Nuevo Atrio: Religión Católica 1º Bachillerato (demo)

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DEMO

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BACHILLERATO

INCLUYE

PROYECTO DIGITAL LICENCIA 12 MESES

Religión Católica Fernando Donaire Martín y Juan Carlos García Cruz

N U E V O


Así son los contenidos del curso

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Un viaje con sentido PÁG.

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28

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48

1. Primera etapa: Preparamos nuestro viaje 2. Segunda etapa: Descubro mis señales 3. Tercera etapa: Ecos de sentido 4. Cuarta etapa: La vida en la fe 5. Quinta etapa: El sentido de un final El arte de la Palabra El largo camino de regreso a casa Taller de interioridad Acompaña el camino En Portada Entrevista a Francisco Luzón, enfermo de ELA Comprueba tu aprendizaje

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Tienes una cita

1. Lo que ningún asistente virtual puede responder 2. Buscando experiencias 3. El encuentro con Dios, una experiencia nueva 4. Creer o no creer: esa es la cuestión 5. ¿Preparados para la cita? El arte de la Palabra La experiencia de Emaús Taller de interioridad Mírate adentro En Portada La experiencia cristiana de una joven estudiante Comprueba tu aprendizaje

3 En busca de la verdad 1. La salida: listos para la búsqueda 2. Cruce de rutas: los caminos de la verdad 3. Cuestión de perspectiva: la hora de la verdad 4. La búsqueda de la unidad 5. La meta: el encuentro con la verdad El arte de la Palabra Jesús y la samaritana Taller de interioridad Atento a tu interior En Portada Entrevista al filósofo George Colleuil Comprueba tu aprendizaje


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El Códice Galileo PÁG.

70

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90

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1. Los monasterios: guardianes de sabiduría 2. Antecedentes de un conflicto 3. Ciencia y religión: distintas y complementarias 4. Galileo: un caso paradigmático 5. Ciencia y ética: una frágil separación 6. ¿Caso cerrado? El arte de la Palabra La Creación Taller de interioridad Guarda dentro de tu corazón En Portada Entrevista a la científica Margarita Salas Comprueba tu aprendizaje

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La verdadera revolución

1. Tomar conciencia de la realidad 2. Conciencia social: etapas de un largo camino 3. La Doctrina Social de la Iglesia 4. La sociedad de hoy: una red compleja 5. ¡Es hora de actuar! El arte de la Palabra Los pasos del buen samaritano Taller de interioridad Alaba desde tu corazón En Portada Entrevista a la deportista Theresa Zabell Comprueba tu aprendizaje

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La ciudad de la cultura

1. Cultura y culturas 2. Cultura y religión 3. Humanizar la cultura 4. Desafíos digitales de la cultura 5. ¿Y ahora qué? El arte de la Palabra Cuestión de amor Taller de interioridad Cultiva tu huerto En Portada Entrevista al pintor José Saborit Comprueba tu aprendizaje TALLER DE CINE



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Un viaje con sentido A la mayoría nos gusta viajar, movernos, disfrutar de lugares nuevos, conocer gente, experimentar y escuchar idiomas di­ ferentes. Sin embargo, a veces no nos damos cuenta de que la propia vida es un viaje, una oportunidad para aprender, ex­ plorar y disfrutar. En nuestro día a día, si somos capaces de detenernos un momento, podemos descubrir lugares donde asombrarnos, espacios que no conocemos, historias que ja­ más hemos escuchado o sonidos que nunca hemos oído. Puede que necesitemos una aplicación que nos indique el ca­ mino hacia donde dirigirnos o alguien que nos acompañe y nos enseñe cosas bellas. Al inicio, quizás tengamos preguntas que no tienen respuesta, pero se irán contestando a medida que vayamos caminando. Es posible que, entonces, nos de­ mos cuenta de que la vida nos regala un montón de expe­ riencias que nos llenan, nos hacen encontrar el sentido a la existencia y sentirnos a salvo en nuestro recorrido. Tal vez nos encontremos en el camino a Dios, que sale a nues­ tro encuentro, que nos busca desde siempre, y nos demos cuenta de que él es el capitán de este camino que todos rea­ lizamos. ¿Estás dispuesto a comenzar este viaje con sentido?

PARA COMENZAR… 1 2

¿Es necesario tener un sentido para poder vivir?

3

¿La humanidad ha respondido siempre de la misma manera al sentido de su existencia?

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Y hoy ¿nos seguimos preguntando por el sentido de nuestras vidas?

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¿Puede Dios dar sentido a la vida?

¿Desde cuándo se ha preguntado el ser humano por el senti­ do de la vida?


1 Preparamos nuestro viaje Primera etapa:

Nos disponemos a comenzar nuestro viaje. Uno de los periplos más conoci­ dos de la historia de la humanidad es el que se narra en la Odisea, de Homero. Su protagonista, Odiseo (Ulises para los romanos), realiza un viaje tanto físico como existencial en el que se enfrenta a innumerables desafíos y, a la vez, se descubre a sí mismo.

En anayaeducacion.es encontrarás Ítaca, poema de C. P. Cavafis, que te permite ahondar en el significado del viaje de Odiseo.

El poema narra cómo Odiseo vivía feliz en Ítaca junto a Penélope, su mujer, y su hijo Telémaco, hasta que tuvo que partir para librar la guerra de Troya. Después del conflicto, emprendió el viaje de regreso, que se complicó, y el protagonista permaneció mucho tiempo fuera de su hogar. Durante el viaje, mantuvo su co­ razón en Ítaca, que se convierte en un símbolo de añoranza, del recuerdo cons­ tante de su familia y su felicidad.

Ulises devolviendo a Criseida a su padre, C. de Lorena, 1644 (Museo del Louvre, París).

Rincón bíblico Muchos de los personajes de la Biblia realizan viajes que los ayudan a entender el sentido de la vida y a descubrir a Dios en el camino. Por ejemplo, Abraham, padre de la fe, a quien Yavé invita a realizar un viaje, a salir de su tierra conocida y a comenzar un camino hacia una tierra nueva y distinta, la Tierra Prometida.

verdad y vida (cf. Jn 14, 6), peregrino por antonomasia, que nos enseña que el verdadero viaje siempre es el que nos lleva al encuentro con el Padre.

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El viaje de Abraham es fascinante porque con él comienza la historia de la Alianza de Dios con nosotros. Una historia que une la promesa y el proceso, el sentido y el camino.

Busca en la Biblia la historia de alguno de los persona­ jes bíblicos mencionados e intenta describir el viaje que realizaron.

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Organiza las etapas de su viaje, tanto físico como exis­ tencial, a través de una línea de tiempo. Puedes ilus­ trarla con fotografías.

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¿Qué te ha llamado más la atención del viaje realizado por el personaje? ¿Le puede enseñar algo a una perso­ na de tu edad en la actualidad?

Abraham, Moisés, Sara, José, Débora, Ruth, Jonás, David, Elías, Job y tantos otros van formando una cadena de viajeros, elegidos por Dios como testigos de su presencia e instrumentos de salvación. Así llegamos a Jesús, camino,

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Unidad 1

1.1. Cualquier viaje es una odisea

Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado

En el camino vamos cumpliendo años. Quizás aún no hemos viajado por nuestra cuenta, pero lo deseamos. Debemos saber que el trayecto lleva consigo peligros y preguntas, recuerdos y nostalgia.

Lee en anayaeducacion.es el men­saje del papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y el Re­ fugiado (2019) y reflexiona sobre los principales desafíos de los flujos mi­ gratorios.

A veces, no entenderemos por qué ocurren determinadas cosas; otras, las razo­ nes por las que echamos de menos a algunas personas. Incluso, en los momen­ tos de cansancio, cuando no podamos más, quizás tiremos la toalla o tengamos miedo ante los peligros. Todas estas reacciones son humanas y parten de lo más profundo de nuestro ser. Son las preguntas esenciales que todos nos hacemos en algún momento de la vida: ¿quién soy?, ¿por qué existo?, ¿hay vida después de la muerte?, ¿cuál es el sentido último de la vida? ¿Podemos responder a todas estas preguntas? De una vez, claro que no. Quizás necesitemos tiempo y muchas experiencias en nuestro viaje para poder conseguirlo. El ser humano posee la capacidad de ir más allá de sí mismo para intentar res­ ponder al sentido de la vida. Esta cualidad innata se denomina trascendencia. Gracias a ella, la persona es capaz de romper barreras y buscar aquello que está más allá de los límites de su conocimiento. Esta exploración esconde un deseo primordial y profundo: la búsqueda de la felicidad.

En clave gráfica Nuestro mundo se ha transformado en un gran ca­ tálogo de viajes, sobre todo para los que vivimos en un país desarrollado. Un catálogo de tal envergadura, que parece que no existe sitio en la tierra que no haya sido pisado por el ser humano. Como apunta el es­ critor Lawrence Osborne, en El turista desnudo (Ga­ topardo Ediciones): «El problema del viajero actual es que no le quedan destinos». Junto con esa falta de destinos, el viaje ha sufrido una excesiva planifica­ ción que no deja espacio al descubrimiento porque todo está catalogado y estandarizado en cómodos paquetes con los que el viajero se convierte en un espectador pasivo. Pero en la actualidad no solo existen viajes turísti­ cos de los que disfrutamos para conocer el mun­ do, sino también miles de personas inician un viaje existencial empujados por la pobreza, la guerra o el cambio climático. Son los viajeros forzosos que dejan la tierra y el hogar en busca de un futuro. Hombres y mujeres que recorren miles de kilóme­ tros escapando de situaciones que les impiden vivir en paz en sus países; refugiados e inmigrantes que, desde el sur hasta el norte, desde el este hasta el oeste, realizan un viaje de supervivencia y buscan un espacio para poder vivir con dignidad.

70,8 millones de personas desplazadas a la fuerza en el mundo 0

10

20

30

40

41,3 millones

Desplazados internos Dónde se acogen a las personas desplazadas en el mundo

80%

60

Refugiados

57%

Sudán del Sur

80

90

6,7 m.

Solicitantes de asilo Príncipales países de acogida 0

1

2

3

4

2,3 m.

de los refugiados bajo el mandato de ACNUR viene de estos tres países

2,7 m. Afganistán

341800

nuevos solicitantes

ACNUR tiene datos sobre

En 2018 el mayor número de nuevas solicitudes de asilo se recibió de Venezuela

pero se estima que haya millones más

92400 refugiados reasentados

3,9 millones de personas apátriadas

70

25,9 millones 3,5 millones

Siria

Alrededor del 80% de los refugiados vive en paises vecinos a sus países de origen

50

Alemania 1,1 m.

Pakistán 1,4 m.

Sudán 1,1 m. Uganda 1,2 m. Turquia 3,7 m.

37000 personas

cada día se ven forzados a huír de sus hogares por causa de los conflictos y la persecución Fuente: ACNUR

Fuente: ACNUR, 2019.

1 2

¿Eres consciente de esta realidad demográfica?

3 4

¿Cómo te afecta a ti de manera cercana?

¿Cómo crees que afecta a nuestro país? Busca algunas referencias estadísticas para justificar tu respuesta.

¿Cómo crees que puede solucionarse este problema?

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1 Preparamos nuestro viaje Primera etapa:

1.2. Llenar la vida de sentido El ser humano vive, viaja, ama y siente para ser feliz. Esa es su meta: una felicidad entendida como la experiencia de una vida plenamen­ te realizada y llena de sentido. Por eso, a lo largo de nuestro viaje vamos adquiriendo capacidades como la esperanza, el deseo de superación y el asombro. Nos ad­ miramos ante lo que tenemos alrededor cuando descubrimos algo que nos gusta y nos hace vibrar, cuando nos descubrimos viviendo. Pero, para conseguirlo es muy importante entrenar el asombro. Así, saldremos de nuestro interior y nos abriremos a lo desconocido, al misterio.

Instantes de cine Love actually, Richard Curtis (2003) Mira la escena con la que se inicia esta película, en una sala de espera de un aeropuerto, y reflexiona sobre estos espacios como lugares de tránsito y de encuentro. Completa la información en anayaeducacion.es.

Para Platón, el asombro es la primera actitud del que anhela conocer: antecede al deseo de conocimiento y lo posibilita.

1.3. Llenar la vida de Dios Esta capacidad para el asombro es la que nos ha llevado a descu­ brir, desde el principio hasta ahora, que detrás de lo que vemos hay algo más, el misterio de lo sagrado, de lo trascendente. La Iglesia lo ha expresado de múltiples maneras en sus documentos oficiales. Destacamos dos de ellos: «De múltiples maneras, en su historia, y hasta el día de hoy, los hombres han expresado su bús­ queda de Dios por medio de sus creencias y sus comportamientos religiosos» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 28). El ser humano es un ser religioso que lleva inscrito en su corazón la búsqueda de Dios, «porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 27).

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Vocabulario Alianza: pacto establecido entre Dios y el pueblo judío. Promesa: expresión de la voluntad de dar a alguien o hacer algo por él. En la Biblia, se trata de la promesa de salvación que arranca con Abraham y culmina con Jesucristo (cf. Gál 3,16). Trascendencia: capacidad propia del ser humano de ir más allá de sí mismo como un proceso de búsqueda de sentido de la vida. Sagrado: adjetivo con el que se designa a algo o alguien dedicado a una divinidad y a su culto.


Unidad 1

2 Descubro mis señales Segunda etapa:

Desde los inicios de su existencia, el ser humano —además de lu­ char por su supervivencia— ha buscado señales de sentido en su vida. Buscar señales es una manera de plantearse las grandes pre­ guntas. Hagamos un recorrido por algunas de ellas.

2.1. Del Neolítico a Times Square Algunos monumentos funerarios primitivos (dólmenes) están de­ corados con imágenes simbólicas referidas a conceptos abstractos que pueden interpretarse como una manera de intentar entender la realidad de la muerte. Tendríamos que viajar muy atrás para pre­ guntarle a nuestros antepasados por el sentido de sus pinturas, aunque podemos afirmar que esas señales ya son una puerta abier­ ta a las cuestiones más difíciles de contestar. De aquellas pinturas nos vamos a Times Square, en el centro de Manhattan, en Nueva York. Nos sentamos en medio de aquel cruce de caminos en una de las gradas rojas dispuestas para los turistas y comenzamos a mirar alrededor. Miles de imágenes que se mue­ ven, anuncios que nos cuestionan, otros que nos aturden, música y ruidos que se sobreponen y decenas de personas sentadas con­ templando ese caudal de imágenes que, a veces, no dicen nada o, quizás, lo dicen todo.

❯ Teorías de la felicidad

Times Square, en Manhattan, Nueva York (Estados Unidos).

Vivimos en la sociedad de la comunicación y la información. Esta­ mos conectados a través de la tecnología que nos posibilita un co­ nocimiento global de la realidad. Sin embargo, seguimos sin tener capacidad para responder a las preguntas finales. Tenemos muchas señales, pero no poseemos la capacidad para asimilarlas y com­ prenderlas. Disponemos de todo menos del sentido. Aunque tengamos la infor­ mación a nuestro alcance, seguimos incapacitados para responder a los interrogantes fundamentales de la vida. Este camino comienza con el descubrimiento de uno mismo. Des­ del conocimiento personal y propio, podremos dar respuesta a lo que nos pasa, a lo que nos desconcierta, a lo que nos duele o a aquello que no entendemos. Por eso, la búsqueda de sentido es fundamental e irrenunciable para todo ser humano. Si no somos capaces de responder a la pregunta del sentido, nos podemos ver abocados al absurdo, la frustración o el vacío existencial.

❯ La apertura a los demás Nuestras preguntas nacen como prolongación de lo que somos: hombres y mujeres que nos sentimos personas (sujeto personal) y que somos capaces de reconocer a los otros, de llamarlos por sus nombres: tú, él, ella, vosotros y vosotras. Pero antes tenemos que ser conscientes de nuestra propia realidad, de lo que somos, de nuestros deseos y nuestro futuro, no cerrándonos a nosotros mismos sino abriéndonos a los demás. Por eso, la pregunta por el sentido no se termina con la realización personal, sino que es fruto de la apertura que hacemos a los demás.

Vocabulario Absurdo: filosofía que ahonda en el hecho de que el ser humano, a pesar de buscar el orden y la armonía, solo encuentra vacío y sinsentido. Frustración: tanto la imposibilidad de realizar algo que se esperaba o deseaba, como el sentimiento de tristeza, ira o desconsuelo que acompaña a dicha imposibilidad. Vacío existencial: experiencia que sufren muchas personas cuando viven sin un objetivo (un porqué) ni una referencia final (un para qué). Sujeto personal: ser humano concebido como un yo individual, racional y libre.

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2 Descubro mis señales Segunda etapa:

2.2. ¿Buscadores o coleccionistas? Buscamos señales de sentido a lo largo de nuestra vida. Quizás, nos tengamos que preguntar qué somos: ¿buscadores de señales o coleccionistas de seguridades? Quien busca señales tiene que aferrarse a la confianza, porque las señales son escurridizas, aparecen y desaparecen sin un orden es­ tablecido. Sin embargo, quien colecciona seguridades se agarra a ellas porque dedica el tiempo a ordenar remedios y reglas para que la vida sea menos complicada. La vida del coleccionista de seguridades es mucho más fácil por­ que sus señales están catalogadas y guardadas. Siempre tiene un lugar donde encontrarlas. El buscador de señales, sin embargo, vive su vida a la intemperie, con la inseguridad constante de que el tiempo puede cambiar. De esta manera, corre el riesgo de quedarse varado en cualquier lugar sin saber volver a casa. Mientras el coleccionista de seguridades está resguardado de los cambios, el buscador de señales se encuentra constantemente ex­ puesto a la tempestad. Hay tantas maneras de dar señales de vida como personas que existen. Las señales no son más que indicadores de una meta. Lo importante, sin duda, es saberlas interpretar y desentrañar para que se produzca el encuentro. No importan, por tanto, las vueltas, las idas y venidas en el camino, sino el fin que se quiere conseguir. Buscar el sentido de la vida tiene ese mismo significado.

Actividades 1

A partir de la distinción entre buscado­ res y coleccionistas, individualmente o en pareja, analiza las diferencias entre una y otra actitud ante la vida. Copia el siguien­ te gráfico y ordena tus ideas. BUSCADORES

COLECCIONISTAS

¿En qué se parecen?

¿En qué se diferencian? En cuanto a

PATRONES DE SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS SIGNIFICATIVOS

CONCLUSIÓN O INTERPRETACIÓN Clet Abraham, arte en las calles de Florencia (Italia), 2018.

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Unidad 1

2.3. Termómetro de sentido ¿Cuáles son las señales de sentido que ayudan a conocernos más profundamente y que nos abren a los demás?

«La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos», Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes.

❯ Primera señal: la libertad personal La primera señal es la autoconciencia y la vivencia de la libertad personal, una libertad que vivimos de forma gradual porque somos conscientes de que la vida se realiza paso a paso. Somos criaturas, creados por Dios a su imagen y semejanza, que por el bautismo nos ha dado poder para ser sus hijos en adopción y por tanto, también coherederos con Cristo y templo del Espíritu Santo.

❯ Segunda señal: el reconocimiento de los otros La segunda señal nace de la conciencia personal y se basa en el reconocimiento de los otros. Vivimos en sociedad y, por tanto, no podemos dejar a un lado a los demás. Necesitamos relacionarnos con los otros a través de la amistad, el trabajo, el ocio, la cultura, el amor y la solidaridad. Estas relaciones pueden ser fuente de conflic­ tos y dificultades, pero es necesario que las integremos en nuestra propia vida como algo natural.

Instantes de cine Blade Runner, Ridley Scott (1982) Al final de la película, el androide Roy Batty hace una reflexión sobre la grandeza de la Creación y lo efímero del tiempo. Mírala y piensa en la propuesta de sentido que plantea. Completa esta información en anayaeducacion.es.

❯ Tercera señal: el encuentro del sentido La tercera señal es la capacidad de poder hacer una lectura global y con sentido de la realidad. Saber leerla desde la presencia de Dios en nuestra propia vida. Debemos ser conscientes de que todos los acontecimientos, vivencias, relaciones y situaciones no pasan por­ que sí, sino que tienen un sentido.

Actividades 2

Reflexiona. ¿Cuáles son tus señales? ¿Cómo orientas el sentido de tu vida? Ayúdate con las siguientes preguntas.

• ¿Qué le da sentido a tu vida en el día a día? ¿Cuál es tu mejor momento de la jornada?

• ¿Cómo actúa la libertad en la búsqueda de sentido? ¿Tu rela­ ción con los demás afecta al sentido de lo que vives?

• ¿Cómo te imaginas en el futuro? ¿Qué dará sentido a tu vida?

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3 Ecos de sentido Tercera etapa:

En esta etapa de nuestro viaje nos detendremos en las propuestas de sentido que se han ido sucediendo a lo largo de la historia como reflejo del pensamiento filosófico y religioso de la humanidad. La pregunta sobre por qué estamos aquí se repite de manera cons­ tante hasta nuestros días. Es cierto que los interrogantes son tan distintos como diversa es la realidad desde la que se plantean, pero la intención es dar respuesta a un sentido que ayude a alimentar la vida.

3.1. Primera parada: buscamos la felicidad Aristóteles (384-322 a. C.), filósofo griego que destacó en todas las ramas del saber, entiende que en la existencia humana hay una finalidad hacia la que el ser humano aspira de manera natural. Para este pensador, buscamos la felicidad (eudaimonía) y la consecución de ese fin se subordina a todo lo demás. Si la felicidad es el fin que buscamos como horizonte de sentido de la vida, ¿qué entendemos por ella? ¿Qué nos lleva a ser felices? Epicuro (341-270 a. C.) entiende que la felicidad consiste en la con­ secución del placer. Si el hombre consigue el placer, es feliz. Así, nace el hedonismo como teoría ética que explica el comportamien­ to que nos lleva a la felicidad a través del placer. El estoicismo de Séneca (4 a. C.-65 d. C.) defiende que el camino para conseguir la felicidad se encuentra, no tanto en el placer, sino más bien en la conciencia del orden del mundo y de nuestro lugar en él. Sostiene que se deben evitar las pasiones pues estas nos se­ paran de la felicidad.

Apoteosis de Homero, J.-A.-D. Ingres, 1827 (Museo del Louvre, París).

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Instantes de cine Diarios de la calle, Richard LaGravenese (2007) Busca la escena en la que la superviviente del exterminio nazi, Miep Gies, tiene una charla con alumnos y profesores del instituto. En ella, les regala una lección de vida diciéndoles que cualquiera puede ser un héroe si hace lo que tiene que hacer en el momento determinado. Completa esta información en anayaeducacion.es.


Unidad 1

3.2. Segunda parada: Dios, fuente de sentido ¿En qué consiste ese fin último y qué relación tiene con la religión? San Agustín (354-430) lo expresa así: «Con todo quiere alabarte el hombre, pequeña parte de tu Creación. Tú mismo lo excitas a ello, haciendo que se deleite en alabarte, porque nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti» (Confesiones 1,1,1). En ese mismo sentido se expresa santo Tomás de Aquino (1225-1274), quien afirma que la felicidad es el fin último de la vida, pero sitúa el centro en Dios: la felicidad última del ser humano radica en la visión del Señor. La mirada se detiene en él, que es quien ayuda al ser hu­ mano a interpretar la realidad desde sus ojos. El ser humano encuentra el sentido saliendo de sí mismo, como hemos apuntado anteriormente, centrándose en los demás, abrién­ dose a la trascendencia, a Dios mismo. Un Dios, el de Jesús de Nazaret, que nos invita a buscar el Reino y su justicia. Todo lo demás se nos dará por añadidura (cf. Mt 6, 33). El sentido de la vida de un cristiano está orientado a esa búsqueda, la del Reino, que no es otra cosa que mirar la vida con los ojos de Dios: relacionarse con él, como hijos, y con los demás, como hermanos a los que considera­ mos familia.

Fuente en la plaza de San Pedro, G. L. Bernini, 1677 (Vaticano).

3.3. Tercera parada: el muro del absurdo Frente a las corrientes de pensamiento filosófico o ético que sos­ tienen que la vida tiene sentido, encontramos también otras que lo niegan. • Albert Camus (1913-1960), filosófo francés y uno de los padres de la corriente del absurdo, afirma que, por mucho que nos em­ peñemos en encontrar el sentido a la vida, la tarea siempre va a resultar inútil porque no lo tiene. De esta manera, aboca al ser humano al escepticismo. • Jean-Paul Sartre (1905-1980) ahonda en este sentido afirmando que la vida es algo inútil y carente de significado. En muchas oca­ siones, esta convicción lleva a la persona al suicidio. Es necesario preguntarse por el significado de la vida, no desde la abstracción, sino desde el sentido concreto de la existencia. Desde nuestra propia vida tenemos que evitar caer en algunos peligros como la frustración ante algo que no entendemos o que no llega­ mos a encontrarle un sentido. Este sentimiento lo producen aconte­ cimientos pequeños o grandes calamidades. En ese equilibrio frágil de la vida humana nos movemos buscando sentido a nuestra exis­ tencia. La importancia radica en cómo afrontamos los acontecimientos que nos ocurren. En el mundo tan cambiante y complejo en el que vivimos, en muchas ocasiones nuestra existencia puede cambiar de un día para otro debido a acontecimientos inesperados y traumáti­ cos. Ante esas situaciones, podemos frustrarnos y hundirnos o, por el contrario, intentar buscar un sentido al momento de adversidad y conseguir así superarlo, como podemos ver en el siguiente testi­ monio de «Dejando huella».

Vocabulario Finalidad: responde a la pregunta última sobre el para qué de la existencia. Escepticismo: corriente filosófica que sostiene la duda como principio metodológico, de manera que nada puede ser conocido con seguridad, negando la posibilidad del conocimiento de una verdad absoluta.

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3 Ecos de sentido Tercera etapa:

A raíz del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, en Nueva York, el psi­ quiatra español Luis Rojas Marcos, que vivió en primera persona la catástrofe, reflexiona sobre la capacidad que tiene el ser humano para sobreponerse a la frustración y al sinsentido. Recogemos algunas claves de la resiliencia que nos pueden ayudar a entender su punto de vista.

la supervivencia son «Los pilares de esta poderosa fuerza de afectivas. Todos o casi seis. El primero consiste en las conexiones tifican como una de todos los supervivientes de calamidades iden a o personas con las las claves de su resistencia a alguna person las que recibieron apoque se sienten unidas en el presente o de de su vida pasada. Las yo incondicional en algún momento crucial resiliencia. Ejemplos de funciones ejecutivas forjan otro pilar de la ocontrol, la energía vital estas funciones son la introspección, el aut las emociones y las cony la capacidad de dirigir los pensamientos, Ante las desgracias, ductas para tomar las decisiones acertadas. dentro de sí mismas las personas que localizan el centro de control resisten mejor y tienen y piensan que dominan sus circunstancias, sienten que sus decimás probabilidades de sobrevivir que quienes s en poderes ajenos a siones no cuentan y depositan sus esperanza factor decisivo a la hora ellos. Como he dicho, la autoestima es otro la perspectiva optimista de luchar contra la adversidad. Igualmente, de vivir y la motivación de las cosas es congruente con las ganas desdichas. La esperanza para luchar sin desmoralizarnos contra las es la esencia del pensamiento positivo».

Letras, Entrevista de Ramón Texidó. Revista de las 14 de septiembre de 2010.

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1

las dis­ Elabora un mapa mental de autor el nta apu que tintas claves y re­ cia lien resi la de os como principi te que idad real na algu laciónalos con a. resulte conocid

2

im­ ¿Cuál de las claves te parece más mo­ s esto en portante para tu vida ponien­ mentos? Razona la respuesta que la los en do ejemplos concretos has utilizado.


Unidad 1

4 La vida en la fe Cuarta etapa:

Adentrarse en el ámbito de las religiones es como hacer un viaje alre­ dedor del mundo en búsqueda de sentido. El joven protagonista de la película La vida de Pi (Ang Lee, 2012), antes de comenzar su viaje físico y existencial, se plantea preguntas sobre el sentido de su vida. Nosotros, como Pi, realizaremos ese recorrido, intentando descifrar las propuestas de salvación y sentido de las distintas religiones. Puedes ampliar este acercamiento a la experiencia de Pi en el «Ta­ ller de cine» que aparece al final de este libro, donde encontrarás la ficha y una guía didáctica de la película. Pero, antes, por si nos perdemos, atendamos a algunas claves en forma de tuit de lo que entendemos por religión.

http:// La religión en 10 tuits María @gonzales ∙ 8 h

María @gonzales ∙ 5 h

Religión= relación con el misterio. Misterio= Dios.

Las religiones del Libro son solo tres: judaísmo, cristianismo e islamismo.

123

98

663

María @gonzales ∙ 7 h

La religión no es magia. 121

66

241

María @gonzales ∙ 7 h

La religión salva y da sentido al ser humano desde la libertad. 87

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María @gonzales ∙ 6 h

Existen dos tipos de religiones: las cósmicas y las del Libro. 5

2

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77

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641

María @gonzales ∙ 5 h

El tiempo es lineal o cíclico, según la religión. 231

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María @gonzales ∙ 4 h

Frente a la divinización de la naturaleza, la mano de Dios en el mundo. 320

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523

María @gonzales ∙ 3 h

Acción y contemplación, dos caras del compromiso. 96

María @gonzales ∙ 6 h

Las religiones cósmicas agrupan a las orientales (hinduismo, budismo, etc.), las religiones de la Antigua Grecia y Roma y religiones aborígenes.

23

5

213

María @gonzales ∙ 2 h

Todas las religiones tienen destellos de verdad, a pesar de sus diferencias.

785

412

5

890

Actividades 3

En los tuits anteriores hemos contrapuesto ideas de religio­ nes cósmicas con las que se basan en libros sagrados. Asocia adecuadamente cada una con la religión que le corresponda.

4

Responde a estas cuestiones. Después, compartid por parejas vuestras conclusiones. Para finalizar, comparad y debatid en grupo vuestras respuestas.

• Relacionar: ¿qué relaciones has establecido entre lo que apa­ rece en los tuits y lo que ya conocías?

• Ampliar: ¿qué ideas o pensamientos se han ampliado o pro­ fundizado a partir de esta nueva información?

• Preguntar: ¿qué preguntas o desafíos te vienen a la mente sobre este tema después de haberlo estudiado?

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4 La vida en la fe Cuarta etapa:

4.1. El hinduismo Es la religión mayoritaria de la India y el sur de Asia, y la más antigua de todas las tradiciones religiosas aunque, a lo mejor, se corresponde más con un estilo de vida o una filosofía.

Consulta en anayaeducacion.es los audiovisuales para ampliar informa­ ción acerca de la definición de religión.

El punto de partida de las conocidas como religiones dármicas, entre las que se encuentra el hinduismo, es el principio del equilibrio en el universo (dharma). Todas las acciones éticas y el comportamiento de la persona repercuten en él. El karma determina el tipo de vida que se tendrá en una reencarnación futura (samsara), de manera que el mal comportamiento de una persona puede pro­ vocar su reencarnación en una casta inferior o, incluso, en un ser vivo de otra especie. El fin último del hinduismo consiste en la liberación de la ley del karma para po­ ner fin al ciclo de las ataduras de la reencarnación.

En el hinduismo, las etapas más importantes de la vida se celebran con rituales llamados samskaras.

4.2. El budismo Es la religión más extendida por todo el continente asiático y la cuarta del mun­ do en cuanto al número de seguidores. El budismo es un camino de enseñanzas prácticas, por eso no solo es una reli­ gión sino también una doctrina filosófica. Como otra clase de prácticas orienta­ les, algunas de sus doctrinas se ha popularizado en Occidente. Los budistas buscan cultivar la sabiduría, practicar la meditación, renunciar a lo material, favorecer la bondad y la compasión, entre otros. Conocida como religión no teísta, se basa en el conocido Sermón de Benarés, en el que Siddartha Gautama (siglo v a. C.), conocido como Buda («el Ilumina­ do»), descubre las cuatro nobles verdades: 1. La naturaleza de la vida es el sufrimiento. 2. El deseo es el origen del sufrimiento. 3. El ser humano puede alcanzar el cese de todo sufrimiento mediante el Nirvana. 4. La cuarta verdad es el sendero que conduce al cese de todo sufrimiento y a la experiencia del Nirvana.

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La oración budista busca despertar aptitudes innatas en el interior de las personas.


Unidad 1

El camino que conduce al Nirvana es conocido como el óctuple sendero: 1. Comprensión recta.

5. Medios de vida rectos.

2. Pensamiento recto.

6. Esfuerzo recto.

3. Palabras rectas.

7. Atención recta.

4. Acciones rectas.

8. Concentración recta.

4.3. El judaísmo Religión oficial del Estado de Israel, el judaísmo es la más antigua de las religiones del Libro, es decir, que basa sus creencias, al igual que todas las religiones monoteístas, en la existencia de un libro sagrado (como la Biblia). Su credo se deriva de la Torá («ley») y se sostiene en la creencia de un único Dios (Yhwh), creador que ha elegido a su pueblo (Israel) y le ha dado en posesión una tierra (Eretz Yisrael). Según la tradición hebrea, su autor es Moisés, quien narra la Creación del mundo y la revelación de los Mandamientos. La Torá comprende los cinco pri­ meros libros de la Tanaj, nombre que recibe la Biblia hebrea, que en la Biblia católica engloba los cinco libros que componen el Penta­ teuco: Génesis, Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio. La Biblia hebrea comprende en total 24 libros. Para el judaísmo, la reencarnación y la existencia de la Santísima Trinidad van en contra de su estricto monoteísmo. El mayor pecado es la idolatría.

La Torá es el libro que contiene el credo de la religión judía.

Las celebraciones más importantes son: Pascua, cuando se conme­ mora la liberación del pueblo judío en Egipto, y Shabat (sábado).

Vocabulario Karma: energía que se genera a partir de actuaciones concretas de los individuos. Todas las acciones éticas tienen repercusiones en las reencarnaciones. Casta: en India, grupo social al que se pertenece por nacimiento y que, dentro de una etnia, se diferencia por su rango e impone la obligación de casarse con gente de la misma comunidad. Nirvana: cese del sufrimiento y liberación del ciclo de reencarnaciones. Torá: cinco primeros libros de la Biblia hebrea. Significa «ley» y contiene, entre otros, la Ley de Moisés. Shabat: día del descanso de Yahvéh en la Creación. El sábado es el día sagrado dedicado a Dios y al cultivo de la espiritualidad. El Muro de los Lamentos es el lugar más sagrado del judaísmo.

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4 La vida en la fe Cuarta etapa:

Actividades

4.4. El islamismo La religión musulmana es mayoritaria en los países árabes. Se ex­ tiende desde Arabia Saudí hacia el norte y el este, por países como Siria, Irak, Irán y Pakistán y, hacia el oeste, por todo el norte de África (Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos), entre otras regio­ nes en las que es considerada religión oficial. En muchos de estos lugares se sigue un régimen teocrático derivado del cumplimiento de la ley islámica (sharía). Los musulmanes (palabra derivada de muslim, que significa «su­ misión»), al igual que los judíos y los cristianos, son monoteístas, creen en el único Dios, Alá, creador y dueño absoluto del destino de las personas. El ser humano debe someterse a su voluntad. El Corán es el libro sagrado del islamismo. Los islamistas sostienen que constituye la última revelación a la humanidad. Abarca todos los aspectos de la vida humana y su relación con la existencia des­ pués de la muerte. Los musulmanes siguen las enseñanzas de Mahoma (siglos vi-vii d. C.). Los cinco pilares básicos que todo fiel debe cumplir son:

5

Dividid la clase en grupos de tres o cuatro alumnos.

• Cada grupo elegirá una de las religiones estudiadas u otra diferente que no esté recogida aquí.

• Preparad un dosier en el que debéis es­ pecificar datos relativos a la misma: paí­ ses en los que está presente, número de seguidores, dios o dioses más representa­ tivos, libro sagrado, lugares de culto, etc.

• Una vez realizado el dosier, preparad un estand para realizar una «Feria de reli­ giones». Para ello, debéis pensar en ele­ mentos propios de la religión elegida y presentarlos de la forma más atractiva posible mediante folletos, fotografías, música, etc.

1. La profesión de fe, que consiste en afirmar que no hay más Dios que Alá y que Mahoma es su profeta. 2. La oración, dirigida hacia La Meca, cinco veces al día. 3. La limosna. 4. El ayuno durante el mes de ramadán. 5. La peregrinación a La Meca, al menos una vez en la vida.

Vocabulario Sharía: ley islámica que recoge todos los preceptos coránicos relativos a la conducta humana. Para los musulmanes, la oración es el camino para acercarse a Dios y mostrarle su servidumbre.

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Ramadán: noveno mes del calendario musulmán. Recuerda la entrega del Corán a Mahoma.


Unidad 1

5 El sentido de un final Quinta etapa:

«Hay un tiempo objetivo, pero también uno subjetivo como el que llevas en la cara interior de la muñeca, al lado de donde está el pulso. Y este tiempo personal, que es el auténtico, se mide en relación con la memoria».

Consulta en anayaeducacion.es el au­ diovisual que plantea cómo hablar de Dios.

Julian Barnes, El sentido de un final, Anagrama

El novelista británico Julian Barnes escribió esta reflexión sobre la memoria, sobre la manera de entender la vida y explicarla, sobre el engaño en el que a ve­ ces caemos como seres humanos a la hora de afrontar la realidad manipulando nuestra propia memoria. Sin embargo, cuando somos capaces de entenderla como una historia con sen­ tido es cuando realmente llegamos al final. Ahí se para nuestro viaje, con la pre­ gunta de nuevo en la mente y el corazón dispuesto a entregarse al encuentro.

«El sentido de la vida es dar respuesta a la propuesta de amor de Dios» (papa Francisco, homilía, 2018).

Repasemos las etapas que hemos recorrido: 1. La pregunta por el sentido y la finalidad es fundamental en el desarrollo de nuestra vida. Presuponemos que debe haber un porqué y un para qué, una causa y una finalidad de la propia existencia, un motivo parar ponernos en marcha a la hora de emprender el viaje. 2. Estar en uno mismo construye nuestro propio itinerario de sentido vital. 3. La búsqueda de este sentido constituye una exigencia irrenunciable para el ser humano. El no llevarla a cabo convenientemente nos llevaría al absurdo, a la frustración o al vacío. 4. A lo largo del tiempo, los grandes interrogantes sobre el sentido han sido planteados por pensadores y filósofos, desde Aristóteles a Sartre, que han aportado su visión sobre el sentido, a la vez que han abierto distintos horizon­ tes para la comprensión de esta necesidad vital. 5. Las distintas religiones presentan un horizonte de sentido y salvación para que el ser humano pueda responder los interrogantes últimos.

Actividades 6

Resume mediante un visual thinking las claves funda­ mentales del recorrido que has realizado en esta unidad.

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El arte y la Biblia siempre han estado relacionados. De hecho, durante mucho tiempo el arte fue el medio de comunicación más utilizado para explicar la Sagrada Escritura. En este espacio, queremos recuperar dicha finalidad didáctica, que nos ayudará a entender la profundidad de la Palabra y a imbuirnos en la obra de tantos artistas que han tenido a la Biblia como fuente de inspiración.

El largo camino de regreso a casa Todo itinerario apunta a un lugar. El itinerario es un camino; lo interior es la manera de recorrerlo; la meta es el hogar: la casa. Tan importante es la partida como la llegada. ¿Adónde nos dirigimos? ¿A qué lugar queremos volver? El camino de la fe cristiana conduce a un lugar, dirige al ser humano al encuentro con un Dios personal que se produce cuando la persona humana es capaz de reconocer al Señor como un lugar a donde volver y encontrarse a uno mismo. El hijo pródigo de la parábola evangélica (cf. Lc 15, 11-32) realiza un itinerario físico y espiritual que lo conduce de regreso a los brazos de su padre. Tiene que mar­ charse para poder volver. Todo itinerario interior está marcado por ese deseo de volver al abrazo primigenio que nos acoge y nos instala en el centro de nosotros mismos.

También les dijo: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. […] Se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus

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criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. […] Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. Él le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”».

r b a l a P a l e d e t El a r

El arte de la Pal abra


Unidad 1

Actividades La mayoría de las representacios artísticas de esta parábola destacan el abrazo, que es el momento en el que se articula toda la historia del regreso del hijo a casa del padre. Desde Rembrandt hasta Baccio Maria Bacci, los artistas se han fija­ do en la historia de este padre bondadoso que está siempre dispuesto a esperar al hijo perdido. Las tres obras elegidas nos permiten recorrer los momentos fundamentales de esta historia.

1

La obra más contemporánea se centra en el momento de desolación y toma de conciencia del protagonista. ¿Cómo crees que el pintor refleja esos sentimientos?

2

La obra de Palma el Joven es la más descriptiva de las tres. Señala los pasajes que reconozcas en la pintura y ponlos en relación con los hechos narrados en la pará­ bola.

3

Por último, la obra de Rembrandt, sin duda la más cono­ cida de las tres, está centrada en el momento fundamen­ tal de la parábola. ¿Qué sentimientos reflejan la pintura y la perspectiva del pintor? ¿Crees que están relacionados con lo que la historia nos cuenta? Si tuvieras que elegir una frase de la parábola para ilustrar este momento, ¿cuál sería?

4

Fíjate en la propuesta de los distintos autores y constru­ ye con las pinturas una secuencia adaptando el texto del evangelio de Lucas a los distintos cuadros que cuentan la historia.

2

1

3

l regreso del hijo pródigo, Rembrandt, 1668 1 E (Museo del Ermitage, San Petersburgo). l regreso del hijo pródigo, Palma el Joven, 2 E hacia 1600 (Galería de la Academia, Venecia). l hijo pródigo, B. M. Bacci, 1925 3 E (Museo del Novecento, Milán).

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Taller de interioridad ACOMPAÑA EL CAMINO

Visualiza

Para interiorizar aquello que vivimos hay que situarse en el lugar del otro y sentir la experiencia que nos está contando. Por eso, en este momento vamos a recorrer, con el menor de los descendientes de la parábola del hijo pródigo, el camino de sentido que hace en su vida. Un camino que lo haremos utilizando nuestra propia mente, nuestro cuerpo y la capacidad de narración que posibilita que construyamos un relato a partir de la experiencia. 1. Apoya la espalda en la silla, pon los pies en el suelo y deja que tus manos descansen sobre las piernas. Respira lentamente por la nariz. Nota cómo se te hincha el pecho cuando entra el aire y cómo se deshincha cuando lo sueltas. Haz una pausa.

2. Imagina que estás al final de un viaje, te sientes cansado y quieres volver a casa. Sabes el camino de vuelta pero estás nervioso porque te tienes que encontrar con alguien a quien has de pedir perdón. Sabes que te has equivocado con él, pero sientes a la vez que tienes que cerrar esa etapa y volver a encontrarte con esa persona que es especial para ti. Respira hondo y piensa en las ventajas y los inconvenientes de tu decisión. Haz una pausa. 3. Decides dar el paso que necesitas. Tomas impulso y comienzas el camino de vuelta a casa. Tienes claras las ideas que te han llevado a tomar esa decisión. Estás decidido a hacerlo. Céntrate en esas ideas y piensa en cómo vas a decírselo cuando te lo encuen­ tres de frente. Piénsalo despacio. Ordena tu mente. No amontones demasia­ dos pensamientos. Sé consciente de que menos es más. Haz una pausa. 4. Imagina por fin el momento del encuentro. ¿Qué has sentido cuando has reci­ bido el abrazo de esa persona? ¿Qué has logrado expresar? Intenta vivir ese instante recordando la escena de la que hemos partido. Piensa en las pinturas que has visto en «El arte de la Palabra» y visualiza el abrazo entre el padre y el hijo. Haz una pausa.

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Unidad 1

Compara la experiencia que has vivido a través de la visualización anterior con el texto de este autor que recrea la misma escena:

Lee

«Me di cuenta de que algo pasaba cuando me recibió mi padre con la sonrisa de oreja a oreja y me invitó a pasar diciéndome que tenía una sorpresa para mí. Mi estómago volvió a hacer de las suyas cuando vi a mi hermano sentado en el sillón, en la casa de mi padre. Él se levantó para saludarme, pero yo, con gesto serio y parándolo con mi mano, le quité las intenciones. —No seas así, Ramón, que tu hermano no te ha hecho nada. No has dejado ni siquiera que te hable –me dijo mi padre–. —¿Que no ha hecho nada te atreves a decir? Ha tenido la desfachatez de abandonarnos y ahora lo recibes y lo tratas como si fuera un rey. No, si al final va a tener el niño la razón y habrá que condecorarlo –expliqué mezclando mi nerviosismo y mi indignación por el panorama que estaba viendo en el salón de la casa de mi padre–. —Mira Ramón, Javier es tu hermano y es mi hijo y te digo que si tuviera el poder suficiente le pondría no una condecoración sino todas las que hicieran falta –me contestó mi padre firme en lo que decía–. —¿Qué vale entonces la bondad, papá? ¿Qué vale que uno viva toda la vida intentando hacer las cosas lo mejor posible, si al final todos vamos a recibir la misma fiesta? ¡Me lo podrías haber dicho antes, para que hubiera actuado como él! Me hubiera pegado la gran vida y ahora seríamos los dos quienes estaríamos sentados en ese sillón –le contesté–. —Mira, hijo, la bondad, como todas las cosas relacionadas con el amor, son gratuitas. Quien es generoso no pide nada a cambio y tampoco pide cuentas del bien que hace. Tú has actuado siempre bien. Es tu hermano el que necesitaba mi ayuda y no tú. Gracias a Dios tú has sabido manejar tu vida lo mejor que has sabido y te ha salido bien. Pero Javier no es igual que tú. Él ha tenido que hacer un viaje de ida y vuelta y entonces se ha dado cuenta de lo que tú tenías claro desde un principio –me explicó mi padre más sereno–. Después de sus palabras se hizo un silencio. No lograba ordenar en mi mente todos los pensamientos que mi padre había puesto en juego en su discurso. Aunque atisbaba verdad en sus palabras, no lograba dar a torcer mi voluntad e intenté hacerme el duro, seguir manteniendo mi postura de desaprobación de la conducta tanto de mi hermano como de mi padre. Ellos me miraban en silencio. Me sentí juzgado por la bondad que veía en sus rostros y las lágrimas no tardaron de aflorar en mis ojos… —No es justo… –dije antes de que se me rompiera la voz–. Y en ese momento sucumbí ante los brazos abiertos de mi hermano». Fernando Donaire, Los brazos abiertos, Monte Carmelo

Actividades 1 2

¿Coinciden en algún punto ambas reflexiones? ¿Qué es lo que más te ha costado imaginar en esta situación?

3 4

¿Cómo te has sentido haciendo este ejercicio? ¿Has tenido alguna experiencia parecida? Si tu respues­ ta es afirmativa, cuéntala mediante un pequeño relato.

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En portada «Creo en Dios. Me parece que el cosmos y la vida sin él no tienen sentido». Francisco Luzón (1948-2021), exdirectivo del banco Santander, habla de su vida en la última fase de su enfermedad y exige al Estado recursos para que el poder adquisitivo no determine la supervivencia de los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Pregunta. ¿En qué piensa un hombre que solo puede pensar? Respuesta. Ahora mi vida es un pensa­ miento permanente. Pienso que la vida es hermosa porque me ha dado una mujer y unos hijos ejemplares. Pienso, más que nunca, que he sido afortu­ nado. P. ¿La ELA espanta a la gente? R. Sí. Solo conservo tres amigos de mi pasado. Pero he ganado muchos: en­ fermos, médicos, científicos, los patro­ nos de la Fundación Luzón y otras per­ sonas que me agradecen lo que estoy haciendo. P. ¿Qué es la esperanza para un hom­ bre desesperado? R. La esperanza es el sueño del hom­ bre despierto. Sueño con que la ELA

sea curable y, mientras, que los enfer­ mos sean tratados con la dignidad que merece la persona en el tramo final de su vida. No soy un hombre desespe­ rado.

P. Imagine que me diagnosticaran ELA. Dígame algo que no pueda encontrar en internet. R. Vive cada minuto como si fuera el primero de tu vida.

P. ¿A qué credo o clavo se agarra para abrir los ojos cada día? R. Creo en Dios. Me parece que el cos­ mos y la vida sin él no tienen sentido. Cada mañana agradezco a Dios el nue­ vo día. P. ¿Qué es la vida, para alguien que co­ noce la salud y la enfermedad, la po­ breza y la riqueza, dar 240 vueltas al mundo y la cárcel del cuerpo? R. La vida es amor. No como, no ha­ blo, no huelo, no me muevo, pero amo y sueño. Amaré la vida hasta el último segundo.

Extracto de la entrevista de Luz Sánchez Mellado realizada en el periódico El País, el 23 de junio de 2019.

ENFOCA 1 2

¿Qué te llama más la atención de este testimonio?

3

Intenta describir el itinerario vital de Luzón a partir de sus respuestas. ¿Cómo valoras su viaje vital? ¿Qué sentido le da él? ¿Se abre a la trascendencia?

Elige tres frases que resuman la entrevista de Luzón, así como su experiencia vital.

4

¿Qué espacio ocupa Dios en el viaje de Francisco? ¿Ahonda la periodista por este camino a lo largo de sus preguntas?

5

Piensa en alguna persona que pueda contarte su expe­ riencia sobre su viaje y hazle una entrevista. Ten en cuenta los siguientes pasos: • Elige a alguien que pueda contar un itinerario de vida que posea alguna relevancia personal, de aprendizaje o superación. No tiene por qué ser una persona conocida.

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Investiga antes de hacer la entrevista sobre su vida y su experiencia. • Piensa las preguntas que vas a realizar. Construye un re­ corrido de cuestiones que sinteticen lo que la persona puede contar. • Graba la entrevista para que puedas disfrutar de la con­ versación. • Extrae de las respuestas el sentido general que ha queri­ do manifestar la persona adaptando sin modificar aque­ llo que ha expresado mientras fue entrevistada. • Redacta de forma sencilla lo que ha contestado y busca un buen titular extraído de la conversación. • Hazle un retrato que pueda ilustrar la entrevista. Piensa cómo sacarle partido a la persona que tienes delante.


Unidad 1

Comprueba tu aprendizaje

Ítaca: sentido, hogar, retorno

1

Busca un mapamundi como este y señala en él los diferentes lugares que hemos mencionado a lo largo de la unidad (lugares físicos, filósofos, reli­ giones, etc.).

2

Realiza una leyenda en la que relaciones el lugar con el tema que se ha tratado en la unidad. Por ejemplo, Ítaca: sentido, hogar, retorno. Algunos lugares pueden tener más de una referencia. Por ejemplo, las religiones pueden estar presentes en más de un sitio o coincidir varias en una misma región.

3

Haz una pequeña disertación sobre el tema tratado en la unidad relacio­ nando los distintos conceptos que has estudiado, los lugares y tu propia experiencia. Intenta unificar el escrito desde tu experiencia personal.

Para finalizar Retoma las cuestiones que se plantean al principio de la unidad y responde las siguientes preguntas.

1 2 3 4 5

¿Es necesario tener un sentido para poder vivir? ¿Desde cuándo se ha preguntado el ser humano por el sentido de la vida? ¿La humanidad ha respondido siempre de la misma manera al sentido de su existencia? Y hoy ¿nos seguimos preguntando por el sentido de nuestras vidas? ¿Puede Dios dar sentido a la vida?

En el banco de recursos de anayaeducacion.es encontrarás orien­ taciones sobre cómo elaborar tu portfolio.

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2

Tienes una cita Imagina que te llega un mensaje al móvil y que es Dios que te pide una cita. ¿Qué pensarías? Seguro que lo primero que te vendría a la cabeza es que es un meme o, quizás, que tus amigos te están gastando una broma. Te reirías y lo dejarías pasar, como cuando se abre una ventana en tu buscador que te avisa que has sido el visitante un millón y que te van a re­ galar algo impresionante. Con el mensaje de Dios pasaría lo mismo. En la mayoría de los casos, lo olvidarías y a otra cosa. Pero imagínate que el mensaje vuelve a llegar una y otra vez. Lo lees de nuevo y te preguntas: ¿existe Dios? ¿Cómo puede querer algo conmigo? ¿Por qué me ha elegido a mí? ¿Qué quiere de mí? Sin embargo, te das cuenta de que no puedes responder si no rompes el muro de la demostración y pones confianza y fe en que aquel mensaje es real. Hasta que no reconozcas que es Dios quien quiere tener una cita contigo, no podrás creer en el mensaje. Entonces comenzará lo divertido porque tendrás que salir de lo que conoces y dejarte llevar a otros lugares. Ese es el camino que recorreremos en esta unidad. ¿Estás dispuesto a aceptar el mensaje? ¿Te sientes preparado para tener un encuentro con Dios? ¡Vamos allá!

PARA COMENZAR… 1

¿Crees que tenemos la capacidad de conocernos a nosotros mismos?

2

¿Nuestras experiencias pueden ir más allá de lo físicamente demostrable?

3 4 5

¿Es posible un encuentro personal entre Dios y yo? ¿Puede Dios encontrarse con cada ser humano? En la actualidad, ¿interesa la presencia de Dios?


1 puede responder

Lo que ningún asistente virtual

En la actualidad, cualquier teléfono inteligente parece el espejo de la realidad. Llevamos en nuestras manos un arsenal de información que nos abre al conoci­ miento y, asimismo, nos brinda la posibilidad de mirarnos cada día en el espejo mágico en forma de pantalla que tiene a bien decirnos lo guapos y lo fantásticos que somos. Como la bruja del cuento, nos asomamos para preguntarle: «Espe­ jito, espejito, ¿quién es la dama más hermosa del reino?». Y nuestro asistente virtual nos contesta y nos soluciona la vida, mostrándonos el camino que tene­ mos que seguir, el lugar de moda que tenemos que visitar o la compatibilidad de carácter con las personas que nos cruzamos.

En anayaeducacion.es encontrarás un poema de Antonio Machado en el que aparece la clave de la relación entre Dios y el ser humano.

Consulta en anayaeducacion.es los au­ diovisuales para ampliar información acerca de la definición de misterio.

Vivimos en una sociedad que encuentra en las redes sociales el filtro a través del cual observar la realidad.

Ese espejo al que nos asomamos a cada instante tiene tanto poder porque nos dice lo que queremos escuchar. La facilidad con la que nos responde es tan intuitiva e inmediata que se ha apropiado de nuestra propia voluntad, porque muchas veces nos ajustamos a lo que quiere más que a lo que queremos no­ sotros. Todos, de una manera u otra, hemos caído en sus redes. Sin embargo, ese espejo no es capaz de descubrir lo más importante y profundo de nosotros mismos: el misterio del ser humano, la profundidad de su ser.

❯ La necesidad de trascender El ser humano sigue siendo un misterio para sí mismo y eso lo mantiene en un estado de desvalimiento que él mismo va construyendo en su propio proceso de vivir. En ese recorrido es donde descubre que las respuestas a las grandes preguntas no provienen de sí mismo, sino que tiene que buscarlas fuera de él. Para responder a estas preguntas, la persona tiene que salir de sí misma, tras­ cender, ser capaz de buscar más allá del plano que entendemos como real y cuantificable, meramente científico o puramente racional. Las preguntas últimas se responden en un plano diferente. Ningún asistente virtual puede ayudar a resolver los grandes interrogantes que siempre han acompañado al ser huma­ no: el sentido radical de la existencia, su origen primero y su fin último. En este momento, quizás, la persona puede atisbar una presencia mayor, trascendente, a la que muchas culturas han llamado «dios».

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Vocabulario Misterio: en el ámbito religioso, realidad accesible solo mediante la fe. Es decir, algo oculto, que no se puede comprender del todo. Fuera del ámbito religioso, se utiliza como sinónimo de problema o hace referencia a algo que permanece incógnito.


Unidad 2

2 experiencias Buscando

A diferencia de muchos animales, cuando el ser humano nace se encuentra desvalido y necesita de otras personas para sobrevivir y poder desarrollarse. Su evolución y crecimiento requieren de mu­ cho tiempo y de la intervención de toda una comunidad humana que le ofrezca un amplio abanico de experiencias. Aprendemos de la sabiduría acumulada por nuestros mayores pero también de la convivencia diaria con nuestros compañeros y compañeras.

Instantes de cine Angel-A, Luc Besson (2005) Detente en la escena en la que Ángela va guiando a André para que se plantee las preguntas adecuadas para poder conocerse. Completa la información en anayaeducacion.es.

Poco a poco, la persona va tomando conciencia del carácter único y, a la vez, temporal de su existencia. Esta experiencia, para muchos insoportable, provoca que su vida sea una especie de huida hacia adelante, una búsqueda de experiencias a cada cual más gratifi­ cante. Sin embargo, retener la satisfacción es muy difícil, pues esta siempre es efímera y termina por perderse, dejando a la persona de nuevo necesitada de una nueva experiencia aún más gratificante que la anterior. El paso del tiempo, junto con situaciones dolorosas de sufrimiento o enfermedad, quizás provoquen que la vida ya no merezca la pena ser vivida, pues carece de sentido. Por eso, la única salida es dotar a la existencia de un sentido que otorgue valor al paso del tiempo. Algo o alguien que haga que merezca la pena vivir. Este destino no es otro que la felicidad que el ser humano anhela, desea y busca con ahínco y pasión. Algunos autores, como Francesc Torralba, han descrito la inteligencia espiritual como esa capacidad de dotar de sentido a la existen­ cia, un rasgo distintivamente humano que lo diferencia del resto de los animales.

• El prisma físico o empírico: desde él se investiga el cómo y el porqué de todo lo que nos rodea. Sentimos curiosidad por des­ cribir y nombrar todos los procesos. Pero, aún habiendo logrado las mayores cotas de progreso que la ciencia y el conocimiento nos han podido otorgar, nuestra sed y capacidad de asombro no se satisfacen del todo, pues todavía debemos responder a las pre­ guntas últimas de sentido que nos abren a la cuestión del para qué de la existencia. • El prisma metafísico: nos permite responder a la pregunta por el sentido, el para qué. Desde él, la persona se abre a experiencias que dotan de valor y significado último a su vida. Estamos ha­ blando de experiencias que, a grandes rasgos, se pueden resumir de la siguiente manera: – Estéticas: búsqueda y creación de la belleza. – Éticas: expresión de nuestro comportamiento. – Simbólicas: creación de símbolos y ritos. – Trascendentes: encuentro con Dios en realidades comunes y ordinarias como la naturaleza, la historia o a través de perso­ nas concretas.

Actividades 1

Esta unidad es una ayuda para encontrar­ se con Dios. Por eso, os proponemos que preparéis vuestro propio encuentro. De­ béis tener en cuenta las siguientes claves. Ambientación Preparad una bienvenida, explicad las razones por las cuales os reunís y qué queréis conseguir.

CLAVES

El ser humano necesita analizar, conocer y aprender de la realidad que lo envuelve para poder situarse mejor en las coordenadas del tiempo y del espacio. Este acercamiento a la realidad puede hacer­ se desde dos prismas.

Experiencias Buscad algún ejemplo de experiencia que os sirva como base para el encuentro de oración. Puede ser un texto escrito o un elemento audiovisual. Silencio Tened en cuenta los momentos de silencio para que podáis atender a lo que Dios os propone.

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2 experiencias Buscando

2.1. Experiencia estética: la insoportable levedad de una bolsa de plástico Para iniciar nuestro camino parafraseamos la novela del escritor checo Milan Kundera, La insoportable levedad del ser (1984), que empieza con el baile reali­ zado por una bolsa de plástico. Seguro que lo has visto en más de una ocasión: cuando se levanta el aire, las bolsas que están en las calles son arrastradas por el viento, que juega con ellas llevándolas de aquí para allá. Es algo tan intrascen­ dente que no tendría más importancia si no fuéramos capaces de mirar más allá. Por eso, en cualquier experiencia de asombro, epifanía o descubrimiento, la realidad más cotidiana se convierte en símbolo de otra verdad más trascenden­ te que somos capaces de descubrir detrás de la levedad de las cosas.

Buscad en anayaeducacion.es la ma­ nera de catalogar una experiencia.

La inconsistencia de una bolsa esclava del viento nos recuerda la pequeñez del ser humano frente a la infinitud del universo.

2.2. Experiencia ética: el poder de la resistencia La ética es la disciplina que intenta dar respuesta a preguntas que seguramente te planteas muy a menudo: «¿qué debo hacer? ¿Cómo debo vivir?». A lo largo de la historia, muchísimos filósofos han pensado cuál debe ser nuestro deber, qué es bueno y qué es malo. Y a ti mismo te habrá pasado que, frente a una situación, hayas dudado sobre cómo reaccionar.

«En la noche que me cubre, negra como el abismo de un polo a otro, agradezco a los dioses que puedan existir, por mi alma inconquistable. En las crueles garras de las circunstancias nunca me he lamentado, ni llorado en alto. Sometido a los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida. Más allá de este lugar de cólera y lágrimas, donde yacen los horrores de la sombra, la amenaza de los años, sin embargo, me encuentra y me encontrará sin miedo. No importa cuán estrecho sea el camino, cuán cargado de castigos el viaje... soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma». Fuente: ojosdepapel.com

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Unidad 2

El texto que hemos reproducido, Invictus, del poeta inglés William Ernest Hen­ ley (1849-1903) sirvió de inspiración al presidente sudafricano Nelson Mandela durante su estancia en la cárcel. En él se contempla una actitud ética que sitúa al ser humano como dueño de sus destino.

2.3. Experiencia simbólica: la caja de cerillas La novela Como agua para chocolate (1989), de Laura Esquivel, esconde en su interior una experiencia simbólica que cuenta la vivencia de la pasión y el deseo humanos a través de una caja de cerillas. Esta manera de entender el mundo se sitúa más allá de cualquier teoría científica pues se basa en una interpretación simbólica de la realidad que nos ayuda a comprender cómo somos y cuáles son nuestros impulsos vitales. Reproducimos, a continuación, un fragmento de la novela para hacernos una idea de qué es una experiencia simbólica:

Tipos de experiencia Las películas American Beauty, Invictus, Como agua para chocolate y Patch Adams te ayudarán a profundi­ zar en las diversas maneras de vivir las experiencias. Encuentra más informa­ ción en anayaeducacion.es.

«Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que, si bien todos nacemos con una caja de cerillas en nuestro interior, no las podemos encender solos, necesitamos oxígeno y la ayuda de una vela. Solo que, en este caso, el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender una de las cerillas. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión que haga reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse una de ellas es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillas se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo». Laura Esquivel, Como agua para chocolate, De bolsillo

Una caja de cerillas puede servir de pretexto para recrear una experiencia simbólica.

2.4. Experiencia trascendente: la salvación al borde del precipicio En muchos casos, la experiencia de asombro está relacionada con su naturaleza y carácter cautivador. Un atardecer, un amanecer o un paisaje espectacular pueden provocarnos una experiencia de trascendencia. Si unimos esa visión al sentimien­ to de derrota y vacío que a veces sentimos, nos podemos encontrar con una experiencia de salvación similar a aquella experiencia de amor incondicional del padre de la parábola del hijo pródigo (Lc 15, 11-32). Frente a este precipicio vital, intentamos encontrar una respuesta para poder comprender lo que estamos vi­ viendo. Un discurso derrotista puede tornar en alegría y salvación con la presen­ cia de cualquier símbolo de la naturaleza que nos hable de la presencia de Dios.

Actividades 2

Elige una de las experiencias que hemos estudiado y propón otras maneras de llamarla. ¿Cómo podrías definirla con tus palabras?

• Busca ejemplos cercanos a ti de la experiencia que has elegido. • Investiga sobre su plasmación en alguna manifestación artística. • Con todo el material reunido, en grupos preparad una breve exposición.

Vocabulario Epifanía: manifestación, aparición o revelación. En el contexto religioso, una experiencia de epifanía es aquella en la que el ser humano descubre la presencia de Dios. En la liturgia cristiana, la Epifanía se celebra el 6 de enero, fiesta popularmente conocida como de los Reyes Magos. La Epifanía es, pues, la manifestación de Dios a la humanidad en Jesucristo que provoca en los magos la adoración (Mt 2,1-12).

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3 una experiencia nueva

El encuentro con Dios,

¿Podemos catalogar las experiencias religiosas? ¿Puede ser Dios algo o alguien infinito y trascendente? ¿Puede estar más allá de los límites del ser humano? ¿Puede encerrarse en las coordenadas del tiempo y del espacio para ser más accesible a la persona? La experiencia religiosa es un hecho constatable desde los orígenes mismos de la humanidad. Se puede decir que el ser humano es un ser abierto a la posibilidad de algo o alguien superior, un ser absoluto que existe por sí mismo, es decir, que no necesita de otro ser para existir y que da respuesta de sentido a sus preguntas últimas. Esta unión del ser humano con el absoluto, totalmente otro, se de­ nomina «religión».

Instantes de cine La llamada, Javier Calvo y Javier Ambrossi (2017) Observa la escena de la película en la que la protagonista interpreta un tema de Whitney Houston e intenta organizar las semejanzas y diferencias que existen entre distintas experiencias de Dios. Completa la información en anayaeducacion.es.

Cuando alguien tiene una experiencia religiosa de encuentro con Dios, deja de controlar su propia vida porque se siente acogido de tal manera por el Señor que se abandona confiadamente en él. La experiencia es tan intensa que transforma a la persona y la hace cambiar de perspectiva vital. Para los cristianos, Dios es un ser personal que se da a conocer, se revela en los acontecimientos y que busca el encuentro con el ser humano. Dios se ha hecho él mismo humano en la persona de su hijo, Jesús de Nazaret. Para admitir que existe la posibilidad de un encuentro personal con el Señor, se deben dar dos condiciones: la revelación de Dios, y la fe y la confianza del ser humano en él. Sin embargo, la revelación no se manifiesta en todas las religiones de la misma forma.

❯ Buda y la conciencia de la realidad Buda (siglo v a. C.) fue un sabio de la India que nació y vivió en un ambiente acomodado. Desde esa realidad, se hizo consciente del misterio del dolor en el mundo y abandonó su hogar en busca de un verdadero conocimiento. Después de un tiempo, se produjo la iluminación. Sentado debajo de una higuera y concentrado en bus­ car la verdad, sintió una luz que lo iluminaba. Desde ese momento, se dedicó a enseñar las cuatro nobles verdades y el sendero que conduce al Nirvana.

Vocabulario

Buda fue un asceta, eremita y sabio en cuyas enseñanzas se fundó el budismo.

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Ser absoluto/totalmente otro: en el lenguaje religioso, manera de referirse a la trascendencia de Dios. El misterio oculto de Dios ha sido siempre una experiencia que desborda la capacidad de entendimiento del ser humano.


Unidad 2

❯ Mahoma y la revelación del ángel Mahoma (siglos vi-vii) vivía en La Meca y era consciente del afán propio y ajeno por la riqueza, la idolatría y la seguridad. Sintiéndose abrumado, decidió alejarse al desierto y tener una experiencia de soledad en busca de respuestas. Allí se le acercó un ángel con un escrito en la mano y le pidió que lo leyera. Se quedó dormido y, al despertarse, sintió que esas palabras estaban escritas en su co­ razón. Mahoma volvió a la ciudad y empezó a predicar invitando a someterse a Dios y practicar la misericordia.

❯ María, la elegida por Dios La figura de María en la historia de la salvación es la clave fundamental para entender la revelación de Dios al ser humano. Una joven fue la elegida para ser Madre de Dios en lo que supondrá la culminación de la revelación divina a través de su hijo Jesucristo. La anunciación del ángel a María se desarrolló como una experiencia trascendente porque las palabras del ángel —«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1, 28)—, la aceptación de la Virgen —«Hágase» (Lc 1, 38)— y la misión a la que es llamada —«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra» (Lc 1, 35)— transformarán su vida en modelo de servicio y generosidad. Asimismo, su Hijo, Jesús de Nazaret, está llamado a cambiar la vida de todos los seres humanos con su ejemplo de amor y misericordia, y con su entrega desinteresada en la cruz.

Anunciación, J. de Borgoña, siglo xvi (Museo de Santa Cruz, Toledo).

Rincón bíblico El encuentro de Moisés y la zarza, narrado en el Éxodo, es una de las mejores descripciones de una revelación de Dios. Ofrecemos a continuación un fragmento. «El ángel del Señor se le apareció [a Moisés] en una lla­ marada entre las zarzas. […] Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: […] “Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob”. Moisés se tapó la cara, porque temía ver a Dios. El Señor le dijo: “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los opresores; conozco sus sufrimientos. He bajado a librarlo de los egipcios, a sacarlo de esta tierra, para llevarlo a una tierra fértil y es­ paciosa, tierra que mana leche y miel. […] Y ahora marcha, te envío al faraón para que saques a mi pueblo, a los hijos de Israel”. Moisés replicó a Dios: “¿Quién soy yo para acu­ dir al faraón o para sacar a los hijos de Israel de Egipto?”. Respondió Dios: “Yo estoy contigo; y esta es la señal de que yo te envío: cuando saques al pueblo de Egipto, da­ réis culto a Dios en esta montaña”. Moisés replicó a Dios: “Mira, yo iré a los hijos de Israel y les diré: ‘El Dios de vues­ tros padres me ha enviado a vosotros’. Si ellos me pregun­ tan: ‘¿Cuál es su nombre?’, ¿qué les respondo?”. Dios dijo a Moisés: “‘Yo soy el que soy’; esto dirás a los hijos de Israel: ‘Yo soy’ me envía a vosotros”». Éx 3, 1-14

1

Señala la secuencia de acontecimientos que aparecen en el texto del Éxodo.

2

En la historia de la salvación, la experiencia de Dios siempre va unida a una misión que el Señor le enco­ mienda a una persona. ¿Cómo se ve reflejado esto en este episodio?

3

¿Conoces a alguien que viva hoy su experiencia de fe como un compromiso de servicio y transformación de la realidad? Busca el testimonio de alguna persona de tu entorno o de la actualidad que realice una lectura creyente de los acontecimientos de su vida apoyándo­ se en la fe en Dios.

• Define algunas claves, a partir de la información que puedas tener de la persona, que te ayuden a com­ prender su opción.

• Realiza un pequeño dosier en el que describas la his­ toria de esa persona desde la fe. Utiliza un formato de revista como manera de presentarlo.

• Puedes preparar una entrevista o hacer un resumen de las ideas que te han parecido más interesantes. ¿Estás dispuesto a seguir su ejemplo? ¿Cómo con­ vencerías a una persona de tu edad de que la expe­ riencia de fe puede ser un compromiso de servicio y transformación de la realidad?

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4 esa es la cuestión Creer o no creer:

Siguiendo nuestro recorrido, cabe preguntarse dónde queda en nuestra socie­ dad el hecho religioso. ¿Es relevante en la actualidad el deseo de encuentro con Dios? ¿Para qué sirve la religión en nuestra sociedad? En muchos casos, ha que­ dado reducida a un fenómeno cultural, tradicional o, incluso, folclórico.

Consulta en anayaeducacion.es los audiovisuales para ampliar informa­ ción sobre qué significa creer.

Muchas veces, la religión resulta clave para comprender los hechos del pasado, no perdernos en las galerías de los museos o saber orientarnos en un conflicto actual. Sin embargo, en realidad tiene una importante relación con la vida coti­ diana de la mayoría de la gente. A pesar de ello, la oferta de sentido trascendente de las religiones ha quedado como una más de la multiplicidad de ofertas en el mercado de sentido que en­ contramos a nuestro alrededor. La sociedad ha vivido un largo proceso de secularización, que arrancó con el Renacimiento y la Modernidad, y que ha desplazado una cosmovisión religiosa trascendente a otras cosmovisiones e ideologías como, por ejemplo, la Nueva Era, el panteísmo o la llamada «espiritualidad laica», alimentadas con prácticas vinculadas al yoga, al mindfulness, etc. En medio de esta pluralidad de ofertas de sentido, la opción de las religiones viene a ser una más. A esto hay que añadir el fenómeno de la increencia, al que vamos a dedicar ahora nuestra atención y que tiene tres exponentes claros: el ateísmo, el agnosticismo y la indiferencia religiosa. Además, daremos alguna clave de lo que entendemos por cristianos sociológicos y el lugar de Dios en medio de todo esto.

4.1. El muro del ateísmo El ateísmo es un fenómeno que siempre ha existido. Sin embargo, es a partir de la Revolución Francesa (s. xviii) cuando se expande, tomando forma en los dos siglos posteriores. Esta corriente de pensamiento niega la existencia de un ser absoluto y la posibilidad de encontrar una respuesta de sentido trascendente más allá de los límites de conocimiento humano.

Consulta en anayaeducacion.es los au­ diovisuales para ampliar información acerca de la definición de ateísmo.

Vocabulario El ateísmo niega la posiblidad de responder a las preguntas trascendentes que se plantea el ser humano.

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Secularización: desaparición de los signos y los valores propios de cualquier actitud religiosa.


Unidad 2

El Concilio Vaticano II, en la encíclica Gaudium et spes, n. 19, realiza el siguiente análisis del fenómeno del ateísmo:

«La palabra “ateísmo” designa realidades muy diversas. Unos niegan a Dios expresamente. Otros afirman que nada puede decirse acerca de Dios. Los hay que someten la cuestión teológica a un análisis metodológico tal, que reputa como inútil el propio planteamiento de la cuestión. Muchos, rebasando indebidamente los límites sobre esta base puramente científica o, por el contrario, rechazan sin excepción toda verdad absoluta. Hay quienes exaltan tanto al hombre que dejan sin contenido la fe en Dios, ya que les interesa más, a lo que parece, la afirmación del hombre que la negación de Dios. Hay quienes imaginan un Dios por ellos rechazado, que nada tiene que ver con el Dios del Evangelio. Otros ni siquiera se plantean la cuestión de la existencia de Dios, porque, al parecer, no sienten inquietud religiosa alguna y no perciben el motivo de preocuparse por el hecho religioso. Además, el ateísmo nace a veces como violenta protesta contra la existencia del mal en el mundo, o como adjudicación indebida del carácter absoluto a ciertos bienes humanos que son considerados prácticamente como sucedáneos de Dios».

Nietzsche, como máximo exponente del nihilismo declaró la muerte de Dios y de la religión.

Hoy en día existen muchas configuraciones del ateísmo, unas más prácticas y otras más teóricas. Basta ahora con esbozar el pen­ samiento de los conocidos como «Maestros de la sospecha», tal como los denominó el filósofo Paul Ricoeur en su libro Freud: una interpretación de la cultura, en 1965. • Ludwig Feurbach (1804-1872) señala que Dios solo es un produc­ to, una invención del ser humano, que ha creado para explicar el miedo y la ignorancia que amenazan su existencia. La religión, por tanto, ha ideado un sistema de creencias e impone una serie de normas y conductas morales que coartan la libertad de la persona y le impide desarrollar todas sus potencialidades. • Karl Marx (1818-1883), partiendo del materialismo, afirma que nada existe fuera de la materia. Desde esta premisa, niega la exis­ tencia de Dios y denuncia que la religión es una forma de alienación, es decir, legitima la desigualdad de las relaciones sociales basadas en la estructura de una clase social opresora privilegiada y otra oprimida proletaria. • Friedrich Nietzsche (1844-1900) concibe al ser humano como un ser débil e incapaz de aceptar su destino trágico, sometido por las estrecheces de una moral heredada del judeocristianismo con­ tra la que arremete declarando la muerte de Dios y el nacimiento del superhombre. • Sigmund Freud (1856-1939) afirma que la religión solo es una proyección de deseos infantiles del ser humano por los cuales se re­ compensa de las frustraciones que la vida le provoca. La persona, en un estadio inicial de la humanidad, proyecta en los dioses el dominio sobre las fuerzas de la naturaleza. La religión, con su mo­ ral y la esperanza de una vida tras la muerte, es solo una ilusión.

Actividades 3

¿Cuáles son los elementos fundamentales de cualquier experiencia religiosa? Explica cómo cada una de las posturas ateas es­ tudiadas intenta rebatirlas. Luego, elabora un esquema que te ayude a poner en claro tu respuesta.

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4 esa es la cuestión Creer o no creer:

4.2. El escepticismo del agnosticismo El agnosticismo no afirma ni niega la existencia de Dios. Sencillamente, plantea que se trata de un problema irresoluble. Parte de una actitud escéptica ante la vida.

Consulta en anayaeducacion.es el au­ diovisual dedicado a la indiferencia religiosa.

La siguiente entrevista realizada al que fuera alcalde de Madrid allá por los años de la transición española, Enrique Tierno Galván, permite comprender la postura agnóstica:

«Hay una cierta incomprensión respecto del agnosticismo y de lo que es ser agnóstico. Las gentes tienden a interpretarlo como una especie de ateísmo y no es eso. Es más, en los agnósticos, en bastantes agnósticos, con frecuencia se da la dualidad de una conciencia inquieta que tiene tendencia a conectarse oracionalmente con el Fundamento y una razón que no comprende la escatología eclesiástica de cualquier Iglesia que sea, y que no entiende cómo puede haber un Dios personal trascendente. Es decir, que el agnóstico está finalmente convencido de que la religión es necesaria y el agnóstico tiene sus compromisos con el Fundamento. Lo que no ve es personalizado ese Fundamento… de manera que la problemática del agnóstico no es, en ningún caso, una problemática atea. No niega, sino simplemente no entiende». Revista Alandar, julio de 1985

4.3. La indiferencia religiosa La indiferencia religiosa quizás sea la postura que mejor resume la situación ac­ tual de nuestra sociedad: Dios, la religión, la Iglesia y los Sacramentos ya no son cuestiones relevantes para la vida. «No sé si hay un Dios o no; además no me interesa ni lo necesito para vivir». Esta idea resume a la perfección esta cuestión. Frente a las personas ateas o agnós­ ticas que al menos se plantean la pregunta sobre Dios, la indiferente sencilla­ mente obvia este cuestionamiento. En la actualidad, muchos jóvenes se sienten identificados con este planteamiento.

La indiferencia es un estado de ánimo en el que no se siente inclinación ni repugnancia hacia nada determinado.

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Vocabulario Escatología: esta palabra, derivada del griego éskhatos, ‘último’, y logos, ‘tratado’, designa, dentro de las ramas o disciplinas que componen la Teología, aquella que se ocupa del destino último de la vida del ser humano y del universo.


Unidad 2

4.4. Cristianos sociológicos Podríamos decir que son «como ovejas sin pastor», cristianos que, aunque se reconocen como tales, no son practicantes. En muchas ocasiones, los motivos que los han llevado al cristianismo son culturales o familiares. A veces, se produ­ ce la tremenda paradoja de que, aún considerándose cristianos, no aceptan las verdades del Credo. Pertenecen a una comunidad sociológica, pero no fraterna, y les falta dar el paso de la fe. La mayoría de estos cristianos sociológicos o cre­ yentes no practicantes tienen en común algunas características: • Muestran una fe poco formada. No leen el Evangelio de forma habitual ni saben responder a las críticas que se realizan a la religión. Generalmente, son personas que se han quedado en la formación catequética de iniciación y no han incorporado una dimensión formativa personal. • No tienen un compromiso ético. Presentan una dimensión ética no forma­ da. En general, actúan conforme al comportamiento cristiano. Se consideran cristianos y, a la vez, muestran signos de violencia, faltas de respeto, actitudes corruptas, etc. • Olvidan la dimensión ritual. No participan en comunidad en los Sacramentos, salvo en momentos meramente puntuales, vinculados con situaciones impor­ tantes de la vida, como el nacimiento, el paso de la niñez a la juventud, el matrimonio...

En clave gráfica El joven de hoy construye su identidad a partir de tres fac­ tores:

Aspectos de la vida que considera la gente joven como «muy importantes»

• El criterio propio, es decir, desde el individualismo. • El pluralismo ideológico y los diversos estilos y propuestas vitales. • El relativismo a la hora de va­ lorar cualquier realidad. Y Dios, ¿dónde se encuentra en medio de este panorama? Fuente: INJUVE, Sondeo de opinión EJ132, 2014.

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Según las respuestas que se reflejan en el gráfico, ¿cuáles son las cosas importantes de la vida para los jóvenes? ¿Qué destacarías de los resultados?

2

Confecciona una lista de las diez cosas que son más importantes para ti, ordenadas de mayor a menor.

3

Realiza una breve encuesta para analizar qué piensan tus amistades más cercanas sobre esta misma cues­ tión.

• Crea un formulario de preguntas valiéndote de una herramienta digital en el que puntúen en una escala del 1 al 10 los aspectos que consideran importantes de la vida. Reproduce la lista que aparece en el grá­ fico y deja espacio para que añadan algún aspecto más, si lo consideran oportuno.

• Refleja los datos obtenidos en un nuevo gráfico, in­ terpreta los resultados y compáralos con los que te ofrecemos aquí. ¿Coinciden?

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4 esa es la cuestión Creer o no creer:

El cantautor Pedro Guerra publicó, en 2004, Desmontando el cinismo, libro he­ cho de retazos de actualidad. En la misma línea, ese mismo año lanzó su disco Bolsillos, en el que incluye una canción titulada «Dios». En sus textos, afirma que, en la sociedad actual, conviven distintos pensamientos sobre la manera de entender la fe y el lugar que Dios ocupa en ella.

nos vamos? ¿Hacia «¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué un día nte la nada un agujero dónde? ¿Nos volveremos a ver? ¿Es realme el vacío? Para explicar sin luz? ¿Cómo puedo imaginar la nada sin a que alivia, un cerrar el vacío es que nació la religión: una promes . La religión y el miedo momentáneamente la puerta a la sombra ompensa; en la tierra, vinieron siempre de la mano: en el cielo, la rec todo, se han relacionado el temor de Dios. […] Las religiones, como polos opuestos de un con el dinero, la vanidad y el poder. Como los si los acercas, se atraen imán: si los mantienen alejados, se ignoran; habla de poder, envidia, irresistiblemente. […] La Biblia lo cuenta: o nos destruyó. Nos dijo celos, ira. Dios nos creó en siete días y lueg les. Un Dios benevolencómo tratar a las mujeres y a los homosexua tara a su hijo. Un Dios te que probó a un padre pidiéndole que ma nos queremos acercar que no se puede nombrar y se enfada si o, que camina del lado demasiado a él. Un hijo de Dios, sin embarg re para salvarnos». de los pobres. [...] Un hijo de Dios que mue

Desmontando el cinismo, Aguilar

Alguien lo vio en el bolsillo de la nigeriana que embarazada atravesó el estrecho. Alguien lo vio buscando un hueco entre los refugiados que en Ingushetia son como deshechos. Vela por nosotros y por nosotras, vela. Muchas y muchos creen que existe y, justo y generoso, vela por nosotras

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y por nosotros, dicen que vela. [...] Y es que somos iguales. Todas y todos, sí, somos iguales ante sus ojos. [...] «Dios», Bolsillos, BMG Channel

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realiza en Compara la reflexión que se na se­ ambos textos. ¿Presentan algu en­ dam fun cias ren dife é mejanza? ¿Qu tales ves? ización a ¿Encuentras huellas de secular ? tu alrededor? ¿Cuáles al mues­ ¿Piensas que la sociedad actu lo religio­ tra signos de hostilidad hacia so? ¿Por qué?


Unidad 2

5 para la cita?

¿Preparados

Desde el reconocimiento del misterio personal a la experiencia de sentido o trascendente, desde la religión como horizonte de sentido al pluralismo de res­ puestas en nuestra sociedad, hemos recorrido un camino de búsqueda de Dios. Un Dios que sale a nuestro encuentro y nos invita a tener una cita, un encuentro personal con él, con tranquilidad y con confianza.

La Iglesia representa el gran sí a Dios en una sociedad indiferente hacia el mundo.

Repasemos ese camino: 1. El ser humano es un misterio para sí mismo y se encuentra abierto a la trans­ cendencia. Gracias a esta experiencia, reconoce a un ser mayor que él, al que llama Dios. Desde la fe y la confianza, fundamenta en Dios su vida y su dignidad. 2. Las experiencias de sentido más allá de lo físico, aquellas que hemos descrito como experiencias estéticas, éticas, simbólicas o trascendentes, son puertas de entrada a la vivencia religiosa trascendente. 3. Si admitimos que existe la posibilidad de que el ser humano tenga una expe­ riencia trascendente, se tendrían que dar dos condiciones: • La revelación de un ser supremo. • La fe y la confianza del ser humano en que ese ser supremo se revela. 4. La presencia de la religión como horizonte de sentido se ha reducido a un producto más a elegir entre muchas posibilidades. La sociedad se ha abierto a otras cosmovisiones o ideologías que tienen más fuerza a la hora de inter­ pretar y dar un sentido global a la vida. 5. En medio de ese pluralismo de ofertas donde la religión ocupa un lugar más, encontramos posturas como la incredulidad, el ateísmo, el agnosticismo y la indiferencia.

Actividades 4

Resume mediante un visual thinking las claves funda­ mentales del recorrido que has realizado en esta unidad.

6. Todas estas posturas han conducido a la secularización de la sociedad.

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La experiencia de Emaús El pasaje del camino de Emaús, recogido en el evangelio de Lucas (Lc 24, 13-35) es uno de los más importantes a la hora de describir el encuentro de Jesús con los discípulos, des­ pués de su resurrección. Las inquietudes de estos, el tratamiento de aquel, la pedagogía del encuentro y su simbología nos ayudan a entender mejor el proceso del hecho religioso.

Aquel mismo día, dos de ellos iban caminando a una aldea llamada Emaús. […] Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?». Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?». Él les dijo: «¿Qué?». Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo

encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron». Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?». Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras. Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?». Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón». Y ellos le contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

I. Partir de la realidad Toda vivencia parte de nuestra experiencia de la realidad, de aquello que nos preocu­ pa y vivimos a diario. Los discípulos estaban preocupados por lo que había ocurrido con su maestro. No entendían lo que veían y, por ello, comparten sus pensamientos. II. Saber mirar A veces, tenemos la realidad delante de nosotros y no sabemos verla, como los discí­ pulos de Emaús. En la pintura de Rembrandt, Jesús parece escondido en la luz del mis­ terio cuando se manifiesta a través del pan y el vino, momento crucial de la Revelación. III. Hilar lo vivido Los discípulos no supieron hilar aquello que les ocurrió. Tenían en la cabeza momen­ tos dispersos de su propia existencia, pero no fueron capaces de unirlos en el instante crucial que estaban presenciando. Jesús realiza un recorrido pedagógico de la Escri­ tura que vuelve a incorporarlos en el lugar que ellos mismos buscaban.

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r b a l a P a l e d e t El a r

El arte de la Pal abra


Unidad 2

IV. Despertar el deseo La cena de Emaús, de Matthias Stom (1633), muestra esa complicidad que es funda­ mental en cualquier experiencia: la del deseo de encontrar, de buscar, de descubrir juntos. Jesús, con su palabra y su presencia, abre el deseo de los discípulos que le piden que comparta la mesa con ellos y se quede durante la noche. V. Atender a los símbolos La cena de Emaús (1601), de Caravaggio, representa el momento como un típico convite italiano y centra la mirada del espectador en los detalles. La simbología es, en muchos casos, la puerta a la realidad en la vida. A través de ella encontramos la verdad y la manifestación más cercana de lo inefable. VI. Abrir los ojos La presencia de Jesús es esquiva. Aparece, lo reconocen y desaparece. A veces, la experiencia se desenvuelve a medio camino entre la luz y la sombra. VII. Conducir nuevamente a la vida Jesús nos recuerda el momento de la revelación que devuelve a los discípulos a la vida, una vida encarnada en el seguimiento y el testimonio. La experiencia no los en­ tristece, sino que los devuelve a la vida.

Actividades 1

Elige una de las obras de arte representadas en esta pá­ gina y escribe una pequeña reflexión sobre la misma. • ¿Qué te gusta más de la obra? • ¿Qué parte del texto evangélico pone de relieve la inter­ pretación del autor? ¿Qué sentimientos te transmite?

2

A través de los momentos analizados, hemos construido una secuencia de actitudes presentes en el texto evangé­ lico. Utilizando las mismas actitudes, aplícalas a otra si­ tuación real o de ficción que pueda incluir los momentos descritos. Recurre a elementos artísticos: dibujos, ilustra­ ciones, fotografías…

2

3

1

La cena de Emaús…

1 Caravaggio, 1605 (Pinacoteca de Brera, Milán). 2 M. Stom, hacia 1633-1639 (Museo Nacional ThyssenBornemisza, Madrid).

3 Rembrandt, 1648 (Museo del Louvre, París).

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Taller de interioridad MÍRATE ADENTRO

Para interiorizar todo lo que hemos trabajado en esta unidad vas a profundizar en la experiencia estética como base para el encuentro con Dios. El arte y la belleza son dos caminos fundamentales para llegar al encuentro con el Señor. Ya la filósofa y mística francesa Simone Weil (1909-1943) consi­ deró que el sendero para renacer en la fe y el amor a Dios es el camino de la belleza. Por eso, vas a recorrer tu camino para llegar al Señor en dos momentos en los que van a imperar distintas manifestaciones del arte. La actividad que se propone pretende ayudarte a reflejar tu experiencia mediante la conjunción de diferentes manifestaciones artísticas.

La escucha es una actitud fundamental para entrar en tu interior. Busca en in­ ternet una pieza corta del compositor contemporáneo Max Richter, titulada Departure («Salida»), que forma parte de la banda sonora de la serie de televisión The leftovers.

Escucha

1

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Busca una situación adecuada que propicie la tranquilidad y la con­ centración, y centra tu atención en la música.

2

Déjate llevar por esta pieza musical y lo que te sugiere la composi­ ción.

3

Intenta pensar en situa­ ciones personales que tengan relación con la música que estás escu­ chando.

4

Toma nota de los senti­ mientos que te ha pro­ vocado la escucha de esta canción.


Unidad 2

Visualiza 1

A continuación, trabaja la atención a través de la mirada.

Elige una obra de arte en la que se repre­ sente a Cristo (pintura, escultura, fotografía, etc.) y fíjate en su mirada. Teresa de Jesús intentaba hacer consciente a sus monjas de que Cristo estaba en todo momento atento a nosotros diciéndoles: «Mira que te mira».

2

Una vez que hayas elegido la obra de arte, busca un lugar tranquilo y toma conciencia de la presencia de Jesús a través de la mirada.

3

Toma nota de los sentimientos que esa mirada ha provoca­ do en ti e intenta transmitirlos mediante palabras, imágenes o música.

Jim Caviezel en La pasión de Cristo, M. Gibson, 2004.

Ecce Homo, J. de Juanes, siglo xvi (Museo del Prado, Madrid).

Ecce Homo, J. de Mora, siglo xvii (monasterio de Santa María la Real de Granada).

Detalle de La ascensión de Cristo, vidriera de la Iglesia Alemana o de Santa Gertrudis de Estocolmo.

Actividades 1

A partir de las dos experiencias anteriores, crea una pequeña historia que aúne la música y la imagen con los pensamientos que han nacido de la exposición a los mismos.

El texto lo decides tú. La manera en que el arte (música e imagen) han impactado en ti ha provocado un discurso que ahora tratarás de ordenar y convertir en una nueva referencia que puede ser una experiencia para otros.

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En portada «Raquel, yo te quiero a pesar de todo. Te falta una tierra, saber para quién eres». Raquel, de 22 años, es una estudiante madrileña de diseño de moda. En un momento de su vida tiene una experiencia de Dios tan intensa que lo deja todo para iniciar la vida religiosa en el monasterio de Iesu Communio. Al principio fui al Oratorio para conocer gente cristiana con la que relacionarme pero, poco a poco y a través de pere­ grinaciones, experimenté que ser cris­ tiano no es algo superficial, sino que va más allá. Así que seguí avanzando en este grupo hasta el día de hoy. Además, me fueron enseñando mis heridas, mis sufrimientos y, poco a poco, me dieron «armas». Sobre todo, yo experimentaba que querían mi bien. Además, me pu­ sieron de frente a mi realidad, en mi fa­ milia, en mis estudios y, especialmente, en el sitio que Dios me ha regalado en su Iglesia, en el camino.

mentira de que algo estaba haciendo mal porque no tenía novio y no en­ tendía por qué. Puede parecer absur­ do, pero después de la JMJ, habiendo empezado el curso, empecé a pade­ cer una tristeza muy grande porque lo tenía absolutamente todo y no era feliz. Tenía una familia estupenda, un montón de amigos, era muy querida, creía en Dios, pero algo fallaba y me hacía sufrir ver cómo los días pasaban sin saber para qué. Gracias a Dios, una

tarde me encontré con un sacerdote al que apenas conocía y le pedí hablar. Tardé casi dos semanas en ir pero, de todo lo que me dijo, que fue un rega­ lo, a mí me sigue resonando, «Te fal­ ta una tierra, saber para quién eres». Y me propuso ir, sin pretender nada, a un encuentro que hacían las hermanas de Iesu Communio en Adviento; y tal y como estaba, fui. Fuente: www.jovenescatolicos.es (Adaptación)

En el verano de paso de primero a se­ gundo de Bachillerato se organizó una peregrinación a Solsona (Lérida). El sacerdote que nos acompañaba nos dejaba sostener a Cristo sacramenta­ do, y yo me acuerdo que en el momen­ to en que me lo dio, experimenté una paz enorme, a la vez que un amor me atravesaba todo el ser, era como oír: «Raquel, yo te quiero a pesar de todo». Nunca había vivido una Jornada Mun­ dial de la Juventud (JMJ), así que me pareció una pasada. ¡Tantos jóvenes siguiendo a Cristo! ¡Era una locura! La disfruté muchísimo, hasta los últi­ mos días donde el demonio me coló la

ENFOCA 1

¿Qué te parece la experiencia que cuenta la protagonista de esta historia? ¿Por qué?

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Si tuvieras la oportunidad de hacerle una entrevista, ¿qué le preguntarías?

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¿Dios se comunica a todas las personas de la misma ma­ nera que describe Raquel?

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¿Crees que una vocación religiosa puede ser una opción válida en el mundo de hoy? Reflexiona sobre ello y justifica tu respuesta.

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Busca en Internet información sobre la próxima Jornada Mun­ dial de la Juventud. ¿Dónde y cuándo se celebra? Su lema es: «María se levantó y partió sin demora». ¿A qué te invita?


Unidad 2

Comprueba tu aprendizaje Las religiones forman parte de la experiencia trascendente del ser humano, que busca a un Dios que dé sentido a su existencia. Frente a esta necesi­ dad de trascendencia, surgen posturas que intentan negar esta experiencia, como el ateísmo o el agnosticismo.

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Elaborad unas tarjetas que contengan las siguientes etiquetas: • Buda

• Mahoma

• Cristianismo

• Ateísmo

• Agnosticismo

• Indiferencia/cristianos sociológicos

2

Dividid la clase en seis grupos y realizad un sorteo para asignar a cada uno su tarjeta correspondiente.

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Elegid un mínimo de cinco palabras importantes relacionadas con vuestra tarjeta y, entre los miembros del grupo, buscad su significado para cons­ truir un glosario.

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Después, preparad una presentación digital en la que expliquéis el signi­ ficado y lo relacionéis con la postura estudiada que os ha tocado. Debéis utilizar elementos gráficos para ilustrar su significado. Podéis recurrir a vídeos, canciones, fotos, obras de arte, etc.

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Finalmente, compartid vuestros conocimientos con el resto de la clase. Cada grupo expondrá su glosario y entre todos podréis formar un «Dic­ cionario de actitudes religiosas».

Para finalizar Retoma las cuestiones que se plantean al principio de la unidad y responde las siguientes preguntas.

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¿Crees que tenemos la capacidad de conocernos a nosotros mismos? ¿Nuestras experiencias pueden ir más allá de lo físicamente demostrable? ¿Es posible un encuentro personal entre Dios y yo? ¿Puede Dios encontrarse con cada ser humano?

Recuerda seleccionar el material de trabajo de esta unidad para tu portfolio.

En la actualidad, ¿interesa la presencia de Dios?

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