nuestros hijos a no ser unos acosadores de mierda en vez de a nuestras hijas a no salir de casa solas. No somos el sexo débil, nunca lo hemos sido. Somos mujeres, igual de humanas y con los mismos derechos que tú, hombre machista.
PRÓLOGO
PRÓLOGO
Ojalá nunca vivas una noche que desees olvidar con todas tus fuerzas. Me tiembla todo el cuerpo. Tengo la constante sensación de que voy a vomitar o a desmayarme delante de toda esta gente.
-¡Tana!- Giré la cabeza hacia el largo pasillo de la comisaría y allí estaba ella. Diana es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, recuerdo verla sentada sola en el primer día de colegio. Teníamos 3 años. Me senté a su lado y, jugando con las muñecas y sin cruzar demasiadas palabras supe que sería mi mejor amiga para siempre. Tiene el pelo castaño y rizado, los ojos verdes y la piel algo morena, es alta y viste genial. Es la persona más empática, divertida, transparente y que se preocupa más por las personas que quiere que he conocido nunca.
-Hola- dije, con la voz temblorosa, fingiendo una sonrisa y con un nudo en el pecho como consecuencia de todo lo que había llorado y lo que me quedaba por llorar. Quise decirle que estaba bien, pero rompí en lágrimas y me fue imposible mentirle. -Estoy aquí, no estás sola ¿vale?, no estás sola-. La abracé con fuerza mientras mi corazón se aceleraba cada vez más e impregné el hombro de su sudadera gris de lágrimas. Justo en ese momento un hombre gordo, con pinta de divorciado y de unos cincuenta años pronunció mi nombre.
-Vamos, estoy contigo Tana. No vas a hacer esto sola.- Me dijo Diana.
Entramos a la sala de la que había salido aquél hombre y quise salir corriendo de allí. Tenía miedo y me sentía al borde de tener uno de esos ataques de ansiedad que te paran el corazón. Ahora las entendía.
Con dificultades conseguí dar mi testimonio. Sin embargo, la respuesta de aquél hombre fue una expresión de indiferencia en su rostro y unas palabras que me hundieron el alma más de lo que ya estaba.
- Cayetana, ¿qué llevaba usted puesto?, le preguntaron.
Diana ya no vivía en la misma ciudad que yo, sus padres perdieron el trabajo por la crisis y no podían permitirse pagar el alquiler de la casa que tenían aquí. Así que mi único impulso para llegar al viernes era coger un bus para ir a verla durante el finde. La vida en mi ciudad era un coñazo si no estaba ella.
Sonó el último timbre de la jornada en el instituto y salí corriendo a casa. No solía hacerlo, de hecho solía hacer cualquier cosa para estar un rato más fuera de casa. Mi padre había fallecido ya hacía tres años y mi madre siempre había sido una alcohólica que no se hacía cargo de sus hijos. Así que, cuando papá murió, me quedé prácticamente sola. Mi hermano mayor, Alejandro, se había ido a estudiar a Suecia hacía dos años y no había vuelto. Y no le culpo: al fin y al cabo, nuestra casa significaba de todo menos “casa”, pues era un infierno pasar allí dentro más de seis horas.
Mamá no estaba en casa, estaría en algún bar o sabe Dios dónde; pero no me importaba: comí con prisa lo primero que vi en la nevera y me dirigí a mi habitación para vestirme. Quedaban unos veinte minutos para irme cuando oí un golpe en la puerta.
- ¡Tana! Sé que estás ahí, joder. Ábreme la puerta, le decía yo. Su voz enclenque hacía notar que había bebido lo suficiente como para no poder andar dos calles sin caerse, pero eso en ella era normal. Me encogí un poco al notar algo de rabia en su voz. Me dirigí a la puerta y abrí, su cuerpo soltaba un hedor a alcohol que hasta mareaba. Se chocó conmigo al cruzar la puerta y se dirigió al sofá sin decirme nada, encendió la televisión y empezó a gritarle a Zapatero como si este pudiese escucharla a través del televisor. No le salían las “r” de la borrachera que llevaba encima.
Miré la hora en el móvil y fui a mi habitación a coger la mochila, crucé el pasillo y, justo cuando me disponía a abrir la puerta, escuché:
- ¿Y tú a dónde vas? Estás todo el día fuera. Te da igual tu madre, ¿verdad? Siempre soy yo la mala, ¿no? ¿Y tú nunca haces nada? Tú no te mueves de aquí, seguro que estás todo el día de fiesta en fiesta comiéndote al primer tío que se te cruza, ¡pedazo de puta!, rezongaba mi madre.
-¿Pero qué dices? Voy con Diana, como hago todos los findes. Lo sabes perfectamente.
-Me da igual con quien vayas, que te vas a quedar en casa, hostia. Vete a tu cuarto y deja de molestarme, respondí yo.
Me acerqué a ella y exploté.
-¡No soy ninguna puta, joder! ¡Y tú no eres nadie para darme órdenes porque siempre te has pasado por el forro que tienes dos hijos, alcohólica de mierda!
¡Cuando sepas ejercer el papel de madre podrás decirme a dónde voy o no voy!
Al segundo de terminar de hablar quise desaparecer. Mi madre se levantó del sofá y me dio un cachetón. No era la primera vez que lo hacía, pero nunca lo había hecho tan fuerte. Me caí, no sé si por el golpe o por el susto.
-¡Vete a tu puto cuarto antes de que te de una paliza, y no vuelvas a hablarle así a tu madre, malcriada!, exclamó mi madre.
Me levanté del suelo temblando, las lágrimas iban bajando por mi cuello. No dije nada y me fui a mi habitación. Quedaban unos cinco minutos para que llegase el bus, así que salí por la ventana en un impulso. Crucé el jardín sin que me viese mi madre y corrí hacia la parada. Me quedarían cinco metros cuando vi el bus pasar, grité e hice señas para que parase pero no funcionó. El chófer pasó de largo y me miró con una sonrisa burlona en la cara, le deseé todo el mal del mundo.
Dos horas y media más tarde llegué a la ciudad de Diana.
-¡Por fin!, ¿se puede saber dónde coño estabas?, me preguntó Diana. No quería hablar sobre lo ocurrido en casa, así que evité el tema.
-Tía, ¿qué champú usas? te brilla mucho el pelo hoy, y ese perfume… hueles genial, tía. ¿Alguna vez te he dicho lo buenísima que estás?, me volvió a preguntar Diana. -No me cameles, ¿dónde estabas?
-Quizás he perdido el bus. Lo siento, es que me quedé estudiando y se me pasó la hora, respondí yo.
-Bueno, vamos. Que te estás perdiendo otro capítulo de “tu novio es un gilipollas y tú no te das cuenta”, volvió a incidir Diana.
Suspiré y llegamos al parque donde siempre nos reuníamos con los amigos de Diana; allí estaban Esther, su novio y el grupo de amigos de este.
-¡Que me sueltes, Rubén!, gritaba Esther.
-¡Déjame hablar, hostia! ¡Nunca se te puede decir nada!, reclamaba Rubén.
-¡Pero que me estás haciendo daño, joder!, se quejaba Esther.
-¿Quieres soltarla, pedazo de imbécil?, le dije.
Rubén y Esther llevaban saliendo unos siete meses. Los tres primeros fueron preciosos, según ella, pero después todo empezó a torcerse. Él la trataba como el culo y ella le perdonaba una y otra vez. “Me ha dicho que va a cambiar”, “tú no sabes como es mi relación, ¿vale?” “lo quiero y él me quiere a mí, esa es su forma de demostrármelo”.
Esther me caía bien, estaba en el instituto de Diana y parecía buena chica. Pero estaba harta de decirle que eso no era amor, que Rubén era un posesivo y un maltratador de mierda. Más de una vez la habíamos visto con un ojo morado o con moretones en los brazos y, aunque ella se esmeraba en hacer creer que él no había sido, Diana y yo sabíamos perfectamente que se trataba de Rubén.
Los gritos ocasionaron las miradas de los otros grupos que había en el parque, lo que hizo avergonzarse a Rubén. Analizó las caras de todos los que le miraban, agachó la cabeza y se fue. Sus amigos fueron tras él.
-¿Hace falta que te digamos algo?, preguntó Diana.
-A la mierda, se acabó. Lo voy a dejar, respondió Esther.
-Eso dices cada vez que discutís y todavía estáis juntos, añadí yo.
Esther me miró de reojo y se fue. Intentamos ir tras ella pero solo conseguimos un “dejadme en paz, me voy a casa”.
La dejamos ir, en esas situaciones era mejor dejarla sola. Nos quedamos un rato hablando del tema y nos fuimos a casa de Diana.
Llegamos a su casa y saludé a sus padres. Román y Estela eran los padres que había soñado con tener toda mi vida, siempre me habían tratado como una hija más, y yo nunca tendría palabras para agradecérselo. Acompañé a Diana a coger el cargador de su móvil del salón y nos fuimos a su cuarto, dejé la mochila, nos cambiamos la ropa y nos tumbamos en la cama. Teníamos una confianza que daba miedo, así que prácticamente nos desnudábamos una frente a la otra cuando nos cambiábamos: no necesitábamos estar en diferentes habitaciones para eso.
-¿Vamos a hablar ya de que cumples dieciocho años en un mes?, pregunté.
-¡Ay, calla! No asimilo que ya podré ir a la cárcel, respondió ella mientras yo me reía.
-A mí me quedan unos cuantos meses todavía, tengo tiempo para mentalizarme, volvió a hablar ella.
Estuvimos un rato hablando cuando me sonó el móvil, lo encendí para ver quién era y, al ver lo que había tras los veintitrés mensajes de mamá amenazándome con no volverme a dejar entrar por haberme escapado, me salió una sonrisa. Era Alejandro.
-Hola peque, ¿qué haces este finde? Había pensado en ir esa semana a la ciudad, tengo ganas de verte. Y los chicos estarán en la ciudad esa semana, hace mucho que no les veo, me dijo Alejandro.
Aparté los ojos del móvil y vi a Diana sonriendo.
-¿Quién te tiene sonriendo así, eh? Preguntó Alejandro.
-Es Alejandro, viene el próximo finde, le respondí a Diana.
Diana esbozó una sonrisa y me obligó a decirle que estaría todo el finde con él y que estaba encantada de que viniese.
El resto del finde lo pasamos con los amigos de Diana. Íbamos al parque, fumábamos un poco (en realidad, bastante) y nos quedábamos hasta las tantas hablando con ellos. De vez en cuando hacían botellón en la playa y nosotras íbamos encantadas. Ese sábado fue uno de esos días. Sus amigos me caían bien, Diana lo sabía. Aún así, siempre me recordaba que la única amiga de verdad que tenía era yo. Y estaba segura de que no me mentía.
Me quedé el domingo hasta las 8:30 de la tarde y cogí el bus de regreso. Odiaba lo rápido que pasaba el tiempo cuando estabas con la gente que quieres: no quería volver a casa, me esperaba una paliza buena. Me dejé llevar por el miedo y le escribí a Miguel, uno de los pocos amigos que tenía en el instituto.
-Ey, ¿estás en casa?, le pregunté a Miguel.
-Sí, ¿por?
-¿Puedo quedarme hasta el viernes? He discutido con mi madre y no quiero ir a casa. Por favor, le pedí.
-Sí, claro. Ven. Aviso a mi madre y te preparo una cama, respondió Miguel.
-Gracias, eres el mejor, le dije yo.
Fui a casa de Miguel y me quedé hasta que Alejandro volvió el viernes. Iba al instituto con Miguel, era buen chico, pero estaba metido en drogas. No voy a negar que he probado algo de lo suyo, pero a veces gente con pinta de narco le amenazaba o le pegaba. Cuando me encontré con Alejandro, los dos lloramos de emoción al vernos: él se había hecho cargo de mí cuando papá murió. Y yo le quería más de lo que él podría imaginar.
Dimos una vuelta por la ciudad y volvimos a casa. No me libré de los gritos de mamá, pero Ale la hizo calmarse y que me dejase en paz. Le había extrañado como a nadie.
Mamá no estaba, Ale y yo estábamos en el salón. No hablamos, más bien disfrutábamos de la compañía del otro. Ale rompió el silencio:
-Mañana voy con los chicos a la disco, ¿te importa? Lo único que me importaba era poder entrar a esa discoteca siendo menor, Diana y yo lo habíamos hecho una vez, pero salió mal y nos prometimos volverlo a hacer antes de cumplir los dieciocho.
- No si me consigues una entrada, afirmé yo.
-Ni de coña, eres menor, me replicó él..
-¡Va Ale, que tengo diecisiete! Además, tú conoces al portero: dile que ya he cumplido los dieciocho, fijo que te cree.
Alejandro suspiró y se quedó un momento pensando.
-¡Vale, pero solo porque hace mucho que no te veo, me debes una…!, volvió a a hablar Alejandro.
-Bueno… dos, de hecho. Necesito otra entrada para Diana, exigí yo.
-¡Joder, vale; pero no la arméis: se me puede caer el pelo si os pasa algo y se enteran de que sois menores!, dijo preocupado Alejandro.
-Te lo juro. ¿Sabías que te amo, verdad?, le dije.
-Sí, anda. No me hagas arrepentirme, replicó él.
Le escribí a Diana diciéndole que había conseguido colarnos en una discoteca y casi la pude oír gritar de la emoción. Al día siguiente cogí el bus para ir hasta donde estaba la discoteca y me encontré con Diana, entramos y nos pedimos 3 rondas de chupitos.
Una hora después, con mucho alcohol acumulado en la vejiga y sin haber dejado de bailar desde que llegamos, le dije a Diana que iba al baño. Ella asintió y me dijo que iría con un chico que llevaba mirándola un rato. Busqué los baños con la mirada y me dirigí tambaleándome un poco por el efecto del alcohol.
Los baños estaban separados por sexos, pero estaban uno frente al otro. Entré a un cubículo e hice pis, sentí el mayor alivio de mi vida, aunque seguía bastante mareada. Al abrir de nuevo la puerta vi a un hombre apoyado en el lavamanos, alcé la vista y reconocí su rostro de inmediato: era Rubén.
-¿Qué haces tú por aquí? ¿No eres menor?, me preguntó.
Se iba acercando cada vez más a mí, no sabía qué hacer.
-No, ya he cumplido los dieciocho, mentí.
-Te noto tensa, en el parque parecías más segura. Cuando me llamaste imbécil, ¿te acuerdas?, me preguntó.
Llegó a la puerta del cubículo, estaba paralizada.
-Me tengo que ir, déjame pasar, le pedí.
-Pero si estamos hablando… No te vayas, añadió él con voz chula.
-¡Qué te quites, hostia!, le grité.
Traté de empujarlo, pero estaba bien agarrado a los bordes de la puerta y yo no tenía la fuerza suficiente; además de lo ebria que estaba.
-No me pongas las cosas difíciles, Tana.- Me decía todo con una sonrisa entre burlona y de satisfacción, estaba temblando.
-¡Que me dejes salir!.
Le pegué otro empujón que casi me hace caer y le di un puñetazo en el abdomen. Lo único que conseguí fue que me agarrase y me empujara contra la pared del cubículo, dándole la espalda.
-Quédate quieta, joder, en tono amenazante. Escuché la bragueta de sus pantalones bajarse y sentí su mano recorrer mi pierna; me levantó el vestido. Intenté gritar pero me tapó la boca con la otra mano, me iba el corazón a mil. No podía hacer nada, solo me quedaba cerrar los ojos y rezar porque todo pasase rápido.
Lo siguiente que recuerdo es llorar como nunca lo había hecho mientras él hacía de mí un títere que manejaba a su antojo. Le suplicaba una y otra vez que parase, pero no me hizo caso. Cuando estuvo satisfecho, me susurró al oído:
-Como cuentes algo de esto, te juro que te busco y te mato, te lo juro por Dios. Me dio un último empujón y me quedé tirada en el suelo, inmóvil. Estaba muy mareada, no sabía si por el alcohol o por la ansiedad tan grande que había pasado. Probablemente por ambas. Salí del baño temblando y caminando como el cuerpo me permitía, creí ver a Diana con un chico. Parecía divertirse, decidí dejar que su noche siguiese siendo como hasta el momento. Le escribí un mensaje diciéndole que me había ido a casa por el dolor de cabeza y que en algún momento la vería. Me crucé con Alejandro en la puerta de la salida y le puse la misma excusa, sorprendentemente me creyó y simplemente me ofreció llevarme en coche, pero le dije que no era necesario, que me iría con un amigo.
No había buses a esa hora; eran las tres y cuarto de la mañana;, así que me fui andando a casa. Tenía miedo, tenía interiorizado que ir por la calle de noche, sola y siendo mujer es muy peligroso; sin embargo, saqué el valor de algún lugar y estuve casi dos horas andando. Iba con la punta de la llave de casa entre mis dedos, cualquier ruido me alertaba y me hacía temblar más aún. Mi cabeza no podía dejar de pensar en lo que me había ocurrido aquella noche, aunque trataba de no hacerlo con todas mis fuerzas.
Llegué a casa, mamá estaba en el sofá dormida. Aún así decidí entrar por la ventana de mi cuarto para no hacer demasiado ruido. Entré y me tumbé en la cama, mi cuerpo no había temblado tanto nunca, ni siquiera cuando me subía mucha fiebre.
Pasé todo el domingo encerrada en mi habitación, no hacía más que llorar y dormir (o intentarlo). Mi cabeza no paraba de darle vueltas a aquello, por más que intentaba que no fuera así. Alejandro entró a mi habitación unas 8 veces a preguntarme qué me pasaba, yo siempre respondía lo mismo: “resaca, me duele la cabeza aún. Pero no te preocupes, Ale”. Estoy segura de que no me creía, pero decidió dejarme mi espacio.
En cuanto a Diana, me desperté el domingo con 46 mensajes en su chat: “¿estás bien?”, “tía, ¿por qué no me avisaste para irnos juntas?”, “¿ha pasado algo?”, “¿has llegado bien a casa?” y unas 15 llamadas perdidas. Decidí llamarla cuando vi los mensajes para decirle que estaba todo bien, tenía miedo de contarle lo que había pasado. Al final, yo estaba ebria y Rubén era el novio de Esther, me parecía lo más lógico del mundo que pensase que me lo había inventado. Además, no se me iba de la cabeza aquello de “si cuentas algo a alguien te juro que te busco y te mato” La semana en clase se me hizo lentísima, Miguel me veía apagada y trataba de animarme a la vez que me preguntaba si había pasado algo. Yo le decía que no y me esforzaba en fingir que estaba bien. Alejandro ya se había ido de vuelta a Suecia y mamá volvía a tratarme como siempre, pero no tenía fuerzas ni para prestar atención a lo que me decía. El miércoles de aquella semana vino una chica al instituto a darnos una charla sobre la violencia de género. Alicia. Era muy guapa, su pelo era rubio, sus ojos azules verdosos y su piel blanca como la nieve, su forma de hablar y su dulce voz te hacía prestar más atención a lo que nos decía. Nos dijo que la violencia de género no son solo cosas muy bruscas como las violaciones, los asesinatos o las agresiones, también son gritos, frases como “así no vas a salir, cámbiate” o “déjame ver tu móvil”, que te miren los pechos por la calle, que tu pareja te obligue y te chantajee para
para tener relaciones cuando tú no quieres, que tu esposo justifique una violación por el hecho de ser tu esposo… También nos dijo que una agresión sexual puede venir tanto de un desconocido como de tu amigo, tu padre, tu hermano, tu profesor… Y que muchas veces sufrimos estas cosas y no nos damos cuenta realmente, o nos sentimos culpables y no les damos importancia. Aquella charla fue a lo único que presté atención durante esa semana, sin dejar de darle vueltas a mi tan traumática experiencia. Para concluir la charla, Alicia nos dijo que si vivimos cualquier situación de agresión sexual era importante denunciarlo, y que no estábamos solas.
Llegó el viernes y fui a casa de Diana, como siempre. Me dijo que llevaba toda la semana dándole vueltas a lo de la discoteca, y que no me creía, dijo haberse hecho amiga de una chica a la que preguntó si me había visto y que le había dicho que me vio salir con el rimel corrido y temblando un poco. Me quedé en blanco.
-Mira, no sé qué te habrá dicho la chica esa, pero no me pasó nada. Tal vez me confundió con otra persona, le recriminé a Diana.
Diana me miró con pena en el rostro y eso, por alguna razón, me dio entre rabia y vergüenza.
-Tana, ¿sabes que estoy aquí para lo que sea, no? Y que no importa lo que sea, voy a estar a tu lado.
-Sí, lo sé. Te quiero, le dije.
Diana suspiró y me dio un beso en la frente.
El día siguiente era el cumpleaños de Estela e iban a hacer algo en casa de Diana con los amigos de sus padres y me pidió que me quedase con ella si no quería que se muriese de aburrimiento. Me reí y acepté: con ella daba igual el plan, siempre sería especial.
-¿Qué tal en el instituto? ¿Sigues sobreviviendo sin tu persona favorita?, me preguntó Diana. Me reí. Estábamos en la parte de atrás del jardín de Diana, fumando un poco mientras hablábamos de nuestras vidas. Los padres de Diana habían invitado a bastante gente, así que estuvimos un rato con ellos y luego nos apartamos un poco.
-Pues sí, no puedo decir que me va genial pero voy tirando. Aún me queda Miguel, me he hecho amiga de su grupito. Salimos por ahí de vez en cuando, le dije a Diana.
-¿Miguel? ¿A ese no le gustabas?, preguntó Diana.
-¡Pero qué dices tía, somos amigos! Además, nunca me ha demostrado nada raro, respondí yo.
-Bueno, solo te digo lo que me han hecho llegar, añadió Diana.
-¡Qué va tía, lo dudo mucho!, trataba de terminar con ese tema yo. Diana dio una calada al cigarrillo y cambió de tema, mientras yo me quedé pensándolo un poco. Acabó la fiesta y Diana y yo ayudamos a recoger todo y a despedir a los invitados. Eran las diez y media de la noche.
-Tía, ¿y si salimos de fiesta?, propuso Diana. Me paralicé y volvió a mi cabeza lo ocurrido en aquel baño de la discoteca. Me puse nerviosa, intenté aparentar normalidad.
-Ya salimos el finde pasado, no me apetece mucho, la verdad. ¿Te importa si vamos otro día? Además, no me he traído ropa para salir de fiesta, respondí.
-No pasa nada, era solo una idea. ¿Vemos una peli?, sugirió Diana.
-Vale, te quiero mucho ¿lo sabías?, repliqué yo
-Yo más, insistía Diana..
Nos quedamos dormidas a mitad de película. El domingo hicimos tortitas para desayunar y nos quedamos en su habitación viendo una serie hasta que me tuve que ir a coger el bus de vuelta a casa.
Terminé por olvidar lo que me había dicho Diana sobre Miguel. Al día siguiente todo estaba normal con él. De hecho, me invitó a su casa. Me dijo que tenía que decirme algo importante y yo pensé que estaría relacionado con el instituto. Acepté la invitación como un plan normal y fui a su casa.
Estábamos en su cuarto, se me acercó un poco y me confirmó lo que yo había negado:
-Oye, quería decirte algo desde hace tiempo… No sé como te lo tomarás, dudaba Miguel. Me extrañé y recé para que no fuera lo que yo pensaba, a firmó . -Dime, dije yo.
-Bueno, me gustas muchísimo. De verdad. Llevo enganchado de ti desde hace como dos años, eres la chica más guapa que he visto nunca, se declaró Miguel. Me quedé mirándolo un momento, necesitaba pensar lo que iba a decir. Pero antes de poder decir palabra Miguel acercó sus labios a los míos. Me aparté.
-Lo siento, no puedo hacer esto ahora, Miguel, le dije.
Se me saltaron las lágrimas y Miguel mostró vergüenza en su rostro.
-¿He hecho algo mal?, me preguntó.
- ¡No… no eres tú. Yo…!
No pude seguir, tenía un nudo en la garganta. Volví a recordar aquella noche.
- Es que no sé, llevas rara desde el finde pasado. ¿Segura que estás bien?, me volvió a preguntar.
Por alguna razón me sentí con la necesidad de contarle todo, quizás solo necesitaba desahogarme. Aún no entiendo por qué no sentí primero eso con Diana. Traté de tranquilizarme un poco y respiré profundo un par de veces.
-Prométeme que no vas a decirle nada a nadie, por favor, le dije entre sollozos.
-¡No, te lo juro!, aseguró Miguel.
Cogí aire de nuevo, replanteándome si decírselo o no. Y finalmente hablé:
-El sábado pasado salí a una discoteca con Diana. Había bebido mucho y necesitaba hacer pis, así que fui al baño. Cuando terminé abrí la puerta y vi al novio de una amiga de Diana. Se empezó a acercar a mí sin dejarme salir del cubículo. Yo le dije que me dejase salir como cinco veces, aunque no me hacía caso. Le di un empujón y me agarró, me empujó contra la pared y me violó.
El rostro de Miguel cambió por completo: tenía una expresión de asco. Pensé que serían cosas mías y seguí:
- Le pedí que parase mil veces, pero no me escuchó. Estaba temblando, Miguel. No podía hacer nada para evitar que me violase. Y encima estaba muy borracha y apenas tenía control sobre mi cuerpo.
Iba a seguir con mi relato cuando Miguel me cortó:
-Tana, yo realmente quería tener algo serio e íntimo contigo como una pareja normal. Pensaba que eras virgen, pero que te haya tocado otro hombre es… no sé. Me da asco. Lo miré con una expresión de incredulidad en mi rostro, no daba crédito. Se me volvieron a saltar las lágrimas.
-Me has oído bien, ¿no? Ha sido una puta violación, Miguel. Me han hecho de todo sin mi consentimiento y estando borracha. Se suponía que eras mi amigo, te he contado esto porque pensé
que me entenderías y me apoyarías.- Rompí a llorar con la última frase-Lo siento, pero es que ya no puedo verte como antes. No te veo como la chica que me gustaba, dijo de forma ingenua Miguel.
Yo estaba ardiendo de rabia, intenté dejar de llorar de la impotencia porque necesitaba responder. Me tomé unos segundos para calmarme y hablé:
-Miguel, eres un puto amigo de mierda, una persona de mierda y un machista de mierda. ¿Te has parado a pensar si yo siento algo por ti antes de decir eso de “quería tener algo serio e íntimo contigo como una pareja normal”?, sólo me quieres si soy virgen, ¿no? si no me ha tocado nadie más que tú. De verdad, pensé que eras otro tipo de persona, pero lo que eres es un imbécil de mierda.
Dije esto último mientras recogía mis cosas para irme. Miguel trató de pararme, pero no le dejé:
-Ni se te ocurra hablarme y menos ponerme una puta mano encima, me voy a casa. No vuelvas a buscarme en tu puta vida, le recriminé.
Me fui de la habitación dando un portazo, crucé el salón y su madre me preguntó qué había pasado. Sin dejar de andar hacia la salida dije:
-Que tu hijo es un egoísta de mierda, eso ha pasado, le dije de forma grosera a su madre. Me fui a casa y no dejé de llorar hasta que me quedé dormida. Esa noche tuve un sueño horrible, probablemente por el cúmulo de emociones que había sentido en tan poco tiempo. Soñaba que estaba en un lugar oscuro, en el que solo veía una puerta.
Me daba miedo pero sentía curiosidad por saber qué había tras ella, así que me acerqué y la abrí. Automáticamente aparecí de nuevo en el baño de la discoteca, con Rubén detrás de mí y yo suplicándole que parase. El momento de la violación pasó rápido, lo siguiente que recuerdo del sueño es salir del baño llorando y ver las caras de toda la gente que había en la discoteca mirándome con asco y desprecio. Me desperté de un salto, sudando y con la respiración agitada.
Pasaban los días. Miguel me había escrito ochocientos mil mensajes. No le había respondido ninguno, de hecho, terminé bloqueando su número. Me lo cruzaba por los pasillos del instituto y él me miraba intentando que yo hiciese lo mismo; sin embargo, yo simplemente desviaba la mirada y me iba. Seguía sin asimilar lo hijo de puta que había sido la persona a la que consideraba buen amigo.
Lo que pasó la mañana del viernes de aquella semana me destrozó y me aterrorizó a la vez. Estaba en clase de Filosofía cuando me llegó al móvil un mensaje de un número desconocido:
-Te dije que no dijeras nada, pedazo de puta.
A ese mensaje le seguía un vídeo mío de espaldas: me había grabado mientras me violaba. Se veía todo. Le había quitado el sonido, por lo que mis súplicas y mis llantos no se escuchaban. No parecía una violación.
-Atrévete a contárselo a alguien más o a denunciarme y este vídeo lo va a ver todo Dios. Y ya me encargaré de que tu amiguito no se vaya más de la lengua.
Temblé, un sudor frío me recorría todo el cuerpo. Me empecé a marear y le pedí al profesor ir al baño. Fui corriendo y vomité. Me dio un ataque de ansiedad, no sabía qué hacer.
Salí del baño después de casi una hora y pedí a la directora que me dejara irme ya.
Los de Segundo de Bachillerato teníamos permitido irnos sin que nos viniera a buscar un familiar, así que me dejó salir de allí e irme a casa.
Estaba desesperada, porque si Rubén publicaba ese vídeo, no tendría forma de decir que había sido una violación: yo no tenía pruebas. Además, ya no me quedaba nadie, solo Diana. Al recordar esto último mi desesperación me llevó al bus que iba a su ciudad. Le dije que necesitaba hablar con ella y ella me escuchó y me dijo que no había problema, que ella estaba para mí siempre. Tenía miedo de perderla a ella también, aunque ya no sabía qué hacer.
Una hora y media después me presenté en su casa, me recibió su madre. Le pregunté dónde estaba Diana y me dijo que pasase a su cuarto. En cuanto me vio se levantó de la cama de un salto y me abrazó.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?, me preguntó Diana.
Rompí a llorar y me abrazó más fuerte.
-Todo va a estar bien, Tana; te lo prometo.
Algo que me encantaba de Diana era que nunca me presionaba para contarle las cosas. Me daba mi tiempo y mi espacio, y cuando me decidía a contárselo, me escuchaba con muchísima atención y me aconsejaba mejor que nadie. Me llevó hacia la cama y nos sentamos, no dejando de abrazarme en ningún momento. Me secó las lágrimas unas cuantas veces y, cuando conseguí calmarme, respiré hondo, le conté todo y le enseñé el vídeo que me había enviado Rubén.
-Sé que quizá es difícil de creer porque Rubén es el novio de Esther y Miguel siempre ha sido buen chico, pero te juro que no estoy mintiendo, te lo prometo, le aclaré a Diana.
Volví a sollozar un poco.
-Claro que te creo, Tana. Creería cualquier cosa proveniente de ti con los ojos cerrados. Pero tienes que denunciar esto. Negué con la cabeza y me eché a llorar más fuerte.
-Sé que da miedo, más con las amenazas de Rubén y el vídeo. Pero te prometo que todo saldrá bien. Le pediremos a la policía que no haga saber a nadie nada sobre la denuncia hasta que arresten a Rubén, me animaba Diana.
-¡Eso no funciona así, Di! Rubén se va a enterar de una manera u otra, y la policía tendrá que intervenir si denuncio, le repliqué.
-Tana, por favor, tienes que denunciar. Te han violado, estando borracha y siendo menor. Por favor, te acompañaré en todo el proceso: no estás sola.
La miré durante unos segundos con los ojos hinchados de tanto llorar y ojeras de lo poco que había dormido esos días.
-Tengo miedo.- Diana soltó una lágrima que se limpió de inmediato y me volvió a abrazar.
- Lo sé, lo sé. Vamos a tomarnos un par de días para ver las cosas más claras, ¿sí? Pero no te quedes callada, por favor.
Pegué la cara contra su hombro y volví a llorar. Diana me consoló hasta que me calmé un poco y me quedé dormida por el cansancio mental que me había traído toda esta situación, aunque ella se quedó toda la noche dándole vueltas al tema.
Al día siguiente desayunamos, consiguió animarme y hacerme reír. Era la mejor persona del universo. Pasadas unas horas del almuerzo, me agarró la mano y me dijo:
- Le he estado dando vueltas al tema, y tenemos pruebas para denunciarle. Puede que el vídeo no tenga sonido, pero los mensajes amenazadores sí que están, y bien visibles.
La miré unos segundos, analizando lo que me acababa de decir.
-Es verdad pero, ¿y si se entera de que he denunciado y publica el vídeo? No sé qué hacer, de verdad, le dije aterrada.
-¿Tiene pruebas que confirmen que esa eres tú? Porque yo en ese vídeo solo veo un culo, una polla y la mitad de la espalda de alguien, no veo caras, razonó Diana. Me quedé en silencio, tenía razón. Pero seguía teniendo miedo, mucho miedo.
-Tana, por favor. Si no lo haces por ti hazlo por las que también han callado. Esto es importante.Suspiré y unos pocos segundos después tomé una decisión:
-No me dejes sola en ningún momento, por favor.
Diana esbozó una sonrisa de orgullo y se le cristalizaron los ojos.
-Te lo prometo...
El lunes 8 de noviembre fui a denunciar mi violación. Estaba sentada en un banco de la comisaría esperando mi turno. Tenía muchísimo miedo, estaba arrepentida y quería volver a casa. Justo cuando empecé a replantearme hacer esto último oí la voz de Diana:
-¡Tana!
Miré hacia el pasillo y la vi correr hacia mí. Se sentó a mi lado y volvió a recordarme que no estaba sola en esto y que todo saldría bien.
Unos diez minutos más tarde un policía pronunció mi nombre y me dio paso a la sala.
-Y bien, ¿qué necesita?
Suspiré para calmar mis nervios, Diana no me había soltado la mano desde que llegó.
-Quiero poner una denuncia por violación.
El hombre me pidió que diera mi testimonio y, dudando a veces por el miedo, le terminé contando todo. También le enseñé los mensajes y el vídeo. Cuando terminé de hablar, el policía siguió con la misma cara de indiferencia con la que había estado durante todo el proceso y dijo:
-Cayetana, ¿qué llevaba usted puesto?
- Diana no me dejó responder, tomó ella la palabra y dijo:
-¿Y eso qué cojones importa? ¡Qué la han violado, joder!
El oficial la miró con descaro y respondió:
-Pues importa porque las mujeres soléis ir de fiesta con el escote más grande que encontráis. Y eso es una provocación para los hombres. De todas maneras, no podemos hacer nada, tendría usted que ir ante un juez.
Rompí a llorar de nuevo. Diana dio un golpe en la mesa y le dijo todas las barbaridades que se le pasaron por la cabeza. La agarré de la mano y, con la voz rota y los ojos hinchados, dije:
-Vámonos, aquí no tenemos nada que hacer.
Falté esa semana a clases, me quedé en la ciudad de Diana. La necesitaba más que nunca. Ahora sí que no sabía qué hacer.
La noche de ese lunes estábamos viendo una serie. Ninguna de las dos estaba prestando atención, no podíamos dejar de pensar en todo lo que me había ocurrido y lo poco que me habían ayudado. De repente, un golpe en la puerta rompió el silencio.
-Es la una y media: ¿quién está aquí a estas horas?
Alcé los hombros como respuesta y Diana se levantó a abrir la puerta. Era Esther. Tenía un ojo morado y el labio sangrando. Rubén le había vuelto a pegar. Diana se quedó paralizada. Esther sollozó.
-Me pega, me pega una y otra vez y luego me pide disculpas; aún así, lo vuelve a hacer. Me duele mucho el labio, narró Esther. Esther abrazó a Diana y lloró como nunca había visto llorar a alguien. Enseguida me levanté del sofá y la abracé junto a Diana. Me prometí que iba a hacer algo para parar a ese hijo de puta.
Diana y yo llevamos a Esther al hospital, pues Rubén le había partido el labio y necesitaba puntos. Nos pidió que no contáramos que su novio le había pegado, así que le dijimos al médico que se había tropezado y se había dado en el labio con la esquina de una mesa. Cuando la llevamos de vuelta a casa le contamos lo que su novio me había hecho a mí y eso la destrozó aún más.
Los siguientes días le di vueltas a qué podía a hacer para enseñarle al mundo quién era realmente Rubén. Si la policía no me ayudaba, lo haría yo misma. Pensé mil cosas, entre ellas cargármelo, por muy demente que suene. Pero al final me vino a la cabeza la idea de crearme una cuenta de Instagram y subir la captura de pantalla de los mensajes que me había enviado. También se me ocurrió sacarle una foto al labio y el ojo de Esther. Le compartí mi idea y me dijo que no quería que se supiese que ella era una de las víctimas, así que sacamos las fotos únicamente de esas partes de su rostro. Yo seguía teniendo miedo, pero la rabia y la impotencia podían más y me impulsaban a hacerlo. Muchas veces dudé y me planteé dejarlo, aunque siempre volvía a convencerme de que esto era necesario.
Terminé el post con una foto de Rubén, puse su nombre y la ciudad en la que vivía. Bajo la publicación, puse un texto explicando lo que nos había hecho a ambas de manera anónima y, de nuevo, el nombre de Rubén. Terminé el texto pidiendo la máxima difusión posible, pues la policía no me había ayudado.
Seguí el hilo de la red social por mi cuenta normal y subí a mis historias el post pidiendo difusión. No pensé que llegaría a tantas personas, pero cada vez que miraba historias, el noventa por ciento eran sobre mi post. Estaba cambiando las cosas.
Al día siguiente el número desconocido volvió a escribirme:
-Te advertí. Todo el mundo va a ver ese puto vídeo.
Se me revolvió el estómago, pero recordé lo que me dijo Diana y respondí:
-No puedes probar que soy yo la del vídeo; no sale mi cara en ningún momento. Rubén tardó en responderme.
-Eres una puta de mierda, te voy a matar. Te lo juro por mi madre.
- Le enseñé el mensaje a Diana, me dijo que le ignorara. Que era demasiado cobarde como para hacer aquello y que, con el alcance que había obtenido mi post, en poco tiempo las autoridades nos harían caso.
¡Y así fue! La publicación llegó a más de cien mil personas y las autoridades me citaron para un dieciocho de noviembre en la comisaría, tras hablarme por Mensaje Directo en la cuenta del post para que les confesara mi identidad. Lo había conseguido, Rubén iba a ir a prisión.
El diecisiete de noviembre, a las once y media de la noche, Rubén se presentó en mi casa mientras dormía y me apuñaló.
Diana y Esther se enteraron a la mañana siguiente de lo que había pasado. Mi madre se había encontrado con mi cadáver y lo único que se le ocurrió fue llamar a Diana. Tras mucho llorar y llamar a la policía, Esther decidió ir en mi lugar a la comisaría. Contó todo y las huellas que había en mi habitación correspondían con las de Rubén. Esta vez sí nos creyeron. La creyeron. A Rubén le cayeron veintitrés años de cárcel por homicidio, violación, acoso cibernético y por haber grabado a una menor sin su consentimiento. A Diana le cayeron cinco años de depresión. Solo nos escuchan si hay sangre de por medio. Por desgracia, historias como estas ocurren a montones por todo el mundo. No son historias con final feliz, solo un 1% de ellas lo son. Esta historia pretende dar voz a todas. A las que ya no están, a las que sí pero no pueden hablar, a las que sufren que su amiga sea una víctima y no saben cómo ayudarla y a las que han pasado por todo el proceso; víctimas o acompañantes. Somos el grito de las que ya no están.
Sexo sentido, Wolfga
Querido diario:
Desde que nací tengo un extraño don o habilidad, un sexto sentido, el cual he descubierto hace relativamente poco; si un ser querido mío fallece - o lo hace una mascota a la que le tengo mucho cariño o afecto - tengo la habilidad de poder verlo cuando estoy sola y poder hablar con él o ella. ¡Eso sí, tienen que pasar diez minutos como mínimo desde mi última vista para hacer otra!
¿Cómo sé esto? Es una historia larga: un día, mi padre entró llamando al 112 por un aparente “accidente”: el coche de mi abuela materna estaba en llamas.
En ese mismo momento, comencé a llorar y fue ahí, en unos segundos, cuando logré ver a mi difunto abuelo materno diciéndome:
- Ya he cumplido mi deber...adiós.
¡No te vayas, abuelo!, repliqué yo.
Años después, logré ver a mi difunto abuelo paterno encima de la casa del vecino de abajo: me dijo lo mismo que el anterior y yo le di la misma respuesta. Hasta la fecha, solamente he tenido dos vistas y me siento genial...
Un tranquilo día de octubre en el que Matías está aburrido, llama a su hermano Carlos. Los dos son reyes, aunque cada uno de un lugar diferente. Sus dos países están pegados el uno con el otro.
Ellos dos no fueron elegidos, solamente hizo falta que fueran “hijos de” para llegar al poder. Ni siquiera dieron argumentos para convencer a la población de que ellos eran buenos gobernantes; sencillamente no les hizo falta: aquel lugar les “pertenecía”.
Carlos en seguida se presentó en la mansión de su hermano, debido a la proximidad de los países. Él también se encontraba muy aburrido, por lo que aceptó sin pensar la proposición de Matías: armarían una guerra.
Lo que de pequeños había comenzado como un juego de ajedrez, en el que apostaban algunos de sus juguetes, ahora se había convertido en una guerra. Para ellos, los reyes, solo era un juego, en cambio, para los peones era una masacre: solo podían moverse una casilla hacia delante, mientras que los alfiles, caballos y torres les persiguen hasta matarlos. Pero aunque lo parezca, estos tampoco eran afortunados, solo eran mandados por Matías y Carlos, que los manejaban como si fueran armas y sus muertes a manos del equipo rival se las traía sin cuidado, siempre que por ello no perdieran la partida.
Entre los peones, se encontraba la gente más normal e inofensiva: niños, caballos de guerra, madres, padres, jóvenes, ciudadanos, etc. Todos estos, tenían que aguantar los discursos de sus gobernantes que les decían que la guerra la había comenzado el otro hermano, esto iba seguido de un montón de razones que ellos consideraban muy importantes, por lo que según ellos, merecía la pena la guerra.
Esas razones no eran más valiosas que los juguetes que apostaban entre ellos cuando eran pequeños. La diferencia es que tenían otros nombres: tierras, combustible, oro, etc.
Mientras los peones y demás fichas del tablero luchaban por sobrevivir a la guerra creada por los reyes. Los dos hermanos o los dos reyes, como queráis llamarlos, quedaban en sus lujosas mansiones para ver el “espectáculo” desde la tele o incluso desde la ventana. A veces, invitaban a sus amigos y mientras comían palomitas, sus compañeros también apostaban por un hermano u otro. Sus amigos no eran gente normal, también eran reyes de otros tableros .
Después de tres años en guerra, Carlos y Matías se habían cansado del juego, así que decidieron animarlo con la reina, esta en realidad era una bomba atómica.
La partida duró hasta que los dos hermanos se cansaron, entonces decidieron jugar contra sus amigos y así sucesivamente hasta la actualidad.