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PRINCIPIANTES
Figura 2. La clásica antena de hilo largo. Este puede tener cualquier longitud de cable. Por supuesto que necesitarás algún tipo de acoplador entre el cable y el transmisor para adaptar la impedancia en las diferentes bandas y una toma de tierra como contraantena (falta en la ilustración).
na sea resonante en la banda a la que está ajustado el transmisor y la longitud del cable coaxial tenga cerca de ½ longitud de onda eléctrica a la frecuencia en que transmites. Si alguno de estos tres factores varía, habrá una desadaptación, más o menos importante, en la línea de transmisión. La desadaptación puede ocasionar un par de cosas. Primero, que la potencia de tu transmisor disminuya al detectar la desadaptación. Esto lo realiza automáticamente el equipo para que el paso final del amplificador no sufra daños. En segundo lugar, aparecerán unas ondas estacionarias en la línea de transmisión que podrán ser medidas con un medidor de la Relación de Ondas Estacionarias o ROE. El tema de las ondas estacionarias necesita por sí solo todo un artículo y lo dejaremos para mejor ocasión. Sin embargo, vale la pena puntualizar que tu equipo operará sin problemas siempre que la Relación de Ondas Estacionarias o ROE sea inferior a 2:1. Si examinamos cuidadosamente nues-
Figura 3. Este es un acoplador S-P-C diseñado por Doug DeMaw, W1FB. Es el acoplador que cubre la máxima gama de impedancias y ayuda a reducir los armónicos producidos por el transmisor. Es muy fácil de construir también. CQ · NOV 10
tras bandas de radioaficionado, descubriremos muy pronto que algunas de ellas están relacionadas armónicamente, por ejemplo: 160, 80, 40, 20 y 10 metros. También están relacionadas entre sí las bandas de 60, 30 y 15 metros, aunque no están relacionadas con las otras 5 bandas anteriores, y finalmente nos queda descolgada la banda de 17 metros. Tal vez hayas deducido que una antena cortada para 160 metros funcionará también en 80, 40, 20 y 10 metros. Si tienen media longitud de onda en la banda más larga, también tendrá varias medias longitudes de onda en las otras más cortas. ¡Grave error! Sin meternos en grandes cálculos matemáticos, déjame decirte que la distribución de la tensión de RF y la corriente a lo largo del cable de la antena no te lo permitirán. Seguro que ya lo has leído antes en algún sitio, pero volvamos a recordarlo: si cortamos una antena de media onda para la banda de 80 metros deberá tener una longitud de 142 dividido por la frecuencia central, o sea que para una frecuencia de 3.650 kHz, deberá tener unos 39 metros. Si en una gráfica dibujamos la distribución de la tensión de RF a lo largo de esta antena, veremos que la tensión de RF es máxima en los extremos y mínima en el centro. Por otra parte, la corriente de RF es máxima en el centro del dipolo y es nula en los extremos. Escogemos alimentarla en el centro, pues en el dipolo es el punto de máxima corriente y mínima tensión, y porque ahí encontramos la menor impedancia que, además, tiene un valor que se aproxima a la impedancia de salida del transmisor. En cambio, en los extremos de los cables de una antena dipolo, aparece una elevadísima impedancia con tensiones de RF muy altas (Ver figuras 1A y 1B). A continuación, si cambiamos el transmisor de la banda de 80 a la de 40 me-
tros y seguimos utilizando la misma antena, la impedancia del punto central de alimentación ya no es pequeña y ya no se adapta a la de salida del transmisor. Afortunadamente, podemos utilizar una combinación de inductancias (bobinas) y condensadores para resolver esa desadaptación y transformarla a una más adecuada y que se adapte a la de salida del transmisor de forma que éste siga dando, igual que antes, toda la energía de RF hacia la antena. Sin embargo, eso no funcionará tan bien como si hubiéramos colocado a la misma altura otra antena de media onda para 40 metros de la mitad de longitud. ¿Qué ocurrirá si no podemos colocar ocho o nueve dipolos en el mismo lugar, uno para cada banda? Pues que tenemos que entrar en el mundo de las antenas multibanda. Por supuesto que hay una multitud de antenas que han sido específicamente diseñadas para funcionar correctamente en más de una banda de HF, como por ejemplo, las antenas de hilo largo alimentadas por un extremo, los dipolos con trampas, los dipolos alimentados fuera del centro (Windom) y las antenas de cuadro sintonizadas, por mencionar unas pocas. Probablemente la antena más simple es la antena de hilo largo alimentada por un extremo (figura 2). Puedes adaptar la salida de tu equipo directamente al extremo de este hilo y radiar una señal. Si te oirán o no, esa es otra cuestión. Las antenas de hilo largo requieren alguna forma de acoplador para cambiar la impedancia del extremo del cable a algún valor que le guste más al amplificador de salida de tu transmisor. (N. del E.: Y si la longitud del hilo es de un número impar de cuartos de onda, precisarán una toma de tierra eficaz.)
¿Montar o comprar?
Los acopladores pueden ser fabricados o adquiridos según sea el tamaño de tu bolsillo, económicamente hablando. Personalmente, me gusta más la idea de montar un acoplador, puesto que los componentes son bastante asequibles y siempre es divertido montar un accesorio para la estación. Si eres un buen acaparador de materiales, un buen acoplador te saldrá por casi nada. ¿No es bueno hacer economías?
Algunas cuestiones básicas
En 1970, Lew McCoy, W1ICP (†), diseñó lo que él llamó “The Ultimate Transmatch” (El no va más de los acopladores). Se convirtió en el acoplador por excelencia durante un buen número de años. A principios de los 80, Doug DeMaw, W1FB (†), mejoró el diseño inicial