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CUÍDATE
un espacio de protección y vinculación significativa
Al abordar el tema de la familia como escenario de protección, surgen múltiples ideas, percepciones y configuraciones, que, sin duda alguna, traen a colación la injerencia de los derechos humanos como pilar fundamental para comprender la categoría, pues la protección integral según la ley de Infancia y Adolescencia no es más que “el reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, la garantía y cumplimiento de los mismos, la prevención de su amenaza o vulneración y la seguridad de su restablecimiento inmediato en desarrollo del principio del interés superior” (Ley 1098 del 08 de noviembre de 2006); por tanto, proteger, cuidar y velar por la infancia de Colombia es principal deber del Estado, la sociedad y la familia.
¿Cómo develar la importancia de la familia como escenario de protección para los niños y niñas? “La familia, tanto en su sentido más estrecho como en el más amplio es importante para todos nosotros, para nuestra existencia y para nuestra identidad. Es el contexto intimo en el que vivimos” (Anderson, 1997, citado en Zapata, 2015, p. 1) y, por tanto, es allí donde se nutren las diferentes relaciones e interacciones que dan significado a la vida misma, a la construcción del ser cotidiano y que puede configurarse en un medio de protección o de riesgo para cada uno de los miembros que la conforman. Es en la dinámica familiar en donde el niño o niña crece, se comunica y construye relaciones con sentido; es precisamente la familia de la mano con el entorno que le rodea, la que enseña mecanismos de resolución de conflictos, miradas sobre el género, crea y recrea pautas de comportamiento, que pueden trascender a otros espacios de acuerdo a la permeabilidad con que se cuente. “La familia tiene tres funciones básicas: protección, alimentación y educación. Todas ellas se desarrollan en un proceso complejo que puede llevarse a cabo porque hay una vinculación sentimental y una necesidad de integrar al sujeto en un grupo social” (Del Barrio, et, al., p. 49), funciones que aún hoy son vigentes, sin descartar las diversas tipologías de familia a las que se expone el mundo actual, incluyendo aquellas en donde no existen lazos de consanguinidad o afinidad y que están estrechamente vinculadas con la protección, el vínculo y el apego, siendo este último denominado por Del Barrio, et, al., como un “vínculo amoroso primario que se establece entre el niño y la persona que lo cuida en sus primeros años. Cualquier persona que cuide primariamente a un niño puede establecer esos lazos amorosos que se generan en el contacto precoz y continuado” (p. 49), lo que hace que, de manera significativa, la familia o aquellas personas que acompañan se vinculen de manera afectiva y efectiva, de manera tal que se cumple la función de protección como parte de un entramado singular en donde la educación y socialización van tomando fuerza, pues el apego bien establecido puede generar pautas de socialización y de aprendizaje significativo a través de la infancia y que harán eco durante toda la experiencia de vida. Por tanto, “la protección a la infancia consiste en garantizar la integración del niño o niña en sus grupos naturales de convivencia, en unas condiciones que posibiliten su participación en la vida familiar, social, cultural y económica, potenciando su desarrollo como persona” (p.420), así lo afirma Molero, et al., 2009, y es que generar escenarios de protección para los niños y niñas es un tema complejo para quienes aún conservan el sentimiento de una infancia sufrida; al ser humano se le ha desligado en cierta manera de su propio sentir y emocionar, a la vez, ello impide el reflexionar sobre el sí mismo para comprender al otro y lo que en el establecimiento de una relación cotidiana podemos permitir y permitir-nos. Proteger la infancia no es más que posibilitar con el otro nuevas miradas y nuevas formas de comunicación; ¿cómo se comunica la familia con el niño o niña?, ¿Desde una mirada aplanada, autoritaria o permitiendo la expresión de sentimientos a través del juego, el debate familiar y la empatía como norma clara en la dinámica familiar?. ¿Cómo participa el niño o niña en la toma de decisiones familiares? ¿A través del juego de la palabra, del permitir, de otorgar elecciones o a través de mandatos o prejuicios que hicieron mella en la vida del adulto?
Siempre existirán posibilidades para proteger y educar a la infancia, buscando con ello, el desarrollo humano a través de las diversas esferas del ser, hacer y tener, quizá nos encontremos ante el mayor de los retos para la humanidad: comprender que la protección y el cuidado empiezan desde el hogar, pero trascienden otros espacios políticos, sociales, económicos y culturales, la brecha se encuentra en las formas de aprendizaje de una vida adulto-céntrica que puso la mirada en el niño o niña como un ser “desvalido” y como propiedad privada, quizá se pueda entender que los intersticios de la agresión y la no protección a la infancia pueden estar ligados a un fenómeno multidimensional que exige la transgresión de modelos aprendidos durante la historia de la humanidad, modelos que han apuntado al fenómeno adulto-céntrico y al modelo paternalista como miradas que invisibilizan la infancia.
Por: Diana María Arboleda Ospina
Trabajadora Social, Universidad de Antioquia. Especialista en Terapia Familiar, Universidad Católica Luis Amigó. Profesional universitario. ICBF. Regional Antioquia. Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes.
Referencias bibliográficas:
- Del Barrio Gándara, V., & Roa Capilla, M.L. (2006). Factores de riesgo y protección en agresión infantil. Acción Psicológica, 4(2),39-61. [fecha de Consulta 27 de Enero de 2021]. ISSN: 1578-908X. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3440/344030758002. - Ley 1098 del 08 de Noviembre de 2006. - Molero Mañes, Rosa J., & Moral Valderas, Mª José (2009). Factores de protección encontrados en un estudio longitudinal con menores acogidos en familias educadoras. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1),419-425. [fecha de Consulta 27 de Enero de 2021]. ISSN: 0214-9877. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3498/349832321046. - Zapata, B., (2015). De la Intervención a la Interacción con Familias. Construyendo relaciones colaborativas entre las familias, los técnicos y los equipos de la Estrategia de Acompañamiento Familiar. Módulo producido por la Asociación de unidades académicas de Trabajo Social del Ecuador -ANUATSE-.