el ciclo de las materias primas

Cada fórmula utilizada ha sido minuciosamente analizada y calibrada por el área de control del Laboratorio de calidad, cuyos expertos sugieren la receta perfecta para aprovechar de la mejor forma la materia prima virgen, los compuestos y los aditivos despachados por proveedores estratégicos en todo el mundo.

Muchos años han transcurrido desde que los procesos de inyección comenzaban con un operario trepado arriba de la máquina, cargando los sacos de resina. Las máquinas inyectoras tenían una escalera por donde subir con el saco a cuestas y volcarlo adentro de la tolva para alimentar la máquina.

Hoy la alimentación de las máquinas –controlada desde una central de monitoreo– proviene desde los silos de acopio gracias a ductos de succión por vacío.

Las líneas de extrusión requieren una cantidad mucho mayor de materia prima que la inyección, debido al tamaño de las piezas que se fabrican. Una vez cargada la máquina correspondiente, el material es calentado hasta su punto de fusión y luego es enfriado por agua mientras la máquina le da forma, diámetro y las terminaciones al tubo extruido.

El corte de cada sección se realiza mientras el tubo no se ha enfriado totalmente, pues es necesario tornear el acabado de sus extremos de acuerdo a la función que vaya a cumplir.

A medida que la máquina libera los tubos terminados, estos se acopian en racks que los conducen a los patios de almacenamiento, donde volverán a ser inspeccionados por personas a cargo de los controles de calidad finales. •