María Auxiliadora Camino a Lonquén

de un sistema manual a la precisión tecnológica

equipo producción, mantenimiento y matricería

Entendiendo la magnitud del proyecto, la transición de una planta a otra fue muy planificada y paulatina. Tras la adquisición del terreno a mediados de la década anterior, solo en el año 2000 se levantó el primer galpón productivo y llegó la primera máquina grande, una extrusora. Por algunos años, inyección siguió operando en la planta antigua. Recién en 2005 se construyeron las oficinas, a fines de ese año se abordó el traslado final a Lonquén. Así, en 2006 se completaría el traslado y la sede de María Auxiliadora cerraría sus puertas después de dos décadas. La posterior adquisición de terrenos adyacentes en Camino a Lonquén agregaron 30.000 metros cuadrados para futuras ampliaciones.

Hoffens iniciaba una siguiente etapa de modernización y crecimiento. A esas alturas, hacía tiempo que ya era una empresa certificada por CESMEC (1988), con equipos de trabajo cada vez mejor conformados y sistemas de control que incluían un Laboratorio de calidad. Sin embargo, los futuros desafíos y las posibilidades de expansión que abría la nueva planta demandaban operaciones cada vez más complejas. Planificaciones mucho más precisas, mediciones de eficiencia y nuevas áreas de negocio se integraron al esquema de la organización, junto a profesionales y técnicos formados con todo lo necesario para que la empresa alcanzara uno de sus hitos más importantes: la certificación ISO 9001:2015 de su proceso productivo, conseguida en 2016 y renovada en 2023. Con ello, las metodologías de trabajo se unificaron, dando una estabilidad inédita a las operaciones de la planta. •

La garantía de Hoffens reside en las certificaciones de sus productos, primero con CESMEC en 1988, y luego con ISO 9001:2015 en el año 2016. Ambas se han posicionado como hitos para los equipos de trabajo, que han visto los resultados positivos de estas metodologías.

Rea Matricer A

“He tenido la fortuna de visitar la planta Hoffens unas tres o cuatro veces en el transcurso de la última década con Weld-On. Me di cuenta de primera mano de la gran visión que lleva el grupo, para un futuro aún más brillante. Su infraestructura, control de calidad y el alto conocimiento de las necesidades del consumidor dan una clara imagen de lo bien que hace tener una marca como Hoffens para las necesidades de Chile”.