El hombre de las mil y una voces ebook

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El Hombre de las Mil y una Voces

H.C. ELIAS El espacio se desdobla El coraz贸n se da a conocer La voz se esclarece La vida se crea


EL HOMBRE DE LAS MIL Y UNA VOCES Las Enseñanzas Prohibidas del Jesús Arameo © Ing. Hiram Castro Elías Registro INDAUTOR No. 03-2012-110712193400-01


CONTENIDO PRÓLOGO

11

Capítulo 1- ALEF ALAHA

La Unidad Sagrada

18

Imagen y Semejanza

21

Mavlada d´min d´rich

26

La Espíritu de ALAHA

31

Capítulo 2- BET KADASH

Espacio para la Presencia de lo Sagrado

42

La Oración como un Espacio

45

Imágenes

53

El Camino

61

Capítulo 3- GAMEL SHEMAYA Shem

66


Capítulo 4- DALET NUHRA - HESHUKA

En el principio

72

Realidad

76

Capítulo 5- HE MALKUTA

Evangelio

82

Ubicación del Reino

87

Napsha

93

El Valor de la Humildad

95

Capítulo 6- VAV MATLA

El propósito de las Parábolas

102

Capítulo 7- ZAIN RAZA

Misterios sobre el Reino de los Cielos

110


La Parábola del Trigo y la Cizaña

118

La Parábola del Grano de Mostaza

123

La Parábola de la Levadura

125

Capítulo 8- KHET AR´AH - SHEMAYA

Arquetipos

132

Vínculos

140

Capítulo 9- TET HOKMAH

En Medio de Lobos

146

El Sentido de Identidad

147

Capítulo 10- YOD NAPSHA

Vida Interior

158


Capítulo 11- CAF G´MAR

Renacimiento

174

El Momento Preciso

176

Disponibilidad

180

Los Últimos y los Primeros

182

Capítulo 12- LAMED REHEM - AHABAH

Amor Radiante

188

Amor Misericordioso

190

Amor Disperso

191

Amor Demandante

195

Amor por el Enemigo

197

Amor y Deleite

204

Amor que Sana

207

Amor que Encuentra

212


Capítulo 13- MEM SHALAMA

Hijos de Di-s

215

Onda-Partícula

218

Shalama

222

EPÍLOGO

225


PRÓLOGO

Al principio, cuando tuve la idea de escribir sobre este tema, pensé que hablaría de YESHÚA, pero cuando comencé a estudiar y a llevar a cabo la investigación que dio como resultado el presente trabajo, me di cuenta que aquí no hablaría de YESHÚA, sino sería YESHÚA quien nos hablaría dándonos la oportunidad de conocerle verdaderamente, de escuchar su mensaje sobre el Reino de DI-S y la salvación. El suyo es un mensaje de fe, de esperanza, de amor, de paz, de vida, de libertad, de verdad, cuya vigencia va más allá del tiempo, y su necesidad socava el corazón, donde sus ovejas que han olvidado que lo son, vagan como si no tuvieran pastor, sedientas del agua de vida, con el alma deseosa de reencontrar la luz. Es cierto que mucho se ha escrito sobre este tema, pero la mayoría de los trabajos reflejan a un YESHÚA conforme a una idea preconcebida acorde a la doctrina desde la cual se le mira y en cierta forma esto es natural pues de acuerdo a los principios cuánticos de observación el sujeto siempre influirá en el objeto observado. Dicho de otra forma, sin importar quien realmente sea YESHÚA, la descripción de su personalidad y enseñanzas quedara en gran medida determinada por los paradigmas del escritor (observador). Por esto he tratado de conocer al verdadero YESHÚA desde el más amplio paradigma posible, el que me permita observar simultáneamente la mayoría de sus rostros, como si tratara de


ver en un “cubo” todas sus caras, lo cual solo sería posible si se “observa” desde una dimensión superior, de forma análoga la idea básicamente es, en la medida de lo posible, comprender a YESHÚA desde la perspectiva de YESHÚA en lugar de hacerlo desde la perspectiva de sus discípulos. Las personas nativas del oriente medio y que hablaban usando lenguas semíticas, percibían la realidad de manera diferente a cualquiera cuyo idioma hubiese sido el griego o el latín. Esta aseveración se fundamenta en el hecho de que los lenguajes semíticos, y en particular el hebreo y el arameo, al usar solo consonantes como raíces, abren la puerta a diferentes interpretaciones, ya que una misma raíz puede significar diversas cosas a la vez en función de las vocales que admita la misma. Es en este sentido que podemos pensar en las lenguas semíticas como un lenguaje propio de la física cuántica. O dicho de otra forma, si la física cuántica tuviera una semántica con la cual identificarse, esta sería la semítica (p.ej. hebreo, arameo). Es en este sentido que YESHÚA poseía una mente cuántica. Y aunque este lenguaje libera en gran manera la expresión de las ideas, sigue siendo restrictivo, pues en última instancia todos los lenguajes lo son y juegan un papel importante en la forma en la que percibimos aquello que llamamos “REALIDAD”. Pero su mente incluso iba más allá, ya que conocía toda posibilidad simultáneamente aunque solo podía expresar mediante el lenguaje algunas de ellas, su mente por tanto no sólo era cuántica, sino que también era de naturaleza holográfica. Este tipo de mente percibe la totalidad a cada instante; a través de lo que se conoce como entrelazamiento cuántico, escucha los pensamientos de otros seres; tiene dominio sobre el espacio, el


tiempo y la materia. A diferencia de nuestra mente que asocia una palabra a un concepto y luego a una imagen, la mente holográfica percibe la imagen en su totalidad, esto es, no piensa en la palabra, ni en el concepto, sino en la totalidad de imágenes posibles asociadas a una idea. Del hecho de que tanto el hebreo como el arameo tienen sólo una preposición para poder describir la relación “interna” (con nuestro yo interno) y la relación “externa” (con la naturaleza y la sociedad), se sigue que la forma en la que se manejan las voces internas o yo´s interiores está siempre relacionada con la forma en la que se trata al prójimo y a la naturaleza, es decir las identidades exteriores. De esto se desprende que las lenguas semíticas no dividan la realidad en dicotomías como mente y cuerpo, conciencia del yo y la naturaleza, “adentro” y “afuera”. Por el contrario proporcionan una gama de palabras para el yo subconsciente todas unidas al ser comunitario, implicando un continuum entre la conciencia y la materia. La visión actual heredada de tiempos de Newton y de René Descartes divide la cosmología, es decir, la forma en la que percibimos nuestro lugar en el universo, de la psicología, o la forma en la que comprendemos nuestra vida interior. La percepción de las lenguas semíticas, al igual que la actual concepción que la física cuántica tiene del universo en que vivimos, reflejan la noción de que existe una sola comunidad que lo incluye todo, desde las galaxias hasta las voces del subconsciente. [Un continuo holográfico, naturalmente entrelazado].


En la manera semítica de interpretación, las palabras, es decir, los relatos, las oraciones y los enunciados visionarios de aquel que enseña, retan a los que escuchan a que los entiendan según su propia experiencia de vida. YESHÚA vivió en un mundo en donde lo sagrado y lo natural formaban parte uno de lo otro, que no estaban separados por un gran abismo. Cuando el cristianismo occidental quedó conformado en lo que hoy llamamos catolicismo hace unos 1700 años, las selecciones que se realizaron no sólo desembocaron en la institución de credos teológicos que limitaron el respaldo para una experiencia individual espiritual, sino que también debilitaron los vínculos entre lo humano, lo natural y lo divino. Esto ha conducido en última instancia a una “bella” civilización materialista de alta tecnología, caracterizada por una indiferencia hacia la vida, un desprecio por el amor y todo lo que significa, una cultura basada en el miedo, una actitud depredadora hacia la naturaleza, la exaltación del ego, y de la que con gran “orgullo” podemos decir – LO TENEMOS TODO - ; tal vez, pero la realidad es que nos hemos perdido el uno al otro. Y por otro no solo debemos incluir al prójimo entendido como todo compañero nuestro en la creación, sino que esto abarca a nosotros mismos y a la relación con nuestro CREADOR. Esta pérdida se ve reflejada día a día como un profundo vacío que con nada puede ser llenado. ¿Y si en lugar de buscar y buscar con que llenarlo, simplemente hacemos una pausa en nuestras agitadas vidas, y por un momento permanecemos en silencio, en quietud, en paz?, quizá de esa forma podríamos escuchar la voz de aquel que nos está buscando, de ese “Hombre de las mil una


voces” que solo nos pide una cosa, que por un instante le prestemos atención y dejemos de buscar para comprender que en realidad somos los buscados. Y ahora que sabemos que El nos busca, cerremos nuestros ojos e imaginemos una bella tarde en Capernaum a las orillas del lago de Galilea, con sus aguas formando pequeñas olas y una suave brisa refrescándonos, poco a poco la gente se reúne y la expectación aumenta, nadie sabe a ciencia cierta quién es el Rabí del que tanto se habla, del que se dice que sana enfermos, que resucita muertos, que camina sobre el agua, que hecha demonios, y que habla con gran autoridad, que enseña que ames a tus enemigos, que dice tener potestad para perdonar pecados, y clama acerca de que el Reino de DI-S se ha acercado. Por fin el tan ansiado momento llega y de pronto de entre varios aparece un hombre alto y comienza a hablar a la multitud, y a pesar que habla a todos con mil voces, pareciera que aquello que dice lo dijera a cada uno en especial, como si conociera su corazón y supiera qué turba su alma, y qué necesita para sanarla…

…escuchemos pues las enseñanzas prohibidas de YESHÚA …


ALEF ALAHA YESHÚA dice:

Que quien busca no deje de buscar hasta que encuentre; y cuando encuentre se turbará; y habiendo estado turbado se maravillará, y reinará sobre la totalidad {y hallará el reposo}.(Apotema 2).

Evangelio de Tomás


LA UNIDAD SAGRADA Cuando YESHÚA se dirigía a su Padre la palabra en arameo que utilizaba era ALaHa, que en los evangelios aparece traducida como DI-S, y que en realidad aunque fonéticamente se parece al nombre que los musulmanes utilizan para DI-S, no tiene relación alguna. El vocablo ALaHa proviene de la misma raíz que uno de los nombres con los que se designa a DI-S en el antiguo testamento, ELOHIM. Ambos se originan de la raíz EL que podría traducirse de forma literal como lo “Sagrado”. El nombre ELOHIM se forma de la combinación de la palabra ELeH y la palabra MI, donde la primera significa “estos” y la segunda proveniente de M, se refiere a cierta forma específica de existencia. La raíz de la palabra en hebreo ELeH es LH, esta misma raíz en arameo se pronuncia como AlaHa. Así que siempre que aparece la palabra DI-S en el los evangelios, debemos pensar en el nombre ALaHa, que significa Unidad Sagrada dentro de la diversidad. Recordemos que ELOHIM es un nombre que encierra pluralidad, en sí existencia diversa, pero si sólo un Ser existe, entonces todo otro ser, es decir, la pluralidad dentro de la Unidad, debe participar de éste. De esta forma la individualidad es solo relativa desde esta perspectiva. Se nos ha dicho que DI-S es un ser infinitamente distante de la humanidad y de la naturaleza, y que lo sagrado y lo secular son cosas separadas y que así deben permanecer. Lo que YESHÚA enseñaba y la manera en la que trataba a sus seguidores nos sugiere que el no vivía esta clase de dicotomías en su forma de pensar, siempre que se refería a ALaHa, estaba


presente la relación que cada uno de los discípulos tenía con su comunidad, con la naturaleza o con las fuerzas políticas de aquel tiempo. En las predicaciones de YESHÚA se enfatizaba la idea de que si ALaHa significa Unidad, entonces es necesario un cambio de corazón antes de hacer un cambio de gobierno. “Si no hay un verdadero cambio de corazón, jamás podrá haber un auténtico cambio de gobierno.” Los rostros cambiarán, los inquilinos serán otros, nuevos colores llegaran, pero la casa será la misma, y los hombres seguirán sufriendo. Cada corazón que cambia provoca un cambio inmediato en el holograma del universo, pues si algo se modifica en un lugar queda de inmediato modificado en todos, esto aunado al concepto de entrelazamiento cuántico y al de campos mórficos de información, que hacen las veces de “internet” universal, nos asegura que el cambio de uno aumenta la propensión al cambio de otros, por lo que basados en los principios de la física cuántica, podemos asegurar que un cambio de este tipo no es utópico, sino factible y realizable.

¿Que nos diría YESHÚA a este respecto?, nos diría… “busquen dentro de ustedes mismos un lugar de confianza arraigada en la Unidad Sagrada”.

En otras palabras tanto las enseñanzas de YESHÚA como el conocimiento encerrado en los principios cuánticos, cada uno en su propio lenguaje, nos dicen que aún tales milagros son


posibles, ya que cualquier ser puede llevar a cabo el poder de la Unidad, puesto que, en última instancia, la separación no existe.

Nota: “Busquen dentro de ustedes mismos un lugar de confianza arraigada a la Unidad Sagrada”, representa una lectura alterna con base en el significado arameo original de Marcos 11:22, que dice: tened fe en DI-S.


IMAGEN Y SEMEJANZA

DI-S no podía crear diversidad si antes no se hacía diversidad a sí mismo, entonces ELOHIM entro en escena, siendo este NOMBRE el que aparece en Gen 1:1 como responsable de la creación de nuestro mundo, universo o plano de realidad.

“ En el principio creó Di-s los cielos y la tierra” Bereshit bara Elohim et hashamaim ve´et ha´eretz

Y en Gen 1:3 trae luz a la creación.

“ Y dijo Di-s: Sea la luz; y fue la luz” Veyomer Elohim yeji-or vayeji-or

ELOHIM representa la totalidad del Ser que es al mismo tiempo Uno y Muchos, es la diversidad misma con el poder de contener dentro de sí el conocimiento consciente de la totalidad. Ahora dado que todo lo que existe es creación de ELOHIM y por tanto manifestado en diversidad, la pregunta que surge es, ¿será posible para cada ente de la creación, desde una partícula hasta un ser viviente contener dentro de sí la Unidad, y si es el caso, poseer el conocimiento consciente de la totalidad? Esto solo es posible si cada “punto” es el reflejo de la totalidad, como de hecho ocurre en un holograma.


Esto significa que es inherente a nuestra naturaleza el contener dentro de uno mismo el conocimiento de todas las formas anteriores de vida, así como del universo entero, perceptible e imperceptible, la infinidad de posibilidades que conforman el presente, en sí la Totalidad misma, la Unidad Sagrada. Cuando el Génesis Bíblico habla de los seres humanos como seres creados a “imagen y semejanza” de lo divino, la expresión imagen está relacionada en cierta forma a la diversidad, mientras que la palabra semejanza, sugiere la unidad. De forma similar tierra y cielos podrían asociarse a las formas de partícula y campo (de energía) respectivamente. Tanto la noción de partícula como la de imagen conllevan la idea de diferenciación o diversidad; por su parte, el concepto de campo (de energía) puede ligarse a un continuo que lo abarca todo, lo mismo ocurre con la palabra cielos. Nuevamente y aun dentro de la aparente diversidad, tanto las criaturas conscientes como la naturaleza misma portan la imagen y semejanza de ELOHIM, esto es la Unidad Sagrada dentro de la aparente diversidad, en un contexto esencialmente holográfico.

En Gen 1:27 puede leerse:

“Y creó Di-s al hombre a su imagen, a imagen de Di-s lo creó, varón y hembra los creó” Vayivra Elohim et-ha´adam betsalmo betselem Elohim bara oto zajar unekeva bara otam


La palabra Betselem además de imagen también, por su raíz, puede significar una proyección de la Unidad, un velo sobre lo sagrado que revela su compendio general, o una sombra de la totalidad del Ser que es al mismo tiempo Uno y Muchos (ELOHIM). La palabra adam que se usa en el Génesis para designar al ser humano, está conformada por el vocablo dam que puede significar jugo, vino, savia o esencia, y del cual se dice que ha asimilado la letra a (aleph), que indica la Unidad Sagrada. La palabra vino o jugo también simboliza la conciencia individual, considerando esto, la expresión adam representa una conciencia individual “destilada” o “fermentada” de la Unidad Sagrada. Es de esta forma que mientras la conciencia de manera natural está preparada para percibir la Unidad, la mente sujeta a paradigmas percibe e interpreta la diversidad. En física cuántica hay una propiedad de la materia que se conoce como dualidad partícula onda, esto significa que dependiendo del modo de observar, la materia se comporta a veces como partícula y a veces como onda o campo de energía, poniendo de manifiesto que ambas son solo dos caras de una misma cosa y que además están íntimamente relacionadas. Esta asociación quedó claramente expresada en la famosa ecuación de Einstein E=mc².[E= energía, m=masa, c= velocidad de la luz en el vacío]. Esta misma idea de dualidad puede aplicarse tanto a la imagen y semejanza como a la diversidad y la Unidad. Ahora que podemos decir que participamos de la dualidad diversidad-Unidad, surge la pregunta, ¿cómo percibir conscientemente la Unidad Sagrada dentro y entre la diversidad?


YESHÚA nos diría…

“Maduros están los de corazón puro, ellos verán la Unidad Sagrada en todas partes”. Y agregaría…

” En verdad, en verdad les digo, que el que no mavlada d´min d´rish, no puede ver la Soberanía de la Unidad Sagrada”

Mavlada d´min d´rish para un discípulo escuchando en arameo podría significar varias cosas,

sea engendrado de el principio sea engendrado de la luz sea dado a luz mediante el fuego nazca de nuevo se regenere Nota:

“Maduros están los de corazón puro, ellos verán la Unidad Sagrada en todas partes”, representa una lectura alterna con base en el significado arameo original de Mateo 5:8, que dice:

Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Di-s.


” En verdad, en verdad les digo, que el que no sea engendrado de el principio- sea engendrado de la luz- sea dado a luz mediante el fuegonazca de nuevo- se regenere, no puede ver la Soberanía de la Unidad Sagrada”, representa una lectura alterna con base en el significado arameo original de Juan 3:3, que dice: De cierto, de cierto te digo: Si alguno no nace de nuevo, no podrá ver el reino de Di-s.


MAVLADA D´MIN D´RISH

El arquetipo original de adam representaba para los primeros cristianos la perfección de la humanidad, incluso en el primer capítulo del Evangelio de Juan a YESHÚA se le consideraba la personificación de la “palabra” original o el prototipo humano perfecto que estuvo presente “en el principio”. En la versión de la Biblia Peshitta (Biblia en arameo), Juan 1:1 utiliza el formato arameo para “en el principio” [b´rishith] que se corresponde en un paralelismo total con la palabra hebrea usada en Génesis 1:1 “en el principio” [b´reshith],

Juan 1:1

b´rishith- en el principio- era la Palabra y la Palabra era con ALaHa, y la Palabra era ALaHa

Gen 1:1

b´reshith-en el principio- creo Elohim los cielos y la tierra

Es en este sentido que la expresión mavlada d´min d´rish, implica que solo podremos percibir la Soberanía de la Unidad Sagrada, si dentro de nosotros volvemos a el principio y en cierta forma dejamos que el proceso de creación ocurra dentro bajo el mismo esquema de lo que ocurrió afuera, algo así como si el


inicio del universo se recreara en cada uno, con el fin de asemejarnos al arquetipo del hombre perfecto, adam.

Cuando los discípulos le dijeron a YESHÚA: indícanos cómo será nuestro fin, YESHÚA les dijo: ¿Han ya descubierto el principio para que pregunten sobre el fin? Porque donde está el principio, también estará el fin. Bienaventurado es aquel que se detiene en el principio porque él conocerá el final y no probará la muerte. (Apotema 18)

Evangelio de Tomás

Bajo el principio de “como es afuera es adentro”, corresponde a génesis 1:2 guiarnos en el camino que debemos recorrer para lograr el mavlada d´min d´rish,

Gen 1:2

Y la Tierra era caos y vacuidad, y había tinieblas sobre la superficie del abismo profundo. Y veruaj ELOHIM incubaba sobre la superficie de las aguas

Versión Biblia Peshitta

Aquí hay una situación interesante y que por lo general es pasada por alto, y aunque más adelante se volverá a tocar el tema, es conveniente hacer mención del asunto desde ahora, pues es la primera vez que en la Biblia aparece la palabra ruaj,


esta significa Espíritu y como va junto al vocablo ELOHIM normalmente se ha traducido como El Espíritu de Di-s, el problema es que ruaj en hebreo es una palabra de género femenino, así que la traducción correcta es La Espíritu de Di-s. Otros significados para Espíritu son: aliento, viento, aire, y por su raíz, irradiación de aliento de vida. De esta forma génesis 1:2 nos dice que La Espíritu de Di-s o la irradiación de aliento de vida de Di-s incubaba en una región de caos, vacuidad y tinieblas. Antes de ser transformados, nuestra conciencia está sumergida en un abismo profundo de tinieblas (olvido), caos (confusión) y vacuidad (deseos de los ojos, deseos de la carne y vanagloria de la vida). Debemos tomar conciencia de esto y regresar a esa oscuridad primordial, haciéndonos conscientes de nuestras propias tinieblas, caos y vacío utilizando la espíritu o aliento de vida que mora en cada uno como vehículo, pues sabemos que La Espíritu de Di-s, es decir la irradiación de aliento de vida de Di-s está incubando en esa oscuridad con un solo propósito, ¿cuál?, génesis 1:3, nos da la respuesta.

“ Y dijo Di-s: Sea la luz; y fue la luz” Veyomer Elohim yeji-or vayeji-or

A éste respecto YESHÚA le dijo a Nicodemo: Si alguno no es engendrado de la luz no puede ver la Soberanía de la Unidad Sagrada,


Y agregó: En verdad, en verdad te digo, si alguno no nace de agua y de La Espíritu, no podrá integrarse a la Soberanía de la Unidad Sagrada.

Nota: “Si alguno no es engendrado de la luz no puede ver la Soberanía de la Unidad Sagrada”, representa una lectura alterna con base en el significado arameo original de Juan 3:3, que dice: De cierto, de cierto te digo, si alguno no nace de nuevo, no podrá ver el reino de Di-s. “En verdad, en verdad te digo, si alguno no nace de agua y de La Espíritu, no podrá integrarse a la Soberanía de la Unidad Sagrada”, representa una lectura alterna con base en el significado arameo original de Juan 3:5, que dice: De cierto, de cierto te digo que si alguno no nace de agua y del Espíritu, no podrá entrar en el Reino de Di-s. Adentrarse en lo desconocido, en lo que parece el lugar oscuro, vacío y caótico de nuestra vida emocional interna, no es suficiente, la idea de emprender este viaje es pasar a un nuevo estado de vida, un despertar que en última instancia nos conecte con un mundo más allá de las dualidades, en comunión con todo lo que existe. En Juan 3:8 se lee, el viento sopla de donde quiere y oyes su sonido, pero ignoras de donde viene y adonde va. Así es todo el que es nacido del Espíritu. Esto significa que así como el viento no puede ser controlado aunque sus efectos sean palpables, ni es posible percatarse de su camino antes de su llegada y después de que se ha ido, La


Espíritu no puede ser controlada ni anticipado su camino, pero la prueba de su obra es evidente. La Espíritu escoge y decide en quien incubará la luz de la regeneración. Recordemos que espíritu en hebreo es ruaj, y en arameo ruja, y en ambas lenguas puede significar además de espíritu, aliento, viento, aire, irradiación de aliento de vida, tomar aliento, respirar. Seguramente cuando Nicodemo escuchó estas palabras de YESHÚA, entendió algo como esto,

La Espíritu, viento, aliento, obedece sus propios designios y sus propias leyes de armonía y unicidad, cuando escuchas su voz y sientes su roce, sabes que te ha elegido, que has regresado a la Unidad, y has vuelto a nacer desde la oscuridad, a través del poder de la que irradia el aliento de vida, más no sabes que camino eligió para encontrarte ni que camino seguirá para elegir a otros.

Lectura alterna Juan 3:8


LA ESPÍRITU DE ALAHA Porque Di-s es Espíritu y los que lo adoran, en espíritu y en verdad deben adorarlo. Evangelio de Juan 4:24

Veamos como escucharía un discípulo de YESHÚA estas palabras, para esto recordemos los significados alternos de: ruja -espíritu, aliento, viento, aire, irradiación de aliento de vida, tomar aliento, respirar; segadta-adorar, hacer reverencia, inclinarse o entregarse y la palabra sherara-verdad, puede interpretarse como aquello que libera y abre posibilidades, que es fuerte y vigoroso, lo que actúa para mantenerse firme, sólido y seguro con la armonía universal. Porque la Unidad Sagrada lo inspira todo y aquellos que se entregan a la Unidad, que se inclinan ante ella con la máxima adoración, deben hacerlo con el propio aliento de vida, y actuando para mantenerse firmes, sólidos y seguros en la armonía Universal. O simultáneamente,

Porque la Unidad Sagrada es aliento de vida y aquellos que se mueven con el sentido de la dirección correcta que conduce a los vientos universales, que hacen reverencia con gran adoración a la Unidad Sagrada, deben hacerlo con su propio hálito y en libertad para que toda posibilidad les sea abierta.

Sin duda con estas palabras YESHÚA nos enseña que existe un vínculo único y Sagrado con todos los seres que respiran, y más


aún establece un lazo de unión con las expresiones más diversas de nuestros mundos interior y exterior. Esta declaración está muy en resonancia con los principios de la física cuántica, la cual nos dice que nuestra vida no está regida por el determinismo, por la rigidez de la imposición de lo establecido, sino por una gama de posibilidades. YESHÚA también menciona que…

Dichosos son los humildes que reconocen que se hallan apartados del Hálito Sagrado- La Espíritu de ALaHa- y están verdaderamente contristados, porque de ellos es la Soberanía de la Unidad.

La anterior declaración representa una lectura alterna con base en el significado arameo original de Mateo 5:3, que dice: Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos. Veamos el caso contrario es decir aquellos de espíritu soberbio, para esto escuchemos lo que nos dice YESHÚA referente a la Unidad Sagrada.

El uno no es y el otro es- pero ellos juntos son esta única unidad. Este es Él que no podrá venir a quien tiene el corazón carnal. (Apotema 110) Evangelio de Felipe

Dicho de otra forma, entendemos que lo que es uno, es uno, y lo que no es uno también es uno, quien considera todas las cosas como Uno, es un compañero del cielo.


De modo que la espíritu de cada ser es parte de la Espíritu de ALaHa, aunque en ocasiones este aliento penetra demasiado en el cuerpo y queda atrapado, no pudiendo sentir su conexión con otras expresiones del aliento, perdiendo el contacto no sólo con lo sagrado, sino también con otros seres vivientes, dando pie a lo que se define como egoísmo. La espíritu individual desconectada de ningún modo deja de pertenecer a la Unidad, es sólo que ha olvidado que es parte de ella, dado que nada existe más allá de la Unidad, pues por definición y naturaleza, la Unidad lo abarca Todo. Esta idea de egoísmo va muy ligada, aunque a primera vista no se perciba así, a lo que YESHÚA definiría en Mateo 12:31 como el “pecado imperdonable”…

Por eso les digo:

Cualquier pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra la Espíritu no les será perdonada.

O de acuerdo al Evangelio de Tomás, apotema 44…

YESHÚA dice:

Quien maldice al Padre, se le perdonará; y quien maldice al Hijo, se le perdonará. Pero quien maldice a la Sagrada Espíritu, no se le perdonará- ni en la tierra, ni en el cielo.


Tal vez la relación con el egoísmo se vea más clara si analizamos esta declaración de YESHÚA desde la perspectiva del arameo, esto es, como fue pronunciada originalmente. Para esto consideremos los significados alternos de la palabra khetaja-pecado, error, equivocación, aquel que cae en el fracaso o incorrección, su raíz señala de manera figurativa, tanto las esperanzas frustradas, como los hilos que se han enredado. La misma raíz también puede significar excavar un pozo o un surco, o coser, parchar o remendar algo, de este modo la semilla de la restauración está, por así decirlo, involucrada en lo que se ha roto. La palabra gudapa-blasfemia, puede interpretarse como ultraje, o incluso según las raíces mismas de la palabra, como un corte, una incisión, una invasión o una ranura. El blasfemar sería como separarse del objeto de la blasfemia. Y shevak-perdonar también significa poner en libertad, dejar ir, soltar, omitir, o desde su raíz, restaurar algo a su estado original. Ahora escuchemos con oídos arameos lo que YESHÚA quiso enseñar realmente,

Toda clase de comportamiento desordenado, los errores, las equivocaciones, todo aquello que te ha hecho sentir dentro de un pozo, toda separación, todo vínculo roto, será restaurado a su estado original, tarde o temprano serás liberado de tus equivocaciones, tus errores serán olvidados, lo que se ha enredado y te mantiene atrapado regresará a su estado original. Sin embargo, no encontraras la libertad, ni tu estado podrá ser reparado o restaurado, en tanto estés separado de la irradiación de aliento de vida, Fuente de todo ritmo, La Espíritu de ALaHa.


Si te separas del aliento de vida, ¿cómo vas a vivir? Cuando blasfemamos contra La Espíritu de ALaHa, solo se puede retornar del olvido en el que el egoísmo nos mantiene mediante una acción voluntaria de entrega y deseo que nos permita recordar que somos parte de la Unidad Sagrada, y por tanto no podemos estar separados de la irradiación del aliento de vida. En otras palabras, a consecuencia del olvido, la separación respecto a la Espíritu de ALaHa existe desde nuestra perspectiva, pero no desde la perspectiva de ALaHa, pues quienes lo hemos olvidado a Él hemos sido nosotros, nunca Él a nosotros.

La perla que se arroja en el fango, no se desdeña, ni tampoco se estima (más) si se unge con ungüento de bálsamo. Sino que tiene su gran valor para su propietario en todo momento. Así es con los Hijos de Di-s- pase lo que sea con ellos, tienen todavía el gran valor para su Padre en el corazón de Él.(Apotema 52) Evangelio de Felipe

Si no estás consciente que perteneces o eres parte de algo, ¡¿cómo te vas a reintegrar a ese algo?! La blasfemia contra La Espíritu de ALaHa es olvido, olvido que se transforma en separación, separación que hace imposible la restauración al estado original.

…por eso el no conocer a ALaHa-la Unidad Sagrada, causaba ansiedad y temor. Entonces la ansiedad se condensó como una neblina, hasta que nadie podía ver. (Apotema 2)


YESHÚA dice: No temas la esencia de la carne, ni la ames. Si la temes, se convertirá en tu amo; si la amas te devorará y te ahogará. (Apotema 67). Evangelio de Felipe YESHÚA dice:

Busquen al Viviente mientras tengan vida, no sea que mueran y entonces anhelen verlo, más entonces ya no podrán mirarlo. (Apotema 59). Evangelio de Tomás

El no estar consciente que eres parte de la Unidad Sagrada, te mantiene en una aparente separación de la Espíritu de ALaHa, situación que como mencioné anteriormente proviene del olvido. Este olvido requiere ser corregido, sanado y un primer paso es reconocer que no tenemos ni morada ni posesión excepto el ritmo que refleja el aliento de vida, ritmo que sentimos en cada latido del corazón y en cada respiración.

YESHÚA dice:

Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

Evangelio de Mateo 8:20


En esta declaración YESHÚA enfatiza que si eres parte de la Unidad Sagrada y por tanto participas de la Espíritu de ALaHa, no necesitas nada más.

En la segunda bienaventuranza, YESHÚA dice:

Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.

Mateo 5:4 Biblia Peshitta

Llorar, gemir, sufrir, lamentarse corresponden en arameo a la palabra ebal que por sus raíces también puede significar estar en confusión, en zozobra, andar errante, ya sea en forma literal o figurada. Por su parte la palabra baya-consuelo, puede significar unificación interior, regresar del extravío, o hacer frente a lo que esperamos. Con estos significados en mente, escuchemos la segunda bienaventuranza como la hubiese oído un discípulo de YESHÚA,

Dichosos los que están confusos, en zozobra y andan errantes, porque ellos regresaran del extravío y serán unificados en su interior

Este tipo comienza queremos confusión,

de confusión o estado de zozobra surge cuando a alejarse el olvido, cuando en nuestro interior recordar que somos parte de la Unidad, esta es la de la que YESHÚA nos habla cuando dice, …quien


busca no deje de buscar hasta que encuentre; y cuando encuentre se turbará; este estado de confusión es totalmente diferente a la confusión que tiene raíces en el olvido, la cual se manifiesta en una vida sin dirección, sin razón, sin esperanza, sin ilusión, una vida en la que no hay un deseo consciente de regresar a la Fuente, y por ello el estado de separación de la Espíritu de ALaHa permanece. El camino que nos aleja del olvido, nos va unificando en nuestro interior, lo que ocasiona que se vaya acrecentando en nosotros la conciencia de la Unidad Sagrada, mientras que la idea de separación respecto a la Espíritu de ALaHa se va disipando. Es por esto que la segunda parte del Apotema 2 del Evangelio de Tomás dice… y habiendo estado turbado se maravillará, y reinará sobre la totalidad {y hallará el reposo}. Para YESHÚA es muy importante el que sus discípulos busquen dentro y afuera, porque ambas son parte la una de la otra, que la búsqueda provoque confusión, y de la confusión surja el entendimiento, para poder maravillarse y después reinar sobre el Todo. YESHÚA continúa diciendo:

Bienaventurada la persona que ha luchado, porque ha encontrado la vida. (Apotema 58)

Evangelio de Tomás


En otras palabras, dichosa la persona que ha luchado en su interior, porque ha logrado la unión consigo misma y la unión con la Espíritu de ALaHa.

Y siguiendo con este tema, YESHÚA, agregaría:

Dichosos los humildes, porque ellos heredarán la Tierra

Mateo 5:5 Biblia Peshitta

La palabra que se tradujo como humilde o manso, es makikhuta, la que de manera literal significa suavizar lo que es rígido, acción que se aplica tanto desde una perspectiva interna como una externa. Heredar corresponde a la traducción de la palabra yiret que también significa recibir fuerza, poder y sustento. La expresión para Tierra, ar´ah también puede usarse para designar todo en la naturaleza, así como el poder natural que se manifiesta a través de la diversidad de seres en el universo, esto es, la realidad personificada, y todas las formas individuales.

Ahora nuevamente escuchemos a YESHÚA con oídos arameos,

Maduros son aquellos que suavizan lo que está rígido por dentro y por fuera, porque ellos recibirán fuerza, poder y sustento de la realidad personificada en todas las formas individuales, lo que por derecho es suyo la naturaleza lo brindará por gracia.


Cuando la unificación con nosotros mismos y con la Espíritu de ALaHa se logra en el interior, de inmediato se refleja en el exterior, ya que ambas son lo mismo y no son parte de una dicotomía, o desde la perspectiva de la física cuántica, la naturaleza holográfica del universo propicia esto. Así el exterior es un reflejo del interior, y permite que todas las fuerzas del universo trabajen a favor de nosotros de maneras insospechadas, en lugares inesperados, con gente inimaginada y en momentos sorprendentes. ¡Maravilloso!, ¿no?. Si vemos en conjunto las tres primeras bienaventuranzas, observamos que advierten una cierta confusión y agitación en un principio, pero una vez que el ser comienza a suavizarse, se crea un ambiente propicio de paz para que de inicio un proceso mediante el cual la persona absorbe la energía universal de todo lo que le rodea, acontecimiento que es maravilloso en sí mismo, y entonces llega a un nivel de conciencia en el que comprende lo que significa reinar sobre el Todo, y por fin su alma está lista para hallar el reposo.

YESHÚA dice:

…Quien sale del mundo, ya no puede ser detenido por el simple hecho de que estaba antes en el mundo. Se revela más allá tanto del anhelo como del miedo de la carne. Es amo sobre el deseo, vale más que la envidia. Y si la multitud [apegos materiales, adicciones emocionales, ego] viene para agarrarlo y para ahogarlo. ¿Cómo no podrá escapar este por la salvación de Di-s? ¿Cómo podrá temerlos? (Apotema 65)

Evangelio de Felipe


YESHÚA dice:

Quien lo conoce todo, excepto a sí mismo, carece de todo. (Apotema 67)

Evangelio de Tomás YESHÚA dice:

…pues el que queda sin conocimiento hasta el final, es un producto del olvido, con el cual desaparecerá.(Apotema 12)

Evangelio de la Verdad


BET KADASH YESHÚA dice:

De cierto, de cierto les digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, el también las hará, y mayores que estas hará, porque yo voy al Padre

Evangelio de Juan 14:12


ESPACIO PARA LA PERSEPCION DE LO SAGRADO

En el capítulo anterior dijimos que la conciencia percibe la Unidad, y que la mente es la que a través de los paradigmas percibe la diversidad. También hablamos del olvido como la causa de la separación de la Espíritu de ALaHa y de la falta de percepción consciente de que formamos parte de la Unidad. Luego vimos que el camino que nos aleja del olvido requiere de búsqueda, de hallazgo, de conflicto, de entendimiento, de asombro, para recordar conscientemente nuestro vínculo con la Unidad y finalmente hallar el reposo. Ya conocemos el camino que debemos seguir, la actitud que debemos tener para que sea posible recorrerlo, ¿pero, en qué consiste el primer paso dentro de ese camino?. La respuesta es simple, para ser parte de la Unidad Sagrada debemos ser santos. Perfecto y ¿qué significa e implica ser santo? En arameo la palabra kadash se traduce como santo, esta se compone de dos raíces semíticas, la primera kd a la cual puede asociarse la idea de un punto en el que todo converge. La otra ash, que representa la imagen de un círculo que se despliega desde ese punto con fuerza y calor. De esta forma santificarse significa crear un espacio separado sobre el que todo converja y luego se expanda con gran energía. En otras palabras crear un espacio para la percepción de lo sagrado. El espacio se crea en la mente para que la conciencia pueda percibir de forma consciente su unión con la Unidad Sagrada.


En Mateo 6:9 YESHÚA nos dice como parte de la oración del Padre Nuestro,

…santificado sea tu Nombre…

En arameo se escucharía así: nitkadash shmakh, la segunda palabra contiene la raíz ShM, o Shem, la cual puede significar luz, sonido, Nombre o atmósfera. Considerando esto la expresión anterior también podría entenderse como crear un espacio separado para el Nombre, la luz, el sonido, en sí un espacio para la percepción consciente del Nombre. Ahora para buscar tuvimos que darnos cuenta que es necesario crear un espacio gracias al cual lograremos encontrar. ¿Y qué es lo que encontraremos?, en realidad más que un hallazgo será un reencuentro, un retorno del olvido, un volver a ser conscientes de nuestra pertenencia a la Unidad Sagrada. Este espacio es un lugar de quietud, paz, un estado relajado en el interior al igual que en el exterior, pues recordemos que no hay diferencia entre adentro y afuera, ambas son lo mismo y por tanto una la extensión de la otra. Lo cierto es que a pesar de que se debe crear un espacio a través de los paradigmas [conjunto de creencias] de la mente para que la conciencia pueda percibir conscientemente la Unidad Sagrada, jamás podrán quedar fuera del juego por completo, ya que es a través de ellos que se percibe la diversidad de lo que llamamos realidad y ambas percepciones, tanto la de la diversidad como la de la Unidad detrás de aquella, son necesarias, esto en cierta forma es lo que el físico Bohm define como la realidad explicada


y la realidad implicada. El punto es que por lo general la primera no nos deja percatarnos de la segunda quedando esta en el olvido. Cuando se es capaz de percibir la diversidad desde un espacio lleno de paz entonces es posible percibir la Unidad detrรกs de la aparente diversidad. Esto es la Unidad detrรกs de las imรกgenes.


LA ORACIÓN COMO UN ESPACIO Ahora es momento de crear una imagen personal de lo sagrado, y luego hacer un espacio para que esa imagen se desarrolle. Cada quien desarrollará su propia imagen, pues la imagen misma depende de los paradigmas de la persona. Sus discípulos le preguntaron en cierta ocasión a YESHÚA, ¿cómo debemos orar?, en apariencia esta pregunta no tiene nada que ver con la creación de espacio para la percepción de lo sagrado, ¿o sí? En arameo la palabra sela significa orar, pero también inclinarse, doblarse hacia, escuchar a, o tender un lazo. La raíz ls puede interpretarse como un abismo sin fondo, una caverna o la sombra creada por un dosel, techo o velo. La idea de abismo sin fondo sugiere la sensación de profundidad y amplitud, propiedades que la oración debe cultivar. Esto de inmediato se asocia a la frase, abrir un espacio para la percepción de lo sagrado. Por su parte la imagen de la sombra creada por un dosel o velo, una vez más sugiere la creación de un espacio. Todo esto en conjunto indica la forma en que nuestra imagen de lo sagrado dentro del espacio creado, proporciona una sombra para la realidad Divina más indefinible e inexorable que trasciende las imágenes humanas.

YESHÚA dice: Las imágenes son visibles para la humanidad, pero la luz dentro de ellas está oculta en la imagen de la luz del Padre. Esta luz se manifiesta a sí misma, pero la imagen verdadera está oculta por esta luz. (Apotema 83) Evangelio de Tomás


Por una parte la oración misma sirve de vehículo de creación del espacio para la percepción y desarrollo de la imagen personal de lo sagrado . Por la otra, entendemos que más allá de las imágenes visibles a la humanidad, está la luz del Padre que se manifiesta a sí misma, y que es aquello que se nos permite percibir como Unidad, aunque las imágenes verdaderas queden ocultas detrás de ella. La Unidad Sagrada existe detrás de todas las cosas, pero todas las cosas esconden a ALaHa, así como la luz de ALaHa esconde la verdadera imagen de las cosas.

En Mateo 6:6 YESHÚA nos dice:

Pero tú, cuando ores, entra a tu aposento, y habiendo cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Veamos la riqueza que encierra esta frase si consideramos los significados alternos de varias palabras que la conforman en el arameo. Primeramente como ya vimos con anterioridad, orar representa un abismo sin fondo, o la sombra creada por un dosel o velo. Por su parte la palabra aposento, sugiere tanto un espacio físico interior, como uno emotivo o espiritual. Luego la palabra puerta tar´a puede significar una apertura entre varios “mundos” de la propia existencia. Bakesya -secreto- se relaciona tanto con la percepción interior como con la idea de velo o protección.


La expresión “en público” es equivalente a la palabra “abiertamente”, que representa aquello que se revela al manifestarse en estructura. Las raíces de esta palabra sugieren el crecimiento del océano conforme se va desarrollando con lentitud hasta manifestarse en un movimiento expansivo e impetuoso. Ahora escuchemos el versículo desde la perspectiva aramea,

Cuando en tu interior realices el espacio para lo sagrado, deja que la Espíritu de ALaHa, la luz, el sonido, la vibración y tu emoción lo llenen. Cierra la puerta a todos los mundos de posibilidades que estén ligados al ego, la divinidad oculta tras el velo podrá movilizarse a través tuyo . El aliento de vida de todo lo que existe se manifestará en la posibilidad elegida que dará forma a tu vida.

Esta forma de orar permite enfocar hacia un centro, imagen o sentimiento, lo sagrado a nuestro ser interior. Si damos a nuestro ser consciente el espacio, interior y exterior nos ampliamos más allá de lo que creemos que somos y permitimos que lo sagrado se manifieste a través de nuestro propio ser. En el antiguo Egipto a Ptah se le consideraba el guardián, tanto del espacio como de la creación, y quien dio vida al universo. Uno de los himnos en honor a Ptah 3000 años A.C., incluye este pasaje que habla acerca de cómo está relacionada la amplitud de espacio con el proceso de creación: Todo trabajo y arte manual, El movimiento de los brazos y las piernas, Todo sarmiento que se mueve Se somete al proceso de Ptah:


El espacio se desdobla El corazón se da a conocer La voz se esclarece La vida se crea

El concepto de espacio a nivel cuántico es muy diferente al que percibimos a nivel macroscópico, de hecho contiene 7 dimensiones adicionales a las 3 que conocemos. Todo lo que nos es cotidiano en nuestro mundo tiene su origen en la interacción de partículas elementales y campos de energía. Nada de lo que existe existiría si no hubiera un espacio donde se realizaran estas interacciones y donde el resultado de las mismas se proyectara. La expresión “el espacio se desdobla”, nos sugiere que este se expande desde ese nivel cuántico, donde la “realidad” se elige de entre una infinidad de posibilidades, al nivel macroscópico, donde la posibilidad elegida se proyecta, y sus 7 dimensiones dejan de ser perceptibles para dar paso a las 3 que si estamos acostumbrados a percibir, es decir alto, ancho y profundo. En mi primer libro que lleva por título “Retorno a Edén”, explico que el ser humano no tiene la capacidad de crear, solamente de saltar de una posibilidad a otra, las cuales fueron creadas de antemano. Para poder realizar ese salto, la mente imagina la posibilidad pero es la unión del pensamiento con la emoción la que al generar el sentimiento produce la energía necesaria para que el salto se realice, cambiando de posibilidad y por tanto de “realidad”. Luego el codificar lenguaje realidad

corazón aparece en escena, ya que es el encargado de la energía proveniente del sentimiento, pues el único que entiende la Matriz Divina [aquello que subyace la y la materializa como reflejo de la unión del


pensamiento con la emoción] es justamente ese, el del sentimiento. Y es así como “el corazón se da a conocer”, sirviendo de transductor entre la Matriz Divina y el ser. “La voz se esclarece”, en este caso si por voz entendemos lenguaje, el cual se manifiesta como sentimiento, y que a través del corazón se transmite como información codificada, información que interactúa con la Matriz Divina para definir la posibilidad elegida, y luego es decodificada por el cerebro, esta efectivamente se esclarece al ser interpretada por el cerebro como imágenes tridimensionales en movimiento en el marco del espacio que se desdobla. La última frase dice “la vida se crea”, o desde la perspectiva de la física cuántica, el salto se realiza y se plasma una “nueva realidad” sustentada en la posibilidad alterna. Sin duda hace al menos 5000 años alguien tenía muy clara la relación que existe entre generar o expandir el espacio y acceder a una “realidad” alterna. El crear espacio para lo sagrado [orar] es una parte de la ecuación. Seleccionar una imagen, una posibilidad alterna que represente lo sagrado y en la que podamos concentrarnos es la otra. Hablemos un poco más acerca de esta imagen. En el capítulo anterior mencionamos que lo que es uno, es uno, y lo que no es uno también es uno, y de las cuatro primeras frases del himno, vimos que Ptah juega un importante papel en todo el proceso del salto cuántico que da por resultado la elección de una “realidad” diferente.


Entonces entendemos que sin importar cuál sea la imagen que nuestra mente escoge está será parte de la Unidad, sin embargo para que esta se “materialice” la elección debe estar acompañada por una cantidad de energía suficiente, la cual se obtiene a través del sentimiento, pero teniendo en cuenta dos cosas, una que ese sentimiento se debe generar dentro de un lugar donde se haya abierto espacio para la paz y por tanto en comunión con la Unidad Sagrada para que durante todo el proceso estemos conscientes que detrás de la imagen está El Nombre [o equivalentemente Ptah], aunque la imagen misma lo encubra. El resultado, lo sagrado trabajando a través de nosotros mediante la oración para dar el salto cuántico a la posibilidad alterna que sea afín al Plan Divino. O en palabras de YESHÚA, Pedid y se os dará, buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá Evangelio de Mateo 7:7 Aquí hay tres palabras que se relacionan a una acción, pedid selu, buscad – be´a y llamad – qoshw y sus respectivas respuestas, se os dará - netyahb, hallaréis - eskah y se os abrirá patah. Las primeras tres evidencian en arameo el sentido de crear espacio con una intensión sincera. Las tres palabras restantes enfatizan algunos procesos de la naturaleza que suceden con facilidad, como una acción armoniosa o una respuesta natural a algo que ya ha sucedido.


Esta enseñanza de YESHÚA nos deja en claro que la oración crea el espacio para la visualización de una imagen bajo el supuesto de que lo encerrado en dicha imagen ya ha sucedido, y el sentimiento necesario para materializarla es el que correspondería a la imagen misma materializada. En otra palabras, si imagino lluvia, debo sentirla, si imagino paz, debo sentirla. Cuando nos proponemos de todo corazón alcanzar algo, es decir cuando generamos la energía requerida para lograrlo a través del sentimiento, visto este último como la conjunción del pensamiento y la emoción-amor, emanamos en la vida misma el fuego de amor que está dentro de nosotros. Sin embargo y bajo el supuesto de que lo uno y lo otro son uno, lo anterior también es cierto si en vez de la emoción amor, participa la emoción miedo, y en este caso la energía que se emana, lejos de fortalecernos nos debilita creando además un entorno de caos, lo que conlleva un aumento de entropía, es decir un incremento en el desorden. Así es que debemos aprender a orar bajo la participación de la emoción amor, pues este proceso de aprendizaje, más que el objeto que se persigue, es la verdadera meta. En otras palabras YESHÚA nos diría,

6:31 Así que no estén preocupados, ni digan ¿qué comeremos?, o, ¿qué beberemos?, o, ¿con qué nos vestiremos?


6:32 Porque todas estas cosas buscan la gente del mundo, pero su Padre que está en el cielo sabe que ustedes también tienen necesidad de todas estas cosas.

6:33 Busquen, pues, primero el reino de Di-s y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Evangelio de Mateo


IMAGENES

La física cuántica nos dice que lo que llamamos “realidad” es tan solo una ilusión, que las “cosas” que conforman esta realidad perceptible por nuestros sentidos, no están hechas de más cosas, sino que de algo más parecido a información e incluso pensamiento, y en lo más profundo, este algo que subyace se comporta como un mar de conciencia en movimiento. A este mar de conciencia en movimiento se le denomina Holograma Cuántico o Matriz Divina. Esta hace las veces de un puente de unión entre nuestro interior y el exterior, reflejando el uno en el otro. Cabe remarcar que en virtud del efecto cuántico conocido como entrelazamiento, no hay una división entre lo interior y lo exterior, todo es parte de lo mismo y juntos conforman un Todo continuo. Aunado a esto, se ha demostrado que nuestro cerebro no distingue entre acción realizada y acción visualizada, esta última se refiere a una situación imaginada que va acompañada de una emoción, la cual da lugar a un sentimiento, cuyo efecto se percibe en el cuerpo como resultado de los neuropéptidos emitidos por el cerebro a las células del mismo, logrando de esta forma una percepción consciente de lo imaginado. Veamos que nos dice YESHÚA al respecto, Conoce tú a Él quien está enfrente de tu rostro, y lo que se esconde de ti se te revelará. Pues no hay nada escondido que no será manifiesto, {y nada enterrado, que no será levantado}.(Apotema 5) Evangelio de Tomás


Cuando veis vuestro reflejo, os regocijáis. Pero cuando percibáis vuestras imágenes, que han entrado en la existencia desde vuestra Origen- las cuales ni mueren ni representan- ¿hasta qué punto dependerán de vosotros?. (Apotema 84) Evangelio de Tomás Bendito es quien existía antes de que entrara en el ser. Si os convertís en discípulos míos y atendéis mis dichos, estas piedras se harán siervos vuestros. Pues tenéis cinco árboles en el paraíso, los cuales no se mueven en el verano, ni caen sus hojas en el invierno-quien los conocerá no catará la muerte. (Apotema 19) Evangelio de Tomás

En el primero de estos tres apotemas YESHÚA se refiere a la presencia de ALaHa que está siempre frente a nosotros, en el segundo, habla de que las percepciones sensoriales no manifiestan otra cosa más allá de, bajo de, o dentro de sí mismas, esto es, que no hay ningún sustrato material subyacente a lo percibido. Tanto en el hebreo como en el arameo no existe ninguna palabra para ‘materia’ ni para ‘cuerpo’ [en contraste con ‘alma’], porque estos conceptos no pertenecen a ninguna realidad empírica. Nadie vio nunca ninguna ‘materia’ ni ‘cuerpo’, tal como son definidos por el dualismo substancial. Los elementos sensibles como madera, piedra, agua, no son ‘la materia’; son realidades sensibles. Esta “materia”, que en última instancia es información la percibimos a través de los cinco sentidos (cinco árboles), luego


nuestro cerebro la decodifica y la transforma en sensación acompañada de imágenes tridimensionales en movimiento. Si conocemos, es decir comprendemos estos sentidos, sabremos que lo que percibimos no es la “realidad” como tampoco “la materia” es su constituyente, sino su imagen, la que al pasar a través del filtro de nuestros paradigmas toma forma. Si el paradigma cambia, cambiará la imagen percibida de la ilusión que llamamos “realidad”. Y continúa diciendo, Quien ha conocido el sistema, ha encontrado el cuerpo; más quien ha encontrado el cuerpo, de él no es digno el sistema.(Apotema 80) Evangelio de Tomás

Si partimos del hecho de que lo que denominamos “materia” dista de ser una experiencia directa, que no existe un objeto denominado “materia” que pueda estudiarse por sí mismo, estoy implicando que las cosas no están hechas de materia, en otras palabras “hemos conocido el sistema”; entonces podemos hablar de nuestro campo sensorial entero como “imágenes”, y como no hay diferencia entre el adentro y el afuera, estas imágenes abarcarían tanto el ambiente natural y empírico, como el interior de uno mismo, esto es la memoria, los sentimientos, la imaginación. Todo se reduce a una percepción fenomenológica, es decir a las relaciones entre las cosas y no a las cosas mismas. El que el sistema no sea digno de nosotros, implica que hemos entendido su secreto, esto nos coloca más allá de la ilusión -el sistema-, y nos permite recordar nuestra íntima pertenencia a la Unidad Sagrada.


El dijo aquel día en la Eucaristía: Oh Tú que has apareado el Resplandor Perfecto con la Sagrada Espíritu, ¡aparea también nuestros ángeles con las imágenes!(Apotema 30) Evangelio de Felipe

De la física cuántica sabemos que cuando el electrón no es observado se comporta como onda de probabilidad y cuando es observado como partícula de experiencia. Ambas declaraciones tanto la de YESHÚA contenida en el Evangelio de Felipe como lo expresado por la física cuántica concuerdan en algo, es necesaria la conciencia para que las imágenes puedan percibirse. En este apotema la palabra ángel representa una conciencia pura semejante a un espejo, que ‘refleja’ (contempla) las imágenes sensibles dentro del marco del espacio-tiempo. De esta manera se entiende que el ángel-conciencia ‘se aparea’ con sus imágenes, usando como marco lo que llamamos espaciotiempo. Sin embargo sabemos que tanto el espacio como el tiempo distan de ser experiencias directas, al igual que ocurre con la “materia”, no existen objetos llamados tiempo o espacio que puedan estudiarse por sí mismos. Estos son meramente relaciones entre las imágenes, en el caso del tiempo estas relaciones están ligadas al cambio y el movimiento, en el caso del espacio, se vinculan a la separación entre imágenes.


Dado que el ángel-conciencia es parte de la Unidad Sagrada, no está sujeta a las limitantes espacio-temporales, siendo además eterna. Siguiendo con el tema, YESHÚA en Mateo 18:10 nos dice,

Cuídense de no menospreciar a uno de estos pequeños, porque les digo que sus ángeles en los Cielos ven constantemente el rostro de mi Padre que está en los Cielos.

Para que lo que llamamos “realidad” se perciba es necesario que exista una conciencia que observe, el asunto es que cada uno de nosotros solo podremos actuar como conciencias observando si a su vez existe otra conciencia que nos observe y la cadena sigue, pues quien nos observa debe ser observado y a así sucesivamente lo que nos lleva a la conclusión de que hay una Conciencia Universal que corresponde a la totalidad de todas las imágenes, la que por definición es Di-s [ALaHa- La Unidad Sagrada]. Cuando en el versículo YESHÚA dice… sus ángeles en los Cielos ven constantemente el rostro de mi Padre que está en los Cielos, se refiere a que cada conciencia o ángel se asemeja a un espejo en la mente de Di-s, reflejando individualmente la totalidad de la imaginación Divina. Sin embargo no necesariamente somos conscientes de esta situación, así que lo que nuestros sentidos perciben, esto es las imágenes sensibles son “distorsiones” de las imágenes sagradas. ¿Por qué distorsiones?, porque a pesar de que


nuestras conciencias contemplan las imágenes sagradas, y nuestros sentidos las perciben como tales, es la mente la que las distorsiona, pues utiliza distintos lentes (paradigmas y apegos materiales) para interpretarlas. Y aunque es cierto que todos los aspectos de las cosas son pensamientos de Di-s, aquellos aspectos que logramos percibir son pensamientos de nosotros. En la medida que observemos más con la conciencia que con la mente, nos acercaremos al aspecto sagrado de las imágenes e irá desapareciendo su aspecto sensible. Así, referente a la pregunta primordial de Tales de Mileto (625546 a.C.) sobre la sustancia básica del Universo perceptible, YESHÚA enseñó que se compone de la imaginación de Di-s, en otras palabras, lo que hoy la física cuántica designa como Holograma Cuántico o Matriz Divina. Este concepto es sin duda algo en extremo innovador, y a pesar de eso, YESHÚA lo explicó con tal sencillez que pudo hacerlo asequible a las personas que en su tiempo le escucharon.

En Juan 5:19 YESHÚA dice, De cierto, de cierto les digo que el Hijo nada puede hacer por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre, porque las cosas que el Padre hace, esas también hace el Hijo de igual modo.

Cada conciencia-ángel refleja la totalidad de la imaginación Divina, pero ¿a quién la refleja?, desde luego a otras conciencias o ángeles. Y son estas conciencias las que se perciben unas a


otras de forma imperfecta, es decir se perciben entre sí como imágenes sensibles y no como imágenes sagradas. En tal simetría son unidos la pareja, ángel-conciencia e imagen. Pues en última instancia así como la imagen es conciencia, la conciencia se comporta como imagen. Esto explica de manera natural lo que se conoce como entrelazamiento cuántico. Todo ente que existe en el Universo creado esta entrelazado. La unión de la pareja ángel-conciencia, imagen, explica claramente el por qué la conciencia participa activamente en la observación de cualquier fenómeno ocurrido en el ámbito de lo que llamamos “realidad”. Retomando la idea de que cada individuo es una reflexión particular dentro de la imaginación divina, JESHÚA encarnado representa la imagen reflejada perfecta del Padre. Esta imagen es en la que Di-s se contempla a sí mismo perfectamente reflejado. Pero también es la Conciencia- Ángel que contempla la perfección del Padre, pues aunque encarnada no participa de los apegos del mundo material ni de la sabiduría del hombre a través de los paradigmas de su tiempo. Es un Ser sin apegos y su conocimiento es aquel que viene de la Palabra de Di-s. Siendo Di-s perfecto no ha podido crear nada imperfecto, por tanto aunque Di-s se contemple a sí mismo perfectamente reflejado en toda su creación, la conciencia en el cuerpo encarnado hace que la imagen que esta perciba tanto de Di-s como de todo lo creado sea imperfecta o “deformada”, e incluso “oscurecida” debida a sus paradigmas y apegos al mundo material.


En Juan 5:48 YESHÚA continúa diciendo Sean pues perfectos, tal como su Padre que está en el Cielo es perfecto

Ser perfecto no implica un cambio en nuestra esencia, implica un reencuentro con Él, a través de un cambio de paradigmas, esto es hacer de lado la sabiduría del hombre para sustituirla por la sabiduría de Di-s y lograr un desapego del mundo material, reencuentro que nos permitirá percibir más allá de las imágenes sensibles, esto es las imágenes sagradas, en sí el rostro de la creación. Al percibir lo sagrado, nuestro propio ángel-conciencia se hará consciente de su esencia sagrada, esto es, se hará perfecto. La búsqueda de la perfección es la perfección misma.


EL CAMINO YESHÚA le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida; Nadie viene a mi Padre sino por mí. Evangelio de Juan 14:6

Analicemos estas palabras de YESHÚA a la luz de la riqueza de significados que nos da la semántica aramea. “Yo soy”, se representa por la palabra Yo repetida dos veces, ena, ena, esto tiene varias interpretaciones, como la esencia de la individualidad, el “Yo” dentro del “Yo” o algo como el “Yo soy”. Recordemos que en el mundo donde vivió YESHÚA, la palabra empleada para Di-s significa Unidad, en ese mundo el sentido de lo individual no podría estar separado de lo divino, de esta forma en la mente de aquellos hombres sólo lo uno podría existir, “Yo Soy”, que es ALaHa. YESHÚA dice: … mi Padre que existe en secreto. Dice – Entra en tu cuarto privado, cierra tu puerta detrás de ti y órale a tu Padre que existe en secreto-, éste es el que existe adentro de todos. Pues Él que existe adentro de todos es la plenitud- más allá de Él no hay otro más adentro. Esto es lo que significa “Él que existe arriba de ellos”.(Apotema 74c.) Evangelio de Felipe

Éste apotema describe claramente lo que representa el “Yo Soy”, la Unidad Sagrada en lo más profundo de nosotros. Por otra parte urha que se traduce como camino se relaciona con una palabra que se emplea para luz (nuhra). En este caso la


palabra urha se puede referir a la luz que descubre un camino que muestra una posibilidad oculta o que revela una vía práctica que no se conocía con anterioridad. La palabra sherara-verdad se asocia a una solución o liberación, la apertura de un círculo, o el sentido de la dirección correcta que está en armonía con el universo. Khaya que se traduce como vida, indica la fuerza sagrada de vida, la energía original que satura todo en la naturaleza y en el universo. La expresión “sino por mi” indica una acción de algo que pasa del interior al exterior o que una idea toma forma o surge. Además como la palabra “si” expresa la percepción del tiempo presente, es decir, lo que existe ahora, esta expresión está vinculada a un proceso que reconoce que las formas o imágenes pasan, utiliza formas o imágenes en el presente para crear una sensación de presencia y reconoce que las formas o imágenes sirven de vehículo para pasar de una realidad a otra.

YESHÚA los cogió a todos desprevenidos. Pues no se manifestó como verdaderamente era, sino se ha revelado a sí mismo de manera que podrán percibirlo en su esencia. Eran susceptibles a morir, pero se les reveló. Se reveló a los grandes como grande, se reveló a los pequeños como pequeño, se reveló a los ángeles como ángel y a la humanidad como hombre. Así su Logos lo escondió de todos seres. Algunos en verdad lo vieron, pensando que se miraban a sí mismos. Pero cuando se manifestó a sus discípulos en gloria encima de la montaña no se hacía pequeño. Se hizo grandioso, pero también hizo grandioso a sus discípulos para que fueran capaces de percibirlo hecho grandioso.(Apotema 29) Evangelio de Felipe


En virtud de que YESHÚA es el reflejo perfecto del Padre, hace las veces en este mundo de la imagen del “Yo” personificado enlazado con el “Yo Soy” fundamental que sirve de vehículo para pasar de una realidad a otra. Veamos cómo habría escuchado un discípulo de YESHÚA el versículo que nos ocupa, El “Yo Soy” es la luz que descubre un camino, una posibilidad oculta, el sentido de la dirección correcta que está en armonía con el universo, la fuerza sagrada de vida que nos vincula con la energía original que satura todo en la naturaleza y el universo. Nadie entra en ritmo con la Unidad Sagrada, excepto a través de otro “Yo” personificado enlazado con el “Yo Soy” fundamental

A YESHÚA sus discípulos lo podían ver, hablaba y comía con ellos, era por esto que a través de su presencia podían encontrar un vínculo personal con el Padre y con la Sagrada Espíritu, vivificadora de todo. El estar a tono con la Espíritu de YESHÚA les conducía a experimentar lo que él experimentaba. YESHÚA dice:

Cualquiera que beba de mi boca, llegará a ser como yo soy y yo mismo seré como él y se le revelarán las cosas ocultas.(Apotema 108)

Evangelio de Tomás

No es posible que alguien vea a nada de los establecidos, a menos que se haya asemejado a ellos. No es como la persona en el mundo: mira el sol sin convertirse en el sol, mira el cielo y la tierra y todas las demás cosas sin


haber sido convertido en ellos. Pero en la verdad es así- tú viste algo de aquel lugar y te hiciste entre ellos allí. Miraste a la Espíritu, te convertiste en espiritual, miraste al Cristo, te convertiste en Crístico, miraste al Padre, te convertirás en paternal. Así verdaderamente en el mundo lo miras todo y no te ves a ti mismo, pero te ves en aquel lugar, pues lo que ves, en eso te convertirás. (Apotema 48)

Evangelio de Felipe

Al beber de la boca de YESHÚA nos convertiremos en Crísticos, esto es, conforme más escuchemos, entendamos y guardemos en nuestro corazón sus enseñanzas, más a tono o en ritmo estaremos con su Espíritu.


GAMEL SHEMAYA YESHร A dice:

Yo comunico mis misterios a quienes son dignos de mis misterios. No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha.(Apotema 62)

Evangelio de Tomรกs


SHEM YESHÚA dice:

Porque donde estén dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy entre ellos.

Evangelio de Mateo 18:20

En arameo la palabra asociada a Nombre es Shem, su raíz (SHM) puede significar luz, palabra, sonido, reputación, nombre y atmósfera, más aún SH indica el espacio o movimiento que se extiende desde un punto, mientras M define cierta forma específica de existencia. Tomando todo esto en cuenta puede asociarse a Shem la idea de todo aquello que vibra en su camino hacia la existencia como un ser en apariencia separado, pero que lleva su propio e inimitable shem. El propósito final es que todo shem, es decir las vibraciones individuales de nombre-luz regresen en diversas formas al único y sagrado SHEM divino, que va más allá de los nombres, palabras o conceptos humanos. Conforme a esto toda vibración individual es parte del universo y de acuerdo al principio holográfico la vibración divina NOMBRELUZ está en cada partícula de la existencia. Tan es así que la palabra para universo o cosmos en arameo se forma de la raíz


Shm y la terminación aya, misma que agrega la idea de extensión. De esta forma universo en arameo se escribe shemaya. En el capítulo anterior se introdujo la idea del YO SOY divino y del Yo soy individual, esto desde luego transmite la noción de algo puntual y fijo en contraste con el concepto del shem, que se asocia a extensión y movimiento o vibración. Nuevamente ambas visiones nos remontan al principio en física cuántica de la dualidad partícula-onda. Mientras que el Yo soy es un concepto puntual y en cierta forma ligado a la diversidad dentro de la unidad, el shem sugiere extensión y vínculo. Tierra-imagen-cuerpo-Yo soy van ligados a la noción de individualidad dentro de la diversidad, en tanto que cielosemejanza-espíritu-Shem, a la vibración que unifica la diversidad. Veamos algunas formas alternas para la frase “en mi Nombre”, para eso debemos tener en cuenta que la preposición “en”, también puede significar dentro, junto con, entre o desde dentro, considerando los significados alternos para Shem, obtenemos lo siguiente, Desde el interior de mi luz; junto con mi atmósfera; dentro de mi vibración; en el mismo ritmo de mi palabra, junto con la luz de mi esencia, entre otros.

Escuchemos con oídos arameos a YESHÚA decir Mateo 18:20, Porque donde están reunidos dos o tres con mi atmósfera, en mi misma vibración, junto con la luz de mi esencia, en el mismo ritmo de mi palabra, en mi experiencia del cosmos, vibrante y resplandeciente, el “Yo Soy” está ahí, alrededor, entre y dentro de ellos.


De acuerdo a los principios de la física cuántica el electrón que es considerado partícula vive en su mundo de posibilidades, es decir en diferentes ubicaciones simultáneamente (onda de probabilidad), y solo cuando es observado, deja su mundo de posibilidades y colapsa como partícula de experiencia. Como ya mencionamos la idea de observar implica la necesidad de una conciencia que observe. Para que un yo soy observe, requiere ser observado por otro yo soy y así hasta que todo es observado por el Yo Soy divino. La expresión del shem dentro del mundo “material”, es vibración que puede traducirse en luz, sonido, etc. Pero también más allá de lo sustancial, el shem-inmaterial- individual está vinculado al mundo de las posibilidades para cada partícula (yo soy) antes de colapsar como tal producto de ser observada. En otras palabras cuando un yo soy observa el shem-inmaterial de otro yo soy, este colapsa justamente en el yo soy asociado al shem-inmaterial observado. Para que este proceso ocurra se requiere de al menos dos “yo soy” uno que observe y otro que sea observado ( donde están reunidos dos...), y para indicar que el proceso sigue y define un evento único, en el versículo se agrega “…o tres”. En algebra a toda secuencia de números que se genera bajo ciertas condiciones se le llama serie. Por ejemplo la serie de números pares 2,4,6,8,10,… o la serie de números nones 1,3,5,7,9…, estas series no tienen fin, y como todas, requieren de al menos los tres primeros números para poder generar el resto de la secuencia. Para comprender esto pensemos en una tercera serie, la correspondiente a los números generados elevando el número 2 a la potencia n, 2ⁿ, donde n=1,2,3,4… , de esta forma la


serie sería 2,4,8,16…, si comparamos la serie 1 de números pares con esta serie de potencias de 2, vemos que sin un tercer número no podríamos saber de cuál de las dos series se trata, por eso se dice que se requieren al menos los tres primeros números de la serie para poder reconocerla. Volviendo al versículo, menciona “dos” para que pueda haber observación y de esta forma el shem-inmaterial pueda colapsar en el yo soy, y “tres” para que la conexión final o transfinita con el Yo Soy sea única. ¿Quién iba a pensar que Mateo 18:20 en el fondo se tratara de una bellísima declaración de uno de los principios más misteriosos y profundos dentro de la física cuántica? Como hemos dicho, desde la perspectiva aramea el shem no solo es nombre, también es esa vibración de luz que es única para cada ser y que se manifiesta en este plano de realidad como su yo soy. En muchas culturas de la antigüedad el nombre era algo especial que expresaba la luz, la atmósfera o el sentimiento con el que el ser entraba a la existencia. El propio nombre de YESHÚA significa El Único Ser sin Nombre (Yah) que salva o restaura (shua). YESHÚA utiliza frecuentemente en los Evangelios la frase “en mi nombre”, sobre todo cuando ora, cura o hace alguna petición. Al usar esta frase está enfatizando la importancia de realizar estas prácticas espirituales estando a tono o en sincronía con la atmósfera o vibración de una persona que este a tono con el SHEM divino, en sí, el mismo YESHÚA.


Esta manera de llevar a cabo la práctica espiritual resalta el valor de la presencia del maestro como la entrada a una experiencia que trasciende la percepción individual.

Al respecto YESHÚA nos dice:

Yo te daré lo que ningún ojo ha visto y ningún oído ha escuchado y ninguna mano ha tocado, y que no ha surgido en la mente humana. (Apotema 17).

Evangelio de Tomás


DALET NUHRA HESHUKA Sus discípulos dicen:

Muéstranos tu lugar, pues es preciso que lo busquemos.

Él les dice:

Quien tenga oídos, ¡qué oiga! Dentro de un hombre de luz hay luz y él ilumina al mundo entero. Cuando no brilla hay oscuridad.(Apotema 24)

Evangelio de Tomás

…Por eso yo digo que cuando alguien iguala se llenará de luz, pero cuando divide se llenará de oscuridad.(Apotema 61b)

Evangelio de Tomás


EN EL PRINCIPIO De acuerdo al relato del Génesis, en nuestro universo la oscuridad antecede a la luz. Las raíces de la palabra hoshechoscuridad, sugieren un movimiento violento, desordenado y caótico. Una fuerza interior que trata de desplegarse. También significa lo que es impenetrable e inescrutable desde un punto de vista humano. Luego la Espíritu de Di-s aparece como la imagen de su Hálito Sagrado compenetrando y vivificando la oscuridad. Esto como parte de la rectificación de un universo anterior que al colapsar en esa oscuridad aporto lo necesario para que el nuestro existiera. En el tercer versículo Elohim no crea la luz, sino que la llama para que forme parte de este universo rectificado. Esta luz ya existía antes que la oscuridad, y en hebreo se le identifica con la palabra or, e implica todas las diversidades de inteligencia luminosa que se mueven de forma armoniosa, en otras palabras ligadas a geometrías enteras, por ejemplo en líneas rectas si consideramos a la geometría euclidiana. En contraste con los movimientos curvos, desordenados y caóticos de la oscuridad anterior, la cual corresponde a las geometrías fractales, no euclidianas y a la teoría del caos. Que haya luz y hubo luz, en hebreo es yeji or, vayeji or, de esta forma la palabra para haya y hubo es la misma, solo que a la segunda le antecede la letra vav, cuya función es invertir el tiempo. Entonces si Elohim dice que habrá luz, implica que hubo luz. Esta declaración de Elohim es muy interesante pues deja ver


que de alguna forma el llamado del futuro enciende la realidad del pasado en la congruencia del presente. Y al igual que en lo referente al espacio, en donde dentro y fuera es parte de lo mismo, esto es que están vinculados y uno es el espejo del otro, en el caso del tiempo futuro y pasado, funcionan igual, aquí también uno es el espejo del otro. Entonces si hay un cambio en el interior se refleja en el exterior y si hay un cambio en el futuro, este se refleja en el pasado. De esta forma se materializan las posibilidades en el hoy. Las posibilidades futuras atraen la rama del pasado asociada a la elección presente. Y en nuestro interior recordaremos algo que quizá nunca vivimos, y que formó parte de la posibilidad que en ese momento no elegimos pero que está vinculada con la posibilidad futura que en el hoy estamos viviendo. Este es el significado en nuestra vida de yeji or, vayeji or. En el relato hebreo de la creación la luz que vivifica y da sentido a la creación es kav, esta luz es parte de or y está contenida en ella. En el arameo de JESHÚA a la kav se le designa con la palabra nuhra. En cierta forma nuhra-luz y hoshech o en arameo heshukaoscuridad representan dos modalidades de percepción, pensamiento y existencia. La primera es la revelación más reciente simbolizada por un rayo de luz que brilla sobre el ser, e implica orden y rectitud, en sí representa lo modalidad lineal que conlleva una percepción consciente del mundo natural. Mientras que la segunda es la revelación más antigua, la espontánea y curvada, la caótica que está incrustada en una comprensión mental que filtra la


percepción a través del remolino caótico de los paradigmas adquiridos sin reflexión ni entendimiento consciente. Siguiendo con el relato del Génesis, Elohim nombra a la luz díayom y a la oscuridad noche-lailah. Yom encierra la noción de un despliegue o designio que se expande como una narración que sigue su curso de suceso en suceso. En tanto lailah da cabida a todo aquello que sigue un curso más enigmático, sin una secuencia causal, a veces sin sentido como en los sueños. La expresión Yom de la luz nuhra está asociada con la manera secuencial en la que percibimos los acontecimientos de nuestra vida. Donde invariablemente el antes precede al después. Por su parte lailah ligada a la oscuridad heshuka representa el mundo de las posibilidades, donde todo acontecimiento es posible y no está sujeto a una secuencia causal única, sino que estas secuencias ocurren tanto en línea como en paralelo, es decir de forma caótica. (Como en los sueños). Aunque ambas posturas son diferentes Elohim las manifiesta en nuestro universo como complementarias e inseparables, unidas de tal forma que es difícil ver dónde termina una e inicia la otra, cuando dice” y fue la tarde y fue la mañana”, un día. Nuevamente enfatiza la idea de que en este universo la oscuridad antecede a la luz pues el día queda definido por la tarde en primer término, y en segundo la mañana. En esta “realidad” el mundo de las posibilidades es anterior al mundo “material”, y al igual que al día y la noche las unen y las


separan el crepúsculo y el amanecer, ambos mundos se disuelven y se compenetran suavemente uno en el otro. Bajo estas condiciones de continuidad podemos atraer luz del futuro al pasado para modificarlo, y con ello cambiar el caos en orden. Y si podemos hacer esto, entonces nuestro futuro puede sanar el pasado, porque Elohim dice y “habrá luz, y hubo luz”. Yeji or va yeji or.


“REALIDAD” En el Evangelio de Lucas 11:33, YESHÚA dice,

Al encender una lámpara, nadie la coloca en un lugar oculto, ni debajo de una vasija, sino encima de un candelero, para que los que entren vean su luz.

El vocablo para lámpara-seraga viene de un verbo que significa estar iluminado, imaginar o soñar. Sus raíces apuntan hacia un estado idealista en el que los límites de una persona o el sentido de su propio ser podría expandirse en alto grado. La palabra utilizada para luz es nuhra y como vimos es aquello que vivifica y da sentido a la creación. Candelero proviene de la misma raíz nr, pero con la inclusión del prefijo m, formando la palabra menarta, este prefijo indica la incorporación o materialización de una cosa o cualidad en lo particular. Sitio oculto o bakesya en este contexto significa la mirada interior o las cosas que son inefables o místicas. Incorporando estos significados alternos, Lucas 11:33 se escucharía así,

Al iniciar el camino de la expansión del sentido del propio ser, haciendo uso de la imaginación y de la capacidad de soñar, la expansión no queda circunscrita en el interior, sino que se proyecta al exterior materializándose, para que todo se llene de luz tanto en el interior como en el exterior.


Esto significa que una vez que se te ha dado la comprensión que ilumina la percepción, de forma natural la compartes, permitiendo además que penetre todas las partes del ser. Cuando esto ocurre encarnamos la luz con plenitud y es parte de nuestra nueva naturaleza compartirla. Esta luz que nos llena y que se extiende sobre lo externo, también viaja al pasado llenando de luz todo el trayecto. De esta manera nuestro espacio-tiempo-materia queda embebido en esa luz. También comprendemos en este versículo que la posibilidad que la mente imagina o sueña y que permitirá la expansión del sentido propio del ser, no puede quedar en nuestro interior, sino que debe seguir su curso natural que es el de materializarse en el exterior para que pueda ser compartida. Nuevamente vemos como aseveraciones vinculadas a la teoría cuántica se ven reflejadas maravillosamente en este versículo, en el que se describe la manera en la que cada uno de nosotros concibe y plasma su propia realidad y como esta proyección al materializarse cambia el pasado. Dado que el término empleado para luz es nuhra implícitamente nos dice que esta acción debe ser consciente a través de aquel paradigma que nos enlace con el maestro para que el resultado no solo sea una realidad alterna sino una unificada con la Unidad Sagrada, y entonces si podamos, desde esa realidad alterna, permear todo el espacio tanto interno como externo con luz.

Siguiendo con el tema, YESHÚA nos dice en Luc 11:34


La lámpara de tu cuerpo es tu ojo; así pues cuando tu ojo sea inocente o puro, también todo tu cuerpo resplandecerá…

Evangelio de Lucas, Biblia Peshitta

La palabra en arameo que su utiliza para ojo es aina y puede significar mirada, opinión, vista, apariencia, rostro o la superficie de algo que exprese una esencia interior. Peshitta incluye varios significados como inocente, puro, sincero, franco, flexible, recto. Por último la palabra empleada para cuerpo – pagra – se liga a la idea de cadáver o carne, en sí, la simple materia de un ser humano sin el aliento vivificante, es decir sin nuhra. Antes de reescribir considerando la riqueza del arameo este versículo, analicemos la primera frase, ya que en esta queda claro que no se refiere a ojo como un órgano que percibe, sino como algo que permite el paso de luz del interior al exterior a través de él. Ahora sí, y tomando en cuenta todo lo anterior, estamos listos para escuchar el versículo en arameo.

El grado de tu comprensión de todo lo creado, se refleja en el nivel de tu iluminación y esta luz resplandece a través de tus ojos y de tu rostro. Cuando tu mirada y la expresión de tu rostro es franca, inocente, sincera, pura y radiante, todo tu cuerpo se impregna de esa luminosidad llamada nuhra, que vivifica todo tu ser.


Esto implica que si no se está iluminado por nuhra, la luz que vivifica, el cuerpo es solo carne, un cadáver. Por esto YESHÚA dice, … dejad que los muertos entierren a sus muertos…; en contraste, los que escuchan a YESHÚA, muestran por la luz en sus ojos el grado en que han comprendido de manera consciente sus enseñanzas.

Continuando con el mismo versículo (Luc: 11:34) YESHÚA dice,

Pero si fuera malo, también tu cuerpo estará entenebrecido.

Evangelio de Lucas, Biblia Peshitta

Bisa significa malo, enfermo, perverso, inmaduro, y no en el tiempo preciso. Por su parte la palabra que su usa para entenebrecido o en tinieblas es la misma que se utiliza para oscuridad- heshuka en el relato del Génesis, o más precisamente su equivalente en Hebreo – hoshech-.

Tomando esto en consideración continuemos escuchando a YESHÚA arameo,

Pero cuando tu rostro expresa enfermedad, tu mirada inmadurez y actúas en el tiempo y momento equivocados, también tus pensamientos, comprensión y emociones serán caóticas, turbulentas y oscuras; y en ocasiones más allá de tu comprensión, participando todo tú ser de la oscuridad inicial del cosmos. Y serás como un cadáver.


Y continua YESHÚA con su enseñanza del tema en Luc 11:35

Ten cuidado, pues, para que la luz que hay en ti no sea tinieblas

Evangelio de Lucas, Biblia Peshitta O desde la perspectiva aramea,

Ten cuidado que el entendimiento que hay en ti no decline su lucidez, para que no se torne en confusión o se pierda en la complejidad.

Y finaliza YESHÚA su enseñanza en Luc 11:36

Así que, si todo tu cuerpo resplandece, no teniendo parte alguna en tinieblas, resplandecerá por competo, como cuando una lámpara te ilumina con su resplandor. Escuchemos esto en arameo,

Si la luminosidad llega hasta la profundidad de tu ser, no habiendo en ti caos, turbulencia ni incomprensión, “yeji or, va yeji or”- sea la luz y fue la luz- ha tenido lugar en ti, y experimentas como los límites de tu propio ser se expanden en alto grado, llenándote por completo del resplandor de nuhra.


HE MALKUTA YESHĂšA dice:

El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Di-s ha llegado; arrepiĂŠntanse y crean en el Evangelio

Evangelio de Marcos 1:15 Biblia Peshitta


EVANGELIO ¿Qué significa la palabra "evangelio"? Esta palabra viene del griego evangelon que quiere decir: Buenas Nuevas. De modo que YESHÚA fue el portador de buenas noticias para un mundo sin esperanza y sin rumbo, un mundo envuelto en la neblina del olvido, “el olvido de ALaHa”. Él predicó las buenas noticias tanto acerca del Reino de Di-s como de su muerte y resurrección al tercer día para que el nuevo pacto pudiera sellarse con su sangre, y todo ello para ser herederos del Reino. YESHÚA dice a los apósteles Vayan por todo el mundo y proclamen mi Evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado. Evangelio de Marcos 16:15,16

Sabemos que YESHÚA vino a compartirnos su Evangelio, y que pidió a sus discípulos que lo proclamaran a toda criatura, pero en sí ¿qué es lo que se debe proclamar?, ¿qué enseñanza encierra la palabra Evangelio? De acuerdo al Nuevo Testamento el Evangelio de YESHÚA consiste, en parte, del hecho de que murió por nuestros pecados, fue sepultado, y resucitó glorioso al tercer día, siendo visto por muchos testigos. Pero no sólo YESHÚA anunció su muerte para la consumación del nuevo pacto y su resurrección gloriosa, sino también algo más antes que eso. El principio del Evangelio de YESHÚA no era su muerte, sepultura y resurrección al tercer día, sino: “el Reino de Di-s”, tan es así, que su ministerio comienza diciendo: Arrepentíos porque el Reino del Cielo se ha acercado. Luc 4:17.


Y luego más adelante durante el resto de su ministerio hace uso de parábolas como la del grano de mostaza, la de la perla y la del tesoro, la del sembrador, la semilla, la del trigo y la cizaña, la levadura y la red. Es así como las enseñanzas sobre el Reino de Di-s forman parte del Evangelio de YESHÚA.

Entonces se proclamará este Evangelio del Reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y luego vendrá el fin. Evangelio de Mateo 24:14.

YESHÚA nos enseña en tres planos acerca de la razón de su encarnación en este mundo, el primero, su presencia misma, el segundo, sus enseñanzas y el tercero su vida, obras, sufrimiento, muerte, resurrección y ascensión. Sabemos que no nos es dado conocer al Padre, pero sabemos que el Hijo es un reflejo de Él, y que por el Hijo podemos conocer al Padre. YESHÚA encarnó para que recordáramos al Padre, y el Padre se manifestó a través del Hijo a quien podíamos ver, tocar, escuchar.

Si ustedes me conocieran, también conocerían a mi Padre, y desde ahora lo conocen y lo han visto. Evangelio de Juan 14:7

Pues el Evangelio es la revelación del esperado, es el descubrimiento de ellos mismos que lo buscan. Ya que todos estaban buscando a aquél de quien habían salido – y todos existían dentro de él, el inconcebible incomprensible, el que existe más allá de todo pensamiento. Por eso el no


conocer al Padre causaba ansiedad y temor. Entonces la ansiedad se condensó como una neblina, hasta que nadie podía ver.(Apotema 2) Evangelio de la Verdad

Luego YESHÚA nos habla de un Reino cuyas fronteras incluyen este mundo y al cual podemos pertenecer antes de desprendernos de nuestra vestidura de carne. Y aún más no sólo podemos, sino que debemos pertenecer antes de morir, pues no habrá resurrección si no pertenecemos al Reino mientras aún estamos en este mundo. ¿Pues como vivirá más allá de este mundo aquel ser que no tiene vida previa?

Quienes dicen que el Amo primero murió y luego se levantó, se confunden. Pues primero se levantó y luego murió. Si alguien primero consigue la resurrección, no morirá; como vive Di-s aquél no iba a morir.(Apotema 22) Evangelio de Felipe

Por último en el Evangelio de Marcos 8:31, YESHÚA completa su Evangelio anunciando su muerte, sepultura y resurrección al tercer día. El versículo dice:

Y empezó a enseñarles que era necesario que el Hijo del Hombre padeciera mucho, y fuera desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que se le diera muerte, y que al tercer día habría de resucitar. Evangelio de Marcos


Ahora podemos decir que Evangelio significa: el conocimiento del Padre a través del Hijo, el anuncio del Reino de Di-s en la tierra; y la muerte, sepultura y resurrección de YESHÚA al tercer día para asegurarnos el ingreso a dicho Reino por la gracia del Padre y por la fe del hombre. En otras palabras, YESHÚA vino como el reflejo del Padre para que le conociéramos y habiéndole conocido, nos ofreció algo maravilloso llamado "el Reino de Di-s", pero para participar de él, es necesario ser redimido por la muerte de YESHÚA en la cruz. Y la seguridad que se tiene de que todo lo prometido por YESHÚA será una realidad se confirmó con su propia resurrección de entre los muertos, mostrándonos que quien entra a la muerte teniendo vida, y por tanto perteneciendo al Reino de Di-s habiendo conocido al Padre a través del Hijo no morirá.

De cierto, de cierto les digo: el que escucha mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no va a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. Evangelio de Juan 5:24

El Evangelio de YESHÚA es el Evangelio del conocimiento del Padre, de la pertenencia al Reino de Di-s y de la salvación. Amén.


UBICACIÓN DEL REINO

Tanto Juan el Bautista como YESHÚA comenzaron su ministerio con esta frase: Arrepiéntanse el Reino del Cielo está cerca. Mat 3:2 / Arrepiéntanse, porque el Reino del Cielo se ha acercado. Lo que deja tres cosas en claro, para ambos era muy importante transmitir la idea de la existencia de un Reino, de su inminente proximidad y de la importancia del arrepentimiento para formar parte de él. La palabra en arameo utilizada por ambos para referirse al Reino es malkuta, lo interesante de este vocablo, al margen de su significado, es que es del género femenino, por lo que hace referencia a un Reino gobernado por una Reina. En cuanto a su raíz MLK, implica una totalmente formada M, extensión de poder L, que está centralizada y determinada K. De acuerdo a esto, representaría al que rige por su habilidad para expresar el paso a seguir, al que sabe guiar en el tiempo preciso y hacia el lugar correcto. Arrepentirse- tab, también significa regresar, volver de nuevo, marea descendente o reflujo. En términos más específicos de su raíz, T- algo que da vuelta o regresa; AB- con movimiento en círculo o espiral a su origen o a su ritmo original. En otras palabras arrepentirse transmite el sentido de unirse a algo por afinidad, regresar a aquello a lo que siempre se ha pertenecido, en sí, a “casa”. Para ambos, tanto Juan como YESHÚA, arrepentirse equivalía en sentido figurativo, a dar vuelta y regresar, retornar al sentido correcto del tiempo, ritmo y armonía del universo.


Qereb- cerca también puede significar tocar, llegar, asir o acercar. Se refiere a algo que tiene lugar en el presente, que es en extremo inminente. Lo que implicaba este carácter inminente de su anuncio, puede verse reflejado en la siguiente frase

Sus discípulos le dicen: ¿Cuándo sucederá el reposo de los muertos, y cuándo vendrá el mundo nuevo? Él les dice: lo que buscáis ya ha llegado, pero no lo conocéis.(Apotema 51) Evangelio de Tomás

Acercarse se refiere a algo que ya esta, pero que no ha sido percibido. Entonces, de acuerdo a lo anterior, ¿Cómo escucharíamos el inicio del ministerio tanto de Juan como de YESHÚA?

Vuelve a tu hogar, da vuelta y participa de la unión con la Unidad, reencuentra el ritmo original, regresa a la soberanía de todo lo que vibra, a aquello que sabe guiar en el tiempo preciso y hacia el lugar correcto, retorna a la armonía del universo; el Reino de los Cielos gobernado por una Reina, nos arrastra cual marea descendente mostrando el camino para regresar al ritmo con la vibración del ser Único.

En Luc 17:20-21 YESHÚA dice: Habiéndole preguntado algunos de los Fariseos a YESHÚA acerca de cuándo vendría el Reino de Di-s. Él les contestó: El Reino de Di-s no vendrá mediante manifestaciones visibles, dirán: “¡Miren, aquí está!”, o: “¡Miren, allá está!” Porque he aquí que el Reino de Di-s está en medio de ustedes.


La palabra en arameo que se traduce como observación neturta , viene de un verbo que significa guardar, preservar o vigilar algo, ya sea de manera física o de forma mental, algo así, como conservar en la memoria. La palabra para medio o entre en arameo es men y puede significar tanto “entre” como “dentro” ,”desde”, “fuera de”, “en”, “sobre” o “por”, pero también en este versículo se utiliza otra preposición en conjunto con esta, legau la que se utiliza para denotar algo adentro o en el interior tanto de un individuo, como de una comunidad. De esta forma legau men transmite la idea de un proceso que ocurre de “adentro hacia afuera”, o la forma en que una comunidad interior se expresa en la comunidad exterior. Quizá una traducción más adecuada respecto a lo que YESHÚA quiere decir al utilizar la palabra men cuando habla del Reino la tenemos en el Evangelio de Tomás, YESHÚA dice: Si aquellos que os guían os dicen ¡He ahí, la soberanía está en el cielo!, entonces los pájaros del cielo os precederán. Si os dicen ¡Está en el mar!, entonces los peces del mar os precederán. Más bien, la soberanía de Di-s existe dentro de vosotros y existe fuera de vosotros…(Apotema 3) Evangelio de Tomás Ahora veamos la versión alterna que se desprende del arameo de Luc 17: 20,21 El Reino al que ustedes se refieren, en el que se encuentra aquello que sabe guiar en el tiempo preciso y hacia el lugar correcto, no viene del exterior, no es algo que de pronto podamos observar como una presencia que simplemente llega, no es algo que podemos atesorar como las riquezas o el nivel social, ni es algo que podamos señalar. Ese algo que sabe guiar en el tiempo preciso y hacia el lugar correcto y por tanto nos libera, surge en el interior como luz que se expresa a sí misma y que se extiende hacia el


exterior, haciendo que la comunidad interior se exprese en la comunidad exterior.

El Reino de Di-s lo abarca todo, desde el subconsciente hasta el mismo cosmos. Por eso, cuando, tanto Juan como YESHÚA hablan de su cercanía, no se refieren a un acercamiento de algo que antes estaba lejos en el sentido espacial o temporal, pues como vemos es algo que siempre ha estado y lo llena todo, sino que implica que ese acercamiento se refiere a un despertar de la conciencia, un darnos cuenta de que somos parte de ese algo al que ambos llaman Reino. En otras palabras, siempre hemos sido parte de ese Reino y ha sido parte de nosotros, solo que no éramos conscientes de ello. Acercarse el Reino equivale a que nuestros “ojos sean abiertos” para poder pertenecer conscientemente a su Soberanía.

Para terminar citemos nuevamente a YESHÚA, … Sino que la soberanía del Padre se despliega sobre la tierra, y los humanos no la ven. (Apotema 113) Evangelio de Tomás

Lo que intentaba YESHÚA era hacer un cambio de corazón, pues sólo podría ocurrir una verdadera revolución si este cambio tenía lugar, de otra forma nada sería distinto, el poder pasaría de unas manos a otras, haciendo lo mismo y logrando lo mismo. Una generación de tiranos, hombres sin principios, con sed de poder y riqueza, sería reemplazada por otra, bajo distintos nombres y tendencias políticas, pero en esencia el sufrimiento humano no sería mitigado, ni su verdadera esclavitud terminaría.


En contraste, el cambio que YESHÚA propone comienza en nuestro ser interior, que se une a la Soberanía y que descubre dentro de sí su propio sentido del tiempo preciso y del lugar correcto, como un sentido de poder o fe y se extiende hacia afuera impregnando de su luz y su poder a la comunidad externa, la que a su vez se va integrando al Reino. De esta manera se crea un efecto dominó que en última instancia va generando y va siendo parte del cambio. Con esto el ser entendería de forma consciente su lugar en el Reino, recobraría la verdadera libertad y terminaría su sufrimiento. ¿Qué gobierno prefieres, el que proviene del exterior, en el que el inquilino cambia, pero la casa sigue igual, en el que los métodos y promesas siempre son iguales, o el que surge del interior, de un cambio de corazón, donde la inminente consecuencia son la libertad y la paz? Si no se da un cambio de corazón comunitario, cada día veremos más violencia, más injusticias, más abuso de poder, más sufrimiento, más tristeza, más desesperanza. Pero esto puede y debe cambiar, ¿qué debemos hacer?, seguir escuchando y comprendiendo las verdaderas enseñanzas de YESHÚA, estas que nos ocultaron por siglos, pues abren la puerta a la práctica individual de la espiritualidad, a la verdad y a la libertad. Sigamos escuchando desde esta perspectiva aramea lo que YESHÚA ha querido enseñarnos…


NAPSHA Al vocablo arameo napsha se le asocia con el ser subconsciente del alma. Dijimos que el Reino se encontraba en todo, esto incluía el ser interior, pero que no estábamos conscientes de nuestra pertenencia al mismo. Esta búsqueda debe comenzar en un lugar del ser interno donde domine la fase subconsciente, esto es, en el napsha, ahí hallaremos las semillas del Malkuta- Rieno. Entonces dará inicio cada revolución interna, y cada cambio de corazón. Una vez que logramos estar conscientes de nuestra pertenencia al Reino- Malkuta, esta nueva condición se proyecta a la comunidad exterior, creando, como se dijo, una especie de efecto dominó. La clave está en la oración del Padre Nuestro, cuando YESHÚA dice, “Venga a nosotros tu Reino” – “teete malkutakh”. Teete que se traduce como venga, también implica la noción de integración en el ahora, de formar parte, en tanto que la palabra nosotros, incluye tanto el yo interno, como los yo´s comunitarios. Considerando esto la tercera frase de la oración del Padre Nuestro de YESHÚA pudría escucharse como: “Establece un lazo de unión entre nuestro sentido del tiempo preciso y del lugar correcto, y el Tuyo” “Abre los ojos de la comunidad externa a través de nosotros” “Permite que tu sentido del tiempo preciso y del lugar correcto llegue a través de nosotros”. “Intégranos a tu Reino-Malkuta de unidad ahora”


YESHÚA nos dice que el sentido sagrado del tiempo preciso y del lugar correcto puede llenar, tanto lo que nos rodea, como el interior de cada uno de nosotros. Se trata de que todo quede embebido e impregnado con ese gran Poder. “Venga a nos tu Reino” es una petición desde lo más profundo del ser que dice: despiértame y une tu sentido sagrado de tiempo preciso y lugar correcto al mío, para que a través de mi otros despierten y sean conscientes de su pertenencia a Tu Reino-Malkuta.” Comprender esto es entender que debemos disminuir la importancia de nuestro “yo” para permitir que la Unidad exprese a través de nosotros su objetivo único y especial.


EL VALOR DE LA HUMILDAD

Dijo: De cierto les digo que si no se arrepienten y se hacen como niños, no podrán entrar en el Reino de los Cielos. Por tanto, el que es humilde como este niño, será el mayor en el Reino de los Cielos. Evangelio de Mateo 18:3,4

Aquí YESHÚA pone en evidencia la importancia de la sencillez para alcanzar Malkuta- El Reino. Arrepentirse- tab , como ya vimos con anterioridad significa regresar, volver de nuevo, reparar o restituir. En otras palabras arrepentirse transmite el sentido de unirse a algo por afinidad, regresar a aquello a lo que siempre se ha pertenecido. Además la palabra para niño o infante – talya sugiere a un joven que todavía está bajo la tutela de sus padres o que está protegido. Humilde- mak da la idea de reblandecer algo que está demasiado rígido, como si se derritiera, también significa inclinar la cabeza o el cuerpo en señal de sumisión. En el aspecto interno representa una actitud de subordinación o sumisión que abre paso a la sagrada guía para actuar en el tiempo exacto y en el lugar correcto. El mayor- rab significa de forma literal, se multiplicará o crecerá considerablemente. La raíz RB, se refiere a un movimiento de creación y propagación. Considerando lo que ya se ha dicho respecto a la preposición en, asociada a la frase “en el Reino”, en, también puede interpretarse como dentro, por, con o entre.


Veamos ahora el sentido de esta enseñanza que YESHÚA quería comunicar, Si no regresas a tu estado de niñez, y vuelves a investigar jugando, si no te maravillas con lo que descubres y reencuentras aquella confianza y seguridad que sentías bajo la protección de tus padres, no podrás ser parte consciente de la Soberanía, del poder que vibra en y a través del Universo. La persona que reblandece lo rígido dentro de sí misma, que deja un paradigma para aceptar otro nuevo, como el niño que va descubriendo su mundo sin prejuicios, crecerá y se multiplicará en poder dentro, por, con, en y entre el Reino de los Cielos. Al respecto cuando YESHÚA ve a unos niños que están mamando. Dice a sus discípulos: Estos niños que maman se asemejan a los que entran en la soberanía. Le dicen: ¿Así al convertirnos en niños entraremos en la soberanía? YESHÚA les dice: Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de arribo como lo de abajo, y si establezcáis el varón con la mujer como una sola unidad de tal modo que el hombre no se comporte como masculino y la mujer no se comporte como femenina, cuando establezcáis ojos en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una imagen – entonces entraréis en la soberanía.(Apotema 22) Evangelio de Tomás

En la primera parte del apotema habla de abolir las dualidades y en la segunda de evitar el juicio, veamos a que me refiero. Sabemos que estrictamente hablando no existe división ente adentro y afuera ambas expresiones denotan solo una aparente separación pero en realidad se trata de un continuo de la misma naturaleza, sin división. También es importante notar que este falso sentido de la dualidad se origina en términos de la perspectiva, es decir, que depende del lado desde donde se miren las cosas. Si vemos desde el lado humano, percibimos la falsa dualidad del adentro-afuera, pero si somos capaces de mirar la misma situación con ojos “divinos”, es decir, desde la perspectiva de Di-s, entonces veremos claramente que tal


dicotomía no existe y todo es un continuo sin separaciones o divisiones. En su obra, la fenomenología de la percepción, Maurice Merieau-Ponty escribe, “El interior y el exterior son inseparables, el mundo existe enteramente dentro, y el yo enteramente fuera, de mi”. Nuevamente la aparente diferencia entre el arriba y el abajo se da por cuestiones de perspectiva, pues la semejanza de lo de abajo es lo de arriba, lo de abajo no es más que el engaño de quienes carecen de conocimiento. Estos son aquellos que desconocen, los que aún son parte del olvido y no reconocen su parte en la Unidad Sagrada, su pertenencia al Todo y por tanto siguen percibiendo su falso mundo de “abajo”, como una realidad separada de la Unidad, el “arriba”. Cuando el hombre no se comporte como masculino y la mujer no se comporte como femenina. La masculinidad puede ligarse a la idea de racionalismo, mientas que lo femenino a la noción de intuición. Y el racionalismo a la mente y la intuición a las emociones. Entonces nos habla de no actuar solo con la mente, o solo guiados por la emoción, sino que conjuntar ambas, pues la unión de la mente y la emoción producen los sentimientos, los cuales codifica el corazón y sirven de lenguaje de comunicación con la Unidad Sagrada. Así, como se ha mostrado a través de la aplicación de los principios cuánticos, mientras que la mente imagina una posibilidad, la emoción le da la energía necesaria para traerla al plano “real” utilizando el lenguaje del sentimiento, el cual es codificado y transmitido mediante el corazón. La frase cuando de los dos hagas uno, implica que debemos percibir desde el plano Divino, las nociones de adentro-afuera; arriba-abajo; y racionalismo-intuición. Como lo mencione al principio de este análisis, la segunda parte del apotema se refiera a ver las cosas tal cual son, sin agregarles ningún matiz, en particular aquel que denominamos “juicio”. Por


eso dice “cuando establezcáis ojos en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una imagen…” Por último es importante notar que en el apotema y en los Evangelios al hablar de este tema, siempre se dice que debemos “hacernos” como niños para entrar en el Reino o Soberanía. No dice “comportarnos” como niños. Considero importante incluir un párrafo del Evangelio de Felipe que habla al respecto de hacerse o convertirse en …

No es posible que alguien vea a nada de los establecidos, a menos que se haya asemejado a ellos. No es como la persona que en el mundo: mira el sol sin convertirse en sol, y mira el cielo y la tierra y todas las demás cosas sin haber sido convertido en ellas. Pero en la verdad es así- tú viste algo de aquel lugar y te hiciste entre ellos allí. Miraste a la Espíritu, te convertiste en espiritual, miraste al Cristo, te convertiste en Crístico, miraste al Padre, te convertirás en paternal. Así verdaderamente en el mundo lo miras todo y no te ves a ti mismo, pero te ves en aquel lugar. Pues lo que ves, en eso te convertirás.(Apotema 48) Evangelio de Felipe

En resumen YESHÚA nos dice que cuando seas capaz de percibir y observar desde el plano Divino-seas niño-, esto es, cuando no contamines con dualidades ni con juicio, entonces “entraréis en la Soberanía”. Y aun más no solo entrarás sino que te convertirás en Ella.


VAV MATLA YESHÚA dice:

Para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca, declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.

Evangelio de Mateo 13:35


EL PROPOSITO DE LAS PARABOLAS

Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? El respondiendo les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del Reino de los Cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. Evangelio de Mateo 13:10-13

Sabemos que hay dos tipos de percepción, la consciente y la subconsciente o inconsciente. En la primera los métodos directos a través de explicaciones racionales permiten el entendimiento de un concepto o idea. En la segunda se deben usar esquemas de lenguaje indirectos, como se hace cuando se utilizan parábolas. La palabra en arameo para parábola es matla y significa extender o desplegar cualquier cosa que pueda proporcionar una cubierta sobre algo más. De esta forma la enseñanza está literalmente encubierta y dispuesta para que sea asimilada por el subconsciente. Para que las enseñanzas de YESHÚA tuvieran el efecto esperado por Él, esto es, que culminaran en un cambio de corazón, debían tener un impacto profundo no solo en el terreno de lo racional, sino en el ámbito de lo emocional. Sino “sientes” lo aprendido, sino lo integras en lo más profundo de tu ser, entonces seguramente no habrá cambio. En relación a esto, es claro que puede hablarse de dos modalidades de revelación, la modalidad lineal, que está simbolizada por un rayo de luz que brilla sobre un individuo, y la


revelación espontánea y curvada que está incrustada en una comprensión intuitiva, comunitaria, del mundo natural. Entonces el usaba parábolas para llegar al subconsciente donde en caso de que así fuera, estaría sembrada la semilla del Malkhuta- Reino. La parábola, como el rayo de luz da sentido, no sólo a nuestros pensamientos conscientes, sino también a lo que yace, todavía, en el inconsciente y en el subconsciente. Aquellos que tenían la semilla de Malkhuta en el subconsciente comprendían claramente la parábola y esta ejercía un cambio específico en cada persona, un cambio que impactaba desde lo más profundo del ser, un verdadero cambo de corazón. Pero en aquellos que no tenían esa semilla nada ocurría, pues no comprendían. En resumen, el relato de una parábola cubre un proceso de transformación que puede proseguir por debajo de la narración. YESHÚA usó las parábolas para trabajar en la mente subconsciente de los que lo escuchaban para poder crear un entendimiento súbito y espontáneo, que no viene de la comprensión directa de la idea, sino de un florecimiento de la semilla que se lleva en el interior, para poder de esta forma llevar a sus discípulos a un cambio a través de un trabajo que se realiza de adentro hacia afuera, cambio que subraya un aspecto fundamental involucrado en la enseñanza que YESHÚA hacía de Malkhuta-Reino. A veces las parábolas o relatos no pretenden comunicar una verdad, sino más bien, mediante el uso de la paradoja y el ingenio, borrar de la mente del que escucha una idea preconcebida o sistema de creencias que obstaculice el camino del cambio. Lo acertado o preciso de un relato o parábola para lograr esto, yace en Marcos 4:11,12 que no es más que la declaración misma con la que empecé este capítulo.


YESHÚA dice: A vosotros os es dado saber el misterio del Reino de Di-s; más a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan y les sean perdonados los pecados. Evangelio de Marcos 4:11,12

Veamos que nos aporta la riqueza del arameo para esta declaración de YESHÚA. La palabra usada para saber o conocer es yida, cuyo significado también está ligado a la idea de conferir la habilidad para maniobrar algo. Raza quiere decir misterio, que puede asociarse con lo místico, lo secreto, un símbolo o una señal. La raíz de esta palabra está ligada a la idea de una delgadez extrema o a la casi desaparición de algo material, así como de un movimiento interno o de algún sonido. YESHÚA utiliza la imagen asociada a esta palabra al referirse a un proceso interno, que tiene que ver con la forma en la que parece desaparecer el ego mientras nace una imagen completamente nueva del ser interior.

“Los que están fuera” l´baraya, derivan de la palabra para campo abierto o área no cultivada. De manera simbólica, indica la frontera de cualquier superficie, o el fruto que produce una semilla. Ahora, y con la ayuda de la riqueza que provee el arameo, reescribiré Marcos 4:11,12 con el fin de entender que es lo que sucede en el subconsciente a consecuencia de escuchar las enseñanzas en términos de parábolas.


Ustedes poseen la habilidad para hacer desaparecer el ego, mientras va naciendo una imagen completamente nueva del ser interior, imagen que guía en el tiempo preciso y hacia el lugar correcto; más los que pertenecen al área no cultivada, donde la semilla es plantada pero no ha podido germinar, se les debe hablar de forma indirecta, para llegar al subconsciente utilizando un proceso que esconde y protege algo.

[A vosotros os es dado saber el misterio del Reino de Di-s; más a los que están fuera, por parábolas todas las cosas;] Continuemos con la segunda parte de la cita “para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan y les sean perdonados los pecados.” Los tres verbos utilizados son ver-haza, oír-sema y entendersakel. Ver puede significar tanto la percepción por medio del sentido de la vista, o la imagen que uno puede recibir en un instante. Oír abarca la idea de sonido interno y de vibración mística. Entender por su raíz se liga al concepto de cerca, cubierta, final o límite para un objeto. De manera figurativa la cerca protege o esconde algo, como la parábola misma que esconde y a la vez revela algo. La expresión que se traduce “para que no”- dalma, también puede expresarse como “no sea que”, “a no ser que”, “al menos que”, excepto, tal vez o es posible. Por su parte la palabra convertirse - pana significa regresar, restituir o hacer que vuelva. También se relaciona con la palabra para cara, frente o la primera apariencia de algo. A diferencia de la palabra “arrepentirse”, esta clase de regreso comienza como respuesta a algo que externamente es asombroso o impresionante. El significado para perdonar es el mismo que ya se había manejado, esto es, algo que es restaurado y devuelto a su estado original, o que se le permite regresar. Similarmente también se vio que pecado - khataha, podía significar una esperanza


frustrada, algo que falta, o algo mal hilvanado. Y en términos de su raíz, un esfuerzo hecho (KH) contra algo que se resiste (T). Ahora de la segunda parte tenemos dos interpretaciones, pues el área no cultivada está en ese estado debido a dos situaciones, o existe la semilla ya plantada y no ha germinado, o de plano ni siquiera hay una semilla plantada. Comencemos por la primera interpretación,

Estas partes no cultivadas en ti, miran pero aún no están iluminadas, sienten la vibración mística, pero las ondas aún no traspasan el límite a partir del cual la semilla pueda germinar, el límite que protege y esconde el misterio de la Unidad. A no ser que aquello que la parábola esconde despierte el deseo en tu parte no cultivada de ser restituida, no será devuelta a su estado original mediante el esfuerzo hecho contra ese algo que se resistía a que la semilla pudiera germinar. Vayamos a la segunda interpretación, Estas partes que no poseen semillas en ti, miran pero no serán iluminadas, sienten la vibración mística, pero las ondas no traspasarán el límite que protege y esconde el misterio de la Unidad. Para que no sientan el deseo de ser restituidas, y no se les regrese a su estado original, por no ser mayor el esfuerzo que la resistencia.

El cambio ocurre debido a las partes del ser que pueden abrazar el mensaje sutil. Para aquellas que toman las cosas de manera más literal, las imágenes permanecen para poder trabajar en secreto. Es así como las parábolas sirven no solo para transmitir una verdad, sino también para lograr que algunas partes del ser olviden aquello que les representa un bloqueo.


En última instancia, la parábola ayuda a devolver algo a su estado original.

Al respecto YESHÚA dice: Cuando saquéis lo que hay dentro de vosotros, esto que tenéis os salvará. Si no tenéis eso dentro de vosotros, esto que no tenéis dentro de vosotros os matará.(Apotema 70) Evangelio de Tomás


ZAIN RAZA YESHÚA dice:

Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron

Evangelio de Mateo 13:17


MISTERIOS SOBRE EL REINO DE LOS CIELOS La Parábola del Sembrador Y les habló muchas cosas por parábolas diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar, y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales donde no había mucha tierra; y brotó pronto porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol se quemó; y porque no tenía raíz se secó. Parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cual a ciento, cual a sesenta y cual a treinta por uno. El que tiene oídos, para oír, oiga. Evangelio de Mateo 13:3-9

Como veremos YESHÚA utiliza varias parábolas para tratar de explicar lo que el discípulo debía entender por Malkuta- Reino. El cambio que encierra esta palabra, es uno que involucra poder y autoridad y debe ocurrir de adentro hacia afuera, en el que “el adentro”, señala a la parte subconsciente del yo, o lo que en arameo se denomina napsha. Esta es una de las pocas parábolas que el mismo YESHÚA interpreta, y su explicación se centra en los diferentes tipos de personas y por tanto de napsha que reciben la semilla, misma que representa la Palabra de Di-s. El vocablo en arameo para la palabra-melta sugiere un flujo de ideas o narración, algo que sigue su curso de principio a fin. Está más relacionado con el mundo oscilante de shemaya que con el mundo fragmentado de ar´ah.


Por otra parte la palabra semilla- indica una realidad en la que algo en el interior se saca, extrae, o se proyecta hacia afuera como manifestación de las condiciones que la rodean. Si YESHÚA nos enseña que la Palabra de Di-s está representada por la semilla, de acuerdo a los dos párrafos anteriores esta semilla no es sólida como normalmente imaginamos una semilla, por el contrario es como una onda formada por la superposición de estados diferentes, es decir, como una onda de probabilidad. YESHÚA nos dice que el considerar a la Palabra como semilla equivale a verla no como algo puntual o limitado, sino como algo vibrante y compuesto de posibilidades sobrepuestas coexistiendo simultáneamente. Eventualmente esa superposición de posibilidades colapsara como manifestación de las condiciones que la rodean y se proyectará desde el interior napsha hacia el exterior. El término arameo nephal que se utiliza para indicar la caída de la semilla, señala, por su origen el napsha, con la que comparte una de sus raíces. La palabra indica algo que cambia su estado al diseminarse, si es algo sólido; o se destila, si es líquido. Cuando la Palabra cae en el napsha o subconsciente, o de forma metafórica cuando la semilla cae en la tierra, esta se transforma. La parábola en sí se refiere a los diferentes tipos de tierra en los que puede caer la semilla. Donde, independientemente del caso particular, la semilla que es la Palabra cae en el subconsciente y se transforma. Junto con el análisis de la parábola del sembrador, consideraré los significados alternos de la interpretación que YESHÚA hace de dicha parábola, porque seguramente su intención fue tanto revelar, como encubrir algo.


YESHÚA dice: Cuando alguno oye la Palabra del Reino y no la entiende, viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Evangelio de Mateo 13:19

Satana es una palabra en arameo que significa adversario, o aquello que hace que uno se desvíe o equivoque el camino, y que aquí se traduce como malo. Además, en la parábola original, los pájaros se llevan la semilla.

YESHÚA dice: He aquí, el sembrador salió- tomó un puñado, arrojó. Algunas en verdad cayeron en el camino-vinieron los pájaros, las recogieron…(Apotema 9) Evangelio de Tomás

Pájaro parahta proviene de un verbo que significa volar alrededor, aletear, malgastar, dispersar o esparcir algo. En términos del napsha, se refiere a un aspecto que esta renuente a concentrarse o a ubicarse.

Cuando las imágenes superpuestas que sirven de guía para encontrar el tiempo preciso y el lugar correcto no tienen espacio donde puedan ser acogidas, se produce un rechazo por parte de aquellos aspectos del napsha que están desviados por caminos equivocados y permanecen renuentes a ubicarse.


YESHÚA continúa diciendo: Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la Palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la Palabra, luego tropieza. Evangelio de Mateo 13:20,21

Esta es la explicación acerca de la semilla que cae en piedra, donde la tierra no tiene profundidad y por tanto prácticamente no tiene raíz. Piedra-su´a básicamente significa parar u obstruir algo. De forma metafórica implica cerrar los sentidos o el corazón. También se asocia con una acción precipitada o imprudente. Profundidad-umqa se deriva de un vocablo que significa cavar, ahuecar o buscar algo, desde luego todas estas acciones implican un esfuerzo. Raíz-´eqara proviene de un vocablo que de manera paradójica, sugiere hacer que algo se vuelva estéril. Es decir, que para que una raíz sea fuerte requiere desplazar a otra cosa, o absorber nutrientes de un algo, el cual quedará estéril a consecuencia del proceso. Por su parte cuando el sol cuyo vocablo en arameo se relaciona con la luz, y por tanto con el shem, advierte la falta de raíz, es decir la falta de profundidad o arraigo en el corazón, el nuevo brote se quema, se desvanece. Cuando las imágenes superpuestas que sirven de guía para encontrar el tiempo preciso y el lugar correcto tienen espacio donde puedan ser acogidas, pero este espacio se ha creado de forma precipitada, y por esto es débil, no puede mantenerse para albergar las imágenes, entonces aquello que el espacio original creado no puede desplazar acaba por provocar que las imágenes se desvanezcan.


Continúa YESHÚA con la explicación, El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la Palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra y se hace infructuosa.

Abrojo o espino provienen de un verbo que significa sentir dolor o aflicción. Las raíces de la palabra sugieren cualquier cosa que impida nuestra evolución natural o que la detenga.

En este las imágenes superpuestas que sirven de guía para encontrar el tiempo preciso y el lugar correcto tienen espacio donde pueden ser acogidas, y aunque las imágenes permanecen en su espacio y no se desvanecen, no pueden fortalecerse y desarrollarse pues hay partes del napsha que impiden su desenvolvimiento. Para finalizar su explicación YESHÚA dice: Más el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno. Lo importante en este último fragmento de la parábola es que taba, la palabra aramea utilizada para bueno, también significa maduro. En aquel cuyo napsha ha madurado, las imágenes superpuestas que sirven de guía para encontrar el tiempo preciso y el lugar correcto no solo tienen espacio donde ser acogidas, sino que colapsan y son proyectadas al exterior.

Estas personas que se han reintegrado a la Unidad Sagrada, y por ello logrado el cambio de corazón que es tan necesario para la transformación de la sociedad de la que habla YESHÚA, al proyectar su interior en el exterior, juegan el mismo papel que la semilla en su napsha, en otras palabras, son las semillas en el


napsha de la sociedad, siendo su fruto el cambio de corazón de otros individuos. Algo que me llama la atención de esta parábola, es el hecho de que el sembrador esparza la semilla, en vez de dirigirse directamente a la tierra buena, donde de antemano sabe que dará fruto. La respuesta está en las colinas de Galilea, en aquel entonces y aún ahora, se encuentran capas delgadas de tierra sobre los acantilados. Esto hace que este método de sembrar sea muy práctico. Pues de antemano es difícil saber qué tierra está preparada, además debido a las condiciones climáticas es posible que la tierra solo esté lista en ciertos momentos del día y bajo ciertas condiciones de humedad. Por esto es necesario esparcir la semilla. Pues aún la tierra que parece madura podría no estarlo en todo momento, y la tierra que aparenta no estarlo, podría estar en su momento propicio. Es así que la parábola “arrojada” al subconsciente se difunde con amplitud para que todos (internos y externos-que en última instancia también son internos), puedan oír lo que necesitan escuchar. En síntesis esta parábola nos habla de la madurez necesaria de las diferentes partes del subconsciente para acoger la Palabra y poder dar frutos. La forma que usa para realizar la siembra indica que de antemano no se sabe que partes están maduras y listas, además la madurez no es algo que ocurra de forma continua, por el contrario depende de las condiciones externas, y por condición externa debemos entender tanto los estímulos de “afuera” como las interacciones con otras partes del subconsciente.


Por esto, en lo que se refiere a la Palabra de Di-s, debemos escuchar sin prejuicios, ni ideas preconcebidas, o buscando un mensaje muy específico, por el contrario, lo conveniente es simplemente escuchar y dejar que todo permee el alma; ella sabrá. El miedo se manifiesta en formas diversas por eso hay que sembrar “esparciendo”, porque no sabemos, incluso “lo que no sabemos” que mora dentro de nuestro napsha, diferentes aspectos pueden representar en cierto momento cualquiera de los cuatro tipos de terreno de la parábola y cambiar al siguiente instante.


La Parábola del Trigo y la Cizaña YESHÚA dice: El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde pues tiene cizaña? El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres pues que vayamos y la arranquemos? El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntos lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la ciega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. Evangelio de Mateo 13:24-30

Mientras que la parábola del sembrador habla de la madurez del terreno, la del trigo y la cizaña se refiere a la naturaleza de la semilla. Esta parábola también la interpreta YESHÚA, El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará el

Hijo del Hombre a sus ángeles y recogerán de su Reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. Evangelio de Mateo 13:37-43


Lo primero es percatarse de que la buena semilla, esto es, si lo relacionamos con la parábola anterior, se refiere a aquellos en los que la Palabra cae en tierra [napsha] buena o madura, estos son los llamados Hijos de Di-s, que son puestos en el mundo. En secciones anteriores se dijo que el Reino de los Cielos lo abarcaba todo, desde el subconsciente hasta las galaxias, y que entrar al Reino implicaba un “despertar” de la conciencia. Cuando en la parábola se dice que “son puestos en el mundo”, significa que los Hijos de Di-s coexisten con aquellos que no se han percatado conscientemente de su pertenencia a la Soberanía. En cuanto a la cizaña o los Hijos del Diablo, recordemos que YESHÚA dice que lo uno es uno, pero también lo que no es uno es uno. Por tanto, en la fase actual del Reino, es decir en aquellos cuya conciencia puede percibirlo, hay en quienes fue sembrada la semilla por el Hijo del Hombre y en quienes la semilla fue sembrada por el malo. De esta forma, el Reino existe en el mundo y de hecho es el mundo, pues todo lo abarca, solo que únicamente aquellos que tienen semilla, ya sea buena o mala, perciben y son conscientes de la unidad, el resto del “mundo” está compuesto por aquellos que no tienen ningún tipo de semilla, es decir, no se han percatado conscientemente del Reino. ¿Hay alguna razón oculta para dejar que la cizaña crezca junto al trigo además de la mencionada? Tal vez. Nuevamente y con base en el principio fundamental de que “como es afuera es adentro”, pensemos en el campo no como el mundo sino como la totalidad de nuestro subconsciente, es decir el napsha. Entre los hombres de campo se sabe que la cizaña- tares que en este caso representa una variedad de trigo silvestre, pero


comestible es útil para conservar la tierra en su lugar. Además de ser muy similar al trigo en sus primeras etapas, solo diferenciable al momento de la cosecha, que es cuando se recoge para atarse y quemarse luego. Mientras el trigo es sembrado en el día, esto significa que es parte del aspecto consciente del ser, la cizaña es sembrada de noche, por tanto ha sido sembrada indirectamente, con desconocimiento del individuo y bajo esquemas de desorden y caos en el subconsciente. Esto ocasiona que se produzca una oposición al cambio, recordemos que enemigo- ba´eldababa significa discutir o interrogar. Debido a esta siembra nocturna, habrá aspectos del ser que engañosamente estén proporcionando estrategias que parecen ser necesarias para la supervivencia. Estas semillas se parecen a las de la verdadera doctrina pero son falsas. Sin embargo son necesarias por un tiempo, hasta que la buena doctrina madure y de fruto, pues ayuda a mantener al napsha donde debe estar, esto es, en la parte más profunda del subconsciente. Pues es desde lo más profundo del subconsciente de donde debe germinar y luego crecer la semilla depositada en tierra buena en su camino hacia el estado consciente y luego hacia el “exterior”. En esta parábola el napsha es la tierra donde se han depositado tanto la semilla del Reino, como la semilla de la mentira. Entendamos que en la interpretación “interna” de esta parábola, tanto la semilla buena como la mala, son cosas de naturaleza diferente al napsha. Sin embargo por ser semillas tienen que alimentarse de la tierra, esto significa que son los diferentes aspectos del yo subconsciente los que las nutren, y al nutrirlas


parte de sí mismas se integran al desarrollo de la semilla pasando por las diferentes capas del subconsciente hasta llegar al consciente, donde se manifestaran como “Hijos de Di-s” o como “hijos de Satanás”. Al fungir los aspectos del napsha como nutrientes de la semilla, ambos, tanto los nutrientes como la semilla se transforman en aquello a lo que dan origen. Por tanto lo que aflora, ya sea el trigo o la cizaña, no son meras amplificaciones de los aspectos subconscientes del napsha, sino que son algo totalmente diferente a lo que eran en sí antes de actuar como nutrientes de la semilla. Es importante notar que en esta parábola ambas semillas son sembradas en tierra madura, es decir, que está lista para proporcionar los nutrientes necesarios para que alguna de ellas germine y crezca. Esto implica que el malo no es como el Hijo del Hombre que esparce la semilla, sino que sólo siembra en la tierra que sabe que es buena porque ya ha acogido la Palabra de Di-s, por esto es que la cizaña representa a los incrédulos religiosos, aquellos que fingiendo pertenecer al Reino, enseñan doctrinas falsas, cimentadas en la mentira, o participan de ellas, y el engaño es tan grande, que ellos mismos creen que se trata de una doctrina sana y verdadera. Esta parábola nos dice que el que la tierra sea buena no garantiza que el fruto también lo sea, dado que en esta tierra se han plantado dos tipos de semillas que por su naturaleza no pueden diferenciarse al principio de su desarrollo, sino solo al momento que están listas para la siega. Al final, la semilla que dará fruto será aquella que absorba la mayor cantidad de nutrientes, o la que consiga atraer e integrar más partes del napsha, inhibiendo el desarrollo de la otra por falta de alimento.


Solo los que estĂĄn suficientemente maduros como para recibir la Palabra y de hecho la reciben, pueden terminar siendo trigo o cizaĂąa.


La Parábola del Grano de Mostaza YESHÚA dice: El Reino de los Cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que viene las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. Evangelio de Mateo 13:31,32

La palabra para grano de mostaza se deriva de una raíz que describe algo que se extiende con toda libertad, como un incendio destructivo. Esto va ligado totalmente con la parábola anterior del trigo y la cizaña, primeramente porque ambos tipos (el trigo y la cizaña) pueden crecer en la tierra madura, y al crecer, esto es, al utilizar las partes del napsha como sus nutrientes, se extenderán destruyendo, como en un incendio, aquellas partes que no quisieron participar en su desarrollo para brindarle fortaleza. Por lo general pensamos en la mostaza como una semilla comestible, pero en tiempos de YESHÚA algunos creían que esta especia ocasionaba demencia. Entonces, esa misma mostaza que tiene un inicio apenas discernible en el subconsciente y que al crecer se manifiesta como una enorme hortaliza, imposible de no ser notada, podría ser tanto fuente de alimento sano, como de demencia, y que sea de una o de otra forma, no depende de la especia misma, sino de la idea bajo la cual crece.


Aquella semilla que absorbe los nutrientes del napsha y ha sido plantada como trigo o mostaza comestible, y que en alguna parte de su desarrollo los pensamientos que acompaĂąaban su crecimiento se modificaron, ocasionando que algunas partes del napsha sucumbieran a la idea de que la verdad, no lo es, sino que es demencia, aunque en apariencia y en esencia comestible, parecerĂ­a inapropiada para su consumo. Esto es una gran ironĂ­a, pues algo bueno como lo es esta especia para el consumo humano, se presenta como peligroso y por tanto no recomendable como alimento. En otras palabras, la verdad envuelta en una falsa apariencia de demencia. Es por esto que los hijos del malo no solo disfrazan la mentira de verdad, sino tambiĂŠn, la verdad de mentira.


La Parábola de la Levadura

YESHÚA continúa diciendo: El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado. Evangelio de Mateo 13:33

Creo conveniente escribir este mismo versículo pero como lo traduce la Biblia Peshitta,

El Reino de los Cielos se puede comparar a la levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina hasta que fermentó por completo.

La palabra aramea para levadura es hemira y de acuerdo a sus raíces M y AR, significa algo dentro de un cuerpo que está caliente y fulgurante y que expande su calor hacia fuera. Por la forma en la que esta palabra es usada en las Escrituras parecería que está vinculada a la palabra “doctrina”. Y por lo general sirve de adjetivo para nombrar doctrinas falsas; por ejemplo cuando YESHÚA se refiere a la levadura de los Fariseos, hablaba de formalismo religioso; o a la levadura de los Saduceos, hacía referencia al escepticismo respecto a lo sobrenatural y a las Escrituras; o incluso al hablar de lo mundano se refería a levadura de los Herodianos. Aunque la palabra en sí no tiene un sentido que sugiera alguna desviación de la verdad, se le vincula con doctrinas erróneas llenas de malicia o maldad.


En esta parábola la levadura representa el principio de corrupción que obra sutilmente, y que se expande desde adentro hacia afuera. Por otra parte, la harina se usaba en una de las ofrendas de olor suave y servía de alimento para los sacerdotes, por tanto representa la sinceridad y la verdad. Nuevamente nos encontramos con el número tres. Tal como lo explique anteriormente, el hecho de que YESHÚA mencione justamente tres, indica que la levadura solo se mezcla cuando hay una clara intención en términos de sinceridad y verdad. El que sea una mujer quien realiza la mezcla con el balance perfecto, y no un hombre, sugiere que tal mezcla busca introducir un engaño. La parábola viene a constituir una advertencia respecto a la verdadera doctrina, la cual fue revelada para alimento-semilla de los Hijos del Reino y por tanto con una intención perfectamente definida (3 medidas de harina), pues se mezclará con doctrinas corruptas y corruptoras (levadura), y esto de una manera oficial por la misma iglesia apóstata (la mujer). Resulta interesante analizar está parábola desde otra perspectiva, para esto supongamos que las tres medidas de harina son las tres dimensiones de espacio en nuestro universo y la levadura “ la materia” que requiere de este marco para presentarse ante nosotros como “la realidad”. Hemos visto que todo aquello que percibimos es tan solo una ilusión, no es real, sin embargo es esa levadura (los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida), la que perpetra el engaño, situación que provoca que permanezcamos en el olvido y por ende no procuremos reencontrar el camino de regreso a la Unidad Sagrada.


De esta forma el Reino de los Cielos, tanto en el “exterior” (individuos), como en el “interior” (napsha), es una mezcla de lo falso y lo verdadero, un sistema contaminado por el formalismo, la duda y la mundanalidad. En sí el Reino lo abarca todo, pero solo aquellos que contienen cualquiera de ambas semillas que al crecer se transforman en trigo o cizaña son conscientes del Reino, el resto, al que YESHÚA llama mundo son aquellos que no son conscientes de su pertenencia al Reino. En los que son parte consciente de Malkuta siendo trigo y aún cizaña, surgen el poder y la autoridad dentro del napsha para guiarlos en el momento preciso al lugar correcto. Los llamados Hijos de Di-s, el trigo, son seres que perciben el sentido y designio en sus vidas y el objetivo de ALaHa conforme se expresa a través de ellos. Son seres plenos a través de los cuales fluye la savia o torrente de vida del universo, en completo acuerdo con la voluntad de ALaHa. En tanto que en los Hijos del Diablo, la cizaña, aunque el deseo de ALaHa también se expresa a través de ellos, esto ocurre en una aparente ignorancia de la voluntad de ALaHa.

Las autoridades pensaban que por su propia fuerza y voluntad realizan lo que hacen. Pero la Sagrada Espíritu en secreto (todo el tiempo) estaba dando energía a la totalidad por medio de ellos como ella quiere.(Apotema 16) Evangelio de Felipe YESHÚA le dijo, No tendrías ninguna autoridad sobre mí si no te hubiera sido concedida de arriba… Evangelio de Juan 19: 11


La diferencia entre el trigo y la cizaña, es que el trigo está consciente de que es la voluntad de ALaHa la que siempre se realiza cuando la Espíritu Sagrada opera a través del ser, mientras que la cizaña cegada por su egoísmo piensa que es su propia voluntad la que se realiza, aunque siga siendo la voluntad de ALaHa la que se lleva a cabo. Dentro de este contexto la frase de YESHÚA que dice que es salvo aquel que hace la voluntad del Padre, se interpreta, como aquel que está consciente que aquello que guía hacia el lugar correcto en el tiempo justo, que nace en el interior y se expande al exterior, es la voluntad de ALaHa y no la propia, aunque el engaño del padre de mentira radica justamente en hacer creer al hombre que cada uno realiza su propia voluntad. En el Reino hay dos tipos de seres, los que creen que actúan conforme a su propia voluntad, y los que saben que realizan la voluntad de ALaHa. En tanto que en el mundo hay un tercer tipo, el que ni siquiera se adjudica la noción de una voluntad propia.

Quien carece de raíz también carece de fruto. Pero a pesar de eso, (la persona) piensa en sí misma: *he llegado a ser, por eso falleceré- porque todo lo que (antes) no existía (todavía después ya) no existirá*. Por eso, ¿cómo desea el Padre que tal persona piense con respecto a sí misma? *¡He sido como las sombras y los fantasmas de la noche!* Cuando brilla el alba sobre esta persona, averigua que el terror que la había agarrado no era nada. Así no conocían al Padre, porque no lo vieron. En consecuencia, sucedieron terror y confusión y debilidad y duda y división, con muchas decepciones y fricciones vacías actuando a través de éstos.(Apotema 25) Evangelio de la Verdad


Pero todos, en este mundo y en todos los demás mundos lo acepten, entiendan, compartan, participen o no, hacen la voluntad de ALaHa. Y entonces surge la pregunta ¿qué pasa con el libre albedrío?, bueno, todo depende de qué entendamos por este tipo de libertad. Como lo he mencionado en libros anteriores, el libre albedrío no apareció como una forma de decisión entre el bien y el mal, pues humanamente es imposible hacer una separación clara, bajo cualquier circunstancia e inequívoca de ambos; entonces el libre albedrío no es para decidir entre el bien y el mal, es para someter libremente nuestra voluntad a la voluntad de Di-s. Sí hay un Plan Divino, la diferencia es la manera en la que participamos en él. Y es la manera en la que se participa y no el juego mismo la que determina si estaremos actuando como trigo, como cizaña o como ninguna de ambas. El trigo sabe que todo lo que realiza es por voluntad divina, y le da la honra y la gloria a Di-s. La cizaña cree que todo lo que lleva a cabo lo hace por su propia voluntad y se da la honra y la gloria a sí mismo por ello. Los del mundo creen que todos les pasa por culpa de otros.


KHET AR´AH-SHEMAYA YESHÚA dice: Busquen, pues, el Reino de Di-s, y todas estas cosas les serán añadidas Evangelio de Lucas 12:31


Arquetipos YESHÚA dice Los cielos y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán Evangelio de Mateo 24:35

Como dije con anterioridad la palabra para cielos es shemaya, que es empleada para luz; además hace referencia a una vibración sagrada que oscila sin límites a través de todo el universo visible. Por su parte ar´ah no sólo significa el suelo o terreno del planeta Tierra, sino que se puede referir, de manera simultánea, a toda la naturaleza y a cualquier ser que tenga forma individual, desde una planta hasta una estrella. En el génesis se presenta el arquetipo de la existencia individual y particular llamada tierra, y el de una existencia colectiva y vinculada, denominada cielos, y esto “en el principio de los tiempos”. Desde un punto de vista terrenal, somos un conjunto de entes diversos. Desde una perspectiva celestial, estamos vinculados con todo ente en el universo a través de luz, sonido, ondas de presión, y algo que va más allá denominado entrelazamiento cuántico. Ambos aspectos se compenetran de manera simultánea. El shem como ya mencionamos es similar a la onda de probabilidad asociada a una partícula, en tanto la partícula misma ar´ah, es el yo soy individual. Esto en cuanto al shem y al yo soy individuales. En cuanto al Shemaya Divino, el vinculado al Yo Soy, podemos imaginarlo


como la superficie del agua en una alberca, en la que siempre hay olas en su superficie, misma que contiene varios cubos de hielo flotando en ella, estos representan a los yo soy individuales. No perdamos de vista que cada cubo, tiene su propio shem individual. La palabra en arameo para morir o pasar, significa también cruzar una frontera o ir más allá de un límite. Por otra parte como ya hemos visto, el significado para palabra está vinculado nuevamente con la idea de onda de probabilidad. Con esto en mente veamos cómo se escucha Mateo 24:35, desde la perspectiva aramea,

Las ondas y la partícula, la unidad y la diversidad, pueden ir más allá de ellos mismos y traspasar sus límites, la onda puede ser partícula y la partícula puede volver a ser onda; la forma puede convertirse en luz y la luz puede volver a ser forma, pero mi vibración, el SHEM del YO SOY, la infinita sobreposición de estados que lo contiene todo de principio a fin no traspasará sus propios límites, pues ella es el límite de lo infinito.

La esencia de la Unidad es la superposición simultánea de estados, la Unidad es una especie de onda de probabilidad que lo contiene todo de principio a fin. Los yo soy o partículas dentro de esa Unidad o Shemaya, representan la “aparente” diversidad, y aunque poseen su propio shem, onda de probabilidad, están vinculados al Shemaya. Regresando al ejemplo de la alberca, el agua es la Unidad, representada por el Shemaya entendido como la superposición de estados u onda de probabilidad. Cada yo soy o cubo de hielo tiene su propio shem o “agua”- onda de probabilidad, cuando este se “diluye” o regresa a su estado de onda de probabilidadluz, se integra al Shemaya-Luz, pero en tanto esta integración es


definitiva, la onda de probabilidad vinculada al yo soy individual, continuamente cambia de yo soy a shem, y de shem a yo soy. Desde la perspectiva Divina solo hay cielos, pues solo hay unidad, así que el estado natural de la Unidad Sagrada, no es el YO SOY, sino el SHEM. Por eso dice YESHÚA que sus palabras no pasarán, pues el SHEM no se transformará. Puesto que los cielos y la tierra se compenetran, cada vez que las formas individuales, actores de la diversidad “vibran”, influyen la textura de toda la realidad, porque cada vibración “sentimiento” desde la perspectiva de los cielos, está conectada con cada una de las otras oscilaciones. Nuevamente esta visión nos sugiere la idea de un universo holográfico, en el que cualquier cambio en un punto se refleja de inmediato en todos. Este enigmático aspecto del universo, muestra que la conciencia individual puede “brincar” de una “realidad” a otra. No solo el Shemaya actúa sobre los yo soy, sino que los yo soy, lo modifican al elegir un estado dentro de la infinidad de posibilidades que lo conforman. Y aunque el Shemaya es sensible a estos cambios, estos no implican transformación, solo “ajustes” internos en función de la interacción con los shem de los yo soy. Al respecto YESHÚA dice: Si la carne ha llegado a ser por lo espiritual, es una maravilla, pero si lo espiritual por lo corporal, sería una maravilla maravillosa. Pero yo mismo me maravillo de esto: como esta gran riqueza ha sido colocada en esta pobreza.(Apotema 29) Evangelio de Tomás


La “realidad” conformada por aquello que llamamos “materia”, depende de la manera en la cual la conciencia la conciba, pero esta construcción de la realidad, afecta a la conciencia, estableciendo límites para luego, quizá, nuevamente ampliarlos en cada nueva concepción. Es así como la conciencia le da forma a la “realidad”, luego esta “realidad” influye en la percepción de la conciencia para dar forma a una nueva “realidad”, y así a cada instante. Aunque estrictamente hablando, la “materia” podría ser tan solo una ilusión, la percepción consciente de ella no lo es, en verdad la percibimos y la sentimos. Esta gran riqueza, el alma, la cual contiene tanto la fase consciente como la subconsciente o inconsciente del ser y que es capaz de dar un sentido de “realidad” al mar de posibilidades, por su propia esencia, la de dar forma a “la realidad”, ha quedado colocada dentro de una gran pobreza, la “ilusión” de la materia. Este tema es tan importante para YESHÚA que vuelve a referirse a él en Mateo 5:18

Porque en verdad les digo: los cielos y la tierra pasarán, antes que pase un ápice de la Ley, sin que todo se haya cumplido Evangelio de Mateo 5:18 La palabra ley – namosa por su raíces apunta a cualquier forma de belleza que ayuda a aliviar o a quitar aquello que priva de fuerza al ser humano.

Las ondas y la partícula, la unidad y la diversidad, pueden ir más allá de ellos mismos y traspasar sus límites, la onda puede ser partícula y la partícula puede volver a ser onda; la forma puede convertirse en luz y la luz puede volver a ser forma, esto se repetirá continuamente, en tanto, ni


la más pequeña parte de la belleza que ayuda a aliviar lo que priva de fuerza al ser humano traspase sus límites, lo que no sucederá hasta que haya cumplido su objetivo y ya no sea necesaria, cuando la forma se fusione a la luz, la partícula a la onda, la diversidad a la unidad.


Cambio de Realidad El Reino –gobernado por una Reina- Malkuta, que representa el Reino del poder y la autoridad, empieza en el mundo de la vibración, dado que en este mundo todas las cosas ya están vinculadas, por esto, para cambiar la “realidad” hay que recurrir a los medios que a los Cielos le son naturales como la luz, la palabra, la vibración, la atmósfera y el sonido. En particular si analizamos los Evangelios, veremos que fueron justamente estos elementos los que uso YESHÚA durante su ministerio.

En Mateo 6:10 YESHÚA dice, Hágase tu voluntad, como en los cielos, así también en la tierra Evangelio de Mateo, Biblia Peshitta

Voluntad- sebyana también puede significar, deseo, deleite, placer, disposición, anuencia. Cuando la semilla de Malkuta, la visión que da poder y autoridad, ha sido sembrada y ha dado fruto, se es consciente de la pertenencia a la Unidad Sagrada, entonces la voluntad se transforma en deleite. Esta armonía interior de sentimientos lleva de manera espontánea a la revelación. Para realizar el cambio de realidad debemos saber también que la visión –el mundo vibrante de Malkuta- precede a la forma. Ahora, y con ayuda de la riqueza del arameo, estamos listos para conocer la revelación que nos servirá de guía para lograr el cambio de realidad, revelación que está “oculta” en el versículo anterior.


Permite que tu deseo fluya a través de nuestro shem y de nuestro yo soy. Permite que tu deleite se manifieste en toda tu creación como luz y forma. Permite que tu placer se realice a través de nosotros en lo comunitario y en lo individual. Permite que tu disposición se manifieste tanto en la unidad como en la diversidad.

La “realidad” cambia solo si la Espíritu Sagrada trabaja a través del ser, y como ya mencionamos, sin importar la actitud del ser mismo ante esta situación. Esto es, si está o no consciente de que se trata de una acción Divina, o de si cree que es por y para su propio deleite. De todos modos, ya sea permanecer en el olvido o el rebelarse, de nada aprovecha, más que para la propia condenación, pues la voluntad, deseo o deleite de Di-s siempre se realiza. Una cosa es la voluntad de Di-s y otra nuestra percepción consciente de la misma. Aclaremos esto, la voluntad de Di-s abarca la superposición de todos los estados posibles, la totalidad del SHEM o SHEMAYA Divino. Dentro del infinito de posibilidades de la totalidad, no importa en cual te encuentres, la que sea, será parte de la voluntad de Dis.


Vínculos De cierto les digo que todo lo que aten en la Tierra, será atado en los Cielos, y lo que desaten en la Tierra, será desatado en los Cielos. Evangelio de Mateo 18:18,19

Atar ´esar puede significar confinar fuego en un círculo, algo así como comprometerse con algún aspecto de la existencia o enfocar energía. Por otra parte desatar ´´ara presenta la imagen simbólica de un círculo que se abre, una liberación de energía o del cordón umbilical que se corta después del nacimiento. Dado que los mundos, el de los cielos y el de la tierra, esto es, el de la visión y la vibración; y el de la forma y la revelación se transforman continuamente, la energía asociada a cada uno de ellos también lo hace. En virtud de que la visión antecede a la forma, ambas participan de cierta energía que las vincula, pero si la visión cambia, cambiará la forma, y esto requiere que la antigua forma libere su energía para nutrir tanto a la nueva visión como a su forma asociada. En lenguaje más coloquial, si el deseo consciente y conforme a la voluntad de Di-s en nuestro corazón es que algo nuevo suceda, esto es, dar un “salto cuántico” hacia una realidad alterna, tenemos que estar dispuestos a soltar o liberar, lo que ya se ha manifestado para permitir la presencia de lo que pudiera ser. Por otra parte si la voluntad de Di-s es que mantengamos la “realidad” que se tiene, es necesario que se invierta energía para conservarla.


Al respecto YESHÚA dice, Porque donde está tu tesoro, ahí también estará tu corazón. Evangelio de Mateo 6:21

Aquí el tesoro es el deseo, la voluntad de Di-s, y si el corazón es conforme a la voluntad de Di-s, entonces la visión de la posibilidad imaginada será traída al mundo de la forma, y habrá una percepción consciente de la “materialización” de esa forma. Nuevamente insisto, una cosa es la voluntad de Di-s o rama de posibilidad que dará origen a una “realidad”, otra es la actitud del ser hacia la voluntad de Di-s, y otra la percepción consciente de su “materialización”. El papel que desempeña la energía para que ocurran saltos cuánticos entre realidades, ya sea para acceder a posibilidades alternas o para mantener alguna de ellas, ocurre siempre y a cada instante en nuestro mundo, sin importar si pensamos que detrás de ellos está la voluntad de Di-s, la nuestra o que simplemente son cosas que ocurren azarosamente. Veamos como se ve Mateo 18:18,19 desde la perspectiva aramea, Lo que quede sujeto en forma, también será asegurado en visión; la energía que sea confinada en un aspecto de la existencia, también será retenida en su principio oscilante. Lo que sea liberado de la forma, quedará disponible para la visión. La energía liberada de esa “realidad”, servirá para que la secuencia de saltos cuánticos entre realidades secuenciales o alternas continúe ilimitadamente.

Aunque la visión precede a la forma, en este versículo pareciera ser que es lo contrario, que la forma, precede a la visión.


Estrictamente no lo es, sin embargo, haciendo referencia al apotema 29 del Evangelio de Tomás, podremos resolver esta aparente contradicción. Recordemos la parte en la que a YESHÚA le resulta una maravilla maravillosa el que la carne actúe sobre el espíritu, o dentro del presente contexto, que la forma actúe sobre la visión. Lo cual es justamente lo que describe este versículo. En otras palabras, cuando la forma se ha fijado, encierra energía, y su visión asociada, simultáneamente confina la energía que la mantiene, cuando la forma y su visión se desvanecen liberan energía que alimenta a una nueva visión, no habiendo ni pérdida ni ganancia, solo un equilibrio perfecto entre ambas a través de la conservación de la energía que las sostiene o fluye entre ellas. La paz interna no está en términos de la posibilidad que elijamos, pues tal elección no depende de nosotros, la paz está en función de la actitud que tomemos en el camino que se nos ha asignado recorrer. Es importante no perder de vista que a lo largo del camino habrá momentos en que nuestra actitud cambie, esto es, a veces nuestro corazón será conforme a la voluntad de Di-s y le daremos la honra y la gloria a Él, en otras nos daremos la honra y la gloria a nosotros mismos, y en otras pensaremos que lo acontecido es azar del destino. Esto continuará hasta que un día nos definamos como trigo, cizaña o ninguna.


TET HOKHMAH YESHÚA dice: He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas Evangelio de Mateo 10:16


En medio de lobos YESHÚA dice Sed pues prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas. Evangelio de Mateo 10:16

La palabra prudente se refiere a los métodos de Hokhmah, la Sagrada Sabiduría, que maniobra en la oscuridad. Por su parte tamima, además de sencillo o inocente, también significa directo, sincero, o cabal.

Reescribiendo el versículo, escuchamos: Deja que la sabiduría te conduzca en la oscuridad y se directo, firme y sincero.


El Sentido de Identidad La diversidad por sí misma no conlleva la idea de identidad, es solo eso, diversidad. Cada manifestación de la propia diversidad debe incluir un cierto nivel de identidad. La identidad requiere la integración parcial o total de la diversidad, por paradójico que pueda sonar, pues será esa identidad la que no solo reconozca la diversidad aparente, sino la Unidad Sagrada detrás de esta. ¿De qué manera la diversidad puede adquirir ese sentido de identidad propia?, pues con la ayuda de la sabiduría hokhmah. Parece que hokhmah jugó un muy importante papel en la creación, aunque su participación no aparezca directamente en el relato del génesis. Proverbios 8:22-24 nos da una pista al respecto, YAHWEH me creó en el principio de sus creaciones, antes que a todas sus obras, antes que las eternidades fui establecida, desde el principio y antes de que el hiciera la Tierra, antes de que existieran los abismos fui engendrada, y antes de que llegaran a ser las aguas en las fuentes. Libro de Proverbios, Biblia Peshitta

YAHWEH se hizo para sí un nombre al unir ELAH con MI, de donde surgió ELOHIM, la diversidad dentro de la unidad, y así como apareció la diversidad, tuvo que surgir, muy probablemente de forma simultánea, el hálito de individualidad HOKHMAH, para que ambos trabajando juntos, tuvieran la capacidad de formar cada yo soy dentro de la creación. Este papel desempeñado por hokhmah está implícito en sus raíces mismas, en virtud de que (HO) señala hacia un hálito de individualidad, que surge de una percepción de interioridad


(KhM) y que se expande para vincularse con la Unidad Sagrada (A). En otras versiones, la palabra quanani para creó, se traduce como poseyó; pero al margen de ambas traducciones, la palabra misma señala una fuerza centralizadora que puede crear un centro para una concientización.

Escuchemos una interpretación alterna de proverbios 8:22, Desde el principio de toda creación, la Fuerza Vital Universal me constituyó como el eje sobre el cual gira el universo, la primer experiencia individual, el primer yo soy se unió a la jornada desde el inicio, yo fui concebida como el primer arquetipo de una existencia ordenada, yo Hokhmah, la Sabiduría Divina.

De no haber participado Hokhmah desde el principio, el papel de la individualidad en nuestro universo no habría sido una característica primordial. Y si Elohim no hubiera sido la potencia creadora, ni siquiera hubiera habido diferenciación, es decir, el Todo habría sido un todo no diferenciado. Pero dado que Elohim creó este universo, surgió la diversidad, y nuevamente, si Hokhmah no hubiera participado, el Todo se habría visto dentro de una dimensión de diversidad, pero sin individualidad.

Sin embargo gracias a la colaboración de Hokhmah (la Sabiduría Sagrada), y Elohim (la diversidad en la unidad), la creación posee en grado diferente, un sentido del yo soy, el cual, en su expresión más compleja, se convirtió en patrimonio de los seres humanos. Un ejemplo que bien puede ilustrar la idea de que el sentido del yo soy no tiene el mismo grado de complejidad en todo ser, es la


manera en la que las parvadas de pájaros se mueven, como si todos fueran uno, pero también actúan de forma individual. De esta manera aunque la diversidad en ellos es manifiesta, la individualidad lo es solo en cierto grado. Otro asunto importante ligado a Hokhmah, es el que se relata en proverbios 9, y en particular en las primeras frases en donde se lee, “La Sabiduría ha edificado su casa, ha labrado sus siete columnas…” Edificar también significa dividir la oscuridad, así como labrar, sugiere la idea de empujar desde afuera hacia adentro. Ambos significados juntos dan una visión de la forma en la que actúa Hokhmah al reunir identidades separadas tanto “internas” como “externas” para fusionarlas y formar un yo soy. Esto sugiere un proceso auto contenido de integración, es decir, primero se integran las diversas “voces” internas en un yo soy, luego todos los yo soy con el YO SOY Divino. Hay un texto muy interesante que forma parte de los manuscritos de Nag Hammadi y que lleva por título “El Trueno, la Mente Perfecta”. En este, el sonido de un “Yo” expresa muchas identidades paradójicas de manera simultánea. El texto refleja la manera en la que Hokhmah une diversas identidades.

Extracto de “El Trueno, la Mente Perfecta”. Yo soy la que he sido enviada desde el poder y he venido hacia los que piensan en mí y he sido encontrada en los que me buscan… …yo soy la primera y la última, la honorable y la despreciable, la prostituta y la respetable, la esposa y la virgen…


…yo soy “lo recóndito”, yo soy lo recóndito de todas las naturalezas. En el principio todos los espíritus demandaron mi creación, al final, todas las almas requieren de mi presencia. …no puedes evitar reconocerme en todas partes y en todo tiempo. Yo soy tanto la que reconoce y niega el conocimiento. Percátate – en este momento- no alegues ignorancia de este discernimiento… Yo soy el silencio que la mente no comprende, la imagen que no puedes olvidar. Soy la voz de todo sonido natural, la palabra que siempre retorna, Soy la modulación de mi propio nombre.

La última frase “soy la modulación de mi propio nombre”, es muy interesante, pues nos sugiere que el sonido de la pronunciación de sus raíces ho-khm-ah expresa las energías arquetípicas que formaron el primer “yo soy”, y que de hecho es un proceso que desde entonces ha tenido lugar una y otra vez. Hokhmah no solo unifica los diversos rasgos internos de personalidad para con ello formar el “yo”, también reúne todos los sentidos y las impresiones sensoriales para lograr la noción de individualidad en el ser, esto es, le permite al yo percibir conscientemente. Al igual que el sonido del trueno une todos nuestros sentidos en una toma de conciencia del momento, Hokhmah haciendo las veces de Sentido Sagrado, reúne y estimula a cada instante todos los sentidos. El contacto directo con el Sentido Sagrado conduce a una experiencia de simple presencia, un conocimiento Sagrado del aquí y el ahora.


En efecto, lo que está dentro de vosotros es lo que está fuera de vosotros; y lo que os plasma por fuera, es lo que os configuró por dentro; y lo que veis fuera de vosotros lo veis dentro de vosotros. Se manifiesta y es vuestra prenda. El Trueno, la Mente Perfecta

En virtud de esta faceta de Hokhmah lo que percibimos y sentimos, es aquello que ofrece el discernimiento del “yo consciente” con referencia a todo eso. En otras palabras, en términos del grado de integración de la diversidad interna que logremos a través de Hokhmah será la manera en la que percibamos el afuera. Entre mayor sea el grado de integración de nuestras “voces” interiores, podremos, en la misma proporción, percibir con mayor claridad el Reino. El uso que YESHÚA hacía de las parábolas, relatos y máximas cortas emulaban en cierto sentido la forma de trabajar de Hokhmah, la cual actúa desde adentro hacia afuera, utilizando medios que unen las dimensiones intuitivas y lógicas de la mente. Es así como el Reino gobernado por una Reina habría de llegar de “dentro hacia afuera”, reflejando el trabajo de Hokhmah como la “penetración interna de toda naturaleza”. Durante su ministerio YESHÚA compartió con todo tipo de personas buscando integrar en un nuevo “yo soy” colectivo aquellos “yo soy” que eran relegados, apartados y segregados por las autoridades religiosas y políticas de su tiempo. El buscaba que la expresión colectiva de este “yo soy” fuera ese nuevo Reino gobernado por una Reina que representaba una


parte esencial de su Evangelio, el Reino universal del poder y la autoridad en la comunidad. Cuando Hokhmah realiza su trabajo de integración no discrimina, no emite juicio sobre qué voces de nuestro interior deben integrarse y cuáles no para formar cada yo soy, lo mismo hace respecto a los yo soy para integrar al yo soy colectivo.

… Y puso su mesa, Envió sus criadas; sobre lo más alto de la ciudad clamó. Dice a cualquier simple: ven acá. A los faltos de cordura dice: venid, comed mi pan, y bebed del vino que yo he mezclado. Dejad las simplezas y vivid… Proverbios 9:2-6

Hokhmah siempre hace una invitación a cada yo soy para tener un corazón abierto y justo e integrar el yo soy colectivo. YESHÚA en este sentido toma la responsabilidad de seguir los pasos místicos de la Sabiduría (Hokhmah), y nos muestra el camino hacia el Reino, más allá de cualquiera que diga tener autoridad religiosa. Hokhmah integra la diversidad y al hacerlo entrelaza el shem al yo soy, la semejanza a la imagen, los cielos a la tierra. Cuando YESHÚA utilizaba la expresión “Yo Soy”, tenía en mente la idea de la simpe presencia como la manifestación del conocimiento Sagrado del aquí y ahora. En el Evangelio de Juan encontramos varias de estas referencias. “Yo Soy la puerta…” La manifestación del conocimiento Sagrado del aquí y ahora, abre todas las realidades… Evangelio de Juan 10:9


“Yo Soy el buen pastor…” La manifestación del conocimiento Sagrado del aquí y ahora, nos conduce hacia las experiencias en el lugar correcto y en el tiempo preciso… Evangelio de Juan 10:11 “Yo Soy la luz del mundo…” La manifestación del conocimiento Sagrado del aquí y ahora, esclarece todos los niveles de existencia y sus diversas percepciones. Evangelio de Juan 8:12 “Yo Soy el pan de vida…” La manifestación del conocimiento Sagrado del aquí y ahora, es el alimento del discernimiento que confiere la sensación de vida... Evangelio de Juan 6:35

Profundicemos un poco en esta última frase, la palabra aramea para pan es lakhma la cual comparte la raíz khm con Hokhmah la sabiduría, por tanto pan, desde esta perspectiva también puede significar comprensión o aquello que alimenta el yo, desde un nivel espiritual, mental, emocional o físico. Sin duda este tipo de declaraciones de YESHÚA indican una práctica espiritual muy profunda. Esta aseveración queda mejor sustentada si tomamos en cuenta el significado detrás de cada consonante que forma la raíz KHM , pues la K está asociada a la idea de humildad, la H a la capacidad de trascender las limitaciones de la existencia física y la M tanto a lo revelado como a lo oculto, además de estar vinculada al inconsciente y la omnipresencia de Di-s. De esta forma, tanto Hokhmah –la Sabiduría- como lakhma - el pan- llevan en su esencia la idea de que es necesario alimentar


la humildad para desarrollar la capacidad de trascender las limitaciones de la existencia f铆sica, pasando de lo revelado a lo oculto, partiendo de la integraci贸n desde el inconsciente o subconsciente, y todo dentro del marco de la omnipresencia Divina.


YOD NAPSHA Y YESHÚA le contestó: El más grande de todos los mandamientos es: “Escucha, oh Israel: Yahweh nuestro Di-s, Yahweh uno es”; Y amarás a Yahweh tu Dis, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el mandamiento más grande. Evangelio de Marcos 12: 29,30


Vida Interior Como mencione con anterioridad, al yo subconsciente en arameo se le denota con la palabra napsha , misma que está asociada con los diferentes aspectos de lo que, comúnmente, se le llama alma o identidad propia. En los Evangelios YESHÚA utiliza frecuentemente esta palabra, el problema es que al traducirla al griego, se le dan connotaciones distintas como vida, alma e incluso identidad propia. Desde la perspectiva aramea uno no tiene o posee un alma, uno mismo es el alma, por lo que desempeña el papel de un continuum que vincula lo “celestial” – shem, o aspecto oscilatorio, con lo “terrenal – yo soy, o aspecto de partícula del ser. Napsha juega el papel de “eslabón perdido” entre la imagen y la semejanza. El napsha representa el aspecto del alma o yo interior que con frecuencia se percibe a sí mismo del lado “terrenal” – imagendel continuum. Es justamente en este lado de ese continuum donde se representan muchos desórdenes y traumas emocionales, esto ocasiona que para la mayoría de las personas, su apreciación de la orientación espiritual, parezca estar separada del ser subconsciente. Del capítulo anterior recordemos que Hokhmah, la sabiduría, busaca vincular nuestra percepción del yo al yo soy, en tanto, la Sagrada Espíritu, en su manifestación como Halito Sagrado enlaza nuestra respiración personal, y ambas nos guían en el camino de retorno hacia la percepción consciente de nuestra conexión con la Unidad Sagrada – AlaHa.


Por tanto no se trata de que tengamos que vaciar o depurar nuestro napsha de todos los elementos problemáticos, sino más bien, de permitir que cada elemento encuentre su lugar en la mesa de Hokhma y en el dominio de ALaHa. Todo tiene un propósito y una ubicación, de esta forma, no se trata de destruir, sino de ubicar para lograr orden y unión. Con el propósito de comprender mejor esta idea pensemos en un rompecabezas, cuando sacamos las piezas, sabemos que todas son útiles, pues cada una está destinada a ocupar un lugar específico para lograr la integración de la imagen final, pero el reto consiste en irlas colocando en su lugar correspondiente, y de ninguna manera desecharlas si de momento no comprendemos, por lo poco definido de su imagen parcial, el lugar donde deban ubicarse. Es como si cada pieza al verse por separado representara un mundo propio, con un significado intrínseco solo descifrable por ella misma y bajo su propio lenguaje simbólico, y sin embargo, a pesar de su aparente aislamiento producto del encierro en sí misma, algo en ella le dice que es parte de algo más grande, algo que trasciende su propio mundo y del cual forma y siempre ha formado parte. Cuando estamos armando el rompecabezas, empezamos por las piezas que son más fácilmente identificables y las colocamos en el lugar que a cada una corresponde, luego juntamos en grupos las que son similares y por último agrupamos y dejamos en un olvido momentáneo aquellas que no podemos identificar ni siquiera vagamente. Algo así ocurre en las profundidades del alma, donde sus misterios más ocultos trascienden cualquier lenguaje humano. Si el lenguaje humano cuya estructura depende de una plataforma lógica no es el adecuado para comunicarnos con las


regiones misteriosas, y algunas veces problemáticas de nuestra alma, ¿cuál es entonces? Tal vez si recordamos lo ocurrido en los primeros versículos del Génesis hallemos una pista para resolver el problema, pues en cierta forma el estado caótico y desordenado en el que se encuentran las partes del yo subconsciente que no podemos identificar para así proceder a integrarlas, es similar a lo descrito en Génesis 1:2. Inmediatamente después de que se ha descrito tal situación, en Génesis 1:3 se nos refiere la primer declaración explícita de Di-s: “Vayomer Elohim Yehi or, va Yehi or”, esto es: …y dijo Di-s, sea la luz, y fue la luz. Esa condición anterior, encontró su sitio en la creación a partir de lo descrito en este versículo, en el que, si lo analizamos, involucra dos cosas luz y sonido. La primera se menciona dentro del versículo, en tanto la segunda representa la mención misma. Entonces, el lenguaje que debemos utilizar para poder comunicarnos con las partes del yo subconsciente más profundas y cercanas al olvido es el de la vibración, o en otras palabras mediante el shem. Para hacer contacto con las partes que son más difíciles de integrar y que pertenecen al napsha debemos desarrollar un lenguaje que involucre una respiración rítmica, una combinación adecuada de sonidos ya sea utilizando la semántica aramea, y/o notas musicales, luz en sus diferentes frecuencias (colores) y la forma, la cual en cierta manera está vinculada al NOMBRE. En resumen para comunicarnos con el yo tanto consciente como subconsciente, tenemos tres formas de lenguaje, el hablado conforme al propio idioma, que podríamos denominar directo y que es suficiente para comunicarnos con la parte consciente del yo, el indirecto o que usa métodos intuitivos como lo son las parábolas para lograr la comunicación con las partes del yo subconsciente que aunque no están totalmente definidas no son


parte del olvido. Y por último, el lenguaje de la respiración rítmica, los sonidos, la luz y la forma para llegar a lo más profundo, indescifrable y misterioso del yo subconsciente. En última instancia estas formas de lenguaje pretenden lograr mediante la intervención de Hokhmah la integración del yo en el yo soy, no mediante la eliminación de las partes problemáticas del alma, como lo dije en un principio, sino mediante la ubicación en el sitio correcto de cada una de ellas. En otras palabras, “armar” la imagen de forma coherente y estable. Por extraño que parezca, la parábola del hijo pródigo relatada en Lucas 15:11-32, se refiere justamente a este proceso de integración. En resumen, después de despilfarrar su herencia el hijo “prodigo”, que en este caso representa la parte del ser que aún no despierta, que todavía piensa que sólo ella existe y que no pertenece a algo mucho más grande que ella, se encuentra en el fondo, literalmente sentado entre los cerdos. Cuando al fin se libera de todo lo que pensaba que era, incluso su orgullo, está listo para regresar al lugar al que realmente pertenece, en donde se le perdona y se le da la bienvenida a casa. Sin embargo no todo es júbilo, puesto que el hijo que se quedó en casa y se encargó de los negocios, reacciona con ira ante la fiesta de bienvenida que ofreció su padre a su hermano que ha regresado. Esto nos enseña que cuando una parte está lista para integrarse al lugar que le corresponde dentro del napsha, las otras partes como tales deben ajustarse, que la integración conlleva un periodo de reajuste, pero cuando este ajuste se logra, el napsha está listo para expresar con plenitud su naturaleza divina. Veamos algunos ejemplos de la forma e intención que encierra el uso que YESHÚA hace del vocablo napsha-alma en los siguientes versículos.


En cierta ocasión alguien le pregunto a YESHÚA, ¿cuál es el primero y más importante de todos los mandamientos de la ley?, y Él respondió,

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Marcos 12:30-31

Es importante notar que la palabra en arameo utilizada para alma en el primer mandamiento es la misma que se utilizó para la expresión “ti mismo”, en el segundo y en ambos casos es napsha. Veamos significados alternos de otras de las palabras usadas en esta cita de Marcos, rehem que se tradujo como amor, representa un tipo de amor o compasión que puede brotar desde lo más profundo de nuestro ser. Por su parte el vocablo mare que generalmente se traduce como señor es una palabra cuya raíz sugiere poder y grandeza fehacientes, pero también está vinculada con el aspecto de lo sagrado que capta nuestra atención sin necesidad de recurrir al razonamiento o a la lógica. En el caso de la palabra leba, que se tradujo simplemente como corazón, encontramos que su significado va más allá del plano físico, y representa de manera figurada el centro de nuestros sentimientos e inteligencia, en sí de lo que podríamos llamar nuestra vida mental-emocional. El vocablo mente re´yana, se relaciona por su raíz con un verbo que significa apacentar o alimentar. Este aspecto de la mente sigue y capta las cosas como por instinto. O en otras palabras comprender a través de una inteligencia intuitiva.


La palabra jaye que por lo general se traduce como vidas, aquí toma el significado de fuerza, ya que significa fuerza vital o energía. Estos significados nos permitirán ver con claridad la manera en la que YESHÚA nos muestra como estos mandamientos denotan un proceso que involucra todas las partes del alma.

Deja que el amor compasivo fluya desde lo más profundo de tu ser subconsciente para que establezca un vínculo con el aspecto de lo sagrado que capta nuestra atención sin necesidad de recurrir al razonamiento o a la lógica, a la Unidad Sagrada, abarcándolo todo, interior y exterior. Envía esta compasión desde tu ser mental emocional, desde los lugares más misteriosos y profundos de tu ser subconsciente, desde la total de tu mente intuitiva y con toda tu energía vital.

Cuando se involucra todo nuestro ser en esta clase de amor compasión profunda, se puede lograr una integración durante un cierto periodo de tiempo de nuestra personalidad o yo´s. El amor y en particular la puesta en acción del primer mandamiento facilitan la labor de Hokhmah. En otras palabras, el tipo de amor que debe surgir desde lo profundo de nuestro ser, es un amor no razonado, libre, compasivo y espontáneo. En el periodo de tiempo que experimentamos este sentimiento, la mayor parte de las piezas de nuestro propio rompecabezas parecen encajar cada una en su sitio, aunque al principio la estructura sea inestable y no podamos mantenerla por mucho tiempo. Sin embargo Hokhmah, siempre sigue trabajando no solo para lograr la correcta ubicación de cada pieza, sino para que permanezcan durante más tiempo ocupando su lugar correspondiente, lo que se traduce en la permanencia consciente


en la Unidad Sagrada. De esta forma no solo experimentaremos “chispazos” de unión consciente a la Unidad, alimentados por lapsos de fuerza de este tipo de amor. El segundo mandamiento pide extender este tipo de amor profundo al prójimo. Aquí el punto importante es definir claramente que entendemos por prójimo, en particular qariba es un vocablo que hace referencia a cualquiera que de alguna manera esté próximo a nosotros. Además tomando en cuenta que como ya sabemos, en arameo no hay distinción entre interior y exterior, “prójimo” se refiere tanto a los miembros de nuestra comunidad interior como a toda la creación misma. De esta forma, el segundo mandamiento, podría escucharse así: Deja que el amor compasivo fluya desde lo más profundo de ti, hacia aquellas partes no muy conocidas de tu propio ser interior, de igual forma y con la misma intensidad deja que ese mismo amor fluya hacia todo cuanto te rodea, sean hombres, animales, plantas, galaxias, arena, mares, ríos, rocas,…

El primer mandamiento te pide amar la Unidad, y el segundo te pide amar exactamente de la misma forma y con la misma intensidad la diversidad. Es por esto que el prójimo no es más que la diversidad en todas y cada una de sus manifestaciones. No podemos amar la Unidad y solo amar algunas formas de diversidad, si amamos el Todo debemos amar su completa manifestación en la totalidad de la diversidad. Es así como el vivir conforme a ambos mandamientos facilita la integración de las diferentes voces interiores o yo´s internos en


un Yo soy, luego ayudan a que cada Yo soy recorra el camino de su integración al YO SOY Divino. En última instancia el amor es la fuerza que permite la integración de la forma a la Unidad, partiendo de las comunidades internas, hasta las externas.

Bajo esta misma perspectiva podemos citar Juan 3:16 Porqué tanto amó Di-s al mundo que dio a su Hijo único, para quien crea en el no perezca, sino que tenga vida eterna. Evangelio de Juan

La palabra para creer, etamen viene de la misma raíz que amen y sugiere un sentimiento de seguridad, confianza o firmeza proveniente de un lugar arraigado. La palabra para perecer, ebad también significa descomponerse, desaparecer, o perderse. La expresión que se traduce como vida eterna es jaye d´lalam, nuevamente la traducción griega tal vez con el afán de simplificar y acoplar esta frase a su propia concepción del mundo en su cultura, cambia por completo el significado original de la frase, pues jaye es una palabra en plural que significa vidas y d´lalam, del eterno. De esta forma la expresión no debe traducirse como vida eterna, sino vidas del eterno. En el texto original arameo la expresión es mL(Ld )Y*X", "jaye d´lalam". La palabra aramea para vida es "jaye", (Y*X) los dos puntos sobre la letra YOD, indican plural. Si no estuvieran los dos puntos sería singular. Se vería así YX.


Además d´lalam está compuesta de la letra dalet, d que significa de ó del y el adjetivo lalam – eterno, que está en género masculino. Por tanto debe traducirse como “del eterno”. Ligada al adjetivo eterno está la noción de eternidad, que en arameo se representa con la palabra alma y que proviene de una raíz que significa juventud o novedad, es decir, puede representar todo aquello que surge como nuevo de manera constante, en diversidad y en los universos de la forma. De esta misma raíz se deriva la expresión Al´alim, que significa, el conocimiento de todos los mundos.

Considerando todo esto el versículo en arameo se escucharía así, Porqué la Unidad tanto amo a la diversidad, esto es, a todos las manifestaciones de la forma, que envió su presencia a través de su Hijo, alguien pleno en todos los aspectos del ser, para que quien deposite su confianza en el Maestro, y con firmeza unifique sus yo´s en su yo soy y luego en el YO SOY a través del trabajo de Hokhmah, su forma no se desvanezca o se pierda en el olvido, sino que continúe de mundo en mundo participando de las Vidas del Eterno.

Cada mundo o plano de existencia está embebido de Energía Vital del Eterno y es de esa Energía o Fuerza de Vida de la que participamos por el solo hecho de ser. Pero cuando despertamos y somos capaces de percibir nuestra pertenencia a la Unidad de forma consciente, estamos preparados para la transformación de la forma, mientras seguimos participando de las Vidas del Eterno en mundos o niveles de “realidad” distintos. Con esta traducción reafirmamos aquello que de cualquier manera resultaba claro para algunos, que la vida no nos pertenece, sin embargo abre otra puerta cuyo interior no nos habíamos detenido a observar, y es que la forma puede transformarse o desvanecerse y perderse en el olvido, pero la


Energía Vital siempre permanecerá igual, porque la Energía no está ligada a la forma, es la forma la que está ligada a la energía. O de manera equivalente, nosotros no poseemos vida eterna, sino que por el contrario, participamos de las Vidas del Eterno. Esto también esclarece Malaquías 3:6 que dice, Yo soy Di-s, Yo no he cambiado

Es así que, desde la perspectiva de ALaHa, que es la perspectiva de la Unidad Sagrada no hay cambio, pero desde la perspectiva de la forma – diversidad-, todo está constantemente cambiando.

Otro versículo en el que se utiliza la palabra jaye para vida en lugar de napsha es Juan 10:10, en el que YESHÚA dice: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia Evangelio de Juan Considerando como lo hicimos en el versículo anterior, que jaye es palabra en plural, el versículo se escucharía así, Yo he venido para que participen de la Energía Vital en cada mundo, y para que tengan toda la abundancia que esta trae consigo. Para cerrar la imagen e ideas detrás del uso que YESHÚA hace de la palabra napsha, Él mismo nos dice, Porque todo el que desee salvar su alma, la perderá, pero todo el que pierda su alma por causa de mí y de mi Evangelio, la salvará, porque, ¿qué provecho obtendrá el hombre si ganara el mundo entero, pero perdiera su alma? Evangelio de Marcos 8:35.36 Biblia Peshitta


Según la traducción Reina Valera 1960, en el lugar de alma en las dos primeras frases, aparece la palabra vida. Sin embargo en este caso la versión aramea usa la palabra napsha y no jaye en ambas. Por lo que traducción de la Biblia Peshitta resulta más precisa. La palabra usada en este versículo para perder es ebad, la cual ya vimos anteriormente, pero en este contexto también puede significar irse por mal camino, destruirse o arruinarse, sin embargo, en términos de su raíz invoca la imagen de algo que ha crecido hasta el grado máximo de su desarrollo doblegándose después al servicio de lo que es más grande, en cierta forma, encierra un proceso de abandono de sí mismo. Jaya que significa salvar comparte su raíz con jaye que como vimos significa fuerza vital, de tal suerte que salvar, equivale a dar energía vital. De esta forma, salvar el alma significa dar energía vital al napsha, pero hacer esto nos lleva a perderla. ¿Cómo puede ser esto? Pues parece paradójico. Para resolver esta cuestión simplemente basta ver la situación con ojos arameos y apoyarnos en el significado de ebad. Al alimentar el napsha con energía vital se desarrolla, pero este desarrollo en esencia implica que cada uno de los miembros que la conforman renuncien a su propio sentido de individualidad, una especie de abandono de su propia identidad en pos de algo mayor en este caso, el Yo soy, de la misma forma este Yo soy parecerá extinguirse dentro de un proceso de transformación como parte de un mayor YO SOY. Evangelio que en arameo se dice sabarta significa buena nueva, pero si nos remitimos a su raíz, entonces evoca la idea de contener fuego sagrado, lo cual implica que dicho fuego, en lugar de extenderse fuera de control, está proporcionando calidez y calor durante un periodo de tiempo.


La palabra usada para ganar es yitar que también puede significar superar, exceder o tener algo en abundancia. La palabra usada en la última parte del versículo para el vocablo perder es diferente de la usada anteriormente (ebad), esta es hasar, misma que puede traducirse como carecer, tener necesidad de, o estar incompleto. En este versículo aparece tres veces la palaba perder, en las dos primeras corresponde a la palabra ebal, aunque en la primera frase se debe entender como en el versículo, anterior, en la segunda, de acuerdo a la explicación anterior, y en la tercera, tal como lo mencione en el párrafo anterior, como vinculada a la palaba hasar.

Tomando todo esto en cuenta, los discípulos de YESHÚA habrían escuchado así esta enseñanza, Todo el que alimente la parte más profunda, misteriosa y desconocida de su yo subconsciente con energía vital, sin tener conocimiento consciente de su pertenencia a la Unidad Sagrada, la irá desvaneciendo en el olvido, pero todo aquel que posee un conocimiento consciente de su pertenencia a la Unidad Sagrada, que ha entrelazado su conciencia a la Mía, también la desvanecerá abandonando su propia identidad para pertenecer a algo más grande, el yo soy, y luego este yo soy también parecerá extinguirse dentro de un proceso de transformación como parte del YO SOY, porqué ¿qué beneficio se obtiene si tu desarrollo excede todo lo que el mundo puede ofrecer, pero tus yo´s internos no pueden desvanecerse para integrarse y ocupar su lugar especifico, sino que se desvanecen en el olvido?

Continuemos con la idea del rompecabezas, desde la perspectiva de esta analogía algunas piezas que parecen no encajar en ningún lado, eventualmente logran hacerlo debido al acomodo de otras piezas cuyos lugares se pueden identificar más fácilmente. Aquí la pregunta, es ¿se requiere de una imagen de


referencia para poder integrar a cada parte en el lugar que le corresponde?, o ¿es posible realizar el rompecabezas en su totalidad sin recurrir a esa guía?. Estoy seguro que sin la guía algunas piezas pueden colocarse, pero recuerden que estamos hablando de un enorme rompecabezas, por lo que considero en extremo poco probable lograr armarlo sin una imagen guía. Esa imagen guía sin duda es el Yo Soy de YESHÚA. Si cada pieza en lugar de verse a sí misma o ver a las demás, reconoce su lugar mirando esta imagen, de inmediato toma conciencia de que pertenece a algo mucho más grande que ella, esta toma de conciencia facilita su integración al yo soy del individuo. En última instancia, cada parte del ser desvanecerá su identidad, el punto es, si lo hará a favor de pertenecer a algo más grande que ella misma, o se perderá en el olvido usando la energía vital para fortalecer su propia individualidad, creyendo cada vez más vehementemente que solo ella existe y por tanto apartándose consistentemente de las demás, relegándose ella misma a su propio olvido.


CAF G´MAR YESHÚA dice: Yo en ellos, y tú en mi, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mi me has amado. Evangelio de Juan 17: 23


Renacimiento YESHÚA dice Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre Celestial Evangelio de Mateo 5:48

G´mar que en este versículo se tradujo como perfecto, también significa consumar o lograr la realización personal. Otro significado es consumirse por completo, acabarse o desaparecer. Aunque de primera impresión no lo parezca, este versículo está muy ligado a la comunidad interior que conforma el napsha según vimos en el capítulo anterior. Cuando ya no son necesarias las imágenes del ser como son sustentadas en el napsha, esto es, cuando han cumplido su propósito, se esfuman y se transforman, como si se diera un renacimiento. La verdad es que, estrictamente hablando, ni se esfuman, ni se transforman, ocurre algo similar a las imágenes que se forman con cuadros más pequeños de fotografías con temas distintos a la imagen mayor. Visto de cerca conservan sus propias imágenes individuales, pero a la distancia, parecen esfumarse y transformarse en una imagen nueva totalmente diferente. La palabra abba que se traduce como padre se base en la raíz AB que apunta hacia todos los movimientos que buscan perfeccionarse a sí mismos o encontrar un fin. La raíz también se refiere al deseo de tener, así como aquello que rinde frutos. Una palabra ligada a esta es la que YESHÚA usa en la oración del Padre Nuestro, abwoon, palabra que utiliza para expresar un tipo de paternidad en el sentido cósmico, que está más allá del género.


En cuanto a sus raíces, esta palabra indica un proceso o un ser que empieza en la Unidad (A) y da vida (B) por medio del Hálito Sagrado o Sagrada Espíritu (U) a nuevas formas (N).

Vosotros pues, busquen evolucionar plenamente, consumiéndose y diluyéndose en la Unidad, así como la fuente de Todo da vida mediante la Sagrada Espíritu a nuevas formas, que se esfuman y transforman en un continuo renacimiento.

En el Evangelio de Tomás encontramos una declaración de YESHÚA que va muy de la mano con esta idea de perfeccionamiento,

…y cuando os conozcáis a vosotros mismos, sabréis que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis empobrecidos y sois el empobrecimiento. (Apotema 3). Evangelio de Tomás


El Momento Preciso En tiempos antiguos y aún ahora, es de vital importancia saber reconocer el momento preciso y el lugar adecuado en varias empresas humanas, como la siembra, la introducción en el mercado de un nuevo producto, la pesca de ciertas especies, etc. Para describir este ritmo de precisión y madurez, el lenguaje arameo utiliza la palabra taba que por lo general se ha traducido como bueno. Sin embargo y nuevamente recurriendo a su raíz TB, representa algo que mantiene su integridad y su salud por un sentido interior del crecimiento en armonía con lo que lo rodea. En otras palabras, bueno sugiere un crecimiento en armonía con todo lo que le rodea, mientras mantiene su integridad y salud, con madurez en un ritmo de precisión. Es por esto que cuando YESHÚA utiliza la palabra taba en los Evangelios la imagen que conlleva es la de estar a tono, a tiempo y en armonía con la Unidad Sagrada. De tal suerte que ser “bueno” equivale a estar en el lugar adecuado en el momento preciso con la acción apropiada. Esta noción de momento y lugar sin duda nos recuerda lo visto en el capítulo dedicado a Malkhuta o el Reino. Es en este sentido que al “bueno” se le considera preparado, siempre y cuando por preparado se entienda ponerse a tono, a tiempo y en armonía con la Unidad Sagrada. Es dentro de este contexto que la declaración de Juan el Bautista citada en Lucas 3:4 “preparad el camino al Señor” se entiende más claramente. Por otra parte bisha que por lo general se traduce como malo, en realidad representa la idea de algo que se ha salido de ritmo respecto a la Unidad Sagrada. Esto significa que aun no está preparado para el objetivo que se le ha designado, esto es, que todavía no está listo para ocupar el lugar que le corresponde dentro del Plan Divino de Unicidad.


También puede significar que el ser ya no está dispuesto, esto es, que tuvo su tiempo y lugar apropiado, pero lo dejó pasar alejándose de la cadencia o ritmo del YO SOY Divino en definitiva. Esta visión de taba y bisha, nos da la idea de que el ser pasa por tres etapas a lo más, la inmadurez, donde aún no ha alcanzado su lugar y momento preciso para estar a tono con la Unidad Sagrada, la madurez, cuando cada una de sus partes encuentra su lugar y momento preciso y entra en ritmo con la Unidad Sagrada, y la que surge al dejar pasar este momento y a consecuencia de esto cada parte se va “pudriendo”, y por tanto se va dejando en el olvido. En el lenguaje arameo la bondad equivale a estar a tono o en ritmo con toda la creación como expresión de la Unidad. La intuición, la disposición y la habilidad para percibir el momento preciso y el lugar correcto yacen en el corazón de todo ser, sin importar que tan velados se encuentren a causa de su estado de disonancia. La habilidad para distinguir el momento y lugar precisos la poseemos, el problema es que no siempre decidimos ejercer la acción requerida en esos momentos, y la dejamos pasar. Esos momentos se repiten durante la vida en este plano, así es que en ocasiones se dejan pasar varias veces por inmadurez, hasta que un día cada voz interna alcanza su nivel de madurez que le permite actuar cuando ha reconocido el momento y lugar adecuado e inicia el proceso de integración del yo soy mediante la entrada en ritmo con la Unidad de cada una de sus partes. Lo mismo ocurre cuando cada yo soy se encuentra íntegramente maduro y puede irse integrando a otros yo soy con el suficiente nivel de madurez para ir formando parte del YO SOY Divino. Pero no todo se integra en armonía, algunas partes, aunque pertenecen a la Unidad, lo hacen con un ritmo disonante, son


aquellas que como he dicho, pasan a formar parte del olvido de ALaHa. En el mundo en el que YESHÚA vivió, donde el lenguaje que utilizaba para expresar sus ideas, conceptos y enseñanzas era el arameo, un mal separado de la Unidad de ALaHa simplemente no existe. Desde esta concepción del mundo el mal forma parte de la Unidad Sagrada y se comporta como un velo disonante; esto significa misma naturaleza pero tono distinto. Es por esta razón que la maldad constituye el olvido de ALaHa, y por no estar a tono con el resto de la Unidad, no existe posibilidad de comunicación entre ambas. En otras palabras, hay una pérdida definitiva de la comunión con ALaHa. En relación a esto, el apotema 9 del Evangelio de Felipe, dice, La luz con la oscuridad, la vida con la muerte, la derecha con la izquierda son hermanos entre sí. No es posible separar los unos de los otros. A causa de esto, ni son buenos los buenos, ni son malos los malos, ni es vida la vida, ni es muerte la muerte. Así cada individuo será devuelto a su propio origen desde el principio. Pero los exaltados por encima del mundo son inmortales y existen en la eternidad. (Apotema 9) Evangelio de Felipe Uno existe o en este mundo o en la resurrección o en las regiones de transición. ¡Qué no ocurra que me encuentre en estas últimas! En este mundo hay lo bueno y lo malo. Sus buenos no son buenos y sus malos no son malos. Pero hay maldad después de este mundo, la cual en verdad es mala, lo que se llama la transición – es la muerte. Mientras existamos en este mundo nos es apropiado nacer en la resurrección, a fin de que si somos despojados de la carne nos encontremos en el reposo y no vaguemos en la transición. Pues muchos se extravían en el camino. Así bueno es salir del mundo antes de que la humanidad sea llevada a transgredir. (Apotema 68) Evangelio de Felipe


En este apotema se mencionan claramente nuestras regiones de existencia, cuando estamos en este mundo al principio, somos inmaduros, pero si logramos llegar al estado de madurez entonces nacemos en la resurrecci贸n, pero si no es as铆, y dejamos este plano de existencia sin haber renacido, pasamos a formar parte de la regi贸n que Felipe denomina de transici贸n donde la maldad es verdaderamente mala, es decir donde el olvido es definitivo.


Disponibilidad La parábola que trata sobre los obreros de la viña descrita en Mateo 20:1-16 presenta el concepto del momento preciso bajo una nueva perspectiva. Cuando las uvas maduran deben cortarse de inmediato, en especial si van a utilizarse para elaborar vino, por ningún motivo se puede dejar pasar ese justo momento. YESHÚA nos relata en esta parábola cómo el dueño de la viña contrata a cierto número de obreros a primera hora de la mañana. Cuando mide su progreso hacia la hora tercera se da cuenta que no van tan rápido como el suponía y contrata más obreros. Hace lo mismo a la hora sexta, novena y undécima. Luego el propietario da a todos el mismo salario y los obreros que llegaron temprano se quejan, diciendo: Estos últimos trabajaron solo una hora, pero les pagaste igual que a nosotros que soportamos el peso y el calor del día, pero él, contestándole a uno de ellos, dijo: Amigo mío, no cometo contigo ninguna injusticia; ¿no hiciste acuerdo conmigo por un denario? Toma lo que es tuyo y vete, porque yo deseo dar a este último lo mismo que a ti. Surge la pregunta, ¿cuáles obreros son más valiosos, los que empezaron temprano y trabajaron sin interrupción durante todo el día, o los que, por estar disponibles a una hora tardía como es la hora undécima, hicieron posible que se terminara el trabajo? Luego el dueño continua diciendo, ¿o no me es permitido hacer con lo mío lo que quiera?, ¿o tienes envidia porque yo soy bueno? En otras traducciones en vez de utilizar la palabra permitido se usa la palabra legal, ambas vienen del vocablo en arameo salita que significa con poder, autoridad u orden armonioso y que se relaciona por su raíz con shalama que significa paz.


La expresión que se tradujo como envidioso viene del uso conjunto de dos vocablos arameos, bisha que significa malo o inmaduro, o en tono discordante y ´aina que se traduce comúnmente como ojo. De esta forma envidioso también significa ojo maligno. Veamos ahora esas preguntas que plantea el dueño de la viña desde la perspectiva aramea,

¿Acaso no tengo la autoridad para, en armonía con la Unidad Sagrada, hacer con lo que es mío lo que quiera? ¿ o tu ojo maligno te hace estar fuera de tono al no sentir satisfacción en el presente porque yo si estoy en ritmo con la Unidad Sagrada y por eso cuido de lo mío en el momento preciso?

Este relato recalca la idea de disponibilidad aun en el último momento para hacer lo que sea necesario. Desde cierto punto de vista, en este caso el del trabajador, las acciones del propietario de la viña parecieran ser injustas, sin embargo, desde la perspectiva del dueño, el relato se trata de equidad, pero en términos de tiempo preciso o momento oportuno. Los trabajadores que llegaron al final no se ganaron la paga por su trabajo, pero lo hicieron por su disponibilidad. Cuando fueron absolutamente necesarios, ahí estuvieron; se encontraban, por así decirlo, lo bastante maduros o preparados y listos para actuar en el momento preciso.


Los Últimos y los Primeros La última frase que YESHÚA refiere en esta parábola es, Por lo tanto, los últimos serán los primeros y los primeros, últimos, porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos. Evangelio de Mateo 20:16

La palabra para último, haraya significa también demorar, postergar, prolongar o rezagar, cuando se utiliza en expresiones como “los que vienen después”, hace referencia a los descendientes. Por su parte el vocablo arameo para primero, qadmaya también implica aquello que está antes o ha existido desde los tiempos más remotos. Considerando ambos significados la primera parte del versículo con su juego de palabras, podría aludir al comportamiento tanto de las partes más antiguas y recónditas del alma, como a las más recientes o superficiales. Es decir, nos plantea un esquema en el que las partes que se unifican al final con ALaHa son las más antiguas, en tanto que las partes que despiertan primero y se hacen conscientes de su pertenencia a la Unidad Sagrada son las más superficiales. De esta forma, la parte más antigua, más profunda y recóndita, quizá hasta olvidada, en cierto sentido, de nuestro napsha tarda más en tomar conciencia de su pertenencia a la Unidad Sagrada – AlaHa, no así aquellos aspectos más recientes o superficiales, como lo es, entre otros, la parte racional del estado consciente. Esto nos sugiere que dependiendo de nuestros sistemas de creencias o paradigmas, primero se despiertan al estado


consciente de pertenencia a la Unidad Sagrada los aspectos racionales, luego los emocionales y al final los espirituales. Muchos, sagija viene de un verbo que significa aumentar, multiplicar o proliferar. Su raíz invoca la imagen de un círculo que se abre. Por su parte el vocablo zaura que se traduce como pocos proviene de un verbo que significa disminuir, debilitarse por miedo al futuro o estar confinado por todas partes en razón de la existencia material. Llamar- q´ra - puede traducirse también como invocar o invitar. Este vocablo corresponde al hebreo kara, el cual se emplea en el relato de la creación de ELOHIM contenido en el Antiguo Testamento, cuando la narración describe la manera en que ELOHIM imprime cada nueva realidad en el Universo naciente. G´ba- escoger, además significa, aprobar o reunir. Esta palabra también está ligada al vocablo hebreo gebe, que representa aguas que se acumulan en un estanque, cisterna o laguna. Al reunir YESHÚA en esta enseñanza ambas palabras, g´ra y g´ba cuya fonética da un tono de rima, crea la imagen de que cada nueva realidad impresa en el Universo naciente tiene la posibilidad, y la capacidad de fluir hacia un lugar donde las aguas permanecen en reposo. Muchos son llamados y pocos los escogidos, evoca la visión de formas fluyendo como agua entre las rocas hasta llegar a su destino, un lugar de quietud y reposo. Además sólo los que están disponibles en el lugar correcto y en el tiempo exacto son los escogidos, recordemos que uno de los dones de Hokhmah es precisamente el de guiarnos a ese lugar y momento, lo cual ocurre cada vez que el Yo soy interior toma conciencia de su pertenencia a la Unidad Sagrada, aunque al principio sólo sean destellos.


Escuchemos esta enseñanza de YESHÚA con oídos arameos, Es así que las partes menos profundas, arraigadas, o antiguas de nuestro napsha, aquellas ligadas al aprendizaje racional, desarrollan más rápidamente una afinidad para unirse entre ellas, en tanto aquellas partes antiguas, arraigadas, misteriosas, desconocidas, demasiado encerradas en sí mismas e incluso aisladas o en olvido tardan en integrarse para conformar el Yo soy, y aunque todas son invitadas solo las que están maduras y disponibles en el lugar y tiempo adecuados por ser guiadas bajo la tutela de Hokhmah se van sumando a la conformación del Yo soy, que permite la percepción consciente de la pertenencia a la Unidad, esta unión fluye como agua hasta que llega y se incorpora en el lugar preparado para que las aguas reposen en suave quietud.

Regresando a la analogía del rompecabezas, este versículo representa a los dos tipos de piezas con las que podemos tratar en nuestro camino por conformar la imagen total. Hay piezas que son fáciles de colocar, pues se identifican de manera sencilla unas con otras, y en cierta forma, al integrarse rápidamente no tuvieron tiempo de encerrarse en ellas mismas con tal intensidad que llegaran a pensar que sólo ellas existían y por tanto no formaban parte de algo más grande. Pero las piezas que han pasado más tiempo apartadas, son las más difíciles de integrar, pues no es fácil identificar a que parte pertenecen y se dejan relegadas e incluso en un cierto olvido. De estas hay dos tipos, las que han estado dispuestas esperando el momento preciso para integrarse y eventualmente lo hacen, y las que llevan tanto tiempo separadas que parecieran que no pertenecen a ninguna parte; que conllevan la idea de que tan sólo son en sí mismas, pues las partes de imagen (o información) que contienen no parecen encajar en ningún lugar. Este esquema lo mismo aplica a las voces internas que conforman el napsha, como a cada Yo soy que eventualmente


lograrรก despertar y serรก consciente de su pertenencia al YO SOY Divino.


LAMED REHEM – AHABAH Yeshúa dice: Todo aquel que ama, es nacido de Di-s y conoce a Di-s. Evangelio de Juan 4: 7


Amor Radiante Rehem es el tipo de amor que YESHÚA utiliza en sus enseñanzas acerca de cómo debemos amar tanto a la Unidad Sagrada como a nuestro prójimo. Es interesante ver que esta palabra por su raíz se vincula y más aún se deriva del vocablo hebreo rahm que significa vientre y que también se relaciona con Hokhmah. Este tipo de amor también evoca la compasión y la misericordia, e indica un sentimiento que viene de lo profundo del ser. Más aún y de forma prácticamente literal, presenta la imagen de un resplandor (RE) que proviene de un interior oscuro o impenetrable (CHM). Esta segunda raíz, evoluciono hasta generar el vocablo al-chem-y en árabe y que finalmente llegó a pronunciarse como alquimia, que significa de manera textual un trabajo que se hace con y a través del interior impenetrable y oscuro. Del mismo modo en el que un cierto tipo de transformación está implicada en todo proceso de alquimia, la clase de amor conocida como rahm es el resultado final de un proceso de transformación. Como mencione anteriormente cada parte del napsha que eventualmente se irá integrando para conformar el yo soy, en sí misma posee una imagen propia que en sí es diferente de la imagen en conjunto. Por esto al unirse parecen transformadas, pues la imagen individual se diluye en la imagen colectiva. Es así como un nuevo ser nace cuando los diversos miembros de una comunidad, bien sea interna o externa, se reúnen y se transforman al diluir sus imágenes individuales en la imagen colectiva, es entonces que bajo esta nueva naturaleza el amor rehem- brota naturalmente desde lo más profundo del ser.


Después de que esos “pequeños egos” o voces del napsha, se transforman y se relacionan de manera diferente en el Yo soy este amor se irradia como resultado natural y resplandece en todas direcciones. De la misma manera en la que la gestación precede al nacimiento físico, la alquimia interior debe adelantarse a su expresión externa. YESHÚA nos enseña que debemos despertar el rehem. No basta con la transformación interna, las partes integradas del nuevo ser deben despertar como unidad y ser capaces de sentir y proyectar este tipo de amor al que YESHÚA se refiere mediante el uso de la palabra rehem. YESHÚA nos advierte que una forma de lograrlo es a través de la devoción hacia aquello que consideramos sagrado en nuestra vida. Como ya mencioné el exterior es un espejo de nuestro interior, y el amor que recibes es igual al amor que otorgas, por eso cuando podemos sentir que este amor se vuelve a reflejar hacia nosotros, es como si estuviera contenido en un rayo de amor proveniente de ALaHa, así estos rayos de rehem penetrarán nuevamente nuestro ser subconsciente, en un ciclo de retroalimentación que invita a los egos aún no integrados a unirse para, con este tipo de amor, seguir reuniéndose en la conformación del yo soy.


Amor misericordioso YESHÚA dice, Dichosos los compasivos, porque ellos obtendrán misericordia Evangelio de Mateo 5:7

Esta Bienaventuranza, aunque a primera vista no lo parezca, refleja el nacimiento de un nuevo ser. Aquí la palabra en arameo para obtendrán se deriva del vocablo alawa que representa una visión en estado alterado o un despertar; también puede significar “se les mostrará”.

Ahora la quinta Bienaventuranza descrita en Mateo 5:7 se escucha así: Maduros están aquellos que irradian un amor compasivo y misericordioso, desde un nuevo ser interior, a ellos se les mostrará y despertarán, y en este estado tendrán la visión de la esencia de la Unidad, y serán cobijados con compasión y misericordia.

Ahora si resulta claro que esta Bienaventuranza no solo habla del nuevo ser que irradia amor, sino también de la retroalimentación que inicia el ciclo de la completa transformación. Si se irradia amor, se recibe amor.


Amor disperso YESHÚA dice, El que ama a padre o a madre, más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. Biblia Peshitta Evangelio de 10:37

Sawa, la palabra para digno, también significa ser igual o estar en equilibrio con. Aún más, la raíz de esta palabra SW, se utiliza para referirse a ciertas acciones como poner una mesa, tender una cama, o nivelar algo que está desnivelado. En el marco del trabajo interno, sawa, sugiere un estado de equilibrio entre las partes integradas del napsha en el yo soy y ALaHa. La palabra sela, que significa orar viene de la misma raíz que sawa, y describe una práctica espiritual que nos ubica justamente en tal estado de equilibrio con lo Divino. La frase “que a mí”, también se puede traducir como “que yo”, “que conmigo”, o “en la manera en que yo lo hago”.

El que irradia con un amor compasivo y misericordioso hacia padre o madre, pero más profundo de lo que YO lo hago, no está aún preparado para estar conmigo a ritmo con el cosmos. Y el que expresa mayor compasión y misericordia para hijo o hija, que por la Unidad, de la manera en que Yo lo hago, aún no está listo para vibrar a Mí ritmo y entrar a un estado de equilibrio con la Unidad.

En esta enseñanza YESHÚA deja muy en claro que para lograr la integración consciente a la Unidad es necesario que todo nuestro


rehem-amor compasivo y misericordioso sea enfocado a lo Divino, en lugar de dispersarse. Además este versículo recalca la importancia de aprender el camino a través del contacto con el ritmo del Maestro. De ninguna manera este versículo desestima el amor por padre, madre, hijo o hija, pero deja en claro que no debemos amar, con el tipo de amor rehem, más intensamente a las creaturas que al Creador. Ni tampoco debemos amar con este amor al prójimo que aún no ha aprendido a amar con rehem al Creador. Esta enseñanza en cierta forma es una extensión de los dos primeros mandamientos, el referente al amor a Di-s y el referente al amor al prójimo. Esto mismo se aplica a nuestra comunidad interior, cada parte de nuestro ser conforme vaya amando a la Unidad (amar a Di-s) con el tipo de amor a que se refiere el vocablo rehem, se irá integrando y tomando su lugar correspondiente en el nuevo ser, y una vez integrado amará a las demás partes integradas con ese mismo amor rehem (amar al prójimo). En relación a este tipo de amor, hay varios apotemas interesantes contenidos en el Evangelio de Felipe:

El amor espiritual (en verdad) es vino con fragancia, todos los ungidos con él lo gozan. Mientras los ungidos permanecen, los que están de pie a su lado (también) lo gozan…(Apotema 118) Evangelio de Felipe

La unión de las partes que conforman nuestro napsha para convertirse en un nuevo ser que se expresa a sí mismo como el yo soy, se realiza por afinidad.


El humano naturalmente se junta con el humano, el caballo se junta con el caballo, el burro se junta con el burro; las especies naturalmente se juntan con sus mismas especies. Así la Espíritu naturalmente se junta con la Espíritu, y el Logos se aparea con el Logos, [y la] Luz se aparea [con la Luz. Si te] haces humano, (entonces) [la humanidad] te amar[á]; si te haces [espiritual], (entonces) la Espíritu se apareará contigo; si te haces razonable, (entonces) el Logos se juntará contigo; si te haces iluminado, (entonces) la Luz se apareará contigo; si te trasciendes, (entonces) lo Trascendental reposará sobre ti. (Pero) si te acostumbras de hacerte (como un) caballo o burro o becerro o perro u oveja u otro de los animales afuera e inferior, (entonces) ni la humanidad ni la Espíritu ni el Logos ni la Luz ni los de arriba ni los de adentro podrán amarte. No podrán reposar en ti, y tu herencia no estará entre ellos. (Apotema 120) Evangelio de Felipe

Cuando enfocamos este tipo de amor, como lo mencione anteriormente, lo debemos hacer hacia algo que consideramos sagrado en nuestras vidas, por lo que si nos queremos transformar en un nuevo ser, debemos enfocar el amor rehem en los rostros de la Unidad con los que queremos unirnos. De esta forma, si queremos ser Espirituales, debemos amar a la Espíritu, si queremos ser iluminados, amemos la Luz, y así según la afinidad que deseemos desarrollar. Como el vino, las partes que no están aún ungidas, pero disfrutan del bouque, por afinidad se unirán, y darán origen a un nuevo ser, con el rostro o los rostros de su afinidad. Pero si no somos capaces de enfocar todo nuestro amor a lo Divino, y lo dispersamos enfocándolo a las creaturas y no al creador, seremos semejantes a ellas, y nuestra afinidad será con ellas, y no tendremos parte en lo Divino. Amemos pues a los rostros de la Unidad y a la diversidad que ha despertado en conciencia y ama de forma afín a nosotros la Divinidad.


El amor no se apropia de nada, pues ¿cómo puede apropiarse de algo puesto que todo le pertenece? No dice esto es mío, ni eso es mío, sino dice son tuyos. (Apotema 117) Evangelio de Felipe


Amor demandante YESHÚA dice, Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amara al otro, o favorecerá a uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir a Di-s y a las riquezas. Biblia Peshitta Evangelio de Mateo 6:24

Amar con amor rehem a las creaturas en lugar de al Creador, hace difícil que logremos despertar la conciencia a la percepción de la Unidad, pero amar los objetos crea una verdadera división, una separación radical, que posiciona al ser en el olvido. El vocablo para servir-palah, también se traduce como ejecutar, trabajar, cultivar, arar o meditar. Odiar-sana, proviene de una raíz que significa tamizar, filtrar o esclarecer. También se usa en ocasiones para designar a la luna. Favorecer equivale a sostener-yiqar que también puede significar honrar. Por su parte despreciar-sat denota descuidar o considerar sin valor. Por último la palabra para riquezamammon, que es una adaptación del vocablo, también arameo mamona, por su raíz sugiere la acción de acumular cosas exteriores o apariencias que se convierten en la definición de nuestro propio ser o vida.

Desde la perspectiva aramea esta enseñanza de YESHÚA se escucharía así, No puedes recorrer o cultivar dos caminos a la vez, porque harás de uno tan solo una silueta, siendo su luz como luna menguante, y afirmarás el otro, cuya luz brillante te envolverá y será como imán en tu vida, o te sostendrás en uno y considerarás sin valor el otro. No puedes trabajar en


ritmo con la Unidad, sin que al mismo tiempo tú no estés unificado. No puedes trabajar a tono con la Unidad, en tanto acumules las cosas exteriores o apariencias que se irán convirtiendo en la definición de tu propio ser o vida.

Rehem es un tipo de amor que transforma, si lo enfocamos a la divinidad, nos volveremos cualesquiera de sus Rostros, si lo diluimos y lo enfocamos a las creaturas, nos haremos creaturas y si lo enfocamos a las riquezas-mammon estas se irán convirtiendo en la definición de nuestro propio ser. En última instancia nos “transformamos” en objetos. Mientras el corazón este con los bienes materiales y, en contraste, los sentidos con el evangelio de YESHÚA. El alma tendrá dos amos y ambas cosas no podrán hacerse compatibles.


Amor por el Enemigo Como hemos visto en los versículos anteriores la palabra utilizada para amor ha sido rehem, sin embargo cuando YESHÚA toca el tema del amor por el enemigo, tanto en Mateo como en Lucas, el vocablo arameo utilizado es hab. Esta palabra para amar se deriva de una antigua palabra hebrea, ahabah, que también evoca la imagen de un fuego que arde con facilidad, como la hojarasca. De forma paradójica, la misma palabra puede significar cultivar o producir algo en un espacio cercado o en un lugar secreto. La primera imagen nos sugiere que aún surgiendo de algo “muerto” como lo es la hojarasca, se puede producir con facilidad fuego. En cierta forma, la hojarasca representa la sustancia muerta de una relación, y paradójicamente para que este tipo de amor surja y se manifieste necesita forzosamente la presencia de dicha sustancia muerta. La segunda imagen sugiere que este tipo de amor se abre paso desde lo más profundo del napsha dentro de sus propias limitaciones en su camino de expresión en el mundo exterior.

Sigamos escuchando y aprendiendo de las enseñanzas de YESHÚA, quien nos dice, Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os utilizan con malicia y os persiguen. Evangelio de Mateo 5:44

Analicemos cada una de las frases en este versículo por la gran riqueza que encierran, cuando lo escuchamos desde la perspectiva aramea.


Amad a vuestros enemigos. En esta frase la palabra utilizada para enemigo fue tares, la que en su momento vimos que se había traducido como cizaña. La raíz de esta palabra significa dominio, poder y arrogancia llevados al extremo, a tal grado que el individuo se manifiesta externamente con un crecimiento constante desde un interior vacío y carente. También puede señalar a una imagen del ser fuera de tiempo o ritmo; o hacia una voz del napsha que ejerce un control sin proporción respecto a su aportación real. En la Biblia Peshitta la palabra enemigo- ba eldababa se traduce como adversario. En este sentido evoca la idea de algo que se opone, o que no está en armonía o a tono. Adversario puede ser tanto una voz del napsha como la descrita en el párrafo anterior, cierta parte de nuestro cuerpo, o algún miembro de la sociedad, e incluso de la naturaleza.

Considerando esto, la primera frase del versículo se escucharía así: No desdeñes la sustancia muerta de una relación con tu comunidad interior, con tu cuerpo, o con la comunidad exterior, deja que sirva de elemento para que un nuevo fuego se inicie en tu interior y se desplace al exterior.

La hojarasca equivale a la sustancia muerta de una relación, gracias a la cual el fuego inicia fácilmente. Pensemos en esta imagen, es decir, la de la hojarasca quemándose, una vez terminado el proceso, lo cual ocurre cuando ya se ha quemado toda, aun quedan cenizas. En última instancia la energía latente e inerte que estaba encerrada en la hojarasca se ha convertido en energía útil que emana luz y calor, en tanto, de la hojarasca solo quedan cenizas,


esto es, material del que ya no puede extraerse ni más calor ni más luz. Este amor en cierta manera sana el napsha, pues libera luz y calor atrapados en yo´s internos que son renuentes a tomar su lugar correspondiente en la integración del Yo soy. Mientras que el amor-rehem opera un tipo de transformación en el que el ser toma las características de aquello en lo que enfoca su amor, el hab, produce una transformación de liberación, donde la luz y el calor atrapados en la oscuridad del yo que se niega a integrarse, se libera, y fortalece al rehem, en tanto el yo del que se ha obtenido luz y energía queda confinado al olvido. Este olvido, como ya hemos visto, no es definitivo en tanto no abandonemos este plano de existencia. Al final de este capítulo hablaré de cómo el yo, ya sea, que lo tengamos en mente como voz del napsha, o como un yo externo, puede dejar el olvido e integrarse a ALaHa. Aquí la hojarasca como dije, representa un adversario, pero siempre se refiere a una imagen o voz interna. Esto implica que si consideramos a alguien o algo de la comunidad exterior, o incluso las partes de nuestro propio cuerpo como adversarios, el amor hab solo opera en sus imágenes o yo´s correspondientes o afines que pertenezcan al napsha. Mientras el amor opera en nuestro interior puede actúar como rehem o como hab, en cuanto se proyecta al exterior irradia en forma de rehem. Esa luz y calor que surgen del proceso de liberación provocado por hab en el napsha como dije, se integran al rehem, y este en su faceta de compasión y misericordia actúa sobre los yo´s del napsha de otro individuo, para despertar su capacidad de amar con amor-rehem a la Unidad y a su prójimo.


Cuando el napsha se libera del adversario interior, en cierta forma emite un haz de luz y calor, compasivo y misericordioso hacia la contraparte exterior. Analicemos la segunda frase, bendecid a los que os maldicen. Otra traducción para el vocablo arameo bendecir-berek es arrodillarse o inclinarse, sin embargo lo interesante de la imagen que evoca esta palabra está en el significado de su raíz, en la que se sugiere la estructura o personificación del potencial de una fuerza creadora. El vocablo arameo para maldecir-lat también puede denotar cubrir, esconder, desprender o ensuciar algo; vistos estos significados en conjunto sugieren la idea de envolvimiento, aislamiento, encubrimiento e incluso misterio. Como antes, escribamos esta frase haciendo uso de la riqueza de los significados del arameo,

Encuentra la paz que sientes al doblegarte ante aquellos que te mantienen aislado, esos que te envuelven con sus propias emociones, con el fin de ensuciar tu napsha. Aprovecha este aislamiento para retirarte de la superficie de tu imagen, de la arrogancia y la soberbia a la que esas emociones se adhieren, transforma su intención en el potencial de una fuerza creadora.

En otras palabras, no dejes que el sentir que proviene de un ser de la comunidad exterior o de la interior alimente la superficie de tu imagen, es decir la arrogancia o la soberbia, se como la planta que se dobla con el viento, y no como aquella que por querer mostrar su fortaleza, ante su embate se quiebra. No te opongas ni entres en conflicto con esas emociones, mejor deja que te mezan y disfruta del roce del viento en tus hojas. Aunque parezca paradójico, entre más oscile la planta por causa del viento, más fortaleza va adquiriendo.


Toca el turno a la tercera frase, haced bien a los que os odian. La palabra para hacer-abad, también puede significar elaborar o trabajar, así como someter, subyugar o reprimirse uno mismo o alguien más. Una visión en conjunto de todos estos significados sugiere la idea de lograr algo por medio del sometimiento. En este caso la palabra que YESHÚA utilizó para bien no fue tab, como en otras enseñanzas, en esta ocasión uso el término shaphira el cual confiere una sensación de belleza y salud y está asociada a las palabras que se emplean para luminiscencia y amanecer, incluso el primer destello de luz. Por otra parte la palabra para odiar-sana es la misma que YESHÚA ha utilizado con anterioridad y por tanto tiene los mismos significados, es decir, tamizar, filtrar o esclarecer.

Escuchemos esta frase desde la perspectiva aramea. Sé como un destello de luz para aquellos cuyo brillo es como de luna menguante. Devuelve su luminiscencia a las siluetas que han dejado ir su luz. Lo que percibes como imagen tamizada es el reflejo de tu propio ser renuente, sánalo con belleza, esto te servirá para cernir lo verdadero de lo falso que hay en ti.

El odio es tan solo el reflejo de algo interno que ha perdido su belleza, un yo hueco y carente de imagen alojado en el napsha que necesita ser sanado, una silueta en espera de recuperar su atenuada luz. Por fin llegamos a la cuarta frase: orad por los que os utilizan con malicia y os persiguen. El vocablo arameo para orar-sela es el mismo que hemos presentado en enseñanzas anteriores donde se tradujo como: inclinarse o doblarse hacia, escuchar a, o tender un lazo.


Por su parte la palabra utilizar-dabar también puede significar conducir, tomar, gobernar, o guiar. Malicioso o rencoroso-qatira viene de un verbo que significa atar, amarrar, anudar o unir por la fuerza o por necesidad. Significados alternos de la palaba perseguir–redap son ahuyentar, y desterrar. Por su raíz se relaciona con otra palabra que significa viajar, fluir o continuar.

Háganse flexibles ante aquellos que pretenden conducirlos por la fuerza hacia su propio andar. Escuchen y tiendan lazos a quienes quieren gobernar sus emociones atándolas a sus propias necesidades, a esos que buscan desterrarlos de su vínculo con la Unidad. Aprovechen la fuerza que encierra la mansedumbre, para despertar la conciencia de la Unidad en aquellos que viven en el destierro por querer imponer por la fuerza, o por buscar la satisfacción de sus necesidades, su ego a los demás.

El tipo de amor hab, que proviene de ahabah, es uno que pretende unir a las voces del napsha en un Yo soy y luego unir cada Yo soy al YO SOY Divino. Conforme va aumentando el grado de integración de los diversos yo´s del napsha, el ser irradia con amor rehem más intensamente. Recorrer el camino del amor ahabah requiere dejar en el “olvido” algunas partes del napsha para lograr la unidad total entre todos los aspectos del ser y entre este y el Único. En el amor ahabah, uno percibe las condiciones externas y los eventos como un espejo. En el amor rehem el espejo desaparece y uno brilla de igual manera que el sol.


Amor y Deleite Deleite y deseo desde la perspectiva aramea son equivalentes, de esta forma conforme avanzamos en cualquier sentido en los caminos del amor, también nos adentramos en la energía de un deseo apasionado. La energía que emana de sebyana, esto es de la voluntad, el deseo, el anhelo o la delicia, es la única que puede rescatar del olvido a las partes apartadas del napsha, aquellas que mencionamos con anterioridad y que en su momento habrían jugado el papel de la hojarasca. Las raíces de esta palabra sugieren algo que se prende y sube, que sigue una cierta armonía y se mueve como un sin número de estrellas. En cierta forma el amor ahabah, está vinculado al aspecto de partícula, o puntual; en tanto el amor rehem lo está a la manifestación continua o de campo. Lo interesante es que el sebyana es tan profundo e intenso que provee la energía necesaria para unificar ambos aspectos el continuo y el puntal, esto es, el de campo y el de partícula. Esta propiedad desde el punto de vista de la física cuántica es asombrosa, pues sitúa a cualquier manifestación en el plano físico a nivel de campo unificado. ¿Cuál es su importancia?, para entender esto permítanme explicar brevemente que es el campo unificado, bien, este término se aplica a la región en la cual las cuatro fuerzas conocidas en la naturaleza, es decir, la fuerza de gravedad, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear fuerte y la fuerza nuclear débil aún no se separaban o diferenciaban. De acuerdo a la teoría del Big Bang, este estado era previo a la gran explosión durante la cual la fuerza de gravedad se separo de las tres restantes. “Asomarnos“ de alguna manera a esa región de campo unificado, nos deja una sensación de que somos parte de un todo, por un


momento somos conscientes de nuestra pertenencia a la Unidad, vamos más allá de la diversidad aparente que percibimos cotidianamente. Esta región es importante porque funciona como un crisol de realidades. Es aquí donde surge la comprensión del papel que juega cada uno en el Plan Divino de ALaHa, y donde, a través de este amor entendemos el porqué y el para qué, y llenos de sebyana encontramos la fuerza que hay en ese amor, misma que nos permite cumplir el deseo y el deleite de ALaHa. Así que sin importar cual sea ese deseo lo que verdaderamente hemos encontrado es la actitud amorosa con la que deseamos realizarlo. El nombre de campo unificado, refleja justamente eso, una región en la cual nada está separado, ni fuerzas ni partículas, se trata de un todo no diferenciado. O en el lenguaje de YESHÚA algo anterior al shem y al Yo soy que los abarca a ambos, una región donde rige un tipo de amor unificado cuyas dos caras en este plano de existencia son el rehem y el ahabah. La energía del sebyana podría no considerarse como una clase de amor, sino no fuera porque expresa el llamado profundo de nuestro ser cuando estamos en armonía con el universo. Este es un llamado a integrarnos completamente en una imagen distinta y nueva, más allá de la manifestación de las imágenes en este plano de existencia. Un claro ejemplo del poder de sebyana, lo tenemos cuando YESHÚA dice en Getsemani:

…hágase Tu voluntad. Evangelio de Mateo 26:42


Cuando YESHÚA pronuncia esta frase, seguramente tiene en mente una idea similar a esto, Que tu deseo sea, lléname de ese poder que sostiene todo, que integra y transforma, y por el cual todo se sujeta a tu Plan Divino. Que ese poder que es amor, un amor más allá del amor, me sustente y se mueva a través de mí.


Amor que Sana Es de esperarse que el poder del deseo este vinculado con los actos de sanación que realizó YESHÚA, pues, como mencioné, está íntimamente ligado al crisol de las realidades o campo unificado. Como ejemplo, en el Evangelio de Marcos 1:40-41 se relata que cuando YESHÚA iniciaba su ministerio un hombre que padecía una enfermedad de la piel (lepra), le dice, “si quieres, puedes limpiarme”. Ante esto YESHÚA le responde ¡Saba ana! (quiero), de esta forma YESHÚA le daba a entender que poseía el poder del deseo, el cual está en armonía con el cielo y la tierra, y de inmediato el hombre sanó. La visión occidental ante los llamados “milagros” da por hecho que la naturaleza no es consciente ni sagrada, sin embargo no es así, pues todo es parte de la Unidad Sagrada. La sanación ocurre justamente ahí en el ámbito de la Unidad. Cuando me refiero a sanación debe entenderse en el más amplio sentido de la palabra, es decir, no solo asociada al cuerpo físico, sino también al alma y en última instancia al entorno del ser. La sanación es en sí un proceso de apertura a lo divino, que inicia al hacer un espacio y después darle forma en palabras y acciones para crear y sanar. Se trata en última instancia de una apertura creativa hacia lo sagrado. La expresión utilizada en arameo para lograr este espacio es ith phathah que se traduce como ábrete. Así que la sanación requiere básicamente de dos frases ith phathah y saba ana a través de la primera se crea el espacio para abrir la conciencia a la percepción de lo divino y la segunda representa esa energía que modifica la forma que ha de ser percibida.


Recordemos que a nivel de la Unidad, todas las posibilidades existen como una superposición de estados probables, ambas frases al trabajar juntas nos permiten abrir nuestra percepción a los estados que no recreamos continuamente, sino a alternativas diferentes y proveen del deseo o energía necesarias para modificar nuestras creencias o manera en la que nos percibimos a nosotros mismos y a la comunidad exterior, e imprimir esa forma nueva o alternativa en nuestro plano de existencia… Y listo, hemos presenciado lo que comúnmente llamamos en occidente “milagro”. La respiración en la sanación juega un papel muy importante, pues ubica al paciente en el mismo ritmo del sanador. Luego el deseo sebyana entregado a través del que sana, junto con la toma de conciencia devuelve al paciente a su integridad. Desde luego sebyana encierra el poder del sentimiento, el cual resulta de la conjunción del pensamiento y las emociones, las cuales solo son de dos tipos, amor o miedo. Por lo que entre líneas se percibe que la sanación debe ir acompañada del amor que unifica a rehem y a ahabah.

De acuerdo a lo registrado por Mateo en su Evangelio, YESHÚA dice, Porque, ¿qué es más fácil decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y Anda”? Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene en la Tierra autoridad para perdonar los pecados (dijo al paralítico): Levántate, tomo tu camilla y vete a tu casa. Evangelio de Mateo 9:5,6

Este versículo pone de manifiesto que el cuerpo sana en cuanto el alma sana. Cuando YESHÚA perdona el pecado lo que está haciendo es restituyendo el alma a su estado original; recordemos que perdonar en arameo conlleva la idea de


retornar al lugar a donde se pertenece. Cuando el alma sufre algún cambio, este de inmediato se refleja tanto en el cuerpo como en el exterior. Cuando se modifica la información o el estado del alma, de inmediato, esto es, como si se tratara de un efecto no local, se modifica el cuerpo. Recordemos que en el cuerpo se reflejan las “dolencias” del alma en forma de “enfermedad”. Las palabras, y en particular las que se pronuncian en lengua hebrea o aramea, encierran un gran poder de transformación para plasmar nuevas formas en el plano real. Esta idea se ve reflejada en el siguiente versículo,

La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. Proverbios 18:21

En última instancia las palabras mismas llevan la energía vibrante que modifica la realidad, y más aún este poder está encerrado en cada una de las 22 letras del alefato hebreo-arameo. Considerando esta perspectiva la frase saba ana involucra tres letras, la alef (a), la nun (n) y la samej (s). A la alef se le vincula con la imagen del hombre en perfecta unidad con la voluntad infinita de Di-s, alejándose del engaño de la diversidad y retornando a la Unidad (ALaHa). La alef también representa el Divino Uno, revelándose a través de la pluralidad de la Creación, entendida como la forma o el algo que surge a partir de la nada, y el algo que surge a partir de algo.


La nun representa humildad, así como la autoanulación inherente que antecede al despertar de la conciencia. También se asocia al estado rectificado del mundo. Por último la samej representada por el círculo infinito simboliza la fe fundamental reflejada en todos los niveles de la Torá y la realidad: "Su final está insertado en el comienzo, y el comienzo en su final". Esta comprensión y percepción de la unidad inherente entre comienzo y final, que al ser comprendida en profundidad implica ecuanimidad en todas las etapas del "ciclo infinito", es de hecho la manifestación de la Luz Trascendente de Di-s (sovev kol almin), que abarca por igual cada punto de la realidad. La samej también está relacionada con el vacío creado en la contracción inicial de la Infinita Luz de Di-s, y la milagrosa continuidad de la vida frente a la entropía. La samej también encierra la experiencia de ser sostenido por Dis en todo momento, el salto cuántico de plano en plano y la anulación de los espacios de la dimensión inferior en los espacios de la dimensión superior. Considerando esto, el significado de la frase saba ana encierra el proceso de autoanulación que antecede al despertar de la conciencia, al igual que la acción de crear el espacio para lo sagrado, similar al proceso de contracción de la luz infinita para dar espacio a la creación, el llamado avir kadmon o vacío primordial. Desde la perspectiva de la física cuántica, este vacío es similar o equivalente al llamado vacío cuántico, en el que de la “nada” surgen las partículas que constituyen aquello que denominamos realidad, y que por su extremadamente pequeño tiempo de existencia se dice que son virtuales. A pesar de que estas partículas provienen de la nada y son virtualmente nada, de acuerdo al significado de las letras que nos ocupan, están sostenidas por Di-s en todo momento, y su luz trascendente,


cuya manifestación en este plano de realidad es kav o luz de la mañana, representa su luz inmanente, que permea cada punto de esta realidad. Es en este mundo, el del vacío cuántico, en el que el hombre logra la perfecta unidad con la voluntad infinita al alejarse de la diversidad y despertar su conciencia a la Unidad Sagrada (ALaHa). Es justamente en esta región que se realiza el salto cuántico de una posibilidad a otra, alcanzándose un estado nuevo o rectificado, que en cierta forma es como retornar a su estado original. Estas palabras (saba ana) son energía vital, que al ser pronunciadas con la fuerza del amor que unifica a rehem y ahabah, desencadenan el proceso descrito que culmina con la cristalización de una realidad alterna, tomando forma en este plano de existencia. (Esto es lo que llamamos “milagro”).


Amor que Encuentra Otra palabra que en ocasiones también se traduce como deseo es eskah, la cual proviene de un verbo que significa encontrar, inventar o recuperar. Su raíz representa una fuerza que regenera a la naturaleza en cada una de las estaciones, e implica una forma que comprende el fuego sagrado.

YESHÚA utiliza esta palabra cuando dice, ¡Qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran. Evangelio de Mateo 7:14

Estrecho o qatina también significa recto, derecho, delgado, frágil, sutil, delicado, ligero o etéreo. La palabra para entrada tar´a, se deriva de un verbo que significa fluir o abrir, y que por su raíz se relaciona con ithphatah (abrete). Considerando esto, la apertura a la que se refiere este versículo nos permite ir sobre o a través de las fronteras. En sí, una entrada que conecta diversos mundos. Estrecho alisa, puede interpretarse como aflicción y por su raíz se relaciona a un verbo que significa forzar, restringir, apremiar o urgir. Camino urha por su raíz, como ya mencione anteriormente se relaciona al tipo de luz llamado nuhra. Esta es una luz en línea recta. Sabemos que pocos-zaura viene de un verbo que significa disminuir, reducir o debilitarse, sin embargo, en el contexto del napsha, la palabra significa pusilánime.


Por último está el vocablo vida jaye que como se mencionó anteriormente representa la energía vital, pero también recordemos que es una palabra en plural, así que en el versículo debe leerse “…el camino que lleva a las Vidas!” (Las Vidas del Eterno).

Considerando esto, el versículo se escucharía como algo así, Frágil y sutil es la puerta que abre la conexión entre los mundos y permite traspasar nuestras fronteras; y cuan virtual y evanescente es la luz que nos vincula directamente con la energía del cosmos en las Vidas del Eterno. No es senda para el pusilánime, ni para aquellos que no utilizan la totalidad del fuego sagrado que mora en ellos, para manifestar un deseo apasionado por penetrar la puerta de los mundos.

La luz nuhra, nos vinculará con las Vidas del Eterno por el camino del amor y el deseo sin importar que tan confuso parezca este andar. Cada punto en el espacio tiempo de nuestro mundo representa el lugar exacto y el momento preciso, donde en cada evanescente instante se abre la comunicación entre los mundos, el de la diversidad y el de la Unidad. El sitio exacto y el momento precio es siempre y en todo lugar, pues cada punto es una puerta. ¿Entonces, porque el camino nos resulta confuso?, porque no se trata de estar, sino de proyectar desde lo más profundo de nuestro napsha el deseo apasionado por participar del camino estando conscientes de nuestra pertenencia a la Unidad Sagrada, solo así podremos sobrepasar nuestras propias fronteras y “vivir”, más allá de las limitaciones de nuestra realidad.



MEM SHALAMA YESHÚA dice: Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo Evangelio de Juan 16: 33


Hijos de Di-s A lo largo de su ministerio, YESHÚA ejemplificó la forma en que cualquier ser humano podría realizarse, de manera consciente, como un hijo adoptivo de la Unidad.

De esto YESHÚA da testimonio conforme lo que dice en el siguiente versículo, De cierto, de cierto les digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, el también las hará, y mayores que estas hará, porque Yo voy al Padre. Evangelio de Juan 14:12

Cabe hacer notar que cuando YESHÚA comenzaba alguna enseñanza con las palabras de cierto, de cierto os digo, es que dicha enseñanza era verdaderamente importante. El nos mostró el camino hacia el desarrollo de la espiritualidad individual.

En otro versículo YESHÚA nos dice, Dichosos los que hacen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Di-s Evangelio de Mateo 5:11

Esta expresión en arameo literalmente equivale a decir “se abrirá un espacio en su interior o se convertirán en canales para la realización de la voluntad de la Unidad”.


En otras palabras se generará un espacio a través del cual fluirá la energía vital de la Unidad Sagrada a través nuestro. Esta idea nos trae a la mente el relato de la creación de Adam y Eva, quienes fueron creados como seres a través de los cuales la sangre, esto es, el néctar o esencia de lo divino podría fluir.


Onda-Partícula Una onda representa energía en movimiento fluyendo con un cierto ritmo o frecuencia de oscilación.

De YESHÚA se relata en Mateo, Tomó luego un cáliz y dadas las gracias, se los dio diciendo: “Bebed de él todos, porque esta es mi sangre del Nuevo Pacto, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid, hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre. Evangelio de Mateo 26:27-29

La palabra en arameo para sangre es dama, su contraparte hebrea es dam y se asocia a significados como néctar, savia, vino y esencia; y comparte la misma raíz con adam. En este sentido la sangre puede asociarse al concepto de onda, pues fluye a un cierto ritmo, portando energía vital. Actualmente se ha mostrado que la sangre está formada por moléculas de agua en estado de cristal líquido (H₂O)37 rodeando macromoléculas de hierro ferroso-férrico oxidadas y reducidas junto con otros elementos alcalinotérreos y metaloides, medio que facilita la comunicación intercelular pues tiene la capacidad de transmitir casi instantáneamente una gran cantidad de información en forma de luz o biofotones, además las moléculas ferrosas protegen las interacciones bioquímicas de las células. Dado que la sangre lleva información en forma de luz, esto es, en forma de campos electromagnéticos, puede transmitir dicha información tanto a las células internas como a cualquier ente externo.


Este comportamiento de la sangre establece un claro paralelismo con la Sagrada Espíritu como energía de vida que fluye a través del hombre. El cuerpo en cierto sentido es como la partícula, algo ubicado en un punto específico del espacio tiempo, sin “vida” hasta que interactúa con las ondas de campo o equivalentemente la “sangre”.

En cuanto al cuerpo, la narración de Mateo inicia diciendo, Mientras estaban comiendo, tomó YESHÚA pan y pronunciada la bendición, lo partió y dándoselo a sus discípulos, dijo: Tomad, comed, este es mi cuerpo. Evangelio de Mateo 26:26

Cuando YESHÚA asemeja el pan con su cuerpo evoca de manera indirecta a Hokhmah, la Sabiduría Sagrada, pues recordemos que tiene la misma raíz que la palabra en arameo para pan lakhma. Al respecto, en el Evangelio de Juan, YESHÚA menciona con anterioridad a la Eucarestía lo relativo a su cuerpo y su sangre.

De cierto, de cierto les digo: Si no comen el cuerpo del Hijo del Hombre y beben su sangre, no tendrán vida en ustedes. Evangelio de Juan 6:53 El que come mi cuerpo y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en el. Evangelio de Juan 6:56


De forma similar en el Evangelio de Felipe hay una referencia al mismo tema, …Quien no come mi carne ni bebe mi sangre, no tiene vida dentro de sí mismo. ¿Qué es su carne? Es el Logos; y su sangre es la Sagrada Espíritu...(Apotema 25) Evangelio de Felipe

También en la Biblia de Adam se dice que es alma viviente y de YESHÚA que es Espíritu Vivificante. De esta forma YESHÚA nos enseña que para participar de las Vidas del Eterno debemos entrelazarnos con él, escuchando y comprendiendo sus enseñanzas (su cuerpo) y haciendo un espacio en nuestro interior para que la Sagrada Espíritu (su sangre), pueda fluir a través de nosotros. Desde esta perspectiva la Eucarestía evoca la creación misma, cuando el Hálito Sagrado o Sagrada Espíritu es infundido en el cuerpo de Adam formado de la Palabra de Di-s, adquiriendo el estatus de alma viviente, todo bajo el viejo pacto. Pero bajo el nuevo pacto YESHÚA como Espíritu Vivificante nos permite retornar al inicio, a los tiempos anteriores a la caída, produciéndose un renacimiento, en el que las vidas del Eterno nos son infundidas a través de la Sagrada Espíritu, y mediante el cual participaremos del Reino en un nuevo cuerpo.

Por la Sagrada Espíritu en verdad nacemos, pero renacemos por el Cristo. En ambos somos ungidos por la Espíritu. (Apotema 80) Evangelio de Felipe


El [Amo se levantó] de entre los muertos. [Se hizo (de nuevo)] como había sido, pero [su cuerpo] fue hecho [enteramente] perfecto. Es encarnado, pero esta [carne ciertamente es] una carne verdadera. [Pero nuestra carne] no es verdadera, sino un reflejo de la [carne] verdadera. (Apotema 78) Evangelio de Felipe

Desde esta perspectiva, la Eucarestía más que una conmemoración de muerte y sacrificio, representa una celebración de vida y libertad. No es raro que YESHÚA haya elegido la Pascua, o el recuerdo de la liberación de la esclavitud en Egipto del pueblo de Israel por parte de YHVH. Mientras YHVH libera a su pueblo de la esclavitud en Egipto, YESHÚA libera al Israel espiritual de la esclavitud del pecado.


Shalama YESHÚA dice, A cualquier casa donde entren, digan primeramente: “Paz a esta casa” Evangelio de Lucas 10:5

Paz a esta casa en arameo se pronuncia shalama bayta. En arameo shalama se deriva de un verbo que significa, estar realizado o pleno, entregarse, ser rescatado o morir. Estos significados ligan las acciones descritas por esta palabra a otra parte del relato de la Creación, en la que nos dice que Di-s descansó el séptimo día. La palabra hebrea para descanso es sabbath, la cual también significa terminar, completar algo, así como reintegrarse a un estado original o punto de partida. Este relato del génesis implica que mientras la Unidad reposaba, restauró para sí misma el recuerdo de lo que había existido antes de la creación, el vacío primordial o avir kadmon. Este periodo de remembranza fue santificado, esto es, que se reservó un espacio para él, como día de descanso o reposo, Sabbath. Shalama pensada o pronunciada con la fuerza del sentimiento representa un instante de sabbath o reposo, el cual percibimos gracias a la puerta que abre la comunicación entre los mundos, el de la diversidad y el de la Unidad y en particular el del avir kadmon o vacío primordial. El nivel de paz que se percibe en este instante en el que tocamos sin tocar el avir kadmon, es muy profundo, tanto que por ese evanescente instante participamos del reposo. En este estado de conciencia, el vinculado al avir kadmon que recuerda el principio antes de toda creación, es donde


encontramos la paz más excelsa, que no es otra cosa que el reposo, o la paz que existía antes de que empezara la historia del universo. Reconocer nuestra procedencia significa reconocer los orígenes del universo y nuestra realización como Bar Napsha, o hijos del cambio, para transformarnos en Bar ALaHa o Hijos de Di-s.

YESHÚA dice: Si os dicen: ¿De dónde habéis venido?, decidles: Hemos venido de la luz, el lugar donde la luz ha llegado a ser por Él solo— Él [se puso de pie] y Él mismo se apareció en las Imágenes de ellos. Si os dicen: ¿Quiénes sois?, decid: Somos los Hijos de Él y somos los escogidos del Padre viviente. Si os preguntan: ¿Cuál es el signo en vosotros de vuestro Padre?, decidles: Es movimiento con reposo. (Apotema 50) Evangelio de Tomás A quienes he dicho: “Este es el lugar de mi reposo, donde haré descansar a los extenuados; éste es el sitio de paz”. Pero reusaron escuchar. Isaías 28:12 Por tanto, así ha dicho Yahweh, el Santo de Israel: “Cuando se arrepientan y entren en reposo, serán salvos; en la quietud y en la confianza estará su fortaleza”. Pero no obedecieron. Isaías 30:15

Cuando se abre la puerta de los mundos, el reposo y la paz producen un gozo perfecto en el corazón, la pasión se calma, la diversidad se desvanece, todo parece retornar a su estado original, y entonces se siente la energía creadora de la Sagrada Espíritu fluir desde lo más profundo del ser.


Una experiencia incomparable, un momento de unión plena, de paz absoluta, de gozo perfecto, de reposo inmutable, un instante en el infinito, así es el flujo de la energía de vida que infunde la Sagrada Espíritu en cada nueva formación de una realidad alterna cada vez que estamos conscientes en la puerta de los mundos, donde tocando la Unidad hacemos espacio en nosotros para que la Sagrada Espíritu plasme formas alternas en la Diversidad. … Al caer la tarde, aún a las orillas del mar de Galilea en Capernaum, todos estábamos impactados por las enseñanzas de ese hombre que hablaba con autoridad, con firmeza, con paz y que proyectaba un gran amor y misericordia. Nadie perdía detalle, sus palabras ejercían una fascinación difícil de describir en quienes lo escuchábamos con el corazón, avanzado el crepúsculo YESHÚA terminó sus enseñanzas, con estas palabras,

“Si entienden estas cosas, serán dichosos si las ponen por obra”.

SHALAMA BAYTA YESHÚA BAR ALAHA


EPÍLOGO Imaginemos un listón ancho extendido, en un extremo coloquemos nuestra comunidad interna (psicología), en el otro la comunidad externa (cosmología), luego en la superficie superior las enseñanzas de YESHÚA y en la superficie inferior la física cuántica. Si tomamos el listón por sus extremos y torcemos uno de ellos y luego unimos ambos se formará una superficie cerrada de una sola cara. Lo que se conoce con el nombre de cinta de Möebius.

Recorramos imaginariamente la cinta, si comenzamos en la superficie externa, al pasar por el dobles, pasaremos a la interna, y al final regresaremos al punto de partida en la exterior. Lo interesante es que en realidad no hay interior ni exterior en esta cinta. Así es lo que este libro pretende enseñar, no hay separación real entre interior (psicología) y exterior (cosmología), como tampoco la física cuántica y las enseñanzas de YESHÚA son caminos distintos. Espero que esta tarde en Capernaum el Hombre de las mil y una voces haya tocado el corazón de muchos, despertado la conciencia de otros y alumbrado el camino a los suyos.


Sus enseñanzas nos permiten participar de ambos mundos conscientemente, el de la Unidad y el de la Diversidad. Justamente ahí en la puerta que los une, es donde inicia el camino hacia el desarrollo espiritual. Este es un camino de integración interior, de renacimiento y de luz, uno que nos aleja del miedo, la duda y la incertidumbre, que nos confiere la fuerza para experimentar la verdad, el amor, la misericordia, la compasión, la paz e irradiar la luz que brota de nuestro ser renacido, la luz que se traduce en amor, un amor que sana, que iguala, que une, que transforma, que da esperanza, confianza y paz. Liberar la mente de los paradigmas que la limitan y liberar el alma de las adicciones emocionales que la esclavizan, son el primer paso para percibir de forma consciente tanto la Unidad como la diversidad. El Evangelio de YESHÚA, es el que nos muestra la manera en la cual la humanidad puede regresar a su estado original, donde es consciente de la presencia de la Unidad, comprende su devenir en la diversidad, y es libre de pecado. Escuchando y comprendiendo las enseñanzas de este Evangelio, YESHÚA hace posible una transformación interna que nos lleva de ser hijos de Adám a Hijos de Di-s Conforme recorremos el camino de la espiritualidad de YESHÚA, la imagen de hijos de Adám se va disolviendo en tenues siluetas, cada vez más difusas, reconocibles difícilmente, en tanto dan paso a una imagen nueva, llena de luz, que irradia por sobre las fronteras que limitaban la plenitud del ser, y que confinaban su naturaleza al olvido.


Como Hijos de Di-s sólo tenemos una responsabilidad, amarlo a Él con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas. Y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. De todo lo demás Él se hará cargo. Y ahora que sabemos quiénes somos, ahora que tenemos una identidad propia como Hijos de Di-s y discípulos de YESHÚA, simplemente… “seámoslo”. La fe recibe, el amor regala. (Nadie puede recibir) sin fe, nadie puede dar sin amor. Por eso, creemos para que recibamos en verdad, pero damos para que amemos. De otro modo, si uno regala sin amor, no saca ningún provecho de haber dado. (Apotema 49) Evangelio de Felipe


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