Manifiesto artistas autoconvocados sobre Encuentro de Cantautores de Alta Gracia

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Córdoba 16 de enero de 2019 Nosotres les artistas abajo firmantes parte de la grilla del XIII el Encuentro de Cantautores de Alta Gracia queremos manifestar públicamente nuestra decisión de NO PARTICIPAR. Adherimos al comunicado de la COLECTIVA ANÓNIMA DE MUJERES DE PARAVACHASCA en TODOS sus puntos. A su vez queremos remarcar que nuestra decisión se basa en el principio de creer a las denunciantes ante todo, las personas resguardadas en el anonimato son reales, tal cual como lo expresa el comunicado anteriormente mencionado, el cual adjuntamos al final del presente texto. Existen muchos motivos por los cuales LA COLECTIVA ANONIMA DE MUJERES DE PARAVACHASCA decidieron hacerlo de esa forma. Repudiamos todo acto de violencia, desigualdad y abuso de poder en cualquier espacio, consideramos que este tipo de accionar se mueve en sentido diametralmente opuesto al espíritu de encontrarnos, del respeto por les otres, y al espíritu del arte que nos convoca. Abrazamos los lugares de encuentro que existen a lo largo y ancho de nuestro país, conscientes de la importancia cultural, espiritual y educativa de éstos. Queremos dejar claro que el Encuentro de Cantautores de Altagracia excede ampliamente el comportamiento repudiable de una sola persona. Repudiamos cualquier tipo de accionar violento, conscientes de estar asistiendo a un momento de deconstrucción, visibilización y repudio al abuso en todas sus formas, decidimos bajarnos de la grilla independientemente de lo que la organización del encuentro decida, con el firme deseo de que tanto la justicia como la sociedad aborden y se expidan sobre estas problemáticas sin exponer a las víctimas a la violencia institucional y la revictimización que implica dudar de su testimonio. Tatiana Catelani Flor Giammarche Inés Errandonea Susana Ratcliff Clara Presta René Goust Paulina Muratore María Luz Maldonado Amaro Ferraris Simón Marziali Juan Arabel Juan Pedro Dolce Rodrigo Carazzo Javier Canosa Ramiro González Lucas Heredia Facundo Galli Julian Oroz Juan Cruz Bonvin Gonzalo José Mateo Liberali

https://m.facebook.com/notes/elizabeth-spi/comunicado-sobre-las-denuncias-p%C3%BAblicas-aadolfo-barrera-colectiva-an%C3%B3nima-de-mu/1960736907566873/


Comunicado sobre las Denuncias Públicas a Adolfo Barrera. COLECTIVA ANÓNIMA DE MUJERES DE PARAVACHASCA

“La sociedad les debe acompañamiento, y no el cuestionamiento de su dolor”

Ni bien surge la noticia de una persona que ha sufrido un acto de acoso, se alzan voces cuestionando el por qué se demora en hacer la denuncia. La respuesta es que NADIE puede ponerse en el lugar de la persona que sufrió abuso, porque cada una tiene sus propios tiempos de procesamiento psicológico de los actos violentos ejercidos sobre ellxs.

Entre los sentimientos más comunes surgen el miedo a las represalias, a ser incomprendidxs o mal interpretadxs, temor a perder derechos u oportunidades en el contexto que lxs rodea, miedo a no encontrar los medios probatorios, a ser criticadas por su entorno. Sienten vergüenza al intentar contarles a sus amigos, familiares, conocidos. Finalmente pueden llegar a sentirse culpables por algo que no corresponde como el acoso por la forma de vestirse, la manera amable de relacionarse, algunas actitudes que se autocuestionan, etc.

¿Por qué elegimos el escrache como herramienta? Sabemos que esta persona actúa con impunidad en el entorno de la ciudad de Alta Gracia, donde es un reconocido referente cultural e incluso desarrolla talleres dirigidos a niñxs y adolescentes. Sabemos también que desde hace más de 25 años ejerce acoso sexual contra clientas y empleadas, cuyo último testimonio consta de no hace menos de 2 años atrás, . Entendiendo que procede de forma sistemática siempre bajo un poder intelectual, laboral y psicológico, creemos que sólo de esta forma se frenarán los acosos. Se lo expuso años anteriores y no hubo condena social ya que está avalado por ciertos sectores del ámbito “progre” de la ciudad, y sabiendo que no hay figura legal para este tipo de hechos, las denunciantes no quieren perder tiempo, ni quieren someterse a preguntas incómodas en una unidad judicial.


Además los escraches advierten a posibles víctimas y a mujeres de su entorno que podrían estar en peligro. Este mecanismo expone al victimario dejándolo bajo la lupa social, a él y a todos los que actúan de igual forma. Por otro lado se decidió accionar de forma anónima porque las víctimas pidieron explícitamente que “Él no se enterara” ya que tienen miedo de que el sujeto las someta a un nuevo cuestionamiento revictimizándolas. La posibilidad última que brinda el escrache anónimo en nuestros espacios colectivos, es la de encontrar de alguna manera un espacio abierto y sin prejuicios ni preconceptos que nos permite compartir libremente la experiencia traumática y comenzar a transitar junto a otras compañeras el duro camino que implica la vivencia de cualquier tipo de abuso. Hasta el momento se han recolectado más de 20 testimonios de mujeres agredidas sexualmente y acosadas por este sujeto, y algunas de las víctimas están dispuestas a enfrentar el proceso judicial e iniciar acciones legales, aunque dada la naturaleza notipificada del acoso como delito, se deberá evaluar el mejor curso de acción legal que ampare a las víctimas y las proteja de la violencia institucional. La dimensión pública de los acontecimientos es aún muy reciente para tipificar y afirmar un camino legal, lo que sí es real es que desde el colectivo de mujeres que acompaña a las víctimas está en marcha el mecanismo de acción, asesoramiento y protección legal.

Éste mecanismo ha sido repudiado desde muchos sectores de la sociedad y también desde diferentes frentes del feminismo. Pero el punto que realmente importa es la decisión de las denunciantes, víctimas de acoso sexual, de no revelar su identidad al visibilizar su experiencia. Los motivos del anonimato son infinitos, sin embargo hoy seguimos escuchando argumentos que intentan deslegitimar los escraches por falta de veracidad, de material probatorio, etc. Nuestra postura de creerles a las víctimas es una postura política que pone en evidencia la necesidad de construir lazos colectivos que nos empoderen a todas y generar las transformaciones necesarias para vivir libres de violencias machistas. Cada uno de los testimonios individuales, pasan a ser colectivos desde el momento que se expresan públicamente. Dejamos de lado las posiciones moralistas para que las propias mujeres víctimas de acoso tengan voz propia y elijan recorrer el camino que puedan construir respecto a sus propias vivencias.

Desde este colectivo de mujeres unidas, anónimas y organizadas, creemos que la problemática vinculada a la violencia de género ha pasado a revestir el carácter de interés público, y con ello, la protección de la mujer frente a cualquier tipo de violencia dirigida hacia ella, por su sola condición de tal, merece una particular protección frente a los compromisos asumidos por el Estado Argentino.


Es por esto que nos manifestamos desde la denuncia pública, acompañando a las compañeras que fueron agredidas, partiendo del posicionamiento político esencial de creer siempre en la víctima, de apoyar y contener a cada una en su proceso personal, respetando sus decisiones y tiempos de acción, sin juzgar ni revictimizarlas con el mandato de lo que debieron o no hacer para merecer apoyo, contención y solidaridad.

¿Y POR QUÉ NO DENUNCIARON? ¿Por qué NO FUERON A LA UNIDAD DE VIOLENCIA?

La pregunta vedette del momento, tiene una simple respuesta para quienes conformamos este espacio… NO DENUNCIARON PORQUE NO PUEDEN, O NO QUIEREN exponerse a la revictimización que genera acercarse a una unidad judicial a denunciar un episodio que para nuestro sistema judicial NO ESTÁ TIPIFICADO COMO DELITO, con todo lo que implica para nosotras las mujeres transitar semejante situación de deslegitimación y violencia institucional.

Tampoco acudieron a la unidad municipal de familia y violencia… por que? Quizás porque esos espacios no han logrado aún entramarse en la realidad cotidiana de quienes vivimos episodios de violencia, impregnadas en la vergüenza socialmente construida que representa alzar la voz contra los referentes y figuras avaladas por la sociedad en la que debemos seguir viviendo dia a dia.

¿Qué rol está jugando el Estado para cada una de las mujeres violentadas, abusadas y humilladas que llevan entre uno y 20 años soportando el secreto de ese abuso jamás reconocido?


¿Qué ofrece esa entidad institucionalmente reconocida, avalada por la corrección política que implica tener “área de violencia municipal”?

¿Qué capacidad de brindar seguridad, protección, respuestas, está (o no) ofreciendo que la víctimas siguen eligiendo los círculos íntimos, los colectivos autogestionados, los movimientos sociales y el anonimato para reclamar la voz que solas no han podido alzar?

Somos las mujeres anónimas que el Estado acalla, invisibiliza, vacía de contenido con instituciones diluidas que miden el nivel de agresión en un ranking que les permita evacuar urgencias, porque vivimos en la urgencia, porque nos están matando…. Porque un acoso, una frase, una propuesta sexual incómoda y no consentida, no engrosa los números de la campaña políticamente correcta… porque allí nadie ha cometido un delito, nadie te asesinó, lo estas contando, 10 años después, no habrá sido para tanto…

Somos las mujeres que no nos escondemos en el anonimato, NOS REFUGIAMOS EN EL ANONIMATO, que tal parece ser la única herramienta que nos protege de los ataques, las amenazas, la calumnia, la deslegitimación de nuestro relato… Somos esas ciudadanas que para el Estado valemos $11,30 al año.

Ese acto de exposición es una expresión de la ausencia del Estado. No existen políticas públicas que acompañen, resguarden y ayuden a una mujer que sufre o sufrió violencia machista. La línea 144 de asistencia y prevención, así como las comisarías de la mujer no son suficientes. No hay licencias, solventos económicos, ni resguardos físicos eficaces para salir de una situación de violencia de género.


Por todo lo expuesto, decidimos alzar la voz por y con nuestras compaĂąeras, y EXIGIMOS a la sociedad toda, al gobierno Municipal y al colectivo de artistas que hace verdaderamente posible el Encuentro de Cantautores que no miren para otro lado, cada unx desde su lugar es responsable de construir una cultura respetuosa, inclusiva y equitativa para que todes tengamos la libertad de habitar los espacios y reclamarle a los abusadores el poder que como sociedad les conferimos.

Nos cuidamos entre nosotrxs


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