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2 LA FORMACIÓN DE SUELOS
El suelo es una capa de materiales no consolidados pero estructurados que cubre una buena parte de las rocas de la superficie de la corteza terrestre emergida y sobre la que se asienta la vegetación.

El suelo es el resultado de un lento proceso de transformación de los mantos de alteración que se originan por la desintegración y la transformación de las rocas tras la meteorización. Sobre estos materiales se desarrollan una actividad biológica y una continua infiltración de agua, que transforman la roca alterada en un suelo estructurado cada vez más profundo.
2.1. LA COMPOSICIÓN DEL SUELO
Los suelos son complejas mezclas con diferentes tipos de componentes. Los principales son los siguientes:
• Componentes sólidos. Los hay inorgánicos, los fragmentos de roca meteorizada que constituían el manto de alteración, y orgánicos, las partes o los restos de los seres vivos que se instalan en el suelo (restos vegetales, excrementos o cadáveres de animales y materia orgánica en descomposición o humus).

• Componentes fluidos. Son los líquidos y los gases que ocupan los espacios existentes entre los compuestos sólidos, como el agua con sustancias disueltas, el aire atmosférico y los gases procedentes de la actividad metabólica de los seres vivos.
• Componentes biológicos. Son los seres vivos que habitan el suelo. Sobre todo las plantas que enraízan en él, invertebrados como rotíferos, nematodos, lombrices, ácaros, hormigas, colémbolos..., pequeños vertebrados, como topos y culebrillas ciegas y organismos saprófitos como hongos, protozoos y bacterias, responsables de la descomposición de la materia orgánica y la formación del humus.

Algunos seres vivos del suelo

2.2 LA ESTRUCTURA DEL SUELO
Los suelos tienen una estructura vertical o perfil en la que se observan diferentes capas, niveles u horizontes edáficos. La presencia y las características de estas capas están directamente relacionadas con el proceso de formación de cada suelo. Los principales horizontes edáficos, presentes en casi todos los suelos maduros, son los siguientes:
• Horizonte A, de lavado o lixiviado. Es el nivel más superficial y es muy rico en componentes orgánicos (humus). Los ácidos húmicos generados por esta materia en descomposición tienen un gran poder disolvente sobre los minerales. En la parte más superficial de este horizonte, denominada horizonte 0 o A0, se acumulan restos orgánicos sin descomponer, como restos vegetales y excrementos.
• Horizonte B, de acumulación o de precipitación. Es un nivel intermedio, rico en componentes minerales que se acumulan aquí al ser arrastrados por el agua de infiltración desde el horizonte A. Sobre todo son arcillas y minerales de nueva formación (óxidos e hidróxidos metálicos y carbonato cálcico).
• Horizonte C, manto de alteración o regolito. Es el nivel más profundo del suelo, que se sitúa justo sobre la roca madre. Está constituido por materiales procedentes de la alteración y la fragmentación de la roca debido a la acción sobre ella del agua de infiltración y de las sustancias procedentes del propio suelo.
La formación del suelo
La formación de los horizontes del suelo es un proceso lento y complejo, en el que intervienen la meteorización de la roca madre, el aporte de materia orgánica por los seres vivos, la transformación de la materia mineral y orgánica y el lavado y la precipitación de sustancias por el agua de infiltración.
Las etapas básicas del proceso son estas:
1 Se forma un regolito, horizonte C, a partir de la meteorización de la roca madre. Este sustrato puede ser colonizado por pequeñas plantas y líquenes, que comenzarán a aportar materia orgánica al suelo en formación.
2 La presencia de plantas y otros seres vivos va haciendo que se acumulen restos orgánicos en la parte superficial. Así se va formando lentamente el horizonte A, rico en humus, que será colonizado por plantas de mayor porte y por otros seres vivos a medida que aumenta el espesor del suelo.
3 La infiltración de agua y el lavado del horizonte A crearán el horizonte B, aumentando de esta forma la complejidad estructural y la profundidad del suelo.
2.3. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA FORMACIÓN DEL SUELO
La formación del suelo depende de ciertos factores que determinan, a su vez, el desarrollo de diferentes tipos de suelos. Estos factores son:
• La naturaleza de la roca madre, que determina la composición mineral del suelo y muchas de sus características físicas.
• El clima, que determina la abundancia y el régimen de precipitaciones y la temperatura. Estos factores influyen, a su vez, en la intensidad del lavado del suelo o en la de los procesos biológicos, en la cantidad y variedad de seres vivos en el suelo, etc.
• La vegetación, que favorece la infiltración del agua, sujeta el suelo con las raíces, e impide que las aguas de escorrentía lo erosionen. Además, esto influye en la cantidad y el tipo de materia orgánica que se aporta al suelo.
• La actividad biológica, que es necesaria tanto para el aporte de materia orgánica al suelo como para la descomposición y la transformación en humus de dicha materia orgánica.
• La pendiente del terreno que, si es alta, reduce las posibilidades de que se desarrolle un suelo, ya que la gravedad y la escorrentía tienden a despazarlo y erosionarlo con mayor facilidad. En general, los suelos situados en pendientes son mucho menos profundos que los situados en zonas llanas.
Tipos de suelos
Las características de cada suelo dependen de la combinación de factores que se den durante su proceso de formación. Por esa razón hay una gran diversidad de suelos en la naturaleza. Su clasificación es muy compleja, pero en general se puede decir que existen dos tipos principales:
• Suelos zonales. Sus características están directamente relacionadas con las condiciones de una región climática (temperaturas, cantidad y tipo de las precipitaciones, vegetación...). Los suelos de una misma región climática tienden a parecerse.
• Suelos azonales. Suelen ser suelos inmaduros cuyo proceso de formación aún no ha sido condicionado por los factores climáticos, así que sus características dependen fundamentalmente de la roca madre sobre la que se forman.
Factores que influyen en la formación de los suelos
Suelo de una zona templada y húmeda Horizonte A grueso de una zona muy árida
Las precipitaciones abundantes y la vegetación propician el desarrollo de suelos profundos con horizontes gruesos y bien formados.
La casi total ausencia de precipitaciones y la escasez de vegetación hacen que apenas se desarrolle un manto de alteración sobre la roca madre.
Suelo de una zona con mucha pendiente
Los suelos de las laderas en pendientes no se desarrollan mucho porque sus mantos de alteración tienden a erosionarse.
2.4. LA PÉRDIDA DEL SUELO
El suelo constituye la base de los ecosistemas terrestres y, por tanto, es un recurso esencial para el ser humano. De hecho, la pérdida del suelo implica la degradación de los ecosistemas y un proceso de desertificación que acaba a corto plazo con la agricultura, la silvicultura y la ganadería. Además, dado que un suelo bien estructurado requiere de un proceso de formación de miles de años, su pérdida es prácticamente irrecuperable. Las principales causas de pérdida del suelo son: a) A partir de la información contenida en los rótulos, intenta deducir su clasificación en las dos categorías (suelos zonales y suelos azonales). Argumenta por escrito el porqué de tus deducciones. b) A continuación, busca información sobre estos suelos y comprueba si tus deducciones son correctas.
• La erosión, a menudo potenciada por acciones humanas como la alteración de las pendientes o la deforestación.



1 Define suelo, regolito y horizonte edáfico.
2 Explica brevemente la estructura y la formación del suelo.
3 ¿Crees que el suelo es un recurso renovable? ¿Por qué?
4 Escribe un texto de no más de cien palabras en el que utilices las palabras suelo, vegetación, pendiente y erosión.
5 Si se estima que la tasa de formación de un suelo es de alrededor de un centímetro cada 500 años, calcula la edad aproximada de un suelo maduro de un metro de espesor.

6 Las imágenes corresponden a varios tipos de suelos.
Las lateritas son suelos típicos de las selvas lluviosas tropicales donde se da un intenso lavado y hay mucho humus.
Los rankers son poco profundos y se forman sobre rocas silíceas poco permeables o con mucha pendiente.
• La contaminación por el vertido de aguas residuales, residuos mineros o aguas con gran cantidad de sal.

Las rendzinas tienen un buen horizonte A y se forman sobre calizas en regiones templadas y húmedas.
Las tierras pardas son suelos profundos, maduros y propios de zonas templadas y húmedas.