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Hay momentos en la vida en los que una verdad simple, pero poderosa, se revela con claridad: liderar empieza por dentro. No es un gesto grandioso ni un título, sino la decisión diaria de reconocer nuestro valor, honrar nuestra historia y elegir, con firmeza y ternura, quiénes queremos ser.
En esta edición celebramos ese liderazgo que nace del autoconocimiento, que se construye con la valentía de mirarse, perdonarse y renacer. Un liderazgo que florece cuando comprendemos que la autoestima no es un accesorio, sino el activo invisible que sostiene cada uno de nuestros pasos, decisiones y sueños.
También celebramos la fuerza que emerge cuando una mujer se detiene para escucharse, cuando la consciencia se convierte en estrategia, cuando descubre que la innovación no solo está en las grandes ideas, sino en la manera en que se cuida, se respeta y se permite transformar su mundo interior.
A lo largo de estas páginas encontrarás miradas distintas, todas unidas por un mismo hilo: la evolución. La que se vive al reconciliarnos con nuestra esencia, al permitirnos cerrar ciclos, al abrir el corazón a nuevas formas de maternar, acompañar y crear redes que sostienen. La evolución que surge al comprender que la alegría también es una herramienta de liderazgo y que los gestos silenciosos, esos que no se ven, pueden cambiar vidas.
En esta edición, además, tenemos el honor de contar en nuestra portada con Mercedes Guzmán, nuestra SHEmbajadora de Atlanta-USA. Su luz, su trayectoria y su capacidad de inspirar a otras mujeres atraviesan cada uno de sus pasos. Gracias, Mercedes, por expandir nuestro mensaje, por representarnos con tanta autenticidad y por darle vida y color a esta portada que hoy celebramos. Tu
presencia refleja, de manera hermosa, la esencia de esta edición.
Cada artículo es una invitación a recordar que no estamos solas. Que el reconocimiento auténtico empieza por una misma, pero se multiplica cuando construimos espacios donde otras mujeres también pueden brillar, sanar y avanzar.
En SHE creemos en un liderazgo que honra el alma. En un respeto que nace del amor propio. En un perdón que libera. Y en la certeza de que cada mujer que se levanta ilumina el camino para muchas más.
Gracias por estar aquí. Sigamos creciendo, con propósito y corazón.
Giselle López
Equipo de Dirección SHE

Giselle López
Equipo de Dirección SHE
Giselle López
Por Valentina Schareck
Por Michelle Van Kuppevelt-Vásquez
¡Cierra Ciclos y Avanza!El alma necesita soltar para volar más alto El poder de detenerte cuando la consciencia se convierte en tu mayor estrategia de crecimiento
Por Iris Sanjuan
Por Estela Barrachina
Por Giselle López
SHE no respalda ni recomienda ningún artículo en esta publicación o cualquier producto, servicio o información que se encuentre dentro de esta edición. Los puntos de vista y opiniones de los autores que representan artículos, les pertenecen sólo a ellos y no reflejan necesariamente las opiniones de SHE Hispanas Emprendedoras.
Directorio
Verónica Sosa
Presidente
Giselle López
Dirección y Edición
Viola Edward Consejo editorial
Javier Sánchez
Diseño gráfico
Veruska Sosa
Dpto. Legal
Colaboradores
Valentina Schareck
Michelle Van KuppeveltVásquez
Iris Sanjuan
Estela Barrachina
Giselle López
Heliana Bedoya
Marianna Silvestrini
Ángela Kohler
Andrea Núñez Fernández
Portada del mes
Mercedes Guzmán
Nutrir el futuro cambios que pueden transformar generaciones
Por Heliana Bedoya
Entrevista SHE
Por Marianna Silvestrini
Empresas IN la mirada femenina de la innovación
Por Ángela Kohler
La autoestima real el activo invisible del emprendimiento
Por Andrea Núñez Fernández

El alma necesita soltar para volar más alto
Por Valentina Schareck
Se acerca el final del año y no sé tú, pero yo lo siento en el aire…en las conversaciones, en las emociones que vuelven, en los recuerdos que tocan la puerta. Octubre y noviembre tienen ese poder sutil de empujarnos hacia adentro. A veces con nostalgia, otras con una claridad abismante, pero siempre con una invitación: Reflexionar sobre el año que se despide y el que está por llegar.
Cerrar ciclos no es olvidar, ni negar lo vivido. Es mirar con amor todo lo que fue y preguntarnos: ¿Qué aprendí? ¿Qué ya no quiero repetir? ¿Qué parte de mí pide ser liberada para poder avanzar más ligera?
Hay historias que nos marcaron. Relaciones que nos mostraron las heridas que aún no sabíamos que estaban ahí. Patrones que se repiten como si quisieran asegurarse de que hay algo que aún no hemos visto. Y sí…a veces duele, pero también es hermoso cuando entendemos que todo eso vino a mostrarnos justo lo que necesitamos sanar.
Cerrar un ciclo es un acto de amor propio. Es como hacer espacio en un armario lleno: sacar lo que ya no te queda, agradecerlo…y abrir lugar para lo nuevo. Y lo nuevo no siempre es algo externo. A veces es simplemente una nueva tú. Más consciente. Más fiel a ti misma. Más libre.
Cerrar también implica reconocer con valentía que algunas versiones de ti ya cumplieron su propósito. Que no tienes que seguir siendo la mujer que construyó todo desde la exigencia, desde la culpa o desde el deber. Puedes permitirte ser distinta. Vivir con más ligereza. Conectar con tu alegría sin pedir permiso. Porque cerrar no es perder. Es hacer espacio para tu evolución.
Y cuando lo hacemos de forma consciente, el alma respira. La energía se ordena. Y entonces aparecen las señales, las oportunidades, las personas que antes no veíamos porque estábamos mirando hacia atrás.
A veces creemos que tenemos todo el tiempo del mundo para sanar, para perdonar, para cambiar de rumbo. Pero la vida no espera y el dolor que no se sana, se repite, se disfraza. Se cuela en nuestros vínculos, en nuestros negocios, en nuestras decisiones. Y lo peor: nos aleja de lo que merecemos
vivir. Por eso, sanar no puede seguir siendo “para después”. Sanar es ahora. Porque solo sanando, avanzamos.
Te invito a hacer una pausa. A escribirte una carta. A llorar si es necesario. A perdonar —y perdonarte— por lo que no fue como esperabas. Y luego…soltar. Porque cuando sueltas con amor, algo nuevo siempre llega. Siempre.
Muy pronto compartiré una Masterclass donde profundizaremos juntas en este proceso de soltar, sanar y avanzar. Si sientes que es tu momento, te invito a seguirme en Instagram: @valentinaschareck, donde anunciaré todos los detalles.
Porque sí… ¡es hora de cerrar ciclos, y avanzar con el corazón liviano, la energía renovada y alineada con los deseos de tu alma!
Tu nuevo capítulo te está esperando. Y comienza cuando le dices SÍ a tu alma.
Porque cuando le dices SÍ a tu alma, el universo entero se abre para ti.

Valentina Schareck
Mentora en espiritualidad y coach de vida.
A través de su enfoque integral, acompaña a mujeres en procesos de transformación personal, ayudándolas a cerrar ciclos y crear una vida más plena y consciente.
Instagram @valentinaschareck

Por Michelle Van Kuppevelt-Vásquez
“En los Países Bajos, el 61 % de las mujeres tienen un trabajo a medio tiempo, mientras que en Europa el promedio es del 28 %.” — Emancipatiemonitor 2024
A nivel europeo, las madres migrantes enfrentan dificultades para acceder a un empleo estable y a redes de apoyo locales. El 75 % de ellas menciona que el motivo principal es el cuidado infantil. Por eso, las comunidades que crean entre ellas son más que espacios: son una forma de resistencia y bienestar. — Eurostat 2024
Ser madre en otro país es un viaje que combina amor, vulnerabilidad y transformación. Más allá del idioma o la adaptación cultural, la maternidad migrante se vive entre la búsqueda de equilibrio y la necesidad de pertenencia. Las cifras europeas lo confirman: la mitad de las mujeres migrantes con hijos pequeños experimentan soledad frecuente durante el primer año posparto (EIGE 2023) . Pero detrás de esas cifras hay un movimiento silencioso y poderoso de mujeres que no solo sobreviven al cambio, sino que lo transforman en propósito.
La maternidad, en contextos migratorios, se
convierte en un punto de inflexión. Muchas mujeres redescubren habilidades, redefinen sus prioridades y abren caminos hacia nuevas formas de trabajo, conexión y liderazgo. En toda Europa están surgiendo redes y comunidades creadas por madres para madres: grupos que comparten información, cuidados y apoyo emocional donde antes había distancia.
En los Países Bajos, por ejemplo, aunque las políticas de conciliación son consideradas avanzadas — pero aún no tanto como en los países nórdicos de Europa—, con subsidios como el kinderopvangtoeslag y licencias parentales compartidas, la realidad es que estos beneficios dependen en gran medida del ingreso anual y de los bienes de las familias. Miles de madres recién llegadas quedan fuera de los sistemas de apoyo institucional por falta de información o barreras administrativas. Otras familias deben devolver subsidios de años anteriores porque al final han recibido más de lo que les correspondía, lo que también genera deudas y dificultades financieras. Es ahí donde las redes de acompañamiento cumplen un rol fundamental.
Desde Maminfo, una iniciativa creada en Ámsterdam, he podido acompañar a decenas de mujeres que buscan orientación legal, equilibrio emocional y herramientas para reinventarse profesionalmente. Lo que comenzó como un espacio de información se ha convertido en una comunidad transnacional que conecta a madres hispanohablantes en toda Europa. Nuestro propósito es claro: brindar conocimiento, contención y un sentido real de pertenencia.
Cada año, este movimiento se refleja en el Congreso de Maternidad & Crianza Europa, un encuentro que reúne a madres hispanas, profesionales y emprendedoras de distintas culturas para compartir aprendizajes, sanar experiencias y fortalecer redes. Allí se habla de derechos, finanzas, salud mental, emprendimiento y crianza. Pero, sobre todo, se habla de comunidad.
De acuerdo con la OCDE, las brechas de género en el emprendimiento siguen siendo profundas y tienen un impacto directo en las economías. Se estima que podrían existir 24,8 millones más de mujeres emprendedoras en los países miembros si participaran en las primeras etapas de creación de empresas al mismo ritmo que los hombres. Las mujeres representan el 73 % de los emprendedores “ausentes”, lo que demuestra que la falta de participación emprendedora es, en gran medida, una cuestión de género.
Estas cifras no reflejan una falta de talento, sino la ausencia de oportunidades, confianza y apoyo. Muchas mujeres, especialmente madres, enfrentan el desafío de emprender mientras crían, con menos tiempo, redes y recursos disponibles. Por eso, las redes de acompañamiento son esenciales: espacios donde puedan compartir experiencias, recibir orientación y sentirse sostenidas.
Impulsar las habilidades y ambiciones emprendedoras de las mujeres no solo es un acto de equidad, sino una inversión en el bienestar colectivo. Acompañarlas desde un liderazgo basado en la empatía, la colaboración y el cuidadopermite construir una nueva economía del bienestar, donde
las madres puedan emprender sin renunciar a sí mismas ni a su rol de cuidado.
Maternar lejos no es sencillo. Implica reconstruir redes, redefinir la identidad y aprender a pedir ayuda. Pero también ofrece la oportunidad de crear nuevas formas de comunidad, más humanas y solidarias. Porque cuando una madre se siente acompañada, su bienestar se multiplica; y cuando ese bienestar se expande, toda una generación crece más fuerte.
Desde mi experiencia, creo que cuando una madre te acompaña, todo cambia.
Y quizás esa sea la mayor lección de esta experiencia migrante: que el poder de la maternidad no está solo en criar, sino en construir juntas una red que sostenga, inspire y transforme.

Michelle Van Kuppevelt-Vásquez
Jurista, mediadora y mentora de madres emprendedoras.
Página Web: www.maminfo.nl Instagram: @maminfo.nl


cuando la consciencia se convierte en tu mayor estrategia de crecimiento
Por Iris Sanjuan
Recuerdo el día en que me atreví a detenerme. No fue una decisión planeada, fue la vida la que me puso frente al espejo y me obligó a mirar lo que por años había evitado: mi propia verdad.
Desde fuera, mi historia parecía perfecta. Un matrimonio estable, tres hijos maravillosos, negocios prósperos, una vida cómoda. Pero dentro de mí, el silencio gritaba. Había cumplido todos los estándares del éxito, y aún así, me sentía vacía.
A veces, el alma no pide más…pide volver. Y eso fue exactamente lo que hice.
Con el corazón en la mano y tres hijos tomados del mío, solté todo lo conocido. Dejé atrás mi país, mi idioma y mi zona de confort. Crucé fronteras sin garantías, solo con una certeza luminosa: reiniciar no es retroceder, es avanzar hacia quien realmente eres.
Nos enseñaron que avanzar es moverse, pero a veces avanzar es detenerse. Detenerse para respirar. Para escuchar lo que el ruido del mundo intenta callar. Esa pausa —la que muchos temen— fue la que me devolvió la vida.
Comprendí que el verdadero liderazgo no nace de lo que hacemos, sino de la coherencia entre lo que pensamos, sentimos y decidimos. Cuando vivimos desde la desconexión, podemos tenerlo todo y, sin embargo, sentirnos vacíos. Pero cuando comenzamos a vivir desde la consciencia, cada paso vuelve a tener sentido.
Cuatro claves para vivir y liderar desde la consciencia:
1. Detente. El primer paso no es correr, es pausar. La claridad nace del silencio. Atrévete a detenerte, aunque el mundo te empuje a seguir.
2. Observa. Mira tu vida con atención plena. Observa lo que haces, lo que piensas y lo que sientes. Solo al observar sin juzgar puedes distinguir lo que te impulsa de lo que te estanca.
3. Reconoce. Acepta lo que es. Reconocer tus emociones, tus heridas y también tus logros, es abrazar tu historia sin miedo. La consciencia no exige perfección, exige presencia.
4. Actúa. No desde la prisa, sino desde la verdad. Cuando tus acciones nacen de tu esencia, todo
se alinea: las oportunidades, los vínculos y el propósito. La acción consciente no empuja: fluye.
Estas cuatro claves son la brújula que cambió mi rumbo. Hoy las comparto con quienes, como yo, alguna vez se perdieron en el intento de hacerlo “todo bien” y olvidaron escucharse.
Aprendí un idioma nuevo, empecé de cero en un país extraño, trabajé, lloré, soñé y me volví a levantar. Y en ese proceso descubrí algo que me acompañará por siempre: cuando una mujer se elige, el universo conspira a su favor.
Ser líder no es tener todas las respuestas. Es atreverse a vivir desde la autenticidad y guiar con el ejemplo. Una mujer consciente no compite, inspira. No controla, confía. No pretende, irradia.
Con el tiempo, esa decisión de detenerme se convirtió en mi mayor impulso. De mis heridas nació una vocación: acompañar a otros en su propio camino de regreso a sí mismos. Hoy sé que la consciencia no solo sana: también impulsa, conecta y transforma.
Tal vez hoy te encuentres frente a una pausa que no pediste. Tal vez la vida te haya detenido para recordarte lo esencial. Aprovecha ese momento. Pregúntate: ¿Qué versión de mí quiere emerger ahora? ¿Qué necesito soltar para volver a sentirme viva?
Porque a veces, el acto más poderoso no es correr detrás de tus sueños, sino detenerte a despertar dentro de ellos. Y cuando lo haces, no solo transformas tu historia: inspiras a otras a recordar la suya.

Autora y mentora del Método IRIS de transformación integral. SHEmbajadora de Miami-USA.
Instagram: @metodoirisanjuan

Por Estela Barrachina
Después de divorciarme hace 5 años, mi vida dio un cambio de 180 grados. Empecé a formarme en el Eneagrama y esta herramienta me ayudó a superar ese tránsito tan doloroso y a la vez, darme cuenta en qué punto de vida estaba a todos los niveles y qué partes de mi vida personal y profesional tenía que reconocer como un punto de partida a otro nivel de conciencia. Esas partes dormidas y ocultas en años despertarlas de nuevo porque mi esencia las reclamaba , desde un lugar de renacimiento, porque la vida es así renacer de nuevo todas las veces necesarias para encontrar nuestro propósito en este mundo, a veces a favor y otras con incertidumbre y miedo y sin rumbo fijo. Te sientes como un barco al que tienes que cambiar el rumbo según soplen los vientos y mareas.
EL ENEAGRAMA EN LAS RELACIONES ( personal, profesional y de pareja)
¿Qué es el Eneagrama?
El Eneagrama es un modelo útil para tomar conciencia de nuestra personalidad y de la manera que esta nos condiciona y limita a la hora de vivir.
El Eneagrama describe nueve tipos de personalidad indicando sus “luces” y sus “sombras”, también aclara cualidades que han quedado dormidas y dañadas, y muestra la manera en que eso puede recuperarse para vivir una vida más despierta y plena de sentido.
La palabra Eneagrama proviene del griego “ Ennas” que significa “nueve” y “gramos” significa puntos. El Eneagrama es por lo tanto, una figura de nueve puntos conectados entre sí mediante flechas. Cada número es un tipo de personalidad y al mismo tiempo tiene cosas en común con los números del otro extremo. El sentido de las flechas tiene también su importancia.
¿Por qué se identifica cada tipo con un número?
Para no hacer valoraciones positivas o negativas de los tipos de personalidad.
Todas las personalidades tienen sus luces y sus sombras, se adaptan bien a unos contextos y mal a otros. Lo que hace mejores a las personas es el grado de salud mental que tengan y apertura emocional con que trabajan y aman en todos los ámbitos de su vida.
¿De dónde surge este modelo?
Se desconocen los orígenes del Eneagrama. Algunos autores lo sitúan en Oriente Medio, hace más de 2000 años, pero el primero en darlo a conocer en Europa fue George Ivanovich en 1949, quien dijo que lo había aprendido de maestros sufíes. Pero fue a mediados de los años 70 cuando el psicólogo boliviano Oscar Ichazo se dio cuenta que el Eneagrama describía con claridad, profundidad y precisión nueve diferentes tipos de personalidad. Más adelante, Claudico Naranjo, psiquiatra chileno y alumno de Ichazo, desarrolló aún más este modelo, al comprender que también servía para describir los rasgos de los diferentes tipos de alteraciones neuróticas de la personalidad.
Hoy en día son numerosas las publicaciones y cursos donde se toma el Eneagrama, no sólo en psicología, también en las organizaciones, la educación y el crecimiento espiritual. Estela Barrachina

Psicóloga Holística y Transpersonal, SHEmbajadora de Cádiz-España.
Instagram: @estelabarrachina

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El valor de transformar sin hacer ruido
Por Giselle López
Vivimos en una época que celebra lo visible. Lo que se ve, lo que se comparte, lo que se mide en “me gusta” y visualizaciones. Sin embargo, en medio del ruido, hay un tipo de liderazgo silencioso que no necesita reflectores para transformar. Es el liderazgo que sostiene, que teje conexiones, que impulsa sin gritar. Ese que ocurre detrás de escena, pero que sin él, el espectáculo simplemente no sucede.
Durante los últimos años he tenido el privilegio de moverme en ese espacio: el de lo invisible, el de quienes coordinan, acompañan y crean comunidad desde los bastidores. En ese camino descubrí que hay algo profundamente poderoso en ser parte del pulso que da vida a una comunidad de mujeres que creen en la colaboración, la innovación y el crecimiento personal. No es solo una cuestión de trabajo; es una forma de estar en el mundo.
El liderazgo detrás de cámaras es una escuela de humildad y de visión. Quienes lo viven saben que no se trata de protagonismo, sino de propósito. Es planear un encuentro que inspire sin saber si tu nombre se mencionará, o diseñar una estrategia que impulse a otras sin aparecer en la portada. Es entender que lo verdaderamente vital está en lo que se construye con coherencia y sentido.
La comunidad SHE nació con esa filosofía: ser un espacio donde la autenticidad se encuentre con la innovación. Donde las mujeres puedan hablar de liderazgo, de inteligencia artificial y de viajes con la misma pasión con la que hablan de sus sueños. Ser parte del equipo que impulsa esa visión me ha permitido ver cómo la conexión humana sigue siendo el motor más fuerte para todos. Las ideas crecen cuando se comparten, pero florecen cuando alguien cree en ellas y las acompaña a hacerse realidad.
En SHE, cada proyecto tiene una esencia compartida: la mezcla entre intuición femenina y pensamiento estratégico. Entre la emoción y la acción. Y es en esa intersección donde surgen las verdaderas innovaciones, no necesariamente las que llenan titulares, sino las que cambian la forma en que nos relacionamos con el trabajo, con la tecnología y con nosotras mismas.
Trabajar entre bastidores también significa observar de cerca cómo las conexiones auténticas se convierten en oportunidades. En cada encuentro, en cada charla, en cada conversación, surge una
chispa. Esas chispas no se ven en las métricas, pero son las que encienden transformaciones. Cuando una mujer se atreve a compartir su historia, otra se siente menos sola. Cuando una idea se vuelve acción, un sueño colectivo se expande, y ahí está el verdadero impacto.
El liderazgo femenino tiene una magia particular: no se impone, inspira. No busca control, sino colaboración. En un mundo que nos empuja a ser visibles todo el tiempo, liderar desde la esencia es un acto de valentía. Es entender que no todo tiene que ser contado para ser significativo, ni todo lo importante necesita una cámara encendida.
A veces pienso que los verdaderos líderes del futuro serán quienes aprendan a conectar más allá del algoritmo. Quienes comprendan que la innovación no está solo en la tecnología, sino en la capacidad de escuchar, empatizar y crear comunidad. En SHE lo vivimos así: entre la estrategia y la emoción, entre el dato y la intuición, entre lo humano y lo digital.
Porque sí, hay algo profundamente transformador en trabajar tras bambalinas. Es el arte de sostener sin ser visto, de acompañar sin protagonizar, de construir sin necesidad de aplausos. Y en ese lugar silencioso, donde las ideas germinan y los sueños se organizan, es donde realmente ocurre la magia del liderazgo.
Ser parte de una comunidad que impulsa a otras mujeres a liderar con propósito me ha enseñado que el poder no está en brillar más, sino en ayudar a que otros brillen mejor, que el éxito no siempre se mide en números, sino en impacto y que lo invisible, cuando se hace con amor y visión, termina siendo lo más visible de todo.

Lic. en Comunicación Social (Audiovisual). Integrante del equipo de Dirección SHE.
Instagram: @gisellelopezvi

Por Heliana Bedoya
“Mami, creo que tengo TDAH”. Me dijo mi hijo con siete años.
Jamás imaginé que fuera él quien lo dijera primero.
Había planeado cómo y cuándo tener esa conversación: el momento adecuado, las palabras correctas, su madurez emocional...Pero una vez más, como tantas veces ocurre, nuestros hijos van un paso adelante.
Ellos crecen en un mundo con más acceso a la información, y su capacidad de comprensión emocional muchas veces nos sorprende. Ese instante, tan abrumador y revelador a la vez, me tomó por sorpresa, pero también me abrió la puerta a la conexión.
Una vez más, le hablé con el corazón. Le expliqué el porqué de mi emprendimiento, el motivo por el cual dejé un trabajo estable, sin un plan concreto, ni ahorros, pero confiando en el proceso, para dedicarme de lleno a mi propósito: acompañar a familias enseñándoles cómo la alimentación y la crianza consciente pueden ser herramientas poderosas para el bienestar diario.
Le confirmé su diagnóstico, y le expliqué que muchas de nuestras rutinas estaban pensadas para ayudarle a sentirse mejor y más enfocado. También le dije que muchas de las mentes más brillantes de la historia fueron personas neurodivergentes, con formas únicas de ver el mundo.
Solía llamar a la neurodivergencia un “superpoder”, pero sé que para muchas familias implica grandes retos, por eso ahora me enfoco en el lenguaje
positivo: en resaltar la creatividad, la sensibilidad y la manera tan única que tienen de percibir las cosas.
Transformar sistemas, no sólo rutinas
Desde NeuroEsencia, me conecto con otras familias y comunidades para hablar de salud mental sin tabúes, sin etiquetas de moda, sino como una forma de innovación social, creando espacios para nutrir la mente y el cuerpo.
Empoderar familias también significa colaborar con los sistemas:
• El familiar, haciendo elecciones conscientes al comprar y cocinar.
• El educativo, defendiendo la necesidad del movimiento, la creatividad y la inclusión. (Como explica el Dr. John Ratey de Harvard, moverse estimula la oxigenación cerebral y la productividad).
• Y el sistema de salud, promoviendo un enfoque integrativo donde se valore la prevención y la nutrición, no solo la medicación.
Aunque solo el 20% de las escuelas de medicina en el Reino Unido enseña nutrición, la tendencia está cambiando. Hoy vemos médicos, psicólogos y psiquiatras interesados en entender al ser humano desde su biología, su entorno y su historia emocional.
Aprender de los mejores, compartir con propósito
En este camino he tenido la fortuna de rodearme de expertos excepcionales en el Reino Unido que inspiran y validan mi trabajo:
Lucinda Miller, pionera en medicina funcional infantil, quien demuestra cómo la nutrición puede influir en la concentración y el comportamiento.
• Dr. Rachel Gow, neurocientífica y autora, especialista en la relación entre los ácidos grasos esenciales y el desarrollo cerebral.
• Dr. James Kustow, psiquiatra integrativo, que impulsa un enfoque holístico en la salud mental.
• Kevin Rigley, investigador del microbioma, explora cómo la diversidad bacteriana impacta en el sistema inmunológico y emocional.
• Nishra – “The Gut Expert”, terapeuta nutricional que educa sobre la conexión entre intestino y energía mental.
• Raageshwari Loomba, autora que inspira a través del mindfulness y la resiliencia emocional.
• Dr. Miguel Toribio-Mateas, neurocientífico líder en el campo de la psiconutrición..
Gracias a estas interacciones, he aprendido que no existe bienestar sin conexión entre cuerpo, mente, entorno y comunidad.
Un propósito que va más allá: el ejercicio de los 7 niveles
Hace poco, descubrí un ejercicio creado por Dean Graziosi llamado “7 Levels Deep”, que invita a descubrir las razones más profundas detrás de lo que hacemos.
Cuando lo apliqué a NeuroEsencia, entendí que mi propósito me lleva a transformar una narrativa transgeneracional.
• ¿Por qué?
Porque puedo empoderar a otros padres.
• ¿Por qué?
Porque cualquier persona puede aplicar cambios simples que transforman su día a día.
• ¿Por qué?
Porque cuando los niños comen bien, se sienten mejor.
• ¿Por qué?
Porque cuando se sienten mejor, también se comportan mejor.
• ¿Por qué?
Porque una alimentación consciente puede prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida.
• ¿Por qué?
Porque si más niños crecen fuertes y saludables, generamos un efecto dominó.
¿Y por qué ese efecto es mi motor?
Porque si tenemos niños sanos y fuertes mental y físicamente, tendremos generaciones que no solo sobreviven sino que prosperan.
En NeuroEsencia el conocimiento se comparte y la salud se cultiva como un acto de transformación social.

Fundadora de NeuroEsencia y SHEmbajadora UK.
Instagram: @helibc


El liderazgo femenino se frena cuando la niña interior lleva el timón. Cuando sanas esa parte, la mujer líder aparece con claridad, poder y amor propio.
¿Quién eres?
Mercedes Guzmán, en este tiempo y espacio, se ha convertido en una conferencista internacional, escritora de mi libro Confesiones de tu niño interior. Soy Life Coach y máster en sanación del niño interior.
Pero sin los títulos…entendí que soy hija de Dios, hija del universo. Vengo de una fuente hermosa que me ha dado tanto. Soy madre de cinco hijos, esposa, amiga. Me encanta comer, reírme, la naturaleza, viajar. Soy una mujer simple…no me gustan las marcas (aunque si me las regalan, yo feliz). Amo la vida, el amor y la paz.
¿Cuál fue tu motivación para lograr lo que tienes?
Fueron varios momentos. Desde niña aprendí a sonreír como mecanismo de defensa: detrás había mucho dolor, abandono, crítica, injusticia.
Cuando tuve a mis cinco hijos, me di cuenta de que algo no estaba bien conmigo; salía una Mercedes
que yo desconocía. Entonces entendí que era mi niña interior herida actuando a través de mí.
Llegué a momentos de quiebre donde le decía a Dios: llévame. Pero también me entrené; estudié todo lo que pude. Y cuando empecé a reconocer a esa niña en sus distintas etapas, la de 5, 10, 15 años, ahí comenzó la magia. Volví a sonreír desde la gratitud, la abundancia y la seguridad. Esa ha sido la motivación: sanar y ayudar a sanar.
¿Cómo cuidas tu cuerpo, mente y alma?
Para mí es crucial cómo me duermo y cómo me despierto. Antes de levantarme, cuando aparece ese “ay, no me quiero levantar”, activo mi mente con afirmaciones, pero también repeticiones de palabras sancrísticas que he aprendido para emanar el espacio con abundancia y poder.
Me levanto y hago ejercicios de geometría sagrada. Traigo a mi niña interior conmigo todo el tiempo: Merceditas, time to wake up.

En la noche me duermo con frases poderosísimas.
Durante el día me hago un scan cada tres horas: “Mercedes, ¿qué estás pensando?”. Si estoy usando mal mi energía, aplico mi técnica del 50/50 y reencamino el pensamiento.
Todo el día estoy con frases como: Soy una con Dios. Te amo, lo siento, perdóname, gracias. No pierdo un momento.
¿Cuál crees que es la barrera más importante para el liderazgo femenino?
La barrera más grande nace en la infancia. Los primeros cinco años nos programan: papá, mamá, el sistema social, económico, político…y cargamos esas programaciones al liderazgo.
Muchas mujeres adultas toman decisiones desde la niña herida, no desde la mujer adulta. Por eso repiten ciclos: rechazo, abandono, traición.
El liderazgo femenino se frena cuando la niña interior lleva el timón. Cuando sanas esa parte, la
mujer líder aparece con claridad, poder y amor propio.
¿Qué mujer te inspira y por qué?
He tenido muchas inspiraciones, pero una de las más fuertes es la Virgen María. En mis noches, cuando me voy a dormir, me acompaño de Merceditas, Jesucristo, la Virgen María y mi doble cuántico.
Su energía maternal, su presencia, ha sido una guía constante para mí.
¿Cuál ha sido tu mayor reto en tu activismo y cómo lo has vencido?
El mayor reto ha sido enfrentar los ciclos repetitivos del abandono y el rechazo. A veces aparecen en amistades, en situaciones profesionales, en cualquier parte.
Pero ahora tengo las técnicas para hablar con mi niña interior. Cuando siento un dolor digo: Merceditas, ¿quién es esta persona del pasado?. Y ella me lo muestra.

Comprender los ciclos, trabajarlos y permitir que Dios haga el resto me ha ayudado a vencerlos. Nada llega para destruirme, todo llega para bendecirme.
Esa es la clave: sanar, reconocer, y permitir que la vida te muestre algo más grande.
Mercedes es el recordatorio vivo de que la verdadera transformación comienza dentro. Su voz, su historia y su misión nos muestran que sanar no es un destino, sino un acto diario de valentía. Y que cuando una mujer reconoce a su niña interior, la abraza y la guía, nace un liderazgo más humano, más libre y más luminoso.
SHE Magazine celebra a mujeres como ella: mujeres que sanan, lideran y multiplican luz. Porque cuando una despierta, muchas más recuerdan que también pueden.



Por Marianna Silvestrini
¿Y si la felicidad no fuera una meta distante, sino una herramienta poderosa para liderar?
En un mundo donde el liderazgo femenino está floreciendo, la alegría puede ser nuestra guía, ayudándonos a inspirar, conectar y crear equipos más humanos y eficientes.
Desde niños nos enseñaron que para tener éxito y triunfar había que luchar, trabajar muy duro, aguantar. Luego, si todo salía bien, llegaría la tan soñada felicidad.
Pero hoy vengo a decirte que la felicidad no es un premio reservado para el final, al llegar a la meta; por el contrario, es el punto de origen.
Ella te ayudará a trabajar de forma más inteligente. La alegría no es una frivolidad, es una herramienta de poder.
Y cuando nos damos el regalo de liderar desde allí, todo a nuestro alrededor mejora y prospera.
La ciencia ratifica todo esto.
Estudios hechos por la Universidad de Harvard confirman que cuando tu cerebro tiene pensamientos positivos, la inteligencia aumenta, procesas la información más rápido, se impulsan la empatía y la creatividad, y se multiplican la resiliencia y la innovación.
Los cerebros alegres ven el fracaso como una fuente de aprendizaje.
Espero que ya me creas y no te queden dudas de que trabajando contentos podremos cumplir nuestro propósito mucho mejor.
En mi propia experiencia lo he visto.
Trabajando en eventos muy lindos de crecimiento personal con gente maravillosa, he comprobado cómo un conferencista o mentor alegre guía mejor, la gente le presta más atención, genera confianza y su mensaje llega más lejos.
Te comparto algunas formas de liderar con alegría
Celebra desde lo más pequeño. Como digo yo, lo normal, lo cotidiano, también es excelente.
Cada paso merece un reconocimiento, bien sea tú solita o todo tu equipo.
No esperes que pase algo gigante para celebrarlo.
Cuida tu energía emocional y tu cuerpo. Trata de dormir bien. Desde la mañana, visualiza el día lleno de buenas oportunidades. Medita, reza, respira, haz lo que te funcione.
Detalles que te consientan, como un buen desayuno o ese café que tanto te gusta.
No dudes del poder de la música: cuando estés estresada, coloca esa canción que sabes que te anima, y si puedes bailarla, mejor aún.
Practica el agradecimiento. Piensa o escribe en la mañana, o antes de dormir, al menos tres cosas por las que agradeces.
Siente la gratitud en las cosas simples, honra todo lo que has logrado, a la gente que te ha ayudado y apoyado.
Desde ya agradece también todo lo bueno que está por venir.
Sé coherente y auténtica. Qué importante es esto. Un gran amigo y mentor siempre me lo dice:
“Mariannita, tus palabras y acciones deben ir de la mano. Debes vivir bajo tus propios valores, ideas y principios.”
No se trata de fingir una sonrisa de propaganda de crema dental, sino de ser honesta contigo misma.
Recuerda que un mal día también es válido.
Ser un líder feliz no significa que todo esté impecable, sino que tienes la capacidad de elegir cómo enfrentar lo difícil y lo imperfecto.
Ser un líder alegre no significa que no te tomas las cosas en serio; al contrario, las personas alegres son más productivas y creativas.
Ser un líder feliz no significa que nunca estás triste o enojada, porque la felicidad incluye todas las emociones.
El detalle está en no negarlas ni quedarse a vivir en ellas.
¡Así que, a sonreír y a liderar con esa luz que solo tú tienes!

Marianna Silvestrini
Creadora de contenido y estudiante de la alegría, la felicidad y los viajes.
Instagram: @marianna.silvestrini

Por Ángela Kohler
Innovar no es una moda, es una manera de pensar y actuar. Es la capacidad de ver lo que otros no ven y de encontrar soluciones donde antes solo había límites. Para las mujeres emprendedoras, innovar es una herramienta de independencia, empoderamiento y transformación. Por eso, la Sociedad para Hispanas Emprendedoras (SHE) se ha convertido en una comunidad esencial, un espacio donde las ideas se convierten en proyectos y los proyectos en impacto real.
Durante veinticinco años de trayectoria en el mundo corporativo, liderando procesos de gerencia y estrategia, comprendí que la innovación debía entenderse más allá de la tecnología. Al culminar mi Maestría en Innovación, decidí viajar a la India, un país que se ha consolidado como un referente mundial por su capacidad de crear soluciones sostenibles con recursos limitados. Allí estudié de cerca cómo las empresas combinan conocimiento, tecnología y propósito para generar valor compartido.
De esa experiencia nació el Código IN, un modelo que sintetiza ocho principios esenciales de las organizaciones que transforman el mundo desde su interior: Integridad, Inclusión, Inteligencia, Influencia, Ingenio, Inversión, Ingresos e Investigación.
Estos principios no son teoría: son herramientas que pueden cambiar la manera en que las mujeres emprendemos, lideramos y creamos.
INtegridad: construir negocios coherentes con nuestros valores, capaces de inspirar confianza y credibilidad.
INclusión: fomentar la diversidad de voces y perspectivas para innovar con más fuerza y empatía.
INteligencia: convertir la colaboración en motor de crecimiento
INfluencia: entender el liderazgo como la capacidad de inspirar a otros, no de controlar.
INgenio: transformar la escasez en creatividad, haciendo más con menos.
INversión: apostar por nuestro propio talento y por el de otras mujeres.
INgresos: crear modelos rentables que también generen bienestar.
INvestigación: tomar decisiones basadas en conocimiento y aprendizaje continuo.
Cada uno de estos principios conecta con la esencia del liderazgo femenino: la habilidad de equilibrar razón y sensibilidad, estrategia y compasión. En SHE, ese liderazgo se fortalece a través de la educación, el acompañamiento y las redes de colaboración. Es una comunidad donde las mujeres aprenden que la innovación empieza por dentro: en la mentalidad, en la autoconfianza y en la visión de futuro.
Hoy, las emprendedoras hispanas enfrentamos desafíos globales: digitalización, sostenibilidad, acceso a capital y visibilidad. Pero también poseemos una ventaja única: nuestra resiliencia y capacidad de crear valor desde lo humano. La innovación femenina más que buscar eficiencia, busca impacto social, coherencia y sentido. Por eso, las mujeres que innovamos desde el alma somos capaces de convertir nuestras ideas en empresas que dejan huella en las comunidades que acompañamos.
El modelo IN propone un cambio de paradigma para nuestra región: pasar del crecimiento acelerado al crecimiento consciente, del éxito individual al éxito compartido, y del miedo al error al aprendizaje continuo. Innovar no significa tener todos los recursos; significa tener una visión clara y el coraje para ponerla en marcha.
Las mujeres que formamos parte de SHE estamos demostrando que la innovación no se trata de competir, sino de construir juntas. Somos líderes que entendemos que el verdadero progreso ocurre cuando compartimos el conocimiento, celebramos la diversidad y actuamos con propósito.
En un mundo que exige nuevas respuestas, las mujeres hispanas tenemos el poder de crear modelos empresariales más sostenibles, inclusivos y humanos. Y cuando lo hacemos desde la integridad, la colaboración y el ingenio, no solo cambiamos nuestras empresas, cambiamos el mundo. Innovar desde el alma es, al final, un llamado. Un recordatorio de que toda mujer que se atreve a emprender, a aprender y a liderar con propósito, ya está transformando el futuro.
Las empresas del futuro serán aquellas que integren innovación con conciencia, estrategia con humanidad y resultados con propósito. Esa es la visión que impulsa Empresas IN: Innovación en la India, un modelo que demuestra que la innovación
no es un lujo, sino una disciplina posible para quienes nos atrevemos a pensar distinto y actuar con impacto. Este libro está disponible en Amazon o a través de este link https://angelamentora.com/ libros/, en versiones impresa y digital, y representa una invitación abierta a líderes, emprendedoras y visionarias que desean transformar su entorno desde adentro, con el poder de una idea y la fuerza de la acción coherente, porque Juntas es Mejor.

Psicóloga, autora, mentora y estratega en Innovación, Gerencia, Estrategia y liderazgo.
Página Web: www.angelamentora.com
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/ angelamentora
Instagram: @angelamentora
Por Andrea Núñez Fernández
La negociación más importante es contigo misma.
Cuando empecé a emprender en España tenía la estrategia clara, las ganas intactas y mil ideas por delante. Lo que no sabía es que lo que más me iba a costar no era diseñar un plan de negocio ni abrir una cuenta de Instagram: era mirarme al espejo y creer en mí lo suficiente para sostener mis propios precios.

Lo descubrí un día en una negociación. El cliente me pidió descuento y, sin pensarlo demasiado, acepté. No era un problema de finanzas, era un problema de valor propio.
En mi cabeza se mezclaban dudas como: ¿quién soy yo para cobrar esto?, ¿será que lo que estoy pidiendo es demasiado alto?. Ese día entendí que el verdadero pulso de un negocio no está en la
facturación, sino en la relación que tenemos con nosotras mismas.
Porque sí: la autoestima es invisible en las hojas de Excel, pero se nota en cada decisión que tomamos. Se nota cuando bajas un precio aunque sabes que lo que ofreces lo vale. Se nota cuando aceptas clientes que no te respetan. Se nota cuando trabajas hasta agotarte porque, en el fondo, crees que tienes que “demostrar” en lugar de simplemente “crear”.
Con los años he confirmado una verdad incómoda: tu negocio es un espejo. Refleja tus creencias más íntimas. Si en tu interior piensas que no mereces, afuera lo verás en ventas que no cierran, en proyectos mal pagados, en esa sensación de estar corriendo mucho para avanzar poco. Y lo contrario también: cuando empiezas a reconocer tu valor, el negocio responde. Tus precios se sostienen, tus clientes cambian, tu energía se alinea con lo que quieres construir.
Y esto no es solo intuición. La psicología lo confirma: cuando creemos en nuestro valor, tomamos decisiones más firmes, gestionamos mejor el fracaso y cultivamos la resiliencia necesaria para crecer.
¿Cómo se cultiva esa autoestima real en el día a día? Te comparto tres llaves que a mí me han cambiado la manera de emprender:
• Precio con propósito: antes de enviar una propuesta, me recuerdo: “mi precio refleja el impacto que genero, no mis inseguridades”.
• Clientes espejo: cuando atraigo clientes que no valoran, me pregunto: ¿dónde no me estoy valorando yo?¿en qué lugar de mi propia escala de merecimiento estoy parada?
• Decisiones desde la abundancia: elijo proyectos por lo que suman a mi visión, no por miedo a quedarme sin nada.
Y un pequeño ritual que practico y recomiendo: el Minuto del Espejo. Basta con mirarte a los ojos durante un minuto y decirte: “Soy merecedora. Mi valor no depende de un resultado, sino de lo que decido construir cada día”. Después, anota una acción concreta para tu negocio desde esa certeza. Puede ser algo tan simple como enviar una
propuesta sin rebajarla o decir no a un cliente que sabes que te va a drenar.
Al final, el capital más poderoso que tenemos como emprendedoras no está en nuestra red de contactos ni en nuestra inversión inicial. Está en cómo nos miramos. Porque cuando la autoestima es real, el negocio deja de ser una lucha y empieza a ser un reflejo de quién eres y de lo que estás dispuesta a crear.
Hoy lidero espacios como The Mirror Project, nacidos para recordarnos que la autoestima no es un accesorio, sino la raíz desde la que creamos vidas auténticas, relaciones y negocios. Allí aprendemos a mirarnos sin miedo y a emprender desde la autoestima, la mentalidad expansiva y el liderazgo con propósito.
Y ahora la pregunta es para ti:
¿Dónde estás bajando tu valor sin darte cuenta?
¿Qué cambiaría en tu emprendimiento si empezaras a mirarte con más confianza?

Andrea Núñez Fernández Coach transpersonal
CEO de The Mirror Project, movimiento de autoestima y liderazgo femenino.
Instagram: @andreanunezoficial


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